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82 ATLAS DE ANATOMÍA PATOLÓGICA FIGURA 4-37 Linfoma de Hodgkin, vista macroscópica Aquí se muestra un ganglio aumentado de tamaño (5 cm), obviamente de un paciente con linfadenopatía. Un ganglio linfático normal es blando y rosado y mide menos de 1 cm. Este ganglio se encuentra afectado por LH. Este aspecto macroscópico, con una superficie de corte de coloración pardo-rosada y levemente lobulada y sin necrosis ni hemorragia significativas, también podría corresponder a un LNH. A la exploración física los ganglios linfáticos afectados por una neoplasia generalmente son no indoloros. Los LH, como los LNH, pueden afectar a un único ganglio, un grupo de ganglios o múltiples regiones ganglionares. El LH (antes llamado enfermedad de Hodgkin) puede ser también extraganglionar y afectar a la médula ósea, el bazo y el hígado. FIGURA 4-38 Linfoma de Hodgkin, vista macroscópica Aquí se muestra un hígado afectado por LH. La estadificación del LH es muy importante en la determinación de la terapia. Así, es importante determinar si el paciente tiene afectación de una única región ganglionar, de múltiples regiones ganglionares o de zonas extraganglionares. El LH, de forma característica, presenta extensión contigua. En los exámenes radiográficos y macroscópicos a menudo se observa una masa. La imagen que aquí se muestra probablemente también serviría de ejemplo de afectación hepática por un LNH. FIGURA 4-39 Linfoma de Hodgkin, tomografía computarizada Esta TC abdominal pone de manifiesto en el bazo una gran masa (�) y varias lesiones más pequeñas, con atenuación más oscura, indicativas de afectación extraganglionar en un caso de LH. También se aprecia linfadenopatía prominente (� ). La estadificación del LH es importante en la determinación de la terapia y el pronóstico. La estadificación a menudo se lleva a cabo por métodos radiográficos, usándose la TC para determinar la localización de las linfadenopatías o las lesiones extraganglionares y la ecografía para las lesiones del hígado y el bazo. La laparotomía no se usa habitualmente para la estadificación, pues los procedimientos radiográficos proporcionan resultados excelentes. Muchos pacientes responden a la quimioterapia, en particular los más jóvenes, con estadios más bajos y sin síntomas constitucionales. Tras la terapia, aproximadamente el 5% de los pacientes desarrollan síndromes mielodisplásicos, leucemia mielógena aguda o carcinomas, en particular del pulmón.