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ATLAS DE ANATOMIA PATOLOGICA (168)

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CAPÍTULO 6 Cabeza y cuello 151
FIGURA 6-37 Adenoma pleomorfo, vista
microscópica
A bajo aumento, este adenoma pleomorfo (tumor
mixto) de la glándula salival limita con la glándula
parótida normal adyacente. Esta neoplasia tiene
una proliferación mixta de epitelio ductal, células
mioepiteliales y estroma condroide, hialina o
mixomatosa (así pues, estas lesiones también se
denominan tumores mixtos). El tumor puede
afectar al nervio facial adyacente, lo que hace
necesario un injerto de nervio al practicar una
escisión tumoral amplia. 
FIGURA 6-38 Tumor de Warthin, vista
microscópica
Esta neoplasia tiene papilas que se proyectan
hacia el interior de espacios quísticos o hendidos,
los cuales están llenos de secreciones mucinosas
o serosas de color rosado. Los espacios se hallan
revestidos por una doble capa de células
epiteliales cuboideas o cilíndricas (células
oncocíticas), que tapizan las papilas. Éstas se
encuentran ampliamente infiltradas por linfocitos,
a veces con formación de centros germinales.
Mediante el estudio de microscopia electrónica se
comprueba que las células están repletas de
mitocondrias. Esta neoplasia, también conocida
como cistadenoma papilar linfomatoso, es el
segundo tumor salival más frecuente. Casi
siempre se encuentra en la glándula parótida y es
mucho más frecuente en los fumadores de sexo
masculino. Aproximadamente el 10% de los casos
son multifocales y el 10% son bilaterales.
FIGURA 6-39 Carcinoma adenoide quístico, vista
microscópica
Este tipo de neoplasia no es corriente en la
glándula parótida, pero es el tumor más común
de las glándulas salivales menores. El patrón
microscópico es sólido, tubular o cribiforme,
disponiéndose las células neoplásicas alrededor
de secreciones mucinosas. Aunque a menudo
sean pequeñas y de crecimiento lento, estas
neoplasias son infiltrantes y tienen una tendencia
a invadir espacios perineurales y recidivar
localmente, así como a diseminarse por vía
hematógena. Por lo tanto, es más probable que se
produzcan metástasis a distancia que no
metástasis a los ganglios linfáticos regionales y, a
la larga, la mitad de los carcinomas adenoides
quísticos metastatizan a localizaciones distantes,
incluso al cabo de años de la resección original de
la masa.