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ASPECTOS DE LA REALIDAD NACIONAL DEL MANEJO Y USO DEL AGUA

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Jhon Walter Gómez Lora y Victor Hugo Gallo Ramos 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Jhon Walter Gómez Lora y Victor Hugo Gallo Ramos 
CAPITULO 2 ASPECTOS DE LA REALIDAD NACIONAL 
DEL MANEJO Y USO DEL AGUA 
 
 
2.1. Generalidades 
 
Nuestro país, situado en el centro de la costa occidental de América del Sur, con 
un relieve muy accidentado debido a la Cordillera de los Andes, que lo recorre en 
sentido longitudinal, cuenta con un área continental aproximadamente de 1 285 
215.6 km², que representa al 0.0052 % de la superficie total no cubierta por los 
mares, y del área citada el 74.4 % corresponde a la vertiente del Atlántico. 
 
El Perú por su ubicación geográfica debería tener un clima tropical; sin embargo, 
su clima es variado e influenciado principalmente por factores orográficos, 
marinos y atmosféricos, como son la presencia de la Cordillera de los Andes, la 
Corriente peruana, la Corriente del Niño, el Anticiclón Subtropical del Pacífico Sur 
y la Zona de Convergencia Intertropical que condiciona un régimen hídrico muy 
variable en el tiempo y en el espacio, cuya disponibilidad tiene una presencia de 
aproximadamente 120 días por año en la mayoría de los ríos (Pacífico - Hoya del 
Titicaca) que hace limitante este recurso, por lo que es conveniente optimizarlo a 
fin de que las tierras con derecho a riego puedan activar su producción ya sea 
incrementando el área agrícola u optimizando la eficiencia de riego de los 
existentes. Además, existe la imperiosa necesidad de acoger los proyectos de 
uso de agua de tipo poblacional y energético y esto solo es factible con el 
conocimiento real de la disponibilidad del recurso hídrico, siendo una de las 
primeras medidas a realizar para este fin, la obtención de una estadística 
hidrológica medida técnicamente para garantizar su calidad. 
 
2.2. Clima 
 
El Perú por su ubicación geográfica entre la línea ecuatorial y los 18 de latitud 
sur, le corresponde un clima cálido lluvioso, pero la existencia de una serie de 
factores permite una variabilidad climática que según el segundo sistema de 
clasificación de Thornthwaite, encontramos que nuestro país cuenta con 28 tipos 
de climas de los 32 existentes en el mundo, lo que demuestra su diversidad 
climática. Entre los factores modificadores del clima se tienen los siguientes: 
 
• Orográfico: Dado por la Cordillera de los Andes que atraviesa toda su longitud, 
creando una barrera de circulación en los vientos y que, por su inclinación en 
las pendientes, modifica la incidencia de la radiación, condicionando la 
temperatura, humedad, evaporación, nubosidad, precipitación, etc. 
• Corriente Oceánica Peruana: Enfría los vientos alisios, no permitiendo la 
precipitación en las costas, formando un techo de neblina a pocos metros de 
altitud. 
• El anticiclón del Pacífico Sur: Origina que los vientos lleguen al Perú, del sur 
este (SE) desplazándose al sur en verano y hacia el norte en invierno, con un 
desplazamiento lento que origina cambios atmosféricos. 
 
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Jhon Walter Gómez Lora y Victor Hugo Gallo Ramos 
• Contracorriente Ecuatorial: Que adecúa las características tropicales de la 
zona norte del Perú y que es responsable de alteraciones oceánicas e 
incremento de gradiente de temperatura, por la presencia de los llamados 
niños, con grandes precipitaciones en esta zona. 
 
A continuación, se presenta la clasificación climática del Perú, por regiones: 
 
Tabla 4. Enfoque global de las características climáticas del Perú por regiones 
Región Costa Sierra Selva 
Clima Templado Templado frío Tropical 
Temperatura (°C) 14 - 28 20 18 - 30 
Humedad relativa (%) 70 - 100 70 80 - 95 
Lluvia (mm) Trazas - 60 100 - 2000 2000 - 6500 
Área (km2) 135 949 393 320 755 947 
Superficie de labranza (Ha) 730 335 1 689 684 404 233 
Superficie Actividad Agricola 667 285 1 172 784 385 733 
Superficie con riego (Ha) 729 935 326 003 35 228 
 
Por otro lado, se muestra una clasificación climática por sectores, elaborado en 
base al Mapa Climático del SENAMHI: 
 
Río Caplina - Río Grande: Río La Leche - Río Tumbes: 
E(d)B'1H3 E(d)B'1H3 
D(o,i,p)B'2H2 C(o,i,p)B'3H3 
C(o,i,p)C'H2 C(o,i,p)B'2H3 
C(o,i,p)C'H3 E(d)A'H3 
B(o,i)D'H3 B(o,i)B'3H3 
 
Río Ica - Río Pativilca: Titicaca: 
E(d)B'1H3 C(o,i)C'H2 
C(o,i,p)B'2H3 B(o,i)D'H3 
C(o,i,p)B'3H3 B(i)F'H2 
C(i)C'H3 
B(i)D'H3 
 
Río Pativilca - Río Santa: Madre de Dios: 
E(d)B'1H3 B(r)A'H3 
C(o,i,p)B'2H3 A(r)A'H4 
C(o,i,p)B'3H3 B(o,i)D'H3 
C(i)C'H3 A(r)B'H4 
C(i)C'H3 B(r)C'H3 
B(r)B'2H3 
A(r)B'2H3 
 
Río Santa - Río La Leche: Amazonas: 
E(d)B'1H3 A(r)A'H4 
C(o,i,p)B'3H3 B(r)A'H4 
C(o,i,p)B'2H3 
C(i)C'H3 
 
A(r)A'H4 
A(r)B'1H4 
A(r)B'2H3 
B(i)A'H3 
B(i)B'1H3 
B(i)B'2H3 
B(i)D'H3 
B(i)F'H2 
B(o,i)B'3H3 
B(o,i)C'H3 
B(o,i)D'H3 
B(r)A'H3 
B(r)A'H4 
B(r)B'1H4 
B(r)B'2H3 
B(r)C'H3 
C(i)C'H3 
C(o,i)B'2H3 
C(o,i)C'H2 
C(o,i,p)A'H3 
C(o,i,p)B'2H3 
C(o,i,p)B'3H3 
C(o,i,p)C'H2 
C(o,i,p)C'H3 
D(o,i,p)B'2H2 
E(d)A'H2 
E(d)A'H3 
E(d)B'1H3 
 
 
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Donde: 
 
Precipitación Efectiva 
 
A = Muy lluvioso. 
B = Lluvioso. 
C = Semi-seco. 
D = Semiárido. 
E = Árido. 
 
Distribución de la Precipitación en el Año 
 
r = Precipitación abundante en todas las estaciones. 
i = Invierno seco. 
p = Primavera seca. 
o = Otoño seco. 
d = Deficiencia de lluvias en todas las estaciones. 
 
Eficiencia de Temperatura 
 
A' = Cálido. 
B'1 = Semicálido. 
B'2 = Templado. 
B'3 = Semi-templado. 
C' = Frío. 
D' = Semi-frío. 
F' = Polar. 
 
Humedad Atmosférica 
 
H1 = Muy seco. 
H2 = Seco. 
H3 = Húmedo. 
H4 = Muy húmedo. 
 
2.3. Régimen hídrico 
 
En el Perú, la precipitación es el elemento hidrológico más importante, 
responsable del escurrimiento, con un comportamiento muy variable en el 
tiempo y en el espacio y con 120 días de lluvia aproximadamente al año entre 
los meses de diciembre a abril, donde se produce el 80 % de las precipitaciones 
y con una distribución espacial muy variable; tal como se presenta en la siguiente 
Figura 2. Asimismo, en su comportamiento regional según el Mapa de 
Regionalización del Perú – IILA, tiene 10 zonas pluviométricas subdivididas en 
59 subzonas dependiendo la precipitación de la altura, latitud, distancia a la 
cordillera y el mar. 
 
 
 
 
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Jhon Walter Gómez Lora y Victor Hugo Gallo Ramos 
Figura 2. La precipitación 
 
Fuente: Universidad de Buenos Aires [FAUBA] (2021). 
 
Figura 3. Frentes de aire 
 
Fuente: Adaptado de Molina (1975) 
 
La precipitación en el Perú tiene una producción media anual de 2 227 917 mmc; 
de este total el 92.72 % corresponde a la cuenca Amazónica, el 5.16 % a la 
cuenca del Pacífico y el 1.72 % a la Hoya del Titicaca. El comportamiento de las 
descargas de los ríos peruanos, presentan un régimen hídrico que tiene relación 
directa con la precipitación, con un volumen de escurrimiento de 974 317 mmc, 
que representa el 44 % de la producción de lluvia. 
 
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Jhon Walter Gómez Lora y Victor Hugo Gallo Ramos 
2.3.1. Vertiente del Pacífico 
 
Esta vertiente tiene un área de 283 600 km² que equivale al 22 % del país 
aproximadamente y está dividido en 53 cuencas, siendo la más grande la de 
Camaná o Majes con 17 100 km² y la más pequeña la del río Culebras con 800 
km² aproximadamente. Los ríos de esta vertiente presentan una marcada 
estacionalidad en sus descargas, donde el 85 % de su volumen total (40 000 x 
106 m3) se presentan en los meses de diciembre hasta abril. 
 
El volumen total anual promedio de escurrimiento superficialen los ríos de la 
vertiente del Pacífico es aproximadamente de 32 millones de metros cúbicos. 
Las fuentes de alimentación de estos ríos son de origen glacio-niveo-pluvial, 
siendo la lluvia el aportante más significativo. Las fuentes de hielo y nieve son 
las más importantes para contribuir a la dotación de agua en la estación seca. 
Los ríos de esta vertiente son de corto recorrido, pendiente fuerte y alta acción 
erosiva que han originado profundos y estrechos cañones. En esta vertiente se 
han construido algunos reservorios artificiales como el de Poechos (1000 x 106 
m3), el Frayle (200 x 106 m3), Tinajones (300 x 106 m3), San Lorenzo y otros; y 
además reciben agua de derivación de la vertiente del Amazonas en un volumen 
aproximado de 1500 x 106 m3 a través de las derivaciones del Conchano, 
Chotano, Marcapomacocha, Santa Eulalia, Choclococha, Turpo, etc. La 
importancia de esta vertiente radica en el abastecimiento de agua a las cuidades 
y agricultura y por ser fuentes de energía eléctrica. 
 
2.3.2. Vertiente del Atlántico 
 
Está conformada por los ríos del Amazonas con un área de 952 800 km² (74.5 
% del país); constituida principalmente por tres grandes ríos: Marañón, Ucayali 
y Huallaga, siendo el principal afluente el río Amazonas, con descargas 
regulares en un periodo de avenidas de octubre a marzo y el estiaje de abril a 
setiembre con un caudal medio anual de 30 000 m3/s. La precipitación presenta 
sus valores más altos en la Selva Baja y varía de 600 a 6000 mm al año. 
 
Los ríos de esta región son de largo recorrido y en su conjunto presentan un 
perfil longitudinal de su lecho con menor pendiente, aunque existe un sector 
interandino-amazónico en el cual los ríos descienden bruscamente con 
pendientes pronunciadas que están en el fondo de profundos cañones, en estos 
ríos el estiaje se presenta entre abril y setiembre. Los ríos de esta vertiente 
forman la red fluvial navegable más grande del mundo. 
 
2.3.3. Hoya del Lago Titicaca 
 
Tiene su origen en la cordillera que circunda a la meseta del Collao y cuenta con 
48 800 km² del territorio peruano, conformado por los ríos Ramis, Coata, Ilave y 
Huancané que nacen del Vilcanota. Presentan un régimen de descarga irregular 
y semi torrentoso, y una pendiente moderada con una mayor longitud del cauce 
que los del Pacífico. Esta Hoya es de tipo endorreico cuyo volumen de agua total 
anual de 5200 x 106 m3 desaguan en el lago de 8100 km² de espejo de agua. 
 
 
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Jhon Walter Gómez Lora y Victor Hugo Gallo Ramos 
En las siguientes tablas observamos las características fisiográficas e hídricas 
de los ríos y lagunas más importantes del Perú. 
 
Tabla 5. Longitud aproximada de los ríos de Perú 
Ríos 
Longitud 
(km) 
Ríos 
Longitud 
(km) 
Ríos 
Longitud 
(km) 
Ucayali 
Marañón 
Putumayo 
Yavari 
Huallaga 
Urubamba 
Mantaro 
Amazonas 
Apurímac 
Napo 
Madre de Dios 
Tucuatimanu 
Tigre 
Purus 
1771 
1414 
1380 
1184 
1138 
862 
724 
713 
690 
667 
655 
621 
483 
598 
Corrientes 
Tapiche 
Inambari 
Curaray 
Morona 
Tambopata 
Pachitea 
Majes (Camana) 
Aguaytia 
Pampas 
Nanay 
Tamaya 
Carabaya (Azángaro) 
Mayo 
448 
448 
437 
414 
402 
402 
393 
388 
379 
379 
368 
368 
304 
299 
Santa 
Tambo 
Vítor (Chili) 
Ocoña 
Piura 
Santiago 
Ica 
Cañete 
Reque 
Acari 
Locumba 
Grande 
Chira 
Sama 
294 
283 
278 
255 
252 
230 
220 
193 
189 
178 
178 
173 
168 
168 
Fuente: Instituto Nacional de Estadística e Informática [INEI] (2012). 
 
Tabla 6. Lagunas del Perú 
Vertientes 
Total de 
lagunas 
Lagunas en explotación Lagunas en estudio Lagunas no 
aprovechadas y 
sin estudio Número 
Capacidad 
(miles m3) 
Número 
Capacidad 
(miles m3) 
Total 12 201 186 3028 342 3953 11 673 
Pacífico 3896 105 1379 204 617 3587 
Cerrada 23 3 41 1 185 19 
Atlántico 7441 76 1604 133 3006 7232 
Titicaca 841 2 4 4 145 835 
Fuente: Autoridad Nacional del Agua [ANA] (2011). 
 
2.4. Aprovechamiento 
 
La importancia en el aprovechamiento del agua radica principalmente en el 
contenido de gran parte del peso de los seres vivos; es así que el 65-70 % del 
peso del hombre, corresponde a su contenido de agua, es por eso que un 
desbalance en su composición causaría graves consecuencias, ya que, si el 
hombre perdiera el 20 % de su peso en agua, este moriría por deshidratación. 
Algunos animales marinos (hidras, medusas) llegan a contener el 96 % de agua 
aproximadamente; mientras que algunos vegetales pueden llegar a contener 
hasta un 90 % de agua, tal es el caso de algunas frutas como: naranja, pepino, 
sandía, etc. Además, la importancia radica en los usos consuntivos 
considerados como: agrícola, poblacional, minero, industrial y pecuario; y el uso 
no consuntivo llamado también volumen comprometido, que es el energético-
hidroeléctrico y térmico. A nivel nacional se utiliza un volumen total anual de 22 
222 350 000 m3; del cual el 68.8 % es consuntivo y el 31.2 % no consuntivo. 
 
Un análisis específico permite determinar que a nivel de los usos consuntivos el 
agrícola es el mayor usuario (91.9 %), siguiéndole el poblacional (5.9 %), el 
industrial (1 %), el minero (0.8 %) y el pecuario (0.4 %). Considerando 
únicamente el uso consuntivo, el 84.7 % se utiliza en la vertiente del Pacífico, el 
14.7 % en el del Atlántico y el 0.6 % en la del Titicaca. En el uso no consuntivo, 
 
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Jhon Walter Gómez Lora y Victor Hugo Gallo Ramos 
el 41.5 % se emplea en la vertiente del Pacífico, el 58.3 % en el del Atlántico, y 
el 0.2 % en la del Titicaca. 
 
Enunciamos algunos aprovechamientos importantes en la actividad humana, y 
que, en el caso específico de Perú, tienen algunas restricciones debido a que el 
recurso agua es limitante y no cuenta con una planificación ni un régimen legal 
adecuado que garantice su real costo. 
 
2.4.1. Sector poblacional 
 
El agua constituye un recurso natural vital para el sostenimiento de todo tipo de 
vida, por lo que es considerado factor fundamental y decisivo para el desarrollo 
económico y social de los asentamientos humanos. En este uso, el 
requerimiento es muy exigente dado que la garantía de la demanda debe ser de 
100 %; además, la calidad del agua exige condiciones muy especiales que están 
normadas por la Organización Mundial de la Salud. En el Perú, el uso se ha 
localizado en las sedes urbanas y donde solo aproximadamente el 38 % de la 
población total dispone de dicho servicio a pesar de que en las áreas rurales se 
cuenta con el recurso, pero no existe un plan de implementación para su uso, 
todo ello trae consigo enfermedades que diezman la capacidad de nuestra 
población tal como el cólera, tifoidea y enfermedades de la piel. 
 
El volumen de agua utilizada al año con fines poblacionales es de 896 971 000 
m3; del cual, el porcentaje empleado de cada una de las vertientes son: el 80.5 
% del Pacífico; el 18.1 % del Atlántico y el 1.4 % del Titicaca. A continuación, se 
muestra la disponibilidad de agua superficial por vertientes, a partir de datos 
obtenidos por la Autoridad Nacional del Agua (ANA). 
 
Tabla 7. Disponibilidad de recursos hídricos superficiales en el Perú 
Vertiente 
N° 
UH 
Superficie Población 
Disponibilidad hídrica HM3 
Superficial Subterránea Total 
Miles 
km2 
% % HM3 % HM3 HM3 % 
Pacífico 62 279.7 21.7 65.98 35632 2.02 2849 38481 2.18 
Atlántico 84 958.5 74.6 30.76 1719814 97.42 --- 1719814 97.26 
Titicaca 13 47.0 3.8 3.26 9877 0.56 --- 9877 0.56 
TOTAL 159 1285.2 100 100 1765323 100 2849 1768172 100 
HM3: Hectómetros cúbicos; UH: Unidades Hidrográficas; %: Porcentaje. 
Fuente: Adaptado de Autoridad Nacional del Agua [ANA] (2012). 
 
2.4.2. Sector agrario 
 
A pesar de que la densidad de las tierras agrícolas por habitante es muy baja (en 
el orden del 0.11 a 0.15), la producción de la tierra está íntimamente ligada al 
recurso hídrico que es variable en el tiempo y cuya escasez puede traer abajo 
todas las proyecciones económicas del agricultor. Por lo que la agricultura en el 
Perú es una apuesta al futuro mientras que no se tengaconciencia de que el 
problema es el agua antes que la tierra. Asimismo, la abundancia del agua hace 
peligrar las tierras más productivas de la costa peruana (con potencialidad de 
riego) debido a que no utilizan todo el recurso hídrico, ya que parte de las aguas 
son vertidas al mar (dado a que en un 80 % las descargas se producen en los 
meses de avenida con un marcado déficit en época de estiaje). 
 
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Jhon Walter Gómez Lora y Victor Hugo Gallo Ramos 
En el caso del manejo del agua en tierras con riego, su eficiencia varía del 30 % 
al 40 % en promedio y si este se mejorase en un 50 % se ganaría 
significativamente el área cultivable en condiciones actuales. Además, debe 
quedar establecido que dada la variabilidad del recurso hídrico es necesario 
conocer las proyecciones de la disponibilidad a fin de tener alternativas de planes 
de cultivo y riego para cada una de las proyecciones y así lograr una mejor 
optimización de la tierra y una defensa de la economía del agricultor a través de 
precios de refugio por la exigencia de un cultivo no acostumbrado. 
 
En el país existe una superficie cultivada bajo riego de 1 167 196 ha, de la cual el 
78.4 % se localiza en la vertiente del Pacífico, el 21.1 % en el Atlántico, y el 0.5 % 
en el Titicaca. Igualmente, el volumen de agua utilizada con fines agrícolas es de 
14 054 988 000 m3, del cual el 85.3 % se produce en la vertiente del Pacífico, el 
14.2 % en el Atlántico y el 0.5 % en el Titicaca. 
 
2.4.3. Sector energético 
 
De acuerdo con nuestras condiciones orográficas, el Perú tiene una potencialidad 
energética muy amplia a fin de desarrollar las zonas rurales con pequeñas y 
medianas centrales, que permitan mejorar su nivel de vida o también se puede 
aprovechar la fuerza del agua, a fin de activar molinos u otro tipo de maquinaria 
que pueda ser aprovechada por los agricultores y pequeños industriales de las 
zonas rurales. 
 
La potencia instalada actual sobrepasa 1 500 000 kilovatios y abastece en su 
mayor parte las zonas urbanas; por lo tanto, debe de establecerse un canon 
energético a fin de fomentar el desarrollo rural en las zonas donde se produce el 
agua que genera energía (caso Mantaro). 
 
En el país el volumen total de agua comprometida con fines energéticos es de 6 
929 424 000 m3; del cual 91.6 % se halla en la generación de energía 
hidroeléctrica y el 8.4 % en la generación de energía térmica. Desde el punto de 
vista espacial, de 2 873 883 000 m3 el 41.5 % están en la vertiente del Pacífico, 
58.3 % en el Atlántico y 0.2 % en el lago Titicaca. 
 
2.4.4. Sector industrial y minero 
 
El elemento agua es condicionante e importante para la localización y explotación 
de los centros industriales y mineros, por lo tanto se requiere de una información 
básica y específica, no solo para una evaluación preliminar sino para asegurar su 
abastecimiento ya que la emplean en múltiples usos, sea para enlatados de 
alimentos, bebidas, textiles, industria de la química, mineras, etc. cuyos 
contaminantes son arrojados a los tributarios de los mismos ríos; es decir, que 
todo este proceso exige una eliminación de los residuos altamente contaminantes 
con productos químicos o bacteriológicos, que exigen un tratamiento previo antes 
de su eliminación a cualquier tipo de afluente ya que traería consigo la muerte 
ecológica de nuestros ríos. 
 
 
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Jhon Walter Gómez Lora y Victor Hugo Gallo Ramos 
Este es el sector que usa menor cantidad de agua, pero es el responsable de la 
mayor contaminación de los ríos y acuíferos. Como ejemplo tenemos al río 
Mantaro y el río Rímac. En el país, el uso actual del agua con fines mineros es de 
113 994 000 m3; del cual 61.8 % se emplea en la vertiente del Pacífico, 37.3 % 
en el Atlántico y 0.9 % en el Titicaca. Para la determinación de estos resultados, 
se ha considerado solo el aspecto de tratamiento de los minerales por su mayor 
incidencia volumétrica; habiéndose empleado para ello un procedimiento indirecto 
basado en el volumen tratado por las plantas de beneficio minero y en un 
consumo unitario establecido por tipo de mineral tratado. A continuación, se 
observan algunos propósitos a considerar para estudios en cuencas 
hidrográficas. 
 
Tabla 8. Propósitos para considerar en los estudios preliminares de cuencas hidrográficas 
Propósitos Objetivos Tipos de obras y medidas 
Riego Incremento de la producción 
agropecuaria. 
Presas de regulación y derivación, campos de 
pozos, canales, estaciones de bombeo, redes 
de distribución interna, habilitación de tierras, 
sistemas de drenaje. 
Agua para 
consumo 
doméstico e 
industrial 
Suministro de agua para uso 
doméstico, industrial, comercial, 
municipal y otros. 
Presas de regulación y derivación, pozos, 
galerías filtrantes, tuberías de aducción, 
plantas de bombeo, plantas de tratamiento, 
conversión de agua salina y redes de 
distribución. 
Mitigación de 
crecientes 
Prevención o reducción de daños 
ocasionados por crecientes, 
regulación de cauces fluviales, 
defensa de poblaciones. 
Presas de regulación, diques marginales, 
muros de contención, rectificación de cauces y 
canales. Estaciones de bombeo, zonificación 
de áreas inundables, pronóstico de crecientes. 
Hidroelectricidad 
Suministro de energía eléctrica para 
el desarrollo económico e 
incremento de los niveles de vida. 
Presas de regulación y derivación, 
conducciones forzadas, plantas, líneas de 
transmisión. 
 
Navegación Transporte de bienes y pasajeros. 
Presas de regulación y derivación, canales, 
esclusas, mejoramiento de cauces fluviales, 
mejora de puertos. 
Drenaje 
Incremento de la producción 
agropecuaria, desarrollo urbano y 
protección a la salud. 
Zanjas, drenajes subterráneos, estaciones de 
bombeo, tratamiento de suelo. 
Control de 
sedimentos 
Reducción del acarreo de 
sedimentos en los cauces fluviales y 
protección de embalses. 
Conservación de suelos, manejo de bosques, 
estructura para atrapamiento de sedimentos, 
conservación de riberas de ríos. 
Control de 
salinidad 
Prevención de la contaminación con 
agua salina, de los suministros de 
agua para uso agrícola, doméstico e 
industrial. 
Embalses para aumentar el caudal de estiaje, 
barreras, recarga de pozos. 
Recreación 
Aumento del bienestar y salud de la 
población. 
Presas de regulación, instalaciones para uso 
recreacional, control de contaminación de ríos, 
preservación de bellezas naturales. 
Manejo de las 
cuencas 
Conservación y mejoras del suelo, 
control de erosión y producción de 
sedimentos, retardación del 
escurrimiento, mejora de bosques y 
pastizales. 
Prácticas de conservación de cuencas, manejo 
de bosques y pastizales, estructuras de 
retardación del escurrimiento, pequeños 
embalses, tapones y lagunas. 
Caza y 
piscicultura 
Mejoramiento del hábitat para la 
caza y pesca, reducción de la 
pérdida de animales de cacería y 
peces por acción del hombre. 
Aumento en la pesca comercial. 
Refugios para caza y pesca. Vivero de peces, 
escaleras de peces y mallas de protección en 
embalses, regulación de ríos, control de la 
contaminación. Piscicultura. 
 
Para la determinación del uso actual del agua con fines industriales, se ha 
empleado información existente en las entidades públicas y un procedimiento 
 
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indirecto basado en el valor agregado por tipo de industria según la Clasificación 
Industrial Internacional Uniforme (CIIU) y una dotación estimada en volumen por 
valor agregado. En el país, el volumen total utilizado al año con fines industriales 
es de 156 340 000 m3 del cual el 95.8 % se emplea en la vertiente del Pacífico, el 
14.1 % en el Atlántico y el 0.1 % en el Titicaca. 
 
2.4.5. Navegación y transporte 
 
En el diseño de una carretera se consideran como anexos a esta, otras obras 
como puentes, alcantarillados, defensas, etc., que tienen que soportar los efectos 
que originan la fuerza del agua o las variables hidrometeorológicas para el diseño 
de las juntas, pendientes;pero es bien conocido que en nuestro país es muy poco 
lo que se ha hecho en la consideración de estas variables de la integración del 
diseño. Además, debemos tener en cuenta que la selva peruana es de gran tráfico 
fluvial, con embarcaciones de pequeño y mediano calado y es muy poco por no 
decir nada, lo que se conoce sobre el ancho, profundidad, magnitudes de 
caudales, variación de niveles, etc. 
 
2.4.6. Otros desarrollos 
 
El agua también tiene aplicación con fines recreacionales y turísticos tales como 
lagos, lagunas y los ríos navegables de la Amazonía y con un buen plan de 
implementación podrían tenerse óptimos resultados económicos. 
 
2.5. Previsión hidrológica 
 
El agua es un elemento importante en el desarrollo que debe utilizarse 
racionalmente; la imprevisión en el manejo de este recurso, acompañado por la 
geodinámica activa de nuestra cordillera ha hecho del agua un elemento 
destructivo, con presencia de deslizamientos, huaicos y desbordes, con grandes 
pérdidas humanas y económicas, tenemos ejemplos con el año del Niño 1983, la 
sequía de 1990 y 1992, entre otros. 
 
En el año 1983, en la zona Norte y Sur del Perú, el agua originó una catástrofe 
económica con pérdidas de 1 100 millones de dólares, de los cuales 500 millones 
de dólares fueron daños de la producción y 600 millones de dólares fueron a la 
infraestructura afectando en 10.6 % al producto bruto interno. En este caso la 
abundancia de agua fue de 8 veces mayor al valor medio precipitado en la zona 
Norte con un periodo de retorno de aproximadamente de 500 años. Es decir, la 
precipitación media producida en las cuencas que integran los ríos Tumbes y 
Piura fue de 320 mm en promedio y en el año 1983 de 2800 mm. 
 
En la zona sur, las precipitaciones fueron menores en 200 mm de su precipitación 
media (760 mm), pero sucedieron con anterioridad a la siembra originando una 
sequía que afectó 231 000 ha de cultivo. En los años 1990 y 1992, la sequía tuvo 
un déficit del orden del 40 % de agua, afectando aproximadamente en ambos 
años 800 millones de dólares al agro nacional y al sector industrial por falta de 
energía y en algunas zonas del país con el racionamiento del agua poblacional. 
 
 
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De todo lo expuesto se puede establecer que el conocimiento integral del recurso 
hídrico, su manejo y uso racional no van a solucionar toda la problemática 
existente dada que es parte de nuestra geografía, pero sí se pueden aminorar 
significativamente los daños que hasta la fecha han sucedido. Esta tarea no solo 
compete al estado, implementando un Plan Hidráulico Nacional con la presencia 
de autoridades del agua en cada río sino también con la participación de la 
población, la cual debe ser consciente que en el lugar donde vive, la naturaleza 
exige su presencia y para ello urge la necesidad de establecer con carácter 
obligatorio en la currícula de enseñanza secundaria un curso de defensa civil en 
la que se integren algunos de estos efectos donde una de las tareas primordiales 
sea la cultura del agua. 
 
2.6. Gestión del agua 
 
En el contexto histórico, los antiguos peruanos dieron mucha importancia al 
manejo del agua porque su actividad económica principal era la agricultura. Las 
grandes culturas costeñas transformaron en valles fértiles los desiertos en las 
inmediaciones de los ríos que, antes, discurrían como delgados hilos de agua 
hasta el mar. Las obras de ingeniería hidráulica de los Mochica, Chimú y Nazca, 
entre otros, están a la altura de las mejores realizaciones actuales y, como ha sido 
señalado, hay muchas evidencias para afirmar que los españoles encontraron no 
menos de 700 000 ha irrigadas en la costa, mientras que al irse después de 4 
siglos solo dejaron 150 000 ha en producción. 
 
Las obras agrícolas en la sierra y en las vertientes orientales y occidentales de la 
misma forma fueron notables, en especial en la construcción de varios cientos de 
miles de hectáreas de andenes o terrazas de dos tipos; uno constituido por rocas 
terraplenadas, pero sin terraza en contorno y otro construido por muros de 
represamiento en contorno y bajo riego. 
 
Entre los logros pre - incas podemos mencionar: Irrigación por canales (todas las 
regiones), andenerías (Sierra), chacras hundidas (Costa Central y Norte), galerías 
filtrantes (Nazca), represas de contención colectoras de agua (Todas las 
regiones), Islas flotantes (Uros, Titicaca). Estas obras resolverían los siguientes 
problemas ambientales: Irrigación por canales (Todas las regiones), control de la 
erosión, regulación del drenaje, aprovechamiento óptimo del agua, retención de 
la fertilidad y aprovechamiento del colmataje. 
 
El Perú republicano no entendió la importancia del agua como elemento vital para 
el desarrollo del hombre a través de las diferentes actividades productivas y se 
consideró solo a este, como un recurso en la que su gestión dependía 
políticamente del sector agricultura y por tanto no se consideró como un elemento 
estratégico para los diferentes sectores productivos. Según Dourojeani (2002), en 
el Perú y América Latina, hasta la década de los años de 1970, existía una 
constante preocupación por planificar y ordenar los recursos hídricos dentro de 
los planes nacionales. Posteriormente después de los años de 1980, década 
donde se acentúa la crisis económica, no se presentaron avances al respecto, por 
el contrario, se perdió el objetivo. 
 
 
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Con la actual demanda de agua deficitaria, se plantea la necesidad de reformular 
políticas que, al ser tratadas en foros, seminarios, reuniones relacionadas al 
ambiente, se tienen expresiones de disconformidad con soluciones poco viables. 
El agua en el contexto global se ve inmerso en diferentes sectores, donde la 
gestión de este recurso es lo más importante para manejar el ambiente en forma 
integral. Este recurso, si fuera manejado en lo que respecta a su calidad, 
distribución con equilibrio entre la oferta y la demanda, seguramente reduciría 
significativamente el problema ambiental, por ejemplo: caso del río Rímac; y esto 
nos explica porque el agua está relacionada con todos los ámbitos de la actividad 
humana, desde la satisfacción de sus necesidades hasta sus labores de 
producción, comunicación y salud, teniendo este recurso sus propias 
peculiaridades que: 
 
• El agua, como recurso disponible para el hombre, es escaso y esencial para la 
vida y su desequilibrio entre la oferta y la demanda, origina trastornos en la 
actividad humana y a pesar de ello, el hombre le asigna un valor subjetivo y no 
percibe la importancia que este tiene. 
• El hombre se preocupa en captarlo, para usarlo sin considerar sus efectos y 
repercusiones. Cuando se altera su calidad o se usa irracionalmente, afecta 
otros recursos degradando el suelo, la vegetación, y por lo tanto la 
permanencia de otros seres vivos, originando la pobreza de los asentamientos 
humanos. 
• Los usuarios del agua, como actores de uso individual y colectivo, desconocen 
la complejidad del ciclo hidrológico y su distribución espacial y temporal de los 
elementos que interactúan en el sistema cuenca; por ello actúan en función al 
uso, sin administrarlo en forma coordinada y sin darse cuenta de que el uso de 
un sector puede implicar el daño del otro. 
 
Pongamos algunos ejemplos. Si se represa una laguna para una central 
hidroeléctrica, sin coordinar con el sector agricultura, se podría perjudicar este 
sector, pero si se coordina, se obtendría doble uso; por consiguiente, mayor 
producción, productividad y menores costos y conflictos. Si se decide captar una 
fuente de agua con fines de uso poblacional habiendo sido este de uso agrícola, 
se supone que se debería indemnizar al sector agrícola por este recurso, pero en 
la práctica no se cumple. Si se considera el análisis de control que el hombre 
ejecuta para que la oferta del agua que proviene de una cuenca equilibre la 
demanda de ellasin alterar su calidad y que necesariamente permita beneficiar a 
la sociedad e incrementar la producción y productividad en beneficio del desarrollo 
del hombre, sin alterar el ambiente que lo sustenta. De este análisis se desprende 
que debe existir una gestión de oferta y gestión de demanda. 
 
2.6.1. Gestión de oferta 
 
En el sistema cuenca, dentro de la dinámica del ciclo hidrológico se producen las 
aguas atmosféricas, las que al precipitar se escurren en sus quebradas y ríos, 
almacenándose en lagunas e infiltrándose, formando los acuíferos. Esta agua es 
la que debe controlarse, conociendo su cantidad, calidad y su distribución espacial 
y temporal a fin de que permita satisfacer la demanda ecológica de la cuenca. 
 
 
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2.6.2. Gestión de demanda 
 
Está relacionado a los diferentes usos que el hombre le asigna al recurso agua 
para satisfacer sus necesidades vitales y actividades productivas, generando 
competencias por los usuarios a nivel urbano o rural en los sectores productivo, 
agropecuario, minero, forestal, energético, poblacional, etc. En esta competencia 
de uso, se presentan distorsiones por exceso de uso o alteración de la calidad del 
agua, originando conflictos en los usuarios, porque agregan al desequilibrio de la 
oferta y demanda, agentes externos a la cuenca que le resultan incontrolables. 
Citemos algunos ejemplos: 
 
• Un valle agrícola, donde se debe usar 10 000 m3/ha, en campaña se utiliza el 
doble, originando posteriormente problemas de drenaje y salinidad, afectando 
a terceros y con una baja productividad. 
• Un centro minero, cuyos relaves son arrojados al río, alteran la calidad de vida 
de los asentamientos humanos y la ecología del río. 
• Los asentamientos humanos que se localizan en las márgenes del río 
posteriormente son destruidos por las aguas, debido a que, en su dinámica, 
esas tierras utilizadas son propiedad del río. 
 
En la gestión del recurso agua, existe la responsabilidad compartida entre los 
usuarios de diferentes sectores productivos y del estado, este último debe normar 
e incentivar a través de sus reglamentos y leyes, los lineamientos de política que 
un país debe accionar, para aprovechar y dar un uso racional y sostenido al 
recurso agua, mitigando los efectos de estos, controlando su calidad y orientando 
e incentivando la construcción de obras hidráulicas para un mejor 
aprovechamiento. Los usuarios deben coordinar y asumir la co-responsabilidad 
que incumbe a la gestión de oferta y demanda dentro de los lineamientos de 
política del estado, en lo que se refiere al aprovechamiento y manejo de los 
recursos; en el cual ellos deben ser coautores de la gestión, a fin de que existan 
no solo la satisfacción de interés sino la de responsabilidad compartida, 
involucrados en el manejo, uso, aprovechamiento y evaluación del agua 
asegurando la permanencia del recurso. 
 
2.6.3. Niveles de ámbito 
 
Según Dourojeani (2002), los factores de un espacio geográfico determinado 
tienen un interés diferente en relación con el recurso agua, que depende mucho 
de su actividad y uso del recurso: 
 
• Primer Nivel de Gestión o Científico Ambiental, manejado por profesionales e 
investigadores que estudian e investigan el agua, asociado con otros recursos 
naturales del ambiente. 
• Segundo Nivel de Gestión o Económico Productivo, manejado por los usuarios 
individuales y representados por empresas donde cada cual regula o utiliza el 
agua sin preocuparse de la interferencia con otros usuarios. 
• Tercer Nivel de Gestión o Técnico Normativo, debe velar por el uso múltiple del 
agua y estar representado por el estado y que generalmente recae en la 
Dirección General del Agua, Secretaría de Recursos Hidráulicos o los 
 
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organismos encargados de impactos ambientales y que, en la práctica actual, 
actúan en forma sectorial en competencia con ellos. 
• Cuarto Nivel de Gestión o Político Social, manejado por grupos consultivos 
superiores y representados por los políticos elegidos, Colegios Profesionales y 
representantes usuarios. 
 
Si nos ponemos a particularizar las orientaciones y los niveles de interés de los 
usuarios, así como las particularidades técnico-científicos orientados al agua por 
sí mismo o su correlación con otros recursos y sus impactos ambientales, 
encontraremos que es muy complicado articular estos niveles que actúan con 
interés y racionalidad diferente, quedando claro que estas acciones deben estar 
enmarcadas en un lineamiento de política concretado por los diferentes usuarios 
del agua, y a partir de este, se formulen las leyes y reglamentos que normen los 
derechos y responsabilidades del manejo y uso del agua con criterio sostenido en 
calidad y cantidad, pero además de acuerdo al ámbito geográfico de cada región, 
cuya producción de agua es diferente con una oferta variable en los espacios que 
exige que las demandas se adecuen a estos y por lo tanto la normatividad legal 
exija un mayor desarrollo e inversión en los espacios donde el recurso agua es 
limitado. 
 
Los sistemas por utilizar en una gestión del recurso hídrico, debe ser funcional y 
creativo en los diferentes niveles de gestión, dejando abierto los canales de 
concertación, a fin de que el usuario de menor recurso tenga la capacidad de ser 
escuchado. 
 
Mencionemos cierto ejemplo. Un usuario del río Cañete con recurso de agua 
permanente, tiene un menor riesgo en una campaña agrícola que un usuario del 
río Nepeña. ¿Qué tratamiento debe darles la ley a los usuarios en el sistema 
financiero? En el primer caso (Cañete), con agua permanente y buenas tierras, 
es fácil y viable encontrar financiamiento y es posible el establecimiento de la 
agroindustria. En el segundo caso (Nepeña) la agricultura es muy limitada.

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