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paa:c )n ¡ reni- se exos SI- mm, sen regub- impo-- lula por- :ef:iliro. larura las oen- npári ! form:~ as libras ción di- el plexo aparato os de issner) DIGESTIÓN EN LA BOCA Y EL ESÓFAGO • Masticación y deglución El proceso de la masticación, aunque puede llevarse a cabo voluntariamente, con mayor frecuencia es un com- ?Ortamiento reflejo. Aunque desde el punto de vista de la · estión probablemente no sea imprescindible, es esencial jtlfa <<ahorrar» trabajo al estómago. Se realiza por una com- - ación de movimientos de la articulación temporomaxilar, cuyo resultado es: triturar y lubrificar el alimento al mez- clarlo con la saliva, permitiendo que la fibra, constituida ' icamente por celulosa no digerible, adopte una posición erminada. Cuando el alimento se pone en contacto con receptores - ados en la cavidad bucal, los músculos de la articula- :ión temporomaxilar que mantienen las mandíbulas cerra- " son relajados o inhibidos por vía refleja, mientras los úsculos que abren la mandíbula se contraen. Cuando el :naxilar inferior desciende, se produce un reflejo de esti- .:amiento que conduce a la mandíbula a acentuar la con- :racción, presionando el bolo alimenticio contra la cavidad cal. Este ciclo se repite aproximadamente una vez por ll:gllndo. Llama la atención la fuerza desarrollada por los úsculos que intervienen en la masticación, la que -según ha calculado- oscila entre los 1 O y los 90 kg según la na, incisiva o molar. En comparación con otros músculos - mayor tamaño, los músculos de la masticación desarro- mayor fuerza. La deglución consiste en el paso del bolo alimenticio al :::sófago y se desarrolla en las siguientes fases: l. Oral o voluntaria: se inicia por la compresión del bolo .::ontra el paladar duro a través de la lengua, al dirigirse ésta ia arriba y atrás. Esta fase condiciona la aparición de for- automática de la siguiente fase. 2. Faríngea: en aproximadamente 1 segundo se produ- de forma involuntaria, la siguiente secuencia de movi- ·entos: • Elevación del paladar blando, que evita la entrada del ali- mento en las fosas nasales. • Aproximación de las cuerdas bucales y elevación de la la- ringe hacia arriba contra la epiglotis, evitando la entrada del alimento en las vías respiratorias. • Relajación del esfínter esofágico superior y contracción de la musculatura esofágica, que empuja el bolo alimen- ticio hacia la faringe. • Movimientos peristálticos dirigidos hacia abajo. Todos estos movimientos se realizan de forma refleja; su 3ntro de regulación, el centro de la deglución situado en el bo y la protuberancia inferior, inhibe de forma momen- :::inea el centro respiratorio. 3. Esofágica: inmediatamente que se inicia la fase fa- • gea, se produce un incremento brusco de presión en la - inge, que, conjuntamente con la elevación hacia arriba la laringe y el cartílago cricoides, abren el esfínter hipola- Fisiología del aparato digestivo • ríngeo y permiten el paso del bolo alimenticio. Inmediata- mente que el bolo ha pasado, se cierra el esfínter, generando un importante aumento de presión (90 a 100 mm Hg), que impide el reflujo del alimento. Cuando el bolo alimenticio alcanza la altura de las clavículas, la laringe desciende, la glotis se abre y se reinicia la respiración. La distensión pro- vocada por el bolo inicia movimientos peristálticos en el esófago, los cuales se encuentran bajo control del centro de la deglución y alcanzan el estómago en unos 1 O segundos. La onda peristáltica va a una velocidad de 2 cm/s y genera una presión de 30 a 120 mm Hg. Finalmente, cuando la onda peristáltica, en su fase de relajación, llega al esfínter gastroesofágico, éste se relaja permitiendo el paso del bolo alimenticio a la cavidad gástrica. • Secreción salival Las glándulas que forman la saliva son las siguientes: parótidas, submaxilares y sublinguales. Las parótidas se encuentran situadas detrás del pabellón auditivo y son glándulas de secreción serosa. Por el contrario, las glán- dulas submaxilares y sublinguales liberan una secreción serosomucosa. La saliva es hipotónica respecto al plasma, segregándose aproximadamente 1 L/día (1 mL/min/g de glándula), con un valor de pH de 6-7,4. La composición es la siguiente: ptialina, que es una amilasa segregada por las parótidas; mucinas, que son glucoproteínas segregadas por las submaxilares y sublinguales; agua, y electrólitos. Res- pecto al plasma, el Na· y el e¡- se encuentran en una con- centración inferior, mientras que el K• y el HC03- están a una mayor concentración. Sin embargo, dicha concentra- ción depende de las siguientes variables: flujo de saliva y concentración de aldosterona. :: Regulación de la secreción salival Como sucede con la mayor parte de las secreciones, la secreción de saliva se encuentra bajo el control del sistema nervioso vegetativo (Fig. 13-2). En la regulación de la secre- ción salival de forma clásica se distinguen dos fases: incondi- cionada y condicionada. Fase incondicionada (innata). No depende de la experien- cia y su estímulo lo constituyen las características del ali- mento en la boca; por ejemplo, el ácido estimula más la secreción. La presencia del alimento en la boca también estimula la secreción salival por vía refleja, al enviar infor- mación a los centros de la saliva (superior e inferior), si- tuados en la proximidad de la unión bulboprotuberancial. Estos centros, a través del nervio vago, producen vasodi- latación y secreción acuosa, con una elevada osmolaridad. Los estímulos simpáticos procedentes del ganglio superior cervical provocan vasoconstricción y reducción de la canti- dad de saliva, que tiene una elevada cantidad de proteínas y baja osmolaridad. Por este motivo, durante el ejercicio, se acentúan las dificultades de registrar las variaciones de composición de la saliva (v. Aparato digestivo y ejercicio, más adelante).
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