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li . o ' ó:,2 ü,4 '" o,6 o,s i_l,O 1.,2 1,4 1,6·' 'Velocidad ~té ' secrec i'ón (mUminl·' Figura 13-9. Relación entre la composición iónica de la secreción pan- creática y la intensidad de la secreción, indicada por su velocidad. Un - cremento del flujo pancreático determina un cambio opuesto de las con- centraciones de HCo,- y Cl-, hasta que se estabilizan. -dir en: proteasas (tripsinógeno, quimotripsinógeno, procar- .ooxipeptidasa, proelastasa y procolagenasa), lipasas (lipasa, este- asa del colesterol y fosfolipasas) y la amilasa pancreática. Las en- ::mas se segregan en forma de precursores (el sufijo «-nógeno>> lo ·ca) y se transforman en su forma activa dentro del duodeno. Al igual que la secreción gástrica, el páncreas regula su eción en función de la actividad nerviosa y hormonal, · guiéndose tres fases: cefálica, gástrica e intestinal. Cefálica. Durante esta fase, el volumen de secreción es muy - . El estímulo se produce a través de los sentidos (olfato, vis- - cuyo procesamiento en el centro del apetito es transmitido b mucosa gástrica del antro a través del vago. La liberación - !!<!Strina desencadena una débil estimulación pancreática. ·ca. Durante el control de la secreción gástrica se pro- liberación de gastrina, que -conjuntamente con los ejos logrados por la distensión del antro- estimula la se- -ón pancreática, sobre todo rica en enzimas. _ ....,.,"'· .... al. La presencia de ciertos componentes del quimo en odeno y el yeyuno estimula la secreción. El ácido estimu- liberación de jugo pancreático rico en HC03- pero pobre enzimas. La secretina que se libera cuando el pH duodenal inferior a 4,5 libera un jugo rico en HC03-. Los péptidos rninoácidos estimulan la secreción pancreática, rica en en- . . Por último, los ácidos grasos de cadena larga (con más ocho átomos de carbono) y monoglicéridos también incre- la cantidad de enzimas en el jugo pancreático. m embargo, la principal hormona que estimula la secre- pancreática es la colecistoquinina, que libera el duodeno parte superior del yeyuno, sobre todo cuando el alimento rico en grasas y proteínas. Las dos hormonas -secretina y istoquinina- potencian sus efectos mutuamente. La bilis es segregada en las células hepáticas (hepatocitos) acenada en la vesícula biliar. La figura 13-10 muestra Fisiología del aparato digestivo • esquemáticamente la estructura del hígado y de la vesícu- la biliar. Los conductillos biliares se invaginan en los sinu- soides, que se forman a partir de ramas de la vena porta y de la arteria hepática. De esta forma, cada célula hepática (hepatocito) está en contacto directo con la sangre de los sinusoides. Los conductillos biliares drenan su contenido en los conductos biliares en la periferia del lóbulo. Aproxima- damente se segregan de 600 a 1.200 mL/día de bilis, que se encuentra formada por los siguientes componentes: l. Ácidos y sales biliares (aproximadamente el 50% del peso seco de la bilis): el hepatocito los sintetiza a partir del coles- terol, como ácidos biliares primarios. Para incrementar su so- lubilidad en agua, estos ácidos biliares primarios se unen a la taurina o a la glicina. Ello permite que, a pH neutro, los ácidos se encuentren más ionizados, es decir, más solubles en agua. Por lo tanto, los ácidos biliares en realidad están más presentes en forma de sales que propiamente en forma de ácidos. 2. Fosfolípidos, colesterol y lecitina: aunque el colesterol es insoluble en agua, la formación de micelas permite su solubilidad. La lecitina incrementa el colesterol que puede solubilizarse en las micelas . 3. Pigmentos biliares: la destrucción de los hematíes provoca la liberación de la hemoglobina. Esta proteína es transformada por el hígado en bilirrubina, y una parte se conjuga con el áci- do glucurónico, liberándose por la bilis únicamente la que va en forma libre, dando el color amarillento característico. Célula de Kupffer Figura 13-1 O. Representación esquemática de la estructura del higado. La bilis, esencial para la digestión y la absorción de las grasas, es formada en el hígado y almacenada en la vesícula biliar, si bien también puede ser liberada al duodeno directamente por el hígado.
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