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NeuRociRugíA / Basso1010 N er vi os sión en el sector más proximal posible. Cuando es posible identificar el ganglio de la raíz posterior por su morfología, se lo diseca de la raíz anterior y se lo extirpa. Tras verificar mediante cortes por conge- lación la presencia de células ganglionares, queda confirmado que el cabo distal sólo contenía la raíz anterior (motora), la que puede recibir un injerto nervioso o unirse directamente a un cabo nervioso de buena calidad, sin colocar un injerto interpuesto. Se considera neurotmesis a la lesión de los nervios raquídeos que presenta las siguientes características: aspecto intraforaminal normal, franco aumento del diá- metro yuxtaforaminal transversal, abundante fibrosis epineural, ausencia de continuidad fascicular, aumento de la consistencia y de la longitud de los elementos nerviosos y desplazamiento distal de las divisiones del tronco. La estimulación eléctrica del nervio proximal al neuroma puede provocar contracciones musculares débiles detectables con la palpación, pero de intensi- dad insuficiente para mover el miembro. Se reseca el tejido neurotmético y se preparan los cabos proximal y distal para la reconstrucción nerviosa. Se considera axonotmesis de un nervio raquídeo a la ausencia de un aumento importante del diámetro transversal tras la neurólisis, la presencia de fibrosis epineural limitada y la continuidad fascicular intacta. Asimismo, la estimulación de C5 debería provocar abducción y movimiento del miembro, y cierto grado de rotación externa; la estimulación de C6 debería provocar flexión del codo contra la gravedad y supi- nación. Los nervios axonotméticos se dejan in situ porque ya está en proceso la regeneración nerviosa espontánea, pese a que aún los signos clínicos no sean evidentes. La axonotmesis queda confirmada cuando hay buena recuperación espontánea tras al menos dos años de seguimiento. EMG intraoperatoria En los adultos, se preconiza el registro de los po- tenciales de acción nerviosa (PAN) y los potenciales evocados de acción muscular (PAM) para hacer la distinción objetiva entre las lesiones axonotméticas y las neurotméticas. 39, 71 Se ha demostrado que la presencia de un PAN por toda la región de la lesión necesita al menos 3 000-4 000 fibras nerviosas que tengan un diámetro > 5 µm. La presencia de estas fi- bras en un nervio que está en recuperación indica que habrá recuperación funcional espontánea y que, por ende, no es necesario resecarlo ni colocar un injerto. 41 Analizamos los resultados de los PAN y los PAM intraoperatorios de 95 pacientes que tenían una lesión obstétrica del plexo braquial, a fin de determinar el valor de predicción del diagnóstico de axonotmesis, neurotmesis, avulsión o normalidad de los nervios ra- quídeos 62, y encontramos diferencias de significación estadística entre los distintos grupos pero, en cuanto a cada paciente en particular, no hallamos ningún valor de corte de los PAN ni de los PAM que fuera de utilidad clínica para diferenciar entre la norma- lidad, la avulsión, la neurotmesis y la axonotmesis. La sensibilidad de la ausencia de estos potenciales es demasiado baja para que sea de utilidad clínica. Los PAN y PAM intraoperatorios, por ende, no aportan información para tomar una decisión en el quirófano. La estimulación eléctrica directa sigue siendo impor- tante para efectuar una evaluación no cuantitativa de la presencia de axones en un segmento nervioso en regeneración. Reconstrucción quirúrgica El primer objetivo de la reparación nerviosa consiste en restituir la movilidad de la mano, de ser necesario; la segunda prioridad es restituir la flexión del codo y la tercera es recuperar la movilidad del hombro. 60 El origen de los axones que se regeneran para reinervar los músculos son los cabos nerviosos proximales viables, lo que se determina mediante cortes por congelación. La cantidad total de mielina que contiene el corte transversal del cabo donante, que representa la via- bilidad del muñón proximal, se expresa en términos semicuantitativos: a) < 25%; b) 25-50%; c) 50-75%, d) > 75%. 50 Asimismo, el patólogo puede evaluar la pre- sencia de células ganglionares (indicativas de avulsión total) y de fibrosis o neuroma en los cabos proximal y distal. En nuestro centro, los cabos proximales sólo se utilizan como fuente de injertos nerviosos cuando contienen una cantidad total de mielina ≥ 50%. En la mayoría de los casos, los injertos nerviosos provienen de un cabo proximal viable y se injertan en el cabo distal tras la resección de un neuroma en continuidad. (Figura 97.4 A, B, C, D) En los casos de avulsión radicular, se prefiere efectuar una coaptación directa (sin injerto) entre el cabo proximal disponible Figura 97.3: Con el objeto de mejorar la exposición intraoperatoria, la clavícula es separada mediante un lazo anclado a una barra ubicada por encima de la mesa operatoria.
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