Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Lesiones nerviosas periféricasMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Capítulo 143 | 1335 • Los nervios periféricos son los formados a partir de las raíces espinales e inervan territo- rios diana específicos, y los plexos donde se estructuran dichos nervios. Debido a su mayor exposición y recorrido, los nervios periféricos están más expuestos a los traumatismos cortantes y por tracción que el sistema nervioso central. Además, a su paso por canales osteofibrosos pueden sufrir compresión extrínseca. • Las lesiones de nervios periféricos (LNP) son menos frecuentes que otras lesiones traumá- ticas e inflamatorias, pero pueden producir importantes déficits funcionales, dolor crónico y llegar a condicionar la decisión de amputación de una extremidad. Evitar estas secuelas es el objetivo de este capítulo. ETIOLOGÍA Y DIAGNÓSTICO • La lesión de los nervios periféricos más prevalente es la de los síndromes de compresión (síndrome del túnel del carpo, por ejemplo); pero en el servicio de urgencias la presenta- ción habitual es la sección parcial o completa por traumatismo cortante. La otra presenta- ción común, menos evidente, es la de las lesiones por tracción/avulsión; típicamente, en lesiones que producen deformidad en el miembro afecto. • Las LNP, además, se clasifican por el tipo de afectación histológica: neuroapraxia (mielina), axonotmesis (axones) y neurotmesis (completa); en orden de mejor a peor pronóstico. La presentación dependerá del tipo de inervación predominante en el nervio afecto. • Los déficits motores de lesiones nerviosas proximales suelen ser parálisis flácidas, siendo cada vez más sutiles o de inicio tardío (garra cubital, por ejemplo) en las lesiones distales. • Los déficits sensitivos pueden ser de tacto fino, grueso, presión y propiocepción en di- ferentes grados. Las lesiones con tacto grueso preservado pueden pasar desapercibidas en una primera exploración, si no se sospechan. La afectación autonómica puede verse desde el principio (vasodilatación) o con la evolución (anhidrosis en la zona denervada). • Identificar el territorio denervado es indispensable para su diagnóstico en las lesiones ce- rradas y útil en las abiertas. Se deben identificar los nervios sensitivos por su dermatoma (Figura 143.1) y consignar el déficit motor (paresia de extensión del pulgar, por ejem- plo). Esto es útil para afinar el diagnóstico y evitar atribuir lesiones a la iatrogenia durante el tratamiento. Esta exploración consume tiempo, conviene invertir en los patrones de le- sión que son más susceptibles de presentar una LNP. Los apartados a continuación hacen mención a los más frecuentes. MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS INTRODUCCIÓN LESIONES NERVIOSAS PERIFÉRICAS MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 1336 | Capítulo 143 LESIONES EN EL MIEMBRO SUPERIOR 1. Traumático • Las LNP del miembro superior varían según el mecanismo y las lesiones asociadas. • En las luxaciones, en el hombro es típica la lesión del nervio axilar (anestesia en cara lateral del hombro) y menos frecuentes, las lesiones del plexo braquial. En las de codo, está en riesgo el nervio cubital. En la muñeca, las luxaciones radiocarpianas y las perilunares ponen en especial riesgo el nervio mediano, llegando a requerir descom- presión urgente. En algunas fracturas de radio distal también se objetivan lesiones del mediano. • En las fracturas diafi sarias distales de húmero son comunes las lesiones del nervio radial en su canal de torsión y las neuroapraxias del nervio interóseo posterior. • En los traumatismos punzantes y cortantes, los nervios son más vulnerables en los linderos de canales fi brosos, y en los tramos más superfi ciales de su recorrido: fosa antecubital (mediano), muñeca en su aspecto palmar (central: mediano; interno: cubital) y lateral (radial). En la mano son vulnerables los nervios colaterales a su paso palmar a las articula- ciones metacarpo-falángicas y en asociación a lesiones de tendones fl exores. 2. No traumático En casos muy sintomáticos, los pacientes pueden llegar a urgencias con síndrome de compresión nerviosa, aunque no se trate de un proceso agudo. Salvo sospecha de com- presión extrínseca (neoplasias), el tratamiento en urgencias consiste en reposo relativo y analgesia si lo precisan. Figura 143.1. Inervación sensitiva del miembro superior. Radial cutáneo posterior del antebrazo (C5-C6) Cutáneo lateral antebraquial (C5-C6) Cutáneo medial del brazo (T1-T2) Cutáneo lateral antebraquial (C5-C6)Cutáneo medial del antebrazol (C8-T1) Intercostobraquial (T2) Supraclavicular (C3-4) Cutáneo lateral superior del brazo (C5-C6) Radial superfi cial (C6-8) Cut. posterior del antebrazo Cut. lateral inferior del brazo Cut. posterior del brazo Ulnar (C8-T1) Mediano (C5-8) ANTERIOR POSTERIOR Lesiones nerviosas periféricasMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Capítulo 143 | 1337 LESIONES EN EL MIEMBRO INFERIOR 1. Traumático • Las afectaciones de los nervios periféricos en los miembros inferiores son más infrecuen- tes, refiriéndonos fundamentalmente al nervio ciático y sus principales ramas: nervio tibial y nervio ciático poplíteo externo (CPE). • La luxación de grandes articulaciones como la rodilla o cadera pueden asociar lesiones de estructuras nerviosas colindantes (CPE en la rodilla y ciático en la cadera). Su afectación es infrecuente, pero son muchos los grupos musculares y el territorio sensitivo abarcado por los mismos, por lo que su lesión es muy incapacitante y requieren una reducción articular urgente. • El trayecto anatómico del nervio CPE (relación con tendón del músculo bíceps femoral y cabeza y cuello del peroné) condiciona una alta susceptibilidad de lesión en las fracturas del cuello del peroné o iatrogénicamente, al comprimirse por yesos o férula surales. En ambos casos, su recuperación suele ser espontánea y progresiva. El síndrome compartimental es una emergencia quirúrgica, como se explica en el capí- tulo 142 de este manual, compromete la viabilidad de los tejidos contenidos en el comparti- mento afecto, hasta incluso conducir a la isquemia de nervios y músculos con consecuencias irreversibles en caso de retraso terapéutico. Su sospecha debe ser alta en pacientes con clí- nica compatible con un evento desencadenante (fractura inmovilizada con yeso, sobre todo las localizadas en la tibia, aplastamientos, grandes quemaduras, hematoma a tensión, etc.), para evitar su demora terapéutica. 2. Insidioso Ya hemos comentado la vulnerabilidad del nervio CPE a nivel de la rodilla. Asimismo, existen otros síndromes canaliculares en el miembro inferior como consecuencia del paso compro- metido de otras estructuras nerviosas por desfiladeros anatómicos. Como ocurre con el ner- vio tibial posterior o una de sus ramas a su paso por el túnel del tarso, generando de forma insidiosa y relacionado con la actividad, dolor en la zona del maléolo medial que se irradia al talón o a la planta del pie, y parestesias o quemazón en el territorio de este nervio (planta y borde interno del pie y zona distal de los dedos). Suelen responder bien al tratamiento conservador, sin requerir liberación quirúrgica del nervio. Estos síndromes nerviosos compresivos suelen ocurrir en los nervios que ya presentan alguna afección previa (neuropatía periférica generalizada, como la diabética u otras inflamatorias) o están comprimidos a varios niveles (síndromes de compresión múltiple). De forma general, su etiología viene determinada por la anatomía del desfiladero por el cual pasan, y en menor frecuencia, por enfermedades inflamatorias, neoplásicas o metabólicas. Requieren un estu- dio ampliado sin necesidad de tratamiento de urgencia en la mayoría de los casos. ACTUACIÓN EN URGENCIAS El tratamiento urgente dependerá del contexto de la lesión. Las heridas deben recibir los cuidados adecuados (limpieza, evaluación de lesiones) y ser valoradas en el menor plazo posible. Si no fuera posible o no hubieramedios, se pueden revisar las lesiones nerviosas de forma diferida (48-72 horas), sin perjuicio para el pronóstico. La técnica de elección suele MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIASMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 1338 | Capítulo 143 ser la sutura epineural termino-terminal, sin tensión; aunque pueden ser necesarios injertos o transferencias nerviosas. En las lesiones cerradas con afectación motora (parálisis y paresia), la extremidad precisa inmovilización en posición funcional con férulas u ortesis específicas; para evitar posiciones forzadas y rigidez. Muchas de estas lesiones son reversibles, pero es recomendable un segui- miento multidisciplinar desde los primeros días, dado que los plazos son ajustados y la toma de decisiones compleja. PERLAS Y PELIGROS Perlas • Diferenciar adecuadamente los dermatomas correspondientes a los nervios periféricos de los de las raíces nerviosas. • Interrogar por déficits previos, especialmente C7 y columna lumbar. • Comparar la sensibilidad entre dermatomas y contralateralmente. Después de un trauma- tismo, al paciente le es difícil valorar la sensibilidad si la pérdida es parcial. • Si se identifican los extremos de un nervio seccionado, se pueden marcar con una sutu- ra sintética no absorbible monofilamento, para facilitar su localización en un segundo tiempo. Peligros • Identificar equivocadamente una compresión aguda (tras luxación perilunar, por ejemplo) como crónica (síndrome túnel del carpo). • Intentar reparar una sección nerviosa sin la experiencia y los medios técnicos adecuados. • Restar importancia a una lesión nerviosa distal. Las necesidades y expectativas son dife- rentes para cada paciente. Solo hay una oportunidad para hacerlo bien. BIBLIOGRAFÍA Beris A, Gkiatas I, Gelalis I, Papadopoulos D, Kostas-Agnatis I. Current concepts in peripheral nerve surgery. Eur J Orthop Surg Traumatol. 2019;29:263-9. Pulos N, Shin EH, Spinner RJ, Shin AY. Management of Iatrogenic Nerve Injuries. J Am Acad Orthop Surg. 2019;27:e838-e848. Wilson Z. Ray and Susan E. Mackinnon. Management of nerve gaps: Autografts, allografts, nerve transfers, and end-to-side neurorrhaphy. Exp Neurol. 2010; 223:77–85.
Compartir