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INTRODUCCIÓN La hiperplasia suprarrenal congénita (HSC) comprende los trastornos hereditarios de la esteroidogénesis suprarrenal de la vía del cortisol (figura 1). El déficit de cortisol es un hecho común de todas ellas y se produce un mecanismo de retroalimentación negativa con aumento de la producción de hormona adrenocorticotrópica (ACTH) y de forma secundaria una hiperestimulación de la corteza suprarrenal, lo que produce una elevación de los esteroides antes del bloqueo enzimático. Todas las formas de HSC se heredan con carácter autosómico recesivo y, con excepción de la hiperplasia suprarrenal congénita lipoidea, la causa bioquímica de la HSC es una actividad enzimática reducida o ausente de la síntesis de hormonas esteroides. FIGURA 1 Esteroidogénesis suprarrenal. Las líneas punteadas señalan los bloqueos que producen hiperplasia suprarrenal. Los defectos enzimáticos en la esteroidogénesis que se han relacionado con síndromes clínicos específicos son: 1. Deficiencia de 21-hidroxilasa (MIM 201910): perdedora de sal típica, virilizante simple típica y atípica. 2. Deficiencia de 11β-hidroxilasa (MIM 202010): típica y atípica. 3. Deficiencia de 3β-hidroxiesteroide deshidrogenasa (MIM 201810): típica y atípica. 4. Deficiencia de 17α-hidroxilasa/17,20-liasa (MIM 264300). 5. Hiperplasia suprarrenal congénita lipoidea (MIM 201710). La HSC por deficiencia de 21-hidroxilasa corresponde a 90 a 95% de todas las HSC y se presenta en 1 de 15 000 recién nacidos vivos; por su parte, la deficiencia de 11β-hidroxilasa ocupa el segundo lugar con 5 a 8%. Los estudios clínicos y genéticos han demostrado la existencia de formas graves y moderadas en función de la afectación enzimática y la actividad residual. En las formas graves o típicas, el déficit es completo e inician sus manifestaciones en la etapa fetal; en las formas moderadas o atípicas, el déficit es parcial y las manifestaciones clínicas aparecen en la infancia y adolescencia e incluso pueden pasar inadvertidas hasta la edad adulta.
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