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EL ANALISIS DE RIESGO

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INDICE
I. INTRODUCCION…………………………………………………………………………………………...... 2
II. OBJETIVOS……………………………………………………………………………………………………..
III. MARCO TEORICO…………………………………………………………………………………………...
3.1. ANÁLISIS DEL RIESGO: BREVE REVISIÓN CONCEPTUAL……………………………
3.1.1. Peligro o amenaza.…………………………………………………………………………
3.1.2. Vulnerabilidad....……………………………………………………………………………. 
3.1.3. ¿Qué se entiende por Análisis del Riesgo de Desastres (AdR)?...............
3.1.4. Incorporación del AdR en los proyectos de Inversión Pública...............
3.1.4.1. El AdR en el ciclo del proyecto………………………………………
3.1.4.2. ¿ Por qué es importante el AdR en los PIP?..............................
3.2. EL RIESGO EN LOS PROYECTOS…………………………………………………………………
IV. 
I. INTRODUCCION
II. OBJETIVOS
· 
III. MARCO TEORICO
3.1. ANÁLISIS DEL RIESGO: BREVE REVISIÓN CONCEPTUAL
El riesgo se define como la “la probabilidad de que la unidad social o sus medios de vida sufran daños y pérdidas a consecuencia del impacto de un peligro” (DGPM-MEF, 2006). El riesgo es función de un peligro o amenaza que tiene unas determinadas características, y de la vulnerabilidad de una unidad social (personas, familias, comunidad, sociedad), estructura física o actividad económica, a dicho peligro. Esto quiere decir que el riesgo es una función de ambos componentes:
riesgo = f(peligro, vulnerabilidad)
La relación es positiva en ambos casos: a mayor peligro (intensidad, multiplicidad, frecuencia), mayor riesgo; y a mayor vulnerabilidad - que se explica por tres factores: mayor exposición, mayor fragilidad o menor resiliencia mayor riesgo, es decir, que la probabilidad de daños y/o pérdidas sea mayor. El nivel de riesgo se caracteriza por ser dinámico y cambiante, de acuerdo con las variaciones que sufren sus dos componentes (peligro y vulnerabilidad) en el tiempo, en el territorio, en el ambiente y en la sociedad. La tarea consiste en reducir el nivel de riesgo, logrando que no se activen nuevos peligros, no se generen nuevas condiciones de vulnerabilidad o se reduzcan las vulnerabilidades existentes (DGPM-MEF, 2006).
3.1.1. Peligro o amenaza
El primer elemento que explica el nivel de riesgo es el peligro. Este es un evento físico que tiene probabilidad de ocurrir y por tanto de causar daños a una unidad social o económica. El fenómeno físico se puede presentar en un lugar específico, con una cierta intensidad y en un período de tiempo definido. Así, el grado o nivel de peligro está definido en función de características como intensidad, localización, área de impacto, duración y período de recurrencia.
Los peligros se pueden clasificar como:
a) Naturales: son peligros asociados a fenómenos meteorológicos, oceanográficos, geotectónicos, biológicos, de carácter extremo o fuera de lo normal.
En el Perú, ocurren una serie de eventos o peligros naturales que se pueden caracterizar como:
a) De mayor impacto: sismos, inundaciones, lluvias intensas y sequías severas (intensificadas en algunos casos por la presencia de Fenómenos El Niño intensos), como por ejemplo:
· El Fenómeno El Niño 1982/83 y El Niño 1997/1998.
· El sismo del sur, del 23 de junio de 2007.
b) De menor impacto pero mayor recurrencia: deslizamientos, heladas, huaycos y pequeñas inundaciones, como por ejemplo:
· Los huaycos que se presentan en verano en algunas zonas de la Carretera Central.
b) Socionaturales: son peligros que se generan por una inadecuada relación hombre -naturaleza, debido a procesos de degradación ambiental o por la intervención humana sobre los ecosistemas. Las actividades humanas, dentro de las cuales se encuentran los proyectos, pueden ocasionar un aumento en la frecuencia y/o severidad de algunos peligros que originalmente se consideran como peligros naturales; dar origen a peligros donde no existían antes, o reducir los efectos mitigantes de los ecosistemas naturales, todo lo cual incrementa las condiciones de riesgo. Los peligros más frecuentes en esta categoría son los huaycos, inundaciones, deslizamientos, entre otros.
Ejemplos:
· La probabilidad de ocurrencia de deslizamientos o huaycos se incrementa por las actividades de remoción de tierras que se realizan para la construcción de grandes infraestructuras como carreteras, aeropuertos, represas.
· Los peligros de inundaciones se ven acentuados por la deforestación que los agricultores realizan para disponer de mayor cantidad de tierra para la actividad agrícola o por la tala de árboles para el uso doméstico.
c) Antrópicos: son peligros generados por los procesos de modernización, industrialización, desindustrialización, desregulación industrial o importación de desechos tóxicos. La introducción de tecnología nueva o temporal puede tener un papel en el aumento o la disminución de la vulnerabilidad de algún grupo social frente a la ocurrencia de un peligro natural.
Ejemplo:
· El derramamiento de sustancias tóxicas, tal como el derrame de mercurio que ocurrió en Choropampa- Cajamarca, en junio del 2000, por la ejecución de actividades mineras.
En el cuadro, se presenta una relación de los peligros que ocurren con mayor frecuencia en el país, clasificados por origen.
	Clasificación de peligros por origen
	Naturales
	Socionaturales
	Antrópicos
	· Sismos
· Tsunamis
· Heladas
· Erupciones volcánicas
· Sequías
· Granizadas
· Precipitaciones pluviales, que ocasionan amenazas físicas como inundaciones, avalanchas de lodo y desbordamiento de ríos, entre otros.
	· Inundaciones (relacionadas con deforestación de cuencas, acumulación de desechos domésticos, industriales y otros en los cauces de los ríos)
· Deslizamientos (en áreas de pendientes pronunciadas o con deforestación)
· Huaycos
· Desertificación
· Salinización de suelos
	· Contaminación ambiental
· Incendios urbanos
· Explosiones
· Derrames de sustancias tóxicas
El conocimiento de los peligros dentro del proceso de identificación, formulación y evaluación de proyectos permite tomar en cuenta el potencial impacto del medio ambiente y el entorno sobre el proyecto, de tal manera que sea posible implementar medidas para no afectar la operación del proyecto y para reducir los riesgos y potenciales daños.
3.1.2. Vulnerabilidad
El segundo elemento que explica la condición de riesgo es la vulnerabilidad, la cual se entiende como la incapacidad de una unidad social (personas, familias, comunidad, sociedad), estructura física o actividad económica, de anticiparse, resistir y/o recuperarse de los daños que le ocasionaría la ocurrencia de un peligro o amenaza. La vulnerabilidad es, entre otros, el resultado de procesos de inapropiada ocupación del espacio y del inadecuado uso de los recursos naturales (suelo, agua, biodiversidad, entre otros) y la aplicación de estilos o modelos de desarrollo inapropiados, que afectan negativamente las posibilidades de un desarrollo sostenible.
Existen tres factores que determinan la vulnerabilidad:
a) Exposición: relacionada con decisiones y prácticas que ubican a una unidad social (personas, familias, comunidad, sociedad), estructura física o actividad económica en las zonas de influencia de un peligro. Este factor explica la vulnerabilidad porque expone a dicha unidad social al impacto negativo del peligro.
Ejemplos de vulnerabilidad por exposición:
· Instalación de cultivos, viviendas e infraestructura educativa o de salud en las orillas de los ríos o en áreas propensas a inundación.
· Construcción de centros de salud, postas médicas o centros educativos en zonas de laderas o en cauces secos de ríos, todo lo cual pone en riesgo a dicha infraestructura, pero fundamentalmente a la población que recibe los servicios en dicha infraestructura.
b) Fragilidad: se refiere al nivel o grado de resistencia y/o protección frente al impacto de un peligro, es decir, las condiciones de desventaja o debilidad relativa de una unidad social. En la práctica, se refiere a las formas constructivas, calidad de materiales, tecnología utilizada, entre otros.
Ejemplos de vulnerabilidad por fragilidad:
· Las viviendas de adobe ubicadas en zonas bajas y planasson sensibles a la erosión y humedad que se genera por las lluvias intensas y las inundaciones.
· Los puentes, carreteras e infraestructura de mayor y menor tamaño en el sur del Perú son frágiles si no se aplican las normas de construcción sismorresistente, ya que esa zona del país enfrenta peligros sísmicos.
c) Resiliencia: está asociada al nivel o grado de asimilación y/o recuperación que pueda tener la unidad social (personas, familias, comunidad, sociedad), estructura física o actividad económica, después de la ocurrencia de un peligro -amenaza.
Ejemplos de vulnerabilidad por resiliencia:
· Bajo grado de organización de la sociedad e inexistencia de redes sociales, lo que impide el desarrollo e implementación de estrategias de ayuda mutua para reconstrucción de viviendas o provisión de servicios básicos.
· Falta de diversificación de la base productiva en actividades agrícolas, comerciales, servicios, entre otros, lo cual impide que la población tenga opciones de empleo e ingresos que le permitan recuperarse del desastre.
· Ausencia de medidas de contingencia para la operación de la infraestructura en condiciones de emergencia o inexistencia de mecanismos alternativos para la provisión del servicio en dichas situaciones. 
· Falta de mecanismos financieros para la reconstrucción, lo que impide una rápida recuperación de la producción o disposición de bienes y/o servicios.
El análisis de los factores de vulnerabilidad debe formar parte del proceso de identificación, formulación y evaluación de un Proyecto de Inversión Pública (PIP), porque permite examinar las condiciones de exposición, fragilidad y resiliencia existentes, para definir mecanismos y medidas que permitan reducir el riesgo al que puede estar expuesto el proyecto.
Es decir, se debe realizar un análisis técnico, que permita definir: el tamaño del proyecto (¿Cuánto se producirá?), que debe estar en función de la demanda objetivo; la localización del proyecto (¿Dónde se ubicará?), que se debe definir considerando que no se esté exponiendo a potenciales peligros; y la tecnología a utilizar (¿Cómo se construirá o producirá?) para comprobar que se hayan adoptado medidas que permitan que el proyecto pueda resistir ante la ocurrencia de un peligro.
También, se debe analizar si se han considerado medidas (estructurales y/o no estructurales) que permitan que el proyecto pueda operar en condiciones mínimas y/o pueda recuperar la capacidad operativa en el más breve plazo, ante la ocurrencia de un desastre.
Es importante también verificar que en la ejecución y operación del proyecto no se intensifique o genere nuevos riesgos para otras unidades sociales o económicas, como podría ocurrir cuando la construcción de una carretera genera condiciones para la ocurrencia de deslizamientos, entre otros.
Teniendo claro los conceptos de peligro, vulnerabilidad y riesgo, surge la pregunta de cómo introducir estas variables en el proceso de identificación, formulación y evaluación del PIP.
La propuesta es gestionar el riesgo a través de un proceso de adopción e implementación de políticas, estrategias y prácticas orientadas a reducir los riesgos de que se presenten desastres o en todo caso, minimizar sus potenciales daños y/o pérdidas. La Gestión de Riesgo (GdR) puede ser de dos tipos:
a) Gestión prospectiva del riesgo: es el proceso orientado a la adopción e implementación de medidas para evitar que se generen condiciones de vulnerabilidad o que se propicien situaciones de peligros. Se desarrolla en función del riesgo «aún no existente» pero que podría afectar al proyecto. 
Se concreta a través de regulaciones, inversiones públicas o privadas, planes de desarrollo o planes de ordenamiento territorial, pero también de manera específica en la identificación, formulación y evaluación de proyectos.
b) Gestión correctiva del riesgo: es el proceso a través del cual se toman medidas para reducir la vulnerabilidad existente. Implica intervenir sobre las causas que generan las condiciones de vulnerabilidad actual.
3.1.3. Entonces, ¿qué se entiende por Análisis del Riesgo de Desastres (AdR)?
El AdR es una herramienta que permite la identificación y evaluación de los probables daños y/o pérdidas ocasionados por el impacto de un peligro sobre un proyecto o elementos de este (Zapata, 2006). Así, se identifican e incluyen medidas que eviten la generación de vulnerabilidades o corrijan las existentes de tal manera que se reduzca el riesgo en las alternativas de solución al problema planteado.
El objetivo final es que la alternativa priorizada para la ejecución del PIP incluya mecanismos para reducir el riesgo cuando sea necesario, de tal manera que se contribuya a la sostenibilidad del proyecto.
3.1.4. Incorporación del AdR en los proyectos de inversión pública 
3.1.4.1. El AdR en el ciclo del proyecto
Contando con la definición del Análisis del Riesgo (AdR), las preguntas que es necesario responder son:
¿Cómo incorporar el Análisis del Riesgo en los proyectos de inversión pública? ¿En qué etapa? ¿De qué forma? La respuesta es: en los PIP, el AdR se incluye como un enfoque transversal que se aplica a lo largo de todas las fases del ciclo del proyecto: preinversión, inversión y postinversión, tal como se muestra en el Gráfico.
3.1.4.2. ¿Por qué es importante el AdR en los PIP?
El AdR es importante en la identificación, formulación y evaluación de los PIP, debido a que permite tomar en cuenta los probables daños y/o pérdidas que puede ocasionar el impacto de un peligro sobre un proyecto y, de esta manera, la posible interrupción en la provisión del servicio, durante la vida útil de proyecto.
Para entender esta idea, suponga que está evaluando la ejecución de un PIP. Suponga que el proyecto implica la construcción de infraestructura que es vulnerable a condiciones de peligro. Antes de aplicar el AdR, los formuladores y evaluadores de proyectos suponían que durante la vida útil del proyecto, este no iba a ser afectado por ningún peligro, por lo que no habría ninguna interrupción del bien o servicio para el cual el proyecto había sido construido. Esta situación se muestra en el Gráfico.
Sin embargo, en un país con un historial de situaciones de desastre, donde los peligros son diversos en tipo y magnitud, ese supuesto no es válido. Así, no es posible suponer que la probabilidad de que ocurra una situación de peligro es cero (que es lo que se asume, tal como en el Gráfico), sino que es necesario reconocer que dicha probabilidad no es cero y que, por tanto, es necesario analizar los impactos negativos en cuanto a beneficios y costos, tal como se muestra en el Gráfico.
Donde:
(1) Costos de inversión del proyecto que usualmente se estiman para un proyecto.
(2) Beneficios del proyecto que usualmente se estiman.
(3) Costos de operación y mantenimiento del proyecto.
(4) Situación de riesgo que ocasiona un desastre en el período t y que interrumpe la prestación del servicio durante m períodos del proyecto.
(5) Costos de reconstrucción asociados a la ocurrencia del desastre. Pueden ser de mayor o menor envergadura, en función de la intensidad del daño generado.
(6) Durante el período de reconstrucción, no es posible que el proyecto brinde servicios, por lo que no se percibirán durante dicho período.
(7) Luego de la reconstrucción, el proyecto reiniciará operaciones y por tanto generará beneficios. Sin embargo, debe tomarse en cuenta que generalmente el proyecto no recupera su total operatividad de manera inmediata, sino que se requiere un período de tiempo para tal recuperación. Es por ello que en algunos casos los beneficios empezarán a generarse de manera paulatina, hasta posteriormente alcanzar el nivel máximo.
De esta forma, el proyecto puede estar expuesto a situaciones en las cuales la ocurrencia de una situación de riesgo puede ocasionar la interrupción de la operatividad del proyecto, con lo cual se dejan de percibir los beneficios del proyecto y se generan costos de rehabilitación y/o reconstrucción. Todo esto genera efectos negativos en la poblaciónbeneficiaria del proyecto.
Al introducir el AdR en el proyecto, es posible reducir los impactos negativos; se pueden identificar los peligros y las vulnerabilidades, es decir la condición de riesgo a la que puede estar expuesto el PIP, y se pueden evaluar posibles medidas de reducción del riesgo para incluirlas en el PIP, de tal manera que se reduzcan los potenciales impactos negativos.
Es importante señalar que el AdR se inicia con la determinación de los peligros y las vulnerabilidades a los que se enfrenta, y luego, de ser el caso, se determina un conjunto de medidas de reducción de riesgo, que pueden ser de carácter estructural (infraestructura) o no estructural (organización, mecanismos de coordinación). En cualquiera de los casos, ello puede implicar la necesidad de asignar recursos económicos en la fase de inversión y/o de operación y mantenimiento del proyecto. Los beneficios de tales inversiones se podrán observar si ocurre una situación de riesgo (Mechler, 2005), tal como se muestra en el Gráfico
Donde:
(1) Costos de inversión del proyecto que usualmente se estiman para un proyecto de irrigación.
(2) Costos de inversión adicionales por incorporar medidas de reducción de riesgo (por ejemplo, mayores gastos para la construcción de muros de contención, bases especiales, entre otros).
(3) Beneficios por la operación del proyecto.
(4) Costos de operación y mantenimiento usuales del proyecto.
(5) Costos de operación y mantenimiento adicionales que se pueden requerir por incorporar las medidas de reducción de riesgo. Es poco usual que se requiera estos gastos adicionales, pero se colocan para mostrar un caso general.
(6) En el período t se presenta la situación de riesgo pero no afecta el proyecto, debido a que las medidas de reducción de riesgo incorporadas en el proyecto generan condiciones para que el impacto de la situación de riesgo no produzca un desastre. El servicio que brinda el proyecto se sigue otorgando luego de la ocurrencia de la situación de riesgo, hasta el final de su horizonte de evaluación.
Es decir, cuando se incluyen medidas de reducción de riesgo es posible evitar que se interrumpa la operación del proyecto, con lo cual se mantiene el flujo de servicios y se ahorran los costos de rehabilitación y/o reconstrucción. La inversión que es necesario realizar para generar esta situación se refiere a los costos de inversión de algunas medidas de reducción de riesgo al inicio de la ejecución del proyecto y en algunos casos, también se requieren costos durante el período de operación y mantenimiento.
Para analizar los beneficios y los costos de la inclusión de las medidas de reducción de riesgo en los PIP, se puede construir una situación sin proyecto (no incluir medidas de reducción de riesgo) y la situación con proyecto (incluir medidas de reducción de riesgo), para determinar el impacto neto en términos de beneficios y costos incrementales, tal como se muestra en el Gráfico
Donde:
(1) Flujo incremental en los costos de inversión, proveniente de la inclusión de las medidas de reducción de riesgo.
(2) Flujo incremental en los costos de operación y mantenimiento, proveniente de la inclusión de las medidas de reducción de riesgo (quizá algunos proyectos no necesiten estos costos adicionales de operación y mantenimiento, con lo que esta sección no se incluiría).
(3) Beneficios incrementales generados porque el proyecto no dejará de operar debido a la ocurrencia del peligro. Es un beneficio porque reduce los impactos directos negativos (Mechler, 2005).
(4) Beneficio incremental generado porque no es necesario incurrir en costos de reconstrucción. Es un beneficio porque implica evitar realizar un gasto para reconstruir el proyecto (Mechler, 2005).
(5) En el período t se presenta la situación de riesgo pero el proyecto no se ve afectado y por tanto se obtienen los beneficios descritos en (3) y (4).
En este caso, cuando se analiza el flujo incremental de incluir medidas de reducción de riesgo, se observa que los costos netos incluyen las inversiones y los gastos de operación y mantenimiento de las medidas de reducción de riesgo, mientras que los beneficios se refieren a la no interrupción de la operación del proyecto y a los costos evitados de reconstrucción, entre otros. Adicionalmente, existen una serie de beneficios indirectos por la no interrupción de los servicios, que también deberían ser considerados al momento de evaluar las medidas de reducción de riesgo.
Así, la inclusión del AdR no modifica el proceso de identificación, formulación y evaluación del proyecto, sino que permite identificar los costos adicionales que implica incluir medidas de reducción de riesgo y los beneficios que se generan ante la ocurrencia de una situación de riesgo. En el Cuadro se presenta de manera general los beneficios y costos que genera incluir estas medidas en un PIP 
Para explicitar con mayor detalle los beneficios de incluir medidas de reducción de riesgo, se puede mencionar:
· Costos evitados de rehabilitación y reconstrucción que se logran al introducir medidas estructurales y no estructurales. Por ejemplo, en el caso del Fenómeno El Niño 1997 / 1998 se gastaron S/. 720,2 millones por concepto de prevención, rehabilitación y reconstrucción de infraestructura. En un proyecto específico, debería tomarse en cuenta los costos de rehabilitar y/o reconstruir la infraestructura que puede ser afectada por el peligro y por tanto, si con las medidas de reducción de riesgo no se incurre en dicho costo, entonces, ello se convierte en un beneficio.
· Menores pérdidas de vidas humanas y condiciones sociales: aunque estos beneficios son de difícil valoración monetaria, se reconoce que si se logra que ciertas medidas de reducción de riesgo eviten la pérdida de vidas humanas, la ganancia es invaluable.
· Beneficios directos de no interrumpir el servicio que brinda el proyecto: se refiere al conjunto de acciones y operaciones económicas y/o sociales que no se dejarán de realizar si el proyecto no se ve afectado por la situación de riesgo. Por ejemplo, si ocurre una inundación de proporciones que destruye un puente, los beneficios de incluir medidas de reducción de riesgo se podrían estimar como el valor de las ventas que no se dejaron de realizar por el hecho de que el puente no se vea afectado debido a la inclusión de las medidas de reducción de riesgo.
· Beneficios indirectos: el hecho de que el proyecto no deje de operar, implica que no se tendrán efectos negativos en las condiciones de un contexto más amplio, como cambios en los precios o disponibilidad de ciertos bienes.
No obstante que los beneficios son claros en términos cualitativos, el problema es que no se conoce con certeza y a priori el momento de ocurrencia de la situación de riesgo, por lo que es difícil definir el período en el cual se generará. Sin embargo, es importante empezar a trabajar con algunos escenarios y probabilidades, tal como se muestra en el módulo IV de estas pautas. 
Es decir, mientras que los costos de inversión y operación y mantenimiento de las medidas de reducción de riesgo se pueden incluir con certeza en los flujos del proyecto, sea que se presente o no la situación de riesgo, los beneficios del proyecto se harán tangibles sólo en el caso de que se presente la situación de riesgo, lo cual está asociado a una probabilidad de ocurrencia (Mechler, 2005). Esto implica asociar la probabilidad de ocurrencia a distintos escenarios de riesgo.
En resumen, cuando se incluye el AdR en el proceso de Identificación, Formulación y Evaluación, puede ser que se identifiquen condiciones de riesgo para el proyecto, por lo que será necesario incluir medidas estructurales y no estructurales de reducción de riesgo, las cuales generalmente se van a traducir en mayores costos directos de inversión, como por ejemplo la construcción de medidas estructurales (construcción de diques, defensas ribereñas, reforzamiento de pilares de puentes, entre otros) y también en mayores costos de operación y mantenimiento, mientras que lainclusión de los beneficios dependerá de los supuestos que se realicen sobre la ocurrencia de las situaciones de riesgo.
3.2. EL RIESGO EN LOS PROYECTOS
El riesgo de un proyecto se define como la variabilidad de los flujos de caja reales respecto de los estimados. Cuanto más grande sea esta variabilidad, mayor es el riesgo del proyecto. Así, el riesgo se manifiesta en la variabilidad de los rendimientos del proyecto, puesto que se calculan sobre la proyección de los flujos de caja.
Como ya se indicó, el riesgo define una situación donde la información es de naturaleza aleatoria, en la cual se asocia una estrategia con un conjunto de resultados posibles, cada uno de los cuales tiene asignada una probabilidad. La incertidumbre caracteriza a una situación donde los posibles resultados de una estrategia no son conocidos y, en consecuencia, sus probabilidades de ocurrencia no son cuantificables.
La incertidumbre, por tanto, puede ser una característica de información incompleta, de exceso de datos, o de información inexacta, sesgada o falsa.
La incertidumbre de un proyecto crece en el tiempo. El desarrollo del medio condicionará la ocurrencia de los hechos estimados en su formulación. La sola mención de las variables principales incluidas en la preparación de los flujos de caja deja de manifiesto el origen de la incertidumbre: el precio y la calidad de las materias primas; el nivel tecnológico de producción; las escalas de remuneraciones; la evolución de los mercados; la solvencia de los proveedores; las variaciones de la demanda, tanto en cantidad y calidad como en precio; las políticas del gobierno respecto del comercio exterior (sustitución de importaciones, liberalización del comercio exterior); la productividad real de la operación, etcétera.
Una diferencia menos estricta entre riesgo e incertidumbre identifica al riesgo como la dispersión de la distribución de probabilidades del elemento en estudio o los resultados calculados, mientras que la incertidumbre es el grado de falta de confianza respecto a que la distribución de probabilidades estimadas sea la correcta.
John R. Canadá señala y analiza ocho causas del riesgo y la incertidumbre en los proyectos. Entre éstas cabe mencionar el número insuficiente de inversiones similares
que puedan proporcionar información promediable; los prejuicios contenidos en los datos y su apreciación, que inducen efectos optimistas o pesimistas, dependiendo de la subjetividad del análisis; los cambios en el medio económico externo que anulan la experiencia adquirida en el pasado y la interpretación errónea de los datos o los errores en la aplicación de ellos.
Se han hecho muchos intentos para enfrentar la falta de certeza en las predicciones. Las “mejoras limitadas”, que David B. Hertz señalaba como “esfuerzos con éxito limitado que parecen no haber llegado a alcanzar la meta para hacer frente a la incertidumbre”, se han superado por diversas técnicas y modelos cuya aplicación ha permitido una evaluación de proyectos que aún con las limitaciones propias de tener que trabajar sobre la base de predicciones futuras, logra incorporar la medición del factor riesgo.
La medición del riesgo
El riesgo de un proyecto se definió como la variabilidad de los flujos de caja reales respecto de los estimados. Ahora corresponde analizar las maneras de medir esa variabilidad como un elemento de cuantificación del riesgo de un proyecto.
La falta de certeza de las estimaciones del comportamiento futuro se puede asociar normalmente con distribución de probabilidades de los flujos de caja generados por el proyecto. Su representación gráfica permite visualizar la dispersión de los flujos de caja, asignando un riesgo mayor a aquellos proyectos cuya dispersión sea mayor.
Existen, sin embargo, modos precisos de medición que manifiestan su importancia principalmente en la comparación de proyectos o entre alternativas de un mismo proyecto.
El más común es la desviación estándar, que se calcula mediante la expresión:
donde es el flujo de caja de la posibilidad, es su probabilidad de ocurrencia, y es el valor esperado de la distribución de probabilidades de los flujos de caja, que se obtienen de:
Si correspondiera al valor esperado del valor actual neto, ante igualdad de riesgo se elegirá el proyecto que exhiba el mayor valor esperado. Cuanto mayor sea la dispersión esperada de los resultados de un proyecto, mayores serán su desviación estándar y su riesgo.
Para ejemplificar la determinación del valor esperado y de la desviación estándar, supóngase la existencia de un proyecto que presente la siguiente distribución de probabilidades de sus flujos de caja estimados:
	x
	Probabilidad
	Flujo de caja
	
	
	
	1
	0.30
	2000
	2
	0.40
	2500
	3
	0.30
	3000
Al aplicar la ecuación, se determina que el valor esperado de la distribución de probabilidades es de 2.500, que se obtiene de:
	
	0,30 (2.000) = 600
	0,40 (2.500) = 1.000
	0,30 (3.000) = 900
	 = 2.500
)
Reemplazando con estos valores en la ecuación, se calcula la desviación estándar en $387,30, que resulta de:
	
	
	
	
	2000 - 2500
	-500
	250000
	(250000)x0.30 = 75000
	2500 - 2500
	0
	0
	(0)x 0.40 = 0
	3000 - 2500
	+500
	250000
	(250000)x0.30 = 75000
	
	Varianza =150000
	
	
Si hubiera otra alternativa de inversión cuya desviación estándar fuese mayor que $387,30, su riesgo sería mayor, puesto que estaría indicando una mayor dispersión de
sus resultados. La desviación estándar, como se verá luego, se utiliza para determinar la probabilidad de ocurrencia de un hecho. No es adecuado utilizarla como única medida de riesgo, porque no discrimina en función del valor esperado. De esta manera, alternativas con valores esperados diferentes de sus retornos netos de caja pueden tener desviaciones estándares iguales, requiriendo una medición complementaria para identificar diferenciaciones en el riesgo.
El coeficiente de variación es, en este sentido, una unidad de medida de la dispersión
relativa, que se calcula por la expresión
Aun cuando las alternativas pudieran presentar desviaciones estándares iguales, si los valores esperados de sus flujos de caja son diferentes, este procedimiento indicará que cuanto mayor sea el coeficiente de variación, mayor es el riesgo relativo. Es decir, comúnmente se dará preferencia a un proyecto más riesgoso sólo si su retorno esperado
es suficientemente más alto que el de un proyecto menos riesgoso.
marco conceptual del análisis del riesgo de desastres en el sistema nacional de inversión pública
1.1 ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EL ANÁLISIS DEL RIESGO EN EL SISTEMA
NACIONAL DE INVERSIÓN PÚBLICA (SNIP)?
El Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP) se creó con la finalidad de optimizar el uso de los recursos públicos destinados a la inversión. El sistema considera la aplicación del Ciclo del Proyecto: Preinversión, Inversión y Post Inversión, que involucra la elaboración de estudios de Perfil, Prefactibilidad, Factibilidad, Expediente Técnico, Ejecución, Operación y Mantenimiento y Evaluación Ex Post, en todo proyecto que se
realice con recursos públicos.
Un Proyecto de Inversión Pública (PIP) se define como “toda intervención limitada en el tiempo que utiliza total o parcialmente recursos públicos, con el fin de crear, ampliar, mejorar, modernizar o recuperar la capacidad productora de bienes o servicios, cuyos beneficios se generan durante la vida útil del proyecto y son independientes de los de otros proyectos.
En el SNIP se plantean como requisitos para la declaración de viabilidad que los proyectos demuestren ser socialmente rentables, sostenibles, y que se enmarquen en las políticas sectoriales, regionales y/o locales.
Cuando un PIP es afectado por un peligro, se genera la interrupción parcial o total del servicio que brinda el proyecto, gastos en rehabilitación y/o reconstrucción y pérdidas económicas, físicas y/o sociales para los usuarios. Como consecuencia de esta situación, los beneficios son menores a los previstos y los costos mayores a los inicialmente planificados,todo lo cual afecta negativamente la rentabilidad social de proyecto.
Más aún, al interrumpirse los servicios, se está afectando la sostenibilidad del mismo, en términos de los beneficios que brinda.
De esta forma, cuando en un proyecto no se analiza el riesgo y no se adoptan medidas para evitar su vulnerabilidad, es probable que dicha inversión no cumpla con las condiciones establecidas en el SNIP para el otorgamiento de su declaratoria de viabilidad.
De esta manera, el Análisis del Riesgo (AdR) es una metodología para identificar y evaluar el tipo y nivel de daños y pérdidas probables que podrían afectar una inversión, a partir de la identificación y evaluación de la vulnerabilidad de esta con respecto a los peligros a los está expuesta (DGPM-MEF, 2006). Así, el AdR es una herramienta que permite diseñar y evaluar las alternativas de inversión o acción con la finalidad de mejorar
la toma de decisiones.
Dado que todo proyecto (intervención) está inmerso en un entorno cambiante y dinámico, que incluye no sólo las condiciones económicas y sociales sino también las condiciones físicas, es necesario evaluar cómo estos cambios pueden afectar el proyecto y también cómo la ejecución del mismo puede afectar a dichas condiciones. En particular, los proyectos se circunscriben a un ambiente físico que lo expone a una serie de peligros: sismos, inundaciones, lluvias intensas, deslizamientos, sequías, entre otros, es decir, fenómenos naturales que pueden constituirse en un peligro si no se adoptan medidas para reducir o no generar condiciones de vulnerabilidad. Es por ello que se hace necesario identificar los peligros y las condiciones de vulnerabilidad de una unidad social (personas, familias, comunidad, sociedad), estructura física o actividad económica, con el fin de diseñar mecanismos para reducir los riesgos.
Por estas razones se hace necesario incorporar el AdR en los PIP, ya que se requiere realizar asignaciones eficientes de los recursos públicos. El SNIP evalúa la viabilidad de proyectos que involucran la inversión de miles de millones de soles. Del total de la inversión, el 51% de los montos y el 97% de la cantidad de proyectos es evaluado a nivel de perfil, es decir, principalmente con información secundaria, lo cual indica que es necesario introducir el AdR en los estudios de preinversión a nivel de perfil.
Cuando se analiza la distribución sectorial de los PIP, se observa que los sectores de Transporte, Agricultura, Salud y Saneamiento, y Educación y Cultura concentran más del 70% de las inversiones y más del 74% de la cantidad de los proyectos que se evalúan en el SNIP, cada uno de los cuales concentra individualmente más del 15% del monto total de inversión. Asimismo, cuando se analiza la distribución geográfica de las inversiones
en estos sectores, se observa que una parte importante se realiza en zonas de alta probabilidad de ocurrencia de peligros: sismos, sequías, inundaciones, peligros geodinámicos, geomorfológicos, hidrológicos, entre otros (Kámiche, 2005). Esta situación muestra la necesidad de dar énfasis a que en el proceso de identificación, formulación y evaluación de proyectos en estos cuatro sectores se incluya el AdR, del tal forma que se pueda reducir y/o neutralizar el riesgo que dichos peligros pueden generar en la sostenibilidad de las inversiones.
El Método de ajuste a la tasa de descuento:
· Consiste en hacer correcciones en la tasa de descuento con el fin de ajustar los flujos de caja.
· Consideremos de que si el riesgo es grande, entonces la tasa para castigar la rentabilidad del proyecto también debe ser mayor.
OJO: Un proyecto rentable evaluado en función de una tasa libre de riesgo puede resultar no rentable, si se descuenta a una tasa ajustada.
Consideraciones:
· El problema principal en éste método es determinar la tasa de descuento que será apropiada para cada proyecto.
· Según muchos autores consideran éste método como una aproximación imperfecta para incorporar el factor riesgo a los proyectos.
Curva de Indiferencia del Mercado
También llamada función de ventajas y desventajas entre riesgo y rendimiento.
Como mencionamos en un inicio, a medida que el riesgo aumenta, se requieren rendimientos esperados cada vez más altos para compensar a los inversionistas por el riesgo adicional que asumen en una inversión.
De acuerdo con lo anterior visto, determinamos el valor actual neto mediante la siguiente ecuación:
Donde BNt son los beneficios netos del periodo t y f la tasa de descuento ajustada por riesgo, que resulta de aplicar la siguiente expresión:
f = i + p
i: tasa libre de riesgo
p: prima por riesgo (exigida por el inversionista)
Ejemplo
· El V.A.N. en ausencia de riesgo lo podríamos calcular al 3%, y por lo tanto su valor
 será de 142.
· Al introducir el riesgo, consideramos que la prima de riesgo, p, es del 5,5%, y por lo
 tanto el coste del capital para la empresa será del 8,5% (3,0%+5,5%=f). El V.A.N.
 empleando la nueva tasa de descuento será pues de -31, y consecuentemente no
 será rentable llevar a cabo este proyecto.
El método de la equivalencia a certidumbre:
· Procedimiento alternativo al método de la tasa de descuento ajustada por riesgo.
· El principio que se encuentra detrás de este método supone que un sol seguro reporta mayor utilidad que uno riesgoso.
EJEMPLO:
Se le pide a una persona elegir entre las dos alternativas siguientes: (i) lanzar una moneda y ganar S/. 50.00 si resulta cara o no ganar ni perder nada si resulta sello y, (II) recibir directamente 
S/. 5.00. Dada esta información, se esperaría que la persona elija la primera alternativa, pues con ella la ganancia esperada es de S/. 25 (si asumimos que la moneda es equiprobable). Sin embargo, a medida que la ganancia ofrecida en la segunda alternativa se incremente, la persona podrá elegir esta segunda alternativa. Es decir, se llegará a un punto en que la persona sea indiferente al elegir entre ambas alternativas.
· El flujo de caja del proyecto debe ajustarse por un factor que represente un punto de indiferencia entre un flujo del que se tenga certeza y el valor esperado de un flujo sujeto a riesgo. 
Donde αt es el factor de ajuste que se aplicará a los flujos de caja inciertos en el periodo t, BNCt representa el flujo de caja en el periodo t sobre el que se tiene certeza y BNRt representa el flujo de caja incierto en el periodo t.
· El factor del coeficiente αt varía inversamente proporcional al grado de riesgo. A mayor riesgo asociado, menor será el coeficiente αt, cuyo valor estará entre cero y uno.
Al expresar todos los flujos de caja en su equivalencia de certeza, puede evaluarse el proyecto mediante el VAN, actualizando estos flujos a la tasa libre de riesgo (i), de acuerdo con la siguiente expresión:
El índice t del coeficiente indica que éste puede variar en un mismo proyecto a través del tiempo
1. METODOS PARA TRATAR EL RIESGO
Para incluir el efecto del factor riesgo en la evaluación de proyectos de inversión se han desarrollado diversos métodos o enfoques que no siempre conducen a un resultado idéntico. La información disponible es, una vez más, uno de los elementos determinantes en la elección de uno otro método.
El criterio subjetivo es uno de los métodos comúnmente utilizados. Se basa en consideraciones de carácter informal de quien toma la decisión, sin considerar específicamente el riesgo del proyecto, salvo en su apreciación personal. Se ha intentado mejorar este método sugiriendo que se tengan en cuenta las expectativa media y la desviación del VAN, lo cual, aun que otorga un carácter más objetivo a la inclusión del riesgo, no logra incorporarlo en toda su magnitud. De igual manera, el análisis de fluctuaciones de los valores optimistas, más probables y pesimistas del proyecto, solo disminuye el grado de subjetividad de la evaluación del riesgo, sin eliminarla.
Los métodos basados en mediciones estadísticas son quizá los que logran superar de mejor manera, aunque no definitivamente,el riesgo asociado con cada proyecto. Para ello, analizan la distribución de probabilidades de los flujos futuros de caja para presentar a quien tome la decisión de aprobación o rechazo los valores probables de los rendimientos y de la dispersión de su distribución de probabilidad. En el apartado 2 se analiza este método para los casos de dependencia e independencia del flujo de caja respecto del tiempo.
Un método diferente de inclusión del riesgo en la evaluación es el del ajuste a la tasa de descuento. Con este método, el análisis se efectúa sólo sobre la tasa pertinente de descuento, sin entrar a ajustar o evaluar los flujos de caja del proyecto.
Si bien este método presenta serias deficiencias, en términos prácticos es un procedimiento que permite solucionar las principales dificultades del riesgo. En la sección “El método del ajuste a la tasa de descuento” se aborda nuevamente este tema.
Frente a las desventajas (que posteriormente se analizarán) respecto del método del ajuste a la tasa de descuento y con similares beneficios de orden práctico, está el método de la equivalencia a certidumbre. Según este criterio, quien decide está en condiciones de determinar su punto de indiferencia entre flujos de caja por percibir con certeza y otros, obviamente mayores, sujetos a riesgo. La sección “El método de la equivalencia a certidumbre” se destina a analizar este método.
Otro de los criterios que debe evaluarse es el de los valores esperados. Este método, conocido comúnmente como análisis del árbol de decisiones, combina las probabilidades de ocurrencia de los resultados parciales y finales para calcular el valor esperado de su rendimiento. Aunque no incluye directamente la variabilidad de los flujos de caja del proyecto, ajusta los flujos al riesgo en función de la asignación de probabilidades. El apartado “Uso del árbol de decisión” se ocupa de este procedimiento.
El último método que se estudia en este texto es el análisis de sensibilidad, que si bien es una forma especial de considerar el riesgo, se analiza cómo caso particular en el capítulo 18, por la importancia práctica que ha adquirido. La aplicación de este criterio permite definir el efecto que tendrían sobre el resultado de la evaluación cambios en uno o más de los valores estimados en sus parámetros.
2. DEPENDENCIA E INDEPENDENCIA DE LOS FLUJOS DE CAJA EN EL TIEMPO
El análisis de riesgo en los proyectos de inversión se realiza de manera distinta según los flujos de caja en el tiempo, sean o no dependientes entre sí. Es decir, si el resultado de un periodo depende o no de lo que haya pasado en otro periodo anterior. Cuando hay independencia entre las distribuciones de probabilidad de los flujos de caja futuros, el valor esperado del valor actual neto sería.
Donde i es la tasa libre de riesgo. La distribución estándar de la distribución de probabilidades de este valor actual neto es:
Incorporando en esta ecuación la ecuación 1 resulta:
Que corresponde a la desviación estándar alrededor del valor esperado calculado por la ecuación.
Además de la información proporcionada por las ecuaciones 5 y 7, es posible calcular la probabilidad de que el VAN sea superior o inferior a cierto monto de referencia. Para ello, se resta el valor esperado del valor actual neto calculado en la expresión 5 de ese valor de referencia y se divide su resultado entre la desviación estándar. Esto es:
Donde z es la variable estandarizada o el número de desviaciones estándar de la media (valor esperado del VAN).
Para determinar la probabilidad de que el VAN del proyecto sea menor o igual que x, se acude a una tabla de distribución normal, que muestra el área de dicha distribución, que es x es desviaciones estándares hacia la izquierda o derecha de la media.
Para ilustrar la aplicación de esta formulas, supónganse la existencia de una propuesta de inversión que requiere $ 100.000 en el momento cero. Los flujos de caja futuros se proyectan a tres periodos con las siguientes probabilidades de ocurrencia:
	Periodo 1
	Periodo 2
	Periodo 3
	Probabilidad
	Flujo de caja
	Probabilidad
	Flujo de caja
	Probabilidad
	Flujo de caja
	0.30
	40000
	0.30
	30000
	0.30
	20000
	0.40
	50000
	0.40
	40000
	0.40
	30000
	0.30
	60000
	0.30
	50000
	0.30
	40000
Al aplicar la ecuación 2, se obtiene que los valores esperados de los flujos de caja para cada periodo son $50000, $40000 y $30000.
De acuerdo con la ecuación 5, el valor esperado de VAN es, para una tasa libre de riesgo del 6%, de $7958.
Al utilizar la ecuación 7, puede obtenerse la desviación estándar alrededor del valor esperado, de la siguiente forma:
Se deja como una constante los $7.746, por cuanto la distribución de probabilidades de todos los periodos tiene la misma dispersión en relación con los valores esperados y, por tanto, sus desviaciones estándares son iguales
Si se deseara calcular la probabilidad de que el VAN de este proyecto fuese igual o menor que cero, se utiliza la fórmula 7, con lo que se obtiene:
Recurriendo a una tabla de distribución normal, se obtiene que la probabilidad que se deseaba averiguar corresponda aproximadamente al 33%.
Hasta ahora se ha supuesto que los flujos de caja son independientes entre sí a lo largo del tiempo. Sin embargo, en la mayoría de los proyectos existe cierta dependencia entre los resultados de dos periodos. Es importante saber si existe o no dependencia entre los flujos, por las consecuencias que tienen sobre el análisis del riesgo. Si los flujos son dependientes, o sea, si están correlacionados a través del tiempo, la desviación estándar de la distribución de probabilidad de los valores actuales netos probables es mayor que si fueran independientes. A mayor correlación, mayor dispersión de la distribución de probabilidad.
Los flujos de caja estarán perfectamente correlacionados si la desviación del flujo de caja de un periodo alrededor de la media de la distribución de probabilidades en ese periodo implica que en todos los periodos futuros el flujo de caja se desviará exactamente de igual manera.
La desviación estándar de los flujos de caja perfectamente correlacionados de un proyecto se calcula aplicando la siguiente expresión:
Utilizando el mismo ejemplo anterior, se incorporan sus valores en esta fórmula, para calcular la siguiente desviación estándar:
Esto confirma que cuando los flujos de caja están perfectamente correlacionados, la desviación estándar y el riesgo son mayores que cuando existe independencia entre ellos.
Cuando los flujos de caja no se encuentran perfectamente correlacionados, es posible aplicar el modelo de correlación intermedia desarrollado por Frederick Hillier. En él se plantea que la desviación estándar para un flujo de caja que no está perfectamente correlacionado se encuentra en algún punto intermedio entre las dos desviaciones calculadas antes. El problema de su cálculo reside en que incorpora en un mismo modelo tanto flujos perfectamente correlacionados como independientes. La dificultad práctica más relevante es la necesidad de clasificar como independientes o perfectamente correlacionadas las distintas variables del flujo de caja.
David Hertz propuso un modelo de simulación integral para calcular los resultados probables, así como su dispersión. Su modelo se basa en la definición de nueve factores principales del proyecto que influyen en el resultado de la evolución: dimensión del mercado, precios de venta, tasa de crecimiento del mercado, participación en el mercado, inversión en el mercado, inversión requerida, valor de recuperación de la inversión, costos operativos, costos fijos y vida útil de los equipos.
Para cada factor se estiman los valores probables que asumiría y se le asigna una probabilidad de ocurrencia a cada valor sólo como referencia. Sin calcular un valor esperado de cada factor, se combinan al azar los nueve factores para valores probables cambiantes. Es decir, se calculan distintos rendimientos sobre la inversión, simulando valores cambiantes para cada uno de los nueve factores.
Con los resultadosobservados mediante este procedimiento se elabora una tabla de frecuencia sobre la cual se calcula el resultado probable y su dispersión o riesgo.
El modelo de simulación de Hertz es similar a uno de los criterios de análisis de sensibilidad que se desarrolla en el próximo capítulo. Sin embargo, el modelo se ampliará, generalizándolo al uso de cualquier variable y para calcular no sólo la tasa media de rendimiento sobre la inversión, sino cualesquiera de los criterios de decisión analizados en el capítulo anterior.
Uso del árbol de decisión
El árbol de decisión es una técnica gráfica que permite representar y analizar una serie de decisiones futuras de carácter secuencial a través del tiempo.
Cada decisión se representa gráficamente por un cuadrado con un número dispuesto en una bifurcación del árbol de decisión. Cada rama que se origina en este punto representa una alternativa de acción. Además de los puntos de decisión, en este árbol se expresan, mediante círculos, los sucesos aleatorios que influyen en los resultados. A cada rama que parte de estos sucesos se le asigna una probabilidad de ocurrencia. Así, el árbol representa todas las combinaciones posibles de decisiones y sucesos, permitiendo estimar un valor esperado del resultado final, como un valor actual neto, utilidad u otro.
Supóngase, a manera de ejemplo, que se estudia el lanzamiento de un nuevo producto.
Las posibilidades en estudio son introducirlo en el ámbito nacional o regional.
Si se decide lanzar el producto regionalmente, es posible hacerlo luego nacionalmente
si el resultado regional así lo recomienda.
En el gráfico 17.2 se representa un diagrama de un árbol de decisión para este caso, en el cual cada ramificación conduce a un cierto valor actual neto diferente.
Para tomar la decisión óptima se analizan los sucesos de las alternativas de decisión
más cercanas al final del árbol, calculando el valor esperado de sus valores actuales
netos y optando por aquella que proporcione el mayor valor esperado del VAN.
Por ejemplo, la última decisión de nuestro caso es la [2], que presenta dos sucesos de
alternativa. El valor esperado del suceso (C) se calcula aplicando la ecuación 17.2, así:
0,60 4.000 = 2.400
0,10 1.000 = 100
0,30 2.000 = (600)
VE (VAN) = 1.900
que representa el valor esperado del VAN en el caso de ampliar la introducción en el ámbito nacional.
En el caso de continuar regionalmente, se obtiene, por el mismo procedimiento, el siguiente resultado:
0,60 2.000 = 1.200
0,10 1.500 = 150
0,30 1.000 = 300
VE (VAN) = 1.650
Por tanto, la decisión será ampliar nacionalmente, porque retorna un VAN esperado mayor.
La siguiente decisión se refiere a la introducción inicial. Si es regionalmente, existe un 70% de posibilidades de que la demanda sea alta. Si así fuese, el VAN esperado sería de 1.900, que correspondería al resultado de la decisión que se tomaría de encontrarse
en ese punto de decisión. Aplicando el procedimiento anterior, se obtiene:
0,70 1.900 = 1.330
0,10 2.000 = 200
0,20 1.000 = 200
VE (VAN) = 1.730
 
Para la alternativa de introducción nacional se tendría:
0,50 5.000 = 2.500
0,20 100 = 20
0,30 (3.000) = (900)
VE (VAN) = 1.620
En consecuencia, se optaría por una introducción inicial en el ámbito regional, que luego se ampliaría nacionalmente. Esta combinación de decisiones es la que maximiza el valor esperado de los resultados.
Este método, así tratado, no incluye el efecto total del riesgo, puesto que no considera
la posible dispersión de los resultados ni las posibilidades de las desviaciones.
En el ejemplo anterior, la decisión se hacía sobre la base de un valor actual neto promedio.
Sin embargo, es fácil apreciar que, dependiendo de su grado de aversión al riesgo, algunos inversionistas podrían optar por continuar regionalmente.
Una manera de obviar este problema es medir los árboles de decisión probabilísticos que, además de las características señaladas, permiten que todas las cantidades, variables y sucesos aleatorios puedan representarse por distribuciones continuas de probabilidad. Así mismo, la información acerca del resultado de cualquier combinación de decisiones puede ser expresada probabilísticamente, lo que permite su comparación, considerando sus respectivas distribuciones de probabilidad.
Modelo de simulación de Monte Carlo
El modelo de Monte Carlo, llamado también método de ensayos estadísticos, es una técnica de simulación de situaciones inciertas que permite definir valores esperados para variables no controlables, mediante la selección aleatoria de valores, donde la probabilidad de elegir entre todos los resultados posibles está en estricta relación con sus respectivas distribuciones de probabilidades.
En la actualidad se dispone de varios software que solucionan fácilmente esta tarea.
Programas como Crystal Ball, Parisimet, SimulAr, EasyPlanEx permiten asignarle a determinadas variables un comportamiento aleatorio posible de definir por medio de una distribución de probabilidades que se elige de entre varias opciones que ofrece cada software: normal, triangular, uniforme, beta, lognormal, gamma, exponencial, pareto, etcétera.
De esta manera, el programa selecciona un valor aleatorio al azar para cada variable elegida, el cual está acorde con la distribución de probabilidades asignada a cada una. Al pedirle que ejecute, por ejemplo, mil iteraciones, permite obtener valores actuales netos, los cuales presenta en un resumen gráfico con los resultados de la simulación. Además de entregar información estadística, indica el porcentaje de escenarios en que el VAN es igual o superior a cero.
Si las variables inciertas relevantes en un proyecto fuesen, por ejemplo, la demanda y la participación de mercado, deberá aplicarse en ambas la simulación para estimar su comportamiento en el futuro. Supóngase que estudios realizados señalan que la demanda
global esperada del mercado tiene la siguiente distribución de probabilidades:
Demanda Probabilidad
 Demanda Probabilidad 
200.000 0,10
250.000 0,25
300.000 0,35
 350.000 0,15
 400.000 0,10
 450.000 0,05
Al mismo tiempo, supóngase que la participación en el mercado para el proyecto sea también una variable incierta, para la cual se estima la siguiente distribución de probabilidades:
Participación Probabilida d Demanda Probabilidad
0,08 0,26
0,09 0,22
0,10 0,16
0,11 0,13
0,12 0,10
0,13 0,07
0,14 0,05
0,15 0,01
Supóngase, además, que la demanda global del mercado está correlacionada con la tasa de crecimiento de la población, que se estima en un 2% anual a futuro. El precio y los costos asociados con el proyecto se suponen conocidos o su resultado
futuro menos incierto.
El primer paso en la solución consiste en expresar matemáticamente el problema. En
este caso, la demanda por año que podría enfrentar el proyecto se puede expresar como:
donde corresponde a la demanda del proyecto, a la demanda global y p al porcentaje de participación del proyecto en el mercado.
La tasa de crecimiento de la demanda se incorporará al final como un factor de incremento sobre la demanda del proyecto. Una alternativa es incorporarlo en la fórmula
anterior, lo que permite obtener el mismo resultado, con cálculos más complejos.
El siguiente paso del método Monte Carlo es la especificación de la distribución de probabilidades de cada variable. En el ejemplo, las variables que deben especificar su
distribución de probabilidades son la demanda global del mercado y la participación del proyecto.Posteriormente en ambos casos se deberá calcular la distribución de probabilidad acumulada y la asignación de rangos de números entre 0 y 99 (o sea, 100
números). A continuación se muestran estos cálculos para las dos variables en estudio.
Demanda global
Distribución de
 Demanda Distribución de Probabilidad Asignación Nos.
 Global probabilidades acumulada representativos
 200.000 0,10 0,10 00 09
 250.000 0,25 0,35 10 34
 300.000 0,35 0,70 35 69
 350.000 0,15 0,85 70 84
 400.000 0,10 0,95 85 94
 450.000 0,05 1,00 95 99
Participación
de mercado
Distribución de
probabilidades
Probabilidad
acumulada
Asignación Nos.
representativo
0,08 0,26 0,26 00 25
0,09 0,22 0,48 26 47
0,10 0,16 0,64 48 63
0,11 0,13 0,77 64 76
0,12 0,10 0,87 77 86
0,13 0,07 0,94 87 93
0,14 0,05 0,99 94 98
0,15 0,01 1,00 99
La asignación de números representativos se efectúa en proporción a la probabilidad acumulada. Así por ejemplo, si el 10% se encuentra en el rango de hasta 200.000, deben asignarse 10 números representativos (0 al 9). Como hasta 250.000 hay un 35% de probabilidades, se asignan 35 números representativos (0 al 34).
La etapa siguiente del modelo requiere tomar al azar números aleatorios. Para ello, se puede usar una tabla de números aleatorios como la del cuadro 17.1. Cada número seleccionado debe ubicarse en la columna “Asignación de números representativos”.
Una vez localizado, se da el valor correspondiente de demanda global, el cual se ajusta por el porcentaje de participación en el mercado obtenido de igual manera. Por ejemplo, si se usa la tabla de números aleatorios de arriba hacia abajo, se encuentra que el primer número es 23, el cual se ubica en el rango 10-34 de la asignación de números representativos del cuadro de demanda global, lo que hace seleccionar el primer valor de 250.000. El segundo número aleatorio es 05, el cual se ubica en el rango 0-25 de la asignación de números representativos (cuadro 17.2) de la participación del proyecto en el mercado, lo que hace seleccionar el valor de 0,08.
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