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La_construcción_social_de_la_realidad_resumen_Berger,_P;_Luckmann

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Resumen										27/03/18
La construcción social de la realidad – (Peter Berger – Thomas Luckmann).
Introducción
El problema de la sociología del conocimiento.
La realidad se construye socialmente y la sociología del conocimiento debe analizar los procesos por los cuales esto se produce. La realidad se define como una cualidad propia de los fenómenos que reconocemos como independientes de nuestra propia volición, y el Conocimiento se define como la certidumbre de que los fenómenos son reales y que poseen características específicas. Se pregunta: Cómo la noción de libertad a llegado a darse por establecida en unas sociedades y en otras no; Cómo algunas de esas sociedades conservan su realidad; Cómo esa realidad puede desaparecer para un individuo o para una colectividad entera. Las acumulaciones específicas de Realidad y Conocimiento pertenecen a contextos sociales específicos. La necesidad de una sociología del conocimiento está dada por las diferencias observables entre sociedades, en razón de lo que ellas establecen como conocimiento. Debe ocuparse de los modos generales por los cuales las realidades se dan por conocidas en las sociedades humanas. Debe tratar las variaciones empíricas del conocimiento en las sociedades humanas y los procesos por los que el conocimiento llega a quedar establecido socialmente como realidad. Se enfoca en todo lo que una sociedad considera como conocimiento y en un análisis de la construcción social de la realidad.
La sociología del conocimiento se ocupa de la relación entre el pensamiento humano y el contexto social en el que se origina. Su foco es la determinación existencial del pensamiento en cuanto tal. Analiza las relaciones concretas entre el pensamiento y sus situaciones históricas. La sociedad determina la presencia pero no la naturaleza de las ideas. Estudia la selección histórico-social de los contenidos ideacionales, siendo estos últimos independientes de la causalidad histórico-social e inaccesible a la sociología.
Scheler señala: “¿Cómo el conocimiento es ordenado por la sociedad?; El conocimiento humano se da en la sociedad antes de examinar un asunto concreto (a priori) de la experiencia individual proporcionando su ordenación de significado, cuya ordenación es relativa a una situación histórico-social y asume la apariencia de una manera de contemplar el mundo. Es decir, la concepción relativo-natural del mundo de una sociedad”.
Es el análisis de las ideas, del pensamiento teórico, de la relatividad y determinación del pensamiento humano, de la historia de las ideas, aunque estas son parte del conocimiento. La sociología del conocimiento se ocupa de lo que se considere conocimiento de la sociedad. Se ocupa de lo que la gente conoce como realidad. Es el conocimiento del sentido común -más que las ideas- lo que constituye el tema central de la sociología del conocimiento. El conocimiento constituye el edificio de significados sin el cual ninguna sociedad podría existir.
La sociedad posee facticidad objetiva y está construida por una actividad que expresa un significado subjetivo, este carácter dual constituye su realidad singular. ¿Cómo es posible que los significados subjetivos se vuelvan facticidades objetivas? ¿Cómo es posible que la actividad humana produzca un mundo de cosas? Es decir, cómo se construye la realidad.
I.- Los fundamentos del conocimiento en la vida cotidiana
	1. La realidad de la vida cotidiana
Se parte de un análisis del conocimiento, el cual orienta la conducta en la vida cotidiana y como se presenta esta realidad en las diversas perspectivas teóricas. Para ello se debe clarificar la realidad al sentido común que compone la sociedad. Se debe entender la realidad de la vida cotidiana con su carácter intrínseco. La vida cotidiana se presenta como una realidad interpretada por teóricos, la cual para ellos tiene un significado subjetivo de un mundo coherente. 
El mundo de la vida cotidiana no se da por establecido como realidad por lo miembros ordinarios de la sociedad en el comportamiento subjetivamente significativo de sus vidas, sino que se origina en sus pensamientos y acciones, siendo sustentado como real por estos.
Los fundamentos del conocimiento en la vida cotidiana son: las objetivaciones de los procesos y significados subjetivos, por medio de los cuales se construye el mundo intersubjetivo del sentido común.
La conciencia es intencional, siempre se dirige a objetos, los cuales se experimentan como parte de un mundo físico exterior, o se aprehenda como elementos de una realidad subjetiva interior. Nunca podemos aprehender tal substrato supuesto de conciencia en cuanto tal, sino solo la conciencia de aquello.
El yo = auto-conciencia ordinaria en la vida cotidiana.
Se parte del carácter intencional común de toda la conciencia. Se tiene conciencia de que existen realidades múltiples, una de ellas se presenta como la realidad por excelencia, la realidad de la vida cotidiana. Es por ello que se produce una tensión en la conciencia, ya que la vida cotidiana se impone de manera masiva, urgente e intensa. Luego, se experimenta la vida cotidiana en estado de plena vigilia, se existe y se aprehende la realidad de la vida cotidiana como algo normal, reflejando una actitud natural. Se aprehende la realidad de la vida cotidiana como una realidad ordenada, sus fenómenos son independientes de la aprehensión que uno hace de ellos mismos, aquí entonces, la realidad de la vida cotidiana se presenta ya objetivada, constituida por un orden de objetos. El lenguaje proporciona objetivaciones y dispone el orden dentro del cual estas adquieren sentido y significado.
La realidad de la vida cotidiana se organiza alrededor del “aquí” de un cuerpo, y el “ahora” de un presente. El aquí y ahora es el foco de atención de la realidad de la vida cotidiana. Lo que “aquí y ahora” se presenta en la vida cotidiana es lo realissimum de la conciencia.
La realidad de la vida cotidiana se presenta como un mundo intersubjetivo por que se comparte con los otros, diferenciando la vida cotidiana con otras realidades de las que se tiene conciencia. No se puede existir en la vida cotidiana sin interactuar con los otros. Hay una correspondencia continua entre los significados de uno y de los otros en este mundo, compartiendo un sentido común de la realidad. La actitud natural es la actitud de la conciencia del sentido común.
El mundo de la vida cotidiana se estructura tanto en el espacio como en el tiempo. La estructura espacial es periférica con respecto a las consideraciones del presente. La temporalidad es una propiedad intrínseca de la conciencia, los cuales tienen niveles intrasubjetivamente, aunque la intersubjetividad tiene una dimensión temporal en la vida cotidiana. El tiempo en la realidad cotidiana es continuo y limitado. La estructura temporal es coercitiva. Solo dentro de la estructura temporal conserva la vida cotidiana su acento de realidad.
	2. Interacción social en la vida cotidiana.
¿Cómo se experimenta a esos otros en la vida cotidiana? Una de las primeras experiencias es la situación cara a cara como prototipo de interacción social. El aquí y ahora de ambos gravitan continuamente, expresando síntomas de subjetividad próximos. Sin embargo, cuando la relación no es cara a cara es remota.
En la situación cara a cara, el otro es completamente real. En ésta situación el otro es “más real” que uno mismo. Sin embargo, el otro no puede acceder a mi subjetividad, por tanto con el pasado al alcance de la memoria, se produce un “mejor conocimiento de uno mismo”. Si no se tiene reflexión, este conocimiento no se presenta directamente, el otro, en cambio, si se me presenta directamente en la situación cara a cara. Por lo tanto, “lo que él es” se halla continuamente a mi alcance. “Lo que yo soy” no está a mi alcance. Para que la reflexión ocurra, se debe interrumpir la espontaneidad y retrotraer la atención en uno mismo.
La realidad social de la vida cotidiana es aprehendida por un continuum de tipificaciones que se vuelven anónimas a medida que se alejan del“aquí y ahora” de la situación cara a cara. La estructura social es la suma total de estas tipificaciones y de las pautas de interacción.
	3. El Lenguaje y el Conocimiento en la vida cotidiana.
La expresividad humana es capaz de objetivarse, los cuales sirven como índices de procesos subjetivos que son accesibles en las situaciones cara a cara.
Una objetivación de subjetividades humanas, es la significación humana, es decir, lo signos. Los signos se agrupan en una cantidad de sistemas. Tanto los signos como los sistemas son objetivaciones que están más allá de las intenciones subjetivas del “aquí y ahora”.
El lenguaje son signos vocales. Comprender el lenguaje es vital para comprender la realidad de la vida cotidiana. El lenguaje se puede transformar en un depósito objetivo de significados que se preserva a través del tiempo. En la situación cara a cara, el lenguaje posee una cualidad inherente de reciprocidad, permitiendo el acceso a las subjetividades en la cercanía intersubjetiva de la situación. El lenguaje hace más real la subjetividad. El lenguaje se origina en la vida cotidiana, se refiere a la realidad que experimenta la conciencia en vigilia.
En un sistema de signos, el lenguaje posee la cualidad de objetividad, se presenta como facticidad externa y es coercitivo. El lenguaje permite objetivar las experiencias diarias. Tipifica experiencias.
Las trascendencias tienen dimensiones espaciales, temporales y sociales. Es por ello, que el lenguaje puede hacer presente objetos ausentes, siendo objetivados experiencias y significados en el “aquí y ahora”.
El lenguaje puede trascender la realidad de la vida cotidiana. El simbolismo y el lenguaje simbólico constituyen la esencia de la realidad de la vida cotidiana y de la aprehensión de la realidad por parte del sentido común.
Los campos semánticos posibilitan la objetivación, retención y acumulación de experiencias biográficas e históricas. Determinan lo que se retiene y lo que se olvida en la experiencia individual y social. En virtud de esta acumulación se genera un conocimiento social que está al alcance del individuo en la vida cotidiana. De la participación con el otro junto al cúmulo social del conocimiento se produce la ubicación de los individuos en la sociedad.
El cúmulo social de conocimiento presenta al mundo cotidiano de manera integrada, diferenciando zonas de familia o zonas lejanas. La realidad de la vida cotidiana es una zona de claridad, detrás de la cual hay un trasfondo de sombras.
La distribución social del conocimiento que constituye la realidad cotidiana, tiene diferentes individuos que lo poseen en grados diferentes.
II.- La sociedad como realidad objetiva.
	1.- Institucionalización
a) organismo y actividad.
Las relaciones del humano están estructuradas por su constitución biológica, en donde radican los instintos. Para producir su desarrollo como humano debe estar ligado a un ambiente natural y humano en una interrelación. Este desarrollo tiene una continua interferencia socialmente determinada. El humano a la vez manifiesta una enorme plasticidad y susceptibilidad ante las fuerzas ambientales que actúan sobre él. 
La humanidad es variable desde el punto de vista socio-cultural.
En la interrelación que tiene el humano con su ambiente, se va formando el yo humano, con identidad reconocible subjetiva y objetivamente.
Los procesos sociales que determinan la plenitud del organismo, producen el yo en su forma particular y culturalmente relativa. El yo no se puede entender si se separa del contexto social que lo forma. El humano es un cuerpo y tiene un cuerpo, cuya relación es excéntrica. La auto-producción del humano es siempre y por necesidad una empresa social.
Los humanos producen juntos un ambiente social con la totalidad de sus formaciones socio-culturales y psicológicas. Los fenómenos específicamente humanos están inmersos en el dominio de lo social. Lo humano y su socialidad están entrelazados íntimamente.
La existencia del humano se desarrolla empíricamente en un contexto de orden, dirección y estabilidad. ¿Dé donde deriva la estabilidad del orden humano que existe empíricamente? 
Primero, todo desarrollo individual del organismo está precedido por un orden social dado. Segundo, este desarrollo se va transformando por el orden social.
¿De qué manera surge el orden social? Es una producción humana en constante externalización. El orden social no forma parte de la “naturaleza de las cosas” ni tampoco de las “leyes de la naturaleza”.
La inestabilidad inherente al organismo humano exige como imperativo que el humano mismo proporcione un contorno estable a su comportamiento. Él mismo debe especializar y dirigir sus impulsos.
b) Orígenes de la institucionalización.
Toda actividad humana está sujeta a la habituación. Las acciones habitualizadas retienen su carácter significativo para el individuo, aunque psicológicamente restringe las opciones. La habituación provee el rumbo y la especialización de la actividad que falta en el equipo biológico del humano, aviando impulsos no dirigidos. La actividad habitualizada abre la deliberación e innovación.
El proceso de habituación antecede a la institucionalización. La habituación de la actividad humana se desarrolla en la misma medida que su institucionalización. 
¿Cómo surgen las instituciones?
La institucionalización aparece cada vez que se da una tipificación recíproca de acciones habitualizadas. Toda tipificación de acciones habitualizadas es una institución. La institución tipifica a los actores individuales y sus acciones individuales.
Las instituciones implican historicidad y control. Las tipificaciones recíprocas de acciones se construyen en el curso de una historia común. Las instituciones controlan el comportamiento humano, estableciendo pautas que lo canalizan en una dirección determinada, lo cual es un carácter inherente a la institucionalización.
El control social primordial se da de por sí en la vida de la institución en cuanto tal.
La institucionalización es algo incipiente en toda situación social que se continúe en el tiempo. Las tipificaciones recíprocas, pueden ser rutinas establecidas de manera concomitante. Se va construyendo un trasfondo para estabilizar sus acciones separadas y su interacción. Con ello se posibilita la división del trabajo, llevando a nuevas habituaciones. Es Decir, se estará construyendo un mundo social que contendrá en su interior un orden institucional, pero deberá existir una situación social continua donde las acciones habitualizadas se entrelacen. 
Un mundo institucional se experimenta como realidad subjetiva. Tiene una historia que antecede al nacimiento del individuo y no es accesible a su memoria. La historia de una institución tiene un carácter objetivo y la biografía del individuo está ubicada dentro de la historia objetiva de la sociedad.
Las instituciones en cuanto facticidades históricas y objetivas, se enfrentan al individuo como hechos innegables. Las instituciones están ahí, fuera de él. Persisten en su realidad, no pueden desaparecer, se resiste a los cambios, sobre el humano ejerce un poder de coacción tanto de por sí, como por la fuerza pura de su facticidad o por los mecanismos de control.
Las instituciones existen como realidad externa. El humano no puede comprenderlas por introspección, sino que debe salir a conocerlas. Ya que el mundo social es comprensible, no así el mundo natural.
La objetividad del mundo institucional, es una objetividad de producción y construcción humana.
El proceso por el que los productos externalizados de la actividad humana alcanzan el carácter de objetividad, se llama objetivación.
La relación humano (productor) y mundo social (su producto) es dialéctica. Interactúan, la externalización y la objetivación son momentos de un proceso dialéctico continuo. El tercer proceso es la internalización, donde el mundo social objetivado se proyecta en la conciencia durante la socialización).
La sociedad es un producto humano.La sociedad es una realidad objetiva. El o La humano es un producto social.
Con la transmisión del mundo social a una nueva generación (internalización según se efectúa en la socialización) aparece la dialéctica fundamental en su totalidad. El mundo institucional requiere legitimación, es decir, modos de poder explicarse y justificarse. A las nuevas generaciones el significado de la institución les resulta inaccesible por la memoria. Por lo tanto, se explica el significado mediante diversas fórmulas de legitimación, las cuales pueden ser cognoscitivas o normativas.
Las instituciones invocan autoridad sobre el individuo. Las instituciones tienden a la cohesión.
Existe una Reciprocidad significativa en procesos de institucionalización. La conciencia reflexiva superpone la lógica al poder institucional. El lenguaje proporciona la superposición fundamental de la lógica al mundo social objetivado. El lenguaje es el instrumento de la legitimación. La lógica que se le atribuye al orden institucional es parte del conocimiento social, que se da por establecido.
c) Sedimentación y tradición
La conciencia retiene algunas experiencias que se van sedimentando, quedando estereotipadas en el recuerdo como entidades reconocibles y memorables. También existe la sedimentación intersubjetiva, cuyas experiencias provienen de un conocimiento común. Ésta sedimentación intersubjetiva es social cuando se han objetivado los signos y las experiencias compartidas, para luego transmitir esas experiencias. El lenguaje objetiva las experiencias y las hace accesible a todos, siendo base e instrumento del acopio colectivo del conocimiento.
La objetivización de la experiencia en el lenguaje permite su incorporación a la tradición.
Las legitimaciones pueden sucederse unas a otras otorgando nuevos significados a las experiencias sedimentarias de una colectividad.
La historia pasada de la sociedad puede volver a ser interpretada sin que implique subvertir el orden institucional.
La transmisión de significados de una institución se basa en el reconocimiento social como solución a los problemas de la colectividad.
Los significados objetivados de la actividad institucional se conciben como un “conocimiento” y se transmiten como tal. El “saber” y “no saber” se define como realidad. Toda transmisión de significados institucionales entraña procedimientos de control y legitimación, anexos a las instituciones. 
d) roles
Tanto las acciones del otro y del yo, en la auto conciencia, se van estructurando según sean objetivadas. El actor se identifica con las tipificaciones de comportamiento objetivadas socialmente, pero se aleja de ellas cuando reflexiona sobre su comportamiento. El Yo actuante y el otro actuante se aprehenden no como individuos, sino como tipo intercambiables.
Los roles son clases de tipificaciones en un contexto de un cúmulo de conocimiento objetivizado común a un grupo de actores. Los roles son tipos de actores. La institucionalización del comportamiento genera roles, al ser desempeñados, los individuos están en un mundo social y al internalizar el rol, el mundo cobra realidad subjetiva.
Los roles –al igual que las instituciones- tienen como origen las habituaciones y objetivaciones.
¿Qué roles llegan a institucionalizarse? O ¿Qué áreas del comportamiento se institucionalizan?
Todo comportamiento institucionalizado involucra roles, los cuales son controlados por la institución. Los roles representan el orden institucional. Los roles posibilitan que exista la institución. 
e) alcance y modos de la institucionalización
Relación entre institución y conocimiento. El alcance depende de la generalidad de las estructuras de relevancia. Si es compartida en la sociedad, su alcance será amplio, mientras que si no es compartida, su alcance será restringido.
Los modos son los subuniversos en la sociedad.
La reificación implica que el humano se olvida que él mismo creó el mundo humano. El mundo reificado, es un mundo deshumanizado. La reificación es una modalidad de la conciencia, de la objetivación del mundo humano. Por medio de la reificación, el mundo de las instituciones parece fusionarse con el mundo de la naturaleza.
	2. Legitimación
a) Orígenes de los universos simbólicos.
La legitimación constituye una objetivación de significado de “segundo orden”. Produce nuevos significados. Su función es que las objetivaciones de “primer orden” ya institucionalizadas lleguen a ser objetivamente disponibles y subjetivamente plausibles. Su otro propósito es la “integración”.
Primero: existe un nivel horizontal de integración y plausibilidad subjetiva, que relaciona el orden institucional en general donde participan varios individuos en varios roles.
Segundo: se agrega, un nivel vertical dentro del espacio de vida de cada individuo, la cual debe adquirir un significado que preste plausibilidad subjetiva al conjunto, es decir, que debe cobrar significado subjetivo en el orden institucional.
El problema de la legitimación es cuando las objetivaciones históricas del orden institucional deben transmitirse a una nueva generación.
La legitimación constituye que el carácter auto-evidente de las instituciones no se puede mantener por medio de las habituaciones, ya que la unidad histórica se quiebra. Para restaurarla se ofrecen explicaciones y justificaciones de la tradición.
La explicación se relaciona con lo cognoscitivo y la justificación con lo normativo, ambos como elementos de la legitimación. La legitimación indica al individuo por qué debe realizar una acción y no otra; también le indica por qué las cosas son lo que son.
La legitimación incipiente se produce cuando se transmite un sistema de objetivaciones lingüísticas de la experiencia humana. Este nivel es pre-teórico pero es un fundamento del conocimiento auto-evidente.
El segundo nivel de legitimación corresponde a proposiciones teóricas referente a variados grupos de significados objetivos. Son esquemas pragmáticos y acciones concretas.
El tercer nivel son teorías explícitas sobre la legitimación institucional en términos de un conocimiento diferenciado. Al ser compleja, la transmite un personal especializado mediante procedimientos formalizados de iniciación. De esta manera, las teorías legitimadoras trascienden lo pragmático y se vuelve teoría pura.
Los universos simbólicos son el cuarto nivel de legitimación. Son cuerpos de tradición teórica, integran zonas de significado y abarcan el orden institucional en una totalidad simbólica.
Los procesos simbólicos son procesos de significación que se refieren a realidades que no son las de la experiencia cotidiana. Todos los sectores del orden institucional se integran, porque ya es posible concebir que toda la experiencia humana se desarrolla dentro de este nivel.
El universo simbólico es la matriz de todos los significados objetivados socialmente y subjetivamente reales. También las situaciones marginales de la vida del individuo están dentro del universo simbólico.
Los universos simbólicos son productos sociales que tienen una historia. Integran las realidades marginales y la realidad de la vida cotidiana, siendo realidad sombría y realidad luminosa respectivamente. La sombría es negativa para la vida en sociedad y la luminosa es más real.
El universo simbólico tiene una función nómica en cuanto a la experiencia individual, es la esfera a la que pertenecen todas las formas del comportamiento institucional y de roles, el universo simbólico otorga legitimación al orden institucional y otorga primacía en la jerarquía de la experiencia humana.
El universo simbólico ordena y legitima los roles cotidianos.
El universo simbólico vincula a los humanos con sus antepasados y sucesores en una totalidad significativa. Cuando el universo simbólico integra todos los procesos institucionales aislados, la sociedad adquiere sentido. 
La legitimación del orden institucional es una valla al caos. Los orígenes del universo simbólico arraigan en la constitucióndel humano. La existencia humana es una externalización continua, ya que construye su mundo en el que se externaliza, es allí entonces, cuando proyecta sus propios significados en la realidad.
b) Mecanismos conceptuales para el mantenimiento de los universos simbólicos
El universo simbólico como construcción cognoscitiva es teórico, debido a una reflexión subjetiva y una objetivación social que establecen vínculos entre los significados de las diversas instituciones.
Existe una legitimación del orden institucional y una legitimación del universo simbólico.
Si el universo simbólico no se transforma en problema, se autolegitima por la facticidad de su existencia objetiva en la sociedad. Donde ocurra esto, el sistema es armonioso, perfecto y cerrado. Esto no existe en la realidad, dado las tensiones inevitables de los procesos de institucionalización.
Su problema radica en su transmisión de una generación a otra, porque el universo simbólico no está totalmente establecido.
El universo simbólico no puede experimentarse como tal en la vida cotidiana, trasciende a esta última, no resulta posible enseñar su significado de forma directa como si pueden enseñarse los significados de la vida cotidiana. 
Esto se acentúa cuando grupos de habitantes comparten versiones divergentes del universo simbólico.
Los mecanismos conceptuales para el mantenimiento de los universos son en sí mismos productos de la actividad social. Estos mecanismos conceptuales se relacionan con el poder que posee quien los maneja.
Los mecanismos conceptuales que mantienen los universos simbólicos siempre entrañan la sistematización de legitimaciones cognoscitivas y normativas que ya estaban presentes en la sociedad.
El material que construye la legitimación de los universos simbólicos es la integración teórica de las legitimaciones de las diversas instituciones. Le da continuidad a esquemas explicativos y exhortativos. 
Una antigua conceptualización para el mantenimiento de universos tiene forma mitológica. 
Una transición se produce hacia la teología. El pensamiento teológico se aleja del cúmulo general del conocimiento de la sociedad y por ello es más difícil de adquirir. Es ininteligible para el pueblo en general. 
Se produce una coexistencia entre una mitología sencilla para las masas y una teorización sofisticada para una élite, donde ambas contribuyen para mantener un universo simbólico.
Las conceptualizaciones filosóficas y científicas del cosmos son propiedad de élites de especialistas, cuyo conocimiento se aleja del conocimiento común de la sociedad en general.
La ciencia aleja del mundo de la vida cotidiana lo sagrado y el conocimiento. Son los especialistas los que mantienen el universo.
Existen dos aplicaciones para los mecanismos conceptuales que mantienen los universos: la terapia y el aniquilamiento.
La terapia se asegura que los desviados permanezcan dentro de las definiciones institucionalizadas (oficiales) de la realidad. Es una categoría de control social. La terapia utiliza un mecanismo conceptual para mantener a todos dentro del universo. El aniquilamiento liquida todo lo que este fuera del universo. 
c) organización social para el mantenimiento de los universos simbólicos.
El universo construido socialmente cambia por las actividades humanas. Los individuos y sus grupos concretos definen la realidad.
Las simbolizaciones abstractas, son teorías alejadas de la experiencia concreta de la vida cotidiana, que son ratificadas por el apoyo social.
Las teorías son convincentes porque funcionan como conocimiento normal o establecido.
Los expertos universales ejercen un monopolio sobre las definiciones últimas de la realidad social, es decir, que una sola tradición simbólica mantiene al universo, por ende, la sociedad acepta la tradición.
La tradición monopolizadora y sus administradores especialistas tienen una estructura unificado de poder, para imponer las definiciones tradicionales a la población. Aunque también existe la competencia que puede ser aniquilada o aislada.
Las situaciones monopolistas tienen un alto grado de estabilidad socio-estuctural.
Las definiciones tradicionales de la realidad impiden el cambio social, sin embargo, las rupturas de estas definiciones aceleran el cambio social.
Ideología es una definición particular de la realidad anexada a un poder concreto. Lo que distingue a la ideología es que el mismo universo general se interpreta de maneras diferentes que depende de intereses creados concretos dentro de la sociedad. Las ideologías generan solidaridad.
Para romper con la tradición monopolistas, la ideología debe legitimar teóricamente la desmonopolización 
La situación pluralista acelera el cambio social, ya que presupone una sociedad urbana con una alta división del trabajo, alta diferenciación concomitante en la estructura social y un gran superávit económico, lo cual indica una sociedad industrial moderna.
El pluralismo va destruyendo la resistencia que tiene las definiciones tradicionales de la realidad. Fomenta el escepticismo y la innovación. Es subversivo a la realidad tradicional.
El intelectual es un tipo marginal.
III. la sociedad como realidad subjetiva.
1. Internalización de la realidad
a) Socialización primaria
La sociedad como realidad objetiva y subjetiva. Se reconoce así porque la sociedad está en un proceso dialéctico: externalización, objetivación e internalización. Las tres caracterizan simultáneamente a la sociedad. El individuo en tanto externaliza su propio ser y el mundo social, y lo internaliza como realidad objetiva.
El individuo es inducido a participar en la dialéctica de la sociedad. 
Primero La internalización: es la aprehensión inmediata de un acontecimiento objetivo en cuanto expresa significado. En sentido general, constituye la base para la comprensión de los semejantes y para la aprehensión del mundo como realidad significativa y social. Esto se produce cuando el individuo asume un mundo donde viven otros. Tanto uno como el otro, tienen una mutua aprehensión de mutuas definiciones e identificación compartidas. No solo vivimos en el mismo mundo sino que participamos cada uno en el ser del otro.
Si finaliza aquello es miembro de la sociedad, lo que indica un proceso ontogénico de socialización. Éstas se define como la inducción del individuo en el mundo objetivo de una sociedad.
El individuo nace dentro de una estructura social objetiva y un mundo social objetivo, junto con otros significantes encargados de su socialización que son impuestos. Es presentada la propia situación individual como realidad objetiva. Los otros significantes mediatizan el mundo.
Se genera una adhesión emocional hacia los otros significantes
La internalización se produce solo cuando se produce la identificación, es esto cuando se particulariza, debido a un análisis previo. Acepta el mundo de ellos.
Las identificaciones se realizan dentro de horizontes de un mundo social específico.
El individuo contempla al otro generalizado, ya que se forma en la conciencia una significación del otro, ahora se identifica con el otro y con una generalidad de otros, un sociedad. Con esa identificación generalizada logra estabilidad su auto-identidad.
Internaliza la sociedad en cuanto tal y la realidad objetiva en ella establecida con su identidad. 
Proceso de internalización: se cristaliza subjetivamente la identidad, sociedad y realidad. El lenguaje aquí es el instrumento más importante de la socialización.
Cuando el otro generalizado se ha cristalizado en la conciencia, se establece una relación simétrica entre la realidad objetiva y subjetiva
La relación entre individuo y el mundo social objetivo es como un acto de equilibrio continuo.
¿Cómo se mantiene la conciencia de la realidad internalizada en la socialización primaria?
b) Socialización secundaria
Se aprehende el contexto institucional. La realidad del conocimiento internalizado en la socialización secundaria se descarta más fácilmente. Se necesitan biográficos para desintegrar la realidad masiva internalizada de la socialización primaria.
c) Mantenimientoy transformación de la realidad objetiva
La socialización nunca termina. Se desarrollan procedimientos de mantenimiento de la realidad para que exista simetría entre una subjetiva y otra objetiva. Defensa de la realidad subjetiva sobre la realidad tal cual se aprehende en la conciencia. 
Mantenimiento de internalización primarias frente a situaciones marginales, porque el individuo aprecia su realidad subjetiva.
Existe el mantenimiento de rutina (la realidad internalizada en la vida cotidiana) y el mantenimiento de crisis (realidad internalizada en situaciones de crisis).
El otro significante o no reafirma la identidad, confirma su realidad significativa.
El vehículo para el mantenimiento de la realidad es el diálogo. El diálogo cotidiano mantiene la realidad subjetiva. También lo modifica.
Estructura de plausibilidad. La realidad subjetiva puede transformarse. Vivir en sociedad es un proceso continuo de modificación de la realidad subjetiva.
La realidad subjetiva nunca se socializa totalmente, pero se pueden transformar, esto se define como alternaciones. (conversión religiosa). Desafiliarse del mundo anterior. La realidad antigua y los otros significantes se vuelven a re-interpretar dentro del aparato legitimador de la nueva realidad.
La ruptura biográfica se identifica con una separación cognoscitiva la obscuridad y la luz.
Re-socialización y socialización secundaria sobre las internalización primarias. Allí se producen transformaciones parciales de la realidad subjetiva (movilidad social).
En la re-socialización el pasado se re-interpreta conforme con la realidad presente.
En la socialización secundaria, el presente se interpreta en relación continua con el pasado.
	2.- Internalización y estructura social.
La socialización deficiente entraña la posibilidad de la alternación internalizada como rasgo permanente de la auto-aprehensión subjetiva del individuo.
El individualismo es una socialización deficiente, ya que se produce una elección individual entre realidades e identidades discrepantes.
Nuestro propio comportamiento institucionalizado puede aprehenderse como un rol del que podemos separarnos en nuestra propia conciencia y que podemos representar con control manipulativo.
Juegan a ser lo que se supone que no son.
	3.- Teorías de la identidad
La identidad es un elemento de la realidad objetiva con relación dialéctica con la sociedad.
Tanto la formación como el mantenimiento de la identidad, se determinan por la estructura social y la conciencia individual, como interjuego del organismo.
Hay tipo de identidades en estructuras sociales históricas.
La situación psicológica está relacionada con las definiciones sociales de la realidad en general y socialmente.
Las teorías psicológicas legitiman los procedimientos establecidos en la sociedad para el mantenimiento y reparación de la identidad.
	4.- Organismo e Identidad
En la socialización la animalidad del humano se transforma, pero no queda abolida. Se produce una dialéctica entre naturaleza y la sociedad. Dialéctica entre el substrato biológico del individuo y su identidad producida socialmente.
Limitación mutua del organismo y la sociedad, es decir, la longevidad. La sociedad determina cuanto vivirá el organismo individual.
La sociedad puede matar y mutilar.
La sexualidad y la nutrición son canalizados socialmente, por lo que ponen límites a esa actividad y afecta al organismo. 
La canalización social de las actividades constituye la esencia de la institucionalización, que es el fundamento para la construcción social de la realidad.
La realidad social determina la actividad, la conciencia y el organismo.
La dialéctica se manifiesta como la resistencia del substrato biológico a su amoldamiento social.
El yo social interior es dominado u obligado por el yo social exterior.
Conclusión
La sociología del conocimiento y la teoría sociológica.
Rol del conocimiento en la dialéctica entre individuo y sociedad, entre identidad personal y estructura social.

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