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PREGUNTAS REFERENTES A LA FORMACION DOCENTE

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La educación de antes cuando no había internet, el estudiante se motivaba a indagar en las bibliotecas, consultar en los periódicos, y por supuesto existía un sistema educativo tradicional, en la cual existía una planificación escolar tradicional, en donde el maestro era transmisionista y el estudiante era receptor, poco participativo en clases, pero cumplía ciertas reglas impartidas por su maestro. ¿Qué diferencia existe entre Ipods, MP3 Players, netbooks, pendrives, y los recursos de la educación anterior?, se puede decir que se usaban la pizarra, cartulina escolar y libros y algo más importante como medio la cabeza del estudiante para sus procedimientos cognitivos, claro la educación tradicional se hacían en infraestructuras menos favorables, los presupuestos eran deficitarios, en la actualidad contamos con una plataforma tecnológica si se puede decir medianamente alta y con un presupuesto medianamente alto, pero deficitario para algunos estados, por ejemplo en Caracas llegan los recursos financieros por las partidas presupuestarias, y en Lara tarda más en llegar, porque se queda en la aprobación solamente. Las siguientes preguntas son. ¿Los métodos de estudios de Comenius eran más efectivo a los métodos de estudio modernizado del siglo XXI?. ¿Por qué se subutiliza la educación en los recursos tecnológico educativo cuando se pueda aprovechar de manera acelerada el aprendizaje del niño?; estas interrogantes tienen mucha tela que cortar.
 Simón Bolívar, Libertador, concibió la educación como base esencial de su proyecto político republicano. Imbuido del espíritu más progresista de la filosofía de la ilustración, la educación tenía para él una función transformadora del individuo y no menos, de las mayorías de la América del Sur recién liberadas del sometimiento de la corona española.
 En el discurso de Angostura (15-02-1.819), como ningún otro documento, sobre sale la dimensión política que Bolívar le asignó a la educación. Y esta concepción la compartió con don Simón Rodríguez, y su maestro de infancia y en la juventud, el teórico por excelencia de la educación republicana en ese siglo XIX de luchas independentistas.
 En Bogotá don Simón Rodríguez pone en práctica sus escuelas – talleres abiertos a todos quiere con el decidido apoyo del Estado, fundar desde ellas las repúblicas hispanoamericanas recién establecidas. En una escuela original orientada a la formación de los republicanos, una escuela y educación concebida para que la mayoría accedan a la propiedad y cultura general los haga aptos para gobernarse. Quiere, además que esa escuela – taller sea una escuela social que provea una educación social y que propicie la armonía social. La incomprensión y el egoísmo de las oligarquías le cerraron el paso en Bogotá y Chuquisaca.
 En consecuencia, la República del siglo XIX y buena parte del siglo XX tuvo la amplitud que le dieron los pocos círculos de alfabetizados que hacían y rehacían constituciones a su antojo y manejaron el Estado conforme a su egoísmo social. Ni siquiera el Dr. José María Vargas pudo persuadir a los dueños de haciendas y esclavos a que apoyaran su proyecto de escuela elemental básica, gratuita y obligatoria, tan lejana en su concepción a la de don Simón Rodríguez; y eso que el Dr. Vargas era un sobresaliente representante del sector conservador, ex presidente de la República y responsable de la Dirección General de Instrucción Pública desde su creación en 1838.
Las mayorías nacionales, analfabetas, palúdicas y buenas para carne de cañón de las sucesivas “revoluciones” de los amos de la tierra, tuvieron que esperar el ascenso de Guzmán Blanco al poder en 1870. Ese año, el 27 de junio, se hace público el Decreto de Instrucción Popular Gratuita y Obligatoria. El aludido Decreto, de claro sentido progresivo, aplicaba sólo a la escuela primaria elemental de cuatro años y no cubría la primaria superior. La escuela de Guzmán era la misma de leer, escribir y contar; no proveía al pueblo del saber hacer; no derivaba de ella derecho a la propiedad; no le otorgaba una amplia cultura y nada tenía que ver con la “Escuela social”.
La crisis del sistema político instaurado por Guzmán Blanco, el “Liberalismo Amarillo”, desembocó en otra “revolución”, la Restauradora, acaudillada por Cipriano Castro. Ni la menguada economía sostenida por las exportaciones del café y el cacao; ni la guerra civil promovida por banqueros, comerciantes, caudillos y compañías extranjeras con las banderas de la Libertadora y el posterior bloqueo de las potencias europeas a nuestros puertos, permitieron recursos y sosiego para la tarea educativa con sentido nacional. Luego se nos vino encima la dictadura gomecista que se prolongó por veintisiete años, hasta 1935. Es el período en que Venezuela transita de una economía agro-exportadora a una economía petrolera. Mientras, las mayorías esperaban por un Estado que asumiera con responsabilidad y recursos su postergado derecho a la educación. La escuela graduada, el liceo, la universidad, hasta entonces, seguían siendo para las élites. En el año 1936,cuando en breve pasantía Rómulo Gallegos presenta la Memoria y Cuenta del Ministerio de Instrucción Pública, le informa al Congreso y al país que en educación “todo estaba por hacer”. Carecíamos de jardines de infancia, de escuelas graduadas en número suficiente, de escuelas técnicas y rurales, de instituciones que formaran profesores destinados a la educación media, de escuelas Normales actualizadas y más del 80% de la población era analfabeta. Ese fue el saldo que nos legó la dictadura de Juan Vicente Gómez entregada a las petroleras, a los negocios de familia y círculos de amigos, a la represión feroz del pensamiento disidente; tal el resultado de la práctica mezquina tanto de liberales positivistas como de conservadores en materia educativa. Con el argumento de preservar la calidad educativa, inhibieron toda política que significara la masificación de la educación en todos los niveles; esa fue la orientación desde 1912. La otra orientación reconocible fue la libertad absoluta de la enseñanza que se impuso desde 1914 por solicitud del Ministro de Instrucción Pública Dr. Guevara Rojas, quien contó con la complacencia de la Corte Federal y de Casación y el regocijo de los sectores conservadores, siempre opuestos a esa tradicional y, en general, muy desdibujada presencia del Estado en la educación venezolana del siglo XIX y buena parte del siglo XX. El Código de Instrucción de 1912fue derogado de un plumazo en menos de 15 días con el argumento de que el mismo negaba la iniciativa privada en el campo educativo. Ahora bien, en medio de esa oscuridad gomecista, en sus años finales, una luz se encendió para alumbrar con inteligencia y valentía ese largo camino que aún hoy recorre el pueblo en pos de la cultura, la educación y el goce pleno de sus derechos políticos y sociales. El 15 de enero de 1932, Luis Beltrán Prieto Figueroa, maestro de una escuela pública y estudiante universitario, funda junto con un reducido grupo de educadoras y educadores, la Sociedad venezolana de maestros de instrucción primaria (SVMIP), con el propósito de organizar al magisterio y de educarlo para la reforma de la educación venezolana sobre bases pedagógicas de la escuela nueva: la libertad del niño y del adolescente, la actividad centrada en sus intereses cognitivos y afectivos, la educación a partir de los desarrollos particulares de su naturaleza bio-psicológica, la educación sexual, la coeducación de los sexos, el laicismo en la escuela y el vínculo de ésta con la comunidad local y nacional para formar un espíritu ciudadano que armonizara con nuevos y progresivos intereses nacionales. Era la declaración de una voluntad de lucha contra todas las formas nocivas de la escuela tradicional. Ejemplo de esa voluntad de lucha y transformación es el Proyecto de Ley Orgánica de Educación Nacional que en abril de 1936 introduce Prieto Figueroa al Congreso Nacional dominado en su mayoría por afectos al gomecismo. En la elaboracióndel mencionado Proyecto había participado una Comisión Mixta integrada por la SVMIP, la Federación de estudiantes universitarios, y profesores. En el artículo 1o, se ponía bajo la responsabilidad del Estado la educación del pueblo, se ampliaba la gratuidad de la enseñanza en el sentido de poner a cargo del Estado la obligación de ayudar a los individuos necesitados para que pudieran concurrir a la Escuela. Se invertía la carga; ahora los padres no eran sólo los únicos responsables de la educación de sus hijos. ¿Qué sucedió? Que los sectores conservadores, laicos y religiosos, se movieron contra esa iniciativa y la acusaron en el Congreso, en la prensa y en la calle de atentar contra la religión, contra la tutela de los padres de familia, de pretender establecer el monopolio de la función docente por el Estado y, sobre todo, de tener una clara inspiración sovietizante, socialista, comunista. El Proyecto de Ley Orgánica de Educación fue rechazado por la mayoría gomecista en el Congreso con aplausos desde el púlpito. Nada extraño. Los gomecistas no se habían ocupado de la educación del pueblo en, no podía separarse de las orientaciones de la Encíclica Divini Illius Magistri (1929) de Pío XI, en la que se condenaba tanto la tesis del Estado docente como la pedagogía de la Escuela Nueva. Otras iniciativas en el orden educativo y pedagógico fracasaron por la 	empecinada oposición conservadora. Ni siquiera el Proyecto de Ley 	de Educación que introdujo en 1940 el Dr. Uslar Pietri en su condición de Ministro de Educación Nacional pudo salvarse de la premeditada 	demora parlamentaria; incluso, luego de aprobado fue objeto de la 	acción de dos demandas en su contra porque supuestamente 	atentaba contra la libertad de enseñanza. Hubo que esperar que la 	Corte Federal y de Casación sentenciara en diciembre de ese año 	contra los demandantes para que se aplicara la nueva Ley de Educación. Pudiéramos continuar en esta síntesis de lo que ha sido la 	difícil evolución entre nosotros del principio que establece la 	intervención del Estado en la educación; el escrito del Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa que presentamos lo hará mejor que nosotros. Lo que 	nos interesa mostrar es la persistente oposición en este tan decisivo 	aspecto que involucra la soberanía nacional, el progreso público y el 	desarrollo económico y soberano. 
Quienes se oponen a la tesis del Estado docente ayer como hoy no 	comprenden o no aceptan la naturaleza política de la educación en 	tanto que ella se hace y rehace entre individuos y, sobre todo; entre 	sujetos sociales de una sociedad determinada. Y esa naturaleza 	política de la 	educación la que determina el deber y el derecho del estado a ocuparse de la educación de una sociedad cualquiera. 
Ya esto tan esencial fue comprendido y expuesto por filósofos de la 	antigüedad griega como Platón ( República, Leyes; y Aristóteles, 	Política) siglos después, ya en la Ilustración, esa tesis fue expuesta 	por ontesquieu ( El espíritu de las leyes) y la Chalotais (Ensayo de 	educación nacional ya hacia el siglo XIX y XX la tesis de la conveniente y necesaria intervención del Estado fue expuesta por el 	filósofo Fitche (Discurso a la nación alemana) y John Dewey (	Democracia y educación), filósofo y pedagogo cuya influencia se 	extiende en el tiempo hasta hoy.
¿Por qué tanta incomprensión y oposición a este principio del Estado 	docente? Porque aún en sociedades tenidas por democráticas, 	igualitarias, modernas y laicas, predominan y se solapan un conjunto 	de valores tradicionales e intereses materiales que determinan en 	ellas que el sistema escolar funcione en verdad como un sistema 	diferenciado y diferenciador para las Lo que sucede es que 	algunos sectores de la oposición no quieren admitir de modo 	público que se oponen a la Constitución vigente, la cual fue 	sometida a consulta y votada por la mayoría de venezolanas y venezolanos. Entonces nos acusan de querer adoctrinar, cuando lo cierto es que desde las escuelas cumplimos con la necesaria socialización política de las nuevas generaciones para evitarnos las anomias sociales que hoy padecemos. Pero 	la oposición, insisto, nos acusa y nos acusará de 	adoctrinamiento partidista. Ese es su principal argumento. Ahora bien, ¿qué es para nosotros la política o lo político con 	mayúscula? La formación del republicano, como propuso don 	Simón Rodríguez; la formación del ciudadano, como lo expuso 	Prieto Figueroa. 
Si queremos tener una República necesitamos formar a un hombre para esa República; si queremos una más 	 y armónica nación tenemos que formar al ciudadano.
Por eso, la educación es esencialmente un hecho 	político, porque el medio para crear ese republicano, ese ciudadano, es la educación. Todo modelo de sociedad que se quiera construir tiene un modelo de educación, y esto ha sido 	así en todas las épocas históricas. Todo modelo ideal de 	sociedad tiene su Correspondiente modelo ideal de educación; toda filosofía política de la sociedad debe producir un modelo de educación que corresponda con el modelo de sociedad. 
No hay modelo de sociedad sin modelo educativo. En la 	Constitución de la República Bolivariana de Venezuela hallamos un modelo de sociedad. Pero ciertos sectores enmascaran su oposición a la constitución que nos rige y la comparan con Chávez, la personalizan, no quieren admitir 	que ella es expresión de la mayoría. No aceptan el ideario político que contiene nuestra Constitución, su modelo social. Una constitución sin ideario político es un absurdo. La nuestra lo expresa en su preámbulo; allí hallamos el modelo de sociedad a la que aspiramos: democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia. Tenemos que transitar de un Estado de democracia representativa a un Estado de plena democracia social que no se agote Estado de derecho; ese tránsito es la revolución bolivariana y socialista que nos proponemos. Ese modelo de sociedad requiere de un ciudadano formado en el espíritu de la gualdad, la colaboración, la solidaridad, la corresponsabilidad; y todo ello se tiene que traducir en los programas de estudio de los diversos niveles y modalidades del sistema escolar. 
La democracia social promueve el acceso a 	los derechos; distintas clases sociales y grupos que se mueven en 	esa sociedad. El valor de la igualdad, propio de toda verdadera democracia, se anula en ese entramado diferenciador cuyos defensores 	entienden la educación como un asunto de minorías.
El Estado docente es el Estado social quien regula los aspectos educativos y la capacitación de los futuros profesionales de la nación, que están enmarcado en unos fines legales dentro del marco jurídico, pero es importante preguntarnos. ¿Para que nos formamos o Qué es la formación docente? Se puede definir para la capacitación integral de un docente, quien tendrá un perfil de orientador, investigador, sensibilizador para enseñar, historiador, el cual está inmerso en el Sistema Educativo mediante políticas, planes, programas y proyectos, el cual va hacer una capacitación permanente y actualizarse cada día más, ya que se sufren cambios constante en una sociedad tan dinámica y que son retos difíciles desde el punto de vista tecnológico educativo hasta la enseñanza institucional, la cual ella misma genera cambios a cada momento, el docente se adapta en distintas épocas y con un conocimiento amplio y minimizando el conocimiento obsoleto de treinta y cincuenta años, que es lo que se reproducen en algunas instituciones y formando profesionales desactualizados con currículos arcaicos.
Así, el análisis de este proceso, abre la discusión sobre un punto crucial en el campo de las ciencias políticas. ¿Debe asumirse el proceso de formulación de las políticas públicas como una acción desvinculada de la implementación de la misma, como fases distintas?; ya que la primera de ellas se concentra en la acción del algo gobierno; mientras que su implementación es responsabilidad del aparato burocrático de la administración pública, a los diferentesniveles (Naim, 1.979: 8).
 Según este autor plantea, que los procesos administrativos se han burocratizado, creando trabas administrativas cuando se deben delegar las funciones hacia los ministerios, luego a los estados, regiones y municipios; para que puedan estar hilvanados las comunicaciones a momento de realizar un plan social, programa o proyecto social, es decir, que exista uniformidad en comunicación jerárquica, en procesos y resultados.
El docente es innovador y participativo por sus méritos profesionales y por su formación ético – moral desde el núcleo del hogar, que es la primera escuela que nos enseña (los padres) antes de entrar a la escuela inicial; es un ser social, dinámico, sensible para enseñar hacia sus semejantes para influir con un liderazgo positivo. ¿Quién marca pauta el docente o el estudiante?. ¿Quién genera la confianza antes de realizar un debate educativo los estudiantes o el docente?
 Los buenos profesores son necesariamente autónomos en la emisión de juicios profesionales… saben que las ideas y las personas no son de mucha utilidad real hasta que son digeridas convertidas en parte sustancial del propio juicio de los profesores (Stenhouse, 1.975).
 Según este autor los docentes deben ser reflexivos y guía de los estudiantes, es decir, es práctico – reflexivo, el cual su hacer es su mayor ejemplo, donde aplica una metodología educativa práctica enmarcado con un marco jurídico (carta magna, ley orgánica de educación). 
 La propuesta del práctico reflexivo se sustenta en una racionalidad práctica, donde la formación de los profesionales enfatiza la acción práctica, mediante la comprensión plena de la situación profesional donde se labora, la cual sólo puede alcanzarse por la vía de procesos de deliberación, debate e interpretación. El rol del docente no es ente
caso el de un operario o técnico que aplica sin más los planes, programas o metodologías pensadas por otros, sino que se convierte en un profesional reflexivo que rescata su autonomía intelectual.
 La formación de un práctico reflexivo se estructura alrededor de unas prácticas que pretenden ayudar a los estudiantes a adquirir las formas de “arte” que resultan esenciales a su competencia académica , personal o profesional.
 Siguiendo a Rogoff (1.984), existen cinco principios generales que caracterizan las situaciones de enseñanza – aprendizaje, en las que se da un proceso de participación guiada con la intervención del profesor:
a) Se proporciona al estudiante un puente entre la información de que dispone (sus conocimientos previos) y el nuevo conocimiento.
b) Se ofrece una estructura de conjunto para el desarrollo de la actividad o la realización de la tarea.
c) Se traspasa de forma progresiva el control y la responsabilidad del profesor hacia el estudiante.
d) Se manifiesta una intervención activa de parte del docente y del estudiante.
e) Aparecen de manera explícita e implícita las formas de interacción habituales entre docentes/adultos y estudiantes/ menores, las cuales no son simétricas, dado el papel que desempeña el profesor como tutor del proceso
Porque debemos ser conscientes en el ser que en el hacer, es decir, el profesional en ejercicio y el futuro docente 	además de ser reflexivo debe ser un practicante en el 	hacer no solo en 	producir y actualizar conocimiento, va más allá de la complejidad de enseñar, sino en poder convivir con sus demás colegas; ya que la complejidad se adiciona más desde el punto de vista instrospectivo, en la cual el profesional se relaciona con sus superiores, colegas e incluso con el personal 	de limpieza, es decir, es una constante 	interacción social dentro de la institución y fuera de la institución. No obstante la capacitación profesional exige una fuerte demanda por la competitividad que vivimos en el mercado labora y sobreviven algunos académicamente y otros se quedan atrás, por lo tanto se agrega otro elemento complejo, que es la práctica laboral quienes son los mejores y quienes no; es por ello que surgen en las instituciones educativas y no educativas la muerte lenta, en la cual los individuos que interactúan día a día, se dejan llevar al estancamiento colectivo, conformismo y no asumen cambios colectivos para mejorar y aspirar retos personales y en conjunto, a veces surge el triunfo egoísta de un docente o cualquier persona que “salta del hervidero de una olla” al utilizar esta metáfora, pero no ayuda a otros salir de esa olla hirviente, pero existen otros que les gusta la comodidad de conformismo extremo y no aceptan experimentar cambios desagradables que a la final sería un beneficio intentar que quedarse en el mismo lugar que no le va dar frutos positivos.
A su vez a la Gerencia Educativa podemos enfocarla desde el punto de vista del conocimiento como lo señala Guedez (2003):
Se entiende que la gerencia es asumir el conocimiento como insumo, proceso, producto y contexto de la acción gerencial..., el origen de la gerencia de conocimiento se asocia a la misión y los negocios propios de la organización, su finalidad se inscribe en la visión y los propósitos de la misma, donde el reconocimiento es la única estrategia en el marco de los alcances reseñados, Esta refleja una relación del ser humano con sus conocimientos.
Por tanto la gerencia educativa al igual que la gerencia comercial o de cualquier otra rama, se ocupa de los recursos materiales y humanos, para ponerlos al servicio en este caso de grados, fines y aspiraciones determinados por la política educacional, donde juega papel primordial el conocimiento que el individuo tenga, 	construye y reciba de su entorno.
De acuerdo a la teoría del conocimiento las interrelaciones que surgen entre estos recursos, están basadas en las interrelaciones entre el conocimiento, emoción y ética, las cuales se dinamizan en forma de tres preguntas claves, qué puedo hacer, qué quiero hacer y qué dedo hacer.
	
	Expresión
	Fundamento
	Expectativa
	Fuente
	Qué puedo Hacer
	Conocimiento
	Poder
	Lo legal
	Normas
	Qué Quiero Hacer
	Emoción
	Piedad
	Lo justo
	Sentimientos
	Qué debo hacer
	Ética
	Amor
	Lo adecuado
	Valores
Es decir, hay un debatir entre lo que conozco, lo que siento y lo que manifiesto, de esta manera el gran docente como gerente de su aula 	debe tener claro qué conoce, en que se basa y que se sustenta, 	para poder decidir hacer y proyectarlo a través del lenguaje o conjunto de sentimientos; amor a la patria, colaboración, solidaridad, respeto, etc., y cómo lo debo hacer, es decir la actividades que me permitirán llevar a cabo el cumplimiento de lo que puedo y deseo hacer.
El Estado garantiza las condicione laborales dignas y de convivencias de los trabajadores y las trabajadoras de la educación, que contribuyan a humanizar el trabajo para alcanzar su desarrollo pleno y un nivel de vida acorde con su elevada misión. A su vez el derecho pleno a una educación integral, permanente, continua y de calidad para todos y todas con equidad de género en igualdad de condiciones y oportunidades, derechos y deberes, permite la formación , orientados hacia el desarrollo pleno del ser humano y su incorporación al trabajo productivo, cooperativo y liberador. El Estado planifica, ejecuta, coordina política y programas en la formación permanente para docentes y demás personas e instituciones que participan en la educación, ejerciendo el control de los procesos correspondientes en todas sus instancias y dependencias. Se requiere una práctica social efectiva de relaciones de cooperación, solidaridad y convivencia entre las familias, la escuela, la comunidad y la sociedad, que facilite las condiciones para la participación organizada en la formación, ejecución y control de la gestión educativa.
Se manifiesta como un conjunto de decisiones que abarca su contenido en un contexto global a nivel de toda la sociedad.
Lineamientos que guían y enmarcan el proceso de gestión de una entidad o forma organizativa no productiva. Enunciados o acuerdos sobre entendidos que encauzan el pensamiento y la acción en latoma de decisiones acerca del espectro en que actúa. O sea, limitan el área en que deben de adaptarse y aseguran la coherencia con los objetivos.
a) Adecuar los palancas de estudio en todos los niveles para la inclusión de estrategias de formación de valores socialistas y patrióticos.
b) Transferir, competencias de los distintos niveles del Poder Público a las comunas, comunidades, organizadas y demás organizaciones del Poder Popular, bajo las directrices del Consejo Federal de Gobierno, con el mayor grado de planificación para el adecuado desarrollo territorial.
c) Promover el desarrollo de la planificación participativa territorial y económica, a través de la articulación permanente de los planes comunitarios y comunales con los planes locales, regionales y nacionales.
Si es pertinente si lo llevo al siglo XX de hace más de cuarenta años, 	estimando las décadas de los 70 y ochenta, ya que el maestro leía más, existía respeto (hace falta ese valor bien tradicional), en la cual los niños desde la educación inicial, se le enseñaban normas de cortesía urbanidad desde que salía de su hogar hasta que entraba el niño a la escuela, por supuesto existían ciertas reglas estrictas si volvemos al túnel del tiempo más atrás en la edad media, en la cual el niño era maltratado por un verdugo maestro con golpes físicos y palabras, no existía la tecnología moderna que se vive hoy en día, sin embargo la educación recibida por la religión católica extrema era 	receptora a pesar que existía algunos cambios revolucionarios implementado por Comenius que fue el uso de los mapas mentales, organización sistematizada en el ambiente, inculcándole al niño 	ejemplos de la naturaleza, sin olvidar la aritmética y el servicio de adoración los domingos. Cabe hacer esta pregunta: ¿Es posible equilibrar la educación tradicional con la educación tecnológica sin subutilizar la educación en los activos fijos llámese tabletas, laptos?. En la cual se le enseñen a los niños a crear lluvias de ideas, en la cual 	por sus propias experiencias aprendidas en una lectura puedan construir o diseñar, dibujar mapas mentales o aprender operaciones matemáticas con un programa llamado Calculate Linux de manera 	amena, amigable, ya que la generación net (Gnet), que se pueden 	aburrir ver la enseñanza tediosa del profesor frente a una pizarra verde obscura que hace monótona la explicación y más si el maestro o maestra no es dinámica con ejemplos prácticos de la vida real. 
La Generación Net está constituida por personas que se han educado rodeadas de medios digitales. Este grupo estaría formado por los 	nacidos finales de los años 70 hasta principios del siglo XXI.
Sin embargo no es adecuado que la definición de Generación Net se base únicamente en ciertas fechas, pues la verdadera característica de los miembros de esta generación está más definida por su estilo de 	vida que por una mera cuestión temporal. Con esto quiero decir que 	habrá personas nacidas en esas fechas que puedan haber permanecido al margen de estas tecnologías digitales, evidentemente pertenecientes a sociedades distintas a la nuestra. 
¿Como determinar si una persona pertenece o no a la denominada 	Generación Net? Bueno, tras comprobar que esta persona ha nacido a 	finales de los setenta o después (antes no hubiera podido crecer 	rodeado de tecnologías digitales), podemos señalar ciertas 	características:
· Siente atracción por las nuevas tecnologías (a veces sin medida). 
· Se entretienen, comunican e informan con ellas. 
· Tienen gran capacidad de adaptación en toda actividad que implica el empleo de la NTICs. 
· Tienen un gran apetito por "lo nuevo" (relacionado con las NTICs). 
· Emplean un gran número de horas en el uso de las tecnologías.
Desde mi percepción personal existen persona menos 	contemporáneas que otras que no le gusta lo tradicional, es 	decir, hay algunos niños que sienten ansiedad tecnológica, porque quieren probar todo tipo de tecnología moderna, 	como hay personas mayores en generación se refiere que no es presta atención a este tipo de novedades tecnológicas.
	
 	Surge otra pregunta como esta: ¿El ser en sociedad y su necesidad de saber? La sociedad es la cosa u objeto por el que nos preguntamos, el objeto del aprendizaje y la enseñanza y por lo tanto su propio sistema evaluativo. El sistema de evaluación tradicional se medía por resultado mientras que la evaluación moderna es procesual y sumativa. Por lo tanto tiene que ser pertinente la educación tradicional ya que desde la infancia ya es el período 	importante para que el niño reciba los estímulos físicos, fisiológicos del ambiente, se le enseñe los juegos tradicionales, para que su cuerpo se desarrolle haciendo 	actividades deportivas y 	pueda estar activo. En cambio el exceso de tecnología te convierte 	inactivo corporal mente y a 	veces cognitivamente ejemplos: ya no se lee libros, periódicos, fisícamente.
 PREGUNTA 13
Como Director realizaría cambios en los cargos y desde el punto de vista tecnológico (si tuviera el apoyo financiero para la plataforma tecnológica por parte del Ministerio), implementaría capacitación de personal desde el escenario del ser, realizar las mejoras, ampliaciones de las infraestructuras educativas; para los trabajos de campos de investigación, se implementaría cursos de idiomas para que el profesional maneje más de dos idiomas, por ejemplo ruso y francés ya que la computación y el inglés van a la par, lo cual contribuiría formación de relevo para las futuras generaciones y se pudiese evitar fugas de cerebros que constantemente está afectando los liceos a nivel nacional en Venezuela, por el déficit de personal capacitado en las instituciones e incluso universidades, por encuestas realizadas del año 2.014. Esto obligaría a los ciudadanos a experimentar procesos de renovación y reformulación de valores, así como también a la transformación de principios y estructuras para redescubrir una nueva visión de los escenarios en lo que se desea desarrollar la gestión pedagógica y el nuevo perfil del hombre que se aspira formar. Se requiere la confianza entre el docente y su equipo de trabajo.
PREGUNTA 11
· El facilitador debe ser una persona real, autentica vivencial, en el sentido de ser y vivir los sentimientos y pensamientos de cada momento.
· Debe apreciar y respetar al estudiante.
· El facilitador debe saber escuchar con empatía, es decir, colocándose en el espíritu de quien le habla.
· Sobre todo debe confiar sinceramente en la capacidad potencial del estudiante de crecer y aprender, si se le proporciona un clima de libertad y de apoyo.
 
 Se requiere docentes con ingenio y talento, en la cual su capital humano es el conocimiento siendo una riqueza intrínseca, la cual no se ve y a veces no se valora, se formula esta siguiente pregunta. ¿Cuál es la diferencia entre capital humano y capital financiero en una sociedad consumista y materialista en la actualidad? La primera se refiere al núcleo de los sentimientos de la persona, las aspiraciones, tristezas, alegría, ira, lo cual esa energía que poseemos porque Dios la concedió esa chispa en cada ser humano puede crear arte, vencer los obstáculos de la vida, puede distinguir entre el bien y el mal, esta la voluntad de la solidaridad para el prójimo, la moral inculcada por sus padres para que esa mujer u hombre tengan aspectos humanos para sensibilizarse ante otros, enseñando con sensibilidad sin desprestigiar al estudiante, mientras que en el segundo se refiere al valor monetario expresado en títulos de una sociedad, también se le califica como la mercancía (bienes económicos) que se comercializa directa o indirectamente las necesidades humanas, por lo tanto una se refiere lo intangible (capital humano) y el otro es comercializar la mercancía en forma directa e indirecta (capital financiero).
 El docente se ofrece como un producto final para satisfacer la demanda a través de sus honorarios profesionales, ya que susconocimientos son valorados en la transmisión de la enseñanza. ¿Quiénes somos? ¿Por qué estamos en este planeta?.¿ Para donde vamos cuando cambiamos de paisaje en esta vida efímera?
La razón que justifica la necesidad de investigar en las universidades es la de preparar individuos con habilidades y conocimientos nuevos que tengan una formación académica adecuada en un mundo en acelerado desarrollo. Y esto es así porque la sociedad requiere capital humano para resolver sus problemas más inmediatos; contribuir a acrecentar ese capital es una de las misiones más importantes de las universidades. La herramienta fundamental para lograrlo es la ciencia; por eso es necesario cultivarla. El insumo más valioso hoy en día es el conocimiento y no resulta aventurado decir que es la única inversión segura. Lo importante, entonces, no es distinguir entre conocimiento básico o aplicado, universal o local, útil o inútil, pertinente o impertinente, sino entre civilización y barbarie (Scharifker, 1998). Hoy, más que nunca, moral y luces son nuestras primeras necesidades tal como lo señalara nuestro Libertador.
 Es importante recordar que sólo mediante la investigación se podrá formar el recurso humano, a nivel de especialistas, con la alta calidad que el país requiere. Del mismo modo se debe reconocer que la investigación es de importancia vital en los estudios de postgrado; no es posible tener egresados de alto nivel si no se investiga. ¿Cómo entender entonces que se permita la creación de postgrados en universidades sin trayectoria en la investigación?.
 Para crear un postgrado, la investigación debe estar consolidada, ésta debe ser el eje del curriculum ya que permite enriquecer la discusión y la creación de conocimientos para generar un cambio de actitud en el individuo. Es posible, además, diferenciar dos etapas en el proceso de formación del estudiante. La primera, de ampliación de los conocimientos, mediante cursos. La segunda, de iniciación en la investigación científica, especialmente en el desarrollo de la tesis.
 ¿Los jóvenes del siglo XXI se le han motivado por parte de los padres indagar, estudiar una carrera y para la vida?. Si los padres no incentivan los estudios a sus hijos, mucho menos ellos se motivarán en la vida para estudiar. ¿Realmente el docente se preocupa en actualizar sus conocimientos para enseñar con excelencia a sus estudiantes?, son pocos los docentes que se preocupan por su propio aprendizaje formativo y abunda en su mayoría deficiencias en las instituciones públicas porque se preocupan por el formalismo administrativo.
 PREGUNTA 9
La comunicación por siglos pasados se ha hecho interactuando entre dos o más personas, en el cual existe, mensaje, canal e información, en el caso del docente y estudiante la comunicación se hace con frecuencia, la concepción de enseñanza tradicional ha sido memorización y comprensión, ya que el docente transmite “supuestos saberes y conocimientos construidos” hacia los receptores que son estudiantes, quienes son depósitos de conocimientos de otros y los comprenden para repetir el patrón, es decir, desde el punto de vista científico no hay un conocimiento nuevo ya que debe ser único el que lo experimenta, en el caso su propio saber lo experimenta el profesor y menos aún lo tiene el que lo recibe, porque dichas experiencias son distintas. Por lo tanto el conocimiento se construye en la producción del saber, y se apropia correctamente y deben construir el conocimiento el mismo docente, para que la información tenga validez, cientificidad, objetividad, discernimiento y pueda probar con instrumentos adecuados. Ya que la construcción es única e irrepetible, cuando el docente tenga su conocimiento construido es allí donde debe ser facilitador para ayudar al estudiante a construir su propio conocimiento.
¿Cómo es la relación causa –efecto en la enseñanza aprendizaje?, el estudiante recibe la enseñanza cuando aprende, es por eso que el proceso es único e indivisible, a excepción del campo psicológico que la enseñanza no se separa a efectos investigativos, por lo tanto ha existido un paternalismo en el estudiante para recibir todos los conocimientos del docente. Surge otra pregunta interesante: ¿Puede la escuela tradicional propiciar la formación del hombre que hoy demanda la sociedad, reflexivo, crítico, independiente, flexible, creativo y autónomo, que logre convertirse en sujeto de su desarrollo personal y profesional?. Claro que no.
Se observan distintos enfoques o tendencias que abordan de manera diferente la educación del ser humano y por tanto las concepciones acerca de los procesos de enseñanza y aprendizaje y del rol del profesor y el estudiante en la dirección de dichos procesos.
Para la Pedagogía Tradicional como tendencia del pensamiento pedagógico que comienza a gestarse en el SXVIII con el surgimiento de la escuela como institución y que alcanza su apogeo con el advenimiento de la Pedagogía como ciencia en el Siglo XIX, los contenidos de enseñanza lo constituyen los conocimientos y valores acumulados por la humanidad y transmitidos por el maestro como verdades absolutas desvinculadas del contexto social e histórico en el que vive el alumno. El método de enseñanza es eminentemente expositivo, la evaluación del aprendizaje es reproductiva, centrada en la calificación del resultado, la relación profesor-alumno es autoritaria, se fundamenta en la concepción del alumno como receptor de información, como objeto del conocimiento.
Independientemente de las virtudes de la Pedagogía Tradicional que logra la institucionalización de la enseñanza en la escuela y en la figura del maestro como conductor del aprendizaje de los alumnos con orden, rigor y disciplina.
Ante las insuficiencias de la Pedagogía Tradicional en su contribución al desarrollo pleno del hombre surgen en el decursar del siglo XX, alternativas pedagógicas que desde diferentes ángulos abordan con una óptica científica el fenómeno educativo.
La Escuela Nueva, que desplaza el centro de atención de la enseñanza y el profesor al estudiante y sus necesidades de aprendizaje, la Pedagogía Operativa de J. Piaget que dio origen a los enfoques constructivistas que centran la atención en los mecanismos psicológicos del aprendizaje, la Pedagogía no directiva de C. Rogers que aboga por el reconocimiento del estudiante como persona que aprende, la Pedagogía Liberadora de P. Freire que aboga por la educación dialógica, participativa y el carácter problematizador y comprometido de la enseñanza con el contexto sociohistórico en que tiene lugar, el Enfoque Histórico. Cultural de L.S. Vigotsky que enfatiza el carácter desarrollador de la enseñanza y la función orientadora del profesor en el diseño de situaciones sociales de aprendizaje que conducen al estudiante a su crecimiento como ser humano.
Todas estas tendencias, entre otras, intentan desde diferentes ángulos la búsqueda de una explicación científica a la educación del hombre que permita comprender su formación y desarrollo como sujeto de la vida social.
En el pensamiento pedagógico en el siglo XX se caracteriza por la lucha contra el dogmatismo en la enseñanza, el aprendizaje memorístico y se dirige al rescate del alumno como sujeto de aprendizaje y al reconocimiento de sus potencialidades creativas desarrollables en un proceso de enseñanza-aprendizaje basado en la aceptación, el reconocimiento y el respeto mutuo en las relaciones profesor-alumno. La enseñanza ha de ser concebida como el proceso de orientación del aprendizaje del estudiante por parte del profesor que propicia las condiciones y crea las situaciones de aprendizaje en las que el estudiante se apropia de los conocimientos y forma las habilidades y motivos que le permiten una actuación responsable y creadora.
Esta concepción de enseñanza reconoce al profesor como un orientador del estudiante en el proceso de aprendizaje, no se trata del profesor autoritario de la Pedagogía Tradicional que impone al estudiante qué y cómo aprender; ni tampoco del profesorno directivo que espera pacientemente a que el estudiante sienta la necesidad de aprender espontáneamente para facilitar su expresión.
El profesor orientador del aprendizaje es un guía que conduce al estudiante por el camino del saber sin imposiciones pero con la autoridad suficiente que emana de su experiencia y sobre todo de la confianza que en él han depositado sus alumnos, a partir del establecimiento de relaciones afectivas basadas en la aceptación, el respeto mutuo y la comprensión. La evaluación cumple una función educativa en tanto centra su atención en el proceso de aprendizaje y en las vías para el desarrollo de las potencialidades del estudiante. Un papel importante corresponde en este sentido, a la autoevaluación y a la coevaluación en el grupo de estudiantes.
La evaluación cumple una función educativa en tanto centra su atención en el el proceso de aprendizaje y en las vías para el desarrollo de las potencialidades del estudiante. Un papel importante corresponde en este sentido, a la autoevaluación y a la coevaluación en el grupo de estudiantes
El conocimiento científico es entonces ese proceso mediante el cual reflexionamos (dudamos) acerca de ese saber cotidiano que hasta ahora parecía inconmovible, y que luego por mecanismos de definición, clarificación y explicación de la duda surgida (afirmación) logramos eliminarla asumiendo una posición al respecto. En este sentido el conocimiento científico no está dado, no es una realidad que se descubre, como antes solía afirmarse.
La investigación-acción se desarrolla cada vez con más fuerza en el ámbito de la educación toda vez que constituye una vía excelente para eliminar la dicotomía teoría-práctica y sujeto.objeto de investigación, característicos de la investigación tradicional en al campo de la educación.
La investigación-acción-colaborativa como modalidad de la investigación-acción, surge como una alternativa de desarrollo profesional de los docentes a través de la investigación y en la actualidad se trabaja en diferentes niveles de enseñanza.
La investigación-acción-colaborativa posibilita formar a los docentes en la metodología de la investigación-acción como una vía para la mejora de su práctica educativa a través de la cual los docentes, bajo la orientación de un especialista o docente de mayor experiencia en el trabajo con esta metodología, van transitando gradualmente hacia mayores niveles de participación y protagonismo en la planificación, ejecución y evaluación de estrategias educativas en el proceso de enseñanza-aprendizaje .
Según Pine (1984): “Los profesores que participan en procesos de investigación acción colaborativa se convierten en agentes de su propio cambio. Los profesores pueden utilizar la investigación-acción para su crecimiento personal y profesional desarrollando habilidades y competencias con las que enriquecen su capacidad para resolver problemas y mejorar la práctica docente”.
Ser un docente universitario competente desde una concepción humanista de la educación significa, no sólo ser un conocedor de la ciencia que explica (física, matemáticas) sino también de los contenidos teóricos y metodológicos de la psicología, la pedagogía y la investigación educativa contemporáneas que los capacite para diseñar en sus disciplinas un proceso de enseñanza-aprendizaje potenciador del desarrollo de la personalidad del estudiante. 
Por todo lo anteriormente expresado, parece haber quedado claro que para nosotros el proceso de enseñanza no es uno de transmisión. ¿En qué consiste entonces el nuevo proceso? El proceso de enseñanza en una perspectiva constructivista del conocimiento intenta compatibilizar los niveles lingüísticos del estudiante y el de la producción científica. Para alcanzar este propósito el profesor debe ayudar al alumno a que supere los obstáculos que se interponen entre su nivel experiencial y ligüístico y los de la ciencia o disciplina en cuestión.
PREGUNTA 10
¿Cuál es la vía más aceptable para asegurar el éxito de la planificación, la financiera o la viabilidad política?, en este caso se toma como prioridad la política ante que la financiera; para el Estado docente toma en cuenta el modelo normativo, analítico, operativo, evaluación y solución, por lo cual El Estado crea y desarrolla los programas, políticas educativas y los presupuestos que permitan alcanzar resultados, es decir, compara lo ejecutado con lo presupuestado y de acuerdo a las variaciones se harán ajustes necesarios; si es a favor se continuará con los procedimientos metodológicos, pero si fue negativo dicho resultado ameritará una evaluación procesual para aplicar correcciones como medida de control (una de las funciones de la organización).
 Cuando se habla de operatividad se habla de lo que se debe hcer, para solucionar una necesidad. En esta se definen y cuantifican los objetivos de ejecución y especifican resultados en términos medibles. Esta planificación operativa responde a las siguientes interrogantes:
¿Qué debe hacerse?
¿En que tiempo debe hacerse?
¿En que condiciones debe hacerse?
La naturaleza del ser docente, debe abarcar varios aspectos y no sólo como es lo habitual orientar su actividad hacia los comportamientos deseables en el campo del dominio cognoscitivo o psicomotor; debe ahondar en los principios que fundamentan nuestra educación, entendiendo por principios, cualquiera de las primeras verdades que sirven de fundamento a una ciencia o hecho, así como los valores que debe ostentar.
El Modelo Normativo de Educación Básica (1987), en sus principios filosóficos se plantea, que la educación es para la sociedad el camino para transformar los valores. Por esto, se requiere que los docentes tengan una idea clara, una formación adecuada en estos aspectos para llegar a la transformación social deseada.
Al respecto Cárdenas (1995) en el Plan de Acción, donde se diseñan las grandes líneas de política educativa del quinquenio (1994-99), en su tercer Capítulo, «Lo que queremos hacer« expresa «Distribuir equitativamente los conocimientos y el dominio de los códigos en los cuales circula la información socialmente necesaria y formar a las personas en los valores, principios éticos y habilidades para desempeñarse en los diferentes ámbitos de la vida social (P.4).
Para este autor, explica es transformar la sociedad con el ejemplo interior del docente, aplicar enseñanza metodológicas dentro del aula y fuera del aula, y así lograr los resultados de acuerdo a los objetivos enunciados por un equipo interdisiciplinario, lo cual se formarán y capacitarán a hombres y mujeres no solo en el aspecto pedagógico, sino en seres humanos que puedan sensibilizarse con el prójimo y si el docente marca la pauta como ejemplo, el resto de la sociedad notaría el cambio en ellos. Esta transformación representa en primer lugar un cambio desde el interior de la persona, desde su valor ético. Existe la triangulación cognitiva (docente, estudiante y comunidad escolar) que es el deber ser, ya que involucran la participación para resolver los problemas socioeducativos del día día, además se puede llevar como un proyecto educativo a nivel nacional, el cual lo revisarán para que le den un visto bueno o lo aprueban. Además un Proyecto en una escuela siempre será pedagógico e institucional. Pedagógico porque esa es la función de la organización y siempre está enseñando e institucional, ya que enseña a través de su diferentes planos de realización. En este sentido, cada escuela debe realizar su proyecto contemplando los lineamientos acordados para su estado, que a su vez contempla los aspectos planteados para toda la nación.
Para su elaboración, el colectivo elige aquellas finalidades que, traducidas como prioridades pedagógicas, van hacer enfatizadas. Por ejemplo formación y actualización permanente del docente, construcción de la infraestructura escolar. Una vez determinada, las prioridades, se establecen los retos o metas anuales para cada prioridad. Estos retos vienen a constituir los cambios que en la escuela, se van a generar tanto en las aulas comoen la organización y funcionamiento del plantel. Dichas metas deben ser específicas, es decir, señalar la cantidad, propósito de lo que se quiere lograr.
PREGUNTA 12
 Se recomendaría para las universidades, por lo que he analizado y observado talleres de actualización (evaluación participativa y didáctica investigativa) que contribuyan al mejoramiento del proceso de enseñanza –aprendizaje.
 Desde el siglo XVIII se inicia la construcción y definición de un discurso educativo en sintonía con la Ilustración. En tal discurso, los referentes de índole pedagógica, de la educación y de la escuela, se forjan bajo el acontecimiento de la Ilustración. Ello no sólo forma parte de un nuevo estilo de pensamiento que se construye por encima del magma feudal, sino que se instala para apuntalar las perspectivas de los nuevos conceptos sobre el ser humano, la sociedad y la política. El desprendimiento del control clerical, la afirmación de la razón, la perspectiva antropologista, constituyen parte de las ideas en formación. En esa efervescencia histórica, definitivamente determinante, en el marco de la ilustración, también “se comienza a sentir la necesidad de una institución que la sustituya en la tarea de formar al hombre que la nueva sociedad requiere: la escuela” (Lasheras, 1998, p. 9).
¿Existió un cambio en el hombre renacentista hacia el hombre nuevo para la actualidad?
 Con el acontecimiento de la Revolución Francesa, se define la idea de crear un “hombre nuevo” y ello solo sería posible con una educación de la misma característica y radicalmente diferente de la desarrollada durante el ancien regime. Los rasgos más visibles de la Revolución Francesa, no sólo vienen dados por la forma de gobierno republicano, la igualdad de los ciudadanos ante la ley, la separación de la Iglesia y el Estado, sino que ello, en conjunto, también conduce a cancelar el ejercicio del monopolio que en materia educativa ejecutaba la misma iglesia; el nuevo enfoque: es obligación del Estado ofrecer educación universal, laica y bajo la razón y la ciencia; además, la escuela republicana tendría la responsabilidad de enseñar los principios políticos y morales de la nueva república.
 El Marqués de Condorcet (Jean Antoine Nicolás de Caritat) fue uno de los que propició el cambio educativo. Entre sus aportes están el Informe de Instrucción Pública y Cinco Memorias sobre la Instrucción Pública, ambos redactados en 1790 y presentados como proyectos en la Asamblea Legislativa Francesa, en 1791. Uno y otro serán las bases de iniciativas y realizaciones que en el campo educativo se dieron en la Revolución Francesa. Como todos los “ilustrados”, Condorcet depositaba una confianza ciega en la educación como instrumento idóneo para contribuir a la realización del progreso indefinido, tomado este concepto en su acepción más amplia, desde las estructuras productivas, científicas, técnicas, sociales, jurídicas, etcétera, hasta la perfectibilidad del hombre. Las fuentes de su pensamiento en materia educativa deben buscarse, sobre todo, en las ideas “enciclopedistas”, quienes, si bien nunca elaboraron una doctrina orgánica sobre la materia (algunos de ellos, como Diderot, se ocuparon de aspectos fundamentales de la enseñanza superior), generaron un clima favorable a la secularización, al considerar la enseñanza como un servicio público, además de exigir una orientación más realista a través del estudio de las ciencias, entre las cuales se mencionan las morales y políticas y las técnicas, nociones de economía y agricultura...(Weinberg, 1989, p. 2).
 De acuerdo con el Informe y Proyecto de Decreto sobre la organización general de la instrucción pública, presentado a la Asamblea Nacional en nombre de la Comisión de Instrucción Pública, los objetivos, según el Marqués de Condorcet, serían los siguientes: Asegurar a cada uno la facilidad de perfeccionar su industria, de capacitarse para las funciones sociales a las que ha de ser llamado, de desarrollar toda la extensión de las aptitudes que ha recibido de la naturaleza; y establecer de este modo entre los ciudadanos una igualdad de hecho y dar realidad a la igualdad política reconocida por la ley. Tal debe ser la primera finalidad de una instrucción nacional que, desde este punto de vista, constituye para el poder público un deber de justicia. La instrucción debe ser universal, es decir, extenderse a todos los ciudadanos. Debe repartirse con toda la igualdad que permitan los límites necesarios de los gastos, la distribución de los hombres sobre el territorio y el tiempo más o menos largo que los niños puedan consagrarle. El Estado, ahora como Estado docente, impulsaría la educación en función de la construcción de una ciudadanía nacional y de un ciudadano que respondiera socialmente a los requerimientos del Estado republicano y, en consecuencia, estuviera incorporado al pensamiento socio-político y jurídico que se estaba pregonando desde los estatutos de la Revolución; donde estar capacitado “para la funciones sociales a las que ha de ser llamado”, coloca en evidencia directa una especie de predestinación social que define expresamente la condición de ser sujeto y el ciudadano es ciudadano del Estado, o de la Revolución. Así, el acto de formación será para la formación de ciudadanos. La sistematización del acto propiamente formativo por parte del Estado francés; es decir, de “preparar” a quienes se encargarían de tal responsabilidad, se concretó en la Escuela Normal, organizada en el año de 1794, donde se comenzó a desarrollar un curso de apenas cuatro meses, en los espacios del Museo de Historia Nacional, ofrecido por Joseph Lakanal. “En 1811 se fundó en Francia una Escuela Normal más parecida al modelo que conocemos, con estudiantes pensionados y un programa similar al que debían enseñar a sus discípulos, mientras que experiencias similares se desarrollaban en Prusia y los países escandinavos. El impulso decisivo vino de los Estados docentes de fines del siglo XIX, que se apoyaron en la educación para construir una ciudadanía nacional. La Escuela Normal se convirtió en aquella época en el símbolo del progreso y de la ilustración del pueblo, concitando el apoyo de intelectuales y científicos” (Dussel, 2003, p. 11). Las escuelas normales, como centros de formación para docentes, serían la institucionalización duradera, hasta el presente, de una concepción formativa que fortalece la responsabilidad del Estado, la dirección ético-política de la ilustración, la escuela pública y la ciudadanía, entendida como eje articulador de la concepción ontológica. El énfasis en el desarrollo de programas de asignaturas similares a los que debían enseñar los futuros maestros, no sólo representa la visión de formación entendida como “conocer el programa”, que equivaldría a capacitación, sino que, además, así queda garantizado la circulación de saberes predeterminados, seleccionados e institucionalizados por el Estado.
 La otra importante consideración sobre la puesta en escena de las escuelas normales, es, precisamente, lo que en este contexto normal significa. En su origen latino, la voz norma refiere una especie de escuadra utilizada para arreglar y ajustar maderas, piedras y otras cosas; además, también identifica toda regla a seguir o a la que se deben ajustar conductas, tareas y actividades; así una escuela denominada normal, sería donde, por su misma naturaleza, se enseñe y se practique a como ajustar ciertas normas establecidas de antemano, sean estas de: conocimiento, socio-conductuales, éticas, políticas, culturales, de pensamiento. La experiencia de la escuela normal, como dispositivo esencial que garantizaba no solo el despliegue de los ideales de la ilustración y la ilustración misma de los ciudadanos, sino que además era la referencia directa del progreso, la ciencia, la técnica y las ideas, se extendió por Europa y América. Sin intentar hacer paralelismo, en los casos de España e Inglaterra, por ejemplo, la formación profesional de docentes, comenzó a institucionalizarse de maneraregular. En América, países como Argentina, Colombia, México y Venezuela, entre otros, han definido en distintos momentos, la formación docente por la vía de las escuelas normales.
 Escuelas Normales y Formación en Venezuela En las tres últimas décadas del siglo XX, y en lo que va del XXI, gran parte de los países de América Latina, impulsaron procesos reformativos en sus sistemas educativos o de parte de ellos. Tal tarea estuvo signada, sobre todo, por cambios en los aspectos de orden curricular y ciertas transformaciones de orden estructural. En este ámbito, la formación docente, aun cuando constituye un componente central del proceso y del sistema educativo en general, sigue pendiente su abordaje como política para los tiempos contemporáneos y poder reconfigurarla como el espacio académico, ético, social, político y cultural, donde puedan ocurrir los cambios que exige el docente del futuro.
 Desde el punto de vista histórico, la primera y primaria tradición formativa sistemática que definió lo ontológico del magisterio venezolano, estuvo representada por las Escuelas Normales (el Normalismo), concebidas y desplegadas desde la concepción del Estado protagónico, que se trazaba como meta la creación de un sistema educativo que tendría como principal objetivo, dar sus mejores esfuerzos para construir una Nación en condiciones emergentes. Así, el Estado, a través de las Escuelas Normales como dispositivos de formación, se reservaba para sí la responsabilidad de construir los nuevos ciudadanos que requiere la naciente Nación. Los y las agentes especiales para impulsar esa tarea, serían los maestros y las maestras normalistas. Sobre esta matriz inicial, la vanguardia de hacer ciudadanos ha sido una constante esencial de la mayoría de las tendencias y propuestas de formación docente. Tal como lo indica Alejandra Birgin (1998),“Las Escuelas Normales y los Institutos del Profesorado fueron instituciones centrales en la formación de los agentes educativos que contribuyeron a la construcción de nuestro sistema educativo ” (p. 85).
 Colocar estos referentes en tono de investigación, también implica plantear ciertas interrogantes: ¿Cómo se constituyó el Normalismo en el inicio de la tradición formadora de docentes en Venezuela? ¿Cuáles fueron las transformaciones que, en órdenes diferentes, ocurrieron en las Escuelas Normales? ¿Cuáles son los elementos que articulan la red entre Estado – Formación docente – Escuelas Normales? ¿Cómo podría el estudio histórico de las Escuelas Normales contribuir al debate contemporáneo sobre la formación docente en Venezuela?.
 El surgimiento de las instituciones de formación docente, específicamente dirigidas a graduar maestros de educación primaria, se produce a partir del Decreto de Educación Pública, Gratuita y Obligatoria, del 27 de junio de 1870, durante la presidencia de Antonio Guzmán Blanco. En juego estaba no solo la exigencia de educar a los venezolanos, sino en hacer posible el pleno ejercicio de sus derechos y la obligación de sus deberes como ciudadanos. Los esfuerzos que comenzarían a darse con la creación de futuros centros docentes, estarían dirigidos a los estudiantes como ciudadanos en proyecto. Durante el gobierno de Guzmán Blanco, la figura del institutor se hizo presente como quien tendría bajo su responsabilidad, las escuelas llamadas de educación primaria. Con la finalidad de darle cuerpo a esta orientación, bachilleres en Ciencias Filosóficas son enviados a Estados Unidos para estudiar pedagogía. Luego de su regreso al país, en noviembre de 1876 se decreta la creación de las tres primeras escuelas normales, dos en la ciudad de Caracas y una en la ciudad de Valencia. En estos centros, los cursos desarrollados tendrían una duración de seis meses, con clases de escritura, lectura, geografía, historia y las relacionadas con la Constitución Nacional. Para 1881, aparte de las escuelas normales existentes en Caracas y Valencia, se sumaban las de Cumaná, San Cristóbal y Barquisimeto (ver: Biggot, 1998, pp. 103-104).
 Con fecha septiembre 30 de 1936, por Decreto del Presidente de la República, Eleazar López Contreras, fue creado el Instituto Pedagógico Nacional, como una Escuela Normal Superior, en lo mejor de la tradición gala heredada de la Revolución Francesa, que tendría como institución formadora del profesorado para la enseñanza secundaría y normalista: “a cooperar en el perfeccionamiento del profesorado en servicio y a fomentar el estudio científico de los problemas educacionales y de la orientación vocacional y realizar investigaciones sobre la educación venezolana”. En el mismo Decreto quedaba establecida la autorización para que el Instituto Pedagógico Nacional, pudiera ofrecer y desarrollar cursos extraordinarios y de perfeccionamiento del profesorado, siempre de acuerdo con lo que a los efectos disponía el Ministerio de Educación, sobre la materia.
 Las Cinco Memorias sobre la Instrucción Pública, son las siguientes: a) Naturaleza y objeto de la instrucción pública, b) De la instrucción común para los niños, c) Sobre la instrucción común para los hombres, d) Sobre la instrucción relativa a los profesores y e) Sobre la instrucción relativa a las ciencias.
 Yolanda Aris (2000) considera unos antecedentes “desde 1824 cuando la Municipalidad de Caracas contrató al inglés Joseph Lancaster para preparar maestros, en 138 se instaló una Escuela Normal de Dibujo; en 1841, Feliciano Montenegro y Colón fundó la primera Escuela Normal Primaria y en 1845 una Escuela Normal de Agricultura, que no llegó a consolidarse” (p.2) 21.- Un antecedente importante en este sentido, lo constituye la fundación, en febrero de 1895, del Liceo Pedagógico, centro educativo dedicado a los estudios pedagógicos. Se contemplaba en parte de su reglamentación, lo siguiente: profundizar el estudio de la pedagogía y propagar las enseñanzas de esta ciencia, dictar mensualmente conferencias pedagógicas, fundar una biblioteca escolar, promover congresos pedagógicos, etc. (ver: Gaceta Oficial Nº 6466, del 29 de julio de 1894). El último esfuerzo en esta dirección, en 1988, fue creación dela Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), que agrupa los Institutos Pedagógicos.

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