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Tratado de Otorrinolaringologia y Patologia Cervicofacial-77

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Parte 1. Otología
del estímulo acústico, mientras que no ocurre lo mis-
mo con la actividad eléctrica espontánea (EEG, EMG). 
Conforme va aumentando el número de estimulacio-
nes, aumenta la amplitud de señal útil del potencial 
evocado, mientras que disminuye la del ruido de fon-
do. Generalmente, es posible identificar las ondas 
con claridad a partir de 500 estimulaciones.
La exploración es totalmente atraumática y debe 
hacerse en condiciones técnicas exquisitas, lo que 
plantea ciertas dificultades cuando se trata de la pobla-
ción pediátrica. Tras limpiar cuidadosamente la piel 
con una gasa impregnada en alcohol, se colocan los 
electrodos autoadhesivos sobre la frente y cada una de 
las mastoides. La estimulación se realiza con unos au-
riculares o con unas sondas dentro del CAE. Se debe 
comprobar que las impedancias son las satisfactorias, 
antes de proceder a la estimulación. Se estudian ambos 
oídos por separado, con intensidades decrecientes 
entre 90 y 20 dB, para obtener de forma objetiva los um-
brales auditivos. Hay que señalar que, debido a las ca-
racterísticas energéticas de la estimulación y a la to-
notopia coclear (v. capítulo 2), la zona de frecuencias 
estimulada sólo es la que va de 2.000 a 4.000 Hz. Los 
resultados así obtenidos son casi siempre extrapolables 
al resto de frecuencias, pero no se puede hablar de una 
auténtica audiometría objetiva. El coeficiente de co-
rrelación entre el umbral auditivo obtenido por 
PEATC y el umbral entre 2.000 y 4.000 Hz obtenido 
mediante audiometría subjetiva varía entre 0,48-0,93. 
En términos generales, se considera que el umbral ob-
tenido por PEATC es del orden de 20 dB por encima 
del umbral auditivo real del paciente, de forma que si, 
por ejemplo, se consigue identificar la onda V hasta 
una estimulación de 30 dB, ello se corresponde con un 
umbral auditivo de 10 dB.
La realización de esta prueba en el niño, que ade-
más es donde tiene una mayor aplicación práctica, 
puede plantear problemas de índole práctico, dado 
que conseguir un estado de relajación durante el tiem-
po suficiente no siempre es tarea fácil. En los niños de 
menos de 1 año se aprovecha la relajación que sigue al 
período posprandial y la prueba suele hacerse bajo 
sueño espontáneo. En los niños más mayores será ne-
cesario recurrir a una sedación hasta edades en las que 
cooperen. En el adulto será suficiente con que el pa-
ciente se encuentre relajado y ligeramente recostado, 
con la nuca apoyada en una almohada, para disminuir 
el electromiograma de la musculatura del cuello.
 Indicaciones ORL:
– Población infantil
– Determinación objetiva del umbral auditivo
– Como índice de retrococlearidad
– En la monitorización intraoperatoria del nervio coclear en la 
cirugía del neurinoma
 Indicaciones no ORL: 
– Diagnóstico de enfermedades neurológicas desmielinizantes 
(esclerosis múltiple)
– Monitorización del TC en intervenciones neuroquirúrgicas
– En el diagnóstico de la muerte cerebral
– Como índice de maduración cerebral en niños
Tabla 5-2. Indicaciones de los PEATC
A1 R 90 nHL
A2 R 60 nHL
A3 R 40 nHL
A4 R 30 nHL
[uV]
v
v
OD OI
[uV]
B1 L 90 nHL
B2 L 60 nHL
B3 L 40 nHL
B4 L 30 nHL
–I
I
III
v
I
III
v
I III v
-1,0 1,0 3,0 5,0 7,0 9,0
A B C
-1,0 1,0 3,0 5,0 7,0 9,0
[ms]
-1,0 1,0 3,0 5,0 7,0 9,0
v
[ms]
Figura 5-8. Potenciales evocados auditivos del tronco cerebral. (A) Oído derecho. Trazado normal. Se identifican las ondas I, III y 
V con morfología, latencia y amplitud normales. En el eje de ordenadas se reflejan las intensidades de estimulación en dB nHL.
(B) Oído derecho. Ausencia de trazados identificables, a excepción de la onda V a 90 dB nHL. Compatible con hipoacusia 
neurosensorial de grado severo.
(C) Oído izquierdo. No se identifica ninguna de las ondas. Compatible con hipoacusia neurosensorial profunda.