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56 Parte 1. Otología del estímulo acústico, mientras que no ocurre lo mis- mo con la actividad eléctrica espontánea (EEG, EMG). Conforme va aumentando el número de estimulacio- nes, aumenta la amplitud de señal útil del potencial evocado, mientras que disminuye la del ruido de fon- do. Generalmente, es posible identificar las ondas con claridad a partir de 500 estimulaciones. La exploración es totalmente atraumática y debe hacerse en condiciones técnicas exquisitas, lo que plantea ciertas dificultades cuando se trata de la pobla- ción pediátrica. Tras limpiar cuidadosamente la piel con una gasa impregnada en alcohol, se colocan los electrodos autoadhesivos sobre la frente y cada una de las mastoides. La estimulación se realiza con unos au- riculares o con unas sondas dentro del CAE. Se debe comprobar que las impedancias son las satisfactorias, antes de proceder a la estimulación. Se estudian ambos oídos por separado, con intensidades decrecientes entre 90 y 20 dB, para obtener de forma objetiva los um- brales auditivos. Hay que señalar que, debido a las ca- racterísticas energéticas de la estimulación y a la to- notopia coclear (v. capítulo 2), la zona de frecuencias estimulada sólo es la que va de 2.000 a 4.000 Hz. Los resultados así obtenidos son casi siempre extrapolables al resto de frecuencias, pero no se puede hablar de una auténtica audiometría objetiva. El coeficiente de co- rrelación entre el umbral auditivo obtenido por PEATC y el umbral entre 2.000 y 4.000 Hz obtenido mediante audiometría subjetiva varía entre 0,48-0,93. En términos generales, se considera que el umbral ob- tenido por PEATC es del orden de 20 dB por encima del umbral auditivo real del paciente, de forma que si, por ejemplo, se consigue identificar la onda V hasta una estimulación de 30 dB, ello se corresponde con un umbral auditivo de 10 dB. La realización de esta prueba en el niño, que ade- más es donde tiene una mayor aplicación práctica, puede plantear problemas de índole práctico, dado que conseguir un estado de relajación durante el tiem- po suficiente no siempre es tarea fácil. En los niños de menos de 1 año se aprovecha la relajación que sigue al período posprandial y la prueba suele hacerse bajo sueño espontáneo. En los niños más mayores será ne- cesario recurrir a una sedación hasta edades en las que cooperen. En el adulto será suficiente con que el pa- ciente se encuentre relajado y ligeramente recostado, con la nuca apoyada en una almohada, para disminuir el electromiograma de la musculatura del cuello. Indicaciones ORL: – Población infantil – Determinación objetiva del umbral auditivo – Como índice de retrococlearidad – En la monitorización intraoperatoria del nervio coclear en la cirugía del neurinoma Indicaciones no ORL: – Diagnóstico de enfermedades neurológicas desmielinizantes (esclerosis múltiple) – Monitorización del TC en intervenciones neuroquirúrgicas – En el diagnóstico de la muerte cerebral – Como índice de maduración cerebral en niños Tabla 5-2. Indicaciones de los PEATC A1 R 90 nHL A2 R 60 nHL A3 R 40 nHL A4 R 30 nHL [uV] v v OD OI [uV] B1 L 90 nHL B2 L 60 nHL B3 L 40 nHL B4 L 30 nHL –I I III v I III v I III v -1,0 1,0 3,0 5,0 7,0 9,0 A B C -1,0 1,0 3,0 5,0 7,0 9,0 [ms] -1,0 1,0 3,0 5,0 7,0 9,0 v [ms] Figura 5-8. Potenciales evocados auditivos del tronco cerebral. (A) Oído derecho. Trazado normal. Se identifican las ondas I, III y V con morfología, latencia y amplitud normales. En el eje de ordenadas se reflejan las intensidades de estimulación en dB nHL. (B) Oído derecho. Ausencia de trazados identificables, a excepción de la onda V a 90 dB nHL. Compatible con hipoacusia neurosensorial de grado severo. (C) Oído izquierdo. No se identifica ninguna de las ondas. Compatible con hipoacusia neurosensorial profunda.