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VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 1 VESTIGIUM Revista del Departamento de Filosofía Facultad de Artes & Humanidades Universidad de Pamplona Año I No 2. (Junio-Diciembre) 2006 Rector: Álvaro González Joves Vicerrector Académico: Amanda Lucia Chaparro García Vicerrector de Investigaciones: Jorge Enrique Rueda Parada Decano: William Javier Gómez Torres Director: Julio César Barrera Vélez Comité Editorial: Mg. Ramiro Ceballos Melguizo Ph. D. José Herrera Ospina Mg. Oscar Cabeza Herrera Ph. D. Jesús Contreras Mendoza Ph. D. Sofia Reding Blase (México) Ph. D. Daniel Herrera Restrepo (Bogotá) Ph. D. William Botero Duque (Medellín) Ph. D. Manuel Cabada C. (Madrid-España) Comité Internacional de Arbitraje: Mauricio Beuchot, Ph. D. (Universidad Nacional Autónoma de México) Pablo Guadarrama G. Ph. D. (Universidad de Santa Clara –Cuba) Jean Greish Ph. D. (Instituto Católico de Paris-Francia) Philippe Capelle Ph. D. (Instituto Católico de París-Francia) Rafael Soto Mellado Ph. D. (Instituto de Estudios Eclesiásticos-México) Julia Iribarne Ph. D. (Universidad de Buenos Aires- Argentina) P. Adalberto Cardona Ph. D (Universidad Santo Tomás-Bogotá) P. Héctor Lugo García Ph. D. (Universidad de San Buenaventura-Bogotá) Luis Eduardo Gama Ph. D. (Universidad Nacional de Colombia-Bogotá) Gonzalo Soto Posada Ph. D. (Universidad Pontificia Bolivariana-Medellín) Mauricio Navia Ph. D. (Universidad de los Andes-Venezuela). José Guillermo Anjel Rendo Ph. D. (Universidad Pontificia Bolivariana-Medellín) Martín Agudelo Ramírez Ph. D. (Universidad de Medellín- Medellín) Anibal Rodrñiguez Silva Ph. D. (Universidad de los Andes-Venezuela) Canje: VESTIGIUM. Revista del Departamento de Filosofía. Universidad de Pamplona Sede Casa Central (Casona) Kra 4 No. 4-38. Telefax : 5682575. Pamplona Norte de Santander Colombia. Email : jbarrera@unipamplona.edu.co o jbarrera933@hotmail.com VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 2 VESTIGIUM ISSN: 1909 – 4574 No está permitida la reproducción total ao parcial de esta revista, ni su tratamiento informático, ni la trnasmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo o por escrito de los titulares del Copyright. DERECHOS RESERVADOS. Copyright. º 2006, por la Universidad de Pamplona. LitoFlórez - Pamplona e.mail:litoflorz@gmail.com Impreso en Colombia Printed in Colombia Traducciones al inglés por Nadine Kieff. Profesora del Centro de Lenguas. Universidad de Pamplona – Colombia. Foto de la Portada: Título: Fervor Lugar: Cácota Norte de Santander- Colombia I Puesto Concurso Nacional Tradiciones Nortesantandereanas Fotografía de Edgar Villamizar Portilla VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 3 CONTENIDO Presentación………………………………………………………………… 4 ARTÍCULOS Hermenéutica Analógica: Paradigma del pensar Latinoamericano Julio César Barrera Vélez………………….……………………………… 9 Poesía y poética en Hans-Georg Gadamer Anibal Rodríguez Silva…………………………………………………..… 25 Enseñar a pensar desde la fenomenología Carmen López Sáenz……………………………………………………… 31 La idea del pluralismo jurídico Ramiro Ceballos…………………………………………………………… 41 Simulacro, subjetividad y biopolítica; De Foucault a Baudrillard Eva Patricia Gil Rodríguez .................................................................. 53 Racionalidades emergentes: De la bioética y la biopolítica en escenarios rurales Oscar Javier Cabeza Herrera…………………………………………… 67 Locke, precedente directo del Ensayo de Condillac Jesús Alfredo Contreras Mendoza………………………………….…… 81 Conocimiento, Redescripciones y Esperanza Social De Castoriadis a Rorty Gabriela Kuchle……………………………………………………………… 97 ¿Qué tipo de “realidad” tienen las entidades teóricas de las ciencias sociales? María Natalia Zaxadivker……………………………………………..…… 109 El Heráclito de Nietzche en la época de la tragedia de los griegos José Francisco Guerrero Lobo………………………………………….. 123 El humanismo y las repercusiones científicas en los primeros filósofos griegos Roberto Cañas Quiros………………………………………………….…. 135 El humanismo en la cultura del medioevo: Una visión del siglo XII José Herrera Ospina ……………………………………………………… 151 RECENSIONES • Libros.................................................................................. 177 • Revista de revistas……………..…………………………… 186 VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 4 PRESENTACIÓN Dentro de las llamadas Ciencias Sociales, la Filosofía, que otrora fuera considerada el arconte de casi todos los saberes aparece en nuestros días como una disciplina de talante científico, cientificidad, que estriba no en la verificación fáctica de sus conceptualizaciones, sino en el rigor conceptual desde el cual, a partir de métodos especializados (tales como el dialéctico, el crítico, el escolástico, el analítico, el fenomenológico o los “caminos metódicos de la hermenéutica” y sus variantes entre otros), se lleva a cabo la racionalización de la experiencia. Empero, uno de los problemas que afronta la filosofía desde sus inicios en el alba del pensamiento presocrático, hasta nuestros días es su definición. Por tanto, la vieja y nueva pregunta de: ¿Qué es filosofía? aparece como un problema perennis de todos los que se dedican a filosofar. En este horizonte el presente número de la Revista del Departamento de Filosofía de la Universidad de Pamplona, Vestigium, asume como referente conceptual la definición del fenomenólogo colombiano Daniel Herrera Restrepo, para quien la filosofía es concebida como: (…)La reflexión sistemática, crítica y prospectiva sobre las diversas prácticas del hombre frente a la realidad; es decir, sobre los diversos procesos de producción que lleva a cabo el hombre a partir de lo que encuentra en su alrededor: prácticas económicas, científicas, culturales, políticas, ideológicas, etc1. Desde esta perspectiva, en el presente número de Vestigium se reflexiona “sistemática, crítica y prospectivamente”2 en torno a cinco tópicos del quehacer filosófico. Así, en el primer tópico, por una parte, se aborda desde la visión hermenéutica la propuesta de la -Hermenéutica Analógica- que aflora en el panorama filosófico latinoamericano como una forma original de apalabrar nuestra realidad y por otra parte, se encara críticamente la disertación que sobre la poética hizo Hans-Georg Gadamer. En el segundo tópico, presentamos los aportes conceptuales y metodológicos que la fenomenología husserliana hace a la pedagogía actual. El tercer tópico tematiza desde la filosofía política los matices del fenómeno del pluralismo jurídico y se someten a examen desde la óptica filosófica de Michel Foucault y Baudrillar el rol de la subjetividad en el marco de la actual biopolítica. 1 HERRERA RESTREPO, Daniel. Sobre la posibilidad de una filosofía latinoamericana vista por un fenomenólogo. En: Cuadernos de Filosofs ía Latinoamericana. USTA. Nos 72-72. 1998.,p. 11. 2 HERRERA RESTREPO, Daniel. Op.cit. VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 5 En el cuarto tópico se presenta una valoración crítica de la bioética como una nueva racionalidad. El quinto tópico presenta dos textos que desde el ámbito epistemológico repiensan las principales categorías de las ciencias sociales. Por último, el sexto tópico presenta una relectura del humanismo clásico y medieval a la luz de la actual conceptualización de las ciencias de nuestro tiempo. En esta misma sección se nos convoca a entrar en diálogo con Heráclito y Nietzsche desde un panorama estético. En términos generales el presente número de Vestigium invita a sus lectores a deambular por estos cinco paisajes del pensar filosófico actual. Julio César Barrera Vélez Director VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 6 VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 7 HERMENÉUTICA ANALÓGICA -Paradigma del Pensar Latinoamericano∗∗∗∗- Julio César Barrera Vélez Profesor de Tiempo Completo Facultad de Artes y Humanidades Universidad de Pamplona e-mail:jbarrera@unipamplona.edu.co Resumen El objeto del presente texto es exponer los rasgos fundamentales de la propuesta hermenéutica del filósofo mexicano Mauricio Beuchot Puente O. P. como un arquetipo del pensar latinoamericano. El corpus del texto lo conforman los siguientes acápites: 1. Descripción del pensamiento filosófico-hermenéutico contemporáneo. 2. Ubicación de la obra de Mauricio Beuchot en el pensamiento contemporáneo. 3. Rasgos esenciales de la hermenéutica analógica. 4. Acotación final Palabras Clave: Hermenéutica, Hermenéutica Analógica, Filosofía, Mauricio Beuchot. ANALOGICAL HERMENEUTICS - Paradigm of Thinking in Latin America * - Julio Cesar Barrera Vélez Full Time Professor Faculty of Arts and Humanities University of Pamplona E--mail: jbarrera@unipamplona.edu.co Abstract The object of the present text is to explain the fundamental features of the hermeneutic’s proposal expounded by the Mexican philosopher Mauricio Beuchot Puente as an archetype of thinking in Latin America. The body of the text is made up of the following paragraphs: 1. Description of the contemporary philosophical-hermeneutic thought. 2. Location of Mauricio Beuchot’s work in contemporary thought. 3. Essential features of analogical hermeneutics. 4. Final limits. Key Words: Hermeneutics, Analogical Hermeneutics, Philosophy, Mauricio Beuchot Puente. ∗ El presente artículo corresponde a un avance de los resultados del proyecto de investigación: Interrelaciones entre Fenomenología y Hermenéutica de la línea de investigación Fenomenología y Hermenéutica del Grupo de Investigación Dianoia- Filosofía inscrito en Colciencias Código COL0042705 del Departamento de Filosofía de la Universidad de Pamplona. Además el mismo texto fue presentado en calidad de ponencia en el IV Coloquio Internacional de Hermenéutica Analógica en la Universidad Nacional Autónoma de México. D. F. 14 de Octubre de 2006. VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 8 Para Jennifer Andrea Rivera Zambrano a quien aún tengo atravesada entre los párpados…! 1. Pensamiento Filosófico-Hermenéutico Contemporáneo y Hermenéutica La singular transición hacia el nuevo milenio ubica al hombre frente a una serie de inquietantes preguntas. Dichas preguntas aparecen en todos los ámbitos en los que se desenvuelve la vida y el obrar humano. En esta perspectiva el campo del saber filosófico no constituye una excepción. Por tanto, si observamos el desarrollo filosófico-cultural de los últimos tiempos, constatamos que a partir de la segunda mitad del siglo XX el problema del lenguaje o el llamado “giro lingüístico” constituye uno de los principales temas de reflexión. Reflexión que ha sido sistemáticamente desarrollada desde diversas sensibilidades filosóficas. En esta línea aparece la “hermenéutica” como una nueva Koiné filosófica desde la cual se “apalabra” el mundo. De tal manera que en este espacio comprenderemos de manera general por hermenéutica, entre sus muchas acepciones, el arte de la interpretación y del diálogo. Es una corriente filosófica y cultural en que el mundo y el hombre se constituyen como tales en y por el lenguaje, de modo que llegar a ser es llegar a la palabra y, por lo mismo a la interpretación. Todo se da y se articula en el lenguaje, sede del sentido. En este horizonte vemos que el mundo no es una realidad física ajena al hombre, sino un haz de interpretaciones. Heidegger dirá que toda verdad es una articulación interpretativa de una precomprensión en la que nos encontramos por el hecho mismo de existir como “seres-en-el- mundo”. Esto significa que toda comprensión es mediata, es decir, “se encuentra ya y en cada caso tiene lugar ya en medio de situaciones fácticas, conformaciones históricas y prejuicios, que acotan y a la par orientan, la comprensión. VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 9 Por otra parte, dentro del horizonte hermenéutico contemporáneo afloran diversas tendencias. Una caracterización ilustrativa1 de las mismas presenta cinco grandes bloques a saber: 1. Hay una Hermenéutica Metódica, heredera de Dilthey, que ante los éxitos de las llamadas ciencias de la naturaleza, alcanzados gracias a su universalidad y objetividad, se interroga sobre las condiciones de posibilidad epistémicas y metodológicas de las llamadas ciencias humanas para que su interpretación del mundo alcance, igualmente, “universalidad y objetividad”. Esta tendencia cree, ingenuamente, que en este mundo se puede dar la pretendida distancia entre sujeto y objeto que se da en las ciencias de la naturaleza. 2. Desde otra orilla, tenemos una Hermenéutica Ontológica, aquella de un Heidegger o de un Gadamer, para quienes la experiencia se configura en el lenguaje. Interesados en el ser, tras largos análisis, llegan a la conclusión que el único ser que nos es accesible es el que se nos revela en el lenguaje. Sin embargo, olvidan que el lenguaje también es un medio de dominio y de poder; que el lenguaje puede ser el lugar de la verdad y de la comunicación correcta, pero también de la no verdad y de la comunicación distorsionada. Pues los actos del habla no sólo son lingûísticos, sino comunicativos, lo que supone no jugar solitariamente un juego lingûístico, sino someter el habla a las reglas cuyo cumplimiento corresponde siempre el interlocutor, al menos ideal, con los mismos derechos del hablante. 3. Otra tendencia a es la Hermeneútica Semiológica de Paul Ricoeur. Su interés, sin embargo, es igualmente ontológico. Mas como buen francés, que no renuncia al espíritu cartesiano, está orientado a la comprensióndel yo. Para lograrlo, sigue el largo camino del análisis de las zonas simbólicas producidas por el hombre: sueños, mitos, ritos, metáforas, etc. Ricoeur ha puesto de presente cómo el lenguaje simbólico es multívoco y, como tal, lo más opuesto al lenguaje unívoco de las ciencias. Por tanto, sólo y a través de análisis semiológicos detallados de dicho lenguaje podemos llegar a saber lo que somos. 4. Como cuarta tendencia tenemos la Hermenéutica Crítica de Habermas y Apel, quienes parten de la convicción de que la posibilidad del conocimiento se fundamenta en los interese de la vida cotidiana. Para quienes se interesan en el mundo social, se trata del interés de la 1 La presente taxonomía la toma de HERRERA RESTREPO, Daniel. Fenomenología y Hermenéutica. En: Cuadernos de Filosofía Latinoamericana. Universidad Santo Tomás. Nos 72-73. 1998. VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 10 emancipación de los dominados, emancipación que presupone una crítica de las ideologías que sostienen a los dominadores: es necesario develar el sentido de estas ideologías para posibilitar la comunicación y convergencia entre las diversas perspectivas de cada uno de los mundos cotidianos en pro de la convivencia, pues el criterio de validez de una norma sólo puede ser el consenso cotidiano. Este consenso es posible si el oyente entiende al hablante, lo cree veraz, acepta la verdad del contenido proposicional y si, finalmente, considera correcta la norma aprobada. 5. Por último encontramos la propuesta de Gianni Vattimo (que denominaremos Hermenéutica Nihilista) quien concibe la hermenéutica como una cosmovisión en el marco del pensamiento débil o desfundamentado. Cuyo telos es poner de presente la urdimbre de interpretaciones desde y sobre las cuales tenemos que habérnosla con el fluir constante de lo real en donde el ser patentiza su aniquilamiento. 2. Ubicación de la Obra de Mauricio Beuchot en el Pensamiento Filosófico Contemporáneo. A. Sinopsis Biográfica El Padre Mauricio Beuchot Puente O. P. Es doctor en filosofía por la Universidad Iberoamericana de México. Actualmente es profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM e investigador titular del Instituto de Investigaciones Filológicas y Director de la Revista Analogía Filosófica. Entre sus publicaciones más importantes tenemos: Tratado de hermenéutica analógica. México: UNAM.2000. Postmodernidad, hermenéutica y analogía. México:Universidad Intercontinental-Miguel Ángel Porrúa.1996. Perfiles esenciales de la hermenéutica. México: Instituto de Investigaciones Filológicas-Unam.1997. La retórica como hermenéutica y como pragmática. Barcelona: Anthropos.1998. Hermenéutica analógica y del umbral. Salamanca:Sanesteban. 2003 Hermenéutica Analógica. Aplicaciones en América Latina. Bogotá: El Buho. 2003. Hermenéutica, Analogía y Símbolo. Barcelona: Herder.2004. Antropología Filosófica. Hacia un personalismo analógico-icónico. Madrid:Fundación Emanuel Mounier. 2004. VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 11 Más numerosos artículos en Revistas Especializadas tanto en lengua castellana como francesa e inglesa. B. De la ubicación Inserto en el debate modernidad-postmodernidad se encuentra la reflexión filosófico-hermenéutica de Beuchot al respecto el mismo autor acota: (…) La postmodernidad anuncia la bancarrota de la modernidad. La razón moderna no ha cumplido su profecía de progreso indefinido, antes bien, nos ha llevado al fracaso que contemplamos en la actualidad. (…) En contra de la universalidad de la razón y de la unificación de la cultura –que pretendía la modernidad-, se llegado más bien a formas de pluralismo que no apuntan a un sentido unitario. Se esfuma, pues, la visión unitaria que era característica de la búsqueda de la identidad, y se vuelve la vista a la diferencia, a la multiplicidad. Lo unitario estable se considera ‘metafísico’ y se le condena2. Es esta problemática y su intención de dialogar con ella, la que ha motivado el surgimiento de una hermenéutica analógica3. En este sentido el proyecto hermenéutico de Beuchot busca un punto intermedio entre la univocidad de algunas hermenéuticas y la equivocidad de otras. Por esto, al decir del autor en cuestión: “(…) Dada esa dolorosa tensión entre la univocidad y la equivocidad, se presenta como coyuntura la analogía colocada entre el univocismo de la modernidad y el equivocismo de la posmodernidad”4. Empero, en el contexto de su pensamiento es necesario precisar que el aporte que hace este filósofo a la reflexión hermenéutica actual, no es meramente metodológico. Puesto que el proyecto de una hermenéutica analógica se inserta en el horizonte de una verdadera meditación (léase teorización) sobre cómo desde nuestro ethos de mestizos y cómo en y desde América Latina interpretamos nuestro contexto inmediato. En este sentido Beuchot nos dice: (…) Lo veo como una buena alternativa; no sólo porque tengo la convicción de que la analogicidad ayudará a sintetizar las tensiones modernidad- 2 BEUCHOT PUENTE, Mauricio. Hermenéutica analógica y crisis de la modernidad. En: Revista de la UNAM. 1998., p. 25. 3 Más los supuestos básicos de este proyecto filosófico se encuentran exhautivamente expuestos en las siguientes obras de Beuchot a saber: Postmodernidad, hermenéutica y analogía, Tratado de hermenéutica analógica y Perfiles esenciales de la hermenéutica. 4 BEUCHOT., Op.cit. VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 12 posmodernidad, sino porque estoy persuadido de que la analogicidad está en la entraña misma del conocimiento humano.5 Por otra parte, en dentro de esta misma línea de reflexión, cabe recordar que la originalidad en filosofía hay que situarla en el marco de la clásica idea de “repetición y diferencia”, puesto que para la comprensión de lo más remoto se interpela desde el presente y al mismo tiempo para la comprensión del presente se hace necesario ir retrospectivamente a la etiología de “las cosas mismas”. En este sentido el pensamiento vivo de Beuchot se realiza en diálogo crítico con las diferentes tradiciones filosófica. Al respecto, a mi juicio, la obra de Beuchot es una síntesis madura entre la tradición anglosajona (Pierce, Morris) y la tradición continental (Gadamer, Gremias y Ricoeur) atemperada en el seno del ethos latinoamericana. Aunado a lo anterior, quiero destacar que la multifacética ( por la diversidad de tópicos que aborda pero desde una óptica unificadora: la hermenéutica analógica) obra de Beuchot, es una obra viva que echa sus raíces afincada profundamente en la realidad materializando de este modo la máxima hegelina de que la filosofía es la época expresada en conceptos. 3. Rasgos Esenciales De la Hermenéutica Analógica. 3.1. Hacia un Modelo de Hermenéutica Analógica. A). Nociónde Analogía Beuchot reactualizando la tradición tomista se sumerge en la problemática contemporánea del univocismo- equivocismo y brinda una alternativa equilibrada al mismo. A este propósito afirma: (…) Frente a estos extremo del equivocismo y el univocismo, queremos presentar un modelo analógico de la interpretación, una hermenéutica analógica, inspirada en la doctrina de la analogía de Aristóteles y los medievales. En la interpretación univocista se defiende la igualdad de sentido, en la equivocista, la diversidad. En cambio en la analógica se dice que hay sentido relativamente igual (secundum quid eadem) pero 5 Op,cit., p. 28. VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 13 que es predominante y propiamente diverso (simpliciter diversum) para los signos o textos que lo comparten6. En este ámbito recordemos que la analogía es un concepto que se encuentra ya presente en la lógica antigua. Se utiliza en dos campos: en el estudio del término (dicción) y también en una de las clasificaciones del concepto como uno de los modos primarios de predicación o antepredicamentos. Así, el término es la expresión (oral o escrita) del concepto. Es significativo el hecho de que si bien pueden haber términos unívocos, equívocos o análogos, el concepto sólo puede ser unívoco o análogo. De tal manera que un concepto se análogo cuando se predica de varios con una significación parcialmente la misma y parcialmente diversa, pero con predominio de la diferencia7. De esta manera, Beuchot descubre que la predicación análoga sirve de fundamento a un modo de acceso (léase comprensión/interpretación) a la realidad equilibrado. Por ello afirma: (…) La analogía es, por tanto, un modo de ser, un modo de conocer y una actitud vital. Es un modo de ser, porque el ser mismo es analógico, se dice de diversas maneras. Es un modo de conocer, porque se opone a los reduccionismos del modo unívoco de conocer y a los relativismos del modo equívoco de conocer. Pero es también una actitud vital porque está conectada con la prudencia, aun con cierto conocimiento por connaturalizad, que podemos llamar empatía, muy importante para la ética y las ciencias sociales. Tiene pues un sustrato ontológico, uno epistemológico y otro ético8. Siguiendo con la profundización del concepto en cuestión, Beuchot comenta los márgenes y criterios de la analogía que manejaba el pensamiento medieval al respecto nos dice: 6 BEUCHOT PUENTE, Mauricio. Tratado de hermenéutica analógica. Hacia un nuevo modelo de interpretación. México:UNAM. 1997., p. 37. 7 Al respecto Beuchot acota que: “(…) Según nos dice la semántica, lo análogo tiene un margen de variabilidad significativa que le impide reducirse a lo unívoco pero también le impide dispersarse en la equivocidad. La semántica de lo análogo ya ha sido trabajada por Aristóteles y algunos medievales, que llegaban a decir que lo análogo es ponderantemente diverso, respeta las diferencias; pero evita la pura diferencia al punto de poder ser tratado incluso en el silogismo, de una manera silogística dinámica, no cerrada y fija” Cfr. BEUCHOT PUENTE, Mauricio. Perfiles esenciales de la hermenéutica. México: Instituto de Investigaciones Filológicas-Unam.1997., p. 28. 8 BEUCHOT PUENTE, Mauricio et al. ¿Tiene la analogía alguna función en el pensar filosófico? México: Universidad Iberoamericana. 1977., p. 149-150. VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 14 (…) La analogía es proporción, y puede serlo de manera simple o de manera compuesta. A la primera suele llamársela analogía de atribución, e implica una marcada jerarquía entre un analogado principal y otros analogados secundarios. Así, “sano” se predica primariamente del organismo, y después ( o secundariamente) del clima, del alimento, de la medicina o de la orina. El primero recibe la atribución con mayor propiedad que los segundos, los cuales reciben esa atribución precisamente por relación con él. La analogía de proporcionalidad es una proporción compuesta. En ella lo que se compara no es un analogazo con otro, sino que se comparan dos proporciones simples. No se comparan correlatos, sino relaciones. Aquí no se ve tanto la jerarquía como en la otra, pero hay un cierto orden, ya que toda analogía implica un más y un menos. La analogía de proporcionalidad puede ser propia o metafórica. Ejemplo de la propia: “la razón es para el hombre lo que el instinto para el animal”, por eso entendemos la expresión “el animal se adapta (instintivamente) al medio ambiente”. Ejemplo de la metafórica: “la risa es al hombre lo que las flores al prado”, por eso entendemos la expresión metafórica “el prado rie”. Esta última es de singular importancia, pero no es el único tipo de analogía9. De esta forma la reflexión sobre los tipos de analogía lleva a Beuchot a conclusiones que resultan novedosas para muchos contemporáneos: “(…) prefiero como paradigma de la analogía la de proporcionalidad propia, para que no obtenga una prioridad absoluta, sino relativa a los casos en que se practica o aplica”.10 Más nuestro autor rescata, a mi juicio, algo generalmente se pasa por alto en la misma tradición metafísica cuando acota que: (…) De hecho, la analogía siempre implica proporcionalidad, esto es, una relación en la que no se puede atribuir algo a diferentes cosas sin conocer y matizar lo que tienen de común, y, sobre todo, lo que tienen de diferente. Ya que en la analogía predomina la diferencia, exige conocer en qué se distinguen las cosas más que lo que tienen en común. No se puede aplicar, por eso, donde no hay multitud ni donde no hay diversidad11. 9 BEUCHOT PUENTE, Mauricio et al. Op. cit., p. 146. 10 BEUCHOT PUENTE, Mauricio et al. Op. cit., p. 147-148. 11 BEUCHOT PUENTE, Mauricio et al. Op. cit., p. 148. VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 15 En términos generales el modelo analógico eje (central del proyecto hermenéutico en cuestión) lo concibe el autor como un: “(…) modelo analógico intermedio entre lo unívoco y lo equívoco, pero tendiendo más a este último, ya que es primariamente diverso y secundariamente idéntico.” Por ende, en la dinamis de este modelo interpretativo se patentiza una amplia racionalidad comprensiva en donde el movimiento de acercamiento y alejamiento en la actividad interpretativa evitan los extremos propendiendo por un equilibrio interpretativo. B) De los Fundamentos de la Hermenéutica Analógica Apoyado en la lectura de la obra de Beuchot y del intercambio personal con el autor, junto al acopio de los argumentos que expone y al diálogo que su pensamiento filosófico entabla con Gadamer, Ricoeur y Pierce esbozaré cinco ‘caminos’ o ‘ sendas’ y en categorías que, a mi modo de ver,expresan la razón de ser de una interpretación analógica 1. Camino Ontológico Aunque en el clima postmoderno se crea ingenuamente que la ontología reflexiona sobre ‘esencias ahistóricas y atemporales’. La ontología accede al conocimiento de la esencia y ésta siempre se encuentra encarnada en una situación histórica cultural determinada y concreta. Por consiguiente requiere una comprensión (léase intelección/interpretación) analógica. Ya que el telos es acceder a lo común sin perder las diferencias. En este sentido el mismo autor afirma: “(…) En esta metafísica analógica recuperamos el ser, dentro de sus diferencias, sin sacrificar con ello lo que de unidad podemos asegurarle.”12 2. Camino Gnoseológico De manera análoga a la situacionalidad de las esencias en diversos contextos culturales. Los hombres avocados a conocer y comprender también se encuentran espacio-temporalmente situados en marcos culturas diversos. Al respecto Beuchot nos dice: 12 BEUCHOT PUENTE, Mauricio. Filosofía analítica, filosofía tomista y metafísica. México: Universidad Iberoamericana. 1983., p. 78. VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 16 (…) Puede concederse casi sin dudar que no hay un metasistema que englobe a todas las culturas y de razón de ellas. Pero también es posible conceder que desde la propia cultura - sin brincar a un metasistema inalcanzable, por inexistente, y sin tener que erigir a la propia cultura como totalmente universal, porque no es cierto- se pueden juzgar las demás culturas. De manera dia-filosófica, no meta-filosófica. Por analogía. Para comprender algo no hace falta tener que vivirlo (como decía Ortega y Gasset: para estudiar al pato no hace falta ser pato) ni siquiera recordarlo (podemos condenar los campos de concentración sin haber estado en ninguno de ellos), ni compartirlo idealmente; basta con poder compartirlo de manera analógica, proporcional, por acercamiento icónico al paradigma o modelo que se nos muestra de ello. Así, podemos acercarnos (según cierta gradación) a la comprensión de otras cultura13. 3. Camino Existencial En la perspectiva de la reflexión hermenéutica heideggeriana en donde lo hermenéutico no es simplemente un ‘modo de ser’ sino en la aprehensión vital del comprender humano resulta incontrastable el factum de que la razón humana se mueve comparativamente. Es decir, encaramos la comprensión / interpretación de la realidad por la vía de la analogía de la comparación. 4. Camino Antropológico Dada la finitud humana se comprende la necesidad de acceder a los procesos de comprensión mediante la comparación. De tal forma que en la obra de Beuchot aflora una “hermenéutica de la facticidad del ser humano”14. En donde el hombre, de manera general se concibe, como “ícono del ser e ícono del tiempo”. En donde el hombre como “animal hermenéutico” esta llamado a comprender el mundo y por lo mismo a interpretarlo. 5. Camino Ético 13 BEUCHOT PUENTE, Maurico. Hermeneútica analógica y crisis de la modernidad. México. Ed. Norma María Matamoros Franco.1998., p., 15. 14 BEUCHOT PUENTE, Mauricio. Antropología Filosófica. Hacia un personalismo analógico- icónico. Madrid: Fundación Emanuel Mounier. 2004. ,p. 47. VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 17 Según Beuchot15, ética hermeneutizada, la plantea de manera distinta, y tiene que ser considerada en relación con ella. Igualmente, la hermenéutica analógico-icónica remite a la ética a la dimensión metafísica, abierta por la hermenéutica misma, donde ambas se aposentan, se mueven y conviven. De tal manera que, una de las intenciones de este modelo de comprensión es hacer una lectura de la naturaleza humana como un texto, para extraer de él las consecuencias y aplicaciones que necesitamos para dirigir su conducta. Sin ese conocimiento del hombre, sin esa interpretación de su ser, tendremos una ética muy formal y muy pura, pero completamente vacía. En lo relativo a las principales propuestas categoriales16 o corpus conceptual desde el cual la propuesta de la hermenéutica analógica se articula tenemos: 1.- La analogicidad como espacio intermedio entre la interpretación univocista de los positivistas o cientificistas y las hermenéuticas equivocistas de muchos postmodernos. 2.- Interpretación bajo la guía de la analogía de proporcionalidad. De tal manera que genere una lectura proporcional al texto, tanto a) metonímica (o de proporcionalidad propia) como b) metafórica (o de proporcionalidad impropia). 3.- Aplicación de la analogía de atribución que nos dará la posibilidad de más de una interpretación válida (contra el positivismo) pero con límites (contra el posmodernismo), de modo que haya un grupo de interpretaciones válidas de un texto pero jerarquizadas, en las cuales habrá una que sea el analogazo principal (no necesariamente la interpretación más verdadera, pero si las más rica en matices) y otras que irán descendiendo hasta que comiencen ya a ser falsas. 4.- Una hermenéutica analógico-incónica, es decir, que atienda a la iconicidad, según Peirce, para quién la analogía es icónicidad, y la iconicidad tiene tres clases o tipos: imagen, diagrama y metáfora, con lo cual se obtiene otra vez el polo metonímico y el polo metafórico, los cuales, según Jakobson, son los dos pilares del pensamiento humano (el metonímico para hacer ciencia y el metafórico para hacer poesía). 5.- Analogicidad y simbologicidad porque como ya decía Kant el símbolo sólo puede interpretarse por analogía, conocerse analógicamente. 15 Cfr. BEUCHOT PUENTE, Mauricio. Perfiles esenciales de la hermenéutica. México: Instituto de Investigaciones Filológicas-Unam.1997. 16 Cfr. BARRERA VÉLEZ, Julio César. Charlas con Mauirico Beuchot. Bogotá: Sed. 2005.p. 4. VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 18 Esto evitará el univocismo de muchos que interpretan el símbolo para traducirlo al lenguaje científico (L.Lévi-Bruhl) y el equivocismo de otros que dicen que el símbolo no se puede interpretar sino sólo vivir (P. Panikkar). 6-. Articulación de la dimensión metonímica y metafórica. Dado que la metonimia nos permite pasar de los efectos a las causas (o abducir) y de la parte al todo (inducir). Aspecto que se materializa en el discurso de las ciencias. Mientras que la metáfora nos permite expresar el pensamiento indirecto, traslaticio, poético. De tal manera que en la aprehensión de la realidad esta gana una plusvalía de sentido17. En suma, el proyecto de la hermenéutica analógica se ubica como un gozne (entre el univocismo y el equivocismo) que permite alcanzar un diálogo profundo y genuino con el texto (comprendiendo el término “texto” en sentido amplio) y su contexto. A lo cual se puede acceder sin detrimento de marcar un orden entre las diversas interpretaciones. C) De la heurística en los procesos metódicosde la hermenéutica analógica Recordemos que el término “heurística” viene de los vocablos griegos “heu” y “rein” que significan “correr bien” y dicho sentido es cercano al de método, que es “meta-hodos”, es decir, atravesar un camino. De tal manera que a nivel etimológico la heurística ayuda a recorrer bien el camino metodológico. De forma más precisa “(…) la heurística es una parte del método: la que lleva al descubrimiento, más que a la demostración de lo descubierto. “18 Entonces, ¿cuál es la heurística de la hermenéutica analógica? Dada la naturaleza mediadora de la hermenéutica analógica el interprete debe aprender a captar, según Beuchot, “(…) semejanza y la diferencia, sobre todo la diferencia. Vemos las diferencias desde la semejanza; pero sin perder la diferencia”. Más, ¿cómo ocurre el proceso? (…) Después de la pregunta interpretativa sobre el texto, la interpretación se plantea primero en forma de hipótesis o conjetura (Después se verá si tiene concordancia con el texto, y aun se argumentará que la tiene, se ofrecerán argumentos dialécticos o retóricos 17 BEUCHOT PUENTE, Mauricio. Hermenéutica Analñogica y del umbral. Salamanca: San Esteban Editores. 2003., p. 44-46. 18 BEUCHOT PUENTE, Mauricio. Hermenéutica, Analogía y Símbolo. Barcelona:Herder.2004., p. 105-106. VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 19 para apoyarlo). Más el acto interpretativo es la actuación de una competencia que se va formando. Es la construcción de una virtud hermenéutica que nos hace capacita o nos hace competentes para realizar el acto interpretativo19. Más adelante en esta misma línea aclara con más exactitud el proceso al decir: (…) El acto de interpretación tiene como previo un cuestionamiento o pregunta interpretativa.20 Acerca del significado de un texto. El acto interpretativo será precisamente la construcción de una hipótesis de interpretación, una interpretación hipotética. Más, ¿qué ayuda a alcanzar una buena hipótesis de interpetativa? A eso ayuda el familiarizarse con el contexto del texto (…) Así mismo hay que estar impregnados del conocimiento de la historia y la cultura del autor del texto21. Por último, en lo relativo al proceso en cuestión Beuchot, subraya la dimensión icónica de la hermenéutica analógica al decirnos: (…) Para interpretar un texto, a veces se intentará “copiar” de plano su sentido (u obtener un análogo del mismo que se acerque a la correspondencia unívoca o biunívoca ), a veces se necesitara hacer un diagrama del mismo y a veces sólo una metáfora suya. Los dos primeros quedan sobre todo en textos que tienen una intención más inclinada al literalismo, al sentido literal, y los dos últimos cuando se tiende al sentido símbolico, alegórico o no literal22. Como cierre es necesario esbozar algunos razones de porque considero al proyecto filosófico hermenéutico de Mauricio Beuchot un “paradigma del filosofar latinoamericano” porque insertado en la filosofía 19 BEUCHOT PUENTE, Mauricio. Op.cit., p. 110-111. 20 Al respecto en el texto Perfiles esenciales de la hermenéutica. México: Instituto de Investigaciones Filológicas-Unam.1997. Beuchot propone como modelos las siguientes preguntas interpretativas: La pregunta interpretativa es siempre con vistas a la comprensión. ¿Qué significa este texto?, ¿qué quiere decir?, ¿a quién está dirigido?, ¿qué me dice a mí?, o ¿qué dice ahora?, y otras más. Puede decirse que la pregunta es un juicio prospectivo, está en prospecto, en proyecto. Se hace juicio efectivo cuando se resuelve la pregunta). 21Cfr. BEUCHOT PUENTE, Mauricio. Hermenéutica, Analogía y Símbolo. Barcelona: Herder.2004.,p.111. 22 BEUCHOT PUENTE, Mauricio. Op.cit., p. 115. VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 20 contemporánea este autor buscar rehabilitar la fronesis interpretativa de tal manera que en dialogo con la tradición (desde presocráticos a Ricoeur) y tematizado aspectos esenciales de nuestra mismidad tales como la dimensión analógica de nuestra condición mestiza ha entablado un fructífero diálogo en donde los universal del pensar filosófico occidental se atempera en la relectura de los mitos fundacionales del Valle de México o en las formas discursivas que re-crean el ayer que aflora: ya sea en la plaza de mercado o la liturgia de la academia. Además vale la pena recordar que el pensamiento analógico ha estado presente en los proceso de construcción de nuestra identidad latinoamericana desde el encuentro de las civilizaciones precolombinas con la europea hasta nuestros días. VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 21 POESÍA Y POÉTICA EN HANS-GEORG GADAMER∗∗∗∗ Aníbal Rodríguez Silva Profesor Tiempo Completo Departamento de Filosofia Universidad de los Andes- Trujillo-Venezuela e-mail: ranibal@ula.ve Resumen El propósito de este estudio consiste en revisar los aportes que para la crítica literaria de principios del siglo XXI tiene la hermenéutica desarrollada por Hans Georg Gadamer más allá de lo señalado por la teoría de la recepción en sus principales autores: Hans Robert Jauss y W. Iser. La pregunta desde la que estableceremos el diálogo hermenéutico reza:¿En qué momento aparece la reflexión en Gadamer sobre el tema de lo literario y qué lugar ocupa en el marco de la tarea hermenéutica? Palabras Clave: Critica literaria, Hermenéutica, Poesía, Poética, Hans-Georg Gadamer. POETRY AND THE POETIC ASPECT OF HANS-GEORG GADAMER * Aníbal Rodríguez Silva Full -Time Professor Department of Philosophy University of Los Andes -Trujillo-Venezuela e-mail: ranibal@ula.ve Abstract The purpose of this study consists in the review of the critical literary contributions from the beginning of the 21st Century; here hermeneutics has been developed through Hans Georg Gadamer. This is beyond what has been pointed out by the theory of the reception by its main authors like: Hans Robert Jauss and W. Iser. ∗ Este trabajo constituye un avance de los resultados de la investigación financiada por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la Universidad de los Andes. Según código NURR-H-257-04-04-D VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 22 The question we will establish within the hermeneutic dialogue says: “At what moment does the reflexion of Gadamer about the literary theme appear and where does it take place within the framework of the hermeneutic thought? Key Words: Literary Criticism, Hermeneutics, Poetry, Poetic, Hans-Georg Gadamer. -I- Leer es interpretar, y la interpretación no es otra cosa que la ejecución articulada de la lectura. Hans-Georg Gadamer El propósito de este trabajo consiste en revisar los aportes que para la crítica literaria de principios del siglo XXI tiene la hermenéutica desarrollada por Hans GeorgGadamer más allá de lo señalado por la teoría de la recepción y sus principales autores: Hans Robert Jauss y W. Iser. Partiremos de la siguiente pregunta ¿En qué momento aparece la reflexión en Gadamer sobre el tema de lo literario y qué lugar ocupa en el marco de la tarea hermenéutica? Como lo afirmara Jean Grondin, el tema es apenas esbozado en el libro programático Verdad y Método (1960), al respecto afirma: El tema de la obra literaria artística se estudia de una manera sumamente modesta: ¡en cuatro páginas escasas! Teniendo en cuenta la obra total de Gadamer y las numerosas inspiraciones, se trata de una gran injusticia1. Para el biógrafo de Gadamer sólo a partir de lo recogido y publicado en los tomos 8 y 9 de las obras completas se hace justicia a tan importante problemática. Un texto de 1961 puede darnos alguna pista sobre el desarrollo del tema y su vital importancia en los ulteriores trabajos del autor. Se trata de la conferencia dictada en el verano de ese año que lleva por título: Poetizar e interpretar (Dichten und deunten).Consideramos que la tesis central propuesta en la conferencia tendrá un punto culminante en los trabajos de la década de los 80, podrían ser el germen de la famosa conferencia que abrió la discusión Gadamer-Derrida, y, que se conoce con el título de “Texto e interpretación” o de un artículo muy importante para lo que los estudiosos del maestro alemán han llamado el segundo Gadamer, nos referimos a “El texto eminente y su 1 GRONDIN, Jean. Introducción a Gadamer. Trad de Constantino Ruiz-Garrido. Barcelona: Herder. 2003, p. 89. VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 23 verdad”. Efectivamente, cómo lo intentaremos mostrar, la reflexión en torno a la literatura y en la tarea hermenéutica la podríamos ubicar en los inicios de la década de los 60 muy cercano a la aparición del libro fundamental de Gadamer. El título de la conferencia en cuestión es lo bastante sugerente dentro del programa hermenéutico gadameriano, la relación entre el poetizar y el interpretar, existe un vínculo entre estas tareas: “Ambos se consuman en el medio del lenguaje”2. Y es el tema del lenguaje el que hará la diferencia entre la conferencia de 1961y los artículos de los 80. Observamos un Gadamer que aún no ha radicalizado su concepción de lenguaje poético. Pareciera que el lenguaje poético se encuentra en un mismo lugar frente al lenguaje de uso ordinario y el de la ciencia. No obstante, y aunque planteado sin mucha contundencia, la tesis fundamental sobre el lenguaje poético se encuentra esbozada aquí. La tesis es la siguiente: el lenguaje poético es el lenguaje privilegiado de la experiencia hermenéutica, mientras el lenguaje de uso corriente y el de la ciencia se agotan en su función comunicativa y referencial, ”(…) La palabra poética, por el contrario, se manifiesta ella misma en su mostrar, quedándose, por así decirlo, plantada. La una es como una moneda de calderilla, que se toma y se da en lugar de otra cosa; la otra, la palabra poética, es como el oro mismo.”3 Precisamente es éste el vínculo entre el poetizar y el interpretar. ¿Qué significa interpreta? ¿Qué significa poetizar? La respuesta la encuentra en el origen filológico y semántico de ambas palabras. Por poetizar entiende su sentido más amplio, Dichtung es poíesis que en alemán es creación. En la palabra poética se consuma de manera patente la creación. Mientras que en las otras artes, pensemos en la escultura, el autor necesita de un material: la piedra; es decir, todo arte requiere de un material para dar forma a su creación. En la palabra poética, la creación surge como de la nada. “La poesía parece existir únicamente en el hálito del lenguaje y el milagro de la memoria” nos dirá casi 20 años después. Ahora bien, ¿qué significa interpretar?: “Originalmente, la palabra alemana para interpretar, deuten, significa señalar en una dirección. Lo importante es que todo interpretar no señala hacía un objetivo, sino solamente en una dirección, es decir, hacía un espacio abierto que puede rellenarse de modos diversos.”4 Se hace evidente la relación entre poetizar y el interpretar. La poesía es una forma de interpelar al mundo, abre preguntas, señala una dirección. A su vez la interpretación, es pues, una forma de lectura 2 GADAMER, H. G. Poetizar e interpretar En Estética y hermenéutica. Trad. Antonio Gómez Ramos. Madrid: Tecnos. 1996, p.74 3 Ibid. p.73 4 Ibid. p.74 VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 24 cuyas respuestas son nuevas preguntas. Nos abre un horizonte. “Todo interpretar de la palabra poética interpreta solo lo que la poesía misma ya interpreta”5 Tanto la labor del poeta como la del interprete es una labor creadora, pareciera decirnos el autor. Lo que nos interesa resaltar es que encontramos la conferencia Poetizar e interpretar los fundamentos de una de las tesis más importante del segundo Gadamer, la hermenéutica del autor concluye en una teoría de la lectura. -II- Esta es una tesis fuerte en el programa hermenéutico de Gadamer. ¿Cuál es el objetivo de la propuesta? Recordemos que Gadamer para explicar la experiencia del arte ha partido de una tesis heideggeriana, vivimos una época de penuria, dicha época se inicia en el momento de la aparición de “la conciencia estética”. Es decir, en el momento del nacimiento de la estética en el cual se pregunta por el valor cognitivo del arte. La crítica del arte y la literaria del siglo XX se han sostenido sobre el principio cognitivo de la interpretación artística. Toda interpretación artística adquiere su valor de verdad en relación a la aplicación del método científico, recordemos la Sociología de la literatura o el Estructuralismo que copó buena parte de la escena académica de las últimas décadas. Para no nombrar todos los Ismos que la academia ha utilizado para la interpretación de la obra de arte y del texto literario en particular. La pregunta es: ¿cómo hacer para recuperar el momento de –la no-distinción estética? La respuesta creemos encontrarla en las tesis del segundo Gadamer. En trabajos como “Texto e interpretación” o ¿Quién soy yo y quién eres tú? Libro en el que estudia la poesía de Paúl Celan y es allí cuando postula en forma potente la teoría de la lectura. ¿Cuáles son los fundamentos de dicha teoría? En el carácter especulativo y dialógico del lenguaje. La lectura es un acto de alteridad en el cual se establece una relación entre un tú y un yo. El texto es para el interprete una especie de tú desde el cual emergen una serie de preguntas que requieren, exigen, nos piden respuesta. Volvamos a nuestra pregunta inicial. Qué significa poetizar, existe un transito que va de desde la poiesis hasta el poema. Por poiesis hemos definido su sentido más amplio: creación. Por obra entiende precisamente el transito que va de la poiesis al poema. Pero una obra no es algo acabado, una obra es un “ergon”, una transformación en construcción. El autor sugiere que en vez de obra denominemos transformación en construcción (Gebilde). Como bien la señaló en su tiempo 5 Ibid. p. 7 VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 25 Paúl de Man Gadamer es uno de los últimos herederos de la Estética de Hegel al basar su principio estético sobre la noción de Símbolo. Para Gadamer lo que identifica plenamente la noción de obra de arte en la hermenéutica es el símbolo en el sentido hegeliano. Por una parte, el símbolo es como las monedas de oro, su valor no es estar por otra cosa, ser referencia sino que se expone. A suvez, el símbolo es un fragmento de ser que anda en búsqueda de su totalidad. Y en este momento en el cual se establece la relación entre la obra y el lector. Una obra no es tal sino en relación a un lector. Toda interpretación es ya lectura. La palabra poética es especulativa e implica una experiencia hermenéutica, esto es, constituye el centro de la preocupación hermenéutica pues su sentido no se agota en la comprensión sino que siempre queda abierto para nuevas interpretaciones. Un enunciado poético es especulativo pues él nos invita a demorarnos. Demorarnos en el texto significa que la lectura atenta y minuciosa del texto no se agota en la interpretación, y es esto el eje de toda labor hermenéutica, un volver sobre el texto, un no agotar el texto, sino demorarnos una y otra vez. Gadamer entiende por lectura demorada la necesidad que tiene todo lector por volver a un texto, porque el texto dejó una serie de preguntas abiertas y el lector se mueve a buscar respuestas. Volver sobre el texto leído y encontrar nuevas respuestas. El ejemplo paradigmático es un poema, este no se agota en una primera lectura como si de él pudiéramos obtener información; el poema siempre nos interpela de manera diferente; es por ello que siempre volvemos a él. Es a este fenómeno de ir sobre las nuevas interpelaciones que el poema nos ofrece que Gadamer llama lectura demorada. Recordemos nuevamente la cercanía que Gadamer ha establecido entre los vocablos poiesis y poesía: La poiesis es la creación de algo donde antes no había nada por intermedio de la poesía. Esto es concebir al lenguaje como acontecimiento. La palabra poética funda nuevos mundos a partir de la interpretación, toda interpretación es siempre nueva, se trata de un acto de creación, de poiesis en la cual lo expresado no es lo que la simple trasmisión de lo que dice el texto sino una creación del lector en la cual se debe dejar hablar al texto. Ahora bien, ¿Qué significa leer? por lectura entiende nuestro autor una suerte de relleno que introduce el lector. De esta manera toda lectura cumplimenta un sentido de “perfección relativa”. Toda interpretación es pues una creación. Volvamos nuevamente hasta Gadamer, la palabra poética es especulativa puesto que quien escribe utiliza las palabras comunes y corrientes, pero sin embargo, por la fuerza poiética del decir, “dan expresión a lo que nunca se ha dicho ni se VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 26 volverá a decir.”6 Para Gadamer leer implica un proceso de “relleno”. Un texto no es una cosa acabada y definitiva sino que es un ergon que se complementa con la lectura. El fenómeno de la lectura, nos recuerda el autor, es también cosecha, recolección de la cosecha. Tenemos entonces, que la lectura no es la labor de un intérprete “neutral” frente a un objeto pasivo. La lectura es un intercambio en donde el tú se lee como yo y el yo se transforma en tú. Es pues una actividad participativa entre un yo y un tú en el cual se conforma la obra (Gebilde). En el artículo Sobre la lectura de edificios y cuadros el autor afina aún más la noción de lectura: (….)En verdad, es éste un enfrentamiento, un intercambio de participación.Como en cualquier diálogo, el otro es siempre un oyente amable y atento, de tal modo que el horizonte de expectativas con el que me escucha, intercepta y co-modifica, por así decirlo, mi propia intención de sentido7. 6 GADAMER, H.G. Verdad y Método. Fundamentos de Hermenéutica Filosófica. Salamanca. Sígueme, p. 561 7 GADAMER, Hans-Georg. Sobre la lectura de edificios y cuadros En Estética y hermenéutica, Op. cit p. 264 VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 27 ENSEÑAR A PENSAR DESDE LA FENOMENOLOGÍA∗∗∗∗ Carmen López Sáenz Profesora de Tiempo Completo Facultad de Filosofía Universidad Nacional a Distancia de Madrid-España e-mailcarmenl@uned.es Resumen En esta investigación se explicitán los principales aportes que en el ámbito de desarrollo de procesos de pensamiento ofrece la fenomenología a los procesos de enseñanza-aprendizaje actuales. Palabras Clave: Fenomenología, Pensamiento, Pedagogía, TO TEACH THINKING WITHIN THE PHENOMENOLOGICAL ASPECT* Carmen López Sáenz Full-Time Professor Faculty of Philosophy Distance National University of Madrid, Spain e-mail e-mailcarmenl@uned.es Abstract This investigation explains the main contributions in the environment of development of thought processes. It offers the phenomenological aspect to the current teaching- learning processes. Key Words: Phenomenological Aspect, Thought, Pedagogy, ∗ El presente artículo es el resultado de la investigación que regenta la autora en el proyecto de investigación intitulado: Fenomenología y Educación en la UNED. VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 28 No cabe duda de que la pedagogía es deudora de la fenomenología. Esto se debe a que la habilidad descriptiva y hermenéutica de la fenomenología es un factor imprescindible tanto para penetrar en la vida cotidiana como para reflexionar sobre el fenómeno educativo. El rigor de la fenomenología, la amplitud de sus aplicaciones y su penetrante tematización del mundo de la vida son razones suficientes para tenerla presente en cualquier programa dirigido a conocer o transformar la realidad humana, incluida obviamente la realidad educativa. Por todo ello, pensamos que el programa de filosofía para niños (FpN) se enriquecería considerablemente con ella. Si la educación ha de ser crítica y reflexiva, debe basarse en la filosofía, pero no únicamente en el pragmatismo, sino también en otras tendencias como la fenomenología, pero no en la fenomenología esencialista de la que nos hablan los manuales, sino en una fenomenología bien entendida, cuyas posibilidades aún siguen explorándose. Nos referimos a la fenomenología que se inicia con Husserl, se prolonga con la fenomenología existencial francesa y la filosofía hermenéutica y llega a nuestros días con aplicaciones concretas y cada vez más ricas a diversos problemas demasiado humanos. Optamos por ella porque hace de la existencia, la experiencia vivida y el cuerpo el núcleo de sus planteamientos; este es nuestro suelo (Boden), el mundo de la vida (Lebenswelt) pre-predicativo en el que estamos inmersos siempre; ese el mundo que Husserl recondujo a la subjetividad, el lugar de la intersubjetividad inmediata, el horizonte originario. La fenomenología describe las vivencias y aclara el sentido que nos envuelve en nuestra vida cotidiana, el significado del ser humano, en suma, la experiencia que somos. La fenomenología ha sido especialmente sensible a la problemática desatada en torno a la Lebenswelt. Fenomenólogos de la talla de Husserl o Merleau-Ponty consideran que la ciencia ignora este mundo y, así, olvida sus propios fundamentos. En cambio, la filosofía tiene como tarea interrogar al mundo de la vida sin dar nada por descontado. El primer acercamiento a esta interrogación es la percepción entendida, no como función sensorial, sino como arquetipo del encuentro originario. Ahora bien, Husserl y Merleau-Ponty consideran que la percepción no basta, puesto que no es suficiente habitar el mundo para comprenderlo, porque el mundo de la vida no es una unidad fáctica, sino la unidad del sentido que teje todo lo que hay. Los dos se sirven de la fenomenología para recuperar la Lebenswelt; ambos entienden la filosofía como pregunta planteada a la vida silenciosa que estáahí antes del Logos, porque es el ser que precede a todo pensamiento del ser. El objetivo de la fenomenología es describir la ìntima relación existente entre ambos; de modo que, si queremos enseñar a ser (no a tener), tenemos que enseñar a pensar y el pensamiento no es nada si no es crítico de lo dado; no es la reproducción de lo que hay, una simple justificación de las condiciones de existencia actuales, sino que ha de descubrir las insuficiencias de las mismas y superarlas. VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 29 No es cierto que la filosofía, como la lechuza de Minerva, llegue demasiado tarde para transformar la realidad; la fenomenología nos enseña que cuando filosofamos construimos la realidad intersubjetivamente, confiriéndole sentidos. Incluso el mundo de la vida previo a toda reflexión necesita ser tematizado para revelarnos toda su riqueza. La reflexión y la crítica persiguen la transformación y, para ello, habría que iniciar tempranamente a los niños en las habilidades propias de la filosofía. Tras tantos siglos de enseñanza monológica (reflejo de la vida pública y del dominio del cientificismo), la filosofía continúa dialogando con su historia y con los filósofos, fomentando la escucha del Otro y aprendiendo incluso a no tener razón, pero el poder ya no dialoga con ella, sino que la reduce cada vez más haciéndola desaparecer de los currículos, permitiendo únicamente sus manifestaciones menos belicosas o integrando sus reductos en el sistema. Para recuperar ese interés, la fenomenología y FpN insisten en la necesidad de practicar el diálogo y enseñar a pensar desde la filosofía. Dialogar no significa absolutizar la opinión de cada uno, porque no todo el mundo tiene opinión ya que ésta también se construye, se justifica y modifica hasta transformarse en pensamiento colectivo. La actitud dialógica no es innata; es un proceso que requiere aprendizaje y práctica. Para no caer en el relativismo en el que todo el mundo tiene razón, el diálogo ha de ser una práctica esencial, no puntual, en el aula, tan esencial como lo es para el ser humano y para la democracia. La tecnificación de la educación no ha afianzado el diálogo y ha excluido de la escuela los valores desviando su transmisión a la familia. A ello se ha unido el triunfo generalizado del decisionismo ético y estético en la sociedad. Esto, unido a la decepción que la vida pública produce en las personas refuerza el aislamiento, la competitividad y el desinterés por los demás. Al igual que la fenomenología, FpN intenta hacer frente a esta situación desarrollando en el niño la capacidad de pensar en lugar de transmitirle conocimientos. Todo concepto de "educación" y todo modelo educativo descansan en determinada concepción del conocimiento. Generalmente, éste se concibe estáticamente, como algo ya dado y la educación se entiende correlativamente como transmisión de un producto acabado. Si consideramos el conocimiento, como lo ha hecho siempre la fenomenología, dinámicamente, como un proceso y nos interesamos por el contenido sustantivo del pensamiento y por la elaboración de las bases necesarias para la adquisición de todo conocimiento, se transforma nuestra concepción de la educación. Esa transformación se sustenta en el diálogo verdadero. Éste es, ante todo, búsqueda de la verdad y de la verdadera forma de vida humana. La verdad no ha de entenderse como posesión de un objeto o como adecuación del sujeto con el objeto, sino como un acontecimiento en el que ambos se implican. Entendida así hermenéuticamente, la verdad acontece en el diálogo y el alumno participa en ella tanto como el enseñante. VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 30 La inflación metodológica en educación no ha sido suficiente para lograr este cambio. La fenomenología no es un método más, una simple techné, sino una forma de vida y una actitud ante la realidad que se interesa por la verdad y no por la victoria dialéctica. Desde nuestra posición fenomenológica, pensamos que no basta con enseñar a los alumnos retórica o reglas de razonamiento, sino que hay que mostrarles verdades universales y necesarias, reglas y valores que pueden ser razonablemente probados pero que, sobre todo, debemos perseguir si deseamos cambiar el mundo. Para ello es imprescindible el diálogo, pero también el análisis conceptual y la evaluación y clarificación de la conducta y la vida. Los acuerdos no son tan sólo el resultado de la discusión, sino, ante todo, el fruto de los intereses y las prácticas compartidas. En este sentido, transformar el aula en comunidad de investigación no consiste únicamente en convertirla en una comunidad de discusión, sino, sobre todo, en articular intereses y actividades. Sólo teniendo en cuenta esta dialéctica entre procedimientos y contenidos compartidos, evitaremos la instrumentalización de la educación (reflejo de la instrumentalización moderna de la razón), su conversión en un medio carente de fines o en una instancia reproductora y legitimadora de las divisiones y prácticas vigentes en el ámbito socioeconómico. La fenomenología entiende la educación como una dimensión de la vida cuya duración es prolongada y sus efectos duraderos. Podemos hacer de ella una praxis cuya meta sea la transformación de la existencia y no sólo el cambio educativo. La fenomenología se opone a la concepción de la filosofía como algo ajeno a la vida: somos conciencias intencionalmente dirigidas al mundo, seres-en-el-mundo que nos sabemos tales. No desvincula los medios de los fines ni la teoría de la práctica, porque considera que acción y reflexión se necesitan; entiende la razón de una manera unitaria enraizada en el mundo de la vida. La máxima husserliana que proclama la "vuelta a las cosas mismas" no significa detenerse en la facticidad, sino partir de ella para descubrir su esencia profunda y comprender los fenómenos en toda su riqueza. En una época como la presente en la que desde niños disponemos de una enorme cantidad de información inconexa que incita al consumo indiscriminado y al culto de lo novedoso, se hace cada vez más necesaria una enseñanza que integre de forma crítica dicha información, que aliente a pensar por uno mismo y que restaure los valores. Para ello hay que establecer condiciones que favorezcan el aprendizaje infantil de habilidades de pensar y amplíen la razonabilidad del niño, es decir, el razonamiento con los otros y el uso de la razón en provecho del desarrollo humano. Esta es la meta de la fenomenología, la cual entiende la razón como utopía de la humanidad y no como un simple medio para lograr determinados fines. VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 31 La fenomenología nos enseña que la conciencia es intencionalidad hacia el mundo y que éste es constituído por aquélla en la medida en que le da sentido. A su vez, Lipman asegura que los niños aprenden aquello que tiene sentido para ellos. (1) El sentido no se enseña, pero la educación puede propiciar el desarrollo de habilidades que contribuyan a descubrir el significado de los contenidos transmitidos al alumno y éste deje de permanecer ajeno a ellos. Desde niños nos vemos obligados a organizar el mundo de manera que tenga una constancia y un sentido. Lo esencial del desarrollo intelectual es esta organización y esta donación de sentido al mundo. Los sentidos no están ahí como si fueran cosas, sino que tienen que adquirirse y construirse. Para analizar este proceso, la fenomenología arranca de la Lebenswelt en la que todo sentido se origina; analiza las vivencias para transformarlas en experiencias conscientes y ayudar a las personas a comprender lo que viven, pero no se detiene en dicha experiencia sino que estudia sus conexiones con otras (propiasy ajenas) para prestarles continuidad y coherencia. Así contribuye decisivamente al desarrollo del pensamiento y del ser. Es, por tanto, adecuada para mejorar el juicio, es decir, el vínculo entre el pensamiento y la acción. Animando a los niños a fundar sus juicios y a explorar su pensamiento y su experiencia mediante el uso de recursos filosóficos, la fenomenología ayuda a inferir mejor, a identificar lo verdadero y a reconocer el error. La fenomenología entiende el mundo como un cosmos, como unidad de sentidos, no como yuxtaposición de cosas y así es como debe manifestarse el mundo ante los niños para que perciban sus conexiones y sean capaces de encontrarle significados para sus vidas. Vinculando los conocimientos con los intereses, la fenomenología estimula la creatividad y la capacidad de abstracción del niño desde temprana edad, ya que pone en práctica el razonamiento en el aula y la reflexión sobre la razón. La interdisciplinariedad de la filosofía es imprescindible para tal fin. Por otro lado, la indagación desmitificadora, contribuye a desvelar el currículo oculto que transmite la escuela y que tiene por objeto la reproducción y legitimación de las diferencias existentes en la sociedad. La fenomenología y los programas de filosofía no estimulan el pensamiento sólo para que el alumno consiga mejores rendimientos escolares, sino ante todo para que su vida sea más plena y pueda analizar las contradicciones y la irracionalidad dominantes. El sentido que damos al mundo depende de nuestra posición en él. La enseñanza debe tener en cuenta las diferencias ante la igualdad, el hecho de que niños y niñas no piensan igual. Los enseñantes deben fomentar las diferencias y permitir que el pensamiento se contamine con afectos, determinaciones sociales, de género, valores éticos, estéticos, etc. VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 32 Que la fenomenología tienda relaciones no significa que disuelva las diferencias y menos aún que las oculte. Su interés por la interdisciplinariedad y la ciencia es precisamente lo que le hace enfrentarse al cientificismo, que ha olvidado su suelo (Boden), el mundo de la vida en el que todas las ciencias se originan. La fenomenología hermenéutica, en cambio, dialoga con la Lebenswelt sin objetivarlo. Reconoce, no obstante que el diálogo no sirve de nada si lo reducimos a un simple método parangonable a otros o lo entendemos como un monólogo ampliado. El verdadero diálogo es el que supera las posiciones iniciales de los participantes y nos ayuda a comprender mejor el mundo y a auto-comprendernos. Conducir bien un diálogo es dejarse llevar por su dinámica. Dialogar es reconocer la superioridad del interlocutor sin pretender que nadie tenga la última palabra. La investigación a través del diálogo es la condición para lograr una verdad intersubjetiva siempre sujeta a revisión y siempre situada más allá de los puntos de vista particulares; esta verdad concilia la identidad y la diferencia, enriquece nuestra vida y nos hace más humanos. El diálogo no sólo estimula a los niños a imitar, a interiorizar los procesos del grupo y a distanciarse de lo dado poniéndolo en cuestión. En los niños domina esa capacidad de extrañamiento que caracteriza a la filosofía y origina la epojé fenomenológica. Ahora bien, la interrogación filosófica se caracteriza por ser radical, por perseguir la esencia; afecta, pues, a todas las áreas temáticas. Un diálogo verdadero implica interlocutores verdaderos y, en el aula, los niños suelen considerarse a lo sumo como interlocutores potenciales. Piaget ha tenido parte de culpa en esto. (2) Lipman y la fenomenología corrigen el error de Piaget; comienzan respetando los pensamientos e interrogaciones infantiles y viendo al niño como un interlocutor válido que se desarrolla preguntando, comprendiendo el mundo y dándole sentido. Merleau-Ponty dice que los órdenes superiores no sustituyen o niegan a los inferiores, sino que les confieren una nueva significación. (3) Este fenomenólogo se enfrenta a las visiones evolutivas que clasifican al niño y conciben su máximo desarrollo en la racionalidad discursiva. Como Lipman, Merleau-Ponty comprende que para desarrollar la capacidad de pensar lo importante son los problemas y no las soluciones. De acuerdo con la sociofenomenología, Merleau-Ponty considera la integración del niño en la sociedad como un fenómeno de conciencia simbólica y como un resultado de la interacción social de orden significativo; entiende la socialización como internalización de pautas y normas y no simplemente como recepción pasiva de imposiciones estructurales o como respuesta automática a las determinaciones. Merleau-Ponty reconoce que la enseñanza es insustituible para hacer que el niño se introduzca en su herencia cultural (4) y, para ello, propone el método socrático: extraer los conceptos que los niños piensan por sí mismos; sin embargo, reconoce que este método no ha dado buenos VESTIGIUM Año II No.2 (Julio – Diciembre) 33 resultados a causa de la lentitud del progreso. Por eso considera efectivo para el aprendizaje que los alumnos tomen al profesor como un modelo de motivación y de escucha con el que identificarse, ya que no se apropian de su herencia cultural únicamente por medio de la inteligencia, sino también por medios cuasi-dramáticos de imitación del adulto. La filosofía merleau-pontiana de la corporalidad es una filosofía de la intersubjetividad; la vinculación de ambos conceptos es evidente para la fenomenología: ser cuerpo es estar en el mundo con los otros. Para la educación fenomenológicamente entendida el cuerpo se convierte en una categoría necesaria y mediadora en el proceso de desarrollo; el cuerpo es la existencia y la filosofía es una potencia de interrogarla. Educar desde el cuerpo es, sin embargo, una tarea todavía pendiente. Esto puede deberse a la tendencia reduccionista a separar el pensamiento conceptual de la vida, a establecer definiciones y clausurar así el sentido que fluye sin cesar. Cuando Piaget abandona el componente expresivo e intuitivo del lenguaje está ilustrando esta tendencia. En cambio, Merleau- Ponty dialectiza las funciones del ser humano de forma que ninguna de ellas queda subordinada a las otras, sino que todas contribuyen al desarrollo de la inteligencia y a la adquisición del lenguaje. Esta visión relacional del psiquismo es lo que produce el enfrentamiento de Merleau-Ponty con Piaget. Éste piensa en términos de dicotomías; no pretende comprender las concepciones del niño, sino traducirlas al registro del adulto y, más concretamente, del adulto sabio. (5) Piaget pierde de vista la experiencia real y sólo considera la racionalización adulta de la misma; su actitud implica una concepción claramente negativa del pensamiento infantil, porque al entenderlo como una especie de traducción artificial del pensamiento adulto, lo presenta como absurdo. Merleau-Ponty piensa que no hay tanta diferencia entre el adulto y el niño, especialmente si excluimos todo lo convencional que hay en nuestras expresiones. En lugar de subordinar el mundo del niño al del adulto, Merleau- Ponty describe el mundo de la vida como un todo unitario en el que hay distintas dimensiones existenciales o relaciones de reversibilidad; así se explica que el adulto, cuando se encuentra en una situación novedosa para la que no sirve el pensamiento adquirido, piense de manera egocéntrica, autista, sincrética e infantil en suma. (6) El "lenguaje egocéntrico" se modifica completamente al admitir que existe en el adulto y que puede tener valor de conocimiento. Así es como Merleau-Ponty se opone al dualismo de Piaget entre el lenguaje infantil egocéntrico y el lenguaje lógico del adulto, pero además invierte los valores y afirma que el lenguaje infantil es más rico
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