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1 Fisiología gastrointestinal y nutrición (14)

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CAPITULO 8
Las vitaminas son compuestos orgánicos presentes 
en la dieta y que, en pequeñas cantidades, son esen-
ciales para el normal funcionamiento del organis-
mo. Estos compuestos se clasifican usualmente de 
acuerdo con su solubilidad en liposolubles (vitami-
nas A, D, E y K) e hidrosolubles (vitamina C y vitami-
nas del complejo B). Las funciones generales de las 
vitaminas son como estabilizadores de membranas 
(vitamina E), hormonas (vitaminas A y D), donantes 
o aceptadores de electrones (vitaminas E, K, C, nia-
cina, riboflavina y ácido pantoténico) y, mayoritaria-
mente, como coenzimas de procesos metabólicos 
(vitaminas A, K, C, y del complejo B). 
En este capítulo se describirán los mecanismos de 
absorción y transporte a nivel del enterocito de las 
vitaminas liposolubles D y K y de las hidrosolubles 
tiamina, riboflavina, niacina, piridoxina, biotina, áci-
do pantoténico, folato y vitamina B12. 
Vitaminas liposolubles
Vitamina D
La vitamina D se encuentra naturalmente en muy 
pocos alimentos y es fotosintetizada en la piel de los 
vertebrados por la acción de la radiación ultravioleta 
(1). Esta vitamina puede encontrarse en la naturale-
za en varias formas, de las cuales las más relevantes 
son el ergocalciferol (vitamina D2) y el colecalciferol 
(vitamina D3) (2). El primero se encuentra en leva-
duras y esteroles vegetales (ergosteroles), mientras 
que el colecalciferol se origina del 7-dehidro-coles-
terol, un precursor del colesterol. Ambas formas de 
la vitamina, D2 o D3 son biológicamente inertes por 
lo que requieren dos hidroxilaciones, que ocurren 
en el hígado y el riñón, para formar 1,25-dihidroxivi-
tamina D (1,25[OH]2D), la hormona biológicamente 
activa en el organismo (3, 4).
La función biológica más importante de la vitamina D 
en los seres humanos es mantener las concentracio-
nes séricas de calcio y fósforo dentro de los rangos 
normales. Esto lo logra mejorando la eficiencia de la 
absorción de estos minerales provenientes de la die-
ta a nivel del intestino delgado (3, 4). Por otro lado, 
cuando la ingesta dietética de calcio es insuficiente 
para cubrir los requerimientos, la 1,25(OH)2D, en 
conjunto con la hormona paratiroidea, estimula la 
diferenciación de células madre de la médula ósea 
hacia osteoclastos maduros, los que movilizan calcio 
del hueso (1). Se ha observado que muchos otros 
tejidos y células del organismo reconocen a la 1,25 
(OH)2D (5). A pesar de que se desconoce la función 
exacta de la vitamina en el cerebro, páncreas, cé-
lulas mononucleares, linfocitos y piel, esta vitamina 
ha sido identificada como una hormona con potente 
acción antiproliferativa y favorecedora de la diferen-
ciación celular (6-8).
Tradicionalmente es aceptado que la vitamina D es 
absorbida en el intestino delgado por difusión pasi-
va no saturable, dependiente de su solubilización en 
el seno de micelas y por lo tanto, las sales biliares 
juegan un papel importante en este proceso (9). Su 
absorción es más rápida en las porciones proxima-
les del intestino delgado (duodeno y yeyuno), pero 
debido al mayor tiempo de tránsito de los alimentos 
en la porción distal del intestino, es probablemente 
aquí donde ocurre la absorción de la mayor parte de 
la vitamina D ingerida (9). Al igual que otras sustan-
cias hidrofóbicas absorbidas en los mamíferos por 
Absorción y transporte 
de vitaminas
Daniel López de Romaña, Gabriela Durán
	otro
	LIBRO Cap.8(FINAL)

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