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572 MARÍA FERNANDA LORENZO GÓMEZ Y BÁRBARA YOLANDA PADILLA FERNÁNDEZ el origen de hipercortisolismo o como tratamien- to de emergencia para preservar la vida en caso muy grave de hipercortisolismo dependiente de ACTH en el que no se logre un control rápido con tratamiento médico [38]. Los carcinomas suprarrenales también requerirían exéresis qui- rúrgica. En un 10-20% de pacientes que requi- rieron suprarrenalectomía bilateral se observó en el postoperatorio tardío la aparición de adenomas hipofisarios de tipo cromófobo, atribuidos a la falta de retroalimentación negativa hipotálamo/ hipofisaria y el exceso de ACTH. A este fenóme- no se le conoce como síndrome de Nelson [28]. En aquellos casos en los que la cirugía no es posible (tumores invasivos) o ésta fracasa, o in- cluso en situaciones de hipercortisolismo puede indicarse el tratamiento con radioterapia [38]. 2.4. Feocromocitoma El feocromocitoma es un tumor funcionante derivado de células cromafines que secreta cate- colaminas de forma excesiva y descontrolada, el cual se localiza a nivel suprarrenal en el 80% de los casos y fuera de la glándula (denominados pa- ragangliomas) en el 20% restante. Su incidencia es baja (2/100.000 adultos) y suele aparecer a los 40-50 años sin predilección por hombres o mu- jeres. Alrededor del 10% de los feocromocitomas y un 20% de los paragangliomas son malignos, produciendo invasión de órganos vecinos y me- tástasis a distancia [28, 39]. Aunque se pensaba que el 95% de los casos se presentaba de forma esporádica, las formas fami- liares pueden llegar al 15-25% (incluso el 50% de los paragangliomas), incluyendo las siguientes como las más frecuentes [28]: – Neoplasia endocrina múltiple tipo 2: transmi- sión familiar autosómica dominante. Asocia carcinoma medular de tiroides, feocromocito- ma y adenomas paratiroideos [28, 40]. – Enfermedad de Von Hippel Lindau: tipo 2a si asocia carcinoma de células renales y 2b si no lo asocian [28]. – Displasias neuroectodérmicas: neurofibroma- tosis, esclerosis tuberosa, síndrome de Sturge Weber [28]. – Paraganglioma familiar [28, 41]. Dado que los niños muestran mayor inci- dencia de feocromocitomas familiares (10%) y de presentación bilateral (24%), se recomienda realizar un estudio genético en aquellos pacientes diagnosticados de feocromocitoma antes de los 21 años, cuando son bilaterales, en el paragan- glioma múltiple y si existen antecedentes fami- liares de feocromocitoma o paraganglioma [28]. Con respecto a las manifestaciones clínicas, la hipertensión arterial está presente en el 85-95% de los pacientes. Tiene tres patrones típicos de presentación [28]: 1. Hipertensión sostenida: Más del 30% de los pacientes presenta hipertensión sostenida con fluctuaciones escasas. Es más frecuente en ni- ños y pacientes con neoplasia endocrina múl- tiple (MEN) tipo 2. 2. Hipertensión paroxística: Crisis hipertensivas asociadas por lo general a otros síntomas del cuadro. Más frecuente en mujeres, aparece en alrededor del 50% de los casos. 3. Hipertensión sostenida con crisis paroxísti- cas: La frecuencia y duración de los ataques es muy variable entre pacientes. Tras la apa- rición inicial de los síntomas, la frecuencia tiende a aumentar mientras que la severidad se mantiene o intensifica. Las crisis hiperten- sivas pueden desencadenarse de forma espon- tánea, por estímulos físicos (traumatismos, defecación, micción, relaciones sexuales, tos, estornudo, maniobra de Valsalva) o medica- mentosos (histamina, adrenalina, nicotina, fe- notiazida, glucagón, tetretilamonio, metacoli- na, succinilcolina, ACTH y betabloqueantes como el propanolol pueden desencadenar las crisis, así como alimentos ricos en tiramida como el vino, la cerveza y el queso curado). La tríada clínica clásica consiste en crisis o epi- sodios recortados de cefalea (presente en el 80% de los pacientes), palpitaciones (en el 64%) y diaforesis (en el 57%). También pueden aparecer palidez o rubor, taquicardia, dolor abdominal o torácico e hipotensión ortostática [28, 42, 43] 2.5. Carcinoma suprarrenal Se tratan de tumores infrecuentes (tienen una incidencia de 1 caso / 2.000.000 de habitantes) y de mal pronóstico. No se ha demostrado varia- ción entre sexos, pero sí que se localizan prefe- rentemente en la glándula suprarrenal izquierda (50-70%), y hasta en un 7% son bilaterales en el
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