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160 JOSÉ LUIS LERMA MÁRQUEZ En casi la mitad de los casos está implicado el aparato gastrointestinal, manifestándose como dolor abdominal (por arteritis mesentérica en general), y pérdida de sangre en heces. Tanto el infarto intestinal como la perforación son infre- cuentes [7]. A nivel cutáneo pueden aparecer nódulos in- flamatorios, infarto, livedo reticularis o erupción vesicular [7]. El riñón es el órgano afectado con más fre- cuencia manifestándose como hematuria y dolor en flanco. En la PAN solo hay afectación arterial, y no origina glomerulonefritis, a diferencia de lo que ocurre en la poliangeítis microscópica, que al lesionar vénulas y capilares ocasiona frecuente- mente glomerulonefritis necrotizante. Se pueden observar lesiones en diferentes estadios que varía desde necrosis fibrinoide e inflamación aguda, con infiltración de neutrófilos en etapas iniciales, a inflamación crónica y llegada de mononuclea- res, trombosis y fibroplasia y por último esclero- sis vascular. Esta erosión de los tejidos es la base de los pseudoaneurismas [7]. En la orina se objetiva proteinuria de cuantía no nefrótica y microhematuria. La hipertensión renovascular por estenosis de la luz vascular pue- de surgir hasta en el 30 %. Los aneurismas se vi- sualizan por angiografía [1, 7] 5. PRONÓSTICO Y TRATAMIENTO La supervivencia a 1 año o 5 años es escasa sin tratamiento (50-10%), siendo la causa de muerte infartos cerebrales, mesentéricos o insuficiencia renal. La hipertensión está mediada por la acti- vación del sistema renina angiotensina inducida por la isquemia y su tratamiento con IECAs o ARA II es la primera opción, si bien es conve- niente vigilar el posible deterioro de la función renal que pueden originar estos fármacos debido a la pérdida de la autorregulación de la angioten- sina II sobre la arteriola eferente. Así, si hay un aumento de la creatinina superior a un 20-30% se cambiará los antihipertensivos administrando calcio antagonistas [8-11]. Esteroides y ciclofosfamida son la base del tratamiento. En casos de PAN severa se inicia- rá metilprednisolona intravenosa 15 mg/kg/día durante 3 días seguido de prednisona oral. Se asociará ciclofosfamida oral (1.5-2 mg/kg/día) o intravenosa 600-750 mg/m2/mes durante 12 meses. La duración de esta terapia dependerá de la intensidad de la PAN, pero oscilará entre 6-12 meses. Es preciso vigilar la toxicidad relacionada con la ciclofosfamida, y en caso de que aparezca valorar el cambio a azatioprina, mejor tolerada. La supervivencia con estas pautas terapéuticas ha mejorado hasta el 80% a 5 años. En los casos con insuficiencia renal terminal se han publicado es- casas series de trasplante, con tasas de superviven- cia un 10-15% más bajas que en otras etiologías. El índice de recidiva post-trasplante es del 13% [10, 11]. Púrpura de Schönlein - Henoch (PHS) Es una vasculitis sistémica que afecta a piel, aparato digestivo, articulaciones y riñón. Se de- positan inmunocomplejos que contienen IgA en estos órganos y se origina una reacción inflama- toria en los vasos. A nivel cutáneo tiene lugar an- geítis leucocitoclástica con petequias y púrpura, localizada en nalgas y miembros inferiores. En el aparato digestivo pueden aparecer úlceras, dolor abdominal o hemorragias. En riñón se origina glomerulonefritis por inmunocomplejos [12]. La enfermedad predomina en varones y en ni- ños siendo el pico de incidencia a los 4-5 años, aunque puede aparecer a cualquier edad. Supone el 15% de las glomerulonefritis en la infancia. La nefropatía es más grave en adultos y en niños ma- yores. Es infrecuente en raza negra. Se han des- crito casos familiares, asociados al HLA-BW35. Suele darse con más frecuencia entre pacientes con antecedentes alérgicos y en el invierno. Es importante hacer diagnóstico diferencial con LES o PAN, o con procesos infecciosos como en- terocolitis por Yersinia, meningococemia, o go- nococemia. En ocasiones puede simular reaccio- nes por hipersensibilidad a fármacos o vacunas y a ciertas formas de glomerulonefritis postinfec- ciosa. El dolor abdominal puede confundir con colecistitis, apendicitis y en ocasiones conduce a laparotomía exploradora [12]. El pronóstico suele ser excelente y solo se ne- cesitan medidas se soporte [12]. El tratamiento para las formas agresivas que evolucionan hacia la insuficiencia renal progre- siva es controvertido, aunque recientes estudios NEFROLOGÍA CAPÍTULO 10 NEFROPATÍA DE LAS VASCULITIS. PÚRPURA DE SCHÖNLEIN-HENOCH. SÍNDROME DE GODPASTURE. SINDROME HEMOLITICO-UREMICO/PURPURA TROMBOTICA TROMBOCITOPENICA 5. PRONÓSTICO Y TRATAMIENTO
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