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122 ANIKA TYSZKIEWICZ objetivarse amiloidosis AL, enfermedad por de- pósitos de cadenas ligeras, glomerulopatía in- munotactoide, glomerulonefritis proliferativa, glomerulonefritis por crioglobulinas tipo I, glo- merulonefritis membranoproliferativa o nefropa- tía membranosa. Se suele diferenciar en formas con depósitos organizados, fibrilares o micro- tubulares. Ante su sospecha se debe realizar un estudio etiológico exhaustivo, para instaurar un tratamiento dirigido para prevenir su daño pro- gresivo a nivel renal, prevenir estadios avanzados y así mejorar la supervivencia de los pacientes [4]. 2. MIELOMA MÚLTIPLE El mieloma múltiple ocupa aproximadamente el 0,1 % de todas las neoplasias y hasta un 13 % de las enfermedades hematológicas malignas [5]. Se trata de una proliferación maligna de las célu- las plasmáticas procedentes de un solo clon, de etiología desconocida y de la producción excesiva de un tipo de inmunoglobulina, o de una de sus fracciones, la proteína monoclonal (Proteína o componente M). Es más frecuente en varones y la edad media de presentación es de 65 años [6, 7]. En el paciente sano las células plasmáticas producen inmunoglobulinas completas y cade- nas ligeras libres en una cantidad de hasta 0,9g/ día y a su vez son filtradas por el glomérulo. Un 99% de las inmunoglobulinas completas o sus cadenas son metabolizadas en el túbulo proximal mediante absorción y degradación lisosomal. En el caso de mieloma múltiple la producción de in- munoglobulinas puede aumentar en hasta 85 g al día [1]. Si aumenta de forma patológica lo pro- ducción monoclonal de cadenas ligeras, su pro- ducción excede a la capacidad de absorción, por lo que alcanzan los túbulos distales. Esas proteí- nas de Bence-Jones interactúan con las proteínas de Tamm-Horsfall en el túbulo distal, obstruyen- do sus luces [8]. La afectación renal aparece en hasta un 20% de los casos y está relacionada con una menor su- pervivencia [5]. 2.1. Clínica Uno de los síntomas más frecuentes es la ane- mia ya que se presenta en un 70%. Además, un 60 % de los pacientes presentan dolor óseo, un 30% astenia y menos frecuentemente pérdida de peso, hipercalcemia y mayor incidencia de infec- ciones. En menos del 4% de los casos pueden aparecer hepatomegalia, esplenomegalia o linfa- denopatías. Aproximadamente un 20% presen- tan insuficiencia renal en el momento del diag- nóstico y hasta un 50% durante el seguimiento. Casi la mitad de los pacientes con insuficiencia renal precisarán tratamiento renal sustitutivo por lo menos de forma intermitente. En los casos debidos a la producción monoclonal de cadenas ligeras de clase λ, sobre todo, presentan mayor riesgo para desarrollar insuficiencia renal. En los casos por depósitos de inmunoglobulinas puede aparecer HTA, mientras los pacientes con ami- loidosis tienden a la hipotensión arterial [7, 8]. Un subtipo del mieloma múltiple, el Mieloma quiescente, es una forma premaligna que se pre- senta de forma asintomática y que suele avanzar a un MM en un 10% de los casos cada año du- rante los 5 primeros años, 3% en los siguientes 5 años y posteriormente en 1,5% de los casos cada año. Dependiendo de las alteraciones genéticas, el riesgo de progresión es diferente. Pacientes con mutaciones de t(4;14), del17p y gain(1q) presen- tan mayor riesgo de progresión [7]. La afectación renal por el mieloma múltiple es muy variada, pudiendo afectar a nivel glo- merular, tubular o vascular mediante diferentes mecanismos. Habitualmente la afectación se pro- duce en diferentes niveles al mismo tiempo como veremos a continuación. 1) Afectación túbulo-intersticial: – Nefropatía por cilindros de cadenas ligeras (Riñón del mieloma): es el tipo más común y aparece en hasta un 40-60% de los casos. Se produce por la precipitación de cade- nas ligeras de inmunoglobulinas (proteína de Bence-Jones) al unirse con la proteína de Tamm-Horsfall en los túbulos distales y co- lectores debido al flujo más lento del filtrado glomerular, el ambiente ácido y la presencia de electrolitos. Todo esto conduce a la obs- trucción de los túbulos. Esta obstrucción produce la ruptura tubular que permite la extravasación de cadenas ligeras al intersticio provocando la respuesta inflamatoria. Esto, junto con la toxicidad tubular directa, causan NEFROLOGÍA CAPÍTULO 08. NEFROPATÍA DE LAS DISPROTEINEMIAS. AMILOIDOSIS RENAL 2. MIELOMA MÚLTIPLE
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