Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Universidad de Baja California DOCTORADO EN EDUCACIÓN REPORTE DE LECTURA La Calidad de la Educación: Ejes para su definición y evaluación ASIGNATURA Equidad y Calidad Educativa NOMBRE DEL ALUMNO Luis Eduardo Castrillón Díaz NOMBRE DEL CATEDRÁTICO Dr. Mariano Castillo Godoy Bucaramanga, Santander, Septiembre 16 de 2018. RESPONSABLE DE LA PUBLICACIÓN: Inés Aguerrondo Argentina, 1993 LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN: EJES PARA SU DEFINICIÓN Y EVALUACIÓN INTRODUCCIÓN En el marco de una persona que tiene una concepción y entendimiento claro de los sistemas educativos al inicio de la década de los noventa, Inés Aguerrondo inicia contextualizando está situación, visibilizando el estado paquidérmico de la educación Latinoamérica, desde su profundo conocimiento de dichos entornos en la Argentina, uno de sus campos laborales. Posteriormente establece la precisión de un concepto, calidad educativa, que a su juicio ha sido tomado a la ligera en el ambiente educativo al ser simplemente “traducido” desde el ámbito económico-industrial, sin permitir establecer la diferenciación entre el contexto industrial – deshumanizado - y el contexto escolar – comunitario -. Continua la autora especificando su concepto de calidad educativa a partir de las llamadas dimensiones, las cuales establece como ideológica-política y pedagógica- técnica, cada una de ellas con una serie de características o aristas que llevan al lector a identificar de forma clara los elementos que le permitan abordar acciones de revisión, diseño y ajuste de procesos educativos en diferentes niveles. Finalmente, se hace un reconocimiento a la necesidad de contar con mecanismos de evaluación fiables, que permitan en el tiempo, contar con información histórica que apoye la toma de decisiones, haciendo la precisión que dicha evaluación debe corresponder y atender a todas las fases descritas en el documento, pero específicamente deben alinearse con la definición de calidad educativa que se produzca a partir de los requerimientos, al sistema educativo, de la sociedad en un contexto espacio-temporal, especifico. DESARROLLO TEMÁTICO Nacida en Argentina, Inés Aguerrondo, (CIENASUD, 2015) es: “Licenciada en Sociología. Catedrática de las Maestrías de Política y Planeamiento de la Educación, Universidad de San Andrés y Universidad Torcuato Di Tella, Argentina. Consultora Internacional en planificación y gestión educativa. Investigadora, Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE - UNESCO), Argentina. Profesora visitante de postgrados del Instituto de Educación, Universidad ORT Uruguay. Ex Secretaria de Educación de la Nación. Columnista habitual de los diarios más importantes del país. Autora de numerosas colaboraciones en journals internacionales”. En primera instancia Aguerrondo (1993), se dedica a realizar precisiones sobre el sistema educativo y la sociedad, a partir de los nuevos contextos globales que cambian los requerimientos a cada uno de los jugadores y específicamente a partir de la incorporación de los avances tecnológicos en la dinámica mundial obligando a todo el mundo a pensar en términos del mercado, lo que lleva a revisar, el ¿Cómo se apropia cada sociedad en cada país del conocimiento científico y logra incorporarlo para el desarrollo productivo?. Esta, es la tarea que es encomendada a los sistemas educativos. No obstante, para nadie es un secreto los vertiginosos cambios que ocurren en el entorno tecnológico, ni tampoco lo es, la lentitud con que dichas innovaciones tecnológicas son asimiladas por el sector educativo, siendo las más afectadas las instituciones estatales o públicas, sin excluir, claro está, a muchas entidades dedicadas a la educación desde el ámbito privado. Los anquilosados sistemas educativos pensados para épocas diferentes no han podido quitarse el lastre que suponen su burocratización excesiva incapaz de asimilar la expansión de los mismos, consecuencia de la segunda postguerra mundial, en un mundo que ha dejado de ser bipolar, que inevitablemente encontró en Latinoamérica, países desbastados por deudas externas agobiantes y complejas situaciones sociales, propias de cada país que ralentizaron la toma de decisiones adecuadas en torno a las nuevas exigencias que la sociedad del conocimiento imponía a nivel global, así como el reconocimiento de las debilidades – (Aguerrondo, 1993), no pertinencia del propósito de la educación, sus arquetipos de gestión y administración - y los ajustes de las estructura educativa en todos sus niveles. Algo que la autora, al final de la década (Aguerrondo, 1998), se ha dado en llamar nueva democracia. Desafortunadamente para la educación, el concepto de calidad se acuñó desde los procesos industriales de producción en línea de las grandes factorías, donde la calidad del producto final es preponderante, tal y como lo expresa Marín (2009), la calidad se evidencia en la disminución de errores y defectos, así como en la manufactura de unos bienes conformes con las determinaciones y coherentes con los requerimientos del consumidor. Esto ha llevado a que en el marco de la tecnología educativa de la corriente (curricular) de la eficiencia social la calidad educativa se reduzca al rendimiento del estudiante como una medida de la eficiencia del sistema educativo. Por lo anterior Aguerrondo (1993), considera muy importante precisar un concepto de calidad de la educación que se sea más amplio y contenga por lo menos las siguientes cuatro características: primero: que sea sofisticado e integrador, es decir, que se aplique a cada uno de los elementos constitutivos del sistema educativo y que a la vez sea capaz de englobarlo convirtiéndolo en un cuerpo holístico; segundo: que sea colectivo e históricamente explícito, o como quien dice, que esté en marcado en un espacio-tiempo específico, que respondaa a una realidad cultural histórica de una sociedad; tercero: que se convierta en imagen-objetivo de la innovación educativa, lo que quiere decir, que el concepto de calidad debe ser el primero en transformarse a partir del cambio en las condiciones espacio-temporales y los requerimiento de la sociedad, que atienda a eso cambios del contexto; cuarto: que se constituya en patrón de control de la eficiencia del servicio, en otras palabras, al ser el concepto de calidad el canalizador de los requerimientos sociales, puede ser usado como el estándar de medida, de los logros alcanzados por la sociedad, permitiendo hacer los ajustes necesarios en la toma de decisiones y en los procesos. Son las Naciones Unidas, a través de la UNESCO, (1990), las que arrojan luces sobre el problema de la eficiencia en la educación, cuando expresan: “cómo dar mejor educación a toda la población”, dilema que reúne las dos dimensiones que a juicio de Aguerrondo (1993), son la clave del concepto de calidad: por un lado una dimensión que aborda la definición político-ideológica y por el otro una dimensión que se encarga de la administración y la gestión; es así, como la valoración de la eficiencia educativa se da en términos pedagógicos y no en términos económicos. Redondeando las ideas, es claro que el concepto de calidad de la educación está ligado a la congruencia entre lo que la sociedad quiere – proyecto político – y lo que el sistema educativo hace y cómo lo hace – proyecto educativo y en la medida en que exista un desfase entre uno y otro se hablaría de una pérdida o reducción de calidad educativa o de ineficiencia del sistema educativo dependiendo del tamaño de ese desfase. Pero hay que tener en cuenta que los sistemas sociales son autónomos y en el seguimiento histórico de su desarrollo, puede establecer las alertas que le permitan detectar la disminución de la calidad, por incompatibilidad, en una u otra dimensióny realizar los ajustes necesarios bien sea en la definición de calidad por cambios en el contexto espacio-temporal, como se expresó en párrafos anteriores, o en los procesos de cada dimensión. Ahora bien, en cuanto a la primera dimensión, es decir la político-ideológica, en tanto se relaciona con la educación que demanda la sociedad, es la llamada a establecer los patrones generales que permitan realizar la medición de la eficiencia educativa que se logre a través de la dimensión de administración y gestión. Y la primera solicitud que debe atender la calidad educativa esta relaciona con la elaboración y colocación del conocimiento al servicio de la sociedad; otra se relaciona con el forjamiento de la identidad nativa – integración social -; una más es el adiestramiento en democracia, profesando la solidaridad y la cooperación desde la niñez; finalmente, desde el sistema económico se requiere que los estudiantes tengan la competencia de comunicarse apropiadamente en forma verbal y escrita; la capacidad de trabajo en equipo; y la capacidad de ejercer la función productiva de una forma crítica y creativa. La dimensión técnico-pedagógica se estructura en tres aristas a saber: epistemológica, pedagógica y la administrativa-organizacional. En la primera arista, la epistemológica, al igual que se hizo con la calidad, se requiere definir la noción de conocimiento y ¿cuál es el saber que requiere la sociedad?, así mismo, definir el concepto de área de conocimiento y verificar que lo que ellas proponen coincidan con las demandas de la sociedad vigente, para luego establecer cuáles son las áreas requeridas para lograrlo. Vale recordar que es necesario eliminar los desfases entre las dos dimensiones, si se pretende una educación de calidad. Ahora bien, una vez definida la arista epistemológica, la pedagógica debe buscar la definición del sujeto de instrucción desde la psicología, la escogencia del modelo pedagógico, establecer el rol de docente y las relaciones que se establecen entre ellos. Por último, en la arista de organización, se encuentra la organización del tiempo referida a los niveles y ciclos de la educación; la organización del espacio, en cuanto a su concepto, es decir la forma como se concibe su desempeño en el entorno social y en el proceso de enseñanza-aprendizaje, finalmente, la configuración del gobierno escolar, donde se incluyan propuestas de desconcentración y regionalización, CONCLUSIÓN Sin duda alguna el documento presenta valiosos elementos que permiten la verificación por parte de los diferentes actores de los sistemas educativos de la pertinencia y actualidad de los mismos para la sociedad. Se destaca la vigencia del documento quince años después de su divulgación, que confirma el estado paquidérmico en los diferentes niveles de los sistemas educativos, específicamente los latinoamericanos, que podría deberse a la falta de comprensión en las bases del sistema educativo – supervisores, directivos, docentes, estudiantes, etc. -, de la estructura que lo define, sobre todo si se tiene en cuenta que en muchos casos la dimensión político-ideológica se hace a través de los órganos legislativos nacionales que promueven leyes que luego de ser reglamentadas por los órganos legislativos se irradian hacia todos los componentes del sistema educativo, así las cosas la actualización de normas que respondan a los rápidos cambios de la sociedad en el marco del avance del conocimiento tecnológico, difícilmente se logrará mientras se mantenga ese esquema, puesto que de no hallar un sistema expedido que permita la actualización de las normas educativas de nada sirve la autonomía del sistema en la identificación de los nuevos requerimientos de la sociedad producto del cambio en los contexto, porque cuando los ajustes propuestos lleguen a las bases, los contextos ya habrán cambiando y se requerirá una nueva actualización y ajustes no solo en la definición de calidad educativa, sino en las dimensiones político-ideológica y técnico- pedagógica, así como en cada uno de sus aristas, continuando con el circulo vicioso que mantiene a la mayoría de los sistemas educativos latinoamericanos, sin dar respuesta a los compromisos adquiridos durante la conferencia mundial de educación para todos, realizada en Jomtien en 1990. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Aguerrondo I. (1993). La calidad de la educación: Ejes para su definición y evaluación. Recuperado en: https://uca-ar.academia.edu/InesAguerrondo (10/09/2018). CIENASUD. (2015). Recuperado en: http://cienasud.com.ar/docs/CV%20EXPOSITORES.pdf (09/09/2018). Marin L. (2009). Enfoques de estudio y modelos de investigación sobre calidad y resultados: una revisión crítica. Recuperado en: https://addi.ehu.es/bitstream/handle/10810/7706/CdG_925.pdf?sequence=1&isAllowed =y (10/09/2018). UNESCO. (1990). Declaración mundial sobre educación para todos. Recuperado en: http://www.unesco.org/education/pdf/JOMTIE_S.PDF (10/09/2018). https://uca-ar.academia.edu/InesAguerrondo http://cienasud.com.ar/docs/CV%20EXPOSITORES.pdf https://addi.ehu.es/bitstream/handle/10810/7706/CdG_925.pdf?sequence=1&isAllowed=y https://addi.ehu.es/bitstream/handle/10810/7706/CdG_925.pdf?sequence=1&isAllowed=y http://www.unesco.org/education/pdf/JOMTIE_S.PDF
Compartir