Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
328 BÁRBARA YOLANDA PADILLA FERNÁNDEZ Y GERARDO ALFONSO MÁRQUEZ SÁNCHEZ útero, vagina) como consecuencia del fallo en la incorporación de la parte final del conducto de Wolff en el seno urogenital. Lo habitual es la exis- tencia de una duplicidad ureteral completa sien- do el uréter ectópico el que drena el hemirriñón superior [18]. Puede asociarse con un quiste del conducto de Gartner en la mujer. En el hombre el uréter ectó- pico por lo general ingresa dentro de las estructu- ras de Wolff por lo que los hombres presentarán infección y dolor en los órganos afectados. Según la regla de Weigert-Meyer el uréter del sistema superior drenará más medial y más caudal que el del sistema inferior [18]. Estructura El ureterocele se define como la dilatación quística del segmento terminal submucoso del uréter, ubicada dentro de la vejiga o que incluye el cuello vesical o la uretra. También se le deno- mina quiste intravesical del uréter. La superficie externa de la lesión se encuentra recubierta por la mucosa vesical debajo de la cual se encuentran todos los componentes de la pared ureteral. La anomalía puede darse en caso de uréter único o en duplicidad [18]. En la práctica clínica se clasifican en intravesi- cales y extravesicales conforme a su relación con la vejiga. El subgrupo más importante a recono- cer es el de los cecoureteroceles, donde el orificio del uréter afectado está dentro de la vejiga, pero la cavidad del ureterocele se extiende más allá del cuello vesical en la uretra ya que su complejidad puede generar un desafío en la cirugía [18]. Posición El uréter retrocavo se trata de una malforma- ción de causa venosa ya que se debe a una em- briogénesis defectuosa de la vena cava inferior. El uréter describe un trayecto circuncavo. Embrio- lógicamente se debe a la persistencia de la vena cardinal posterior derecha [18, 19]. El diagnóstico es mediante ecografía o con TC o RM ya que la clínica es inespecífica (do- lor lumbar o abdominal, infección) [20]. La UIV muestra una ureterohidronefrosis hasta L3-L4 en forma de «J» invertida. El uréter se desvía hacia la línea media y se hace prevertebral. En la actuali- dad contribuye al diagnóstico la TC que muestra el recorrido ureteral detrás de la vena cava [18, 19]. Pueden clasificarse como sigue [19]: – Tipo 1: más común, que presenta hidro- nefrosis y un patrón típico de obstrucción con cierto grado de deformidad del uréter en forma de anzuelo hasta el nivel de la obstrucción. – Tipo 2: con un menor grado de hidronefro- sis o ausencia de ella. El uréter superior no está enrollado, sino que pasa por detrás de la vena cava a un nivel más alto, con la pelvis renal y el uréter superior en posición casi horizontal antes de rodear a la vena cava. La corrección quirúrgica implica la sección del uréter con reubicación y reanastomosis urete- roureteral con resección o derivación del segmen- to retrocavo [19]. Número La agenesia ureteral. Las formas bilaterales se acompañan de agenesia renal bilateral por lo que son incompatibles con la vida y por lo tanto no tienen trascendencia clínica. La forma unilateral se debe a la falta de yema ureteral y por lo tanto siempre se acompaña de agenesia o de hipoplasia renal muy severa [18]. La duplicidad ureteral. Su incidencia es de 1/ 125 con predominio en mujeres y lo habitual es que sea unilateral. No hay predominio derecho o izquierdo. Puede ser completo o incompleto [18]. La triplicidad ureteral es excepcional ha- biéndose comunicado muy pocos casos. La du- plicidad ureteral verdadera se presenta cuando existen dos uréteres en el mismo riñón, drenan- do parcelas independientes y desembocando de forma independiente en la vejiga urinaria. Por el contrario, la duplicidad incompleta o bifidez ure- teral consiste en la existencia de dos uréteres de trayecto más o menos largo pero que se unen en cualquier punto antes de desembocar en la vejiga por lo que existe un solo meato ureteral [18]. Terminación. Reflujo vésicoureteral (RVU) De prevalencia variable, más común en varo- nes, el reflujo vésicoureteral primario se debe a la longitud anormalmente corta del trayecto sub- mucoso del uréter intravesical asociado con una abertura del meato y con un defecto de fijación del uréter en el trígono (Figura 3) [14, 20]. La inyección submucosa de una masa inerte, inme- diatamente por detrás del meato ureteral y por
Compartir