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1 Nefrología y urología (324)

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BÁRBARA YOLANDA PADILLA FERNÁNDEZ Y GERARDO ALFONSO MÁRQUEZ SÁNCHEZ
útero, vagina) como consecuencia del fallo en la 
incorporación de la parte final del conducto de 
Wolff en el seno urogenital. Lo habitual es la exis-
tencia de una duplicidad ureteral completa sien-
do el uréter ectópico el que drena el hemirriñón 
superior [18].
Puede asociarse con un quiste del conducto de 
Gartner en la mujer. En el hombre el uréter ectó-
pico por lo general ingresa dentro de las estructu-
ras de Wolff por lo que los hombres presentarán 
infección y dolor en los órganos afectados. Según 
la regla de Weigert-Meyer el uréter del sistema 
superior drenará más medial y más caudal que el 
del sistema inferior [18].
Estructura
El ureterocele se define como la dilatación 
quística del segmento terminal submucoso del 
uréter, ubicada dentro de la vejiga o que incluye 
el cuello vesical o la uretra. También se le deno-
mina quiste intravesical del uréter. La superficie 
externa de la lesión se encuentra recubierta por 
la mucosa vesical debajo de la cual se encuentran 
todos los componentes de la pared ureteral. La 
anomalía puede darse en caso de uréter único o 
en duplicidad [18].
En la práctica clínica se clasifican en intravesi-
cales y extravesicales conforme a su relación con 
la vejiga. El subgrupo más importante a recono-
cer es el de los cecoureteroceles, donde el orificio 
del uréter afectado está dentro de la vejiga, pero 
la cavidad del ureterocele se extiende más allá del 
cuello vesical en la uretra ya que su complejidad 
puede generar un desafío en la cirugía [18].
Posición
El uréter retrocavo se trata de una malforma-
ción de causa venosa ya que se debe a una em-
briogénesis defectuosa de la vena cava inferior. El 
uréter describe un trayecto circuncavo. Embrio-
lógicamente se debe a la persistencia de la vena 
cardinal posterior derecha [18, 19].
El diagnóstico es mediante ecografía o con 
TC o RM ya que la clínica es inespecífica (do-
lor lumbar o abdominal, infección) [20]. La UIV 
muestra una ureterohidronefrosis hasta L3-L4 en 
forma de «J» invertida. El uréter se desvía hacia la 
línea media y se hace prevertebral. En la actuali-
dad contribuye al diagnóstico la TC que muestra 
el recorrido ureteral detrás de la vena cava [18, 
19].
Pueden clasificarse como sigue [19]:
– Tipo 1: más común, que presenta hidro-
nefrosis y un patrón típico de obstrucción con 
cierto grado de deformidad del uréter en forma 
de anzuelo hasta el nivel de la obstrucción.
– Tipo 2: con un menor grado de hidronefro-
sis o ausencia de ella. El uréter superior no está 
enrollado, sino que pasa por detrás de la vena 
cava a un nivel más alto, con la pelvis renal y el 
uréter superior en posición casi horizontal antes 
de rodear a la vena cava.
La corrección quirúrgica implica la sección 
del uréter con reubicación y reanastomosis urete-
roureteral con resección o derivación del segmen-
to retrocavo [19].
Número
La agenesia ureteral. Las formas bilaterales se 
acompañan de agenesia renal bilateral por lo que 
son incompatibles con la vida y por lo tanto no 
tienen trascendencia clínica. La forma unilateral 
se debe a la falta de yema ureteral y por lo tanto 
siempre se acompaña de agenesia o de hipoplasia 
renal muy severa [18].
La duplicidad ureteral. Su incidencia es de 
1/ 125 con predominio en mujeres y lo habitual 
es que sea unilateral. No hay predominio derecho 
o izquierdo. Puede ser completo o incompleto 
[18].
La triplicidad ureteral es excepcional ha-
biéndose comunicado muy pocos casos. La du-
plicidad ureteral verdadera se presenta cuando 
existen dos uréteres en el mismo riñón, drenan-
do parcelas independientes y desembocando de 
forma independiente en la vejiga urinaria. Por el 
contrario, la duplicidad incompleta o bifidez ure-
teral consiste en la existencia de dos uréteres de 
trayecto más o menos largo pero que se unen en 
cualquier punto antes de desembocar en la vejiga 
por lo que existe un solo meato ureteral [18].
Terminación. Reflujo vésicoureteral (RVU)
De prevalencia variable, más común en varo-
nes, el reflujo vésicoureteral primario se debe a 
la longitud anormalmente corta del trayecto sub-
mucoso del uréter intravesical asociado con una 
abertura del meato y con un defecto de fijación 
del uréter en el trígono (Figura 3) [14, 20]. La 
inyección submucosa de una masa inerte, inme-
diatamente por detrás del meato ureteral y por

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