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1 Nefrología y urología (341)

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MALFORMACIONES CONGÉNITAS DEL APARATO URINARIO INFERIOR
– Otras anomalías de los deferentes: Ectopia, 
duplicación, divertículo, aplasia segmentaria, etc. 
[35].
Anomalías epididimarias
– Agenesia de epidídimo: Se asocia a la age-
nesia deferencial [35].
– Quistes epididimarios: Se producen por la 
dilatación de un conducto eferente. Es difícil sa-
ber si son congénitos o adquiridos [35].
– Defectos de la unión epidídimo-testicular: 
Aparecen en el 23% de las criptorquidias. Lo más 
frecuente es que exista separación del testículo y 
del epidídimo por la presencia de un mesorquio 
demasiado largo (favorece las torsiones) [35].
– Los vestigios aberrantes del conducto de 
Wolff pueden aparecer en el epidídimo como 
una hidátide sobre la cabeza del epidídimo (no 
confundir con la hidátide pediculada de Morgag-
ni que aparece en la parte superior del testículo 
y es un resto del conducto de Müller, figura 3). 
El paradídimo u órgano de Giraldés es otro resto 
del conducto de Wolff que se fija en la cola del 
epidídimo [35].
Figura 3. Ecografía escrotal: hidátide de Morgagni en testículo izquierdo en varón de 60 años (Fuente: archivo 
personal de la Dra. María Fernanda Lorenzo Gómez. Uróloga en el Complejo Asistencial Universitario de Sala-
manca. Salamanca 37007, España).
Anomalías de las vesículas seminales
– Agenesia: Se asocia a la agenesia del defe-
rente [35].
– Hipoplasia: Se asocia a otras alteraciones 
del conducto de Wolff (en especial la agenesia 
deferencial) [35].
– Fusión de las vesículas seminales [35].
– Quistes: Generalmente son un hallazgo 
casual, pero en ocasiones por su tamaño pueden 
comprimir la vejiga o desplazar el cuello vesical 
[35].
Quistes genitales
– Quistes del utrículo prostático: El utrícu-
lo resulta de la fusión en la línea media de los

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