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416 MAGALY TERESA MÁRQUEZ SÁNCHEZ consiste en la aplicación de pomadas de podofi- lino, instilaciones de 5-fluorouracilo, extirpación quirúrgica o aplicación de láser que ofrece bue- nos resultados estéticos [5, 7]. 2.3. Lesiones malignas de pene Los cánceres peneanos son tumores poco fre- cuentes, diversos informes han confirmado la im- portancia del estadio patológico y las característi- cas histológicas del tumor primario, así como la presencia y la extensión de metástasis en ganglios linfáticos para determinar el pronóstico y planifi- car el tratamiento [5]. El tumor maligno más frecuente de pene es el carcinoma epidermoide, escamoso o espino-celular junto con el carcinoma verrucoso (condiloma acu- minado gigante o tumor de Buschke-Lowenstein). Otros tumores malignos son: Melanoma, carcino- ma de células basales, carcinoma «in situ» o enfer- medad de Bowen o carcinoma escamoso intraepi- telial, la eritroplasia de Queyrat, la enfermedad de Paget, los sarcomas y los raros tumores secundarios a otras lesiones neoplásicas (patología maligna lin- forreticular, carcinomas genitourinarios, digestivos o pulmonares y sarcoma de Kaposi) [5]. • Carcinoma epidermoide, espinocelular o escamoso Constituye el 0,3-0,5% de los tumores malig- nos del varón occidental. En países como Paraguay puede alcanzar un 25%. La incidencia en nuestro medio es de 1/100.000 varones/año. Es una enfer- medad de hombres en la sexta década de la vida, los factores etiológicos se asocian a la higiene, la infección por papilomavirus humano HPV 11, 16 y 18, fimosis con irritación crónica de larga evolu- ción, esmegma retenido, tabaquismo y presencia de lesiones premalignas previas [5]. Clínicamente inicia con una lesión pequeña primaria una zona indurada en glande o prepucio con crecimiento exofítico y tendencia a la ulcera- ción. La zona de lesión más frecuente se sitúa en el glande extendiéndose a los cuerpos cavernosos, el esponjoso y el cuerpo del pene. El paciente re- fiere prurito, dolor, hemorragia local en una masa que se infecta fácilmente y confiere mal olor. Es frecuente la demora en consultar entre un 15- 50% de los pacientes. A veces existe hipercalce- mia secundaria a la elaboración tumoral de una sustancia similar a la parathormona [7]. El diagnóstico, se efectúa por medio de la biopsia para definir la histología, el grado histo- lógico y la invasión en profundidad. La extensión tumoral a distancia es hacia los ganglios linfáticos regionales: Los ganglios inguinales superficiales y profundos [7]. El ganglio centinela pertenece al grupo su- perficial y se sitúa en el cuadrante súpero-medial del triángulo de Scarpa en la confluencia de la vena epigástrica superficial y la vena safena. Más tardíamente la extensión ganglionar puede alcan- zar a los ganglios ilíacos, infiltración ósea local y metástasis a mayor distancia. En la analítica pue- de detectarse anemia, leucocitosis e hipoalbumi- nemia en pacientes con la enfermedad crónica, malnutrición, supuración extensa y metástasis inguinales [7]. Es de utilidad clínica la clasificación por esta- dios, según la infiltración local del tumor. La tabla 1 muestra la extensión tumoral local (T) y afec- tación ganglionar (N) del cáncer de pene [5, 8]. TNM Tis Carcinoma in situ Ta Carcinoma verrucoso no invasivo T1 Infiltración del tejido conjuntivo subepitelial T2 Infiltración de los cuerpos cavernoso o esponjoso T3 Infiltración de la uretra o de la próstata N1 Afectación de un solo ganglio inguinal superficial N2 Afectación de múltiples ganglios inguinales superficiales N3 Afectación de ganglios inguinales profundos M0 Ausencia de metástasis M1 Metástasis alejadas Tabla 3. Extensión tumoral local (T) y afectación ganglionar (N) del cáncer de pene (Fuente [5, 9])
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