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1 Nefrología y urología (490)

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CRISTINA SALVATIERRA PÉREZ, ÁNGEL GIL VICENTE Y MARÍA FERNANDA LORENZO GÓMEZ
Diagnóstico diferencial en los síntomas del 
tracto urinario inferior (STUI)
En varones de edad avanzada los STUI se sue-
len asociar a HBP, pero también puede deberse 
a una disfunción de la vejiga o a otras etiologías, 
como son: Infección urinaria (sistemático de ori-
na y cultivo), litiasis, cáncer de vejiga, cáncer de 
próstata (PSA y TR), prostatitis crónica (clínica 
irritativa), hipertrofia del cuello vesical (pacien-
tes jóvenes), estenosis de uretra (considerar los 
antecedentes de infección o traumatismo, reali-
zar CUMS o uretrocistoscopia), uretritis, litiasis 
vesical (radiografía simple o ecografía, carcinoma 
de células transicionales vesical (citología de ori-
na, ecografía), vejiga neurógena (realizar estudio 
urodinámico en casos de diabetes mellitus, lesión 
medular, enfermedad de Parkinson, accidente ce-
rebrovascular y otras enfermedades neurológicas) 
[20].
2.6. Tratamiento
Los objetivos del tratamiento son tres: aumen-
tar el flujo urinario, disminuir los STUI y retrasar 
o prevenir la progresión de la enfermedad.
En el tratamiento de la HBP se emplean di-
versas clases de fármacos, como antagonistas al-
fa-adrenérgicos, inhibidores de la 5α-reductasa 
(5-ARI), antimuscarínicos, fitoterápicos, combi-
naciones de fármacos y, desde hace poco tiempo, 
inhibidores de la fosfodiesterasa. La decisión de 
qué tratamiento escoger para la HBP es compleja 
y varía con el tiempo.
Espera vigilante
Recomendada en aquellos pacientes asinto-
máticos o con síntomas leves, con buena calidad 
de vida y sin aumento del tamaño prostático.
En este grupo de pacientes se puede prevenir 
o retrasar la aparición de los síntomas realizando 
cambios del estilo de vida y reforzando las medi-
das higiénico-dietéticas. Factores como la obesi-
dad, síndrome metabólico, diabetes o la inacti-
vidad física, aumentan el riesgo de progresión/
empeoramiento de los STUI/ HBP [11].
Tratamiento médico
Fitoterapia
Se indica ante síntomas leves - moderados, 
cuando los pacientes rechazan otro tratamiento, 
para evitar los efectos adversos de otros fárma-
cos o cuando se prefiere una alternativa natural. 
Los productos fitoterápicos son suplementos 
alimenticios derivados de plantas (generalmente 
extractos de raíces, semillas, cortezas o frutos) 
utilizados habitualmente por pacientes con HBP 
y STUI [11].
Palma enana americana (Serenoa repens).
Este agente procede de las bayas secas de la 
palma enana americana. Se utiliza ampliamente 
en Europa y es un tratamiento financiado habi-
tualmente en Francia y Alemania [26, 27].
Cuatro efectos se han atribuido a la fitotera-
pia: El antinflamatorio, el antiandrogénico, el 
proapoptótico y el alfa bloqueante. Estudios in 
vitro han demostrado que la Serenoa repens inhi-
be la biosíntesis de ciclooxigenasa y 5-lipoxigena-
sa, lo que apoya la teoría antinflamatoria. Otros 
estudios han investigado el efecto antiandrogéni-
co mediante una acción similar a los 5-ARI, blo-
queando la producción de DHT. Se ha demos-
trado que el extracto IDS 89 de la palma enana 
americana inhibe la 5α-reductasa de forma dosis 
dependiente en el epitelio y en el estroma de la 
HBP humana [26]. Se ha demostrado también 
que la Serenoa repens puede poseer capacidad blo-
queante alfa adrenérgica. Estudios de metaanálisis 
han concluido que la Serenoa repens mejora los 
índices sintomáticos y el flujo urinario máximo 
de forma estadísticamente significativa, y reduce 
la nicturia en comparación con el placebo [27].
Otros productos utilizados como fitoterapia 
son: Ciruelo africano (Pygeum africanum); Hier-
ba estrellada de Sudáfrica (Hypoxis Rooperi) [11].
Antagonistas alfa – adrenérgicos
Actúan sobre el componente dinámico de la 
obstrucción al flujo de salida de la orina en HBP, 
por su importante papel en la contracción del 
cuello vesical, la uretra y la próstata. Los α-blo-
queantes no actúan sobre el volumen prostático 
ni previenen el crecimiento de la próstata. Al 
bloquear los receptores α-adrenérgicos se relaja 
la fibra muscular lisa y disminuye la resistencia 
uretral a la salida de la orina [23].
En la próstata abundan los receptores α1 y α2 
– adrenérgicos. El 98 % de los adreno-receptores 
α1 se encuentran en los elementos estromales de 
la próstata y por ello se cree que son los que más 
influyen en el tono del músculo liso prostático.

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