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494 CRISTINA SALVATIERRA PÉREZ, ÁNGEL GIL VICENTE Y MARÍA FERNANDA LORENZO GÓMEZ Diagnóstico diferencial en los síntomas del tracto urinario inferior (STUI) En varones de edad avanzada los STUI se sue- len asociar a HBP, pero también puede deberse a una disfunción de la vejiga o a otras etiologías, como son: Infección urinaria (sistemático de ori- na y cultivo), litiasis, cáncer de vejiga, cáncer de próstata (PSA y TR), prostatitis crónica (clínica irritativa), hipertrofia del cuello vesical (pacien- tes jóvenes), estenosis de uretra (considerar los antecedentes de infección o traumatismo, reali- zar CUMS o uretrocistoscopia), uretritis, litiasis vesical (radiografía simple o ecografía, carcinoma de células transicionales vesical (citología de ori- na, ecografía), vejiga neurógena (realizar estudio urodinámico en casos de diabetes mellitus, lesión medular, enfermedad de Parkinson, accidente ce- rebrovascular y otras enfermedades neurológicas) [20]. 2.6. Tratamiento Los objetivos del tratamiento son tres: aumen- tar el flujo urinario, disminuir los STUI y retrasar o prevenir la progresión de la enfermedad. En el tratamiento de la HBP se emplean di- versas clases de fármacos, como antagonistas al- fa-adrenérgicos, inhibidores de la 5α-reductasa (5-ARI), antimuscarínicos, fitoterápicos, combi- naciones de fármacos y, desde hace poco tiempo, inhibidores de la fosfodiesterasa. La decisión de qué tratamiento escoger para la HBP es compleja y varía con el tiempo. Espera vigilante Recomendada en aquellos pacientes asinto- máticos o con síntomas leves, con buena calidad de vida y sin aumento del tamaño prostático. En este grupo de pacientes se puede prevenir o retrasar la aparición de los síntomas realizando cambios del estilo de vida y reforzando las medi- das higiénico-dietéticas. Factores como la obesi- dad, síndrome metabólico, diabetes o la inacti- vidad física, aumentan el riesgo de progresión/ empeoramiento de los STUI/ HBP [11]. Tratamiento médico Fitoterapia Se indica ante síntomas leves - moderados, cuando los pacientes rechazan otro tratamiento, para evitar los efectos adversos de otros fárma- cos o cuando se prefiere una alternativa natural. Los productos fitoterápicos son suplementos alimenticios derivados de plantas (generalmente extractos de raíces, semillas, cortezas o frutos) utilizados habitualmente por pacientes con HBP y STUI [11]. Palma enana americana (Serenoa repens). Este agente procede de las bayas secas de la palma enana americana. Se utiliza ampliamente en Europa y es un tratamiento financiado habi- tualmente en Francia y Alemania [26, 27]. Cuatro efectos se han atribuido a la fitotera- pia: El antinflamatorio, el antiandrogénico, el proapoptótico y el alfa bloqueante. Estudios in vitro han demostrado que la Serenoa repens inhi- be la biosíntesis de ciclooxigenasa y 5-lipoxigena- sa, lo que apoya la teoría antinflamatoria. Otros estudios han investigado el efecto antiandrogéni- co mediante una acción similar a los 5-ARI, blo- queando la producción de DHT. Se ha demos- trado que el extracto IDS 89 de la palma enana americana inhibe la 5α-reductasa de forma dosis dependiente en el epitelio y en el estroma de la HBP humana [26]. Se ha demostrado también que la Serenoa repens puede poseer capacidad blo- queante alfa adrenérgica. Estudios de metaanálisis han concluido que la Serenoa repens mejora los índices sintomáticos y el flujo urinario máximo de forma estadísticamente significativa, y reduce la nicturia en comparación con el placebo [27]. Otros productos utilizados como fitoterapia son: Ciruelo africano (Pygeum africanum); Hier- ba estrellada de Sudáfrica (Hypoxis Rooperi) [11]. Antagonistas alfa – adrenérgicos Actúan sobre el componente dinámico de la obstrucción al flujo de salida de la orina en HBP, por su importante papel en la contracción del cuello vesical, la uretra y la próstata. Los α-blo- queantes no actúan sobre el volumen prostático ni previenen el crecimiento de la próstata. Al bloquear los receptores α-adrenérgicos se relaja la fibra muscular lisa y disminuye la resistencia uretral a la salida de la orina [23]. En la próstata abundan los receptores α1 y α2 – adrenérgicos. El 98 % de los adreno-receptores α1 se encuentran en los elementos estromales de la próstata y por ello se cree que son los que más influyen en el tono del músculo liso prostático.
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