Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
IUSPO Los Teques, 18 de octubre de 2022 Educación Mención Filosofía Filosofía Moderna I RODRIGUEZ William ORDOSGOITE Armando Una aproximación al nominalismo de Ockam Guillermo de Ockam nos hace vislumbrar lo que será el por venir de las ciencias y el conocimiento, pues, con él concluye la escolástica. Esto, según mi parecer, supone un punto de quiebre de la conciencia del hombre medieval, que dará paso a la conciencia del hombre moderno. Ahora bien, ¿cómo entender este punto de quiebre? Marías (1963) nos da una pista, Ockam cuestiona la autoridad temporal del Papa. Lo que no es seguro es que esto sucedió siendo él o no Franciscano. Otra pista nos la da el mismo Ockam. Su sistema filosófico denominado, según Marías (1963) como nominalismo, supone menospreciar todo el saber metafísico originado durante la Edad Media. El nominalismo niega la existencia de los universales tanto de manera inmanente, como trascendente a cada sujeto. Tal afirmación se da en oposición a quienes sostienen la existencia de los universales y de entidades abstractas, tal es el caso de Escoto. Ockam, refiriéndose al término o concepto de universales, afirma que todo universal es signo de muchos y se predica de muchos. El término “animal”, es un universal en cuanto a que se refiere a muchos animales. Por ejemplo: perro, gato, pájaro, pes, etc. Del mismo que el nombre “Juan” se puede entender como universal en cuanto que hay muchos hombres con dicho nombre. Sin embargo, en ambos ejemplos, Ockam nos da un primer rechazo en contra del término o concepto de universales. Pues, aun cuando el nombre “Juan” pueda referirse a muchos hombres con tal nombre, cada “Juan” será un único sujeto, distinto entre los demás hombres que llevan por nombre “Juan”. En este sentido, para Ockam, todo universal es una cosa singular. Por ejemplo, perro y gato, ambos son animales. Sin embargo, perro es signo de uno, como lo es también el gato, aun cuando existen muchos perros y muchos gatos. https://es.wikipedia.org/wiki/Inmanencia https://es.wikipedia.org/wiki/Trascendencia https://es.wikipedia.org/wiki/Universal_(filosof%C3%ADa) https://es.wikipedia.org/wiki/Entidad Por tanto, toda cosa, según el nominalismo de Ockman, se distingue por si misma y no por medio de otra cosa. Pues, la naturaleza y esencia de cada cosa, es algo propio y no común a otros. Por consiguiente, la realidad es esencialmente individual. Pues, los universales son sólo nombres y no una realidad. Entonces, ¿qué representa el hecho de que algunas cosas en la naturaleza sean semejantes entre si? Toda realidad individual provoca un conocimiento individual de las cosas, que nuestro intelecto ordenará y agrupará en categorías, dándole nombres o conceptos que significan una multiplicidad de cosas semejantes entre sí. Tales conceptos servirán para abreviar cosas semejantes entre si, que son llamados universales. Por ejemplo, perro y gato, ambos son animales, pero que comparten una característica en común, pues, ambos son animales, pero que al fin y al cabo son dos animales distintos. El ejemplo anterior nos puede ayudar a profundizar un poco el modo como Ockam propone entender el término de universales. El término “animal” es aquello que se predica de muchos. Perro y gato, aun siendo animales se diferencia de su parte esencial. Esto es lo que Ockam concibe como el género, es decir, aquellas cosas que comparten características semejantes, pero que se diferencian entre si, y que cada una, aun cuando se miran desde el conjunto, todas difieren entre si. Esto último no es más que la especie. La especie es común a menos seres o cosas que el género. Esto no es más que una reacción del intelecto ante la presencia y existencia de cosas particulares que son semejantes entre si. Según mi parecer, la primacia de lo individual conduce a la primacia de la experiencia sobre la cual se fundamenta el conocimiento. Por ejemplo, aun cuando el nombre “Juan” sea común en varios sujetos, cada sujeto es una entidad individual y concreta, diferente uno de otro en cuanto que cada sujeto o cada Juan es capaz de percibir e interpretar la realidad y los fenónemos de la naturaleza de forma distinta. Por lo tanto, cada sujeto es una realidad individual. En Ockam, la supremacia de lo individual, cambia la concepción que se tiene sobre el hombre y la naturaleza; ahora el hombre es la medida de todas las cosas. En definitiva, todo esto es contrario a la conciencia del hombre medieval, y de forma explicita se puede entender lo que será la conciencia futura del hombre, aquel que dará razón de todo aquello cuanto cuestione de sí mismo y del entorno que lo rodea.
Compartir