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139 Tema 7. Reanimación cardiopulmonar TEMA 7.2.: REANIMACIÓN CAR- DIOPULMONAR EN PEDIATRÍA La mayoría de las paradas cardiorrespi- ratorias (PCR) en niños son de origen respi- ratorio. Los ritmos de parada más frecuen- tes son AESP y asistolia, mayoritariamente secundarios a hipoxia, por lo que en la rea- nimación del paciente pediátrico se da prio- ridad a la realización de las respiraciones, antes incluso de pedir ayuda (excepto en los casos de colapso súbito y presenciado, que suele ser secundario a TVSP o FV, que se be- nefi ciaría de una desfi brilación precoz). Existen una serie de variaciones respec- to al algoritmo del paciente adulto. Se debe tener en cuenta que muchos niños no pueden ser reanimados porque sus rescatadores po- tenciales temen hacerles daño. Este miedo es infundado: es mucho mejor seguir el proto- colo de SVB del adulto para la resucitación de un niño que no hacer nada en absoluto (la resucitación cardiopulmonar llevada a cabo en el medio extrahospitalario por personal no experto de forma precoz y efectiva ha demostrado una reanimación efi caz sin daño neurológico en los niños hasta en el 70% de las ocasiones; además, también se ha obser- vado supervivencias del 20–30% en casos de fi brilación ventricular primaria; no obstante, sólo un 30–50% de los lactantes y niños que sufren una parada cardiaca extrahospitalaria reciben RCP urgente por personal no exper- to, y muchos de los que sí lo reciben, a pesar de sobrevivir, padecen secuelas neurológicas posteriores). Por tanto, a las personas sin información sanitaria se les enseña que la secuencia de ac- tuación en un adulto también puede emplear- se en los niños. No obstante, las siguientes modifi caciones en la secuencia de actuación para un adulto la hacen más adecuada para un niño: 1) hacer 5 ventilaciones iniciales antes de comenzar con las compresiones to- rácicas; 2) un reanimador único debe aplicar la RCP durante un minuto aproximadamente antes de ir en busca de ayuda; 3) en las com- presiones torácicas se debe comprimir el pe- cho 1/3 de su profundidad, empleando 2 de- dos en niños menores de un año y una o dos manos en los niños mayores de un año (ver más adelante). Cabe destacar que la relación entre las compresiones torácicas y las respi- raciones es de 30:2 cuando el reanimador no es sanitario, siendo 15:2 para el personal sa- nitario (cuando sólo hay un reanimador, éste puede emplear una relación 30:2 para evitar la fatiga). Las guías ERC 2010 subrayan que a los reanimadores legos, que por lo general solo aprenden técnicas con un solo reanima- dor, se les debería enseñar a utilizar una re- lación de 30 compresiones y 2 ventilaciones, igual que en las guías de adultos, lo que per- mite a cualquier persona entrenada en SVB, resucitar niños con una mínima información adicional; los reanimadores profesionales deberían aprender y utilizar una relación CV de 15:2; sin embargo, pueden utilizar la re- lación 30:2 si están solos, en particular si no están consiguiendo un número adecuado de compresiones torácicas. El algoritmo de soporte vital del recién nacido engloba una serie de medidas diferen- tes al resto de los niños, normalmente lleva- das a cabo por especialistas en Neonatología y Pediatría, por lo que no van a ser desarro- lladas en este tema. La CADENA DE SUPERVIVENCIA para el paciente pediátrico está formada por los siguientes eslabones: - Usar asientos de seguridad para niños. - Reanimación cardiopulmonar (RCP) precoz. - Activación del sistema de emergencias (SEM). - Soporte Vital Avanzado. - Cuidados post-reanimación.
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