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67 Tema 5. Tratamiento del dolor administración epidural (3-5 mg/día) o intra- dural. La administración epidural continua de fentanilo y sufentanilo ofrece muy pocas ventajas sobre su utilización intravenosa, por lo que se asocia a AL para disminuir su concentración analgésica efectiva mínima. La administración espinal de alfentanilo pro- duce analgesia por recaptación sistémica y redistribución hacia los receptores opioides cerebrales. Únicamente el fentanilo en bolo parece presentar una acción específi ca me- dular en el grupo de opioides lipofílicos vía epidural. La metadona es otro fármaco al que se le ha observado una selectividad medular mo- derada tras su administración epidural. Sin embargo, su prolongada vida media de elimi- nación respecto a su duración clínica, puede ocasionar acumulación hepática y tisular con riesgo de aumentar sus niveles plasmáticos. A pesar de ello, se ha comprobado su efec- tividad en cirugía torácica o abdominal, tras su administración tanto en bolo (0,05mg/ kg) como en infusión continua epidural (0,5mg/h), presentando menores niveles plasmáticos y efectos supramedulares como miosis (en esta última modalidad), sin efectos acumulativos durante 72 h de tratamiento. Riesgos y benefi cios de la analgesia epidural Un amplio metanálisis demuestra la re- ducción global de la morbimortalidad posto- peratoria con el uso de técnicas de bloqueo neuroaxial, ya que comparada con la analge- sia sistémica con opioides disminuye la apa- rición de complicaciones postoperatorias de tipo gastrointestinal, pulmonar o cardiaco. Una revisión sistemática sobre pacien- tes a los que se les realizó una laparotomía abdominal, demostró que la analgesia epi- dural, inhibe el refl ejo espinal de alteración del peristaltismo intestinal, disminuyendo el íleo paralítico y permitiendo un retorno más precoz a la alimentación oral o enteral. Las mezclas epidurales sin opioides permiten rea- lizar este retorno de manera aún más precoz, comparado con el grupo que recibió opioides espinales o sistémicos (37 h frente a 24 h), con sólo un aumento de la puntuación E.V.A. de 15 durante el primer día, sin diferencias signifi cativas en el índice de nauseas y vómi- tos. Tampoco se ha demostrado el aumento de dehiscencias de sutura anastomótica. La atenuación del refl ejo inhibidor del diafrag- ma permite una mejora del patrón restrictivo postoperatorio y de las complicaciones respi- ratorias. Otro efecto benefi cioso se obtiene al redistribuir el fl ujo coronario, mejorar el esta- do de hipercoagubilidad y atenuar la respues- ta al estrés, disminuyendo, así, la incidencia de isquemia postoperatoria. Asímismo, me- jora el retorno del paciente a su entorno ha- bitual, mejora su adaptación al ejercicio y la calidad de vida global. Sin embargo, la analgesia epidural no ha demostrado ser superior a la sistémica en áreas como el manejo del paciente con trastornos de la coagulación o prevención de episodios tromboembólicos, mejora de la disfunción cognitiva o alteraciones de la in- munidad postoperatorios. La incidencia global de hematoma epi- dural es alrededor de 1/150.000 para el blo- queo epidural y 1/220.000 para el intradural, aunque las cifras reales pueden ser mayores debido al uso de heparinas de bajo peso mo- lecular, antiagregantes y AINEs durante el periodo perioperatorio. La retirada del catéter epidural es la maniobra más peligrosa y por ello se deben mantener unas recomendacio- nes básicas y respetar un periodo de seguri- dad que se revisan periódicamente en el foro de expertos de nuestra especialidad. Las complicaciones infecciosas son poco comunes y su incidencia se estima en me- nos de 1/10.000, siendo el absceso epidural la más temida. La mayor parte de los casos se limitan a una colonización del catéter (20- 35%) o a una infl amación superfi cial de la piel (4-14%), sin mayor repercusión clínica. La retirada accidental del catéter (5,7%), no justifi ca el fallo global de la vía epidural para control del dolor postoperatorio del 20- 25%, por lo que deben existir otras razones para explicarlo, como el desplazamiento del catéter (17%), la analgesia incompleta (7%),
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