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84 Actualizaciones en anestesiología para enfermería tado y tener preparada una jeringa de 10 ml con aire para infl ar el manguito en cuanto el tubo se encuentre en la tráquea. 5. El volumen necesario para infl ar el manguito oscila entre 5 y 10 ml y se estima de forma aproximada presio- nando el balón piloto al que va conec- tado, aunque lo ideal es comprobar la presión mediante un manómetro, ya que nunca debería pasar de 20 mmHg para evitar lesiones por isquemia de la mucosa traqueal. 6. Si se intuba con un fi ador maleable dentro del tubo, cuando éste se en- cuentra abocado a la glotis, el ayu- dante debe retirarlo a la vez que el tubo es introducido hacia dentro. 7. Puede ser necesario que el ayudante realice alguna maniobra para me- jorar la visualización de la laringe, movilizando externamente el cartíla- go tiroides o la laringe en el cuello. A la maniobra de desplazamiento de la tráquea hacia atrás, arriba y a la derecha se le denomina “maniobra BURP” (backwards, upwards and rightwards presure). Debe distin- guirse de la “maniobra de Sellick”, que se utiliza en los casos de intuba- ción a pacientes con estómago lleno y que consiste en la aplicación de una presión fi rme, continua y hacia abajo sobre el cartílago cricoides (agarrán- dolo entre el pulgar, el índice y el anular), con la intención de ocluir la luz esofágica e impedir la aspiración de contenido gástrico. Esta presión debe mantenerse hasta que el tubo se encuentre en la tráquea y el mangui- to se haya hinchado. Comprobación de la correcta colocación del tubo Una vez intubado el paciente, se debe comprobar la correcta colocación del tubo mediante la observación de los movimien- tos del tórax y el abdomen, así como la auscultación de ruidos respiratorios. Si los ruidos sólo se auscultan en la zona epigás- trica, hay que pensar en una posible intuba- ción esofágica. En este caso, el tubo debe ser retirado de inmediato y vuelto a colocar correctamente. Si los ruidos sólo se escu- chan en un hemitórax, el tubo puede estar demasiado introducido y tratarse de una in- tubación selectiva. La intubación selectiva es más frecuente en el bronquio derecho y los ruidos respiratorios dejan de oírse en el hemitórax izquierdo. En esta situación se desinfl a el manguito y se retira el tubo 2-3 cm, hasta comprobar que la auscultación es simétrica. La confi rmación de que el tubo se en- cuentra en la tráquea se realiza mediante capnografía, detectando la presencia de CO2 durante la espiración. Fijación del tubo Una vez comprobado, se fi jará el tubo mediante una venda fi na anudada fi rmemen- te, pero sin apretar, alrededor del tubo y en torno al cuello del paciente, o mediante una tira de esparadrapo que partiendo de una me- jilla del paciente rodee el tubo endotraqueal y continúe hasta fi jarse en la otra mejilla del paciente. Ninguna técnica ha demostrado ser mejor que otra. Debemos constatar la longitud del tubo que se ha introducido mirando la marca que queda a nivel de la comisura bucal. Es muy importante que la fi jación del tubo se produz- ca justo a nivel de la comisura bucal, pues es la única forma de evitar desplazamientos in- deseados del tubo endotraqueal. DISPOSITIVOS SUPRAGLÓTICOS Son los dispositivos que más han aumen- tado en número en los últimos años. Como su nombre indica, quedan coloca- dos por encima de la glotis. No la atravesa- mos. Por tanto, serán, a priori, más fáciles de colocar y además, no precisaremos del uso de relajantes neuromusculares ya que no hay que atravesar las cuerdas.
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