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Actualizaciones en Anestesiología (119)

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Actualizaciones en anestesiología para enfermería
el problema de la madre. La colocación de 
una cuña bajo la nalga derecha favorece el 
retorno venoso, mediante el desplazamiento 
del útero, evitando la compresión de la vena 
cava inferior. 
Sin embargo, las guías americanas AHA 
2010 proponen un algoritmo para la PCR en 
embarazo, donde se consideran causas pro-
pias de PCR en la gestación. Recomiendan 
que, si no hay recuperación de la circulación 
espontánea en 4 minutos, se realice una cesá-
rea de emergencia.
INTERFERENCIAS ELECTROMAGNÉ-
TICAS MCP/DAI por BISTURÍ ELÉCTRI-
CO - MANEJO INTRAOPERATORIO:
Al hilo de los casos de pacientes portado-
res de MCP interno o DAI, se deben tener en 
cuenta las interferencias electromagnéticas 
(IEM) que se pueden producir en quirófano 
por el empleo del bisturí eléctrico o el asa de 
diatermia.
En general, la interferencia electromagné-
tica puede producirse por conducción (precisa 
un contacto con la fuente, como el bisturí eléc-
trico) o por radiación (al colocar al paciente 
dentro de un campo electromagnético, como 
en la resonancia magnética o la radioterapia). 
Estas interferencias son más probables si 
se emplea en modo de coagulación, que en el 
de corte y con el bisturí monopolar que con 
el bipolar. Las variables que determinan la 
IEM de una determinada fuente son: la inten-
sidad del campo o de la fuente, la frecuencia 
y onda de la señal, la distancia entre la fuente 
y los electrodos del MCP o DAI, y la orien-
tación de los electrodos respecto del campo 
o de la fuente. Las variables que determinan 
la habilidad de los MCP o DAI para evadir 
la IEM incluyen: los números de electrodos 
y la distancia entre el ánodo (positivo) y el 
cátodo (negativo).
Los efectos adversos de las IEM sobre 
los MCP y DAI son impredecibles; incluyen 
inhibición o cambio de programa del MCP 
interno, pudiendo derivar en una arritmia 
tipo FV o TV; o puede interpretar la inter-
ferencia como un latido propio del paciente 
e inhibir la función de MCP (cada modelo 
de MCP reacciona de forma diferente a las 
IEM, siendo más susceptibles los bicamera-
les que los monocamerales y los de electrodo 
unipolar que los bipolares). La mayor parte 
de los MCP están programados para pasar, 
en caso de IEM, a “modo de interferencia” 
o “reversión de ruido”, que provoca estimu-
lación asíncrona [VOO (frecuencia fi ja)] o 
ventricular a demanda (VVI). 
En los pacientes portadores de DAI, la 
interferencia puede ser interpretada como 
FV/TV, produciendo una descarga cuando 
no está indicada, pudiendo facilitar de este 
modo la entrada en arritmia.
Por tanto, es importante conocer el ma-
nejo de estos pacientes en quirófano. Hasta 
ahora, siempre se ha empleado el imán para 
intentar desactivar ambos dispositivos: re- 
programaba el MCP a modo asincrónico, 
evitando su inhibición por las interferencias, 
y en el caso del DAI, desactivaba temporal o 
permanentemente su función antitaquicardia, 
sin alterar su función de MCP. Sin embargo, 
con la evolución tecnológica (diferentes fa-
bricantes, diferentes tipos y programaciones 
de MCP y DAI), los efectos del imán sobre 
estos dispositivos son variables y no prede-
cibles, por lo que las últimas revisiones indi-
can su empleo exclusivamente en los casos 
en los que se emplee el bisturí eléctrico en el 
paciente dependiente del MCP y que se co-
nozca que el efecto del imán sobre el MCP 
produce una reprogramación del mismo a 
modo asincrónico, y en los casos en los que 
no es posible desactivar el DAI (cirugía de 
urgencia..). Siempre que se haya expuesto un 
MCP o DAI al efecto de un imán, se aconseja 
la revisión y la reprogramación, en su caso, 
lo más precozmente posible. 
Es importante tener en cuenta la locali-
zación de la placa del bisturí, que debe es-
tar bien adherida y a >15cm del dispositivo 
(MCP ó DAI); el dispositivo del paciente no 
debe quedar entre la placa y el lugar donde 
se esté empleando el bisturí (ver dibujo). Los 
toques del mismo deben ser cortos, irregula-
res, de baja energía y si es posible, emplean-
do el bisturí bipolar. Se debe monitorizar en 
todo momento ECG y pulsioximetría.

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