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Actualizaciones en Anestesiología (133)

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Actualizaciones en anestesiología para enfermería
un ritmo de perfusión mantenido, ritmo ini-
cial de asistolia en ECG, tiempo prolongado 
entre el momento estimado de la PCR y el 
inicio de las maniobras de resucitación, edad 
del paciente y severidad de las enfermeda-
des que presenta, ausencia de respuesta tron-
coencefálica, normotermia.
Se han propuesto diferentes datos indi-
cadores de pronóstico valorables durante la 
resucitación. Uno de los mejores datos que 
ayuden a predecir el pronóstico puede ser 
la concentración de CO2 en el aire espirado 
(ETCO2) tras 20 minutos de maniobras de 
reanimación. El valor de ETCO2 depende 
de la producción de CO2 y del retorno ve-
noso al corazón derecho y a la circulación 
pulmonar. Una concentración baja de ETCO2 
(<10mmHg) tras una resucitación prolonga-
da (>20min) es un signo de ausencia de cir-
culación y un importante indicador de mor-
talidad aguda (se debe tener en cuenta que 
valores bajos de ETCO2 pueden estar asocia-
dos a la introducción de manera errónea del 
tubo endotraqueal en el esófago, por lo que 
habrá que comprobar la adecuada colocación 
del tubo antes de tomar alguna decisión).
Una revisión sistemática de los estudios 
sobre indicadores pronóstico ante una PCR 
sugirió que, aunque no debe ser la única técni-
ca que se emplee para tomar la decisión de fi -
nalizar la resucitación, la ecocardiografía pue-
de ayudar en la valoración clínica para tomar 
esta decisión, siempre y cuando su realización 
no interfi ere en las maniobras de reanimación 
o retrase el reinicio de la RCP, excepto en el 
caso de que se emplee estrictamente para con-
fi rmar la ausencia de movimiento de la pared 
cardiaca ante el planteamiento de la posibili-
dad de terminar las maniobras.
CUIDADOS POST-PCR
La recuperación del ritmo cardiaco es-
pontáneo, de la circulación espontánea 
(RCE) es sólo el primer paso para conseguir 
la recuperación completa tras una PCR. De-
pendiendo de la duración y la etiología de la 
PCR, tras la RCE se inicia un periodo de gra-
vedad y duración variable en el que paciente 
puede sufrir daño neurológico, inestabilidad 
hemodinámica, alteraciones metabólicas y 
existe riesgo de fracaso multiorgánico aparte 
del posible daño miocárdico.
Los objetivos de los cuidados post-RCP 
son optimizar la perfusión sistémica, corre-
gir las alteraciones metabólicas y proporcio-
nar medidas de soporte precoz para aumentar 
la posibilidad de una recuperación sin secue-
las neurológicas.
El diagnóstico y tratamiento de la isque-
mia y disfunción miocárdica pueden aumen-
tar la supervivencia. Medidas que reduzcan 
el daño cerebral secundario como la hipoter-
mia terapéutica pueden mejorar la supervi-
vencia y el pronóstico neurológico.
El manejo de estos pacientes debe reali-
zarse en unidades de cuidados críticos, con 
un enfoque multidisciplinar que incluya as-
pectos cardiológicos y neurológicos. Los 
cuidados post-RCP se consideran recomen-
dación de primer grado.
Ya que es la AHA la que dedica un capí-
tulo más extenso, resumiremos lo publicado 
por esta sociedad añadiendo las considera-
ciones que pueda aportar el ERC.
Soporte respiratorio
Debe ajustarse la FiO2 para conseguir 
una saturación de O2 ≥94%. Las guías euro-
peas ERC 2010 da un intervalo entre el 94-
98%. No ha demostrado benefi cio mantener 
FiO2 elevadas y sí puede ser perjudicial por 
la generación de radicales libres en la fase de 
reperfusión.
Debe ajustarse la frecuencia respiratoria 
y el volumen minuto para mantener la nor-
mocapnia (PaCO2 40-45 ó ETCO2 35-40). La 
hiperventilación con hipocapnia es perjudi-
cial tras la RCE por su efecto en la circula-
ción cerebral.
Isquemia miocárdica
Debe realizarse un ECG de doce deriva-
ciones lo antes posible para descartar síndro-
me coronario agudo con elevación del ST. 
En caso de presentarse debe tratarse inme-

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