Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Recetas para pintar paisaje Recetas para pintar paisaje Recetas para pintar paisaje Proyecto y realización: Parramón Paidotribo Dirección Editorial: Maria Fernanda Canal Editora: Ma Carmen Ramos Textos: Gabriel Martín Roig Realización de ejercicios: Gabriel Martín y Almudena Carreño Diseño de la colección: Josep Guasch Maquetación y compaginación: Estudi Guasch, S.L. Fotografías: Nos & Soto 1a edición: septiembre de 2010 © ParramónPaidotribo www.parramon.com E-mail: parramon@paidotribo.com ISBN: 978-84-342-3679-0 ISBN EPUB: 978-84-342-4252-4 Les presentamos las siguientes Recetas MATERIALES Y TÉCNICAS PARA UN PAISAJE SINGULAR PAISAJE CON PINTURA DILUIDA Análisis de los condimentos: Efectos con pintura diluida Receta Óleo 1 Paisaje arbolado con oleo aguarrasado Análisis de los condimentos: Vitrificaciones con huevo y azucar Receta Acuarela 2 Campos de girasoles con lavados y vitrificaciones Análisis de los condimentos: Reservas con vela de cera blanca Receta Acuarela 3 Bosque con reservas Análisis de los condimentos: El barniz. De la transparencia al brillo Receta Óleo 4 Paisaje al óleo con barnices PAISAJE CON FONDOS DE COLOR Análisis de los condimentos: Experimentar con distintos fondos de color y gesso Receta Óleo y acrílico 5 Paisaje con una capilla: el efecto anticerne Receta Óleo 6 Paisaje con collage y óleo PAISAJE CON APORTES Análisis de los condimentos: Experimentar con aportes Receta Óleo 7 Óleo con volumen: preparar un relieve Receta Acrílico 8 Bosque con carga matérica y acrílico PAISAJE CON COLOR ESTRIADO Análisis de los condimentos: La pintura estriada con espátula Receta Óleo 9 Empastes con espátula al óleo Receta Acrílico 10 Arrastre con acrílicos Entrantes saborear el paisaje Para ser un buen artista hay que ser un buen cocinero. Esta afirmación, que puede parecer incomprensible, tiene mucho sentido. En el argot artístico, ser “un cocinillas” significa interesarse en la experimentación de los materiales mezclando todo tipo de sustancias para conseguir nuevos efectos. No en vano, la pintura y la cocina comparten muchos utensilios (paletas de madera, cucharas, pinceles, platos…) y algunos materiales (sal para texturar una aguada, azúcar para vitrificar, el huevo como aglutinante o el café para acuarelar). De todos los temas elegidos por los artistas, el paisaje es con seguridad el más popular. Esto se debe a que es un tema muy accesible y presenta las más sorprendentes combinaciones de formas y colores. Pintar un paisaje es una manera de fabricar un recuerdo popular sobre los lugares en los que hemos vivido y que forman parte de nuestra infancia. El paisaje se convierte en actor o productor de emociones, en una manera de saborear la belleza y de revivir experiencias. Materiales y técnicas para un paisaje singular Amedida que han ido apareciendo nuevos materiales en el mercado, han aumentado las posibilidades de interpretación del paisaje, lo cual ha desembocado en un abanico de propuestas novedosas. Estas propuestas combinan la fascinación por la exploración del entorno natural con nuevas soluciones técnicas que ofrecen una visión singular de la representación figurativa del paisaje. Cada vez más, los artistas pintan el paisaje de una manera menos agarrotada y rígida, de acuerdo con nuevas formas de expresión, más originales, libres y cercanas a una visión subjetiva del autor. También se ha perdido el miedo a la combinación de diferentes procedimientos pictóricos en un mismo soporte, o a añadir sustancias que alteran su consistencia. En este caso, el fin justifica los medios, pues la alternancia de pintura, cargas, cola, barnices, etc. admite numerosas posibilidades en el paisaje, el cual puede ser infinitamente variado y presentar las más sorprendentes combinaciones de formas y colores. Hay que aprender a apreciar tanto las posibilidades cromáticas que ofrece el modelo como la capacidad de interpretación y creatividad que puede desarrollar el artista, falseando o alterando los colores según su propia conveniencia. Quienes todavía no se han iniciado en la representación del paisaje de una manera libre y atrevida, encontrarán en las siguientes páginas múltiples vías de acceso asequibles a cualquier persona sensible a la representación de la naturaleza, pero a partir de ahora con una mirada renovada y mucho más expresiva. Incorporación de materiales sintéticos Existen multitud de sustancias de origen sintético como geles, barnices, esmaltes, mediums y pastas de modelar que, añadidas a la pintura (sobre todo acrílicos y óleo) proporcionan diferentes consistencias y acabados. Alteran la fluidez de la pintura de manera que ésta cobra volumen, se vuelve más fluida y grasienta, o firme y gelatinosa. Esto permite crear veladuras con la incorporación de barniz, efectuar empastes con pasta de modelado, o dejar la impronta del pincel sobre una superficie trabajada con mediums espesantes. El médium para óleo tiene una apariencia gelatinosa, no es del todo transparente, pero altera muy poco los colores. El gel o pasta de modelado es una sustancia sintética que se utiliza para dar volumen a la pintura. Materiales orgánicos La incorporación a la pintura de materiales orgánicos no significa que éstos sean efímeros y terminen por estropear la obra, ya que algunos se utilizan como aglutinante desde la antigüedad. Por ejemplo, la yema de huevo sirve de cola mientras que la clara es útil como barniz o medio. El azúcar se emplea mezclado con pinturas al agua (acuarela, guache y acrílicos) como sustancia espesante o vitrificador. Incluso la cera se incorpora a menudo al soporte para realizar reservas o mezclada directamente con la pintura para darle mayor cremosidad y maleabilidad. El huevo es muy utilizado en la pintura al temple. Puede servir de aglutinante o bien de barniz, según se emplee la yema o la clara. El azúcar, mezclado con acuarela, proporciona mayor espesor y brillo. Aplicaciones variadas de color Al combinar y mezclar en una misma obra diferentes procedimientos pictóricos el color se manifiesta de todas las maneras posibles, supeditado a cualquier interpretación, según la intención del artista. Adquiere una esencia propia que lo convierte en un elemento autónomo, el cual pretende representarse a sí mismo, con toda la carga gráfica que esto conlleva. Cuanta mayor alternancia de aplicaciones distintas de pintura seamos capaces de conseguir sobre el lienzo, más vivaz y rico se mostrará un paisaje. Así, se pueden combinar, por ejemplo, la pintura aguarrasada con fundidos y rociados. Estos efectos pueden realizarse sobre húmedo o bien cuando la capa de pintura inferior está seca para evitar que los colores se mezclen o alteren. El fundido pretende la mezcla entre dos colores suavizando sus límites, hasta tal punto que se difuminan. El rociado consiste en frotar con una uña las cerdas del pincel para provocar una lluvia de gotas. Pintura diluida Todos los procedimientos pictóricos pueden utilizarse de manera diluida, aplicando los colores sobre húmedo o superponiendo varias capas de color transparente. Cuando se trabaja con colores diluidos la mayoría de mezclas se realizan directamente sobre el lienzo, o sobre el papel si se trata de una acuarela. Es una técnica muy habitual en la pintura paisajística, pues permite resolver el tema en un corto período de tiempo, pudiendo trabajar incluso frente al modelo real. El resultado es una pintura muy luminosa que muestra una gran riqueza de matices. Pintura al óleo muy diluida en aguarrás. Suele utilizarse durante las primeras fases de manchado de un cuadro. Se puede aplicar el color cuando el soporte está aún húmedo, así se diluirá formando contornos desdibujados. Fondos de color El color del fondo influye mucho en la apariencia final de la pintura y condiciona incluso la manera de pintar, de aplicar los colores. Si bien en la acuarela es aconsejable trabajar sobre un soporte blanco, en el óleo o el acrílico es preferible pintar sobre una baseo fondo oscuro, que tradicionalmente se utiliza para crear efectos de claroscuro, o sobre un soporte cubierto con una capa de color saturado (rojo, naranja, azul, verde), que proporciona contrastes coloristas y muy dinámicos. Existe otra opción: preparar una base con un collage de papeles de colores que luego se integran en la pintura ofreciendo contrastes radicales. Por lo tanto, se aconseja huir del blanco inhibidor sobre el que estamos acostumbrados a pintar para abrir nuevas vías de exploración cromática mediante el empleo de diferentes fondos de color. Si se pinta sobre un fondo cubierto con un color llamativo y saturado, conviene no taparlo por completo para que el color respire entre las pinceladas. Aportes y cargas Son aditivos inertes finamente pulverizados en forma de pasta de modelado que no pigmentan el medio y sirven sólo para producir efectos de textura. La carga matérica (arena, polvo de mármol, carborundo, microesferas, gesso...) se mezcla con la pintura, sin saturar el medio, de manera que éste queda espeso. Sólo puede manipularse con espátula. Cuando la pintura se seca la carga se integra con el color solidificado, dando lugar a una superficie marcada por los relieves, grietas y oquedades, como si fuera un bajorrelieve. Aquí, el fin justifica los medios, pues para conseguir una textura atractiva se admite casi cualquier mezcla entre pintura, mediums, barniz y cargas diversas, desde las más finas hasta las más gruesas y abrasivas. La pintura se realiza sobre una base preparada con una carga de grano grueso, en este caso granos de arroz. Estriar la pintura con espátula Las espátulas son hojas metálicas flexibles que el artista puede utilizar como si fuera una pala. Existen dos tipos básicos, la de pintor, que se caracteriza por tener una hoja estrecha y puntiaguda, o la plana o de decorador, de forma trapezoidal, con el borde recto y de mayor tamaño. La elección de una u otra depende de las dimensiones de la pintura y de la técnica de aplicación escogida. Con estas herramientas puede extenderse la pintura cremosa sobre la superficie de la tela creando estrías, escalados y otras marcas imposibles de realizar con el pincel. Las espátulas planas o de decorador poseen una hoja poco flexible, muy útil para hacer arrastres y efectos de pintura estriada. El color no se mezcla en la paleta sino directamente sobre el soporte, formando estrías o bandas paralelas. Incompatibilidades entre los procedimientos: agua y aguarrás Antes de empezar conviene saber que a priori no todas las mezclas son posibles, pues algunas pinturas son incompatibles entre sí. Es el caso de las pinturas con base de agua y las pinturas con base de aceite. Esta incompatibilidad se hace extensible a los mediums y otras sustancias derivadas que comparten este principio. Por lo tanto, no es recomendable la fusión o mezcla entre óleo y acrílico o entre acuarela y barniz. Cuando estas sustancias entran en contacto se produce un rechazo mutuo y ambas tienden a retraerse, formando acumulaciones aisladas de pintura que se manifiestan a modo de pequeños encharcados o balsas de color. Lejos de constituir un problema, el artista debe tomarlo como una oportunidad de conseguir efectos gráficos distintos a los habituales. Puede empezar por combinar acuarela y aguarrás sobre húmedo en proporciones distintas para conseguir una pincelada desgarrada, abrir claros en una aguada de color u obtener acumulaciones irregulares de pintura que entran en contradicción con la lisura de un lavado de acuarela. A. Se humedece la superficie de un papel satinado con aguarrás, y se aplican algunas pinceladas lineales de acuarela, que aparecen desgarradas por efecto del rechazo. B. La tarlatana es una tela muy fina que puede pegarse sobre cualquier superficie formando una trama muy característica. C. Puede tratarse una superficie con gesso o pasta de modelar. Una vez seca se rocía con pintura en aerosol para realzar su relieve. D. Sobre una capa de cola húmeda puede adherirse serrín, con el que se consigue una superficie muy abrasiva. E. Si en lugar de serrín se espolvorea arena muy fina, el resultado será una superficie más suave. Acuarela con aguarrás La mejor manera de comprobar las diferencias plásticas que ofrece la técnica de mezclar acuarela y aguarrás con la acuarela tradicional, es realizar pequeñas pruebas sobre distintos papeles (de variado gramaje y con distinta porosidad) y luego atreverse a pintar un tema paisajístico sencillo. Hay dos maneras básicas de hacerlo: humedecer previamente el papel con aguarrás para impedir que la acuarela agarre con facilidad y se muestre homogénea, o bien sumergir el pincel cargado de acuarela en un frasco de aguarrás y pintar a continuación. De esta manera, la pincelada aparecerá sesgada y rota. Si se encharca el papel con aguarrás la acuarela se disgrega, forma decoloraciones y presenta calvas muy atractivas. Para conseguir la textura del cielo, se pinta con el pincel poco cargado de acuarela sobre una superficie previamente humedecida de aguarrás. Por el contrario, los pétalos de las flores se resuelven con el pincel bien cargado de pintura y sumergido en aguarrás. He aquí tres efectos básicos con acuarela y aguarrás sobre papeles distintos: A. Sobre papel de acuarela de grano fino, se carga el pincel con pintura a la acuarela más o menos espesa, se sumerge en aguarrás limpio y se pinta. El resultado es una pincelada seca y estriada. B. Se realiza la misma operación sobre un papel de Figueras para óleo. Obsérvese que las pinceladas presentan un mayor efecto de goteo. C. Es posible pintar con el pincel más seco, pero hay que humedecerlo con acuarela y aguarrás a la vez. El resultado es una textura filamentosa y poco cubriente. En este caso, se ha utilizado una cartulina. PAISAJE CON PINTURA DILUIDA Análisis de los condimentos Efectos con pintura diluida Ésta es una técnica rápida e inmediata que permite tener una primera valoración cromática en pocos minutos, si bien resulta difícil de controlar, pues se producen desplazamientos de colores y chorretones. Puede combinarse con distintas sustancias o trabajarse sobre diferentes soportes y superficies para lograr efectos varios. Aquí, este paisaje se resuelve con chorretones de pintura acrílica encharcada que proporciona un acabado muy fresco y con aspecto de apunte. Se le añade esmalte vitrificador (que suele aplicarse en frio sobre objetos de cerámica) para dar espesor y brillo a las aguadas. Es una interpretación muy moderna. Receta 1 Óleo Paisaje arbolado con óleo aguarrasado Jniciamos la práctica con aguadas con óleo diluido. La pintura al óleo se disuelve en aguarrás, una sustancia volátil diluyente y que se evapora rápidamente. En lugar de papel, se va a trabajar sobre una tela reciclada. Sirve cualquier cuadro del que no se esté satisfecho. Para preparar el soporte se cubre con una capa de gesso blanco a la cual se añade un 10 % más de látex para que gane adherencia. DIFICULTAD TIEMPO DE ELABORACIÓN Baja 3 horas INGREDIENTES • Bote de látex • Gesso • Aguarrás • Colores al óleo: amarillo de cadmio, azul cian, azul ultramar, ocre amarillo, verde cinabrio, verde vejiga, naranja de cadmio, carmín de garanza, tierra de sombra tostada y blanco titanio ÚTILES • Tela montada sobre bastidor (reciclada) • Barra de carbón • Pinceles redondos (fino, mediano y grueso) de pelo suave • Secador de cabello Elaboración 1 Se vierte gesso en un frasco de cristal al que se le añade un 10 % de látex. Se remueve con un pincel y se aplica sobre la superficie de la tela que se quiere reciclar. Formará una fina capa o imprimadura lista para pintar. 2 Puede que, tras secarse la aplicación de gesso, se adivinen las formas o los colores de la pintura subyacente. No hay que preocuparse por ello, pues desaparecerán con las primeras aguadas. 3 Sobre la capa seca de gesso se dibuja el paisaje con una barra de carbón. Se representan las formas principales con trazos redondeados, procurando situar cadaelemento con precisión. 4 Con azul cian, azul ultramar, blanco titanio y una punta de ocre se pinta el cielo. Una vez se extiendan todos los colores, se inclina el soporte para que las aguadas se mezclen. Esta operación se realiza con el aguarrás limpio. 5 Cuando la pintura se encuentra muy diluida o forma charcos, el secador de cabello cumple una doble función: empujar o mezclar las aguadas a conveniencia y secar una zona con mayor celeridad. 6 Hasta el momento, la primera fase del cuadro se ha realizado con el soporte plano. Ahora, se coloca boca abajo y se inclina para que las aguadas verduscas de la vegetación resbalen y goteen. 7 Se coloca de nuevo el soporte plano para evitar que las aguadas avancen y cubran el cielo. Los distintos tonos de verde se mezclan siguiendo la dirección vertical que apuntan los árboles. 8 Conviene aplicar el secador sobre la vegetación para que se evapore gran parte de las aguadas. Luego, con la mezcla de ocre, amarillo y naranja se pinta el primer término, cubierto con hierba amarilleada por el sol. 9 Mientras se seca la parte inferior de la tela, se cubren las montañas con aguadas de color violeta, ligeramente matizadas con azul. Se añade un poco de blanco para hacerlas algo opacas. 10 Dado que esta aguada es un poco más opaca que las demás, podrá recortarse mejor la copa de los árboles cubriendo los goterones accidentales. Por otro lado, conviene evitar que se vean los trazos de carbón. Consejo Existe una nueva variedad de aguarrás sin olor, resulta menos molesta y es mucho más adecuada para pintar en espacios cerrados. 11 Con la mezcla de carmín y azul ultramar se consigue un violeta oscuro que debe aplicarse en la parte superior de las montañas mientras la pintura aguada está húmeda. 12 Se pintan los campos más alejados con ocre amarillo. Con una mezcla de verde vejiga y tierra de sombra tostada se recrea la forma de los grupos de árboles más cercanos. Se chorrean algunas aguadas rojizas en el primer término. 13 Las manchas de un verde más amarillento diferencian la silueta de los árboles de la parte inferior. Se inclina levemente el soporte y se deja que el rojo aguarrasado chorree. Se provocan goteos o dripping. 14 La pintura aguarrasada suele dar como resultado una pintura agrisada donde desaparece, casi por completo, el brillo del color. Por lo tanto, una vez que el cuadro está seco, se cubre con una capa de barniz brillante para reavivar los colores. Consejo Hay que cambiar el aguarrás de vez en cuando; de lo contrario, se enturbia mucho e impide conseguir colores limpios y brillantes. FICHA 1 CHORRETONES No se inquiete por los chorretones. Todo lo contrario; si aparecen, hay que considerar su incorporación al cuadro. FICHA 2 AGUARRASADO SOBRE PAPEL Aunque es poco frecuente, el óleo aguarrasado también puede trabajarse sobre papel. Ofrece un acabado muy similar al de la acuarela. FICHA 3 DILUCIÓN EN POCILLOS Cuando hay que preparar una gran cantidad de pintura diluida, es preferible utilizar pocillos en lugar de la paleta. FICHA 4 DRIPPING Golpeando contra la mano el pincel cargado de pintura diluida, se desprenden goterones que aportan textura a la vegetación. Este efecto se conoce por dripping. Análisis de los condimentos Vitrificaciones con huevo y azúcar Determinadas sustancias naturales, añadidas a la pintura, alteran su consistencia. En las pinturas al agua, como el guache, los acrílicos o la acuarela, un poco de azúcar o de clara de huevo proporciona mayor espesor y brillo al color. Al secarse, estas sustancias se vitrifican y crean una capa dura de color que da mayor brillo a la superficie de la pintura. A continuación, le invitamos a experimentar con ellas. El modelo es esta obra realizada mediante collage y con técnica mixta. En pintura, del huevo se aprovecha todo menos la cáscara. La yema se utiliza como aglutinante. Si se mezcla con pigmento en polvo se obtiene pintura al temple. La clara actúa como barniz, fluidificador o vitrificador, de las pinturas al agua. Receta 2 Acuarela Campos de girasoles con lavados y vitrificaciones Las aguadas de acuarela tratadas con azucar son brillantes y transmiten una gran sensación de luz. Con ellas se trabaja cubriendo cada zona del paisaje que forma un puzle de colores. Su dificultad no reside en la aplicación, sino en la observación de los tiempos de secado de cada color. En este paisaje, hay que lidiar con dos problemas: por un lado, expresar la textura y la nitidez del primer término conseguido con vitrificaciones de azucar; y por otro, resolver de manera sintética los campos del último plano. DIFICULTAD TIEMPO DE ELABORACIÓN Baja 2 horas INGREDIENTES • Colores a la acuarela: amarillo de cadmio, azul cobalto, ocre amarillo, verde cromo, verde esmeralda, verde vejiga, tierra de Siena natural, carmín de garanza y gris de Payne • Azucar blanco ÚTILES • Papel de acuarela de grano medio • Lápiz de pastel de color azul • Pinceles redondos (fino, mediano y grueso) de pelo de buey • Pincel plano mediano de pelo de buey Elaboración 1 Se dibujan las líneas principales del paisaje. Se carga el pincel plano con azul cobalto aguado y se pinta el cielo. La aguada es más o menos uniforme y, antes de continuar, se deja secar. 2 Con un verde agrisado se pintan las montañas dando una aguada uniforme. Tras esperar unos segundos, se añade un nuevo color verde en la base. Al aplicarlo sobre húmedo, se forman contornos que recrean la textura del arbolado. 3 Se dejan espacios en blanco, campos sin pintar para evitar que entren en contacto las aguadas húmedas. Con ocre, verde y amarillo se aplican lavados sobre los campos del término medio. 4 Mientras se secan los lavados de los campos, se manchan las flores con un amarillo muy diluido que se combina con aplicaciones de un amarillo más saturado en las flores del segundo término. 5 Se pintan los campos de color verde con lavados suaves y diluidos. Los árboles aparecen como simples manchas, realizadas con el pincel fino. Con tierra de Siena y verde medio se oscurece la parte central de los girasoles del primer término. Con este mismo verde y el pincel mediano se cubre el blanco del papel restante. Se trata de conseguir un color de base sobre el que trabajar luego. 6 Sobre el verde anterior se aplican nuevas manchas de verde esmeralda. Éstas se acumulan en la parte inferior del papel, de manera dispersa. El contorno de las flores cercanas debe parecer dentado. 7 Se solucionan algunos detalles del término medio con el pincel fino: los tejados y las fachadas de las casetas, los márgenes del camino y las líneas de los campos. Consejo Siempre que se añada una nueva aguada debe comprobarse que las manchas limítrofes están completamente secas; ello evitará mezclas accidentales. 8 En el centro de las corolas de las flores más cercanas, se dan algunas pinceladas con amarillo anaranjado. No se cubre toda la flor, sólo la zona concreta. 9 Con dos nuevos tonos de ocre (de distinta intensidad) se finaliza la caseta de la derecha. Con verde medio se pinta el círculo central de los girasoles del término medio. 10 Con el pincel fino se solucionan las zonas en sombra del primer término. Un verde oscuro permite contrastar e insinuar algunos tallos y flores. 11 Sobre la paleta de acuarela se diluye una pequeña cantidad de azúcar con agua. El resultado es una sustancia caramelizada que se añade al color amarillo para dar los últimos toques en las flores. 12 Se repite la misma operación, aunque esta vez al azucar se le añade acuarela verde permanente y una punta de tierra de sombra tostada. De nuevo se aplican pinceladas sobre la masa de vegetación. Al secarse el azúcar, el brillo se vuelve algo más satinado. FICHA 1 PINTAR EN NEGATIVO Pintar en negativo significa colorear el fondo en lugar del interior del objeto; así, su forma aparece más nítida y delimitada. FICHA 2 CADA PLANO DE UN COLOR La manera más fácil de solucionar las casetas es pintar cada plano con un color distinto,como si fuera una figura geométrica simple. Análisis de los condimentos Reservas con vela de cera blanca Dada la incompatibilidad que existe entre la cera y los colores al agua, la primera se suele utilizar con frecuencia para realizar reservas e incluso para dar mayor textura a las acuarelas. Se convierte así en una interesante alternativa de la goma de reserva con la ventaja de que ofrece mayores posibilidades plásticas. Veamos unos ejemplos, en los que vamos a utilizar vela de cera blanca y pastel graso. Para conseguir cera líquida se deja quemar una vela durante un rato; luego, con un pincel de cerda se va tomando la cera derretida en la base de la llama y se extiende sobre la pintura. Receta 3 Acuarela Bosque con reservas Este bosque se ha pintado con acuarela, en una gama restringida de colores (verdes y pardos) y con un estilo naturalista y plenamente valorista. Este trabajo restringido de colores es un ejercicio interesante para prestar mayor atención a los contrastes tonales. Las zonas más oscuras se han solucionado añadiendo violeta o tierra de sombra tostada a los colores locales. El ejercicio se complementa con la aportación de reservas realizadas con pasteles grasos o ceras, que son de gran ayuda para reservar brillos, puntos de luz o recrear la textura de la vegetación. DIFICULTAD TIEMPO DE ELABORACIÓN Media 3 horas INGREDIENTES • Colores a la acuarela: amarillo de cadmio, ocre amarillo, verde cromo, verde vejiga, verde esmeralda, tierra de Siena natural, tierra de sombra tostada, carmín de garanza, gris de Payne y azul cobalto ÚTILES • Papel de acuarela de grano medio • Lápiz de grafito HB • Pasteles grasos • Pinceles redondos (fino, mediano y grueso) de pelo suave Elaboración 1 Con un lápiz de grafito se dibuja con detalle la posición de los árboles más cercanos. Los del fondo aparecen más abocetados, apenas resueltos con un par de líneas paralelas. 2 Con verde esmeralda, Siena y tierra de sombra muy aguados y mezclados se cubre gran parte de la superficie del papel. El objetivo es ir progresando con veladuras, trabajando de menos a más. 3 Para evitar que las zonas de luz del fondo se manchen por accidente, se cubren con algunos trazos de pastel graso. Recuérdese que estos trazos rechazan la pintura al agua. 4 Se cubre el fondo del bosque con una mezcla (a medida que se avanza y sobre húmedo) de Siena, verde vejiga y un poco de amarillo. Los colores se funden entre sí. 5 Con una sola pasada con el pincel se soluciona la vegetación del fondo, que presenta diferentes tonos verdes y pardos. Se trabaja con la punta del pincel para esquivar los troncos de los árboles y los blancos del fondo. 6 Con ocre, Siena y tierra de sombra tostada se procede igual en el término medio. Todas las mezclas se realizan sobre húmedo para que los colores se fundan entre sí. 7 Se prepara la textura de la hojarasca del primer término a partir de trazos cortos y nerviosos realizados con pasteles grasos de color verde y amarillo. La textura granulosa del papel favorece los trazos desgarrados y poco precisos. 8 Se mezcla tierra de sombra tostada con violeta para extender las primeras aguadas en la parte inferior del papel. Con este mismo color se oscurece el tronco del árbol de la derecha. 9 Llega el momento de pintar los troncos de los árboles. Por medio de unos trazos cortos se representa el musgo que se acumula en ellos. A continuación, se pintan con tierra de sombra tostada diluida con agua abundante hasta formar un degradado. 10 Los troncos lejanos se solucionan con un gris azulado. Su base es más oscura. Con tierra de sombra tostada se progresa en el término medio. Se trata ahora de oscurecer la acuarela acumulando veladuras. 11 Se van oscureciendo los troncos con gris de Payne, y cuando la pintura está aún húmeda, con un pincel fino se aplica gris oscuro en la base de cada uno. 12 Se deja secar la pintura durante unos minutos. Con una aguada de color Siena se cubre todo el término medio. Ésta forma una simple veladura que da mayor calidez a esta zona. Consejo Conviene evitar excesivas superposiciones de veladuras; tres colores como máximo. FICHA 1 COMPROBAR EL TONO Antes de aplicar un color sobre la obra, se prueba en un recorte de papel aparte para verificar que el tono es el adecuado. FICHA 2 PINTAR POR ZONAS Una manera de avanzar más rápido con acuarela es pintar por zonas. Se cubre con aguadas los espacios que no sean limítrofes, evitando así que dos aguadas todavía húmedas se toquen. Análisis de los condimentos El barniz. De la transparencia al brillo Tradicionalmente, se ha asociado el uso del barniz al acabado de una pintura, pero no tiene por qué ser así. Sus características de brillo y transparencia lo convierten en un medio de pintura más y su consistencia grasa permite combinarlo con facilidad con los óleos, bien sea para modificar la fluidez de la pintura o para crear transparencias o efectos de decoloración sobre una superficie ya pintada. Algunos artistas lo mezclan con pigmento para crear efectos de encharcado sobre la pintura; esto les permite tratar la superficie de los colores de muy diversas formas. Receta 4 Óleo Paisaje al óleo con barnices La pintura al óleo, combinada con barnices, gana en brillo y en transparencia. En este ejercicio, su intervención se limita a resolver la fluidez y transparencia del agua, además de las nubes difusas que encapotan el cielo. Combinar la pintura opaca del óleo con la consistencia espesa y fluida de los barnices permite variar los tratamientos en función de la superficie que se describe y dar a la obra mayor variedad plástica. DIFICULTAD TIEMPO DE ELABORACIÓN Alta 7 horas INGREDIENTES • Colores al óleo: tierra de sombra tostada, verde compuesto, naranja de cadmio, ocre amarillo, azul y violeta cobalto, tierra de Siena tostada, magenta, negro marfil, amarillo de Nápoles y blanco titán • Barniz transparente mate • Barniz sintético para madera oscura • Esmalte vitrificador de color amarillo ÚTILES • Lienzo • Lápiz de grafito HB • Pinceles de lengua de gato (fino, mediano y grueso) de pelo de cerda Elaboración 1 Se realiza un dibujo previo a lápiz; un dibujo muy sencillo y esquemático, que sirva de guía para las aplicaciones posteriores. 2 Se vierte un poco de barniz transparente en un pocillo y se tiñe con una punta de azul cobalto. La cantidad debe ser ínfima para que éste no pierda su transparencia. Con la mezcla resultante se pinta el agua. 3 Sobre la base de barniz transparente se efectúan unas pinceladas con el barniz para madera oscura. 4 Se mezclan ambos barnices pincelando y se inclina el soporte para que se formen chorretones. 5 Con la mezcla de barniz azulado anterior se pinta ahora el cielo. Las pinceladas deben tratar de explicar la forma y la distribución de las nubes. Luego se carga el pincel con abundante barniz transparente y se extiende generosamente. 6 Sobre el barniz azul se aplican nuevas pinceladas de barniz transparente para abrir claros y terminar de insinuar el efecto del cielo. Con el barniz transparente se suaviza el contraste del barniz oscuro sobre el agua. Consejo Al añadir barniz a la pintura al óleo, se consigue una dilución más cremosa y espesa. Actúa como medio y le da más fluidez. 7 Con el barniz todavía húmedo, se vierte sobre la superficie del agua unas gotas de esmalte. Éste y el barniz son dos medios incompatibles, y su mezcla produce un rechazo que provoca que las gotas se concentren sin fundirse. 8 Con la incorporación del esmalte finaliza la aplicación de los barnices, los cuales se han restringido a la zona del cielo y al agua del lago. Se deja secar la capa de barniz durante dos horas. 9 Se reemprende el trabajo con la pintura al óleo, aclarando las nubes del cielo con blanco titán. Se trata ahora de matizar el trabajo realizado con los barnices. Consejo El barniz debe ser siempre espeso, hay que evitar diluirlo con aguarrás, pues podría perder consistencia y adherencia. 10 Lostérminos más alejados deben aparecer violetas y algo blanqueados para producir el efecto de distancia. Se difumina el contorno de las montañas con el pincel. 11 A medida que las montañas se acercan al lago se va oscureciendo su color. Esto se consigue añadiendo tierra de sombra tostada a una base de color azul. 12 En esta fase, se han solucionado los términos más alejados con tierra de sombra tostada, azul cobalto y tierra de Siena tostada. Estos colores se aplican espesos y mezclados entre si. 13 Con ocre blanqueado y una pizca de amarillo de Nápoles se pinta la arena de la orilla del lago. Con negro mezclado con tierra de sombra tostada se soluciona el arbolado que aparece a la izquierda. 14 Con un pincel fino se trabaja la textura de la arena mediante pinceladas horizontales, sobre húmedo, que combinan diferentes tonalidades de colores pardos. Se aplican las primeras manchas verdes de vegetación en la otra orilla del lago y al pie de las montañas. 15 Con blanco titán algo roto con azul se añaden nuevas aportaciones sobre la superficie del agua, para recortar algunos goterones de barniz. Se aclara la arena con pinceladas de un ocre más amarillento. 16 Se completa la vegetación del fondo combinando distintos verdes saturados y luminosos con colores anaranjados y violetas rojizos. Algunas manchas de verdes oscuros ascienden por las laderas de las montañas para insinuar su relieve. FICHA 1 INCOMPATIBILIDAD ENTRE ESMALTE Y BARNIZ El esmalte, al ser rechazado por el barniz, forma un interesante moteado. FICHA 2 EL BARNIZ COMO MEDIO La pintura al óleo puede diluirse con barniz holandés o barniz final para conseguir finas veladuras de color traslúcido. FICHA 3 INTENSIFICADOR DE COLORES El barniz es un intensificador del color. Compruebe la diferencia de color entre la zona barnizada y la que no lo está. FICHA 4 PINTAR SOBRE HÚMEDO Para difuminar un trazo, basta con pintar sobre una capa de barniz húmedo. Observe la diferencia entre pintar sobre húmedo y sobre seco. PAISAJE CON FONDOS DE COLOR Análisis de los condimentos Experimentar con distintos fondos de color y gesso Muchos artistas tienden a desconsiderar el fondo y no le dan la importancia que merece. Sin embargo, pintar sobre fondos con distintas combinaciones de color puede convertir un tema cotidiano en una imagen con un estilo personal mucho más impactante, y puede servir de estímulo para realizar una interpretación creativa. Esta escena de un bosque se ha realizado sobre un fondo de color rojo. El artista ha dado rienda suelta a la imaginación y a usado colores imaginativos y saturados. Un fondo preparado puede incluso parecer una pintura abstracta. Éste se ha realizado recortando y pegando trozos de papel de embalar. Receta 5 Óleo y acrílico Paisaje con una capilla: el efecto anticerne Este paisaje ofrece la oportunidad de trabajar diferentes superficies: vegetación, rocas, fachadas de piedra, cielo… Cada una requiere un tratamiento distinto con el pincel. El conjunto se supedita al efecto anticerne, un modo de pintar que permite al fondo respirar entre las pinceladas e integrarse en la obra. Para que el impacto sea mayor, se tiñe el fondo de un color muy saturado y estridente (buscando el contraste máximo); así, las pinceladas destacan aún más y producen un claro efecto expresivo. DIFICULTAD TIEMPO DE ELABORACIÓN Baja 3 horas INGREDIENTES • Pintura acrílica naranja • Bote con aguarrás • Colores al óleo: amarillo de cadmio, azul cian, azul ultramar, ocre amarillo, verde cinabrio, verde compuesto, verde esmeralda, verde vejiga, carmín de garanza, tierra de sombra tostada, blanco titanio y negro marfil ÚTILES • Cartón entelado • Barra de cera azul • Pinceles de lengua de gato (fino, mediano y grueso) de pelo de cerda Elaboración 1 Con pintura acrílica naranja, se cubre todo el soporte extendiendo una capa uniforme. Ésta debe ser cremosa, poco diluida para conseguir la máxima saturación. 2 Se deja secar el acrílico. Con una barra de cera azul o un pastel graso se realiza un dibujo lineal del tema. Puede empezarse con un trazo muy suave, poco perceptible, y luego reforzarlo con otro más definitivo. 3 El resto del ejercicio se realiza con óleo. Se soluciona el cielo con pintura opaca, pintando manchas yuxtapuestas de diferentes tonos de azul blanqueado. Las pinceladas recortan el perfil de las montañas, pero dejan espacios sin cubrir en el cielo. 4 La superposición de manchas azules pretende describir un degradado tonal, situando los azules más oscuros en la parte superior del cielo. Se ha añadido una punta de ocre o carmín para alterar algunos azules. 5 Los tonos que se plantean en las montañas del fondo son una extensión de los colores del cielo, aunque de un azul más vivo e intenso. Se deja sin pintar el contorno de las montañas para que aparezca una línea naranja. 6 Resuelto el fondo, se trabaja el arbolado. Con verde compuesto, verde esmeralda y verde vejiga, todos matizados con amarillo, se crea una gran variedad de tonos que se superponen de más claro a más oscuro. 7 Se mezcla verde vejiga con tierra de sombra para conseguir los verdes oscuros con los que se pinta el ciprés y los espacios más sombríos del arbolado. La pincelada debe seguir una dirección ascendente, como el resto de la vegetación. Consejo El efecto anticerne se muestra más activo si los colores al óleo también son vivos. El objetivo es transmitir vitalidad y energía. 8 No se trabaja por partes, sino que el cuadro se pinta en conjunto, simultaneando todas las zonas por igual. Para solucionar la fachada de piedra de la iglesia, se reserva un espacio que, a modo de líneas, describe la alineación de las piedras talladas. 9 Se termina la base de la fachada con un ocre más blanqueado. A continuación, se manchan las rocas del primer término con variedad de grises azulados y violetas blanqueados. Las grietas y hendiduras quedan sin pintar. 10 De nuevo se aborda la vegetación. Las manchas superpuestas de verdes vejiga y esmeralda, alterados con ocre y tierra de sombra tostada, sirven para terminar de cubrir la parte inferior de la tela. 11 Se dejan para el final los colores más blanqueados. Se efectúan pequeñas aportaciones en la fachada de la iglesia, en las rocas y en manchas más generosas sobre el cielo todavía fresco, a fin de conseguir uniformidad cromática. FICHA 1 COLOR DE FONDO Se elige el color de fondo en función de los colores del modelo. Si se va a pintar con colores cálidos, la mejor opción es un verde. FICHA 2 ESCOGER COMPLEMENTARIOS Si los colores que van a predominar son los verdes o los azules, la mejor opción es un fondo rojo. FICHA 3 USO DEL LÁPIZ Sobre un fondo de color intenso lo mejor es utilizar lápices grasos de color blanco o negro. Son una mejor opción al carboncillo y al lápiz de grafito. FICHA 4 CONTRASTES Cuando se pinta sobre un fondo de color naranja o rojo, no se cubre por completo. Éste transluce o se funde con las nuevas incorporaciones de color. Receta 6 Óleo Paisaje con collage y óleo La pintura al óleo combinada con otras técnicas proporciona una interpretación más moderna, colorista y con un acabado más llamativo que una representación tradicional o naturalista. El blanco de la tela puede estructurarse con numerosos recortes de colores que sientan una base, condicionan la gama cromática y el devenir final de la pintura. Sólo es necesario conocer la técnica y ponerla en práctica. DIFICULTAD TIEMPO DE ELABORACIÓN Media 5 horas INGREDIENTES • Barniz transparente mate • Colores al óleo: tierra de sombra tostada, violeta cobalto, azul cyan, azul ultramar, magenta, amarillo y naranja de cadmio, rojo de cadmio, verde compuesto, verde esmeralda, ocre amarillo, tierra de Siena tostada y blanco titán • Látex • Recortes de papeles de distintos colores ÚTILES • Tela sobre bastidor • Barra de carbón • Pinceles de lengua de gato (fino, mediano y grueso) • Pincel redondo grueso • Trapo de algodón Elaboración 1 Conla punta de la barra de carbón se trazan las líneas principales del paisaje. El trazo debe ser muy débil para no ensuciar la tela con el polvillo del carbón. 2 Se desgarran con las manos pedazos de papeles de colores y se pegan al soporte con látex espeso. No se añade agua para evitar que los papeles se hinchen o alabeen. 3 Se aplica una capa de látex sobre la tela con un pincel redondo grueso, ejerciendo una suave presión sobre los trozos de papel. Conviene elegir colores variados y vistosos, que no tienen por qué guardar una estrecha relación con el modelo real. 4 Una vez que se ha encolado el papel sobre el soporte, se pinta también con látex el borde para conseguir una mayor fijación. Se presiona con la punta del pincel para que no se levante ninguno de sus lados. 5 Primero se cubren los espacios en blanco, pero a medida que se avanza, se van superponiendo parcialmente algunos papeles a los anteriores. 6 Se trata de no dejar huecos sin cubrir. Los papeles utilizados serán cada vez de menor tamaño. El látex, al secarse, se vuelve completamente transparente. 7 Se ha finalizado el collage. Éste es el fondo de color sobre el cual se va a pintar. La distribución de los colores debe guardar cierta relación con las formas y líneas principales del paisaje. Consejo Es mejor recortar los papeles con la mano en lugar de hacerlo con tijeras. El contorno aparece así más sesgado, casual y menos rectilíneo y geométrico. 8 Cuando la cola está completamente seca, se carga el pincel con barniz transparente y se cubre con él la superficie de los colores para que se impregnen y endurezcan. 9 Hay que dejar unos minutos para que los papeles absorban parte del barniz, y luego, con un trapo limpio, se absorbe el sobrante a fin de evitar que se formen charcos sobre la tela. 10 Se deja una hora y media para que el barniz se seque y la superficie del cuadro recobre mayor tensión; tras este tiempo, los papeles se alisan y se muestran más firmes y menos porosos. Con el secado, las manchas oscuras del papel desaparecen. 11 Se comienza a pintar el cielo con azul cyan mezclado con blanco. Se dejan algunos espacios sin cubrir que representarán las nubes. Con el mismo azul se recorta el perfil superior de las montañas. 12 Las siguientes manchas de óleo, algo diluido con aguarrás, se aplican sobre el terreno, tratando de acomodar la propuesta cromática del collage con los relieves orográficos. Consejo Es mejor recortar los papeles con la mano en lugar de hacerlo con tijeras. El contorno aparece así más sesgado, casual y menos rectilíneo y geométrico. 13 Con pinceladas espesas de distintas tonalidades de verde se intenta limitar los campos, señalar el camino y perfilar el contorno de las laderas. A medida que avanza la pintura se utiliza un pincel más fino. 14 Se pintan las zonas iluminadas de las nubes con una simple pincelada blanca. Los distintos términos del paisaje van avanzando con la incorporación de nuevas manchas de color. 15 Con el pincel más fino se describen los terruños de los sembrados mediante una seriación de líneas diagonales. Entre las pinceladas amarillas debe verse el color del papel que hay debajo. 16 Se dejan las pinceladas más densas y espesas para el final. Éstas deben seguir el relieve superficial del terreno que se pinta. Los colores elegidos son muy saturados, lo cual da una apariencia muy colorista al paisaje. FICHA 1 SUPERPOSICIONES Con el barniz todavía húmedo se puede superponer óleo aguarrasado. Se espera unos minutos a que absorba el color y, acto seguido, se seca la superficie con un trapo de algodón. FICHA 2 EL PAPEL Conviene tener diversidad de papeles para trabajar. Los colores que se utilizan deben ser muy saturados y contrastados. No hay que tener miedo a trabajar con colores vivos. FICHA 3 TRANSPARENCIAS También se pueden conseguir trazos velados o revelar trazados subyacentes con transparencias. Tras realizar un dibujo, se cubre con papel. Luego se trata con barniz y el dibujo reaparece de manera sutil. FICHA 4 SIN MARCO Cuando el tema se ha terminado se prolongan los colores en el canto de la tela, de modo que ambos planos formen una superficie cromática continua. Este recurso es muy habitual entre los artistas contemporáneos; permite colgar el cuadro sin necesidad de marco o, si se prefiere, enmarcarlo en forma de caja. PAISAJE CON APORTES Análisis de los condimentos Experimentar con aportes Para tener a nuestra disposición mayores recursos, conviene experimentar con el gesso, el polvo de mármol, los geles y el látex. Ello permitirá desarrollar un conjunto de texturas creativas que pueden incorporarse a la pintura. Los soportes preparados con texturas añaden mayor interés visual a la obra y pueden combinarse preferiblemente con óleo, con acrílico o ambos medios combinados a la vez sobre un mismo soporte. No hay por qué conformarse con el polvo de mármol, hay muchos otros materiales interesantes, capaces de proporcionar variedad de superficies, con los que se puede experimentar, por ejemplo, arena, carborundo y serrín. Receta 7 Óleo Óleo con volumen: preparar un relieve Una pintura realizada con aportes, es decir, sustancias que mezcladas con cola o látex permiten crear efectos de relieve sobre la superficie del cuadro, ofrece un acabado muy expresivo, texturado y poco detallado. El gesso es la pasta de modelado que suele utilizarse con más frecuencia; se aplica previamente con una espátula para describir el volumen de las nubes y algunos relieves en las montañas que luego se cubren con pintura al óleo. DIFICULTAD TIEMPO DE ELABORACIÓN Media 24 horas INGREDIENTES • Bote de gesso • Colores al óleo: ocre amarillo, naranja y amarillo de cadmio, verde cinabrio, verde vejiga, tierra de sombra tostada, azul cian, azul ultramar, violeta cobalto, tierra de Siena tostada, blanco titán ÚTILES • Cartón entelado • Lápiz de grafito 2B • Pinceles de lengua de gato (fino y mediano) • Espátula metálica de punta redondeada de tamaño mediano Elaboración 1 Se ha seleccionado este tema deliberadamente por su poca complicación. No se precisa hacer un dibujo previo, basta con trazar unas pocas líneas que marcan el perfil de las montañas y otras tantas que insinúan las nubes. 2 Con la espátula se aplican empastes de gesso sobre las nubes y en la parte superior de las montañas. Se trata de formar relieves irregulares con diferentes improntas. 3 Los empastes intentan reproducir los principales accidentes del paisaje en tres dimensiones, como si fuera un bajorelieve. Se deja secar la base de gesso durante unas 8 horas. 4 Con azul ultramar y azul cyan se pinta el cielo. Se empieza por los espacios lisos, sin relieve, y se va silueteando la forma de las nubes. 5 La parte superior del cielo se muestra más oscura (azul ultramar) mientras que abajo, junto a las montañas, se pinta con azul cyan y se va clareando con blanco. Los dos azules forman un perfecto degradado. 6 Con un gris blanqueado y ligeros toques violetas, se pintan las sombras de las nubes dejando las zonas iluminadas sin cubrir, del mismo color del gesso. La textura rugosa del empaste impide que el color se distribuya uniformemente. 7 Con el mismo gris oscurecido con tierra de sombra tostada y azul, se completa el aspecto de las nubes. Se apunta la zona oscura de la cima de las montañas para manifestar que una nube la cubre parcialmente. 8 Con ocre blanqueado, mezclado con un poco de gris y siena, se pinta la ladera de la montaña de la izquierda. La textura del gesso provoca pequeñas calvas o claros por donde respira el blanco subyacente. 9 Con un gris verdoso y algunas aportaciones violetas muy claras, se van construyendo las diferentes intensidades de luz y color. Por el momento, no se atiende a la vegetación sino a las zonas más rocosas. 10 Se completan las manchas grises con otras nuevas de colores ocre anaranjado, verdes y pardos. La pincelada no es aleatoria, sino que sigue la dirección descendente de las laderas. Con trazos linealesse marcan los torrentes y grietas. 11 Finalmente, hacen su aparición los verdes, siempre mitigados con ocre o blanco para reducir su contraste. Llegados este punto, con el pincel fino se ultiman los detalles hasta terminar el cuadro. Consejo Conviene trabajar siempre con pintura cremosa. El aguarrás sólo se utiliza para limpiar los pinceles, no para diluir los colores. FICHA 1 PINTURA EN LOS SALIENTES Cuando la pintura no está diluida, puede aplicarse sobre las partes más salientes de la textura para realzar el efecto de relieve. FICHA 2 ESTABILIDAD DEL GESSO El gesso es una sustancia bastante estable. Cualquier marca que imprimamos en la pasta o la forma que le demos a ésta no se altera con el secado, aunque sí reduce un 25 % su volumen. Receta 8 Acrílico Bosque con carga matérica y acrílico Vayamos un poco más allá en la recreación de paisajes con una textura más abrasiva, mezclando diferentes pastas de modelado y polvo de mármol con acrílicos, uno de los medios que mejor asimila los aportes. Como puede verse, al mezclar la pintura con diferentes pastas de relieve, aumenta su espesor y su volumen sin apenas alteración de los colores. El resultado es una superficie compleja, repleta de texturas y salientes de gran interés. DIFICULTAD TIEMPO DE ELABORACIÓN Media 24 horas INGREDIENTES • Gesso blanco • Pasta de modelar de grano fino • Pasta de modelar de grano medio • Colores acrílicos: ocre amarillo, tierra de Siena tostada, verde esmeralda, verde ftalo y tierra de sombra tostada ÚTILES • Barra de carbón • Espátula metálica • Pincel redondo mediano de pelo de cerda • Cartón Elaboración 1 Sobre un cartón de color gris se encaja el modelo, realizando un dibujo muy sintético con una barra de carbón. No hace falta dibujar todas las ramas, sólo las principales. 2 Se aplica una capa de gesso blanco sobre el cielo con la espátula metálica. Hay que trabajar con el lateral de la hoja, presionando con fuerza para extender finamente la pasta. 3 Con pasta de modelado de grano fino, mezclada con ocre amarillo y tierra de sombra tostada se cubren los troncos cercanos. Se efectúan pasadas con la punta redondeada de la espátula para formar estrías. 4 Con pasta de modelado de grano medio, mezclada con verde ftalo y ocre, se cubre el césped del primer término. Con la misma pasta y verde esmeralda se procede igual en la vegetación oscura de la otra orilla. 5 La función de las primeras capas de pintura es cubrir el fondo del soporte, crear una entonación general, por lo que deben aplicarse relativamente finas y lisas sobre el agua y la vegetación del fondo. 6 Se deja secar la pintura durante una media hora antes de modificar con acrílico diluido el color de los troncos de la izquierda. Para esta operación se utiliza un pincel redondo de pelo de cerda. 7 Se prepara un verde muy blanqueado y se mezcla con una carga de pasta de grano fino, que se extiende con el pincel sobre el césped. Se solucionan las hojas con una nueva mezcla de verde y ocre, aplicando pinceladas cortas y muy cargadas. Consejo Mantenga la espátula sumergida en un frasco de agua mientras trabaja, de lo contrario, en pocos minutos podría endurecerse la pasta de modelado y malograrse. 8 Con tierra de Siena tostada mezclada con un poco de gesso blanco (muy poca cantidad) se modifica el color del tronco de la derecha. Se aprovecha ese mismo color para pintar la tierra de la parte inferior del cuadro. 9 Ahora el color tierra de Siena tostada se mezcla con una punta de ocre para que ofrezca una tendencia más vivaz y rojiza. Con unas pinceladas de ese color se completa el suelo del bosque. 10 Se retoma el trabajo de pintar las hojas con verde y pasta de modelado de grano fino. Es imprescindible que el pincel sea de pelo de cerda, ya que es el más resistente y el que mejor aguanta el roce con una superficie tan abrasiva. 11 Se carga el pincel con abundante pintura y se descarga por completo sobre el soporte imprimiendo un suave movimiento de rotación en el mango. FICHA 1 LOS COLORES SE OSCURECEN La pintura mezclada con pasta de modelado tiende a oscurecerse tras el secado. Por lo tanto, hay que prever este efecto y tratar de aplicar los colores algo más claros de lo que se quiere en realidad. FICHA 2 REALZAR LA TEXTURA Una vez concluida la pintura, si se desea realzar aún más el efecto de textura, basta con aplicar acrílico diluido. Éste se deposita en las oquedades y grietas creando zonas de contraste. PAISAJE CON COLOR ESTRIADO Análisis de los condimentos La pintura estriada con espátula Cuando se carga la pintura poco mezclada en una espátula y se aplica sobre el soporte, los colores se solapan unos con otros y forman bandas o estrías de gran interés visual. El resultado es una pintura rasgada formada por infinidad de matices y diminutas franjas de colores distintos. Este efecto sólo debe aplicarse en pinturas muy sueltas, coloristas y alejadas de un tratamiento delicado y valorista. Obra realizada con acrílico. Es posible depositar diferentes chorretones de colores alineados en un extremo del papel. Luego, con una espátula metálica plana se arrastran y se extienden formando franjas de color bien diferenciadas. Receta 9 Óleo Empastes con espátula al óleo Los empastes de óleo realizados con espátula son extremadamente llamativos y dan a la pintura un aspecto fragmentario y texturado que alegra la mirada del espectador. Cualquier paisaje resuelto con esta técnica se muestra más vivo y expresivo y genera gran expectación entre los artistas. Ejecutar una pintura como ésta no debería llevar demasiado tiempo, sin embargo, presenta mayor dificultad que otras realizadas sólo con pinceles. El trabajo con espátula requiere una gran sensibilidad con respecto a los colores y mayor dominio de los movimientos efectuados con la mano para depositar el color sobre la tela. DIFICULTAD TIEMPO DE ELABORACIÓN Alta 3 horas INGREDIENTES • Colores al óleo: tierra de sombra tostada, verde compuesto, naranja y rojo de cadmio, amarillo de cadmio, ocre amarillo, azul y violeta cobalto, verde vejiga, azul cyan, tierra de Siena tostada, magenta y blanco titán ÚTILES • Lienzo • Barra de pastel graso de color azul • Espátulas de punta redondeada (pequeña y mediana) • Pincel plano mediano • Pincel redondo fino Elaboración 1 Con la barra de pastel graso se realiza el dibujo preliminar del modelo. Una simple línea ondulada sitúa las montañas. La ermita del primer término requiere mayor atención. 2 Con el pincel cargado de una mezcla de violeta, una punta de carmín y blanco abundante se cubre el cielo efectuando amplias pinceladas horizontales. El color no debe ser uniforme y los distintos tonos deben aparecer muy fundidos. 3 Con la espátula pequeña se aplican distintas coloraciones de verde en el contorno de las montañas. Primero se define bien el contorno para diferenciarlo del espacio que ocupa el cielo. 4 Sobre el lago, se aplica la pintura con la punta de la espátula, que se desplaza plana y siempre de arriba abajo. Consejo La espátula no se limpia con aguarrás. Para eliminar los restos de color se envuelve en un trapo y se presiona. 5 Se añade ocre y verde compuesto para aclarar la gama de verdes. La pintura se ha aplicado ahora con el lateral de la hoja de la espátula, con breves arrastres muy cargados. Con el pincel se pintan las paredes de la ermita. 6 Directamente sobre el lienzo, se prepara una mezcla de verde compuesto, amarillo y ocre. Se carga con ella la espátula mediana y se trabaja el césped del prado cercano. 7 Las zonas más oscuras se consiguen al añadir un poco de marrón al verde. Con la espátula pequeña se trabaja 5 la ladera de la montaña, efectuando breves aportaciones de tonos violetas y naranjas. 8 Con la misma espátula se superponen nuevos empastes de verde compuesto al prado, y se esquematiza la cerca de piedra de la ermita. Con la punta de la espátula cargada de verde vejiga se empiezan a trabajar algunos árboles. ConsejoTrabajar los detalles o los espacios muy reducidos con la espátula requiere mucha práctica, por lo que se recomienda pintar los muros de la ermita con el pincel. 9 La colina avanza con la incorporación de nuevas manchasde verde vejiga, sin prisas. Con naranja y rojo de cadmio se pinta el árbol con aspecto otoñal de la derecha. 10 Con un gris blanqueado se pinta el camino y se termina el muro de piedra que rodea la ermita. La punta redondeada de la espátula permite realizar manchas más pequeñas. 11 Una vez que toda la superficie del lienzo está cubierta de colores, hay que dedicarse a las aportaciones menores, aquellas que permiten realzar alguna textura o clarificar contrastes, sobre todo alrededor de la ermita. 12 La caseta del lago y las puertas y ventanas de la fachada se finalizan con un pincel redondo fino. La poca delicadeza que proporciona el trabajo con la espátula no permite resolver con éxito estos detalles tan minuciosos. FICHA 1 AÑADIR CARGA Aunque en el ejercicio no se han utilizado cargas, conviene saber que para conseguir una pintura más áspera y rugosa, basta con añadir un poco de polvo de mármol al óleo. FICHA 2 VARIAS ESPÁTULAS Cuando se trabaja con espátula conviene utilizar varias de ellas, de distinta forma y tamaño, para sacar mayor partido a los efectos y detalles. FICHA 3 CAMBIOS DE DIRECCIÓN Para realizar cambios de planos muy evidentes, hay que alternar la dirección de la espátula con la que se aplica el color. FICHA 4 PINCELAR CON LA PUNTA En las fases finales del cuadro puede utilizarse la punta redondeada de la espátula a modo de pincel, efectuando trazos más certeros y precisos. Receta 10 Acrílico Arrastre con acrílicos En esta obra realizada con acrílicos se combina la técnica del arrastre efectuada con una espátula plana con los empastes en el primer término que realzan la textura y el efecto de profundidad. La mejor manera de trabajar el arrastre es tener en cuenta que va a conseguirse una impresión general del tema en lugar de una versión detallada. Las aplicaciones estriadas de color proporcionan un resultado muy vitalista a la composición. DIFICULTAD TIEMPO DE ELABORACIÓN Alta 3 horas INGREDIENTES • Colores acrílicos: tierra de sombra tostada, rojo y verde ftalo, azul ultramar, blanco titanio, amarillo limón y ocre amarillo ÚTILES • Lienzo • Lápiz de grafito 2B • Espátula metálica plana de tamaño mediano Elaboración 1 Se dibujan las principales formas del paisaje marcando las líneas fuertemente con el lápiz de grafito. El dibujo debe ser orientativo. 2 Se empieza a pintar el azul del mar, una mezcla irregular de azul ultramar y blanco. Se presiona con fuerza la espátula, arrastrando el color, para crear un velo de color muy fino. 3 El agua se muestra degradada con azules más claros en la parte superior. Para oscurecerla, se aplica mayor cantidad de azul ultramar a la mezcla y un poco de carmín para que adquiera un tono más violeta. 4 Se carga la espátula con un poco de verde y ocre, y se arrastra sobre la vegetación del primer término. Se trata de crear un color de base sobre el que se colocarán los empastes y los efectos de textura. 5 Ahora es necesario obtener un violeta oscuro para pintar la parte sombreada del peñón. Con una mezcla de rojo ftalo, azul ultramar y, en menor proporción, una punta de blanco, se pinta toda la sombra. Consejo Cuando se trabaja con arrastres de pintura con espátula plana conviene no mezclar demasiado el color para que éste forme estrías. 6 Se completa la vegetación del peñasco con algunos toques de color verde y ocre, entremezclados. Se realzan las zonas de luz de las rocas con un ocre anaranjado. La capa del arrastre debe ser fina y no empastada. 7 Se resuelve la vegetación cercana con pintura más densa y empastada. Conviene cargar la punta de la espátula con mucha pintura acrílica, inclinarla y depositar la carga con un arrastre muy corto. Todo sin apenas ejercer presión. 8 Sobre el verde anterior se aplican nuevos empastes con tonos amarillentos. La vegetación debe mostrar un colorido rico y variado, donde el perfil de las plantas se diferencie bien del azul del fondo.
Compartir