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plaquetas», que induce la agregación plaquetaria, junto con dilatación vascular. Otros son los plas- malógenos, éteres insaturados (con un grupo de vinilo, son, por tanto, acetalfosfátidos) correspon- dientes a la fosfatidilcolina, que se forma por acción de una desaturasa, enzima microsómica; estos plasmalógenos, en determinadas condicio- nes, por ejemplo, por reacción con el metilmercu- rio, liberan aldehídos grasos de cadena larga (pal- mítico, esteárico), citotóxicos a su vez. b) Otras enzimas se activan por fosforilación, introducción de un grupo fosforilo (O=P–O2 –) a determinados aminoácidos, normalmente serina, treonina o tirosina. Esta fosforilación supone una modificación covalente de la proteína enzimática, que puede ser anulada por posterior hidrólisis del éster fosfórico. c) Las enzimas suelen ser muy sensibles a la presencia próxima de iones metálicos o de otro tipo; en ocasiones, la participación de estos iones (Ca, Co, Cu, Fe, Mg, Mn, Se, Zn, Cl–, SH–, etc.) es imprescindible para la función enzimática; algunos de los elementos divalentes pueden sustituirse entre sí, pero generalmente la sustitución por otros (Pb, Ba, Sr, etc.) bloquea a la enzima. El aumento de concentración de aquellos iones incrementa considerablemente la actividad de ami- dasas, fosfatasas, peptidasas, etc., al igual que los compuestos portadores de grupos sulfhidrilos (ciste- ína) favorece la actuación de reductasas y proteasas. No hay una explicación general para estas acciones; no es necesario que el elemento participe en el cen- tro activo enzimático, basta con que produzca modi- ficaciones alostéricas (el término alostérico, del griego allos, otro o distinto, y stereos, lugar, supone una funcionalidad en un lugar distinto del sitio acti- vo enzimático, y corresponde a un cambio en la estructura de la enzima como respuesta a la unión directa o indirecta de ciertos efectores) favorables a la molécula de la enzima; los grupos tioles son pro- piamente reductores y también se unen a metales u otros elementos (As), impidiendo la actuación inhi- bidora de éstos. No se sabe por qué las sales de Al, Ca, Mg, Hg, Sn, V, o disolventes como etanol, tolue- no, n-hexano, tricloroetileno, cloruro de vinilo, o las radiaciones ionizantes, o los campos magnéticos pulsantes de baja frecuencia y el estrés activan a las colinesterasas. También hay que incluir entre las causas de aumento de velocidad en las reacciones enzimáti- cas el incremento de sustrato (hasta ciertos lími- tes, pues sobrepasados éstos se produce inhibi- ción) y de las coenzimas intervinientes en la reac- ción. d) Otro grupo de enzimas ve controlada su actividad por proteínas reguladoras que, a su vez, son activadas al unirse a átomos de calcio; esto ocurre a la calmodulina (Fig. 5.3), proteína capaz de unirse a cuatro Ca++, lo que le produce un cam- bio conformacional (por probable rotación de sus hélices) que le confiere gran afinidad hacia otras proteínas diana, cuya conformación modifica, activándolas. El complejo Ca++-calmodulina no posee actividad enzimática por sí mismo, sino que precisa unirse a otras proteínas y enzimas, a las que regula; se conocen numerosos procesos de este tipo, que se denominan «dependientes de Ca++-calmodulina», entre los que destacan aque- llos en que intervienen las proteinquinasas 146 TOXICOLOGÍA FUNDAMENTAL Figura 5.3. Calmodulina activada con cuatro átomos de calcio. 05 toxicologia alim 24/11/08 13:20 Página 146
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