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FISIOPATOLOGÍA GENERAL DE CAUSA TÓXICA Los mecanismos bioquímicos de toxicidad molecular que hemos considerado pueden afectar las estructuras biológicas mediante más de un pro- ceso y tanto de forma intracelular como extracelu- lar, pero con determinada selectividad hacia cier- tos órganos o sistemas. El paso del estado normal o fisiológico al de afectación o patológico se conoce como proceso fisiopatológico, que presenta dife- rentes características según el sustrato anatómico o sistema fisiológico alterado. Además, hay que tener en cuenta que una vez que se produce la lesión celular, si ésta no es rever- sible, la célula puede desarrollar una respuesta intracelular o, por el contrario, puede producirse una respuesta extracelular a la célula dañada. La respuesta intracelular puede ser de tipo degenerati- vo o de tipo proliferativo; en el primer caso dismi- nuye el tamaño de las células y el tamano y núme- ro de sus orgánulos; en el segundo caso se produce un aumento de ellos. A veces, las células dañadas pueden ser sustituidas por otras de su misma clase, en un proceso de regeneración dentro del de proli- feración; esta capacidad es muy diferente de un tejido a otro; así, es muy grande en la mucosa intestinal y es posible en el hígado, pero es raro en las neuronas o en las fibras miocárdicas. La respuesta extracelular es una reacción del tejido sano para expulsar o reparar las células dañadas; comienza por la inflamación (edema) y aumento de permeabilidad, etc., y puede terminar con la modificación del tejido. Cuando no es fácil o posible la regeneración, ya sea porque la lesión fue muy grande o porque las células dañadas son muy especializadas y no se regeneran suficientemente, se desarrolla un nuevo tejido conectivo, conjuntivo o de sostén. En la inflamación, especialmente en la crónica, se acu- mulan fibroblastos, las células encargadas de for- mar las fibras de colágeno del tejido conjuntivo; posteriormente, los fibroblastos se transforman en fibrocitos inactivos y el colágeno se retrae, contra- yendo la zona como en las cicatrices, lo cual puede originar trastornos funcionales; el proceso denomi- nado fibrosis rellena el espacio de las células daña- das, sin recuperar su función. En realidad todas las células y tejidos de un ser vivo son susceptibles a la acción nociva de los tóxicos, aunque en la práctica se observe que cier- tos órganos experimentan más intensamente las acciones de unas sustancias que otros; por ello se distinguen órganos diana para cada tóxico. Esta organoespecificidad puede explicarse atendiendo a varios factores o circunstancias, como son: a) Lugares de entrada, salida y más intensa bio- transformación de los xenobióticos, porque allí el tóxico está en mayores concentraciones y persisti- rá mayor tiempo en contacto con los tejidos. b) Factores que dependen de las características fisicoquímicas del xenobiótico o sus metabolitos (como pKa, liposolubilidad, reactividad con prote- ínas transportadoras, etc.), todos los cuales influ- yen en la cinética de distribución, tropismo de cada tóxico hacia órganos determinados (lo que depen- de de la afinidad del tóxico por los componentes mayoritarios del órgano; así los compuestos lipófi- los se acumularán en los tejidos grasos, mientras que los hidrófilos se excretan fácilmente por la ori- na, etc.). c) Diferencias en la trascendencia del papel fisiológico que juegan algunas biomoléculas o enzimas en unos u otros tejidos, y que al ser afec- tadas por los tóxicos producen más o menos daño en cada órgano; así la alteración de los fosfolípidos de las neuronas es más nocivo que en otras células, al igual que la causticación de las proteínas de la papila óptica, la lesión de las células hematopoyé- ticas medulares, la reacción con xenobióticos de la cisteína del cristalino o la melanina del iris, etc. d) Actividades propias o fisiológicas de cada órgano o tejido: la intensa actividad metabólica ordinaria del hígado también favorece la genera- ción local de metabolitos reactivos; las funciones secretoras y de reabsorción de los túbulos renales permite el contacto con altas concentraciones de tóxico; los tejidos con gran intensidad de renova- ción celular (frecuencia de mitosis), como las célu- las tumorales, las de la médula ósea, los folículos pilosos, las del epitelio gastrointestinal, etc., son más sensibles a los compuestos antitumorales. e) Diferencias locales orgánicas en la intensidad de la biotransformación de un xenobiótico a meta- bolitos más o menos tóxicos (toxificación o desto- xicación), intensidad que puede variar de una zona a otra de un mismo órgano. Esto depende de la acti- vidad de las enzimas locales y de particulares vías metabólicas más activas en un lugar que en otro; 222 TOXICOLOGÍA FUNDAMENTAL 07 toxicologia alim 24/11/08 14:09 Página 222 Toxicología fundamental Contenido Capítulo 7 FISIOPATOLOGÍA GENERAL DE CAUSA TÓXICA
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