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PROCESOS FISIOPATOLÓGICOS DE ORIGEN TÓXICO 241 El sistema nervioso vegetativo o autónomo pre- senta importantes ejemplos de toxicidad selectiva. Como sabemos, el sistema simpático y el para- simpático son fisiológicamente similares hasta el ganglio de conexión o recambio de la primera neu- rona con la segunda. Los ganglios simpáticos están situados paralelamente a la columna vertebral, for- mando la llamada cadena simpática paravertebral; mientras que los ganglios parasimpáticos se hallan sobre las propias vísceras. En ambos tipos, la sus- tancia fisiológica neurotransmisora es la misma, la acetilcolina; puede actuar también la nicotina cuando llega en pequeña proporción; como inhibi- dores o gangliopléjicos pueden intervenir la nicoti- na en exceso y las sales de amonio cuaternario. Pero la sinapsis formada por la segunda neurona funciona con diferente neurotransmisor en el sim- pático (adrenérgico) y en el parasimpático (coli- nérgico). En este último sistema, el mediador fisio- lógico es la acetilcolina, y pueden actuar como estimulantes y producir intoxicaciones por exceso de transmisión los alcaloides muscarina, pilocarpi- na y nicotina, y los inhibidores de la acetilcolines- terasa, la enzima encargada de destruir el mediador fisiológico. Asimismo, son inhibidores de la trans- misión en este lugar y producen intoxicación o estado patológico por defecto de función la atropi- na, la escopolamina y los excesos de acetilcolina y de nicotina; en la sinapsis muscular el curare, que se fija sobre el receptor de la placa motora e impi- de la actuación de la acetilcolina fisiológica. Por su parte, la sipnasis periférica del simpático presenta dos tipos de receptores, los alfa y los beta. Los receptores alfa son estimulados por la noradre- nalina y, en menor proporción, por la adrenalina y la fenilefrina; las anfetaminas liberan noradrenali- na de los depósitos, por lo que actúan como simpa- ticomiméticos indirectos, y por ello no son efecti- vas después de un tratamiento con reserpina, que vacía los depósitos (Figs. 7.15, 7.16, 7.17 y 7.18). La estimulación de los receptores alfa excita la musculatura lisa (bronquial, vascular e intestinal), produciendo vasoconstricción e hipertensión; estos receptores son bloqueados por la ergotamina, la fentolamina y la yohimbina. En cuanto a los receptores beta, de actividad más compleja, son estimulados por la adrenalina y el isoproterenol (isopropilnoradrenalina), y son bloqueados por el dicloroisoproterenol y el propra- nolol. Su estimulación produce excitación de la musculatura estriada (miocardio) y del metabolis- mo, y relajación de la musculatura lisa (bronquial, intestinal, pulmonar). En estos niveles (sinapsis periférica del simpáti- co) se desarrolla la actividad de la cocaína, que posee doble acción: impermeabilidad de la mem- brana de las células almacenadoras de adrenalina, por lo que, al principio, no habrá recaptación de ésta y, por tanto, ligera estimulación, y después no saldrá adrenalina de los depósitos y, por ello, habrá inhibi- ción. La misma acción impermeabilizante ejerce la cocaína para los simpaticomiméticos indirectos, por lo que éstos no producen la acción estimulante. La mayoría de los estimulantes y de los depre- sores del sistema nervioso central ejercen su acción al modificar las condiciones fisiológicas del Figura 7.15. Acción de las anfetaminas: liberación de noradrenalina; también impiden la recaptación. 07 toxicologia alim 24/11/08 14:09 Página 241
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