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Microbiologia Medica (508)

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510 SECCIÓN IV Virología
sobreinfección con la partícula delta que en personas suscep-
tibles que se infectan en forma simultánea con HBV y HDV. 
Se ha transmitido HDV por vía perinatal, pero por suerte no 
es frecuente en regiones del mundo (como Asia) en las que la 
transmisión perinatal del HBV ocurre con frecuencia.
Se han identifi cado dos patrones epidemiológicos de infec-
ción delta. En los países mediterráneos, la infección delta es 
endémica en personas con hepatitis B y se piensa que la mayor 
parte de las infecciones son transmitidas por contacto sexual. 
En zonas no endémicas, como Estados Unidos y Europa del 
norte, la infección por delta se limita a las personas expuestas 
con frecuencia a la sangre y a hemoderivados, principalmente 
toxicómanos e individuos con hemofi lia.
La hepatitis delta puede presentarse en brotes epidémicos 
explosivos, y afecta a grupos enteros de portadores de hepatitis 
B. Los brotes epidémicos de hepatitis delta grave, a menudo 
fulminante y crónica han ocurrido por decenios en pobla-
ciones aisladas en las cuencas del Orinoco y el Amazonas en 
Sudamérica. En Estados Unidos, se ha observado que el HDV 
participa en 20 a 30% de los casos de hepatitis B crónica, exa-
cerbaciones agudas de hepatitis B crónica y hepatitis B fulmi-
nante, así como en 3 a 12% de donadores de sangre con HBsAg 
en el suero tienen anticuerpos contra el HDV. La hepatitis delta 
no es una enfermedad nueva porque algunos lotes de globulina 
preparados a partir del plasma obtenidos en Estados Unidos 
hace más de 40 años ya contenían anticuerpos contra HDV.
Tratamiento
El tratamiento de pacientes con hepatitis A, D y E es comple-
mentario y está encaminado a permitir que el daño hepatoce-
lular se autolimite. Tanto HBV como HCV tienen tratamientos 
específi cos; algunos pacientes alcanzan depuración viral, cono-
cida como respuesta virológica sostenida (véase cuadro 30-7).
A. Tratamiento de la hepatitis B
En pacientes con hepatitis crónica activa se recomienda el tra-
tamiento de la infección por HBV para evitar progresión de 
fi brosis hepática y desarrollo de carcinoma hepatocelular. El 
interferón alfa-2a pegilado, entecavir, y enofovir son la primera 
línea de tratamiento para la hepatitis B. Las pruebas de resis-
tencia pueden indicar mutaciones virales específi cas que infl u-
yen sobre la elección terapéutica. El tratamiento con interferón 
puede llevar a tasa de pérdida de DNA de HBV de aproxima-
damente 25%. El entecavir es un inhibidor de análogo de la 
guanosina de polimerasa de HBV, cuyo uso terapéutico lleva 
a 67% de DNA de HBV no detectable en pacientes positivos a 
HbeAg y 90% de DNA de HBV no detectable en pacien-
tes negativos a HbeAg. El tenofovir es un inhibidor de aná-
logo nucleotídico de la transcriptasa inversa y polimerasa de 
HBV, con tasas de respuesta de 76 y 93% en pacientes positivos 
a HbeAg y negativos a HbeAg, respectivamente. A los cinco 
años de tratamiento, dichas tasas disminuyeron a 83 y 65%, 
respectivamente.
La telbivudina es un análogo nucleosídico de citosina con-
siderado segunda línea de tratamiento e inhibidor de la polime-
rasa de DNA del HBV. La lamivudina, también llamada 3TC, 
y el adefovir son análogos nucleosídicos inhibidores de la poli-
merasa viral considerados como tercera línea de tratamiento. 
Se está realizando un progreso continuo en el tratamiento de 
HBV y se espera que pronto sean aprobados y estén disponibles 
fármacos adicionales. Para pacientes coinfectados por HIV y 
HBV, los fármacos deben escogerse simultáneamente para 
dirigirlos a los dos patógenos.
B. Tratamiento de hepatitis C
El interferón pegilado en combinación con ribavirina ha sido 
el tratamiento estándar en la hepatitis C crónica. La probabi-
lidad de que los pacientes alcancen respuesta virológica soste-
nida depende de varios factores, incluida su edad, carga viral, 
grado de fi brosis hepática, genotipo HCV y su polimorfi smo 
receptor IL28B. Los marcadores genéticos de pronóstico defi -
ciente son el genotipo 1 de HCV y el polimorfi smo TT de seres 
humanos en IL28B a rs12979860. El tratamiento antiviral se 
da 24 o 48 semanas, en función del genotipo viral, con inte-
rrupción del tratamiento si es improbable que se alcance la 
respuesta virológica sostenida. Este tratamiento clásico lleva 
a respuesta virológica sostenida en 30 a 35% de pacientes con 
genotipo 1 de HCV y 75 a 80% de pacientes con genotipo 2 o 3.
Las mejorías principales en el tratamiento de HCV se han 
obtenido con fármacos inhibidores de la proteasa de primera 
generación telaprevir y boceprevir. Se dirigen a la proteasa 
viral, que rompe el polipéptido viral traducido en proteínas 
funcionales. Se administran para infecciones del genotipo 1 de 
HCV en combinacion con interferón y ribavirina, y mostraron 
alrededor de 60 a 80% de tasas de respuesta virológica soste-
nida, incluso en pacientes en quienes fracasó el tratamiento 
previo. Sin embargo, tales fármacos son por completo tóxicos y 
debe tomarse en cuenta la resistencia viral seleccionada.
Los antivirales para HCV de segunda generación recien-
temente se aprobaron para uso a partir de ensayos clínicos 
que muestran más de 90% de respuesta virológica sostenida. 
El sofosbuvir es un inhibidor de la polimerasa de RNA viral 
de HCV análogo nucleotídico y el simepravir es un inhibidor de 
la proteasa de HCV. Tales fármacos tienen menos toxicidad 
que los antivirales de primera generación y una efi cacia mayor. 
Están en curso estudios para determinar el efecto de mutacio-
nes virales específi cas sobre la efi cacia del fármaco. Los regi-
menes de tratamiento sin interferón en la actualidad están bajo 
valoración para reducir la toxicidad completa del tratamiento 
y se espera que pronto estén disponibles.
El trasplante hepático ortotópico es un tratamiento para 
el daño hepático de etapa terminal de la hepatitis B y C cró-
nica. Sin embargo, el riesgo de reinfección en el injerto es de 
al menos 80% con HBV y de 50% con HCV, tal vez por reser-
vorios extrahepáticos en el cuerpo. Debido a que los hígados 
donadores están en dicho suministro corto, los hígados positi-
vos a HBV o HCV pueden trasplantarse a receptores seroposi-
tivos con enfermedad hepática terminal.
Prevención y control
Se dispone de vacunas antivirales y de preparados de inmuno-
globulina protectora contra el HAV y el HBV. Actualmente no 
se encuentra disponible ningún tipo de reactivo para prevenir 
las infecciones por HCV.
A. Precauciones utilizadas con frecuencia
Los procedimientos ambientales simples permiten limitar el 
riesgo de la infección en el personal sanitario, el de laboratorio 
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