Logo Studenta

capitulo13_Lesiones_entorno_Pilates

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

Lesiones en el entorno 
Pilates 
 
 
CAPÍTULO 
13 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
EL ENTORNO PILATES 
 
El método Pilates es un “concepto de ejercicios” muy po- 
tente, que se puede aprender en sucesivas etapas, de menor a 
mayor complejidad. La realización correcta de Pilates consigue 
mejor alineamiento postural, esbeltez y facilidad de movimien- 
tos, bien para deporte, para rehabilitación o, simplemente, 
para estar mejor. 
De la misma manera que bien realizado es una fuente de sa- 
lud, un Pilates mal enseñado puede ser causa de lesiones en los 
clientes, como consecuencia de esa mala enseñanza y del propio 
instructor-monitor por una mala técnica. Además, durante el 
aprendizaje del método Pilates por parte del futuro instructor 
también se cometen errores que pueden provocar lesiones. 
El crecimiento que ha tenido Pilates en España ha sido 
igual de espectacular que en otras partes, si bien ha sido el pe- 
ríodo de 2003 a 2006 cuando mayor desarrollo ha tenido. Se- 
gún nuestros cálculos, en el trienio 2000-2003 se pasó de ape- 
nas una docena de monitores a unos 200, mientras que en el 
trienio siguiente (2003 a 2006) se pasó de 200 a más de 2 000. 
El problema surge a partir de esa fecha, pues comienzan a apa- 
recer numerosas empresas, asociaciones y federaciones que pu- 
blicitan Cursos de formación de monitores Pilates sin apenas 
garantías, ya que en la gran mayoría de los casos los imparte 
un solo profesor y, además, se trata de alumnos que reciente- 
mente han finalizado su formación y apenas tienen experiencia 
e incluso tienen numerosos errores de ejecución y de concep- 
tos. Nosotros mismos hemos tenido alumnos que por ejemplo 
han realizado la formación de Pilates en máquinas y a los pocos 
meses de finalizarla ¡se han atrevido a publicar un libro!, pero 
es que además ha sido un libro de Pilates ¡mat! Otros han com- 
prado los apuntes de los cursos de las escuelas americanas e in- 
mediatamente los han fotocopiado y se han puesto a impartir 
enseñanza a futuros monitores, ¡incluso por correspondencia! 
Sería deseable que para que una “escuela” se dedique a for- 
mar futuros instructores, tenga un cuerpo docente con al me- 
nos 10 años de experiencia en Pilates, aparte de otros requisi- 
tos docentes de suma importancia, como que las clases 
iniciales sean autorizadas, que los profesores tengan un amplio 
currículo profesional y, sobre todo, docente, etc. Desgracia- 
damente, el “boom” mediático hace que no se repare en las 
consecuencias que Pilates puede originar cuando no está bien 
dirigido. Lo habitual es que empresas de enseñanza por co- 
rrespondencia, asociaciones y federaciones de aerobic y mo- 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
nitores de gimnasios hayan recogido información desde di- 
versas fuentes y hayan empezado a “enseñar” a futuros moni- 
tores. El resultado es obvio. Ante esta avalancha de “monito- 
res” apenas formados, y de clientes demandando clases de 
Pilates en los gimnasios o en los centros sociales de los ayun- 
tamientos, es normal que no se produzcan los efectos benefi- 
ciosos de Pilates (el “Pilates hueco”) o que aparezcan molestias 
y dolores más o menos graves. 
El tema tiene su importancia, pues se ha pasado de, apro- 
ximadamente, 1 000 clientes, que practicaban Pilates en toda 
España a finales de los noventa, a más de medio millón de per- 
sonas que actualmente lo practican con cierta regularidad, cifra 
que seguirá creciendo. 
Nuestra experiencia en el tema de las lesiones provocadas en 
el entorno Pilates toma como muestra a más de 900 clientes de 
nuestros centros en Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla, y a 
los más de 1 800 instructores que se han formado bajo la direc- 
ción de Corpora Pilates bien sea con Corpora, con Polestar, con 
Body Arts, con Yogilates o en la Universidad de Alcalá. 
Podemos establecer así tres grupos de riesgo: 
· Clientes de las clases de Pilates, que en manos de un pro- 
fesor inexperto o en clases masificadas, como ocurre en 
multitud de gimnasios, tienen alto riesgo de lesionarse. 
Puede tratarse de lesiones que aparecen al día siguiente o 
de molestias que se interpretan como normales, pero que 
están avisando de un daño corporal. Las zonas que suelen 
estar más afectadas son la rodilla, la columna (completa o 
por zonas: lumbar, dorsal y cervical) y el hombro. O sea, 
las zonas que más trabaja Pilates. 
· Estudiantes de Pilates que para acceder a ser instructores 
del método deben seguir un entrenamiento que no siempre 
es correcto o que no se toma suficientemente en serio y 
provoca lesiones específicas en las zonas más solicitadas por 
los ejercicios Pilates o en casos más graves, verdaderos acci- 
dentes con importantes consecuencias. 
· Instructores de Pilates que día tras día imparten clases a 
clientes. En este caso se trata de una “patología laboral”, con 
factores ocupacionales claramente identificados entre los 
que destaca la falta de reciclaje profesional y de entrena- 
miento individual, ya que una vez se ha entrado en la rutina 
de trabajo es muy difícil encontrar tiempo para uno mismo. 
El catálogo de lesiones posibles es amplio, como realizar un 
mal gesto que provoque una lesión meniscal, o una disten- 
sión muscular, un lumbago, etcétera. 
 
 
 
396 
 
 
 
PARTE ESPECIAL 
 
 
La falta de reciclaje profesional está en el origen de muchas de 
las lesiones de los clientes, pacientes y monitores. 
 
Para el estudio de las lesiones por la práctica de Pilates va- 
mos a clasificarlas según su patogenia o patomecánica: 
· Accidentes relacionados con las máquinas 
· Accidentes debidos a los ejercicios 
· Lesiones por sobrecarga 
Otro aspecto que vamos a considerar en este capítulo es la 
posible complicación de problemas médicos o de síntomas que 
se pongan en evidencia durante una sesión de Pilates. 
 
 
ACCIDENTES RELACIONADOS 
CON LAS MÁQUINAS 
 
Suponen algo más de la tercera parte de los problemas que 
pueden ocurrir en el entorno Pilates, bien como accidentes 
ocupacionales del monitor o del cliente. 
Los accidentes provocados por la maquinaria Pilates y los 
implementos son especialmente peligrosos. Por ello, hay que 
tener mucho cuidado no solamente con los clientes sino tam- 
bién con los acompañantes o visitas al centro (ojo con los ni- 
ños), ya que hay numerosos riesgos. 
· En el Cadillac, la barra de torre, al moverse, puede provocar 
en el monitor el pinzamiento de los dedos de la mano, pero 
el accidente más grave se produce cuando el cliente suelta 
de improviso la barra fijada con muelles desde arriba y gol- 
pea la cabeza del instructor. Son numerosos los instructores 
con cicatrices en el mentón, el pómulo y en el reborde or- 
bitario fruto de ese accidente. Nosotros, después de verla 
en instructores de todo tipo, la hemos denominado “la 
marca de Pilates”. 
 
La llamada “marca Pilates” es una herida-cicatriz inciso contusa 
en el reborde orbitario del monitor producida por el impacto de la 
barra de torre del Cadillac. 
 
 
Figura 13-1. Fotografía obtenida en Internet de un centro Pilates que 
imparte “formación” (?) y que ha seleccionado para su publicidad este 
ejercicio de enorme riesgo para las cervicales, que, además, se incre- 
menta al elevar el apoyo de la cabeza, con lo que si el paciente pierde 
el control, y rueda hacia atrás, las consecuencias pueden ser letales. 
 
provocar una flexión de la columna puede pasarse en la zona 
cervical a una hiperflexión muy peligrosa (Fig. 13-1). 
· En la silla, el problema reside en los pedales y en la base de 
madera. Uno de los pedales puede quedar suelto de muelle 
y, cuando se quita la espiga que los mantiene juntos, cae 
con estrépito. Si el cliente tiene el pie debajo sufrirá un 
golpe. Pero lo realmente frecuente en la silla es golpearse la 
pierna contra la espiga de madera que sobresale de los pe- 
dales o golpearse los dedos de los pies contra la plataforma 
de la base de madera. 
· Los implementos son peligrosos por su inestabilidad,como 
el balón, el cilindro de espuma, los discos giratorios, el plato 
inestable o, en el caso de las bandas elásticas, por la posibili- 
dad de que se rompan y golpeen a alguien por su elasticidad. 
Para evitar estos accidentes hay que ser sistemáticamente 
escrupuloso en ciertas rutinas, como la de ordenar todos los 
elementos de la sala nada más acabar una sesión e iniciar la si- 
guiente con todo ordenado y en su sitio; limpieza y manteni- 
miento de todos los elementos; concentración en cada sesión, 
olvidando otros temas domésticos (Fig. 13-2). 
Pero mucho más graves son las consecuencias que puede 
tener un golpe de la barra de torre sujeta con muelles desde 
abajo sobre el propio cliente. Es vital proceder a fijar previa- 
mente la barra de torre cuando se quiere hacer un ejercicio en 
el que los muelles se sujetan desde abajo. De lo contrario, las 
consecuencias pueden ser muy graves tanto médicamente 
como judicialmente. 
· En el Reformer, el principal factor de riesgo es la ausencia 
de la fijación con muelles del carro, con lo que el cliente se 
queda expuesto a una caída. La prevención es fácil si como 
rutina nos acostumbramos a colocar todos los muelles sujetos 
al final de los ejercicios. Otro factor de riesgo es la colocación 
del cabezal en determinados ejercicios. La cuestión es que, 
cuando el cabezal está levantado, se produce una flexión de 
la columna cervical; si el ejercicio además va en el sentido de Figura 13-2. Estudio Pilates en orden. 
 
 
 
Capítulo 13. Lesiones en el entorno pilates 397 
 
 
ACCIDENTES DEBIDOS A LOS EJERCICIOS 
 
Son de la entera responsabilidad del instructor. En ocasio- 
nes se trata de ejercicios mal indicados por su dificultad o por 
el aumento brusco de las palancas de movimiento y, en otras 
ocasiones, ocurren por la falta de calentamiento adecuado. 
Son muchas las posibilidades de provocar dolores como 
 
 
· Compresión de los cuerpos vertebrales dorsales en el esti- 
ramiento de la columna: la falta de alargamiento previo de 
la columna provoca que en el estiramiento se produzca una 
compresión de los cuerpos vertebrales dorsales que, en el 
caso de una persona osteoporótica puede llegar a provocar 
una fractura por hundimiento, como se explicó en el capí- 
tulo anterior. 
consecuencia de ejercicios Pilates mal realizados. 
De origen articular o discal 
De origen óseo 
· Choque de las apófisis espinosas dorsales durante el cisne: 
si no se reparte la extensión de la columna entre todas las 
vértebras implicadas (mediante el alargamiento), puede pro- 
ducirse un choque prematuro entre las apófisis espinosas dor- 
sales, que ya de por sí presentan una gran verticalización. El 
resultado es el de una molestia (que puede llegar a ser im- 
portante si se reitera) entre dos o tres vértebras, normalmente 
en algunas de las comprendidas entre la 5.a y 10.a vértebra. 
· Choque de las apófisis espinosas lumbares en el cisne y el 
rocking: en el cisne, el dolor es más intenso por la contrac- 
ción en acortamiento de la musculatura sacrolumbar, y que 
no ha sido convenientemente estirada tras el ejercicio. El 
problema óseo es mucho más frecuente en el rocking, hasta 
el punto de que lo consideramos un ejercicio a eliminar en 
las clases de Pilates, salvo que se trate de personas deportistas 
entrenadas, ya que el riesgo de provocar periostitis, fracturas 
de estrés, o espondilólisis, por la repetición del ejercicio es 
muy alto. No en vano, uno de los grandes maestros Pilates 
que alardea de una gran extensibilidad de la columna y 
fuerza su extensión (lordosis) en numerosas fotografías e in- 
tervenciones docentes padece del problema en el día a día. 
· Fricción de las astas del sacro rodando con una pelota y ro- 
dar hacia arriba: al rodar sobre un suelo duro sin una col- 
choneta protectora de calidad se puede provocar la fricción 
de los relieves óseos señalados, que derivan en una perios- 
titis. En las circunstancias cotidianas no se manifiesta, pues 
para que vuelvan a apoyarse sobre una superficie dura, hay 
que remitirse a una clase de Pilates. Pero en cuanto vuelven 
a realizar esos ejercicios, reaparece el dolor de inmediato y 
les incapacita para seguir la clase (Fig. 13-3). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 13-3. Curso Pilates sobre un suelo de cerámica (!). 
· Esguince ligamentoso en el cisne: la rotación y la flexión son 
factores de lesión del anillo fibroso del disco intervertebral. 
Cuando el paciente no está preparado, este ejercicio puede 
provocarle una lesión discal lumbar. Por ello se trata de un 
ejercicio a realizar en fases avanzadas de la rehabilitación y 
además si el paciente es una persona entrenada previamente. 
· Compresión de las facetas articulares en el twist: la rotación 
de la columna ocurre sobre la charnela dorsolumbar y si el 
monitor intenta que se realice en la zona lumbar puede 
ocurrir un estrés sobre las articulaciones interapofisarias 
que provoque dolor y lesión. 
· Discopatía rodando por encima (cervical) o rodando hacia 
arriba (lumbar): la flexión de la columna en carga (por las 
palancas de las piernas) puede ser excesiva si el sujeto no está 
convenientemente entrenado. A veces, ocurren esguinces en 
el disco vertebral e, incluso, pueden llegar a hernias de disco. 
· Distensión sacroilíaca por patada lateral: la patada lateral 
no suele provocar una distensión sacroilíaca, salvo que ya 
exista una laxitud previa o haya microtraumatismos previos. 
Pero si no hay control abdominal puede haber molestias. 
· Distensión de la charnela dorsolumbar: por forzado de la 
flexión en esa zona como consecuencia de insistir en ejer- 
cicios de la técnica “gimnasia hipopresiva”. La paciente ha- 
cía Pilates, pero la monitora le insistía en planteamientos 
de esa metodología. El diafragma no trabaja fisiológica- 
mente y se ve forzado. 
 
De origen muscular 
· Hernia en la pared abdominal y/o distensión muscular ab- 
dominal: hemos atendido algunos casos de hernias en la 
pared abdominal y distensiones en varios músculos. En la 
mayoría de los casos se trataba de personas que habían co- 
menzado un entrenamiento con Pilates sin tener ninguna 
preparación previa ni currículo físico y, además, comenza- 
ron a impartir clases de mat (!) prematuramente a grupos, 
con lo que debían “demostrar” ellos mismos los ejercicios, 
con el consiguiente aumento del riesgo. 
· Miositis del psoas por falta de control del core: es la “lesión 
Pilates”, la que padecen muchos de los alumnos en los cur- 
sos de aprendizaje para llegar a ser instructor, y la más fre- 
cuente entre ellos. De difícil tratamiento, es aconsejable 
prevenirla mediante ejercicios de estiramiento, relajación y 
acondicionamiento del iliopsoas, así como de una progre- 
siva educación en fuerza de la pared abdominal, del core 
o powerhouse, sin pretender avanzar demasiado rápido. 
 
 
 
398 
 
 
 
PARTE ESPECIAL 
 
 
Alguno de los casos han sido de alumnos de Pilates que 
desarrollaron con profesores sin criterio pedagógico su 
práctica inicial, por ejemplo, con clases de Gyrokinesis, con 
demasiada sobrecarga sobre el psoas, sin haber tenido pre- 
paración previa. 
· Distensión del cuadrado lumbar: en posiciones forzadas se 
puede forzar cualquier músculo. Cuando la posición es en 
inclinación o flexión lateral del tronco, el cuadrado lumbar 
puede verse afectado. El dolor profundo, por su ubicación 
en la pared posterior del abdomen, hace difícil su diagnós- 
tico, a menos que el médico tenga conocimiento de la po- 
sibilidad de lesión de este músculo y de su exploración. Pi- 
lates puede haber provocado la lesión pero a su vez sirve 
para su tratamiento en manos profesionales. 
· Dolor de cuello y hombros de origen muscular por la ele- 
vación de los hombros durante ejercicios como el cisne, ex- 
tensión de columna o ejercicios de brazos. Es uno de los de- 
fectos más comunes. Lo curioso es que cuando el paciente le 
dice al “monitor” que tiene dolor en esazona, la mayoría 
le contestan que “eso es bueno”, que “es lo normal” (?). 
 
De origen neural 
· Atrapamiento del ciático en el síndrome piramidal: ya ha 
sido comentado en el caso de la patología de la cadera el 
atrapamiento del nervio ciático entre el músculo piramidal 
y el gémino superior. 
· Atrapamiento del genitocrural por el psoas: uno de los ner- 
vios del plexo lumbar atraviesa de lleno el músculo psoas. 
Debido a las frecuentes miositis del psoas, que producen 
tensión y rigidez en el mismo, hemos podido constatar le- 
ves alteraciones en dos de los alumnos de Pilates diagnos- 
ticados de miositis del psoas, consistentes en picores y per- 
sistencia de molestias en su área cutánea de inervación, y 
que simulan una tendinitis de psoas recurrente, o una der- 
matitis inguinal. El tratamiento de la miositis acabó tam- 
bién con ese problema. 
· Atrapamiento del femorocutáneo por posiciones de hiper- 
flexión de cadera: en esta ocasión, el nervio femorocutáneo 
es atrapado a su paso por la escotadura interespinosa del 
coxal por la posición en flexión de la cadera, aumento de 
la tensión muscular zonal, y ropa poco elástica. El paciente 
refería sensación de quemazón a lo largo del tercio proximal 
de la fascia lata en determinados ejercicios que requerían 
esa posición. 
 
LA COLCHONETA COMO FACTOR DE LESIÓN 
No es raro que se produzcan lesiones relacionadas con las col- 
chonetas, que se podrían haber evitado con un mínimo de cuidado. 
Desde el frecuente traspiés al tropezar con una colchoneta 
que no se ha retirado tras el ejercicio, hasta el resbalón al pisar 
sobre ella, pasando por los problemas de dolor de huesos en los 
puntos de apoyo cuando la colchoneta no es adecuada y el suelo, 
tampoco. 
Para hacer Pilates Mat se requiere un suelo adecuado y una 
colchoneta adecuada. 
 
 
LESIONES POR SOBRECARGA 
 
Son las más frecuentes en los estudiantes de monitor de Pi- 
lates y ocurren por la propia inexperiencia, pero, sobre todo, 
por la falta de una progresión adecuada: en unos casos se quiere 
avanzar demasiado rápido, en otros la técnica no es correcta y, 
con el tiempo, y las repeticiones provoca sobrecarga, y en otros 
casos la periodización no es la adecuada como ocurre cuando 
se pasa de una fase de apenas actividad a otra en la que se re- 
toman los ejercicios bruscamente. 
Para progresar en los ejercicios Pilates hay que incrementar 
poco a poco la forma física, especialmente, en lo concerniente 
a la flexibilización de la columna y de los músculos y a la to- 
nificación del core y a la estabilización escapular, mante- 
niendo los principios del método. A partir de ahí se puede ir 
progresando en cantidad y en calidad de los ejercicios. De lo 
contrario, nos exponemos a la aparición de lesiones agudas 
(distensiones, desgarros, esguinces vertebrales y contracturas) 
o lo que es más frecuente: miositis y tendinitis. 
En un principio es normal que se produzcan molestias en 
zonas que no han sido entrenadas previamente y que los ejer- 
cicios de Pilates (especialmente, en el mat) ponen a prueba. 
Es el caso del dolor de las muñecas en la Cuadrupedia; un do- 
lor que normalmente desaparece con el entrenamiento. Tam- 
bién puede haber calambres en la cara posterior del muslo (los 
isquiosurales) durante el puente, debido a la mala estrategia 
de movimiento o al mal apoyo de los pies contra el suelo. Las 
agujetas en el origen de los músculos abdominales también 
motivan frecuentes consultas: las porciones superiores del recto 
anterior del abdomen (que duelen a nivel del tórax, y si afectan 
al área precordial causan mayor alarma), la masa muscular del 
oblicuo externo en las costillas, etcétera. 
Al atender a monitores profesionales, a bailarines (como 
laboratorio del movimiento humano que son), y a clientes que 
iniciaban una rehabilitación, también hemos visto miositis y 
distensiones en músculos tan poco habituales en la patología, 
como el serrato posterior inferior, subescapular, pectorales y el 
serrato anterior. 
Las lesiones más comunes en los que se inician con inten- 
sidad en el método Pilates, o sea los que estudian para ser mo- 
nitores de Pilates, son las siguientes: 
· En una visión posterior destacan las molestias y dolores en 
la musculatura interescapular y dorsal alta y los dolores en 
la zona lumbar. En el primer caso suele tratarse de un dolor 
en el trapecio y romboides, y en el segundo caso, lumbal- 
gias mecánicas postesfuerzo. 
· En una visión anterior son frecuentes las molestias en el 
hombro (tendinitis pectoral o bicipital) y en la ingle 
(miositis tendinitis o bursitis del psoas). Esta última es la 
más frecuente. Aparece en cualquier momento del apren- 
dizaje y se caracteriza por una molestia súbita o incluso 
dolor incapacitante en la ingle, que asciende interna- 
mente hasta la columna lumbar. Llega a afectar incluso a 
la marcha, apareciendo cojera. La exploración revela una 
sensibilidad dolorosa a la presión en el psoas y en el ilíaco, 
 
 
 
Capítulo 13. Lesiones en el entorno pilates 399 
 
 
así como a la flexión activa o resistida. Dependiendo de 
la intensidad se ven afectadas otras funciones. El trata- 
miento es reposo en la zona hasta que no haya dolor, re- 
lajación, estiramientos, masaje, bombeo y maniobras fel- 
denkrais tendentes a tratar la miositis. Se incluyen otras 
medidas fisioterápicas de modo intensivo y una vuelta 
progresiva al trabajo Pilates haciendo hincapié en ejerci- 
cios controlados de los abdominales, buscando disociar 
la cadera. Hay que evitar en esa recuperación la realiza- 
ción de ejercicios intensos del psoas, como rodar hacia 
arriba, el teaser, etcétera. 
 
La “lesión Pilates” es típica en los alumnos que se inician sin te- 
ner una forma física previa o que entrenan intensivamente sin un 
buen plan. Se trata de una miositis del psoas, aunque, a veces, se 
complica con bursitis o tendinitis. 
 
 
PROBLEMAS MÉDICOS DE INTERÉS 
 
Determinados pacientes pueden presentar crisis o situa- 
ciones que provocan alarma, al tratarse de problemas que per- 
manecían ocultos y la propia dinámica de los ejercicios Pilates 
puede poner en evidencia. Lo importante es saber que pueden 
ocurrir y poner los remedios a tiempo, preventivos o resolu- 
tivos. 
 
 
Liberación somatoemocional 
Es necesaria mayor investigación sobre este apasionante 
campo de la medicina psicosomática o, como llaman algunos, 
medicina energética, que se ve con cierta frecuencia en los es- 
tudios Pilates. Se trata de que el paciente, a los pocos ejercicios 
Pilates realizados con precisión, comienza de súbito a expresar 
emociones bien sea verbalmente o bien mediante el llanto o la 
risa. La sesión puede convertirse así en una especie de consul- 
torio psicológico. Pero eso no tiene nada que ver con la propia 
sesión Pilates, ni con la preparación que tiene el monitor, ni si- 
quiera con el mismo entorno del centro Pilates. La actitud ética 
debería ser dejar que el paciente exprese sus emociones pero dar 
por finalizada la sesión hasta la siguiente y calmarle y relajarle. 
La intención de actuar de referente ante el paciente y tratar de 
“solventarle los problemas” expresados o no expresados, es muy 
atractiva pero, insistimos, poco ética profesionalmente. 
 
Hipotensión ortostática 
Tras haber respirado como se hace en Pilates, y haberlo 
hecho muchas de las veces en decúbito supino, puede supo- 
ner que el paciente a la hora de reincorporarse tenga una sú- 
bita hipotensión ortostática que quiere decir exactamente 
eso: “bajada brusca de la tensión como consecuencia de po- 
nerse de pie”. Basta conocer esa posibilidad para hacer que 
el paciente pase unos segundos por diferentes posiciones an- 
tes de incorporarse del todo, bien sea con ejercicios Pilates 
incluidos o sin ellos. 
Epilepsia 
 
Algunos pacientes epilépticos (y otros que no saben que lo 
son) pueden presentar una crisis durante las sesiones de Pilates. 
Las causas no estánclaras, pero alguno de los factores desen- 
cadenantes podría estar relacionado con el énfasis de la respi- 
ración que se produce en determinados ejercicios; de todas for- 
mas, lo único cierto es que tenemos referencia de dos pacientes 
que han tenido una crisis epiléptica durante su sesión de Pila- 
tes. Uno tenía antecedentes y el otro no, por lo lo importante 
es saber que: a) se puede producir, y b) que hay que procurar 
que el paciente tenga una buena ventilación hasta que finalice 
la crisis, colocándolo en decúbito lateral. 
 
Vértigo 
 
Debido a los cambios posicionales que a veces se produ- 
cen, sobre todo, después de amplias movilizaciones de gru- 
pos musculares, y el énfasis respiratorio puede darse el caso 
de que haya vértigos esporádicos. No entramos a considerar 
las circunstancias o antecedentes de los pacientes, pero sí que 
debemos tener en cuenta esta posibilidad durante una se- 
sión. Hay que estar atento para poder evitar la caída sobre 
una superficie peligrosa, guiando táctilmente al paciente en 
sus incorporaciones a sedestación o bipesdetación, o cuando 
lo hemos colocado un rato en prono sobre el barril, el balón 
o el mat. 
Hiperoxigenación 
Especialmente los principiantes tienen la tendencia a hi- 
peroxigenarse mediante grandes inspiraciones de aire, sin sa- 
ber conseguir exhalar todo el aire inhalado. El resultado es el 
esperado: al cabo de unos minutos, el paciente experimenta 
sensaciones de mareos que le hacen sentirse intranquilo y 
agobiado. Lo mejor es relajarlo, suspendiendo momentánea- 
mente la sesión, hacerle respirar dentro de una bolsa de plás- 
tico para que al cabo de unos segundos respire su propio aire 
“hipooxigenado”, y plantear una reeducación del paciente y 
del monitor en las clases sin tanto énfasis en la respiración 
hasta que el paciente sepa controlar el movimiento. 
Nuestra opinión es que el instructor de Pilates debe saber 
que existe la posibilidad de que suceda esto y que conozca otras 
cuestiones que le conciernen (como la resucitación cardiopul- 
monar, mínimas dotes de psicología verbal y no verbal, capa- 
cidad para intervenir en accidentes del aparato locomotor, 
como la aplicación de CHER, en la toma del pulso, en la ob- 
servación de la postura, el movimiento y el lenguaje del pa- 
ciente) para estar listo y dar viabilidad a la solución de estos 
problemas. 
 
En ancianos es importante disponer de un número de teléfono 
de un familiar para avisarle en caso de malestar durante la sesión 
Pilates. 
 
 
 
400 
 
 
 
PARTE ESPECIAL 
 
 
SÍNDROMES DEL MONITOR DE PILATES 
 
Burn-out 
Un instructor que imparta más de 6 clases diarias tiene un 
riesgo importante, a poco que sus circunstancias personales su- 
pongan un súbito estrés, de iniciar un camino hacia lo que he- 
mos llamado síndrome del “monitor quemado”. El burn-out 
ocurre en las empresas, ocurre en los deportes, ocurre en mu- 
chas circunstancias de la vida: Pilates es una de ellas. Como 
factor agravante esencial está el que el instructor de Pilates 
tiene que permanecer toda una sesión en directo contacto ver- 
bal, visual, táctil, mental y energético con el paciente. Si los 
pacientes fueran gente sana no habría problema, pero muchos 
de ellos tienen tras de sí, o incluso como factor de su problema, 
grandes conflictos no resueltos. 
En mi experiencia como médico en “variados y amplios 
frentes” (rural, ambulatorio, hospitalario en urgencias, hospi- 
talario en la especialidad ginecológica, geriátrico, pediátrico, 
medicina laboral, perito judicial y medicina deportiva), he acu- 
ñado la expresión de que un amplio porcentaje de la patología 
que tiene que ver y tratar un médico tiene un origen “psico- 
sexoeconómico”, es decir: el médico tiene poco que hacer ante 
la demanda de tantos y tantos pacientes para solventar cues- 
tiones en las que nada se puede hacer para tratar la causa del 
problema, pues son de índole personal ante la vida (psico), 
ante la pareja (sexo) o ante el trabajo (económico). El síndrome 
del burn-out incide en ello, pero desde otra perspectiva: se 
trata en este caso de un individuo, el monitor de Pilates, que 
pasa de repente a tener su agenda ocupada por un horario equi- 
valente al de un empleado de cualquier empresa, sólo que con 
tiempos intermedios, cancelaciones de citas en el último mo- 
mento, sesiones maratonianas, pacientes de muy diverso tipo 
y un gran desgaste psicofísico, que al final pasan factura. 
En nuestra experiencia con el mundo de la danza llegamos 
a determinar la carga laboral física saludable en bailarines (tra- 
bajo físico principalmente pero también psíquico) y en profe- 
sores de danza (trabajo sobre todo psíquico) en un máximo de 
15 horas semanales, una carga horaria que cuando se supera 
supone un claro factor de riesgo de padecer lesiones. En el caso 
de personas con actividad física intensa (que no es el caso de 
los instructores de Pilates), eso se traduce en un incremento 
espectacular de las lesiones. En el caso de Pilates se traduce, a 
partir de las 30 horas semanales, en un factor de riesgo para 
sufrir burn-out. 
Si el monitor es inteligente y activo en otras parcelas, no 
hay problema. Pero si no dispone de otra actividad y su cir- 
cunstancia personal es rutinaria, o incluso incrementa su estrés, 
comienzan a aparecer una serie de síntomas, como: insomnio, 
irritabilidad, cansancio, falta de apetito, dejadez, no atiende a 
algunas cosas con leves excusas, poca apetencia por hacer algo 
nuevo, bajo estado de ánimo, pesadez en los ojos y la mirada, 
taquicardias, etc. Esto es lo que en el mundo deportivo se llama 
“sobreentrenamiento”, pero en el entorno Pilates se añade la 
circunstancia de que el protagonista o víctima es además el di- 
rector, propietario, actor, instructor, etc., o lo que sea, pero 
 
 
está directamente implicado en la gestión de los pacientes y de 
su vida laboral y privada en unas circunstancias intensas y no 
siempre gratificantes. 
Nosotros decimos siempre a nuestros alumnos en los Cur- 
sos Pilates: “hay que tomarse una tarde, una mañana o, incluso, 
un día libre durante la semana laboral para hacer otras cosas 
que nos apetezcan y que sean diferentes a Pilates”. 
Por otro lado, hay que alimentarse bien, tener una vida sana 
y activa como la que siempre propuso Joseph Pilates, salir al 
aire libre, tener vida social sin que llegue a agotar y darse cuenta 
de cuándo comienzan a aparecer los síntomas del burn-out 
para ponerles remedio. 
 
Impartir clases de Pilates es un trabajo psíquicamente agotador, 
por la concentración que implica y el flujo de sensaciones entre el 
paciente y el monitor. Es esencial disponer de momentos de des- 
canso planificados, preferiblemente, mañanas o tardes libres du- 
rante la semana. 
 
 
El “síndrome Joseph Pilates” 
Hemos denominado de esta manera a la muy frecuente si- 
tuación de autoenaltecimiento del propio monitor ante los pri- 
meros resultados de sus clases. A poco que se apliquen los prin- 
cipios Pilates, y si se hacen con un paciente que apenas realiza 
actividad física, en muy poco tiempo se obtienen resultados ver- 
daderamente notorios. Como muchos de los monitores provie- 
nen de entornos muy variados (muy pocos de las ciencias de la 
salud), inmediatamente se sienten “tocados por la mano divina” 
que hace que sean ellos y no el método seguido los que impar- 
ten la salud. Al poco tiempo ponen en duda el diagnóstico mé- 
dico y, más tarde, incluso, las indicaciones terapéuticas, hasta 
que con el tiempo se produce una situación conflictiva, como 
cuando ocurre un problema claramente yatrogénico (un pa- 
ciente contracturado, un lumbago, una tendinitis). Obvia- 
mente, el monitor se niega a reconocer su responsabilidad, pero 
en un peritaje médico legal aparece claramente la responsabili- 
dad de ese monitor por mala praxis. 
Frecuentemente, hay monitores que con apenas unos me- 
ses de experiencia se lanzan a impartir formación a futuros 
monitores, sin capacidadesdocentes ni técnicas. El resultado 
es un deterioro progresivo de la atención Pilates en nuestro 
país, pero que también se puede extrapolar a la gran mayoría 
de países. 
Finalmente, el monitor bajo este síndrome se siente crecido 
ante los profesionales médicos y suele alardear de sus habilidades 
terapéuticas, sin que exista ninguna razón objetiva que lo avale. 
Es lo que ya se conoce como “el síndrome Joseph Pilates”. 
 
En una gran mayoría de los centros Pilates lo que se practica se 
puede denominar “Pilates hueco”: ni hace bien ni hace mal, sim- 
plemente, se trata de movimientos inocuos. Pero, para mucha 
gente es suficiente, pues nunca han hecho ejercicio. Ahora bien, 
cuando esos pacientes toman una clase con un profesional bien 
formado aparecen las diferencias y es cuando se definen los cen- 
tros con calidad. 
 
 
 
Capítulo 13. Lesiones en el entorno pilates 401 
 
 
PREVENCIÓN: LA IMPORTANCIA 
DEL “CÓMO” EN PILATES 
 
Nosotros insistimos en que “Pilates es un medio, no es 
un fin”. 
Joseph Pilates inventó y desarrolló ejercicios que aún hoy 
son una referencia obligada en el campo del fitness y de la re- 
habilitación. Él no lo consideraba una secuencia de ejercicios, 
sino un método que integra el potencial del movimiento cor- 
poral con el control de la mente sobre el cuerpo. Así pues, lo 
más importante no son los ejercicios en sí sino “cómo” se hacen. 
Además, cada persona tiene unas necesidades de movi- 
miento diferentes, por lo que es muy importante la progresión 
pedagógica que se haga: un ejercicio hecho antes de un tiempo 
de preparación puede producir una lesión. Pilates trabajaba 
con personas sanas. Su método es excelente para la terapia. 
Por otra parte, para recomendar los ejercicios que se deben 
enseñar o, mejor aún, los que hay que evitar, se debe partir de 
un diagnóstico claro y amplio sobre las circunstancias perso- 
nales del paciente y de todos los posibles factores que hayan 
podido influir en su dolencia. 
La principal causa de las lesiones es la inapropiada realiza- 
ción de los ejercicios por no respetar los principios del método. 
Bien sea porque hay una mala alineación, porque no se corrijan 
bien y con precisión los defectos de la ejecución del ejercicio, 
porque el ejercicio no esté adaptado a la persona, o porque se 
haga con demasiada intensidad. 
Pilates era muy claro en sus indicaciones. Aun así, el mé- 
todo se ha perfeccionado con las aportaciones de grupos de 
profesionales que han estudiado cómo enseñarlo más satisfac- 
toriamente. 
Las lesiones más frecuentes en los pacientes, debidas a Pi- 
lates, son, en primer lugar, las de la columna lumbar y las ca- 
deras, y en segundo lugar, las de la zona de los hombros y 
dorsales. A veces, también está en peligro la rodilla. En defi- 
nitiva, las zonas que mejor podría trabajar Pilates se convier- 
ten, en manos de un monitor inexperto, ¡en zonas de riesgo 
de lesión! 
Otra cosa son las lesiones de los monitores de Pilates. En 
este caso, las lesiones suelen deberse a las numerosas horas que 
pasan corrigiendo los ejercicios. Son lesiones por sobrecarga, 
en músculos, tendones o articulaciones, por este orden. 
Además del esfuerzo por formarse por parte del monitor 
profesional, ese gran esfuerzo diario, y los resultados que se ob- 
tienen cuando el instructor está en formación continua, es una 
de las razones que explica que Pilates no sea un ejercicio barato. 
Formarse bien en Pilates significa: tiempo, dinero y energía. 
Tiempo para aprender y para poner en práctica las enseñanzas, 
Dinero para invertir en cursos serios, en clases privadas, en via- 
jes para asistir a eventos con maestros, en la formación conti- 
nua y Energía para compaginar los inicios en Pilates con las 
actividades habituales, hasta conseguir una independencia pro- 
fesional. 
Afortunadamente, la aparición de lesiones como consecuen- 
cia de hacer Pilates no es en absoluto frecuente, al menos en los 
lugares dedicados a trabajar con el método Pilates con monito- 
 
 
PREVENCIÓN DE LAS LESIONES POR PILATES 
· Calentar convenientemente. 
· Estiramiento de las zonas que han sido contraídas o ejercitadas. 
· Vigilancia del orden en el centro. 
· Aumento progresivo de los ejercicios adaptado a cada caso. 
· Disponer de tiempo libre. 
· Planificar la actividad Pilates. 
 
 
res que, como reiteramos, estén bien formados y se actualicen 
con formación continua y tomando clases con otros compañe- 
ros y maestros. Para muchos, eso es demasiado tiempo para es- 
perar: creen que es un método de ejercicio más y desconocen 
sus potencialidades, tanto para bien como para mal. 
El tratamiento de estas lesiones provocadas en el entorno 
Pilates, no es fácil. Sobre todo, porque hay que reestructurar 
los movimientos paso a paso, individualizadamente. 
Por ello, paradójicamente, cuando está bien realizado, el 
método Pilates puede ser el tratamiento indicado para curar 
las lesiones que por su mala práctica se hayan producido. 
Todo está en el “cómo”. 
Otro problema común es la decadencia en la calidad de la 
enseñanza. En muchos monitores se produce una rutina que 
les hace practicar casi siempre los mismos ejercicios, tanto en 
ellos mismos como en sus clientes. Con el tiempo, el resultado 
es que el monitor corrige los defectos más evidentes, pero se 
va contagiando de los defectos del paciente más sutiles. Al 
mismo tiempo, con la disminución del entrenamiento, el mo- 
nitor entrena ejercicios básicos y cada vez se ve más impotente 
para abordar ejercicios avanzados. El resultado es un deterioro 
de la calidad en la enseñanza que, cuando un cliente habitual 
toma clase con un monitor en continua formación, se nota y 
hace que no se pierda la necesaria confianza (Fig. 13-4). 
Pilates es muy exigente física y psíquicamente. Además, 
obliga a aventurarse en otros campos de la salud para hacer la 
 
A B 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 13-4. Ejemplo de cursos (¿) de Pilates para fisioterapeutas que 
muestran un ejercicio mal realizado, con los hombros elevados y el 
cuello hiperextendido (A) y un anuncio de Pilates con un postura de 
yoga (B). El riesgo de aprender cualquier cosa peligrosa bajo el nombre 
de Pilates es muy grande. 
 
 
 
402 
 
 
 
PARTE ESPECIAL 
 
 
práctica y la terapia lo más intensas posibles y con el mayor 
impacto en la recuperación del paciente que tiene un pro- 
blema. Es un proceso continuo, pero, al fin y al cabo, cuando 
los resultados lo avalan, es enormemente gratificante. 
Pilates no es fisioterapia ni yoga. El método Pilates fue 
creado originalmente para el desarrollo de personas sanas. Por 
eso “debemos preservar el método original lo más exactamente 
posible antes de que se diluya con otras aportaciones y se 
pierda para siempre”. El Pilates terapéutico añade una carac- 
terística más: los pacientes deben aprender los gestos terapéu- 
ticos, pero sobre todo los principios de Joseph Pilates y, esen- 
cialmente, “vivir en armonía entre mente y cuerpo”. 
 
Lecturas recomendadas 
 
Calvo JB. Pilates injuries: from the student to the teacher. Ponencia 
presentada en la IV Internatonal Pilates Conference. Miami, 
24-27 Abril, 2006. 
www.corporapilates.com. Una sección con numerosos ejemplos de 
mala praxis en Pilates, tanto en libros como en anuncios de cursos.

Continuar navegando