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MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 1 Manual para la formación de primeros respondientes en primeros auxilios Centro Nacional para la Prevención de Accidentes 2 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES Manual para la formación de primeros respondientes en primeros auxilios Centro Nacional para la Prevención de Acciden- tes. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación debe ser repro- ducida o retransmitida en alguna forma o medio sin el permiso por escrito del Centro Nacional para la Prevención de Accidentes. Dirija su solicitud a: Centro Nacional para la Prevención de Accidentes Guadalajara 46 – 3 Colonia Roma Norte, Delegación Cuauhtémoc México, D.F. C.P. 06700 Teléfono: (55) 55 53 94 47 / 55 53 96 91 Fax: (55) 55 53 96 91 www.cenapra.salud.gob.mx Publicaciones del Centro Nacional para la Prevención de Accidentes Las publicaciones del Centro Nacional para la Preven- ción de Accidentes ofrecen información derivada de la investigación propia y de sus colaboradores. Son investigaciones recientes y pueden ser resultado de la extracción de trabajos mayores. Los comentarios a la presente publicación o a su autor pueden enviarse a la dirección ya mencionada o a través de correo electrónico a: cenapra@salud.gob.mx. D.R. © Secretaría de Salud Lieja 7, Col. Juárez 06696, México, D.F. Impreso y hecho en México ISBN: La realización y el cuidado de esta edición estuvieron a cargo del Dr. Arturo Cervantes Trejo, Director General del CENAPRA y del Dr. Arturo García Cruz Director para la Prevención de Accidentes. Diseño: Francisco Vital MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 3 Directorio SECRETARÍA DE SALUD Dr. José Ángel Córdova Villalobos Secretario de Salud Dra. Maki Esther Ortiz Domínguez Subsecretaria de Innovación y Calidad Dr. Mauricio Hernández Ávila Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud Lic. Ma. Eugenia de León-May Subsecretaria de Administración y Finanzas Lic. Daniel Karam Toumeh Comisionado Nacional de Protección Social en Salud Lic. Miguel Ángel Toscano Velasco Comisionado Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios Dr. Germán Fajardo Dolci Comisionado Nacional de Arbitraje Médico Dr. Julio Sotelo Morales Titular de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad Dra. Ma. de los Ángeles Fromow Rangel Titular de la Unidad Coordinadora de Vinculación y Participación Social Dra. Jacqueline Arzoz Padrés Titular de la Unidad de Análisis Económico Dr. Arturo Cervantes Trejo Director General del Centro Nacional para la Prevención de Accidentes CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES Dr. Arturo Cervantes Trejo Director General Dr. Arturo García Cruz Director para la Prevención de Accidentes Lic. Hugo Barrera Muciño Subdirector para Limitar el Daño por Accidentes Dr. Sergio Rodrigo Rosas Osuna Jefe del Departamento de Atención Prehospitalaria de los Accidentes AUTORES Dr. Gerardo Rebolledo Sánchez COEPRA San Luis Potosí Arq. Gustavo Osorio Torre Dr. Fernando Estrada Natoli COEPRA Puebla Dr. Eduardo Sesma Medrano COEPRA Morelos Dr. Miguel Ángel Cobos Cerón COEPRA Querétaro Dr. Eugenio Pereda Sánchez COEPRA Estado de México Dr. Miguel Mondragón González COEPRA Baja California 4 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES Centro Nacional para la Prevención de Accidentes Dr. Arturo Cervantes Trejo Dr. Arturo García Cruz A.- SUBCOMITÉ DE REGULACIÓN Academia Mexicana de Cirugía Dr. Felipe Cruz Vega Academia Nacional de Medicina Dr. Eduardo Vázquez-Vela Sánchez Comité Mexicano para el Cuidado del Corazón y Trauma Dr. Carlos A. García Rosas Asociación del Trauma Dr. Gerardo José Illescas Fernández Instituto Mexicano del Seguro Social Dr. Miguel A. Valladares Dirección General de Protección Civil TUM Raúl Miliani Sabido Colegio Latinoamericano de Educación Avanzada, Aguascalientes Dr. Eduardo Cancino Pérez Comité de Trauma del Colegio Americano de Cirujanos Dr. Giovanni Porras Ramírez B.- SUBCOMITÉ DE CERTIFICACIÓN Universidad Tecnológica de Hermosillo, Sonora. Dr. Sergio Romero Morales Vicerrector Administrativo del Centro Universitario Interamericano, Puebla Dr. Fernando Estrada Natoli Coordinadora de Educación en el Sistema de Urgencias, Estado de México TEM Berenice Armijo Torres COMITÉ TÉCNICO ASESOR PERMANENTE PARA LA ATENCIÓN MÉDICA PREHOSPITALARIA MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 5 Cruz Roja Mexicana Lic. Hermenegildo Acotzin Vidal International Trauma Life Support TEM Gustavo A. Vázquez Castañón Consejo Mexicano de Medicina de Urgencias Dra. Hermila Reyes Mendez C. SUBCOMITÉ DE EVALUACIÓN Academia Mexicana de Medicina Prehospitalaria Dra. Anette Ochmann Ratsdch Coordinación Nacional del Programa PHTLS- SEDENA/ Hospital Militar Cap. 1° Snd. Lic. Alberto Calderón Núñez Academia de Atención Prehospitalaria, Coordinación Nacional de Escuelas de Técnicos en Urgencias Médicas, Cruz Roja Iván Villarreal Hurtado Asociación Mexicana de Técnicos en Urgencias Médicas A. C. Lic. TUM Rubén Mirazo Flores Dirección General del Sistema de Urgencias del Estado de Guanajuato Dr. Juan Gerardo Estrada García Dobarganes Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Dr. Felipe Vega Rivera Secretaría de Salud del Gobierno del Distrito Federal, Unidad de Urgencias Dr. Fernando Román Morales Coordinación Estatal de Prevención de Trauma y Desastres del Estado de Puebla Arq. Jorge Gustavo Osorio Torres Dirección del Sistema Estatal de Urgencias del Estado de Tabasco Dr. Manuel Peña Vidal Dirección del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas, Secretaría de Seguridad Pública del D.F. Dr. Pedro Estrada González 6 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 7 Contenido Mensaje del Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud 9 Introducción 11 Dr. Arturo Cervantes Trejo Centro Nacional para la Prevención de Accidentes I. Evaluación de la escena y activación del servicio médico de urgencias 13 Dr. Gerardo Rebolledo Sánchez COEPRA San Luis Potosí II. Evaluación de pacientes 19 Arq. Gustavo Osorio Torre y Dr. Fernando Estrada Natoli COEPRA Puebla III. Apoyo vital básico 27 Dr. Eduardo Sesma Medrano COEPRA Morelos IV. Temas selectos de primeros auxilios 51 Dr. Miguel Ángel Cobos Cerón COEPRA Querétaro V. Manejo inicial de diversas enfermedades que pueden poner en peligro la vida 59 Dr. Eugenio Pereda Sánchez COEPRA Estado de México VI. Historia y fundamentos legales de los primeros auxilios 67 Dr. Miguel Mondragón González COEPRA Baja California Sur Bibliografía 71 Antecedentes 73 ¿Qué es el Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes? ¿Qué es el Centro Nacional para la Prevención de Accidentes? ¿Qué son los Consejos Estatales para la Prevención de Accidentes? Acrónimos 75 8 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 9 Dentro de las acciones encaminadas a la pre-vención en materia de salud, una de las priori- dades es, indiscutiblemente, la adecuada capacita- ción de la sociedad civil en lo que concierne a los primeros auxilios. Con fundamento en esta creciente necesidad, la Subsecretaría a mi cargo, a través del Centro Na- cional para la Prevención de Accidentes, ha re- unido a un grupo de experimentados médicos con el propósito de divulgar los principios y acciones básicas en caso de accidentes y otras urgencias mé- dicas. De esta forma, el Manual para la formación de primeros respondientes en primeros auxilios cons- tituye una herramienta didáctica y accesible para brindar una adecuada atención prehospitalaria. Desdela evaluación de la escena y de los propios pacientes hasta el manejo inicial de diversas en- fermedades, pasando por la activación del servicio médico y los fundamentos legales de los primeros auxilios, entre otros importantes temas, el Manual está desarrollado con el fin de que los primeros res- pondientes sepan cómo actuar para estabilizar a los pacientes en su trayecto a la unidad médica, con los consecuentes beneficios tanto para éstos como para el sistema de salud en su conjunto. Esta publicación se suma a los diversos esfuerzos que, junto con la ciudadanía, ha llevado a cabo la Secretaría de Salud, los cuales contribuirán sin lu- gar a dudas a consolidar la cultura de la prevención en nuestro país. Dr. Mauricio Hernández Ávila Mensaje del Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud 10 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 11 Introducción México, al igual que otros países en vías de desarrollo, enfrenta complejos problemas de salud pública ante la creciente demanda de atención de servicios de urgencias generadas principalmente por lesiones de causa externa o enfermedad repentina. Las lesiones por accidentes y las urgencias mé- dicas por lo general ocurren en los sitios y en las circunstancias más inesperadas e incontrolables, donde excepcionalmente se cuenta con el personal capacitado para la atención de los afectados. Una vez que ocurre un accidente, la muerte, las lesiones severas y la discapacidad pueden atenuar- se mediante la intervención oportuna y adecuada de personas capacitadas. La atención inmediata de una emergencia médica es parte importante de los servicios médicos de urgencias. Ello se debe a que el tiempo entre un accidente y el tratamiento médico inicial es de vital importancia. El primer eslabón de la cadena de atención lo forman el propio paciente, sus acompañantes y personas como usted, que activan el sistema de atención prehospitalaria de urgencias médicas y con recursos mínimos le brindan cuidados priori- tarios a la víctima hasta la llegada de una ambu- lancia. La capacitación de la sociedad civil tiene el propó- sito de formar primeros respondientes en primeros auxilios entre sus miembros, para que cuenten con los conocimientos, habilidades y destrezas, pero sobre todo sentido común, para brindar ayuda a las personas que han sufrido un accidente o una enfermedad repentina. El Manual apoya la capacitación para la formación de primer respondiente en primeros auxilios. Ha sido preparado por personal experto, con la finalidad de aportar al ciudadano común conoci- mientos básicos pero concluyentes para que ante una urgencia médica sea capaz de estabilizar a los pacientes que requieren de atención urgente y disminuir el riesgo de muerte o complicaciones mientras se les puede transportar a una unidad médica. Dr. Arturo Cervantes Trejo Director General del CENAPRA 12 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES Advertencia Aunque valioso por sí mismo, este manual cons- tituye sólo un elemento útil para la formación de un primer respondiente en primeros auxilios; al estudiarlo y repasarlo, el participante desarrollará sus conocimientos y habilidades paso a paso con la guía de expertos en la materia. Adicionalmente, nos parece pertinente recordar que si bien lo presentado en este documento posee un sólido respaldo técnico y científico avalado por la experiencia de sus autores y corroborado con el examen de la bibliografía, prácticamente no que- dan en el mundo de la medicina verdades absolutas e inamovibles. Por ello recomendamos al primer respondiente responsable y comprometido que al menos cada tres años actualice sus conocimientos y habilidades asistiendo a los cursos que organizará el CONAPRA. MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 13 Introducción La atención prehospitalaria es la forma más efi-ciente que se conoce para el cuidado inicial de una víctima en situación de emergencia y con ries- go de pérdida de la vida o sufrimiento. El primer es- labón de la cadena de atención lo forman el propio paciente, sus acompañantes y los mirones, quienes activan el servicio médico de urgencias y con re- cursos mínimos le brindan cuidados prioritarios hasta la llegada de una ambulancia con tripulantes competentes y equipados para limitar el daño a su salud, estabilizar en lo posible sus condiciones y transportarlo de forma segura a un hospital pre- parado, bajo la tutela de un centro regulador de urgencias. La primera prioridad es la evaluación de la escena, y esto implica establecer seguridad en el área y con- siderar con atención la naturaleza exacta de la si- tuación. Los aspectos identificados deben tomarse en cuenta antes de comenzar la evaluación de los pacientes; si usted identifica un riesgo con el que no sea capaz de lidiar, limítese a activar el servicio médico de urgencias. Activación del servicio médico de urgencias En cualquiera de los escenarios que se atiendan, debe asegurarse como primer respondiente de acti- var el servicio médico de urgencias. Aun en el caso I. Evaluación de la escena y activación del servicio médico de urgencias Dr. Gerardo Rebolledo Sánchez COEPRA San Luis Potosí 14 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES Relate la naturaleza del incidente;• De ser posible, estime el número de personas • lesionadas; Si se encuentra en capacidad para hacerlo, pre-• cise las lesiones, los antecedentes, los hallaz- gos y el tratamiento de los afectados; Siga las instrucciones del médico o técnico re-• gulador; ¡Sea siempre el último en colgar!• Evaluación de la escena Antes de ingresar al lugar donde se produjo el ac- cidente, los primeros respondientes calificados de- ben saber evaluar los riesgos y tomar las debidas precauciones para controlarlos. Inmediatamente después de la llegada del primer respondiente comienza el proceso de recabar infor- mación sobre el terreno mediante la evaluación de la escena, la observación de la familia y de los testi- gos y la obtención de una impresión general. Las apariencias de la escena crean una impresión que influye en toda la evaluación; éstas se obtie- nen observando, escuchando y catalogando la ma- yor cantidad de información posible del ambiente. La escena proporciona a menudo información sobre los mecanismos de lesión, la situación previa al epi- sodio y el grado general de seguridad. La evaluación del escenario se efectúa mediante la estimación de las SES: seguridad, escena y situa- ción. extremo de que sea lo único que pueda hacer por el paciente, este paso asegurará la continuidad de la atención; de omitirlo, el primer respondiente podrá esforzarse en brindar un sinnúmero de cuidados, pero el tiempo y el daño seguirán su curso. Pasos para la activación del servicio médico de ur- gencias. Marque el 066 o el 060;• Identifíquese y, de ser posible, indique el nú-• mero de teléfono de donde llama; Indique si se trata de una urgencia o un tras-• lado; Indique la localización precisa del incidente;• Precise si se requieren servicios de urgencia de • tipo no médico; MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 15 Escena. Evaluar y conocer el número de vehículos involucrados, estimar las fuerzas participantes y determinar el tipo y grado de daño de cada vehí- culo. Situación. Se debe apreciar y preguntar: ¿Qué ocu- rrió realmente? ¿Cuál es el mecanismo de lesión y las fuerzas y energías que han provocado lesio- nes? ¿Cuántas personas están involucradas y de qué edad? ¿Qué tipo de recursos son necesarios? ¿Existió un problema de salud como causante del traumatismo (por ejemplo, desmayo, convulsiones, ataque cardíaco)? Esto se puede poner en claro en tres etapas: 1. Cuál es la situación: en esta etapa se identifi- ca exactamente qué está sucediendo y cuá- les son los detalles que presenta elescena- rio. Es probable que un primer respondiente Seguridad. Para evaluar todos los posibles factores que ponen en peligro la vida del rescatador y del paciente. La consideración principal al aproximarse a una escena es la seguridad. No debe intentar acercar- se a un escenario de riesgo a menos que esté en- trenado para hacerlo; no debe convertirse en una víctima más. Si la escena es insegura o hay escape de cloro, gas o cualquier sustancia peligrosa, debe mantenerse a distancia hasta que el personal capa- citado haya mejorado la seguridad; de lo contrario, sin importar que existan pacientes en la escena, no deberá intervenir. La seguridad del paciente tiene también una im- portancia fundamental; en una situación de peli- gro debe trasladarlo a una zona segura antes de comenzar la evaluación y el tratamiento, siempre y cuando no ponga en peligro su propia vida. Las amenazas para la seguridad son, entre otras: tránsito vehicular, fuego, cables con co- rriente eléctrica viva, explosivos, materiales peligrosos, corrientes de agua, armas, o cir- cunstancias ambientales como lluvia, nieve y temperaturas extremas. Debe determinar si los miembros de la familia del paciente u otros es- pectadores presentes en la escena corren pe- ligro o pueden haber sido los causantes de la lesión y aún representan posibles riesgos para él o para el primer respondiente. 16 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES expulsión desde un vehículo; • fallecimiento de una persona en un vehículo • con varios tripulantes; electrocuciones;• atropellamiento con vehículos de motor.• Naturalmente, la rapidez y precisión con que algu- nos profesionales realizan los tres pasos mencio- nados son fruto de su capacitación, su experiencia y la evaluación constante de los resultados que obtuvieron en los accidentes que atendieron en el pasado. con poca experiencia centre su acción en las víctimas y descuide la apreciación adecuada del entorno, lo que suele conocerse como “visión de túnel”. 2. Cómo puede evolucionar la situación: aquí se busca prever las posibilidades de evolu- ción de la situación. Un análisis inadecua- do en el punto anterior puede inducir a un error fatal. 3. Qué recursos se deben organizar o solicitar: este análisis permite completar una primera etapa fundamental antes de iniciar el trata- miento de las víctimas. El mecanismo de lesión puede incluso ser un elemen- to que modifique lo que aquí denominaremos índi- ce de sospecha; de esta manera asumiremos que las siguientes condiciones implican una mayor proba- bilidad de encontrarnos con un paciente en estado crítico: caídas de más de tres veces la estatura del pa-• ciente; MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 17 Deben ser tomadas en cuenta las enfermedades tras- misibles más comunes y el riesgo de transferencia, por lo que resulta indispensable que la población en riesgo cumpla con un esquema de vacunación. Incidentes con materiales peligrosos Las emergencias relacionadas con materiales peli- grosos suelen ser atendidas por organismos espe- cíficos preparados para ese fin o por las empresas que elaboran, almacenan y transportan estos pro- ductos. Sin embargo el equipo de socorro de un ser- vicio de emergencias puede enfrentar en su trabajo cotidiano accidentes en los que estos artículos es- tén involucrados, lo que demuestra la necesidad de que adquiera cierta preparación en los procesos de capacitación para el empleo de equipos que optimi- cen su actuación. Para este fin, los servicios de emergencia deben desarrollar programas tendientes a capacitar a los profesionales en general, ya que ellos pueden ser los primeros en llegar a un área de emergencia. Los programas más minuciosos y los equipos específi- cos se reservarán para ciertos grupos seleccionados que actuarán como especialistas. Si usted va a adquirir la formación de primer res- pondiente, es factible que deba atender incidentes en donde haya materiales peligrosos de ahí que le Los servicios profesionales recomiendan a su per- sonal que no trate de actuar en un accidente en que estén presentes productos peligrosos, a no ser que cuente con calificación para hacerlo y dis- ponga del equipo adecuado y el personal suficien- te para garantizar la seguridad del escenario. Precauciones universales Otro ámbito de la seguridad es la protección fren- te a enfermedades contagiosas. Es necesario tomar precauciones para evitar el contacto directo con las sustancias corporales del paciente, como la sangre, la saliva, el vómito, la orina o las heces. Como auxi- liares para la salvaguardia suelen utilizarse algunos artículos; entre ellos, guantes, batas, cubrebocas, máscaras de protección, lentes transparentes, etc. Para la atención rutinaria que lleva a cabo el perso- nal de atención prehospitalaria son indispensables los guantes y los lentes. Se debe ser muy cuidadoso al manipular elementos cortantes como las agujas o cuchillos contamina- dos con sangre u otros líquidos corporales. Ciertos objetos como las agujas y lancetas deben ser colo- cados en un recipiente de plástico rígido de color rojo, etiquetado ex profeso, que permita la entrada pero no la salida del material. 18 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES Lo anterior le mantendrá a usted a salvo de la con- taminación, abreviará los tiempos de atención de los profesionales y disipará la contaminación de los pacientes en alrededor de 85 por ciento. En cualquier escenario recuerde: ¡evite ser us- ted la siguiente víctima! sugiramos enfáticamente que asista a un curso, al menos para el “reconocimiento” de materiales peli- grosos; en cualquier caso, si sospecha que se está enfrentando a un evento de esta naturaleza: manténgase alejado, a favor del viento;• active los servicios de urgencias; • pida a quienes ahí se encuentren que se alejen • de la zona de riesgo. MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 19 Objetivos 1. Identificar las patologías y lesiones que po- nen en peligro la vida del paciente de forma rápida y precisa. 2. Evaluar al paciente en forma integral para realizar un manejo adecuado. Introducción La atención de una urgencia es uno de los mayo-res desafíos a los que se puede enfrentar cual- quier persona. Evaluación inicial: Las prioridades en los procedimientos diagnósti- cos y terapéuticos siguen un orden de importancia genérico y presentan algunas particularidades de acuerdo con el tipo de lesión o enfermedad que pa- decen las víctimas. En esta evaluación se identifi- can y resuelven los problemas que ponen en peligro la vida. La evaluación es la piedra angular de una buena asistencia. El primer objetivo de la evaluación es determinar el estado actual de la víctima. Un vistazo rápido al paciente proporciona una idea general de su estado (sexo, edad, constitución, co- lor de la piel y nivel de conciencia), pero el primer paso consiste en iniciar las medidas fundamentales de reanimación. La evaluación inmediata permite identificar rápi- damente si tiene lesiones mortales o enfermedades agudas y garantizar su tratamiento en un adecuado orden de prioridades. Al llegar a la escena se tienen tres prioridades: evaluación de la escena; • evaluación primaria; • evaluación secundaria.• II. Evaluación de pacientes Arq. Gustavo Osorio Torre y Dr. Fernando Estrada Natoli COEPRA Puebla 20 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES elevación del mentón o tracción mandibular si se sospecha que hay trauma. En el paciente cuyo estado de alerta está deterio- rado, la causa mas común de obstrucción de la vía aérea es que la lengua se haya relajado y desplaza- do hacia la parte baja de la garganta (hipofaringe); tanto la maniobra de inclinación de la cabeza con elevación del mentón como la de tracción manipu- lar son útiles para liberarla. Si la obstrucción de la vía aérea ha sido ocasionada por la presencia de un objeto extraño, se deberáli- berar ejecutando las maniobras que se explican con detalle en el capítulo “Apoyo vital básico”. Al establecer una vía aérea se debe dar especial atención a la posibilidad de que exista una lesión en la columna cervical. Por lo tanto, en la mayoría de los pacientes lesionados por trauma es esencial la inmovilización temprana. Evaluación de la escena Seguridad: asegúrese de que no existen peligros; recuerde que lo más importante en primer lugar es su seguridad. Escena: evalúe el número de vehículos involu-• crados. Situación: vea qué pasó, cuál es la condición • del paciente, cuántas personas están lesiona- das. Evaluación primaria En este primer contacto con el paciente se deben identificar las condiciones que ponen en peligro su vida para al mismo tiempo, manejarlas. Esto consti- tuye el ABC de la reanimación. Se debe determinar si la víctima esta inconsciente y evaluar si tiene dificultad respiratoria. Es preciso cerciorarse de varias cuestiones: a) Vía aérea permeable; en caso de pacientes traumatizados también se incluye el control de la columna cervical (cuello). b) Buena respiración. c) Circulación con control de la hemorragia. d) Estado neurológico. e) Exponer y explorar a la víctima protegién- dola del ambiente. a) Manejo de la vía aérea y control de la colum- na cervical Se debe evaluar la vía aérea con la intención de saber si se encuentra permeable y no corre el riesgo de obstruirse. Si está cerrada debe abrirse utilizan- do las maniobras de inclinación de la cabeza con MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 21 b) Buena respiración (breathing) No basta con que los conductos respiratorios se en- cuentren libres, ya que una vía respiratoria permea- ble no garantiza el intercambio de gases. La falta de oxígeno pone en peligro la vida de los pacientes; de ahí que la respiración constituya la siguiente prioridad. Corrobore que la respiración sea espontánea; verifi- que la frecuencia y la profundidad de la respiración para determinar si el paciente está movilizando su- ficiente aire. Observe los movimientos del tórax. c) Circulación con control de hemorragias Aun asumiendo que los conductos respiratorios se encuentran libres y que la persona está respiran- Las cifras normales de la respiración son: Niños de meses de 30 a 40 respiraciones por minuto. Niños de hasta seis años de 25 a 30 respiraciones por minuto. Adultos de 16 a 20 respiraciones por minuto. Ancianos menos de 16 respiraciones por minuto. Pulso carótido (adultos y niños) Pulso branquial o humeral (infantes) Evaluación de la circulación (pulso) do, el oxígeno que ha ingresado a los pulmones no podrá llegar a los tejidos si carece de sangre que lo transporte, y si ésta a su vez no cuenta con una “bomba” que la impulse a través de los vasos san- guíneos. La siguiente prioridad es determinar si la víctima tiene o no pulso. En los adultos y los niños el pulso se observa en la arteria carótida (cuello). En los lactantes se palpa en la arteria braquial o humeral (en el brazo). Otros puntos donde se puede palpar el pulso son: en la sien (temporal);• en el cuello (carotídeo);• en la parte interna del brazo (humeral o bra-• quial); en la muñeca (radial y cubital);• en la ingle (femoral).• Una hemorragia externa importante se puede con- trolar en la mayor parte de los casos mediante la aplicación de presión directa sobre el lugar del san- grado en combinación con presión en los sitios de pulso periférico (véase el quinto capítulo). 22 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES hay indicios de que una hemorragia unilateral está comprimiendo el cerebro. e) Exponer y examinar a la víctima protegiéndo- la del ambiente Es importante exponer el tórax, el abdomen y las extremidades de los pacientes respetando su pudor. Como se podrá observar en el capitulo correspon- diente, se les deberá proteger del frío, de la lluvia y del calor intensos. Evaluación secundaria Las cifras normales del pulso para personas en reposo son: Niños de meses de 130 a 140 pulsaciones por minuto. Niños de hasta seis años de 80 a 100 pulsaciones por minuto. Adultos de 60 a 80 pulsaciones por minuto. Ancianos de 60 o menos pulsaciones por minuto. d) Déficit neurológico Aun cuando los conductos respiratorios estén li- bres, el paciente posea un buen intercambio de aire, tenga un buen pulso y no existan hemorragias o éstas sean mínimas, puede haber condiciones que pongan en riesgo la viabilidad del cerebro. Es prioritario determinar el estado de conciencia de la víctima; se puede valorar la gravedad del deterioro observando lo siguiente: A. Alerta (responde espontáneamente a los estímulos del medio). V. Responde a estímulos verbales. D. Responde sólo a estímulos dolorosos. I. Inconsciente o estado de coma (no respon- de a ningún tipo de estímulo). Pupilas. Normalmente, las pupilas se contraen con el estímulo de la luz. Si ambas están dilatadas (más grandes de lo normal) pueden indicar que hay he- morragia dentro del cráneo, agotamiento por ca- lor o drogas tales como cocaína o anfetaminas. Si ambas están contraídas (más pequeñas de lo nor- mal), la causa puede ser una insolación o el uso de narcóticos. Si las pupilas no son de igual tamaño MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 23 Esta tarea no se debe iniciar antes de haber con- cluido la evaluación primaria (ABC) y la fase de re- sucitación. La evaluación secundaria es una exploración física detallada del paciente de la cabeza a los pies junto con la determinación de los signos vitales (respira- ción, pulso, temperatura, color de la piel, presión arterial). Cada región (cabeza, cuello, tórax, ab- domen, extremidades y estado neurológico) debe examinarse particularmente, usando las manos para palpar y el oído para escuchar; adicionalmente sugerimos que a los pacientes que estén conscien- tes se les aplique un interrogatorio médico espe- cialmente dirigido (PREDANESMA) y se registren por escrito los datos que proporcione con el fin de informarlos al personal profesional de atención pre- hospitalaria. PREsentación Dolencia principal ANtecedentes específicos del caso Edad Salud anterior Medicamentos Alergias Adicionalmente se debe determinar: Tipo de sangre• Ingesta de alcohol o drogas• Embarazo en mujeres en edad fértil• Con relación a la exploración física recuerde: No sólo vea, observe• No sólo palpe, sienta• No sólo oiga, escuche• Cabeza Detectar contusiones, laceraciones, heridas, abra- siones, deformidades, anomalías de las pupilas, sa- lida de líquido por la nariz y los oídos. Cuello Palpar el puso carotídeo; palpar la columna cervical en busca de deformidades o dolor, observar si hay desviación de la tráquea o dilatación de las venas. Tórax Hay que buscar deformidades, movimientos para- dójicos, heridas, contusiones. Abdomen Indagar la presencia de equimosis, abrasiones, he- ridas, contusiones. Extremidades Buscar signos de deformidad, heridas, movimien- tos anormales, hematomas. Tratamiento Cualquiera que sea la lesión o agudización de pa- decimiento crónico que el paciente haya sufrido, el orden de prioridades para la evaluación y la aten- ción será el mismo: a) Manejo de la vía aérea y control de la columna cervical Para mantener la vía aérea permeable se pueden hacer dos maniobras: 1. Método de inclinación de la cabeza/eleva- ción del mentón. El primer respondiente co- loca la mano más cercana a la cabeza de la víctima en la frente, y pone la otra mano en la parte ósea del mentón, inclinando la ca- beza hacia atrás en la posición de “olfateo”. 24 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES 2. Método de tracción de la mandíbula. Se uti- liza cuando se sospecha que hay un trauma en el cuello. El primer respondiente deberá colocar dos o tres dedos en ambos lados de la cara de la víctima en el nivel del ángulo de la mandíbula, en la cual hará tracción ha- cia adelante. Los codosdel primer respon- diente descansarán en la superficie en que yace la víctima. Se debe sospechar que existe lesión cervical en todo paciente traumatizado, especialmente si presenta lesiones por encima de las clavículas; asimismo conviene sospechar que hay fractu- ras de cráneo en pacientes que han sufrido una caída de tres o más veces su propia estatura. En todo paciente traumatizado se debe realizar in- movilización del cuello hasta descartar una lesión de la columna cervical. b) Respiración Determinar si el paciente está respirando. El tórax de la víctima debe ser expuesto en su totalidad para valorar sus movimientos; en el paciente que no res- ponde a estímulos verbales y no muestra signos de circulación sanguínea deberán aplicarse maniobras de apoyo vital básico. c) Circulación La suficiencia circulatoria se valora por la calidad, frecuencia y regularidad de los pulsos. Existen varias patologías como deshidratación, traumatismos y sangrados que pueden ocasionar fallas en la circulación del paciente y, por lo tanto, en la distribución del oxígeno. Es esencial una eva- luación rápida del estado de la víctima. Para rea- lizar esta evaluación deben determinarse tres ele- mentos clave que se obtienen en segundos: estado de conciencia, color de la piel y pulsos. Estado de conciencia Cuando el volumen sanguíneo disminuye a la mitad o más del que corresponde al peso del paciente se compromete en forma crítica la perfusión cerebral, lo cual ocasiona diferentes grados de inconscien- cia. Si un paciente está consciente puede suponer- se que la perfusión cerebral no está alterada porque el volumen sanguíneo es suficiente para mantener la oxigenación del cerebro. Color de la piel Un paciente con la piel rosada, sobre todo en las ex- tremidades, raramente sufrirá alteraciones graves; pero si presenta un color grisáceo o palidez de tegu- mentos, seguramente estará en un estado de hipo- volemia o disminución de la oxigenación. Pulso Los pulsos que deben valorarse son: en los menores de un año, el braquial (en la • cara interna del brazo), en los niños de mas de un año y en los adultos, • MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 25 el de la muñeca, la ingle o el cuello (prefiriendo este último para determinar definitivamente su presencia o ausencia). Los pulsos acelerados deben alertar al primer • respondiente para descubrir y detener sangra- dos. Sangrado En caso de que se presenten hemorragias externas, deberá identificarse el sitio del sangrado y contro- larse con presión directa. En caso de hemorragia no se debe aplicar torniquete. d) Evaluación neurológica Al final de la evaluación primaria deberá realizarse una evaluación neurológica rápida para determinar el nivel de conciencia, el tamaño de las pupilas y su respuesta a la luz. Con el método AVDI descrito anteriormente se determina el nivel de conciencia de la víctima de manera rápida y eficaz. Una disminución del nivel de conciencia puede in- dicar una mengua de la oxigenación o perfusión cerebral; de ahí que se deban reevaluar frecuente- mente la oxigenación y la ventilación. e) Exposición y exploración del paciente Se debe desvestir a la víctima para facilitar su ex- ploración. Evaluación secundaria 1) Cabeza Esta evaluación es más detallada e incluye la identi- ficación de todas las lesiones presentes en la cabeza (hematomas, laceraciones del cuero cabelludo, ojos de mapache o equimosis en ambos ojos); deben ser revalorados con frecuencia el tamaño de las pupilas y la respuesta pupilar. a) Trauma maxilofacial En este tipo de trauma lo más importante es deter- minar si existe obstrucción de la vía aérea. b) Deshidratación La víctima presenta ojos hundidos y sequedad de la boca. Los niños lloran sin lágrimas. 26 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES c) Intoxicación o problemas metabólicos Detectar el olor en la boca de la víctima o alteracio- nes de la mucosa. 2) Cuello Todo paciente con lesión traumática por arriba de los hombros se sospechará que presenta lesión de columna cervical, y el cuello deberá ser protegido. Buscar heridas, laceraciones, palpar pulso. 3) Tórax La evaluación del tórax se realizará por su cara an- terior y posterior para identificar datos de insufi- ciencia respiratoria o lesiones traumáticas. 4) Abdomen Es importante la exploración completa de abdomen para determinar si un padecimiento tiene resolu- ción quirúrgica. 5) Extremidades Deben ser evaluadas para determinar los pulsos, el llenado capilar y su coloración y temperatura. En el paciente traumatizado se buscarán contusiones, deformidades y heridas. Resumen El paciente críticamente enfermo o lesionado de- berá ser valorado rápidamente; deben ser conside- radas y efectuadas las prioridades de tratamiento en todo paciente, sin omitir ninguno de los pasos mencionados. MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 27 Objetivos El siguiente capítulo tiene como objetivo gene-ral proporcionar a la población civil los conoci- mientos necesarios para que sea capaz de recono- cer inmediatamente las situaciones que ponen en peligro la vida de las personas y logre mantener con vida a las víctimas que se encuentren en lugares ajenos a un hospital mientras se obtiene atención prehospitalaria y se les traslada a la sala de urgen- cias de una institución apropiada, pese a que el pri- mer respondiente no cuente con el equipo médico necesario. Objetivos específicos El respondiente adquirirá los conocimientos • necesarios para reconocer la urgencia por obs- trucción de la vía aérea por cuerpo extraño y aprenderá a ejecutar las maniobras que más convengan para liberar dicha vía aérea cuando se trate de adultos, niños, bebés, mujeres em- barazadas y personas obesas. El respondiente aprenderá a reconocer un paro • respiratorio y sabrá realizar las maniobras ne- cesarias para mantener la vida de la víctima por medio de ventilaciones artificiales (venti- lación de salvamento). El respondiente tendrá conocimientos suficien-• tes para reconocer un paro cardiorrespiratorio y podrá llevar a cabo las maniobras necesarias para la reanimación cardiopulmonar (RCP). Anatomía del sistema respiratorio Para su estudio y comprensión dividiremos el sis- tema respiratorio en: 1) vía aérea superior y 2) vía aérea inferior. 1) Vía aérea superior Conduce el aire del ambiente al interior del cuer- po y está conformada por: nariz, boca, garganta y laringe. III. Apoyo vital básico Dr. Eduardo Sesma Medrano COEPRA Morelos 28 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES 2) Vía aérea inferior Es una continuación de la vía aérea superior y tam- bién permite el paso del aire llevándolo hasta su destino final: el alvéolo. La vía aérea inferior está integrada por la epiglotis, la tráquea, los bronquios derecho e izquierdo y los alvéolos. Funcionamiento del sistema respiratorio La función primordial del sistema respiratorio es colocar el oxígeno del aire respirado en la sangre y eliminar el dióxido de carbono acumulado en el cuerpo. Todas las células del cuerpo necesitan oxígeno para funcionar, y como éste no lo almacena, necesita abastecerse de él continuamente para mantener el proceso de la vida. La falta de oxígeno puede provocar la muerte. El proceso se inicia cuando quien se encuentra en paro respiratorio y circulatorio no recibe oxígeno por más de 4 minutos. Por lo regular, después de que el organismo ha dejado de recibir oxígeno las células del cerebro comienzan a deteriorarse. Lue- go de 10 minutos el cerebro comienza a morir. Si mueren las neuronas del cerebro ya no podrán re- generarse. Mecánica respiratoria El proceso de ventilación/respiración consta de dos fases: la inspiración o inhalación y la expiración o exhalación. En la inspiración entra oxígeno a los pulmones y en la expiración sale dióxido de carbono de éstos. Anatomía del sistemacardiovascular El aparato circulatorio se compone de 1) corazón, 2) venas, 3) arterias. El sistema cardiovascular o circulatorio está conformado por un conjunto de órganos especializados en transportar la sangre por todo el cuerpo. MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 29 respirar, ya que cada uno de ellos se atiende en diferente forma. Atragantamiento parcial En el atragantamiento parcial la víctima es capaz de respirar y exhalar el aire. Se caracteriza porque la persona tose fuertemente y su voz puede ser escucha- da a pesar de que tose. 1) Corazón Es el órgano más importante del sistema circula- torio; tiene el tamaño de un puño y se encarga de bombear la sangre por todo el cuerpo. Se ubica en- tre los dos pulmones, en el centro del tórax, un poco hacia la izquierda. 2) Arterias Son los vasos sanguíneos que salen del corazón y llevan la sangre a los distintos órganos del cuerpo. Todas las arterias llevan sangre oxigenada. 3) Venas Son también vasos sanguíneos pero mayores que las arterias y corren superficialmente junto a la piel; las venas transportan la sangre pobre en oxígeno de los tejidos hacia el corazón y hacia los pulmones para descargar el bióxido de carbono. Funcionamiento del sistema cardiovascular La función del corazón es bombear sangre a los pul- mones y al cuerpo; las arterias y las venas trans- portan la sangre entre los tejidos del cuerpo y el corazón, ya que en los tejidos se lleva a cabo el intercambio de bióxido de carbono y oxígeno entre las células y la sangre. El corazón del adulto late aproximadamente de 60 a 100 veces por minuto; en cada latido el corazón bombea alrededor de 70 mililitros de sangre, es de- cir, cerca de 5 litros por minuto. El volumen total de sangre de una persona que pesa 150 kilos es de 6 litros aproximadamente. Atragantamiento El atragantamiento parcial o total es una emergen- cia que puede causar la muerte en pocos minutos si no se actúa rápido. El reconocimiento temprano del atragantamiento hace la diferencia. Es importante distinguir esta emergencia de un desmayo, una embolia, un infar- to, convulsiones, sobredosis de drogas y otros pro- blemas que causen una repentina dificultad para 30 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES Características de las personas con atragantamien- to total: tos débil;• no respiran;• no pueden hablar, quejarse, toser ni llorar;• ausencia de sonidos respiratorios y movimien-• tos toráxicos; piel morada;• desmayo.• En caso de que usted no escuche a la víctima emitir sonidos, deberá preguntarle: ¿Se está usted atragantando? Si sólo afirma con la cabeza y observa el “signo uni- versal del atragantamiento”, la víctima está sufrien- do un atragantamiento total y usted debe actuar inmediatamente. El siguiente paso después de identificar el atragan- tamiento total en la víctima es desalojar el objeto por medio de la maniobra de Heimlich. Características de las personas con atragantamien- to parcial: tosen fuertemente;• se escuchan silbidos y ronquidos en la respi-• ración; piel morada;• respiración forzada:• aleteo nasal.• Lo primero que se debe hacer es identificarse con la víctima y los curiosos y darle la seguridad de que usted está preparado para atender su emergencia; de inmediato le pedirá permiso para auxiliarla. Su voz tiene que ser firme, mostrar que está seguro de lo que hace y de lo que sabe. Ejemplo: Mi nombre es Juan, estoy capacitado, ¿puedo auxi- liarte? Una vez que la víctima haya consentido en que us- ted la ayude, debe colocarse a un lado de ella y animarla a que continúe tosiendo y esforzándose por respirar durante el tiempo que sea necesario hasta que arroje el objeto o se le tapen totalmente las vías respiratorias. Ejemplo: “Tosa, ¡siga tosiendo! , hágalo con fuerza, no se preocupe, yo lo estoy ayudando”. No interfiera con el atragantado, ya que él debe arrojar el objeto por sí mismo; sólo hay que per- manecer con él y vigilar en qué condición se en- cuentra. Si el atragantamiento parcial continúa es preciso activar el sistema médico de emergencias. Atragantamiento total A las víctimas con atragantamiento total se les dis- tingue inmediatamente porque son incapaces de hablar, respirar o toser, y el signo universal caracte- rístico es que se llevan las manos al cuello y aprie- tan con los dedos gordo e índice la garganta. MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 31 Maniobra de Heimlich en un adulto o un niño consciente El responsable procederá a sacar manualmente el objeto de la vía respiratoria. Esta técnica comprime el abdomen y crea una presión que empuja (sube) el abdomen hacia el pecho, con lo cual se aumenta la presión en los pulmones. Como consecuencia se provoca una tos artificial que contribuye a la expul- sión del objeto: 1) Debe llevar a la víctima a un lugar seguro, amplio, donde usted pueda moverse con li- bertad y, en caso de que la víctima se des- maye, tenga espacio en el suelo para seguir realizando la maniobra. 2) Colóquese de pie por detrás de la víctima. Su cuerpo debe estar de lado con relación a la espalda del atragantado. Se recomienda que sus pies se encuentren separados, re- basando un poco el ancho de sus hombros. Una de sus piernas debe colocarse entre las piernas de la víctima. Esto le proporcionará una mejor base de apoyo y estabilidad en caso de que el accidentado se desmaye. Si se trata de niños, deberá estar arrodillado. 3) Posteriormente debe rodear al atragantado con sus brazos a la altura de la cintura. Es importante que mantenga sus codos separa- dos de las costillas para no lastimarlo. Con una de sus manos localice el ombligo; dos dedos por arriba de éste se coloca el puño de la mano de lado, procurando que el dedo gordo quede sobre la línea media del abdo- men, por arriba del ombligo. 4) Apriete este puño con la otra mano, la que empleó para buscar el ombligo, y presiónelo hacia el abdomen de la víctima con rápidas compresiones hacia adentro y hacia arriba. 5) Debe repetir las compresiones hasta que la víctima tosa, arroje el objeto y empiece a respirar o a toser fuertemente, o hasta que se desmaye, en cuyo caso habrá de seguir los procedimientos correspondientes al tra- tamiento para desmayados o será relevado por los técnicos en urgencias médicas u otro personal entrenado. Nota: La técnica comentada puede también apli- carse si la víctima se encuentra sentada. En este caso, arrodíllese detrás del atragantado y rodee la cintura con sus brazos. Realice las compresiones abdominales según se explicó. Maniobra de Heimlich en gordos y embarazadas Cuando se trata de atragantados que tienen un es- tómago muy grande donde no se puede alcanzar el vientre, como las embarazadas en los últimos me- 32 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES Maniobra de Heimlich modificada en gordos y embarazadas En individuos con una circunferencia abdominal muy grande, en obesos y embarazadas se deberán aplicar compresiones torácicas externas. Arrodíllese a un costado de la víctima; observe el tórax para lo- calizar el punto medio del esternón y colocar el ta- lón de una mano sobre esta región y la otra encima de ésta; aplique cinco compresiones rápidas para hacer que descienda el tórax y con esto aumente la presión para expulsar el cuerpo. Atragantamiento total en un adulto o un niño desmayados Si usted observa que el atragantado se desmaya, deberá activar de inmediato el sistema médico de emergencias. 1) Acueste a la víctima en el suelo, apoyándose en su cuerpo y en la posición de sus piernas para que ésta no se golpee y usted no se lastime la espalda; ses o las personas muy obesas, colóquese por detrás de la víctima, rodéela con sus brazos, pero esta vez por debajo de las axilas, de manera que sus manos se encuentren sobre el pecho. 1) Una vez ahí localice el borde de las costi- llas con sus dedos y siga el borde hasta en- contrar el puntomedio, coloque dos dedos sobre este punto, empuñe la otra mano y coloque el dedo gordo del puño justamente sobre los dedos de su primera mano (la que llegó en medio del pecho). 2) El puño debe hallarse aproximadamente en la parte media del pecho. Apriete su puño con la otra mano y oprima el pecho rápida- mente. 3) Debe repetir las compresiones hasta que la víctima tosa, arroje el objeto, empiece a res- pirar o a toser fuertemente, o se desmaye, en cuyo caso se deberán seguir los proce- dimientos correspondientes al tratamiento para desmayados, o en su caso será relevado por los técnicos en urgencias médicas u otro personal entrenado. MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 33 colóquela con el dorso sobre el piso, la cara orienta- da hacia arriba y los brazos a los lados del cuerpo. 2) Inmediatamente debe tratar de localizar y ex- traer el cuerpo extraño ejecutando la técnica de “barrido” con el dedo. Es muy importante que an- tes de ejecutar este procedimiento el rescatador tenga puestos unos guantes de látex para evitar el contacto con la sangre o los líquidos corporales de la víctima. Técnica de “barrido” con el dedo Abra la boca de la víctima; con su dedo pulgar de- tenga la lengua y levántela hacia arriba para sepa- rarla del fondo de la garganta y del cuerpo extraño; con esta acción la lengua se despega de la parte posterior de la garganta y se aleja de cualquier ob- jeto que pueda estar alojado allí. Dicha maniobra puede eliminar parcialmente la obstrucción, pero si no ocurriera así, con la otra mano realice la técnica del “barrido”: introduzca y deslice el dedo índice en forma de gancho formando una “C” hacia abajo y recorriendo la mejilla por dentro hasta llegar a la garganta; use un movimiento de enganche hacia la otra mejilla para extraer el objeto extraño de la boca; sólo en el caso de que pueda ver el objeto “bárralo” y engánchalo para sacarlo. Esté alerta por si la víctima intenta morder sus dedos. Si no logró retirar el cuerpo extraño después de ha- berlo buscado, abra la vía aérea y aplique dos venti- laciones lentas y profundas (respiración de rescate), ya que en cuatro minutos puede iniciarse la muerte biológica con un daño cerebral irreversible. Es de vital importancia que se intente pasar aire hacia los pulmones aun cuando siga obstruida la vía aérea. Si la obstrucción persiste, reposicione la cabeza y trate nuevamente de administrar una ven- tilación de rescate. Si no pasa aire deberá iniciar la maniobra de Heimlich modificada. Maniobra de Heimlich modificada 1) Póngase a horcajadas (piernas separadas) sobre la víctima, con las rodillas en el suelo y fuera de la parte inferior de los muslos de la víctima. En caso de niños de 1 a 8 años, el rescatador se deberá arrodillar en el nivel de los pies de éstos. 2) Busque el ombligo del atragantado y dos dedos por arriba de éste coloque el talón de la palma de su mano contra el abdomen 34 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES de VOS (ver, oír y sentir) respecto a la pre- sencia de pulso, y si A, B y C se encuentran presentes, se procederá a colocar a la vícti- ma en posición de seguridad (sólo si sigue inconsciente y no hay trauma en el cuello). Si después de extraer el cuerpo extraño y tras apli- car la técnica de VOS se advierte que la víctima no respira espontáneamente (pero sí tiene pulso), usted debe comenzar las maniobras de ventilación de salvamento. Obstrucción de la vía aérea en el bebé Obstrucción parcial en el bebé El responsable debe reconocer los síntomas de obs- trucción parcial de la vía aérea por cuerpo extraño: tos enérgica, aleteo nasal, ruidos respiratorios, llan- to y ronquidos. 1) No debe dejar de observar al bebé; es pre- ciso que active el sistema de atención pre- hospitalaria de urgencias médicas o lo lleve adonde pueda recibir atención médica es- pecializada. 2) Acueste al infante sobre uno de sus brazos boca abajo; asegure con los dedos de su mano la cabeza y el cuello, de manera que la cabeza se encuentre más abajo que el resto del cuerpo inclinado con el fin de que la gra- vedad ayude a que el objeto extraño no se introduzca en la vía aérea. (línea media) de la víctima, por arriba del ombligo de ésta y por debajo de la punta del esternón. Los dedos deben apuntar hacia la cabeza del atragantado. 3) Entrelace los dedos de su mano libre con los de la mano que colocó en el abdomen. Asegúrese de que sus codos estén rectos, to- talmente extendidos, incline hacia adelante sus hombros y presione enérgicamente so- bre el abdomen (la fuerza debe partir desde los hombros). 4) Aplique cinco compresiones rápidas hacia adentro y hacia arriba usando ambas ma- nos; recuerde contar en voz alta mientras realiza las compresiones. 5) Después de realizar la maniobra de Heimlich modificada efectuará nuevamente la técni- ca del “barrido” del dedo; sólo si puede ob- servar el objeto, retírelo. Si no logra sacar el cuerpo extraño, abra la vía aérea con la téc- nica antes descrita y proporcione dos ven- tilaciones; si hay resistencia en la entrada del aire, vuelva a realizar el procedimiento descrito cuantas veces sea necesario hasta que desaloje el cuerpo extraño de la vía aé- rea de la víctima. 6) Si expulsa el cuerpo extraño es necesario reposicionar la vía aérea y proporcionar dos ventilaciones; si el aire pasa libremente a los pulmones se debe corroborar la respira- ción espontánea de la víctima con la técnica MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 35 Obstrucción total en el bebé El siguiente procedimiento sólo se debe realizar si el rescatador observa el momento en que el infante consciente se atraganta o si existe una fuerte sospecha de esto, o si la dificultad respira- toria por obstrucción parcial empeora y la tos no despeja la obstrucción. 1) Observe si hay dificultad respiratoria, si el infante puede llorar (¿es débil?) o toser (¿la tos es efectiva?); observe la coloración del infante para percibir si están morados sus labios, lengua o uñas. Si determina la pre- sencia de una obstrucción total de la vía aé- rea por cuerpo extraño active el sistema de atención prehospitalaria de urgencias médi- cas e inicie el auxilio con las maniobras de golpes en la espalda y compresión torácica. 2) Para ejecutar esta maniobra usted debe es- tar de pie o sentado, sostener la cabeza y el cuello del infante con una mano, aseguran- do firmemente su mandíbula y cuello entre el pulgar y los dedos opuestos; recuéstelo boca abajo sobre su antebrazo y sobre la palma de su mano, con la cabeza más abajo que el tronco; descanse el antebrazo sobre su muslo. Con el talón de su otra mano, aplique cinco (5) golpes distintos y separados, con fuerza, entre la espalda y las paletillas, empleando la palma de la otra mano. 3) Enseguida coloque al infante boca arriba, la espalda sobre su antebrazo, apoyado sobre su muslo coloque al bebé entre sus manos y antebrazo en posición de “sandwich”, y con su mano libre (la que estaba aplicando los golpes en la espalda) debe sostener por detrás la cabeza y cuello del bebé mientras la otra mano se mantiene en su lugar (con- tinúa soportando el mentón, cuello y pecho del infante). Con el bebé boca arriba y la cabeza más baja que el tronco, baje su antebrazo hasta el muslo de manera que pueda apoyarse en su pierna; el infante debe estar entre el ante- brazo y el tronco del rescatador, apoyando una de las piernas entre las axilas del soco- rrista. 36 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES camente hasta que llegue el personal técni- co en urgencias médicas. Si el bebé expulsa el cuerpo extraño, pero al evaluarlo con la técnica de VOS (ver, oír y sentir la respiración) no respira espontá- neamente pero sí tiene pulso, al igual que en el adulto y el niño debe usted iniciar las maniobras de ventilación de salvamento. Obstrucción total en el bebé inconsciente 1) Elprimer paso es evaluar si el bebé está in- consciente tocándolo o agitando suavemen- te el hombro, pellizcando su cuerpo, o gol- peando con mucho cuidado la planta de sus pies. Si no hay respuesta a estos estímulos no pierda más el tiempo y active el sistema de atención prehospitalaria de urgencias médicas. 2) Acueste al bebé boca arriba sobre una su- perficie dura y firme sosteniendo la cabeza y el cuello; coloque su cabeza en posición neutra y abra la vía aérea. 4) Acto seguido realizará compresiones torá- cicas a la mitad de su pecho; para localizar ésta área anatómica ubique tres dedos so- bre el esternón. Coloque los dedos anular, medio e índice de la mano que no se en- cuentra apoyando la cabeza del infante so- bre el esternón. Levante el dedo anular. En estos momentos los dedos medio e índice deben hallarse en adecuada posición para iniciar las compresiones torácicas. Aplique cinco compresiones toráxicas. Para prevenir la posibilidad de lesionar órganos internos se debe tener mucho cuidado de no ejercer presión sobre la parte final del es- ternón; la profundidad de la depresión debe variar entre medio y un centímetro. 5) Si el infante expulsa el cuerpo extraño y comienza a respirar con naturalidad, se le colocará en posición de seguridad si se en- cuentra inconsciente; es necesario mante- ner la vía respiratoria abierta revisando la respiración y reevaluando el pulso periódi- MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 37 3) Acto seguido busque el cuerpo extraño; in- tente ver el objeto, colóquese de pie si el bebé se encuentra en una mesa, o arrodílle- se a un costado de la cabeza del infante si está en el suelo. Tome la lengua y la mandíbula inferior entre su pulgar y sus dedos; el pulgar del rescata- dor debe estar en la boca del infante, sobre la lengua, y los dedos acomodados alrededor del mentón inferior. Levante la lengua y la mandíbula hacia arriba; intente observar el cuerpo extraño, y sólo si puede verlo trate de extraerlo con la “técnica de barrido” em- pleando el dedo meñique de la mano que está cerca de la cabeza del infante doblán- dolo en forma de gancho. 4) Si no logra sacar el cuerpo extraño, con la vía aérea abierta aplique dos respiraciones lentas y suaves, asegurándose de cubrir y sellar la boca y la nariz del bebé con sus la- bios e insufle en una ocasión en forma lenta y suave. Si la ventilación no entra a los pul- mones, intente nuevamente la respiración, reacomode la cabeza y verifique el perfecto sellado de boca y nariz. 5) Si no pasa el aire, usted deberá aplicar las maniobras antes descritas para desobstruir la vía aérea por cuerpo extraño en el bebé, que consisten en aplicar cinco golpes entre los omoplatos de su espalda y de cinco com- presiones torácicas en el esternón. 6) Nuevamente abra la boca del bebé, levante la quijada y la lengua y remueva cualquier cuerpo extraño que vea empleando el dedo meñique en forma de gancho (barrido del dedo). 7) Con la vía aérea abierta realice nuevamente una insuflación lenta y suave; de no ser exi- tosa, reacomode la cabeza del bebé y verifi- que con su boca el sellado de la boca y nariz de éste e intente ventilar nuevamente. 38 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES 8) Debe usted continuar con estos ciclos has- ta que la obstrucción se despeje o pase aire al ventilar y el infante respire espontánea- mente, tosa, llore, o llegue el personal téc- nico en urgencias médicas. 9) Si expulsa el cuerpo extraño y comienza a respirar con naturalidad, el bebé se coloca en posición de seguridad si se encuentra inconsciente; es necesario mantener la vía respiratoria abierta, revisando la respira- ción y reevaluando el pulso periódicamente hasta que llegue el personal técnico en ur- gencias médicas. 10) Si el bebé expulsa el cuerpo extraño, pero al evaluarlo con la técnica de VOS (ver, oír y sentir la respiración) no respira espontánea- mente pero sí tiene pulso, al igual que en el adulto o en el niño, debe usted iniciar las maniobras de ventilación de salvamento. Ventilación de salvamento El ser humano no posee la capacidad de almacenar oxígeno, de ahí que la falta de este gas pueda cau- sar la muerte biológica del accidentado en pocos minutos. Después del paro respiratorio, los pulmones y el corazón siguen oxigenando la sangre por algunos minutos y así se mantienen en buen estado el cere- bro y algunos otros órganos; por esta razón es im- portante que usted, como responsable, identifique esta condición y actué inmediatamente. Para que la evaluación y las maniobras sean efec- tivas la víctima debe estar acostada boca arriba en una superficie firme y plana; si se encuentra boca abajo es necesario voltear cabeza, cuello y tronco en forma simultánea, en un solo bloque, girándola para colocarla boca arriba, con los brazos a los cos- tados del tronco; el responsable deberá colocarse a un lado de ella. MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 39 Ventilación de salvamento ¿ATRAGANTADO? Analizar la seguridad, escena y situación del incidente PARCIAL TOTAL Promover que la víctima siga tosiendo ACTIVAR EL SISTEMA MÉDICO DE URGENCIAS EVALUAR ESTADO Maniobra de Heimlich Maniobra de Heimlich modificada ¿DESOBSTRUYE? ¿Respira? EVALUAR ESTADO EN POSICIÓN DE SEGURIDAD Proporcionar ventilación de salvamento y continuar con la maniobra de Heimlich. 5X1 1X5X12 ¿Tiene pulso? Reanimación cardiopulmonar 15X2X4 ¿Respira? ¿Respira y tiene pulso? EVALUAR ESTADO EN POSICIÓN DE SEGURIDAD ¡SUSPENDER! Cansancio extremo Relevo Atención prehospitalaria Lugar inseguro SÍ NO SÍ NO SÍ NO NO SÍ NO SÍ NO 40 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES Recuerde que no debe presionar mucho los tejidos que se encuentran alrededor de la garganta; la boca no debe estar completamente cerrada, a menos que la técnica de ventilación boca-nariz sea la elegida para la víctima. Si el accidentado tiene dentadura postiza o suelta, deberá retirarla, ya que en la maniobra se tiene que sellar fácilmente boca con boca. Evaluar la ventilación Para una correcta evaluación coloque su oído cerca de la boca y la nariz de la víctima manteniendo la vía aérea abierta; observe al mismo tiempo el tórax con la técnica de VOS. a) Vea el tórax subir y bajar. b) Escuche el escape del aire en la exhalación. c) Sienta el aliento de la víctima Si el tórax no se levanta ni baja y no escucha la respiración, la víctima NO ESTÁ RESPIRANDO. En general, en las víctimas con paro respiratorio se observa coloración azulada en la lengua, labios y uñas (cianosis), y es posible que se muestre confu- sión o se presente un desmayo, lo que confirma la interrupción de la respiración. Siguiendo el ABC de la evaluación primaria, el res- catador debe asegurar la vía aérea con el control de la columna. Si no hay evidencia de golpes en la cabeza o el cuello, el respondiente deberá utilizar la técnica de inclinación de la cabeza y elevación del mentón para liberar la vía aérea de la víctima. Rápidamente removerá algún cuerpo extraño o vómito que sea visible en la boca. Limpiará los líquidos que estén fuera de la boca con los dedos índice y medio (usando guantes). Reali- zará la extracción de algún material sólido con el dedo índice. Maniobra de inclinación de la cabeza y eleva- ción del mentón Para realizar esta maniobra coloque una mano so- bre la frente de la víctima y aplique fuerza sobre ella de manera que la cabeza se incline hacia atrás, y con la otra mano coloque sus dedos índice y me- dio sobre la mandíbula y levante la barbilla. Esta maniobra detiene la mandíbula inferior e inclina la cabeza. MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 41 Si la víctima tiene pulso pero aún continúa sin res- pirar, insufle (una vez) cada cuatro o cinco segun- dos a un ritmo aproximado de 10 a 12 insuflaciones por mnuto. En niñose infantes se administra una ventilación cada tres segundos (veinte insuflaciones por minu- to). Para asegurar que se mantiene este ritmo de respiración artificial se recomienda contar como sigue: Deberá tomar la insuflación como el primer número contado, es decir, al insuflar hará de cuenta que ya contó en voz alta el número uno e iniciará el con- teo desde el número dos. Ejemplo: “y dos”, “y tres”, “y cuatro”, “uno”, ventilo, “y dos”, “y tres” “y cuatro”, “dos”, ventilo, “y dos... Así, al terminar el conteo usted no hace mención del quinto segundo, sino del número que corres- ponde al ciclo contado. Es muy importante que entre estos cinco segundos usted mantenga su oído o mejilla cerca de la boca de la víctima para determinar si regresa la respira- ción, y también que su mano siga palpando el pul- so, de manera que si se ausentara la circulación de inmediato reinicie la reanimación cardio-cerebro- pulmonar. Tanto en los adultos como en los niños e infantes se reevalúan el pulso y la respiración después del primer minuto de ventilación de salvamento. Así, al terminar el ciclo número 12, esta evaluación se llevará a cabo durante cinco segundos con la téc- nica de VOS. Si la víctima recobró la respiración en forma espon- tánea y tiene pulso pero aún se encuentra desma- yada, es importante acomodarla en la posición de seguridad. Respiración de salvamento boca a boca Si la víctima no respira, manteniendo la vía aérea abierta coloque su mano sobre la frente de ésta y cierre las fosas nasales con sus dedos índice y pul- gar de la mano que está utilizando para presionar la frente y mantener la cabeza inclinada hacia atrás; coloque su boca sobre la de la víctima y séllela; si se trata de un niño (de 0 a 1 año), nunca incline demasiado la cabeza de éste como en caso del adul- to, y cubra su nariz y su boca simultáneamente, y creando un sello hermético, administre dos venti- laciones lentas y completas, de 1 a 2 segundos cada una (1 a 1½ segundos para infantes y niños): Si toma un buen respiro antes de cada ventilación ofrecerá la mayor cantidad de oxígeno posible a la víctima. Puede comprobar que está dando ventila- ción adecuada si ve que el pecho se levanta y cae con cada respiración y puede escuchar y sentir que el aire se escapa con cada exhalación. Al apartar su boca, permita que la víctima exhale pasivamente; si durante el primer intento ventila- torio el aire no pasa a los pulmones de la víctima, reposicione la cabeza de ésta o reabra la vía aérea empleando la técnica de tracción mandibular, tome aire e insufle de nuevo. 42 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES Si sigue en paro respiratorio, desde ese momento ya no debe detenerse la respiración de salvamento; continué a menos que ocurra una de las siguientes situaciones: Que la víctima respire espontáneamente. • Que se ausente el pulso. En esta situación se • debe iniciar la resucitación cardiopulmonar (RCP). Que reciba ayuda de los técnicos en urgencias • médicas. Que el rescatador se encuentre muy agotado • físicamente y esto le impida continuar admi- nistrando las respiraciones artificiales. Que la escena de emergencia se haya vuelto • muy peligrosa para el responsable. Ventilación de salvamento en infantes y ni- ños. Para mantener la vía aérea abierta en los niños nunca incline su cabeza hacia atrás tan lejos como en los adultos, sino sólo levemente (posición de “aspiración”), en posición neutral. Para administrar la ventilación en bebés cubra la boca y la nariz simultáneamente, formando un se- llado hermético. En los niños, al igual que en los adultos, se cubre sólo la boca durante las insufla- ciones. En los bebés administre únicamente pequeños so- plos de aire, sólo el necesario para levantar el pecho; un exceso podría provocar distensión gástrica. Tanto en los niños como en los bebés comience con dos ventilaciones, evalué la vía aérea y el pulso; si la víctima continúa sin respirar sople cada tres segundos (20 ventilaciones por minuto); cada ven- tilación debe durar de 1 a 1½ segundos. Al primer minuto de ventilaciones de salvamento (los prime- ros veinte ciclos) se deben evaluar la vía aérea y la presencia del pulso. MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 43 Ventilación de salvamento VÍCTIMA Analizar la seguridad, escena y situación del incidente PARCIAL Evaluación rápida simultanea ABC ¿Respira? ACTIVAR EL SISTEMA MÉDICO DE URGENCIAS EVALUAR ESTADO EN POSICIÓN DE SEGURIDAD Vía aérea permeable Técnica de levantamiento mandibular Técnica de barrido con el dedo Proporcionar dos insuflaciones ¿Respira? ¡SUSPENDER! Cansancio extremo Relevo Atención prehospitalaria Lugar inseguro Reposicione la vía aérea Técnica de levantamiento mandibular Proporcionar ventilación de salvamento 1X5X12 ¿Respira? 44 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES Reanimación cardiopulmonar Paro cardiorrespiratorio Es la interrupción brusca, inesperada y reversible de la circulación y la respiración espontáneas. Es diferente a la muerte natural por envejecimiento biológico o enfermedad terminal. Para revertir esta situación usted debe iniciar la re- animación cardiopulmonar mediante dos acciones: proporcionar ventilación asistida y bombear sangre de manera artificial al cuerpo por medio de compre- siones cardiacas. Ventilación asistida Abra la vía aérea, ocluya la nariz de la víctima con el índice y el pulgar de la mano que tiene en su frente. Haga una inspiración profunda para llenar sus pulmones con oxígeno, coloque los labios alre- dedor de la boca de la víctima asegurando un sella- do hermético. Insufle lenta y profundamente mientras observa su tórax, que habrá de elevarse como en una respira- ción normal. Si esto no ocurre, reposicione la vía aérea como en el caso de la obstrucción. Separare su boca de la víctima y verifique que des- cienda el tórax cuando sale el aire; evalué la venti- lación con la técnica de VOS. Debe usted aprender a buscar signos de circulación, como la respiración normal, tos o movimientos de respuesta a las ventilaciones de salvamento (aplica- dos a las víctimas de todas las edades). Debe saber diferenciar entre una respiración normal y una res- piración agónica. Compresiones torácicas Las compresiones del pecho en RCP son seriadas y consisten en aplicar compresiones rítmicas sobre la mitad del pecho. Para optimizar el efecto de las compresiones y las corrientes de sangre con dirección al cerebro, la víctima debe estar en posición horizontal, en una MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 45 superficie firme y plana durante las compresiones de pecho, y el reanimador habrá de permanecer hincado a su lado. Coloque los dedos sobre el borde de las costillas; deslice los dedos índice y medio de la mano más próxima a los pies de la víctima hasta donde las costillas se unen con el esternón, en el centro del pecho. Ponga la palma de la mano en el esternón, tras los dedos índice y medio de la primera mano. Al liberar ésta entrelace los dedos de arriba para que queden paralelas; asegúrese de que la presión no se apli- que sobre las costillas ni sobre el estómago ni en la punta del esternón para no fracturar ni lesionar los órganos. Enseguida extienda los brazos y trabe los codos, de manera que sus hombros queden alineados con sus manos para poder presionar directamente abajo del pecho. La presión realizada hará bajar el pecho de un adul- to de tamaño normal de 4 a 5 cm; para lograr tener un pulso en las víctimas muy grandes, se necesita aplicar compresiones más profundas. Reanimación cardiopulmonar en el adulto Para una resucitación efectiva de la víctima con paro cardiopulmonar deben combinarse la ventila- ción de salvamento y las compresiones de pecho, es decir, dos ventilaciones de salvamento lentas y profundas con una duración mayor de 2 segundos por quince compresiones torácicascontinuas, para lo cual se recomienda que participen uno o dos res- catadores. Mientras realiza las compresiones torácicas usted debe ejecutar el conteo de las compresiones de la siguiente manera: Ejemplo: “y uno”, “y dos”, “y tres”, “y cuatro”, “y cin- co”, “y seis”, “ y siete”, “ y ocho”, “y nueve”, “y diez”, once, doce, trece, catorce, uno. Enseguida abrirá la vía aérea y proporcionará dos ventilaciones de salvamento lentas y profundas de una duración de 2 segundos cada una. Reanimación cardiopulmonar por dos rescatadores En la RCP por dos rescatadores uno de ellos se colo- cará al lado de la víctima, hará las compresiones de pecho y vigilará que las ventilaciones realizadas por su compañero sean efectivas. El otro respondiente se quedará cerca de la cabeza, mantendrá la vía aé- rea permeable, revisará el pulso en la carótida para verificar la efectividad de las compresiones de pe- cho y dará respiración de rescate. El rango de com- presión para dos rescatistas que den RCP es de 100 por minuto. El rango de compresión-ventilación es 46 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES Al igual que en el adulto, lo primero que debe rea- lizar el rescatador es identificar la urgencia, saber observar los signos de paro cardiorrespiratorio. Acto seguido activará el sistema médico de urgen- cias, ya que se encuentra ante una situación de vida o muerte. Las compresiones torácicas en el niño se realizan sobre la mitad del pecho con una sola mano, te- niendo la precaución de no comprimir el apéndice xifoides; levante sus dedos para no ejercer presión sobre las costillas del niño. Presione el esternón aproximadamente 2 a 4 cm; después de cada compresión disminuya la presión y deje que el tórax recupere su posición normal, pero no despegue las manos de la superficie del pecho. Las compresiones torácicas se realizarán en un ran- go de 100 compresiones por minuto, lo que repre- senta 2 compresiones por segundo. Después de 5 compresiones abra la vía aérea y rea- lice una ventilación de salvamento (lenta y gentil), observando que el tórax se levante con la insufla- ción. Reposicione su mano en el esternón y efectué otras 5 compresiones. de 15 compresiones por 2 ventilaciones de salva- mento, con una pausa por ventilación de 2 segun- dos cada una hasta que la vía aérea esté segura. La exhalación ocurre entre las 2 respiraciones y duran- te la primera compresión de pecho del siguiente ci- clo. Cuando la persona desarrolla las compresiones de pecho se fatiga; de ahí que los rescatistas deban cambiar sus posiciones con la mínima interrupción posible de las compresiones del pecho. Los rescatistas deben vigilar la condición de la víc- tima para verificar la efectividad del esfuerzo del rescate. La persona que ventila asume la responsabilidad de vigilar los signos de circulación; debe vigilar el pulso carotídeo durante las compresiones de pecho e informar a su compañero sobre la calidad de las compresiones torácicas. Ejemplo: buenas compresiones o malas compresio- nes, todo depende de la percepción del pulso. De igual forma, quien realiza las compresiones to- rácicas deberá vigilar que el tórax se eleve y des- cienda con cada insuflación e informará a su com- pañero. Ejemplo: buenas ventilaciones o malas ventilacio- nes, dependiendo del paso del aire a los pulmones. Al completar 4 ciclos de 2 ventilaciones de salva- mento por 15 compresiones torácicas, se deberán reevaluar durante 10 segundos los signos de respi- ración y circulación. Reanimación cardiopulmonar en el niño menor de 8 años Los niños mayores de 8 años se manejan como si fueran adultos; de ahí que la reanimación cardio- pulmonar se realice con 15 compresiones por 2 ven- tilaciones de salvamento, con una pausa por venti- lación de 2 segundos. MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 47 Continué las compresiones torácicas y las ventila- ciones de salvamento en ciclos de 1 ventilación por 5 compresiones torácicas; estos ciclos se realizan con 1 o 2 dos respondientes. Al ejecutar 20 ciclos de 1 ventilación de salvamen- to por 5 compresiones torácicas se cumple exacta- mente un minuto; hay que reevaluar entonces la presencia de signos de respiración espontánea o de circulación, como tos o movimientos inducidos por las maniobras. Reanimación cardiopulmonar en el niño menor de un año Verifique la presencia de signos de respiración y circulación durante 10 segundos; si la víctima no tiene tales signos o los latidos del corazón son me- nos de 60 por minuto y muestra signos de pobre perfusión, se deberán iniciar las compresiones to- rácicas. El método de localización del punto de compresión torácica consiste en recorrer con un dedo de la mano más cercana las extremidades inferiores de la víctima a lo largo del reborde costal del bebé y lo- calizar el punto de unión entre las costillas y el es- ternón; colocar el dedo sobre el final del esternón, donde se encuentra el apéndice xifoides; disponer enseguida los dedos medio y anular por arriba de esta marca y encontrar así el sitio adecuado para realizar las compresiones. Mientras tanto, sujete con la otra mano la cabeza de bebé manteniendo la vía aérea en una posición neutra. Presione el esternón con los dedos anular y medio haciendo descender el tórax aproximada- mente de 1 a 2 cm; después de cada compresión dis- minuya la presión del esternón y deje que el tórax alcance su posición normal, pero no despegue las manos de la superficie del pecho. Las compresiones torácicas se realizarán en un ran- go de 100 por minuto, es decir, 2 compresiones por segundo. Después de cinco compresiones abra la vía aérea y efectúe 1 ventilación de salvamento (lenta y gen- til), observando que el tórax se levante con la in- suflación. Reposicione su mano en el esternón y efectué nue- vamente 5 compresiones. 48 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES Continué las compresiones torácicas y las ventila- ciones de salvamento en ciclos de 1 ventilación por 5 compresiones torácicas; estos ciclos se realizan con 1 o 2 respondientes. Al realizar 20 ciclos de 1 ventilación de salvamen- to por 5 compresiones torácicas se cumple exacta- mente un minuto y hay que reevaluar entonces la presencia de signos de respiración espontánea o de circulación, como tos o movimientos inducidos por las maniobras. Reanimación cardiopulmonar en recién nacidos Verifique la presencia de signos de respiración y circulación durante 10 segundos; si la víctima no tiene tales signos o los latidos del corazón son me- nos de 60 por minuto y muestra signos de pobre perfusión, se deberán iniciar las compresiones to- rácicas. Conforme a la técnica de compresión torácica debe usted rodear con las dos manos el tórax del bebé y localizar con los dedos pulgares un punto en el pecho que pase exactamente a la distancia de un dedo por debajo de una línea imaginaria entre las tetillas. Presione con ambos pulgares el esternón haciendo descender el tórax de 1 a 2 cm aproximadamente; después de cada compresión disminuya la presión del esternón y deje que el tórax recupere su po- sición normal, pero no despegue las manos de la superficie del pecho. Las compresiones torácicas se realizarán en un ran- go de 100 por minuto, es decir, 2 compresiones por segundo. Después de las 5 compresiones, el segundo resca- tador abrirá la vía aérea y realizará 1 ventilación de salvamento (lenta y gentil), observando que el tórax se levante con la insuflación. Reposicione sus manos en el esternón y efectué nuevamente 5 compresiones. Continúe las compresiones torácicas y las ventila- ciones de salvamento en ciclos de 1 ventilación por 5 compresiones torácicas; estos ciclos se realizan con 1 ó 2 respondientes. Al realizar 20 ciclos de 1 ventilación de salvamen- to por 5 compresiones torácicas se cumple exacta- mente un minuto y hay que reevaluar entonces la presencia de signos de respiración espontánea o de circulación, como
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