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MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 1
Manual para la formación de primeros
respondientes en primeros auxilios
Centro Nacional para la Prevención de Accidentes
2 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
Manual para la formación de primeros 
respondientes en primeros auxilios
Centro Nacional para la Prevención de Acciden-
tes. 
Todos los derechos reservados.
Ninguna parte de esta publicación debe ser repro-
ducida o retransmitida en alguna forma o medio sin 
el permiso por escrito del Centro Nacional para la 
Prevención de Accidentes. Dirija su solicitud a:
Centro Nacional para la Prevención de Accidentes
Guadalajara 46 – 3
Colonia Roma Norte, Delegación Cuauhtémoc
México, D.F. C.P. 06700
Teléfono: (55) 55 53 94 47 / 55 53 96 91
Fax: (55) 55 53 96 91
www.cenapra.salud.gob.mx
Publicaciones del Centro Nacional para la 
Prevención de Accidentes
Las publicaciones del Centro Nacional para la Preven-
ción de Accidentes ofrecen información derivada de 
la investigación propia y de sus colaboradores. Son 
investigaciones recientes y pueden ser resultado de 
la extracción de trabajos mayores. Los comentarios a 
la presente publicación o a su autor pueden enviarse 
a la dirección ya mencionada o a través de correo 
electrónico a: cenapra@salud.gob.mx.
D.R. © Secretaría de Salud
Lieja 7, Col. Juárez
06696, México, D.F.
Impreso y hecho en México
ISBN:
La realización y el cuidado de esta edición estuvieron 
a cargo del Dr. Arturo Cervantes Trejo, Director 
General del CENAPRA y del Dr. Arturo García Cruz 
Director para la Prevención de Accidentes.
Diseño: Francisco Vital
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 3
Directorio 
SECRETARÍA DE SALUD
Dr. José Ángel Córdova Villalobos
Secretario de Salud
Dra. Maki Esther Ortiz Domínguez
Subsecretaria de Innovación y Calidad
Dr. Mauricio Hernández Ávila
Subsecretario de Prevención y 
Promoción de la Salud
Lic. Ma. Eugenia de León-May
Subsecretaria de Administración 
y Finanzas
Lic. Daniel Karam Toumeh
Comisionado Nacional de 
Protección Social en Salud
Lic. Miguel Ángel Toscano Velasco
Comisionado Federal para la 
Protección contra Riesgos Sanitarios
Dr. Germán Fajardo Dolci
Comisionado Nacional de Arbitraje Médico
Dr. Julio Sotelo Morales
Titular de la Comisión Coordinadora 
de Institutos Nacionales de Salud 
y Hospitales de Alta Especialidad
Dra. Ma. de los Ángeles Fromow Rangel
Titular de la Unidad Coordinadora de 
Vinculación y Participación Social
Dra. Jacqueline Arzoz Padrés
Titular de la Unidad de Análisis Económico
Dr. Arturo Cervantes Trejo
Director General del Centro Nacional para la 
Prevención de Accidentes
CENTRO NACIONAL PARA LA 
PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
Dr. Arturo Cervantes Trejo
Director General
Dr. Arturo García Cruz 
Director para la Prevención de Accidentes
Lic. Hugo Barrera Muciño
Subdirector para Limitar el Daño por 
Accidentes
Dr. Sergio Rodrigo Rosas Osuna
Jefe del Departamento de Atención 
Prehospitalaria de los Accidentes
AUTORES
Dr. Gerardo Rebolledo Sánchez
COEPRA San Luis Potosí 
Arq. Gustavo Osorio Torre 
Dr. Fernando Estrada Natoli
COEPRA Puebla
Dr. Eduardo Sesma Medrano
COEPRA Morelos 
Dr. Miguel Ángel Cobos Cerón
COEPRA Querétaro
 
Dr. Eugenio Pereda Sánchez
COEPRA Estado de México
Dr. Miguel Mondragón González
COEPRA Baja California 
4 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
Centro Nacional para la Prevención de Accidentes 
Dr. Arturo Cervantes Trejo
Dr. Arturo García Cruz
A.- SUBCOMITÉ DE REGULACIÓN
Academia Mexicana de Cirugía
Dr. Felipe Cruz Vega
Academia Nacional de Medicina
Dr. Eduardo Vázquez-Vela Sánchez
Comité Mexicano para el Cuidado del Corazón y Trauma
Dr. Carlos A. García Rosas
Asociación del Trauma
Dr. Gerardo José Illescas Fernández
Instituto Mexicano del Seguro Social
Dr. Miguel A. Valladares
Dirección General de Protección Civil
TUM Raúl Miliani Sabido
Colegio Latinoamericano de Educación Avanzada, Aguascalientes 
Dr. Eduardo Cancino Pérez 
Comité de Trauma del Colegio Americano de Cirujanos 
Dr. Giovanni Porras Ramírez 
 
 
B.- SUBCOMITÉ DE CERTIFICACIÓN
Universidad Tecnológica de Hermosillo, Sonora.
Dr. Sergio Romero Morales
Vicerrector Administrativo del Centro Universitario Interamericano, Puebla
Dr. Fernando Estrada Natoli
Coordinadora de Educación en el Sistema de Urgencias, Estado de México
TEM Berenice Armijo Torres
COMITÉ TÉCNICO ASESOR PERMANENTE PARA LA ATENCIÓN MÉDICA PREHOSPITALARIA 
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 5
Cruz Roja Mexicana
Lic. Hermenegildo Acotzin Vidal
International Trauma Life Support
TEM Gustavo A. Vázquez Castañón
Consejo Mexicano de Medicina de Urgencias
Dra. Hermila Reyes Mendez
C. SUBCOMITÉ DE EVALUACIÓN
Academia Mexicana de Medicina Prehospitalaria
Dra. Anette Ochmann Ratsdch
Coordinación Nacional del Programa PHTLS- SEDENA/ Hospital Militar
Cap. 1° Snd. Lic. Alberto Calderón Núñez
Academia de Atención Prehospitalaria, Coordinación Nacional de Escuelas de Técnicos en Urgencias 
Médicas, Cruz Roja
Iván Villarreal Hurtado
Asociación Mexicana de Técnicos en Urgencias Médicas A. C. 
Lic. TUM Rubén Mirazo Flores
Dirección General del Sistema de Urgencias del Estado de Guanajuato
Dr. Juan Gerardo Estrada García Dobarganes
Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias
Dr. Felipe Vega Rivera
Secretaría de Salud del Gobierno del Distrito Federal, Unidad de Urgencias 
Dr. Fernando Román Morales
Coordinación Estatal de Prevención de Trauma y Desastres del Estado de Puebla
Arq. Jorge Gustavo Osorio Torres
Dirección del Sistema Estatal de Urgencias del Estado de Tabasco
Dr. Manuel Peña Vidal
Dirección del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas, Secretaría de Seguridad Pública del D.F.
Dr. Pedro Estrada González 
6 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 7
Contenido
Mensaje del Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud 9
Introducción 11
Dr. Arturo Cervantes Trejo
Centro Nacional para la Prevención de Accidentes 
 
I. Evaluación de la escena y activación del servicio médico de urgencias 13
Dr. Gerardo Rebolledo Sánchez
COEPRA San Luis Potosí 
II. Evaluación de pacientes 19
Arq. Gustavo Osorio Torre y 
Dr. Fernando Estrada Natoli
COEPRA Puebla 
III. Apoyo vital básico 27
Dr. Eduardo Sesma Medrano
COEPRA Morelos 
IV. Temas selectos de primeros auxilios 51
Dr. Miguel Ángel Cobos Cerón
COEPRA Querétaro 
V. Manejo inicial de diversas enfermedades que pueden poner 
en peligro la vida 59 
Dr. Eugenio Pereda Sánchez
COEPRA Estado de México 
VI. Historia y fundamentos legales de los primeros auxilios 67
Dr. Miguel Mondragón González
COEPRA Baja California Sur 
Bibliografía 71
Antecedentes 73
¿Qué es el Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes?
¿Qué es el Centro Nacional para la Prevención de Accidentes?
¿Qué son los Consejos Estatales para la Prevención de Accidentes?
Acrónimos 75
8 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 9
Dentro de las acciones encaminadas a la pre-vención en materia de salud, una de las priori-
dades es, indiscutiblemente, la adecuada capacita-
ción de la sociedad civil en lo que concierne a los 
primeros auxilios. 
Con fundamento en esta creciente necesidad, la 
Subsecretaría a mi cargo, a través del Centro Na-
cional para la Prevención de Accidentes, ha re-
unido a un grupo de experimentados médicos con 
el propósito de divulgar los principios y acciones 
básicas en caso de accidentes y otras urgencias mé-
dicas. De esta forma, el Manual para la formación 
de primeros respondientes en primeros auxilios cons-
tituye una herramienta didáctica y accesible para 
brindar una adecuada atención prehospitalaria.
Desdela evaluación de la escena y de los propios 
pacientes hasta el manejo inicial de diversas en-
fermedades, pasando por la activación del servicio 
médico y los fundamentos legales de los primeros 
auxilios, entre otros importantes temas, el Manual 
está desarrollado con el fin de que los primeros res-
pondientes sepan cómo actuar para estabilizar a los 
pacientes en su trayecto a la unidad médica, con 
los consecuentes beneficios tanto para éstos como 
para el sistema de salud en su conjunto.
Esta publicación se suma a los diversos esfuerzos 
que, junto con la ciudadanía, ha llevado a cabo la 
Secretaría de Salud, los cuales contribuirán sin lu-
gar a dudas a consolidar la cultura de la prevención 
en nuestro país.
Dr. Mauricio Hernández Ávila
Mensaje del 
Subsecretario 
de Prevención y 
Promoción de la 
Salud
10 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 11
Introducción
México, al igual que otros países en vías de desarrollo, enfrenta complejos problemas 
de salud pública ante la creciente demanda de 
atención de servicios de urgencias generadas 
principalmente por lesiones de causa externa o 
enfermedad repentina.
Las lesiones por accidentes y las urgencias mé-
dicas por lo general ocurren en los sitios y en las 
circunstancias más inesperadas e incontrolables, 
donde excepcionalmente se cuenta con el personal 
capacitado para la atención de los afectados.
Una vez que ocurre un accidente, la muerte, las 
lesiones severas y la discapacidad pueden atenuar-
se mediante la intervención oportuna y adecuada 
de personas capacitadas.
La atención inmediata de una emergencia médica 
es parte importante de los servicios médicos de 
urgencias. Ello se debe a que el tiempo entre un 
accidente y el tratamiento médico inicial es de 
vital importancia.
El primer eslabón de la cadena de atención lo 
forman el propio paciente, sus acompañantes y 
personas como usted, que activan el sistema de 
atención prehospitalaria de urgencias médicas y 
con recursos mínimos le brindan cuidados priori-
tarios a la víctima hasta la llegada de una ambu-
lancia.
La capacitación de la sociedad civil tiene el propó-
sito de formar primeros respondientes en primeros 
auxilios entre sus miembros, para que cuenten con 
los conocimientos, habilidades y destrezas, pero 
sobre todo sentido común, para brindar ayuda a 
las personas que han sufrido un accidente o una 
enfermedad repentina.
El Manual apoya la capacitación para la formación 
de primer respondiente en primeros auxilios. 
Ha sido preparado por personal experto, con la 
finalidad de aportar al ciudadano común conoci-
mientos básicos pero concluyentes para que ante 
una urgencia médica sea capaz de estabilizar a 
los pacientes que requieren de atención urgente 
y disminuir el riesgo de muerte o complicaciones 
mientras se les puede transportar a una unidad 
médica.
Dr. Arturo Cervantes Trejo
Director General del CENAPRA
12 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
Advertencia
Aunque valioso por sí mismo, este manual cons-
tituye sólo un elemento útil para la formación de 
un primer respondiente en primeros auxilios; al 
estudiarlo y repasarlo, el participante desarrollará 
sus conocimientos y habilidades paso a paso con la 
guía de expertos en la materia.
Adicionalmente, nos parece pertinente recordar 
que si bien lo presentado en este documento posee 
un sólido respaldo técnico y científico avalado por 
la experiencia de sus autores y corroborado con el 
examen de la bibliografía, prácticamente no que-
dan en el mundo de la medicina verdades absolutas 
e inamovibles. Por ello recomendamos al primer 
respondiente responsable y comprometido que al 
menos cada tres años actualice sus conocimientos 
y habilidades asistiendo a los cursos que organizará 
el CONAPRA.
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 13
Introducción
La atención prehospitalaria es la forma más efi-ciente que se conoce para el cuidado inicial de 
una víctima en situación de emergencia y con ries-
go de pérdida de la vida o sufrimiento. El primer es-
labón de la cadena de atención lo forman el propio 
paciente, sus acompañantes y los mirones, quienes 
activan el servicio médico de urgencias y con re-
cursos mínimos le brindan cuidados prioritarios 
hasta la llegada de una ambulancia con tripulantes 
competentes y equipados para limitar el daño a su 
salud, estabilizar en lo posible sus condiciones y 
transportarlo de forma segura a un hospital pre-
parado, bajo la tutela de un centro regulador de 
urgencias.
La primera prioridad es la evaluación de la escena, y 
esto implica establecer seguridad en el área y con-
siderar con atención la naturaleza exacta de la si-
tuación. Los aspectos identificados deben tomarse 
en cuenta antes de comenzar la evaluación de los 
pacientes; si usted identifica un riesgo con el que 
no sea capaz de lidiar, limítese a activar el servicio 
médico de urgencias.
Activación del servicio médico de urgencias
En cualquiera de los escenarios que se atiendan, 
debe asegurarse como primer respondiente de acti-
var el servicio médico de urgencias. Aun en el caso 
I. Evaluación 
de la escena y 
activación del 
servicio médico de 
urgencias
Dr. Gerardo Rebolledo Sánchez
COEPRA San Luis Potosí
14 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
Relate la naturaleza del incidente;•	
De ser posible, estime el número de personas •	
lesionadas;
Si se encuentra en capacidad para hacerlo, pre-•	
cise las lesiones, los antecedentes, los hallaz-
gos y el tratamiento de los afectados;
Siga las instrucciones del médico o técnico re-•	
gulador;
¡Sea siempre el último en colgar!•	
Evaluación de la escena
Antes de ingresar al lugar donde se produjo el ac-
cidente, los primeros respondientes calificados de-
ben saber evaluar los riesgos y tomar las debidas 
precauciones para controlarlos.
Inmediatamente después de la llegada del primer 
respondiente comienza el proceso de recabar infor-
mación sobre el terreno mediante la evaluación de 
la escena, la observación de la familia y de los testi-
gos y la obtención de una impresión general. 
Las apariencias de la escena crean una impresión 
que influye en toda la evaluación; éstas se obtie-
nen observando, escuchando y catalogando la ma-
yor cantidad de información posible del ambiente. 
La escena proporciona a menudo información sobre 
los mecanismos de lesión, la situación previa al epi-
sodio y el grado general de seguridad.
La evaluación del escenario se efectúa mediante la 
estimación de las SES: seguridad, escena y situa-
ción.
extremo de que sea lo único que pueda hacer por el 
paciente, este paso asegurará la continuidad de la 
atención; de omitirlo, el primer respondiente podrá 
esforzarse en brindar un sinnúmero de cuidados, 
pero el tiempo y el daño seguirán su curso.
Pasos para la activación del servicio médico de ur-
gencias.
Marque el 066 o el 060;•	
Identifíquese y, de ser posible, indique el nú-•	
mero de teléfono de donde llama;
Indique si se trata de una urgencia o un tras-•	
lado;
Indique la localización precisa del incidente;•	
Precise si se requieren servicios de urgencia de •	
tipo no médico;
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 15
Escena. Evaluar y conocer el número de vehículos 
involucrados, estimar las fuerzas participantes y 
determinar el tipo y grado de daño de cada vehí-
culo. 
Situación. Se debe apreciar y preguntar: ¿Qué ocu-
rrió realmente? ¿Cuál es el mecanismo de lesión 
y las fuerzas y energías que han provocado lesio-
nes? ¿Cuántas personas están involucradas y de 
qué edad? ¿Qué tipo de recursos son necesarios? 
¿Existió un problema de salud como causante del 
traumatismo (por ejemplo, desmayo, convulsiones, 
ataque cardíaco)?
Esto se puede poner en claro en tres etapas:
1. Cuál es la situación: en esta etapa se identifi-
ca exactamente qué está sucediendo y cuá-
les son los detalles que presenta elescena-
rio. Es probable que un primer respondiente 
Seguridad. Para evaluar todos los posibles factores 
que ponen en peligro la vida del rescatador y del 
paciente.
La consideración principal al aproximarse a una 
escena es la seguridad. No debe intentar acercar-
se a un escenario de riesgo a menos que esté en-
trenado para hacerlo; no debe convertirse en una 
víctima más. Si la escena es insegura o hay escape 
de cloro, gas o cualquier sustancia peligrosa, debe 
mantenerse a distancia hasta que el personal capa-
citado haya mejorado la seguridad; de lo contrario, 
sin importar que existan pacientes en la escena, no 
deberá intervenir.
La seguridad del paciente tiene también una im-
portancia fundamental; en una situación de peli-
gro debe trasladarlo a una zona segura antes de 
comenzar la evaluación y el tratamiento, siempre y 
cuando no ponga en peligro su propia vida.
Las amenazas para la seguridad son, entre 
otras: tránsito vehicular, fuego, cables con co-
rriente eléctrica viva, explosivos, materiales 
peligrosos, corrientes de agua, armas, o cir-
cunstancias ambientales como lluvia, nieve y 
temperaturas extremas. Debe determinar si los 
miembros de la familia del paciente u otros es-
pectadores presentes en la escena corren pe-
ligro o pueden haber sido los causantes de la 
lesión y aún representan posibles riesgos para 
él o para el primer respondiente.
16 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
expulsión desde un vehículo; •	
fallecimiento de una persona en un vehículo •	
con varios tripulantes; 
electrocuciones;•	
atropellamiento con vehículos de motor.•	
Naturalmente, la rapidez y precisión con que algu-
nos profesionales realizan los tres pasos mencio-
nados son fruto de su capacitación, su experiencia 
y la evaluación constante de los resultados que 
obtuvieron en los accidentes que atendieron en el 
pasado.
con poca experiencia centre su acción en las 
víctimas y descuide la apreciación adecuada 
del entorno, lo que suele conocerse como 
“visión de túnel”.
2. Cómo puede evolucionar la situación: aquí 
se busca prever las posibilidades de evolu-
ción de la situación. Un análisis inadecua-
do en el punto anterior puede inducir a un 
error fatal.
3. Qué recursos se deben organizar o solicitar: 
este análisis permite completar una primera 
etapa fundamental antes de iniciar el trata-
miento de las víctimas.
El mecanismo de lesión puede incluso ser un elemen-
to que modifique lo que aquí denominaremos índi-
ce de sospecha; de esta manera asumiremos que las 
siguientes condiciones implican una mayor proba-
bilidad de encontrarnos con un paciente en estado 
crítico:
caídas de más de tres veces la estatura del pa-•	
ciente;
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 17
Deben ser tomadas en cuenta las enfermedades tras-
misibles más comunes y el riesgo de transferencia, 
por lo que resulta indispensable que la población en 
riesgo cumpla con un esquema de vacunación.
Incidentes con materiales peligrosos
Las emergencias relacionadas con materiales peli-
grosos suelen ser atendidas por organismos espe-
cíficos preparados para ese fin o por las empresas 
que elaboran, almacenan y transportan estos pro-
ductos. Sin embargo el equipo de socorro de un ser-
vicio de emergencias puede enfrentar en su trabajo 
cotidiano accidentes en los que estos artículos es-
tén involucrados, lo que demuestra la necesidad de 
que adquiera cierta preparación en los procesos de 
capacitación para el empleo de equipos que optimi-
cen su actuación.
Para este fin, los servicios de emergencia deben 
desarrollar programas tendientes a capacitar a los 
profesionales en general, ya que ellos pueden ser 
los primeros en llegar a un área de emergencia. Los 
programas más minuciosos y los equipos específi-
cos se reservarán para ciertos grupos seleccionados 
que actuarán como especialistas.
Si usted va a adquirir la formación de primer res-
pondiente, es factible que deba atender incidentes 
en donde haya materiales peligrosos de ahí que le 
Los servicios profesionales recomiendan a su per-
sonal que no trate de actuar en un accidente en 
que estén presentes productos peligrosos, a no 
ser que cuente con calificación para hacerlo y dis-
ponga del equipo adecuado y el personal suficien-
te para garantizar la seguridad del escenario.
Precauciones universales 
Otro ámbito de la seguridad es la protección fren-
te a enfermedades contagiosas. Es necesario tomar 
precauciones para evitar el contacto directo con las 
sustancias corporales del paciente, como la sangre, 
la saliva, el vómito, la orina o las heces. Como auxi-
liares para la salvaguardia suelen utilizarse algunos 
artículos; entre ellos, guantes, batas, cubrebocas, 
máscaras de protección, lentes transparentes, etc. 
Para la atención rutinaria que lleva a cabo el perso-
nal de atención prehospitalaria son indispensables 
los guantes y los lentes.
Se debe ser muy cuidadoso al manipular elementos 
cortantes como las agujas o cuchillos contamina-
dos con sangre u otros líquidos corporales. Ciertos 
objetos como las agujas y lancetas deben ser colo-
cados en un recipiente de plástico rígido de color 
rojo, etiquetado ex profeso, que permita la entrada 
pero no la salida del material.
18 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
Lo anterior le mantendrá a usted a salvo de la con-
taminación, abreviará los tiempos de atención de 
los profesionales y disipará la contaminación de los 
pacientes en alrededor de 85 por ciento.
En cualquier escenario recuerde: ¡evite ser us-
ted la siguiente víctima!
sugiramos enfáticamente que asista a un curso, al 
menos para el “reconocimiento” de materiales peli-
grosos; en cualquier caso, si sospecha que se está 
enfrentando a un evento de esta naturaleza: 
manténgase alejado, a favor del viento;•	
active los servicios de urgencias; •	
pida a quienes ahí se encuentren que se alejen •	
de la zona de riesgo. 
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 19
Objetivos
1. Identificar las patologías y lesiones que po-
nen en peligro la vida del paciente de forma 
rápida y precisa.
2. Evaluar al paciente en forma integral para 
realizar un manejo adecuado.
Introducción
La atención de una urgencia es uno de los mayo-res desafíos a los que se puede enfrentar cual-
quier persona.
Evaluación inicial:
Las prioridades en los procedimientos diagnósti-
cos y terapéuticos siguen un orden de importancia 
genérico y presentan algunas particularidades de 
acuerdo con el tipo de lesión o enfermedad que pa-
decen las víctimas. En esta evaluación se identifi-
can y resuelven los problemas que ponen en peligro 
la vida.
La evaluación es la piedra angular de una buena 
asistencia. El primer objetivo de la evaluación es 
determinar el estado actual de la víctima.
Un vistazo rápido al paciente proporciona una idea 
general de su estado (sexo, edad, constitución, co-
lor de la piel y nivel de conciencia), pero el primer 
paso consiste en iniciar las medidas fundamentales 
de reanimación.
La evaluación inmediata permite identificar rápi-
damente si tiene lesiones mortales o enfermedades 
agudas y garantizar su tratamiento en un adecuado 
orden de prioridades.
Al llegar a la escena se tienen tres prioridades: 
evaluación de la escena; •	
evaluación primaria; •	
evaluación secundaria.•	
II. Evaluación de 
pacientes
Arq. Gustavo Osorio Torre y
Dr. Fernando Estrada Natoli
COEPRA Puebla
20 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
elevación del mentón o tracción mandibular si se 
sospecha que hay trauma.
En el paciente cuyo estado de alerta está deterio-
rado, la causa mas común de obstrucción de la vía 
aérea es que la lengua se haya relajado y desplaza-
do hacia la parte baja de la garganta (hipofaringe); 
tanto la maniobra de inclinación de la cabeza con 
elevación del mentón como la de tracción manipu-
lar son útiles para liberarla.
Si la obstrucción de la vía aérea ha sido ocasionada 
por la presencia de un objeto extraño, se deberáli-
berar ejecutando las maniobras que se explican con 
detalle en el capítulo “Apoyo vital básico”.
Al establecer una vía aérea se debe dar especial 
atención a la posibilidad de que exista una lesión 
en la columna cervical. Por lo tanto, en la mayoría 
de los pacientes lesionados por trauma es esencial 
la inmovilización temprana.
Evaluación de la escena
Seguridad: asegúrese de que no existen peligros; 
recuerde que lo más importante en primer lugar es 
su seguridad.
Escena: evalúe el número de vehículos involu-•	
crados.
Situación: vea qué pasó, cuál es la condición •	
del paciente, cuántas personas están lesiona-
das.
Evaluación primaria
En este primer contacto con el paciente se deben 
identificar las condiciones que ponen en peligro su 
vida para al mismo tiempo, manejarlas. Esto consti-
tuye el ABC de la reanimación. Se debe determinar 
si la víctima esta inconsciente y evaluar si tiene 
dificultad respiratoria.
Es preciso cerciorarse de varias cuestiones:
a) Vía aérea permeable; en caso de pacientes 
traumatizados también se incluye el control 
de la columna cervical (cuello).
b) Buena respiración.
c) Circulación con control de la hemorragia.
d) Estado neurológico.
e) Exponer y explorar a la víctima protegién-
dola del ambiente. 
a) Manejo de la vía aérea y control de la colum-
na cervical
Se debe evaluar la vía aérea con la intención de 
saber si se encuentra permeable y no corre el riesgo 
de obstruirse. Si está cerrada debe abrirse utilizan-
do las maniobras de inclinación de la cabeza con 
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 21
b) Buena respiración (breathing)
No basta con que los conductos respiratorios se en-
cuentren libres, ya que una vía respiratoria permea-
ble no garantiza el intercambio de gases. La falta 
de oxígeno pone en peligro la vida de los pacientes; 
de ahí que la respiración constituya la siguiente 
prioridad.
Corrobore que la respiración sea espontánea; verifi-
que la frecuencia y la profundidad de la respiración 
para determinar si el paciente está movilizando su-
ficiente aire. Observe los movimientos del tórax.
c) Circulación con control de hemorragias
Aun asumiendo que los conductos respiratorios se 
encuentran libres y que la persona está respiran-
Las cifras normales de la respiración son:
Niños de meses de 30 a 40 respiraciones 
por minuto.
Niños de hasta seis años de 25 a 30 respiraciones 
por minuto.
Adultos de 16 a 20 respiraciones 
por minuto.
Ancianos menos de 16 
respiraciones por 
minuto.
Pulso carótido
(adultos 
y niños)
Pulso branquial 
o humeral
(infantes)
Evaluación de la circulación (pulso)
do, el oxígeno que ha ingresado a los pulmones no 
podrá llegar a los tejidos si carece de sangre que 
lo transporte, y si ésta a su vez no cuenta con una 
“bomba” que la impulse a través de los vasos san-
guíneos. La siguiente prioridad es determinar si la 
víctima tiene o no pulso. En los adultos y los niños 
el pulso se observa en la arteria carótida (cuello). 
En los lactantes se palpa en la arteria braquial o 
humeral (en el brazo).
Otros puntos donde se puede palpar el pulso son:
en la sien (temporal);•	
en el cuello (carotídeo);•	
en la parte interna del brazo (humeral o bra-•	
quial);
en la muñeca (radial y cubital);•	
en la ingle (femoral).•	
Una hemorragia externa importante se puede con-
trolar en la mayor parte de los casos mediante la 
aplicación de presión directa sobre el lugar del san-
grado en combinación con presión en los sitios de 
pulso periférico (véase el quinto capítulo).
22 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
hay indicios de que una hemorragia unilateral está 
comprimiendo el cerebro.
e) Exponer y examinar a la víctima protegiéndo-
la del ambiente
Es importante exponer el tórax, el abdomen y las 
extremidades de los pacientes respetando su pudor. 
Como se podrá observar en el capitulo correspon-
diente, se les deberá proteger del frío, de la lluvia y 
del calor intensos.
Evaluación secundaria
Las cifras normales del pulso para 
personas en reposo son:
Niños de meses de 130 a 140 pulsaciones 
por minuto.
Niños de hasta seis años de 80 a 100 pulsaciones 
por minuto.
Adultos de 60 a 80 pulsaciones 
por minuto.
Ancianos de 60 o menos 
pulsaciones por minuto.
d) Déficit neurológico
Aun cuando los conductos respiratorios estén li-
bres, el paciente posea un buen intercambio de 
aire, tenga un buen pulso y no existan hemorragias 
o éstas sean mínimas, puede haber condiciones 
que pongan en riesgo la viabilidad del cerebro. Es 
prioritario determinar el estado de conciencia de la 
víctima; se puede valorar la gravedad del deterioro 
observando lo siguiente:
A. Alerta (responde espontáneamente a los 
estímulos del medio).
V. Responde a estímulos verbales.
D. Responde sólo a estímulos dolorosos.
I. Inconsciente o estado de coma (no respon-
de a ningún tipo de estímulo).
Pupilas. Normalmente, las pupilas se contraen con 
el estímulo de la luz. Si ambas están dilatadas (más 
grandes de lo normal) pueden indicar que hay he-
morragia dentro del cráneo, agotamiento por ca-
lor o drogas tales como cocaína o anfetaminas. Si 
ambas están contraídas (más pequeñas de lo nor-
mal), la causa puede ser una insolación o el uso de 
narcóticos. Si las pupilas no son de igual tamaño 
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 23
Esta tarea no se debe iniciar antes de haber con-
cluido la evaluación primaria (ABC) y la fase de re-
sucitación.
La evaluación secundaria es una exploración física 
detallada del paciente de la cabeza a los pies junto 
con la determinación de los signos vitales (respira-
ción, pulso, temperatura, color de la piel, presión 
arterial). Cada región (cabeza, cuello, tórax, ab-
domen, extremidades y estado neurológico) debe 
examinarse particularmente, usando las manos 
para palpar y el oído para escuchar; adicionalmente 
sugerimos que a los pacientes que estén conscien-
tes se les aplique un interrogatorio médico espe-
cialmente dirigido (PREDANESMA) y se registren 
por escrito los datos que proporcione con el fin de 
informarlos al personal profesional de atención pre-
hospitalaria.
PREsentación
Dolencia principal
ANtecedentes específicos del caso
Edad
Salud anterior
Medicamentos
Alergias
Adicionalmente se debe determinar:
Tipo de sangre•	
Ingesta de alcohol o drogas•	
Embarazo en mujeres en edad fértil•	
Con relación a la exploración física recuerde:
No sólo vea, observe•	
No sólo palpe, sienta•	
No sólo oiga, escuche•	
Cabeza
Detectar contusiones, laceraciones, heridas, abra-
siones, deformidades, anomalías de las pupilas, sa-
lida de líquido por la nariz y los oídos.
Cuello
Palpar el puso carotídeo; palpar la columna cervical 
en busca de deformidades o dolor, observar si hay 
desviación de la tráquea o dilatación de las venas.
Tórax
Hay que buscar deformidades, movimientos para-
dójicos, heridas, contusiones.
Abdomen
Indagar la presencia de equimosis, abrasiones, he-
ridas, contusiones.
Extremidades
Buscar signos de deformidad, heridas, movimien-
tos anormales, hematomas.
Tratamiento
Cualquiera que sea la lesión o agudización de pa-
decimiento crónico que el paciente haya sufrido, el 
orden de prioridades para la evaluación y la aten-
ción será el mismo:
a) Manejo de la vía aérea y control de la 
columna cervical
Para mantener la vía aérea permeable se pueden 
hacer dos maniobras:
1. Método de inclinación de la cabeza/eleva-
ción del mentón. El primer respondiente co-
loca la mano más cercana a la cabeza de la 
víctima en la frente, y pone la otra mano en 
la parte ósea del mentón, inclinando la ca-
beza hacia atrás en la posición de “olfateo”. 
24 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
2. Método de tracción de la mandíbula. Se uti-
liza cuando se sospecha que hay un trauma 
en el cuello. El primer respondiente deberá 
colocar dos o tres dedos en ambos lados de 
la cara de la víctima en el nivel del ángulo 
de la mandíbula, en la cual hará tracción ha-
cia adelante. Los codosdel primer respon-
diente descansarán en la superficie en que 
yace la víctima. 
Se debe sospechar que existe lesión cervical en 
todo paciente traumatizado, especialmente si 
presenta lesiones por encima de las clavículas; 
asimismo conviene sospechar que hay fractu-
ras de cráneo en pacientes que han sufrido una 
caída de tres o más veces su propia estatura.
En todo paciente traumatizado se debe realizar in-
movilización del cuello hasta descartar una lesión 
de la columna cervical.
b) Respiración
Determinar si el paciente está respirando. El tórax 
de la víctima debe ser expuesto en su totalidad para 
valorar sus movimientos; en el paciente que no res-
ponde a estímulos verbales y no muestra signos de 
circulación sanguínea deberán aplicarse maniobras 
de apoyo vital básico. 
c) Circulación
La suficiencia circulatoria se valora por la calidad, 
frecuencia y regularidad de los pulsos.
Existen varias patologías como deshidratación, 
traumatismos y sangrados que pueden ocasionar 
fallas en la circulación del paciente y, por lo tanto, 
en la distribución del oxígeno. Es esencial una eva-
luación rápida del estado de la víctima. Para rea-
lizar esta evaluación deben determinarse tres ele-
mentos clave que se obtienen en segundos: estado 
de conciencia, color de la piel y pulsos.
Estado de conciencia
Cuando el volumen sanguíneo disminuye a la mitad 
o más del que corresponde al peso del paciente se 
compromete en forma crítica la perfusión cerebral, 
lo cual ocasiona diferentes grados de inconscien-
cia. Si un paciente está consciente puede suponer-
se que la perfusión cerebral no está alterada porque 
el volumen sanguíneo es suficiente para mantener 
la oxigenación del cerebro.
Color de la piel
Un paciente con la piel rosada, sobre todo en las ex-
tremidades, raramente sufrirá alteraciones graves; 
pero si presenta un color grisáceo o palidez de tegu-
mentos, seguramente estará en un estado de hipo-
volemia o disminución de la oxigenación.
Pulso
Los pulsos que deben valorarse son: 
en los menores de un año, el braquial (en la •	
cara interna del brazo), 
en los niños de mas de un año y en los adultos, •	
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 25
el de la muñeca, la ingle o el cuello (prefiriendo 
este último para determinar definitivamente 
su presencia o ausencia). 
Los pulsos acelerados deben alertar al primer •	
respondiente para descubrir y detener sangra-
dos. 
Sangrado
En caso de que se presenten hemorragias externas, 
deberá identificarse el sitio del sangrado y contro-
larse con presión directa. En caso de hemorragia 
no se debe aplicar torniquete. 
d) Evaluación neurológica
Al final de la evaluación primaria deberá realizarse 
una evaluación neurológica rápida para determinar 
el nivel de conciencia, el tamaño de las pupilas y 
su respuesta a la luz. Con el método AVDI descrito 
anteriormente se determina el nivel de conciencia 
de la víctima de manera rápida y eficaz.
Una disminución del nivel de conciencia puede in-
dicar una mengua de la oxigenación o perfusión 
cerebral; de ahí que se deban reevaluar frecuente-
mente la oxigenación y la ventilación.
e) Exposición y exploración del 
paciente
Se debe desvestir a la víctima para facilitar su ex-
ploración.
Evaluación secundaria
1) Cabeza
Esta evaluación es más detallada e incluye la identi-
ficación de todas las lesiones presentes en la cabeza 
(hematomas, laceraciones del cuero cabelludo, ojos 
de mapache o equimosis en ambos ojos); deben ser 
revalorados con frecuencia el tamaño de las pupilas 
y la respuesta pupilar.
a) Trauma maxilofacial
En este tipo de trauma lo más importante es deter-
minar si existe obstrucción de la vía aérea.
b) Deshidratación
La víctima presenta ojos hundidos y sequedad de la 
boca. Los niños lloran sin lágrimas.
26 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
c) Intoxicación o problemas metabólicos
Detectar el olor en la boca de la víctima o alteracio-
nes de la mucosa.
2) Cuello
Todo paciente con lesión traumática por arriba de 
los hombros se sospechará que presenta lesión de 
columna cervical, y el cuello deberá ser protegido. 
Buscar heridas, laceraciones, palpar pulso.
3) Tórax
La evaluación del tórax se realizará por su cara an-
terior y posterior para identificar datos de insufi-
ciencia respiratoria o lesiones traumáticas.
4) Abdomen
Es importante la exploración completa de abdomen 
para determinar si un padecimiento tiene resolu-
ción quirúrgica.
5) Extremidades
Deben ser evaluadas para determinar los pulsos, el 
llenado capilar y su coloración y temperatura. En 
el paciente traumatizado se buscarán contusiones, 
deformidades y heridas.
Resumen
El paciente críticamente enfermo o lesionado de-
berá ser valorado rápidamente; deben ser conside-
radas y efectuadas las prioridades de tratamiento 
en todo paciente, sin omitir ninguno de los pasos 
mencionados.
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 27
Objetivos
El siguiente capítulo tiene como objetivo gene-ral proporcionar a la población civil los conoci-
mientos necesarios para que sea capaz de recono-
cer inmediatamente las situaciones que ponen en 
peligro la vida de las personas y logre mantener con 
vida a las víctimas que se encuentren en lugares 
ajenos a un hospital mientras se obtiene atención 
prehospitalaria y se les traslada a la sala de urgen-
cias de una institución apropiada, pese a que el pri-
mer respondiente no cuente con el equipo médico 
necesario. 
Objetivos específicos
El respondiente adquirirá los conocimientos •	
necesarios para reconocer la urgencia por obs-
trucción de la vía aérea por cuerpo extraño y 
aprenderá a ejecutar las maniobras que más 
convengan para liberar dicha vía aérea cuando 
se trate de adultos, niños, bebés, mujeres em-
barazadas y personas obesas.
El respondiente aprenderá a reconocer un paro •	
respiratorio y sabrá realizar las maniobras ne-
cesarias para mantener la vida de la víctima 
por medio de ventilaciones artificiales (venti-
lación de salvamento).
El respondiente tendrá conocimientos suficien-•	
tes para reconocer un paro cardiorrespiratorio 
y podrá llevar a cabo las maniobras necesarias 
para la reanimación cardiopulmonar (RCP).
Anatomía del sistema respiratorio
Para su estudio y comprensión dividiremos el sis-
tema respiratorio en: 1) vía aérea superior y 2) vía 
aérea inferior. 
1) Vía aérea superior
Conduce el aire del ambiente al interior del cuer-
po y está conformada por: nariz, boca, garganta y 
laringe. 
III. Apoyo vital 
básico
Dr. Eduardo Sesma Medrano 
COEPRA Morelos
28 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
2) Vía aérea inferior
Es una continuación de la vía aérea superior y tam-
bién permite el paso del aire llevándolo hasta su 
destino final: el alvéolo. La vía aérea inferior está 
integrada por la epiglotis, la tráquea, los bronquios 
derecho e izquierdo y los alvéolos. 
Funcionamiento del sistema respiratorio 
La función primordial del sistema respiratorio es 
colocar el oxígeno del aire respirado en la sangre 
y eliminar el dióxido de carbono acumulado en el 
cuerpo.
Todas las células del cuerpo necesitan oxígeno para 
funcionar, y como éste no lo almacena, necesita 
abastecerse de él continuamente para mantener el 
proceso de la vida. 
La falta de oxígeno puede provocar la muerte. El 
proceso se inicia cuando quien se encuentra en 
paro respiratorio y circulatorio no recibe oxígeno 
por más de 4 minutos. Por lo regular, después de 
que el organismo ha dejado de recibir oxígeno las 
células del cerebro comienzan a deteriorarse. Lue-
go de 10 minutos el cerebro comienza a morir. Si 
mueren las neuronas del cerebro ya no podrán re-
generarse. 
Mecánica respiratoria 
El proceso de ventilación/respiración consta de dos 
fases: la inspiración o inhalación y la expiración o 
exhalación. 
En la inspiración entra oxígeno a los pulmones y en 
la expiración sale dióxido de carbono de éstos. 
Anatomía del sistemacardiovascular
El aparato circulatorio se compone de 1) corazón, 
2) venas, 3) arterias. El sistema cardiovascular o 
circulatorio está conformado por un conjunto de 
órganos especializados en transportar la sangre por 
todo el cuerpo.
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 29
respirar, ya que cada uno de ellos se atiende en 
diferente forma.
Atragantamiento parcial
En el atragantamiento parcial la víctima es capaz 
de respirar y exhalar el aire. Se caracteriza porque la 
persona tose fuertemente y su voz puede ser escucha-
da a pesar de que tose.
1) Corazón 
Es el órgano más importante del sistema circula-
torio; tiene el tamaño de un puño y se encarga de 
bombear la sangre por todo el cuerpo. Se ubica en-
tre los dos pulmones, en el centro del tórax, un 
poco hacia la izquierda.
2) Arterias 
Son los vasos sanguíneos que salen del corazón y 
llevan la sangre a los distintos órganos del cuerpo. 
Todas las arterias llevan sangre oxigenada.
3) Venas 
Son también vasos sanguíneos pero mayores que 
las arterias y corren superficialmente junto a la piel; 
las venas transportan la sangre pobre en oxígeno 
de los tejidos hacia el corazón y hacia los pulmones 
para descargar el bióxido de carbono.
Funcionamiento del sistema cardiovascular
La función del corazón es bombear sangre a los pul-
mones y al cuerpo; las arterias y las venas trans-
portan la sangre entre los tejidos del cuerpo y el 
corazón, ya que en los tejidos se lleva a cabo el 
intercambio de bióxido de carbono y oxígeno entre 
las células y la sangre. 
El corazón del adulto late aproximadamente de 60 
a 100 veces por minuto; en cada latido el corazón 
bombea alrededor de 70 mililitros de sangre, es de-
cir, cerca de 5 litros por minuto. El volumen total 
de sangre de una persona que pesa 150 kilos es de 
6 litros aproximadamente.
Atragantamiento 
El atragantamiento parcial o total es una emergen-
cia que puede causar la muerte en pocos minutos si 
no se actúa rápido.
El reconocimiento temprano del atragantamiento 
hace la diferencia. Es importante distinguir esta 
emergencia de un desmayo, una embolia, un infar-
to, convulsiones, sobredosis de drogas y otros pro-
blemas que causen una repentina dificultad para 
30 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
Características de las personas con atragantamien-
to total:
tos débil;•	
no respiran;•	
no pueden hablar, quejarse, toser ni llorar;•	
ausencia de sonidos respiratorios y movimien-•	
tos toráxicos;
piel morada;•	
desmayo.•	
En caso de que usted no escuche a la víctima emitir 
sonidos, deberá preguntarle: 
¿Se está usted atragantando?
Si sólo afirma con la cabeza y observa el “signo uni-
versal del atragantamiento”, la víctima está sufrien-
do un atragantamiento total y usted debe actuar 
inmediatamente.
El siguiente paso después de identificar el atragan-
tamiento total en la víctima es desalojar el objeto 
por medio de la maniobra de Heimlich.
Características de las personas con atragantamien-
to parcial:
tosen fuertemente;•	
se escuchan silbidos y ronquidos en la respi-•	
ración;
piel morada;•	
respiración forzada:•	
aleteo nasal.•	
Lo primero que se debe hacer es identificarse con 
la víctima y los curiosos y darle la seguridad de que 
usted está preparado para atender su emergencia; 
de inmediato le pedirá permiso para auxiliarla.
Su voz tiene que ser firme, mostrar que está seguro 
de lo que hace y de lo que sabe.
Ejemplo:
Mi nombre es Juan, estoy capacitado, ¿puedo auxi-
liarte?
Una vez que la víctima haya consentido en que us-
ted la ayude, debe colocarse a un lado de ella y 
animarla a que continúe tosiendo y esforzándose 
por respirar durante el tiempo que sea necesario 
hasta que arroje el objeto o se le tapen totalmente 
las vías respiratorias.
Ejemplo: “Tosa, ¡siga tosiendo! , hágalo con fuerza, 
no se preocupe, yo lo estoy ayudando”.
No interfiera con el atragantado, ya que él debe 
arrojar el objeto por sí mismo; sólo hay que per-
manecer con él y vigilar en qué condición se en-
cuentra. Si el atragantamiento parcial continúa es 
preciso activar el sistema médico de emergencias.
Atragantamiento total
A las víctimas con atragantamiento total se les dis-
tingue inmediatamente porque son incapaces de 
hablar, respirar o toser, y el signo universal caracte-
rístico es que se llevan las manos al cuello y aprie-
tan con los dedos gordo e índice la garganta.
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 31
Maniobra de Heimlich en un adulto o un niño 
consciente
El responsable procederá a sacar manualmente el 
objeto de la vía respiratoria. Esta técnica comprime 
el abdomen y crea una presión que empuja (sube) 
el abdomen hacia el pecho, con lo cual se aumenta 
la presión en los pulmones. Como consecuencia se 
provoca una tos artificial que contribuye a la expul-
sión del objeto: 
1) Debe llevar a la víctima a un lugar seguro, 
amplio, donde usted pueda moverse con li-
bertad y, en caso de que la víctima se des-
maye, tenga espacio en el suelo para seguir 
realizando la maniobra. 
2) Colóquese de pie por detrás de la víctima. 
Su cuerpo debe estar de lado con relación a 
la espalda del atragantado. Se recomienda 
que sus pies se encuentren separados, re-
basando un poco el ancho de sus hombros. 
Una de sus piernas debe colocarse entre las 
piernas de la víctima. Esto le proporcionará 
una mejor base de apoyo y estabilidad en 
caso de que el accidentado se desmaye. Si 
se trata de niños, deberá estar arrodillado. 
3) Posteriormente debe rodear al atragantado 
con sus brazos a la altura de la cintura. Es 
importante que mantenga sus codos separa-
dos de las costillas para no lastimarlo. Con 
una de sus manos localice el ombligo; dos 
dedos por arriba de éste se coloca el puño 
de la mano de lado, procurando que el dedo 
gordo quede sobre la línea media del abdo-
men, por arriba del ombligo. 
4) Apriete este puño con la otra mano, la que 
empleó para buscar el ombligo, y presiónelo 
hacia el abdomen de la víctima con rápidas 
compresiones hacia adentro y hacia arriba.
5) Debe repetir las compresiones hasta que la 
víctima tosa, arroje el objeto y empiece a 
respirar o a toser fuertemente, o hasta que 
se desmaye, en cuyo caso habrá de seguir 
los procedimientos correspondientes al tra-
tamiento para desmayados o será relevado 
por los técnicos en urgencias médicas u otro 
personal entrenado. 
Nota: La técnica comentada puede también apli-
carse si la víctima se encuentra sentada. En este 
caso, arrodíllese detrás del atragantado y rodee la 
cintura con sus brazos. Realice las compresiones 
abdominales según se explicó. 
Maniobra de Heimlich en gordos y embarazadas
Cuando se trata de atragantados que tienen un es-
tómago muy grande donde no se puede alcanzar el 
vientre, como las embarazadas en los últimos me-
32 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
Maniobra de Heimlich modificada en gordos y 
embarazadas
En individuos con una circunferencia abdominal 
muy grande, en obesos y embarazadas se deberán 
aplicar compresiones torácicas externas. Arrodíllese 
a un costado de la víctima; observe el tórax para lo-
calizar el punto medio del esternón y colocar el ta-
lón de una mano sobre esta región y la otra encima 
de ésta; aplique cinco compresiones rápidas para 
hacer que descienda el tórax y con esto aumente la 
presión para expulsar el cuerpo. 
Atragantamiento total en un adulto o un niño 
desmayados
Si usted observa que el atragantado se desmaya, 
deberá activar de inmediato el sistema médico de 
emergencias. 
1) Acueste a la víctima en el suelo, apoyándose en 
su cuerpo y en la posición de sus piernas para que 
ésta no se golpee y usted no se lastime la espalda; 
ses o las personas muy obesas, colóquese por detrás 
de la víctima, rodéela con sus brazos, pero esta vez 
por debajo de las axilas, de manera que sus manos 
se encuentren sobre el pecho.
1) Una vez ahí localice el borde de las costi-
llas con sus dedos y siga el borde hasta en-
contrar el puntomedio, coloque dos dedos 
sobre este punto, empuñe la otra mano y 
coloque el dedo gordo del puño justamente 
sobre los dedos de su primera mano (la que 
llegó en medio del pecho).
2) El puño debe hallarse aproximadamente en 
la parte media del pecho. Apriete su puño 
con la otra mano y oprima el pecho rápida-
mente. 
3) Debe repetir las compresiones hasta que la 
víctima tosa, arroje el objeto, empiece a res-
pirar o a toser fuertemente, o se desmaye, 
en cuyo caso se deberán seguir los proce-
dimientos correspondientes al tratamiento 
para desmayados, o en su caso será relevado 
por los técnicos en urgencias médicas u otro 
personal entrenado. 
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 33
colóquela con el dorso sobre el piso, la cara orienta-
da hacia arriba y los brazos a los lados del cuerpo.
2) Inmediatamente debe tratar de localizar y ex-
traer el cuerpo extraño ejecutando la técnica de 
“barrido” con el dedo. Es muy importante que an-
tes de ejecutar este procedimiento el rescatador 
tenga puestos unos guantes de látex para evitar el 
contacto con la sangre o los líquidos corporales de 
la víctima. 
Técnica de “barrido” con el dedo 
Abra la boca de la víctima; con su dedo pulgar de-
tenga la lengua y levántela hacia arriba para sepa-
rarla del fondo de la garganta y del cuerpo extraño; 
con esta acción la lengua se despega de la parte 
posterior de la garganta y se aleja de cualquier ob-
jeto que pueda estar alojado allí. Dicha maniobra 
puede eliminar parcialmente la obstrucción, pero si 
no ocurriera así, con la otra mano realice la técnica 
del “barrido”: introduzca y deslice el dedo índice 
en forma de gancho formando una “C” hacia abajo 
y recorriendo la mejilla por dentro hasta llegar a la 
garganta; use un movimiento de enganche hacia 
la otra mejilla para extraer el objeto extraño de la 
boca; sólo en el caso de que pueda ver el objeto 
“bárralo” y engánchalo para sacarlo. Esté alerta por 
si la víctima intenta morder sus dedos.
Si no logró retirar el cuerpo extraño después de ha-
berlo buscado, abra la vía aérea y aplique dos venti-
laciones lentas y profundas (respiración de rescate), 
ya que en cuatro minutos puede iniciarse la muerte 
biológica con un daño cerebral irreversible. 
Es de vital importancia que se intente pasar aire 
hacia los pulmones aun cuando siga obstruida la 
vía aérea. Si la obstrucción persiste, reposicione la 
cabeza y trate nuevamente de administrar una ven-
tilación de rescate. Si no pasa aire deberá iniciar la 
maniobra de Heimlich modificada.
Maniobra de Heimlich modificada
1) Póngase a horcajadas (piernas separadas) 
sobre la víctima, con las rodillas en el suelo 
y fuera de la parte inferior de los muslos de 
la víctima. En caso de niños de 1 a 8 años, el 
rescatador se deberá arrodillar en el nivel de 
los pies de éstos. 
2) Busque el ombligo del atragantado y dos 
dedos por arriba de éste coloque el talón 
de la palma de su mano contra el abdomen 
34 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
de VOS (ver, oír y sentir) respecto a la pre-
sencia de pulso, y si A, B y C se encuentran 
presentes, se procederá a colocar a la vícti-
ma en posición de seguridad (sólo si sigue 
inconsciente y no hay trauma en el cuello).
Si después de extraer el cuerpo extraño y tras apli-
car la técnica de VOS se advierte que la víctima 
no respira espontáneamente (pero sí tiene pulso), 
usted debe comenzar las maniobras de ventilación 
de salvamento. 
Obstrucción de la vía aérea en el bebé
Obstrucción parcial en el bebé
El responsable debe reconocer los síntomas de obs-
trucción parcial de la vía aérea por cuerpo extraño: 
tos enérgica, aleteo nasal, ruidos respiratorios, llan-
to y ronquidos.
1) No debe dejar de observar al bebé; es pre-
ciso que active el sistema de atención pre-
hospitalaria de urgencias médicas o lo lleve 
adonde pueda recibir atención médica es-
pecializada.
2) Acueste al infante sobre uno de sus brazos 
boca abajo; asegure con los dedos de su 
mano la cabeza y el cuello, de manera que la 
cabeza se encuentre más abajo que el resto 
del cuerpo inclinado con el fin de que la gra-
vedad ayude a que el objeto extraño no se 
introduzca en la vía aérea.
(línea media) de la víctima, por arriba del 
ombligo de ésta y por debajo de la punta del 
esternón. Los dedos deben apuntar hacia la 
cabeza del atragantado. 
3) Entrelace los dedos de su mano libre con 
los de la mano que colocó en el abdomen. 
Asegúrese de que sus codos estén rectos, to-
talmente extendidos, incline hacia adelante 
sus hombros y presione enérgicamente so-
bre el abdomen (la fuerza debe partir desde 
los hombros).
4) Aplique cinco compresiones rápidas hacia 
adentro y hacia arriba usando ambas ma-
nos; recuerde contar en voz alta mientras 
realiza las compresiones. 
5) Después de realizar la maniobra de Heimlich 
modificada efectuará nuevamente la técni-
ca del “barrido” del dedo; sólo si puede ob-
servar el objeto, retírelo. Si no logra sacar el 
cuerpo extraño, abra la vía aérea con la téc-
nica antes descrita y proporcione dos ven-
tilaciones; si hay resistencia en la entrada 
del aire, vuelva a realizar el procedimiento 
descrito cuantas veces sea necesario hasta 
que desaloje el cuerpo extraño de la vía aé-
rea de la víctima.
6) Si expulsa el cuerpo extraño es necesario 
reposicionar la vía aérea y proporcionar dos 
ventilaciones; si el aire pasa libremente a 
los pulmones se debe corroborar la respira-
ción espontánea de la víctima con la técnica 
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 35
Obstrucción total en el bebé
El siguiente procedimiento sólo se debe realizar 
si el rescatador observa el momento en que el 
infante consciente se atraganta o si existe una 
fuerte sospecha de esto, o si la dificultad respira-
toria por obstrucción parcial empeora y la tos no 
despeja la obstrucción. 
1) Observe si hay dificultad respiratoria, si el 
infante puede llorar (¿es débil?) o toser (¿la 
tos es efectiva?); observe la coloración del 
infante para percibir si están morados sus 
labios, lengua o uñas. Si determina la pre-
sencia de una obstrucción total de la vía aé-
rea por cuerpo extraño active el sistema de 
atención prehospitalaria de urgencias médi-
cas e inicie el auxilio con las maniobras de 
golpes en la espalda y compresión torácica.
2) Para ejecutar esta maniobra usted debe es-
tar de pie o sentado, sostener la cabeza y el 
cuello del infante con una mano, aseguran-
do firmemente su mandíbula y cuello entre 
el pulgar y los dedos opuestos; recuéstelo 
boca abajo sobre su antebrazo y sobre la 
palma de su mano, con la cabeza más abajo 
que el tronco; descanse el antebrazo sobre 
su muslo. 
Con el talón de su otra mano, aplique cinco 
(5) golpes distintos y separados, con fuerza, 
entre la espalda y las paletillas, empleando 
la palma de la otra mano.
3) Enseguida coloque al infante boca arriba, la 
espalda sobre su antebrazo, apoyado sobre 
su muslo coloque al bebé entre sus manos 
y antebrazo en posición de “sandwich”, y 
con su mano libre (la que estaba aplicando 
los golpes en la espalda) debe sostener por 
detrás la cabeza y cuello del bebé mientras 
la otra mano se mantiene en su lugar (con-
tinúa soportando el mentón, cuello y pecho 
del infante).
Con el bebé boca arriba y la cabeza más baja 
que el tronco, baje su antebrazo hasta el 
muslo de manera que pueda apoyarse en su 
pierna; el infante debe estar entre el ante-
brazo y el tronco del rescatador, apoyando 
una de las piernas entre las axilas del soco-
rrista. 
36 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
camente hasta que llegue el personal técni-
co en urgencias médicas.
Si el bebé expulsa el cuerpo extraño, pero 
al evaluarlo con la técnica de VOS (ver, oír 
y sentir la respiración) no respira espontá-
neamente pero sí tiene pulso, al igual que 
en el adulto y el niño debe usted iniciar las 
maniobras de ventilación de salvamento.
Obstrucción total en el bebé inconsciente 
1) Elprimer paso es evaluar si el bebé está in-
consciente tocándolo o agitando suavemen-
te el hombro, pellizcando su cuerpo, o gol-
peando con mucho cuidado la planta de sus 
pies. Si no hay respuesta a estos estímulos 
no pierda más el tiempo y active el sistema 
de atención prehospitalaria de urgencias 
médicas.
2) Acueste al bebé boca arriba sobre una su-
perficie dura y firme sosteniendo la cabeza 
y el cuello; coloque su cabeza en posición 
neutra y abra la vía aérea. 
4) Acto seguido realizará compresiones torá-
cicas a la mitad de su pecho; para localizar 
ésta área anatómica ubique tres dedos so-
bre el esternón. Coloque los dedos anular, 
medio e índice de la mano que no se en-
cuentra apoyando la cabeza del infante so-
bre el esternón. Levante el dedo anular. En 
estos momentos los dedos medio e índice 
deben hallarse en adecuada posición para 
iniciar las compresiones torácicas.
Aplique cinco compresiones toráxicas. Para 
prevenir la posibilidad de lesionar órganos 
internos se debe tener mucho cuidado de 
no ejercer presión sobre la parte final del es-
ternón; la profundidad de la depresión debe 
variar entre medio y un centímetro. 
5) Si el infante expulsa el cuerpo extraño y 
comienza a respirar con naturalidad, se le 
colocará en posición de seguridad si se en-
cuentra inconsciente; es necesario mante-
ner la vía respiratoria abierta revisando la 
respiración y reevaluando el pulso periódi-
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 37
3) Acto seguido busque el cuerpo extraño; in-
tente ver el objeto, colóquese de pie si el 
bebé se encuentra en una mesa, o arrodílle-
se a un costado de la cabeza del infante si 
está en el suelo.
Tome la lengua y la mandíbula inferior entre 
su pulgar y sus dedos; el pulgar del rescata-
dor debe estar en la boca del infante, sobre 
la lengua, y los dedos acomodados alrededor 
del mentón inferior. Levante la lengua y la 
mandíbula hacia arriba; intente observar el 
cuerpo extraño, y sólo si puede verlo trate 
de extraerlo con la “técnica de barrido” em-
pleando el dedo meñique de la mano que 
está cerca de la cabeza del infante doblán-
dolo en forma de gancho. 
4) Si no logra sacar el cuerpo extraño, con la 
vía aérea abierta aplique dos respiraciones 
lentas y suaves, asegurándose de cubrir y 
sellar la boca y la nariz del bebé con sus la-
bios e insufle en una ocasión en forma lenta 
y suave. Si la ventilación no entra a los pul-
mones, intente nuevamente la respiración, 
reacomode la cabeza y verifique el perfecto 
sellado de boca y nariz. 
5) Si no pasa el aire, usted deberá aplicar las 
maniobras antes descritas para desobstruir 
la vía aérea por cuerpo extraño en el bebé, 
que consisten en aplicar cinco golpes entre 
los omoplatos de su espalda y de cinco com-
presiones torácicas en el esternón.
6) Nuevamente abra la boca del bebé, levante 
la quijada y la lengua y remueva cualquier 
cuerpo extraño que vea empleando el dedo 
meñique en forma de gancho (barrido del 
dedo). 
7) Con la vía aérea abierta realice nuevamente 
una insuflación lenta y suave; de no ser exi-
tosa, reacomode la cabeza del bebé y verifi-
que con su boca el sellado de la boca y nariz 
de éste e intente ventilar nuevamente.
38 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
8) Debe usted continuar con estos ciclos has-
ta que la obstrucción se despeje o pase aire 
al ventilar y el infante respire espontánea-
mente, tosa, llore, o llegue el personal téc-
nico en urgencias médicas. 
9) Si expulsa el cuerpo extraño y comienza a 
respirar con naturalidad, el bebé se coloca 
en posición de seguridad si se encuentra 
inconsciente; es necesario mantener la vía 
respiratoria abierta, revisando la respira-
ción y reevaluando el pulso periódicamente 
hasta que llegue el personal técnico en ur-
gencias médicas.
10) Si el bebé expulsa el cuerpo extraño, pero 
al evaluarlo con la técnica de VOS (ver, oír y 
sentir la respiración) no respira espontánea-
mente pero sí tiene pulso, al igual que en el 
adulto o en el niño, debe usted iniciar las 
maniobras de ventilación de salvamento.
Ventilación de salvamento
El ser humano no posee la capacidad de almacenar 
oxígeno, de ahí que la falta de este gas pueda cau-
sar la muerte biológica del accidentado en pocos 
minutos. 
Después del paro respiratorio, los pulmones y el 
corazón siguen oxigenando la sangre por algunos 
minutos y así se mantienen en buen estado el cere-
bro y algunos otros órganos; por esta razón es im-
portante que usted, como responsable, identifique 
esta condición y actué inmediatamente.
Para que la evaluación y las maniobras sean efec-
tivas la víctima debe estar acostada boca arriba en 
una superficie firme y plana; si se encuentra boca 
abajo es necesario voltear cabeza, cuello y tronco 
en forma simultánea, en un solo bloque, girándola 
para colocarla boca arriba, con los brazos a los cos-
tados del tronco; el responsable deberá colocarse a 
un lado de ella.
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 39
Ventilación de salvamento
¿ATRAGANTADO? 
Analizar la seguridad, escena 
y situación del incidente
PARCIAL TOTAL
Promover que la 
víctima siga tosiendo
ACTIVAR EL SISTEMA 
MÉDICO DE URGENCIAS
EVALUAR 
ESTADO 
Maniobra 
de Heimlich
Maniobra de 
Heimlich
modificada
¿DESOBSTRUYE? 
¿Respira?
EVALUAR ESTADO EN 
POSICIÓN DE SEGURIDAD 
Proporcionar ventilación de 
salvamento y continuar con la 
maniobra de Heimlich. 5X1
1X5X12 
¿Tiene pulso?
Reanimación cardiopulmonar
15X2X4 
¿Respira?
¿Respira y tiene pulso? 
EVALUAR ESTADO 
EN POSICIÓN DE 
SEGURIDAD 
¡SUSPENDER!
Cansancio extremo
Relevo
Atención prehospitalaria
Lugar inseguro 
SÍ NO SÍ NO
SÍ NO
NO
SÍ
NO SÍ
NO
40 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
Recuerde que no debe presionar mucho los tejidos 
que se encuentran alrededor de la garganta; la boca 
no debe estar completamente cerrada, a menos que 
la técnica de ventilación boca-nariz sea la elegida 
para la víctima.
Si el accidentado tiene dentadura postiza o suelta, 
deberá retirarla, ya que en la maniobra se tiene que 
sellar fácilmente boca con boca.
Evaluar la ventilación
Para una correcta evaluación coloque su oído cerca 
de la boca y la nariz de la víctima manteniendo la 
vía aérea abierta; observe al mismo tiempo el tórax 
con la técnica de VOS.
a) Vea el tórax subir y bajar. 
b) Escuche el escape del aire en la exhalación.
c) Sienta el aliento de la víctima
Si el tórax no se levanta ni baja y no escucha la 
respiración, la víctima NO ESTÁ RESPIRANDO. 
En general, en las víctimas con paro respiratorio se 
observa coloración azulada en la lengua, labios y 
uñas (cianosis), y es posible que se muestre confu-
sión o se presente un desmayo, lo que confirma la 
interrupción de la respiración. 
Siguiendo el ABC de la evaluación primaria, el res-
catador debe asegurar la vía aérea con el control de 
la columna.
Si no hay evidencia de golpes en la cabeza o el 
cuello, el respondiente deberá utilizar la técnica 
de inclinación de la cabeza y elevación del mentón 
para liberar la vía aérea de la víctima. Rápidamente 
removerá algún cuerpo extraño o vómito que sea 
visible en la boca.
Limpiará los líquidos que estén fuera de la boca con 
los dedos índice y medio (usando guantes). Reali-
zará la extracción de algún material sólido con el 
dedo índice.
Maniobra de inclinación de la cabeza y eleva-
ción del mentón 
Para realizar esta maniobra coloque una mano so-
bre la frente de la víctima y aplique fuerza sobre 
ella de manera que la cabeza se incline hacia atrás, 
y con la otra mano coloque sus dedos índice y me-
dio sobre la mandíbula y levante la barbilla. Esta 
maniobra detiene la mandíbula inferior e inclina 
la cabeza.
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 41
Si la víctima tiene pulso pero aún continúa sin res-
pirar, insufle (una vez) cada cuatro o cinco segun-
dos a un ritmo aproximado de 10 a 12 insuflaciones 
por mnuto. 
En niñose infantes se administra una ventilación 
cada tres segundos (veinte insuflaciones por minu-
to). Para asegurar que se mantiene este ritmo de 
respiración artificial se recomienda contar como 
sigue:
Deberá tomar la insuflación como el primer número 
contado, es decir, al insuflar hará de cuenta que ya 
contó en voz alta el número uno e iniciará el con-
teo desde el número dos.
Ejemplo: “y dos”, “y tres”, “y cuatro”, “uno”, 
ventilo, “y dos”, “y tres” “y cuatro”, “dos”, 
ventilo, “y dos...
Así, al terminar el conteo usted no hace mención 
del quinto segundo, sino del número que corres-
ponde al ciclo contado.
Es muy importante que entre estos cinco segundos 
usted mantenga su oído o mejilla cerca de la boca 
de la víctima para determinar si regresa la respira-
ción, y también que su mano siga palpando el pul-
so, de manera que si se ausentara la circulación de 
inmediato reinicie la reanimación cardio-cerebro-
pulmonar.
Tanto en los adultos como en los niños e infantes 
se reevalúan el pulso y la respiración después del 
primer minuto de ventilación de salvamento. Así, 
al terminar el ciclo número 12, esta evaluación se 
llevará a cabo durante cinco segundos con la téc-
nica de VOS. 
Si la víctima recobró la respiración en forma espon-
tánea y tiene pulso pero aún se encuentra desma-
yada, es importante acomodarla en la posición de 
seguridad. 
Respiración de salvamento boca a boca
Si la víctima no respira, manteniendo la vía aérea 
abierta coloque su mano sobre la frente de ésta y 
cierre las fosas nasales con sus dedos índice y pul-
gar de la mano que está utilizando para presionar la 
frente y mantener la cabeza inclinada hacia atrás; 
coloque su boca sobre la de la víctima y séllela; si 
se trata de un niño (de 0 a 1 año), nunca incline 
demasiado la cabeza de éste como en caso del adul-
to, y cubra su nariz y su boca simultáneamente, y 
creando un sello hermético, administre dos venti-
laciones lentas y completas, de 1 a 2 segundos cada 
una (1 a 1½ segundos para infantes y niños):
Si toma un buen respiro antes de cada ventilación 
ofrecerá la mayor cantidad de oxígeno posible a la 
víctima. Puede comprobar que está dando ventila-
ción adecuada si ve que el pecho se levanta y cae 
con cada respiración y puede escuchar y sentir que 
el aire se escapa con cada exhalación. 
Al apartar su boca, permita que la víctima exhale 
pasivamente; si durante el primer intento ventila-
torio el aire no pasa a los pulmones de la víctima, 
reposicione la cabeza de ésta o reabra la vía aérea 
empleando la técnica de tracción mandibular, tome 
aire e insufle de nuevo. 
42 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
Si sigue en paro respiratorio, desde ese momento 
ya no debe detenerse la respiración de salvamento; 
continué a menos que ocurra una de las siguientes 
situaciones: 
Que la víctima respire espontáneamente. •	
Que se ausente el pulso. En esta situación se •	
debe iniciar la resucitación cardiopulmonar 
(RCP). 
Que reciba ayuda de los técnicos en urgencias •	
médicas.
Que el rescatador se encuentre muy agotado •	
físicamente y esto le impida continuar admi-
nistrando las respiraciones artificiales. 
Que la escena de emergencia se haya vuelto •	
muy peligrosa para el responsable. 
Ventilación de salvamento en infantes y ni-
ños. 
Para mantener la vía aérea abierta en los niños 
nunca incline su cabeza hacia atrás tan lejos como 
en los adultos, sino sólo levemente (posición de 
“aspiración”), en posición neutral.
Para administrar la ventilación en bebés cubra la 
boca y la nariz simultáneamente, formando un se-
llado hermético. En los niños, al igual que en los 
adultos, se cubre sólo la boca durante las insufla-
ciones. 
En los bebés administre únicamente pequeños so-
plos de aire, sólo el necesario para levantar el pecho; 
un exceso podría provocar distensión gástrica. 
Tanto en los niños como en los bebés comience con 
dos ventilaciones, evalué la vía aérea y el pulso; 
si la víctima continúa sin respirar sople cada tres 
segundos (20 ventilaciones por minuto); cada ven-
tilación debe durar de 1 a 1½ segundos. Al primer 
minuto de ventilaciones de salvamento (los prime-
ros veinte ciclos) se deben evaluar la vía aérea y la 
presencia del pulso.
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 43
Ventilación de salvamento
VÍCTIMA 
Analizar la seguridad, escena 
y situación del incidente
PARCIAL
Evaluación rápida 
simultanea
ABC
¿Respira?
ACTIVAR EL SISTEMA 
MÉDICO DE URGENCIAS
EVALUAR ESTADO 
EN POSICIÓN DE 
SEGURIDAD 
Vía aérea permeable 
Técnica de levantamiento mandibular
Técnica de barrido con el dedo 
Proporcionar dos insuflaciones
¿Respira?
¡SUSPENDER!
Cansancio extremo
Relevo
Atención prehospitalaria
Lugar inseguro 
Reposicione la vía aérea
Técnica de levantamiento 
mandibular
Proporcionar ventilación 
de salvamento
1X5X12 
¿Respira?
44 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
Reanimación cardiopulmonar 
Paro cardiorrespiratorio
Es la interrupción brusca, inesperada y reversible 
de la circulación y la respiración espontáneas. Es 
diferente a la muerte natural por envejecimiento 
biológico o enfermedad terminal.
Para revertir esta situación usted debe iniciar la re-
animación cardiopulmonar mediante dos acciones: 
proporcionar ventilación asistida y bombear sangre 
de manera artificial al cuerpo por medio de compre-
siones cardiacas.
Ventilación asistida
Abra la vía aérea, ocluya la nariz de la víctima con 
el índice y el pulgar de la mano que tiene en su 
frente. Haga una inspiración profunda para llenar 
sus pulmones con oxígeno, coloque los labios alre-
dedor de la boca de la víctima asegurando un sella-
do hermético. 
Insufle lenta y profundamente mientras observa su 
tórax, que habrá de elevarse como en una respira-
ción normal. Si esto no ocurre, reposicione la vía 
aérea como en el caso de la obstrucción.
Separare su boca de la víctima y verifique que des-
cienda el tórax cuando sale el aire; evalué la venti-
lación con la técnica de VOS.
Debe usted aprender a buscar signos de circulación, 
como la respiración normal, tos o movimientos de 
respuesta a las ventilaciones de salvamento (aplica-
dos a las víctimas de todas las edades). Debe saber 
diferenciar entre una respiración normal y una res-
piración agónica.
Compresiones torácicas
Las compresiones del pecho en RCP son seriadas y 
consisten en aplicar compresiones rítmicas sobre la 
mitad del pecho. 
 
Para optimizar el efecto de las compresiones y las 
corrientes de sangre con dirección al cerebro, la 
víctima debe estar en posición horizontal, en una 
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 45
superficie firme y plana durante las compresiones 
de pecho, y el reanimador habrá de permanecer 
hincado a su lado. 
Coloque los dedos sobre el borde de las costillas; 
deslice los dedos índice y medio de la mano más 
próxima a los pies de la víctima hasta donde las 
costillas se unen con el esternón, en el centro del 
pecho.
Ponga la palma de la mano en el esternón, tras los 
dedos índice y medio de la primera mano. Al liberar 
ésta entrelace los dedos de arriba para que queden 
paralelas; asegúrese de que la presión no se apli-
que sobre las costillas ni sobre el estómago ni en 
la punta del esternón para no fracturar ni lesionar 
los órganos. 
Enseguida extienda los brazos y trabe los codos, de 
manera que sus hombros queden alineados con sus 
manos para poder presionar directamente abajo del 
pecho.
La presión realizada hará bajar el pecho de un adul-
to de tamaño normal de 4 a 5 cm; para lograr tener 
un pulso en las víctimas muy grandes, se necesita 
aplicar compresiones más profundas. 
Reanimación cardiopulmonar en el adulto
Para una resucitación efectiva de la víctima con 
paro cardiopulmonar deben combinarse la ventila-
ción de salvamento y las compresiones de pecho, 
es decir, dos ventilaciones de salvamento lentas y 
profundas con una duración mayor de 2 segundos 
por quince compresiones torácicascontinuas, para 
lo cual se recomienda que participen uno o dos res-
catadores.
Mientras realiza las compresiones torácicas usted 
debe ejecutar el conteo de las compresiones de la 
siguiente manera:
Ejemplo: “y uno”, “y dos”, “y tres”, “y cuatro”, “y cin-
co”, “y seis”, “ y siete”, “ y ocho”, “y nueve”, “y diez”, 
once, doce, trece, catorce, uno.
Enseguida abrirá la vía aérea y proporcionará dos 
ventilaciones de salvamento lentas y profundas de 
una duración de 2 segundos cada una.
Reanimación cardiopulmonar por dos rescatadores 
En la RCP por dos rescatadores uno de ellos se colo-
cará al lado de la víctima, hará las compresiones de 
pecho y vigilará que las ventilaciones realizadas por 
su compañero sean efectivas. El otro respondiente 
se quedará cerca de la cabeza, mantendrá la vía aé-
rea permeable, revisará el pulso en la carótida para 
verificar la efectividad de las compresiones de pe-
cho y dará respiración de rescate. El rango de com-
presión para dos rescatistas que den RCP es de 100 
por minuto. El rango de compresión-ventilación es 
46 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
Al igual que en el adulto, lo primero que debe rea-
lizar el rescatador es identificar la urgencia, saber 
observar los signos de paro cardiorrespiratorio. 
Acto seguido activará el sistema médico de urgen-
cias, ya que se encuentra ante una situación de 
vida o muerte.
Las compresiones torácicas en el niño se realizan 
sobre la mitad del pecho con una sola mano, te-
niendo la precaución de no comprimir el apéndice 
xifoides; levante sus dedos para no ejercer presión 
sobre las costillas del niño.
Presione el esternón aproximadamente 2 a 4 cm; 
después de cada compresión disminuya la presión y 
deje que el tórax recupere su posición normal, pero 
no despegue las manos de la superficie del pecho. 
Las compresiones torácicas se realizarán en un ran-
go de 100 compresiones por minuto, lo que repre-
senta 2 compresiones por segundo.
Después de 5 compresiones abra la vía aérea y rea-
lice una ventilación de salvamento (lenta y gentil), 
observando que el tórax se levante con la insufla-
ción.
Reposicione su mano en el esternón y efectué otras 
5 compresiones.
de 15 compresiones por 2 ventilaciones de salva-
mento, con una pausa por ventilación de 2 segun-
dos cada una hasta que la vía aérea esté segura. La 
exhalación ocurre entre las 2 respiraciones y duran-
te la primera compresión de pecho del siguiente ci-
clo. Cuando la persona desarrolla las compresiones 
de pecho se fatiga; de ahí que los rescatistas deban 
cambiar sus posiciones con la mínima interrupción 
posible de las compresiones del pecho.
Los rescatistas deben vigilar la condición de la víc-
tima para verificar la efectividad del esfuerzo del 
rescate. 
La persona que ventila asume la responsabilidad 
de vigilar los signos de circulación; debe vigilar el 
pulso carotídeo durante las compresiones de pecho 
e informar a su compañero sobre la calidad de las 
compresiones torácicas. 
Ejemplo: buenas compresiones o malas compresio-
nes, todo depende de la percepción del pulso.
De igual forma, quien realiza las compresiones to-
rácicas deberá vigilar que el tórax se eleve y des-
cienda con cada insuflación e informará a su com-
pañero. 
Ejemplo: buenas ventilaciones o malas ventilacio-
nes, dependiendo del paso del aire a los pulmones. 
Al completar 4 ciclos de 2 ventilaciones de salva-
mento por 15 compresiones torácicas, se deberán 
reevaluar durante 10 segundos los signos de respi-
ración y circulación.
 
Reanimación cardiopulmonar en el niño menor de 8 
años
Los niños mayores de 8 años se manejan como si 
fueran adultos; de ahí que la reanimación cardio-
pulmonar se realice con 15 compresiones por 2 ven-
tilaciones de salvamento, con una pausa por venti-
lación de 2 segundos.
MANUAL PARA LA FORMACIÓN DE PRIMEROS RESPONDIENTES EN PRIMEROS AUXILIOS 47
Continué las compresiones torácicas y las ventila-
ciones de salvamento en ciclos de 1 ventilación por 
5 compresiones torácicas; estos ciclos se realizan 
con 1 o 2 dos respondientes.
Al ejecutar 20 ciclos de 1 ventilación de salvamen-
to por 5 compresiones torácicas se cumple exacta-
mente un minuto; hay que reevaluar entonces la 
presencia de signos de respiración espontánea o de 
circulación, como tos o movimientos inducidos por 
las maniobras.
Reanimación cardiopulmonar en el niño menor de un 
año
Verifique la presencia de signos de respiración y 
circulación durante 10 segundos; si la víctima no 
tiene tales signos o los latidos del corazón son me-
nos de 60 por minuto y muestra signos de pobre 
perfusión, se deberán iniciar las compresiones to-
rácicas.
El método de localización del punto de compresión 
torácica consiste en recorrer con un dedo de la 
mano más cercana las extremidades inferiores de la 
víctima a lo largo del reborde costal del bebé y lo-
calizar el punto de unión entre las costillas y el es-
ternón; colocar el dedo sobre el final del esternón, 
donde se encuentra el apéndice xifoides; disponer 
enseguida los dedos medio y anular por arriba de 
esta marca y encontrar así el sitio adecuado para 
realizar las compresiones.
Mientras tanto, sujete con la otra mano la cabeza 
de bebé manteniendo la vía aérea en una posición 
neutra. Presione el esternón con los dedos anular 
y medio haciendo descender el tórax aproximada-
mente de 1 a 2 cm; después de cada compresión dis-
minuya la presión del esternón y deje que el tórax 
alcance su posición normal, pero no despegue las 
manos de la superficie del pecho. 
Las compresiones torácicas se realizarán en un ran-
go de 100 por minuto, es decir, 2 compresiones por 
segundo.
Después de cinco compresiones abra la vía aérea y 
efectúe 1 ventilación de salvamento (lenta y gen-
til), observando que el tórax se levante con la in-
suflación.
Reposicione su mano en el esternón y efectué nue-
vamente 5 compresiones. 
48 CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
Continué las compresiones torácicas y las ventila-
ciones de salvamento en ciclos de 1 ventilación por 
5 compresiones torácicas; estos ciclos se realizan 
con 1 o 2 respondientes.
Al realizar 20 ciclos de 1 ventilación de salvamen-
to por 5 compresiones torácicas se cumple exacta-
mente un minuto y hay que reevaluar entonces la 
presencia de signos de respiración espontánea o de 
circulación, como tos o movimientos inducidos por 
las maniobras.
Reanimación cardiopulmonar en recién nacidos
Verifique la presencia de signos de respiración y 
circulación durante 10 segundos; si la víctima no 
tiene tales signos o los latidos del corazón son me-
nos de 60 por minuto y muestra signos de pobre 
perfusión, se deberán iniciar las compresiones to-
rácicas.
Conforme a la técnica de compresión torácica debe 
usted rodear con las dos manos el tórax del bebé 
y localizar con los dedos pulgares un punto en el 
pecho que pase exactamente a la distancia de un 
dedo por debajo de una línea imaginaria entre las 
tetillas.
Presione con ambos pulgares el esternón haciendo 
descender el tórax de 1 a 2 cm aproximadamente; 
después de cada compresión disminuya la presión 
del esternón y deje que el tórax recupere su po-
sición normal, pero no despegue las manos de la 
superficie del pecho. 
Las compresiones torácicas se realizarán en un ran-
go de 100 por minuto, es decir, 2 compresiones por 
segundo.
Después de las 5 compresiones, el segundo resca-
tador abrirá la vía aérea y realizará 1 ventilación 
de salvamento (lenta y gentil), observando que el 
tórax se levante con la insuflación.
Reposicione sus manos en el esternón y efectué 
nuevamente 5 compresiones.
Continúe las compresiones torácicas y las ventila-
ciones de salvamento en ciclos de 1 ventilación por 
5 compresiones torácicas; estos ciclos se realizan 
con 1 ó 2 respondientes.
Al realizar 20 ciclos de 1 ventilación de salvamen-
to por 5 compresiones torácicas se cumple exacta-
mente un minuto y hay que reevaluar entonces la 
presencia de signos de respiración espontánea o de 
circulación, como

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