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306 SECCIÓN III Bacteriología a su alrededor a menudo tiene escamas y eritemas. Las lesiones se agrandan y alcanzan algunos centímetros de diámetro y se ulceran. Puede haber una o varias de ellas. El aspecto clínico suele ser semejante al del sarcoma de Kaposi en enfermos de sida, pero las dos enfermedades son diferentes desde el punto de vista histopatológico. La angiomatosis bacilar afecta prác- ticamente cualquier órgano. La afectación del hígado (y del bazo) se caracteriza por proliferación de espacios quísticos con sangre, rodeados de una matriz fi bromixoide que contiene las bacterias; esta modalidad del trastorno ha sido llamada púr- pura hepática y suele acompañarse de fi ebre, pérdida de peso y dolor abdominal. Asimismo aparece una forma bacteriémica de la infección que incluye signos inespecífi cos, como malestar general, fi ebre y también reducción de peso. El diagnóstico se confi rma por los signos histopatoló- gicos característicos y la demostración de los bacilos pleomór- fi cos en cortes teñidos con plata. Es posible aislar B. henselae y B. quintana por cultivo directo de material de biopsia de tejido afectado obtenido con gran cuidado, para que no contenga bacterias cutáneas contaminantes. Las muestras de biopsia se homogenizan en un medio de cultivo de tejido complementado y se inoculan en agar chocolate fresco y agar en infusión de corazón, con sangre de conejo al 5%. En los mismos medios es posible inocular los cultivos de sangre teñidos por medio de lisis y centrifugación. Los cultivos deben incubarse en CO2 al 5% a 36 °C durante un mínimo de tres semanas. Las muestras también se pueden cultivar en monocapas de cultivos de teji- dos eucarióticos. Desde el punto de vista bioquímico, B. hense- lae y B. quintana son relativamente inertes, y esta característica incluye negatividad de las reacciones de catalasa y oxidasa y de los métodos de utilización de carbohidratos. Con técnicas para identifi car enzimas preformadas, es factible hallar acti- vidad enzimática con sustratos aminoácidos. La identifi cación defi nitiva se logra al establecer secuencias del gen de RNA 16S ribosómico en parte o en su totalidad, amplifi cado por la PCR. Debido a la difi cultad para identifi car Bartonella en el material clínico y la insensibilidad de los métodos moleculares actuales, muchos especialistas consideran que los métodos serológicos constituyen todavía la mejor opción. Los más utilizados son las pruebas de IFA. La angiomatosis bacilar se trata con eritromicina o doxi- ciclina por vía oral (a las que se agrega gentamicina en sujetos muy graves), durante un mínimo de dos meses. Se cree que la respuesta a menudo rápida de lesiones cutáneas a la eritromi- cina se debe a sus efectos antiinfl amatorio y antiangiógeno. Las recidivas son frecuentes, pero pueden tratarse con los mismos fármacos que se utilizaron en el comienzo del plan terapéutico. C. Fiebre de las trincheras También llamada fi ebre quintana, se caracteriza por inicio repentino de fi ebre acompañado por cefalea, malestar, sín- drome de piernas inquietas y dolor tibial. Los síntomas coin- ciden con liberación de B. quintana en la sangre cada tres a cinco días y cada episodio dura cinco días. Durante la Primera Guerra Mundial, tuvo lugar un padecimiento relevante, cau- sado por B. quintana y que hoy día con más frecuencia se con- sidera causa de endocarditis con cultivo negativo y bacteriemia en indigentes. El reservorio de B. henselae suele ser el gato doméstico y pacientes con este microorganismo como causa de angioma- tosis por bacilos a menudo han estado en contacto con gatos o tienen antecedentes de picaduras por pulgas de gato. Los úni- cos reservorios conocidos de B. quintana son los seres huma- nos y el piojo. Verifi cación de conceptos • Bartonella abarca bacilos gramnegativos pequeños que aparecen en animales, seres humanos y sus vectores. • Los agentes patógenos de seres humanos incluyen B. baci- lliformis, que origina la fi ebre aguda de Oroya y la verruga peruana crónica que afecta de modo predominante pobla- ciones de los Andes y, B. quintana, que ocasiona fi ebre quintana, endocarditis y angiomatosis bacilar. B. hense- lae es la causa de endocarditis, linforreticulosis benigna y angiomatosis bacilar. La infección se produce por la mor- dedura o el arañazo de un gato, o tal vez por la picadura de sus pulgas. • El diagnóstico de infecciones por B. henselae puede ser difícil, por la proliferación lenta de los microorganismos y su mejor crecimiento en medios, como el agar sangre de conejo o chocolate. Es posible demostrar los microorganis- mos en tejidos por medio de las tinciones de Warthin-Sta- rry. El elemento básico es el diagnóstico serológico. • El tratamiento de las infecciones por Bartonella incluye azitromicina u otros macrólidos, fl uoroquinolonas y doxiciclina. STREPTOBACILLUS MONILIFORMIS Es un microorganismo aerobio, gramnegativo, muy pleomorfo, que forma cadenas irregulares de bacilos intercaladas con agrandamientos fusiformes y cuerpos redondos grandes. Pro- lifera mejor a 37 °C en medios que contienen proteína sérica, yema de huevo o almidón, pero deja de multiplicarse a 22 °C. Las formas L se pueden demostrar en muchos cultivos de este microorganismo patógeno. En los subcultivos de colonias puras de las formas L en medios líquidos, es posible obtener de nuevo los estreptobacilos. Antes se pensaba que era la única especie del género, pero en fecha reciente se ha unido a la espe- cie nueva llamada ofi cialmente Streptobacillus hongkongensis. S. moniliformis es huésped habitual de la faringe de ratas y los seres humanos pueden infectarse con la mordedura de dicho animal. La enfermedad en las personas (fi ebre por mordedura de rata) se caracteriza por fi ebre séptica, erupciones de man- chas rojo azuladas y petequiales, y poliartritis muy dolorosa. Otros tipos de cuadros clínicos iniciales incluyen bacterie - mia, endocarditis y abscesos. El diagnóstico se confi rma con resultados de hemocultivos en líquido sinovial o pus; en inocu- lación de ratones (no se realizan en laboratorios clínicos) y con pruebas de aglutinación sérica. Este microorganismo también ocasiona infección después de ingerirlo con la leche; en este caso, el trastorno recibe el nombre de fi ebre de Haverhill y ha tenido lugar en epidemias. No se sabe cuál es el reservorio de S. hongkongensis. El microorganismo se ha recolectado de un absceso periamigda- lino y un codo séptico de pacientes separados en Hong Kong. 22 Chapter 22_Carroll_4R.indd 30622 Chapter 22_Carroll_4R.indd 306 14/04/16 18:1814/04/16 18:18 MICROBIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN III BACTERIOLOGÍA CAPÍTULO 22. LEGIONELAS, BARTONELAS Y (...) STREPTOBACILLUS MONILIFORMIS
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