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caPíTulo 36 | Tratamiento nutricional médico en las enfermedades renales 805 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. se han descrito litiasis renal, IRA y fallecimientos. La melamina es una base orgánica sintetizada a partir de la urea. Cuando se añade a la leche en polvo o leche líquida, aumenta falsamente el contenido proteico. La melamina precipita en los túbulos renales distales, formando cristales y cálculos arenosos. La hidratación y la alcalinización urinaria ayudan al paso de los cálculos. El tratamiento de la infección por el virus de la inmunode- ficiencia humana con inhibidores de la proteasa ha provocado la aparición de otros cálculos urinarios previamente desconoci- dos, los cálculos de indinavir. La hipocitraturia está presente en todas las personas con litiasis de indinavir, así como una menor solubilidad en un volumen urinario escaso con pH bajo. Estos cálculos son blandos, gelatinosos, radiotransparentes y no pue- den eliminarse mediante uretroscopia ni extracción con cesta. La hidratación intravenosa (i.v.) y la interrupción temporal del indinavir son los tratamientos de primera elección (Zilberman, 2010). Cálculos de estruvita. Los cálculos de estruvita están com- puestos por fosfato amónico magnésico y carbonato de apatita. También se denominan cálculos triple fosfato o infecciosos. Al contrario que la mayoría de los cálculos urinarios, son más frecuentes en mujeres que en hombres, con una proporción 2:1. Solo se forman en presencia de bacterias como Pseudomonas, Klebsiella, Proteus mirabilis y Urealyticum, que poseen ureasa, una enzima que degrada la urea. La degradación de la urea produce amoníaco y dióxido de carbono (CO2), elevando así el pH uri- nario y la concentración de carbonato. Los cálculos de estruvita crecen rápidamente hasta convertirse en grandes cálculos en asta de ciervo en la pelvis renal. El tratamiento fundamental es la litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC), junto con tratamiento antimicrobiano según cultivo que utiliza inhi- bidores de la ureasa. El objetivo consiste en eliminar o prevenir las infecciones de vías urinarias realizando cultivos de orina de forma regular. Tratamiento médico Los cálculos de ácido úrico y de estruvita son los únicos tipos susceptibles de recibir tratamiento de disolución mediante alcali- nización de la orina. La litotricia por ondas de choque y la técni- cas de endoscopia urológica han sustituido casi por completo los procedimientos quirúrgicos abiertos de eliminación de cálculos de hace 20 años. Los cálculos de estruvita se tratan también con tratamiento antimicrobiano según cultivo que utiliza inhibidores de la ureasa. Las estrategias terapéuticas se dirigen, actualmente, a la prevención de la litiasis renal (Asplin, 2008). Tratamiento nutricional médico Tras el tratamiento corrector, se precisa una valoración nu- tricional para determinar los factores de riesgo de recurrencias. El riesgo aumenta en hombres y mujeres con la elevación del calcio y oxalato urinarios, y disminuye con el aumento de citrato y del volumen urinario. Hay una línea continua de riesgo rela- cionada con el aumento de calcio y oxalato urinarios (Curhan y Taylor, 2008). Como la química urinaria cambia cada día según las modificaciones del ambiente y la dieta, se necesitan dos recogidas de orina de 24 h con la dieta habitual, una de un día entre semana y otra del fin de semana. El tratamiento nutricional médico (TNM) específico se basa así en evaluacio- nes metabólicas exhaustivas. El asesoramiento nutricional y el seguimiento metabólico pueden llegar a ser bastante eficaces (tabla 36-4). Cuando un paciente elimina un cálculo, hay que determinar si es un cálculo nuevo o estaba previamente, y dar las recomen- daciones pertinentes en cada caso (Asplin, 2008). La eficacia del TNM debe comprobarse mediante la evaluación de la orina de 24 h en días posteriores. Esto ofrece a nutricionistas y pacientes una medida del efecto de las modificaciones dietéticas. Una vez iniciado un tratamiento dietético, el objetivo es prevenir la formación de nuevos cálculos y el crecimiento de los presentes. Véase Algoritmo de fisiopatología y tratamiento asistencial: Litiasis renal. Líquidos y volumen de orina. La anomalía más frecuente observada en la evaluación metabólica de las personas con cál- culos renales es, con mucho, un volumen urinario escaso, y su corrección mediante una ingesta elevada de líquidos debería ser la estrategia central en todos los tipos de litiasis renal. El obje- tivo es mantener los solutos urinarios en la zona de saturación insuficiente para inhibir la nucleación; ello aumenta el volumen de orina y reduce la carga de solutos. El objetivo se centra en la cantidad de flujo urinario, más que en una ingesta determinada de líquidos. Una tasa alta de flujo urinario tiende a eliminar todos los cristales formados, y un volumen urinario de 2-2,5 l/día debería prevenir las recurrencias. La ingesta de líquidos debe modificarse según las pérdidas extrarrenales de líquidos que influyen en el flujo de orina. Para conseguir un volumen de 2-2,5 l/día de orina, suele ser necesario ingerir 250 ml de líquidos en cada comida, en- tre comidas, antes de irse a la cama y al levantarse por la noche para orinar. La hidratación durante las horas de sueño es importante para romper el ciclo de la orina matutina «con máxima concentración». La mitad de estos 2,5 l diarios debe ser de agua. Pueden ser necesarias ingestas de líquidos más elevadas, quizás hasta 3 l/día, para compensar pérdidas GI, sudoración excesiva por ejercicio extenuante o ambientes excesivamente calurosos o secos, como la cabina de un avión comercial. El zumo de arándanos rojos acidifica la orina y es útil en el tratamiento de los cálculos de estruvita. El zumo de grosella negra aumenta el citrato y oxalato urinarios, y podría prevenir la aparición de cálculos de ácido úrico, porque alcaliniza la orina. Té, café, cerveza y vino se han asociado con menor riesgo de litiasis renal. El contenido en oxalato del té preparado a base de té negro o té verde normales es de 300-1.500 mmol/l. Por su alto contenido en oxalato, el té debe tomarse con una cantidad generosa de leche añadida; la leche parece reducir la absorción de oxalato, fijándolo en la luz intestinal en forma de oxalato cálcico, haciendo que sea menos absorbible. Los tés de hierbas contienen mucho menos oxalato, 31-75 mmol/l, y son una alter- nativa aceptable (Massey, 2007). Los refrescos y las colas que contienen ácido fosfórico deben evitarse, por su capacidad de acidificar la orina. Proteínas de origen animal. Los estudios epidemioló- gicos descubren una correlación entre un mayor nivel de vida, una ingesta alta de proteínas de origen animal y la incidencia creciente de cálculos renales. Carne, pescado, aves, huevos, queso y cereales son las fuentes básicas de ácido (v. Perspectiva clínica: Influencia de la dieta en el pH urinario). Una dieta con el calcio adecuado, baja en proteínas de origen animal y con poca sal (menos de 4 g) reduce la excreción de oxalato mejor que una dieta baja en oxalato tradicional (Nouvenne et al., 2009). Oxalato. Como en la orina hay mucho menos oxalato que calcio (proporción 1:5), las variaciones de la concentración de Parte 5 - Tratamiento nutricional médico Capítulo 36 - Tratamiento nutricional médico en las enfermedades renales Enfermedades renales Cálculos renales (litiasis renal) Fisiopatología Cálculos de estruvita Tratamiento médico Tratamiento nutricional médico Líquidos y volumen de orina Proteínas de origen animal Oxalato
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