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194 REV CHIL OBSTET GINECOL 2010; 75(3): 194 - 198
Casos Clínicos
VAGINOSIS CITOLÍTICA: UN DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL POCO 
FRECUENTE DE VULVOVAGINITIS MICÓTICA A REPETICIÓN
Paolo Ricci A. 1, Luis Contreras M. 2, Luis Contreras S. a
1 Unidad de Ginecología, Departamento de Obstetricia y Ginecología, 2 Departamento de Anatomía Patológica, Clínica 
Las Condes.
a Alumno, Escuela de Medicina, Universidad Andrés Bello.
RESUMEN 
Los síntomas compatibles con vaginitis y vaginosis, son la causa más frecuente de consulta al ginecólogo. 
La descarga vaginal abundante y el prurito, constituyen la primera sospecha de estas patologías. Sin em-
bargo, debemos tener presente que el aumento significativo de lactobacilos, conocido como lactobacilosis, 
puede expresarse también con los mismos síntomas y signos de una vulvovaginitis micótica. Si esta condi-
ción se mantiene en el tiempo, puede provocar un grado de acidez anormal en la vagina, y puede llevar a 
una lisis de las células epiteliales que se conoce como vaginosis citolítica. Este diagnóstico, aunque es poco 
frecuente, debemos sospecharlo especialmente, en aquellas mujeres que relatan tener múltiples consultas 
por candidiasis vaginal, con escasa o nula respuesta frente a la terapia antimicótica.
PALABRAS CLAVE: Vaginosis citolítica, vulvovaginitis, lactobacilos, lactobacilosis, citólisis, flora 
comensal, micosis vaginal
SUMMARY
The symptoms consistent with vaginitis and vaginosis are the most common cause of the visit to the gyneco-
logist. Heavy vaginal discharge and pruritus are the first suspicion of this pathology. However, the significant 
increase in lactobacilli, known as lactobacilosis can be expressed also with the same symptoms and signs 
of a fungal vulvovaginitis. If this condition is maintained over time, can cause abnormal acidity in the vagina, 
and may lead to epithelial cell lysis, which is known as cytolytic vaginosis. This diagnosis, although rare, 
should be suspected especially in women who reported having multiple consultations for vaginal candidia-
sis, with little or no response to antifungal therapy.
KEY WORDS: Cytolytic vaginosis, vulvovaginitis, lactobacilli, lactobacillosis, citolysis, commensal 
flora, vaginal mycosis
195VAGINOSIS CITOLITICA: UN DIAGNOSTICO DIFERENCIAL POCO ... / PAOLO RICCI A. y cols.
INTRODUCCIÓN
La vaginosis y vaginitis son patologías extre-
madamente frecuentes. Los síntomas vaginales 
constituyen la razón más común para consultar al 
ginecólogo (1). La mayoría de los casos son debido 
a cándida Sp. (2) y se presentan con flujo aumenta-
do y prurito vaginal. 
El lactobacilo es la bacteria que encontramos 
en mayor cantidad en la vagina. Su contribución 
principal es sobre el pH vaginal, para así mantener 
el equilibrio y protección contra bacterias eventual-
mente patógenas (3-5). 
La presencia de 5 bacilos por cada 10 célu-
las escamosas en el flujo de descarga vaginal, ha 
sido definido como un factor protector para candi-
diasis vaginal (6). Otro mecanismo de protección 
otorgado por los lactobacilos, es la inhibición de la 
adherencia de la cándida a las células epiteliales 
vaginales, a través de la producción de sustancias 
antimicrobianas (peróxido de hidrógeno, bacterici-
das y biosurfactantes), competencia por nutrientes 
(arginina deiminasa) y competencia por receptores 
(adhesión al epitelio) (7-9). Se han identificado 20 
tipos diferentes de lactobacilos en la vagina huma-
na (10). 
Debido a todo lo anterior, el lactobacilo es con-
siderado una bacteria comensal, cuya presencia es 
un factor protector en la vagina. Sin embargo, se 
han registrado y descrito casos en la literatura mé-
dica, de mujeres con un aumento excesivo de lacto-
bacilos, lo que se conoce como lactobacilosis (11). 
Esta condición provoca una acidificación extrema 
del medio vaginal, lo cual puede llevar a la conse-
cuente lisis de las células epiteliales. Esta entidad 
patológica se conoce como vaginosis citolítica (12-
14) y generalmente se confunde con la vulvovagini-
tis micótica por cándida albicans (13,14). 
A continuación describimos un caso clínico co-
rrespondiente a vaginosis citolítica. 
Caso clínico
Mujer de 35 años, nulípara, que consulta por 
flujo vaginal abundante, tipo leucorrea y prurito. Re-
lata que ha acudido a cuatro ginecólogos durante 
el último año, recibiendo tratamiento en todas las 
consultas, por una sospecha de vulvovaginitis mi-
cótica, sin respuesta frente a los medicamentos 
empleados. Ha utilizado fluconazol oral, clotrimazol 
y miconazol-tinidazol en óvulos, pomadas de clotri-
mazol y nistatina, en múltiples ocasiones. La des-
carga de flujo es abundante y aumenta aún más en 
forma cíclica. En uno de los controles se encontró 
un ectropión, que fue tratado con crioterapia, sin 
embargo, no hubo disminución del flujo vaginal. 
Además relata que en los últimos meses presenta 
sensación de quemadura en la mucosa vaginal y 
se ha agregado dispareunia. Relata que en algunas 
ocasiones el flujo forma verdaderas costras de co-
lor blanco, sobre las paredes vaginales. 
Al examen ginecológico destacaba un flujo 
abundante de color blanco y eritema sobre las pa-
redes vaginales. 
Debido al antecedente de múltiples tratamien-
tos con antimicóticos sin respuesta, se tomó una 
muestra de flujo para PCR y se realizó un examen 
directo al fresco, tinción de gram y cultivo. Los 
exámenes descartaron la presencia de cándida y 
bacterias como gardnerella, tricomona y clamidia, 
entre otras. Las pruebas demostraron solamente la 
presencia de lactobacilos en abundancia. 
Se tomaron biopsias de la mucosa vaginal, que 
mostraron lisis de células epiteliales, destacando la 
fragmentación de células y salida de núcleos. Ade-
más de una gran cantidad de lactobacilos alarga-
dos (Figura 1 a 4). 
Se midió el pH vaginal en ambas fases del ci-
clo, variando entre 3 y 4, encontrándose mayorita-
riamente en el valor más bajo. Debido a la clínica, 
examen ginecológico y pruebas de laboratorio, se 
cumplieron los criterios para realizar el diagnóstico 
de vaginosis citolítica. Se inició tratamiento para con-
trolar la población de lactobacilos, con antibióticos. 
Se utilizaron duchas vaginales de bicarbonato de so-
dio, para controlar el pH. Las mediciones de pH de 
control, demostraron la efectividad del tratamiento, 
encontrándose entre 5 y 6 mayoritariamente.
DISCUSIÓN
La vaginosis citolítica (VC) es una condición pa-
tológica muy poco frecuente, y que en la mayoría 
de las veces queda olvidada. Se trata de mujeres 
Figura 1. Frotis citológico con marcada citolisis en 
células escamosas y presencia de numerosos lac-
tobacilos. Citología Papanicolaou, aumento 400x.
196 REV CHIL OBSTET GINECOL 2010; 75(3)
en edad reproductiva, que generalmente consul-
tan múltiples veces al ginecólogo, debido a un flujo 
vaginal persistente. No infrecuente que se les re-
cete un antimicótico local, al confundirse con una 
micosis corriente por cándida albicans. Tampoco 
es infrecuente, que ante la nula respuesta frente 
al tratamiento, se cambien de médico, continuando 
con diferentes antimicóticos. Tal como sucedió en 
el caso descrito. Por lo tanto debemos sospecharla 
en quien nos relata que a pesar de múltiples trata-
mientos antimicóticos, continúa con los síntomas. 
La vaginosis citolítica se presenta con prurito, ardor 
y frecuentemente con dispareunia. Estos síntomas 
aumentan durante la fase lútea. 
El exceso de lactobacilos se conoce como lac-
tobacilosis, la cual puede llevar a bacteremia (15) 
e incluso a septicemia en pacientes inmunocom-
prometidos (16). Deficiencias o alteraciones del 
complemento o de inmunoglobulinas, podrían ser 
la causa del desarrollo de VC. La lactobacilosis 
vaginal se asocia generalmente a lactobacilos ex-
tremadamente largos, y conocidos como leptothrix. 
La causa de esta transformación morfológica es 
desconocida y se asocia a descarga de flujo abun-
dante, 7 a 10 días después de la menstruación (17). 
Algunos estudios han demostrado que los lac-
tobacilos sonmás abundantes en aquellas mujeres 
con glicemia elevadas (18,19), y esta condición po-
dría deberse al aumento de glicógeno en las pare-
des vaginales.
Los criterios diagnósticos incluyen la ausencia 
de tricomonas, gardnerella y cándida, un aumento 
de los lactobacilos, presencia escasa de leucocitos, 
evidencia de citólisis, presencia de descarga exce-
siva de flujo y un pH vaginal entre 3,5 y 4,5 (14). La 
descarga de flujo vaginal, el prurito y muchas veces 
una sensación de quemadura, suelen ser cíclicas 
(19) (Tabla I). 
La VC frecuentemente se confunde con can-
didiasis vaginal (20). Un estudio demostró que en 
estas pacientes, se demuestran sobre 200 colonias 
de lactobacilos, con un score de Nugent de cero 
(21).
La VC puede ser causa de vulvodinia (22), que 
si no se sospecha e identifica, retrasará el trata-
miento, provocando dispareunia, que teóricamente 
podría llevar al desarrollo de un vaginismo.
Importante en la confirmación diagnóstica es la 
observación por microscopía, ya que nos permitirá 
demostrar la presencia de citólisisis (13). Carac-
terística es la observación de células epiteliales 
fragmentadas y/o núcleos libres debido a la lisis 
(20). La citólisis es producto de la presencia abun-
dante de flúor, probablemente debido a la mayor 
Figura 2. Corte de cuello uterino con presencia de 
numerosos lactobacilos sobre la superficie epitelial. 
Tinción Hematoxilina-Eosina, aumento 400x.
Figura 3. Corte de cuello uterino con presencia de 
numerosos lactobacilos sobre la superficie epitelial. 
Tinción Hematoxilina-Eosina, aumento 1000x.
Figura 4. Células intermedias y superficiales en fro-
tis vaginal de control con menor cantidad de lacto-
bacilos que en frotis ilustrado en Figura 1. Papani-
colaou, aumento 400x.
197
cantidad de ácido láctico, como también a la ma-
yor producción de peróxido de hidrógeno (21). Los 
lactobacilos adheridos a las células fragmentadas 
pueden confundirse con las llamadas “clue cells” 
de las vaginosis bacterianas (22).
Tabla I
CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO 
DE VAGINOSIS CITOLÍTICA
Síntomas y signos: Prurito y/o ardor vaginal. Aumento de 
la descarga de flujo vaginal. Frecuentemente aumentan 
en la fase lútea, por lo que se trata de síntomas y signos 
que se exacerban cíclicamente.
Examen ginecológico: Descarga abundante de flujo de 
aspecto de leucorrea e irritación de la mucosa vaginal.
Cultivo vaginal: Desarrollo de flora comensal (lactoba-
cilos). Ausencia de otros microorganismos patógenos 
como cándida albicans, tricomona, clamidias, entre otros 
patógenos, como causantes de los signos y síntomas va-
ginales.
Estudio de gram: Compatible con identificación de lacto-
bacilos abundantes. Ausencia o escasos leucocitos.
Medición del pH vaginal: Anormalmente ácido, entre 3,5 
y 4,5. Teniendo presente que el pH normal es entre 4,5 
y 5,5.
Estudio por microscopia: Demostración en biopsia o ex-
tendido citológico, de lisis en las células epiteliales. Des-
taca la fragmentación celular y la presencia de núcleos 
fuera de la célula. Observación de abundantes lactobaci-
los, sueltos y adheridos a las células epiteliales. 
Características frecuentes de los lactobacilos: Se obser-
van cambios morfológicos, destacando la presencia de 
lactobacilos alargados (leptothrix).
Por otro lado, actualmente se han identificado 
toxinas específicas, con actividad citolítica en dife-
rentes bacterias vaginales. Un ejemplo es la gard-
nerella vaginalis. Se trata de la vaginolisina, un cito-
lítico específico del epitelio vaginal humano (23,24). 
Tal vez, estos lactobacilos asociados a VC, que se 
sabe pueden tener cambios morfológicos, también 
son capaces de producir toxinas específicas, que 
pueden provocar la lisis celular. 
 En un estudio con 101 mujeres entre 15 y 50 
años, que consultaron por flujo vaginal y/o mal 
olor, vaginosis bacteriana se diagnosticó en el 
34% y candidiasis en el 23%, Clamidia tracomatis 
15%, Tricomona 9%, Herpes 7% y Neisseria gono-
rrhoeae 1%; entre estas mujeres destaca que en 
el 5% se diagnosticó VC (25). Un estudio de 210 
mujeres con flujo vaginal y otros signos y síntomas 
que sugerían una vulvovaginitis micótica, demostró 
que en el 7,1% de los casos correspondía a una VC 
(20). Otro estudio de 2.947 frotis vaginales, eviden-
ció que en el 1,8% de los casos se cumplía con los 
criterios citológicos de una vaginosis citolítica (26). 
Una revisión efectuado en trabajadoras sexuales, 
detectó VC en el 1,9% (27).
Entre las medidas más importantes en el trata-
miento, debemos controlar el pH ácido, para lo cual 
podemos utilizar lavados con bicarbonato de so-
dio. (13,14,22). Un seguimiento de 47 mujeres con 
VC, demostró que después de 2 ciclos de duchas 
vaginales con bicarbonato de sodio, 32 mujeres 
presentaron una mejoría en sus síntomas y signos 
(21). Otra medida importante es el tratamiento con 
antibióticos, que pueden controlar o disminuir la po-
blación aumentada de lactobacilos (17,20). 
Algunos estudios han demostrado que ciertas 
mutaciones genéticas, pueden otorgar resistencia 
frente a algunos antibióticos. Un estudio realiza-
do este año, demostró que una mutación en 23S 
rRNA, se asocia a resistencia a la eritromicina (28). 
Esta mutación también ha sido identificada en otras 
bacterias, tanto de la vagina (29) como de otros ór-
ganos, otorgando la misma resistencia a macróli-
dos (30).
Diferentes estudios han demostrado que el uso 
de probióticos, conteniendo lactobacilos, pueden 
disminuir la probabilidad de presentar vaginosis 
bacteriana, candidiasis vulvovaginal e infecciones 
urinarias (31,32). Sin embargo, el uso indiscrimi-
nado de estos productos podría ser la razón del 
aumento anormal de lactobacilos vaginales, que 
eventualmente llevan a una vaginosis citolítica. En 
la literatura se han descrito algunos casos de sep-
sis por lactobacilos, asociados a terapias con pre-
bióticos (33,34).
CONCLUSIÓN
En casos de vulvovaginitis a repetición o de 
múltiples consultas por sospecha de micosis vagi-
nal, con escasa respuesta frente a antimicóticos, 
debemos sospechar la presencia de vaginosis cito-
lítica. La lactobacilosis y la vaginosis citolítica, son 
diagnósticos que pueden confundirse con vulvova-
ginitis micótica, debido a la similitud de síntomas y 
signos.
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