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Manifestaciones clínicas de fiebre y patrones febriles

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UNIVERSIDAD MEXIQUENSE DEL
BICENTENARIO
Fisiopatología
Lic. Enfermería
La fiebre es un aumento temporal en la temperatura corporal que
se produce en respuesta a una infección, inflamación u otras
afecciones. La temperatura normal del cuerpo oscila entre 36.1°C
y 37.2°C en adultos, y se considera fiebre cuando la temperatura
supera los 38°C.
Las manifestaciones clínicas de la fiebre pueden variar
dependiendo de la causa subyacente y la intensidad de la fiebre. 
Algunas de las manifestaciones más comunes son:
 Sensación de calor: la fiebre suele ir acompañada de una
sensación de calor, sudoración y sofocos.
 Escalofríos: al principio de la fiebre, el cuerpo puede
experimentar escalofríos, que son temblores o temblorosas.
 Malestar general: la fiebre también puede causar dolor de
cabeza, fatiga, debilidad muscular, dolor en las
articulaciones, dolores musculares y una sensación de
malestar general.
 Pérdida del apetito: la fiebre también puede disminuir el
apetito y provocar náuseas y vómitos.
 Aumento del ritmo cardíaco: en casos graves, la fiebre
puede provocar un aumento del ritmo cardíaco.
 Cambios en la respiración: la fiebre puede provocar una
respiración rápida y superficial.
 Convulsiones: en raras ocasiones, la fiebre alta puede
provocar convulsiones en niños pequeños.
Los patrones febriles se refieren a la forma en que la temperatura
del cuerpo aumenta y disminuye durante el curso de la fiebre. Los
patrones febriles comunes incluyen:
 Fiebre constante: la temperatura del cuerpo permanece
elevada y no fluctúa más de 1°C durante todo el período de
la fiebre.
 Fiebre remitente: la temperatura del cuerpo fluctúa
diariamente pero nunca vuelve a la normalidad.
 Fiebre intermitente: la temperatura del cuerpo sube y baja,
pero nunca vuelve a la normalidad.
 Fiebre recurrente: la fiebre dura varios días y desaparece
durante un día o dos, y luego regresa.
En general, el tratamiento de la fiebre depende de la causa
subyacente y la gravedad de la fiebre. Si la fiebre es leve, es
posible que no se necesite tratamiento, excepto para aliviar los
síntomas. Sin embargo, si la fiebre es alta o se asocia con otros
síntomas preocupantes, es importante buscar atención médica
para determinar la causa subyacente y recibir tratamiento
adecuado.

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