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la uretra esponjosa, y la piel del pene. Las arterias profundas del pene atraviesan los pilares proximalmente y discurren distalmente junto al centro de los cuerpos cavernosos, e irrigan el tejido eréctil de estas estructuras (v. figs. 6-58 A y 6-61 C). Las arterias del bulbo del pene irrigan la porción posterior (bulbosa) del cuerpo esponjoso y la uretra esponjosa, así como la glándula bulbouretral (v. fig. 6-58 A). Además, las ramas superficiales y profundas de las arterias pudendas externas irrigan la piel del pene, y se anastomosan con ramas de las arterias pudendas internas. Las arterias profundas del pene son los vasos principales que irrigan los espacios cavernosos del tejido eréctil de los cuerpos cavernosos y, por tanto, participan en la erección del pene. Proporcionan numerosas ramas (arterias helicinas del pene), que se abren directamente en los espacios cavernosos. Cuando el pene está fláccido, estas arterias están enrolladas, lo que limita el flujo de sangre. Drenaje venoso del pene. La sangre de los espacios cavernosos de los cuerpos es drenada por un plexo venoso, que se une a la vena dorsal profunda del pene en la fascia profunda (figs. 6-61 C y 6-63). Esta vena discurre entre las láminas del ligamento suspensorio del pene, inferior al ligamento púbico inferior y anterior a la membrana perineal, para alcanzar la pelvis, donde drena en el plexo venoso prostático. La sangre de la piel y el tejido subcutáneo del pene drena en la(s) vena(s) dorsal(es) superficial(es), que termina(n) en la vena pudenda externa superficial. Parte de la sangre llega también a la vena pudenda interna. 1186 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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