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131 Síndrome de distrés respiratorio agudo Orientación MIR Tema poco importante. La práctica totalidad de las preguntas que hasta ahora han aparecido se contestan sabiendo el concepto de distrés y sus criterios diagnósticos. El síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA) es un cuadro de curso rápido que produce disnea, infiltrados pulmonares difusos e insuficiencia respiratoria aguda grave, de rápida evolución, secundaria a un aumento en la permeabilidad de la membrana alveolocapilar en respuesta a diferentes estímulos (MIR 20-21, 141), que pueden ser directos, como la inhalación de gases tóxicos, o indirectos, como la sepsis. Se debe descartar edema agudo de pulmón de causa cardiogénica; el método más fiable para ello es medir la presión capilar pulmonar o presión de enclavamiento y constatar que no está elevada (≤ 15 cmH2O). También es útil para descartar el origen cardiogénico la realización de un ecocardiograma. Los criterios diagnósticos del SDRA son (MIR 17-18, 141; MIR 11-12, 66): • Existencia de patología desencadenante (Tabla 21.1). • Infiltrados alveolares bilaterales (Figura 21.1). • Descarte de edema pulmonar cardiogénico (presión capilar pulmonar o presión de enclavamiento normal/ecocardiograma normal). • Cociente PaO2/FiO2 ≤ a 300 mmHg (SDRA leve: PaO2/FiO2 201-300 mmHg; SDRA moderado: PaO2/FiO2 101-200; SDRA grave: PaO2/FiO2 ≤ 100). Figura 21.1. Síndrome de distrés respiratorio del adulto donde se objetivan infiltrados alveolares bilaterales 21.1. Etiología (Tabla 21.1) La causa más común del SDRA es la sepsis. Otras causas son politrauma- tismos, embolismos grasos, neumonía, pancreatitis, aspiración bronquial de contenido gástrico, inhalación de toxinas, semiahogamiento, algunos fár- macos (opiáceos, nitrofurantoína), estados de shock, enfermedades autoin- munitarias o cirugía extracorpórea. Sin embargo, la clínica, las alteraciones fisiopatológicas y el tratamiento son similares en todas ellas. Recuerda ➔ Pensar en el SDRA cuando se hable de un paciente grave (sepsis, en UCI …) que no responde a oxígeno. Lesión directa Neumonía Inhalación de tóxicos Aspiración de contenido gástrico Contusión pulmonar Lesión indirecta Sepsis Politraumatismo Quemaduras Pancreatitis Politransfusiones Tabla 21.1. Causas de distrés respiratorio agudo 21.2. Fisiopatología Es una forma de edema pulmonar producido por aumento de la permea- bilidad de la membrana alveolocapilar al lesionarse, bien de modo directo o indirecto. En la evolución de esta enfermedad se describen tres fases: • Fase exudativa. La lesión del endotelio capilar y de los neumocitos tipo I provocan paso de plasma rico en proteínas al espacio alveolar, con activación del complemento de la coagulación y de la respuesta inflamatoria; en esta fase se acumulan en el pulmón citocinas como interleucinas 1 y 8 y factor de necrosis tumoral α y mediadores lipídi- cos como el leucotrieno B4. Este líquido interfiere con el surfactante, que además ve alterada su síntesis cuantitativa y cualitativamente por la lesión de los neumocitos tipo II, por lo que se produce colapso alveolar. Pueden formarse membranas hialinas como resultado del depósito de fibrina y otras sustancias en el alvéolo. Todas estas alte- raciones predominan en zonas declives, quedando sólo una parte de pulmón sano, que se ve obligado a realizar un trabajo “extra”. Debido al edema intersticial y al colapso alveolar, los pulmones se vuelven rígidos (disminución de la distensibilidad) y aumenta el trabajo respiratorio. La sobrecarga mecánica produce fatiga de los músculos respiratorios, con disminución de los volúmenes ventilatorios. 21 132 Manual CTO de Medicina y Cirugía, 12.ª edición Se producen importantes alteraciones de la ventilación/perfusión y cortocircuito intrapulmonar por los alvéolos colapsados y áreas ate- lectasiadas. Estas alteraciones se ven agravadas por la oclusión de vasos pulmonares finos, lo que disminuye la perfusión en áreas venti- ladas, con la consecuente aparición de hipertensión pulmonar, por un lado, y aumento del espacio muerto fisiológico, por otro, cuya conse- cuencia es la hipercapnia. La fase exudativa transcurre en los primeros 5-7 días de la enferme- dad, en los que aparece disnea y taquipnea, e infiltrados alveolares difusos en los estudios radiológicos. El diagnóstico diferencial con el edema agudo de pulmón cardiogénico se hace por ausencia de car- diomegalia y de derrame pleural bilateral en el distrés. • Fase proliferativa. Tiene lugar entre los días 7 y 21. Tras la fase exudativa se produce una mejoría del paciente que puede desco- nectarse del ventilador, aunque persisten la disnea y la taquipnea. Histológicamente en el pulmón aparecen signos de reparación pul- monar, consistentes en la organización de los exudados alveolares, la sustitución de neutrófilos por linfocitos y la proliferación de neu- mocitos tipo II, que reinician la producción de surfactante y, por su condición pluripotencial, se transforman en neumocitos tipo I. En esta fase, la elevación del procolágeno tipo III se asocia con mal pronóstico. • Fase fibrótica. Pasados 21 días, en ocasiones, las alteraciones previas dan paso a una fibrosis extensa con alteración y desestructuración de la arquitectura pulmonar. Aparecen zonas de panalización, disminu- ción de la distensibilidad y alteraciones en el intercambio gaseoso. Si esto ocurre, la mortalidad es mayor. Cuando la situación se mantiene, puede aparecer fibrosis a partir de las 2-3 semanas. Recuerda ➔ Para el diagnóstico de SDRA se debe descartar el edema de pulmón de origen cardiogénico. 21.3. Tratamiento Se basa en la identificación y el tratamiento de la causa subyacente (sepsis, hipotensión…), asegurar una adecuada nutrición, profilaxis de enfermedad tromboembólica y de la hemorragia pulmonar y el tratamiento de la insufi- ciencia respiratoria. Dada la presencia de shunt generalizado en estos pacientes, la oxigenote- rapia rara vez es eficaz en revertir la insuficiencia respiratoria, y suele ser necesaria la ventilación mecánica invasiva. Las estrategias de ventilación son: • Uso de bajos volúmenes corrientes. Medida más importante que ha demostrado reducir la mortalidad en el SRDA. Se basa en que dada la heterogeneidad en la afectación pulmonar, con las zonas declives más afectadas, el uso de volúmenes corrientes bajos (6 ml/kg) reduce la lesión inducida por el ventilador al evitar la sobredistensión de las unidades alveolares mejor ventiladas (MIR 18-19, 149). • Prevención del colapso alveolar. Se consigue aplicando presión positiva al final de la espiración (PEEP, del inglés Positive End-Expi- ratory Presure). Con los ventiladores modernos es posible obtener la curva de distensibilidad estática, y el punto de inflexión inferior de esta curva indica el punto de reclutamiento (apertura) alveolar. El ajuste de la PEEP a este valor (12-15 mmHg) mejora la oxigenación al mantener más alvéolos abiertos, pero no ha demostrado reducir la mortalidad. • Ventilación en decúbito prono. Mejora la oxigenación al mejorar las relaciones ventilación/perfusión y ha demostrado reducir la mortali- dad en un reciente estudio. • Otras medidas: - Fluidoterapia. El aumento en la permeabilidad de la membrana alveolocapilar obliga a mantener presiones de llenado auricular izquierdo bajas para no empeorar el edema pulmonar, siempre que la situación hemodinámica lo permita (ausencia de hipo- tensión). - Corticoides. Aunque se ha ensayado en diferentes fases del distrés, no han demostrado utilidad y no se recomiendan en la actualidad. - Oxigenación con membrana extracorpórea (extracorporeal membrane oxygenation, ECMO). Para los casos más graves, con hipoxemia refractaria a las medidas convencionales, el empleo de ECMO permite oxigenar al paciente haciendo pasar la sangre por una membrana extracorpórea que cumple esa función. Susresultados en cuanto a mejoría de mortalidad son controvertidos. - Bloqueo neuromuscular. El uso precoz de agentes bloquean- tes neuromusculares mejora la supervivencia sin aumentar la debilidad muscular. Las complicaciones principales del tratamiento son el barotrauma, la toxici- dad por el oxígeno (aparece siempre que se aporta una FiO2 > 60% durante más de 3 días; parece inducida por la formación de radicales libres de oxí- geno) y las neumonías nosocomiales. La mortalidad ha mejorado en los últimos años, pero se mantiene entre el 25-45%. Los pacientes que superan el episodio agudo suelen quedar libres de secuelas, pero algunos desarro- llan alteraciones funcionales a largo plazo y unos pocos una enfermedad intersticial de tipo neumonía intersticial no específica. Preguntas MIR ➔ MIR 20-21, 141 ➔ MIR 18-19, 149 ➔ MIR 17-18, 141 ➔ MIR 11-12, 66 133 21. Síndrome de distrés respiratorio agudo. NM Un paciente ingresado por pancreatitis aguda comienza con taquip- nea, taquicardia, sudoración y cianosis progresivas. La PaO2 es de 55 mmHg, la Rx de tórax muestra infiltrados alveolares bilaterales y la presión de enclavamiento capilar pulmonar es normal. El aporte de oxígeno suplementario no mejora la situación. ¿Qué diagnóstico, en- tre los siguientes, es el más probable? 1) Neumonía nosocomial. 2) Insuficiencia cardíaca. 3) Distrés respiratorio del adulto. 4) Tromboembolismo pulmonar. RC: 3 Casos Clínicos ✔ Se produce por un aumento de la permeabilidad de la membrana alveo- locapilar. La sepsis es la causa más frecuente. ✔ En la Rx de tórax aparece un patrón alveolointersticial difuso (“pulmón blanco”). ✔ Existe hipoxemia grave (cociente PaO2/FiO2 < 200 mmHg) con escasa respuesta a la oxigenoterapia (efecto shunt). Conceptos Clave Recursos de la asignatura
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