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movimientos, como flexión, abducción y rotación lateral de la cadera, dorsiflexión del tobillo y movimientos del codo. En este grupo de edad, se considera normal la limitación de mo- vimientos como la extensión de la cadera, la extensión de la rodilla y la flexión plantar .. Los valores medios para estos gru- pos difieren en más de 2 desviaciones,estándár de ·los valores. medios de la edad adulta; publicados por la American Aca0 demy of OrthopaedicSurgeons 1; la American Medica l Asso- · ciation9, y los autores Boone y Azén~5• Por este motivo; siem, pre que sea posible; .se. utilizarán.los valores ,de. referencia correspondientes al grupo de edáden eí éaso·dé factantes y ni~ ños hasta los 2 años de edad. La mayoría de los investigadores que han estudiado dife- rentes grupos amplios de edad, comprendidos en la edad adul- ta, observan que los grupos de mayor edad presentan en las ar- ticulaciones de las extremidades una amplitud ligeramente inferior respecto de los adultos jóvenes. Estas variaciones que afectan a las edades avanzadas son específicas de cada arti- culación y movimiento, pero afectan de manera desigual a va- rones y mujeres. Allander y cols.58 demostraron que la exten- sión de la muñeca y la rotación de la cadera y del hombro disminuyen al aumentar la edad, mientras que la flexión de la articulación metacarpofalángica del pulgar no presenta pér- didas considerables de la amplitud de movimiento. Roach y rrida, tanto mujeres como varones pierden aproximadamente 5º de movimiento activó en cuanto a la extensión del cuello, y 3° respecto a la flexión lateral y la rotación. Sexo La influencia del sexo en la movilidad de las extreri1idades y columna parece depender también de cada articulación y mo- vimiento específico .. Bell y Hoshizaki76, han observado que las mujeres en eda- des comprendidas entre los 18 y los 88 años presentan mayor flexibilidad que los varones en 14 de un total de 17 articula- ciones estudiadas. Béighton, Solomon y Soskoline49, en un estudio en la población africana, han observado que las mu- jeres entre los O y los &O años poseen mayor movilidad que los varones de la misma edad. Walkery cols.77, en un estudio realizado sobre 28 movimientos articulares en el grupo de edad de 60 a 84 años, afirman que 8 movimientos son más amplios en la mujer, y 4 movimientos son más amplios en el varón. Con respecto a la columna, Moll y Wright72 observan que la flexión dorsolumbar lateral izquierda en la mujer es más amplia en un 11 % que en el varón. Por el contrario, la mo- vilidad del varón es más amplia que la de la mujer en la fle- xión y extensión dorsolumbar. Miles71 han observado en general una ligera disminución (3º b d I d 1 a 5º) en los valores medios de amplitud activa de la cadera y Prue as e ongitu muscu ar rodilla, afectando al grupo de adultos jóvenes entre 25 y 39 La longitud muscular se define como la máxima extensibi- años, así como al grupo.de. mayor edad (60 a 74 años). Ex- lidad de cada unidad musculotendinosa2• Se trata de la dis- cepto en el caso de fa extensión .de la:·cadera,: esta limitación: · · tancia máxima entre las inserciones proximal y distal delmús~ es inferior al 151¼ de la.amplitud de movimiento. Stubbs;Fer-c . culo en el hueso. Desde elpunto de vista clínico, la longitud nandez y Glenn59 han obtenido Uná disminución deL4%.y.,del, rimscular no se mide de forma directa; sino indirectamente, 30% en 11 de.un total de,23: árticulaciones estudiadas en:va- determinando el final de la amplitud de movimiento de la ar- rones de edades comprendidas entrefos-25.0y54años:-James-, : · ticulacióri. o articulaciones que atraviesa dicho músculo78·79• y Parker13 han obtenido disminuciones sistemáticas eh.10 mo• La longitud muscular no sólo influye en la integridad de las vimientos activos y pasivos de las extremidades inferiores, en superficies articulares, extensibilidad capsular, ligamentos, sujetos de edades comprendidas entre los 70 y los 92 años. aponeurosis y piel, sino también en el grado de movimiento Tal y como ocurre ert las extremidades, la influencia de la pasivo de la articulación. El objetivo de las pruebas de longi- edad en la columna parece depender del movimiento concre- tud muscular es determinar si la hipo- o hipermovilidad está to. Los investigadores han llegado a diferentes conclusiones motivada por la longitud del músculo antagonista inactivo o sobre el grado de limitación de la amplitud de movimiento por otras estructuras. Al averiguar cuáles son las estructuras que se observa al ir aumentando la edad. Moll y Wright72 han afectadas, el examinador podrá escoger tratamientos más es- observado un incremento inicial de la movilidad dorsolum- pecíficos y eficaces. bar (flexión, extensión y flexión lateral) en el grupo de 15 a Los músculos pueden clasificarse atendiendo al número de 24 años de edad, hasta los 25 a 34 años, seguido de una dis- articulaciones que atraviesan desde su inserción proximal a minución progresiva con el transcurso de la edad. Estos autores la inserción distal. Los músculos monoarticulares atraviesan, concluyen que el factor edad por sí mismo es responsable de y por tanto, influyen, sobre una sola. articulación. Los mús- una disminución de la movilidad raquídea variable entre el culos biarticulares atraviesan e influyen sobre el movimiento 25% y el 52% en la década de los 70 años, dependiendo del de dos articulaciones, mientras que los músculos multiarti- movimiento. Loebl73 ha observado que la movilidad dorso- culares atraviesan e influyen sobre múltiples articulaciones. lumbar (flexión-extensión) disminuye con la edad una media No se aprecian diferencias entre las mediciones indirectas de 8° por cada década. Fitzgerald y cols.74 han observado una de la longitud·de un músculo monoarticular y la amplitud de disminución sistemática en la flexión lateral y en la extensión un movimiento articular en la dirección opuesta a la del mo- de la columna lumbar, a intervalos de 20 años, pero ninguna vimiento activo del músculo. Generalmente, los músculos diferencia en cuanto a la rotación y la flexión hacia delante. monoarticulares poseen suficiente longitud para permitir el Youdas y cols.75 han concluido que por cada década transcu- movimiento pasivo completo de la articulación que atraviesan. http:grupo.de Wanatabe y co/s. 15 0·2 años . 1·5 años n=45 n= 19 Movimiento Rango de valores medios Media (D5) Flexión 172-180 168,8 (3,7) Extensión· 79-89 ·68;9 (6,6) Rotación· medial .. 72-90 71,2 (3,6) Rotación lateral 118-134 110,0 (10,0) Abducción 177-187 186,3 (2,6) años. Greene y Wol:18 midieron la amplitud de los movimien- tos activos utilizando un goniómetro universal en un grupo de 10 individuos varones y 10 mujeres, con edades comprendi- das entre los 18 y los 55 años. Si no se advierte io contrario, el lector debe considerar que la amplitud de movimientos del hombro se refiere al complejo que constituye esta articulación. Algúnos estudios se han .dedicado específicamente a la amplitud de movimientos glenohumerales, empleando herra- mientas clínicas, como el goniómetro universal. Normalmen- te, se considera que la articulación glenohumeral contribuye en unos 120º al movimiento de flexión, y entre 90º y 120º al de abducción, dentro del complejo.de articulaciones del hom- bro3. En general, el índice global de movimiento glenohume- ral a escapulodorsal,durantela flexión y abduc.ción se expre- sa como 2: J 3,9· 11 • Por tanto,. unos dos tercios·deLinovimiento: del complejo .de.la:articulación .del ho.mbro.se. atribuyen a la articulación glenohmrieral: LaTabla+2, muestraJos valores . medios•de -la, amplitud de;movimientos-glenohumerales •,obte- •. nidos a partir de tres fuentes. Lannan, Lehman y Tolanff 12 han medido la amplitud de los movimientos pasivos utilizando un goniómetro universal, en un grupo de 20 varones y 40 muje- res de edades comprendidas entre los 21y los 40 años. Boon y Smith 13 examinaron a un grupo de 50 atletas (32 mujeres y 18 varones) para medir la amplitud pasiva medial y lateral de la articulación glenohumeral. Ellenbecker y cols. 14 midieron Boone16 20-29años 30-39años n= 19 n= 18 Movimiento Media (D5) Media (DS) Flexión 164,5 (5,9) 165,4 (3,8) Extensión 58,3 (8,3) 57,5 (8,5) Rotación medial 65,9 (4,0) 67,1 (4,2) Rotación lateral 100,0 (7,2) 101,5 (6,9) Abducción 182,6 (9,8) 182,8 (7,7) Boone16 6-12 años 13-19 años n= 17 n= 17 Media (D5) Media (5D) 169,0 (3,5) 167,4 (3,9) 69,6 (7,0) 64,0 (9,3) 70,0 (4,7) 70,3 (5,3) 107,4 (3,6) 106,3 (6,1) 184,7 (3,8) 185,1 (4,3) la rotación activa en un grupo de tenistas de élite, 113 varo- nes y 90 mujeres, de edades comprendidas entre los 11 y los 17 años. En estos tres estudios, se obtuvieron las mediciones glenohumerales con ayuda de la estabilización manual del omoplato, y utilizando como instrumento el goniómetro uni- versal. Es necesario realizar más estudios para poder estable- cer valores normativos para la amplitud de los movimientos glenohumeráles, especialmente en el grupo de adultos de edad avanzada. Edad La observación de los valores de amplitud de movimientos del complejo que constituye el hombro, presentados en la Tabla 4- 3, muestra muy ligeras diferencias en los niños, desde el naci- miento hasta .. la adolesci::n.cia. Los valores del estudio realizado por Wanatabe y cols. 15 proceden de Ja medición de la amplitud pasiva de .. los movimientos en un grupo de.Varones y mujeres de ,la poblaciónjaponesa. Los valores medios obtenidos por Boone16 proceden de la medición de.los movimientos activos .uti- lizando un goniómetro universal en un grupo de varones de raza blanca. Aunque los valores obtenidos por Wanatabe y cols, 15 para niños son superiores a los obtenidos por Boone 16 para ni- ños de edades comprendidas entre 1 y 19 años, resulta dificil comparar los resultados de distintos estudios. Dentro de.uno de ellos, Boone16 y Boone y Azen7 han demostrado que Ja'ain- Wa/ker y co/s.17 Downey y cols. 18 40-54 años 60-85años 61-93 años n= 19 n=30 n= 106 Media (D5) Media (D5) Media (5D) 165,1 (5,2) 160,0 ( 11,0) 165,0 (10,7) 56,1 (7,9) 38,0 (11,0) 68,3 (3,8) 59,0 (16,0) 65,0 (11,7) 97,5 (8,5) 76,0 (13,0) 80,6 (11,0) 182,6 (9,8) 155,0 (22,0) 157,9 (17,4) http:hombr.o.se Figura 4-8. Las tareas de alimentación requieren de.36~ a 52º de fle- xión del hombro31 •32• · · y la capacidad de la persona para realizar acciones como ce- pillarse el cabello, ponerse un abrigo, asearse la espalda y la axila contralateral, ir al baño, alcanzar una estantería alta, ele- varse por encima del nivel de los hombros, tirar de un objeto y dormir sobre el lado afectado. Los movimientos de flexión y aducción guardan relación con la capacidad para peinarse el cabello, mientras que la rotación medial y lateral guardan re- lación con el aseo de la espalda. Capítulo 4 • Figura 4-9. Alcanzar la región dorsal con las manos para abrochar un sujetador o para el aseo personal requiere 56º de extensión, 69º de abducción horizontal31 y una amplitud considerable de rotación me- dial del hombro. ----·-·_···_···_·· Dive~sfü;:esfüfüos3 u 2 ·se:han:centrado_en~me.dicl.ª-:..am¡¿I i- · ... --• • -·· tud de los movimientos que requiere un individuo para reali- la zona perineal en el aseo íntimo. El movimiento de aduccion zar. diversas tareas (Tabla 4-5). Para alcanzar la parte poste- horizontal es necesario para las actividades que se realizan rior de la cabeza en el peinado del cabello, es necesario delante del cuerpo, como e.1 aseo de la axila contralateral disponer de una amplitud considerable de abducción (112º) (104º), y para comer (87º). Cuando el paciente presenta di-.· y rotación lateral (Fig. 4-6), de igual modo que para colocar- ficultades para realizar determinadas actividades funciona- se una corbata o abrocharse una cremallera en la espalda. La les, las pautas de valoración y tratamiento deberán centrarse flexión máxima ( 148º) es precisa para tareas como alcanzar en los movimientos necesarios del hombro para dicha activi- una estantería alta (Fig. 4-7), y una amplitud menor (36º a dad. Del mismo modo, si el paciente presenta limitaciones 52º) para comer (Fig. 4-8). También es necesario disponer de conocidas en los movimientos del hombro, el fisioterapeuta 38º a 56º de extensión y considerable amplitud de rotación y el médico deberá advertirle sobre la dificultad que va a en- medial y abducción horizontal para-alcanzar la espalda y abro- contrar en determinadas acciones, sugiriéndole pautas de charse un sujetador (Fig. 4-9), ponerse una camisa y alcanzar adaptación. y en postura sentada. Los ICC entre ambos ensayos, realiza- dos por un mismo examinador para cada prueba, variaron en- tre 0,94 y 0,99, lo que indica una fiabilidad alta, indepen- dientemente de tratarse de movimientos pasivos o activos, o de la postura del paciente. Los ICC entre los ensayos en cada una de las-posturas variaron entre 0,64.y 0,8L No seapre- ciaron diferencias significativas. entre fas· mediciones. com- parables de la flexión, obtenidas en ambas posturas. Sin em- bargo, se observó una.amplitud de. abducción' m.ucho mayor en la postllrade decúbito supino .que. co11 el paciente. sen- tado .. En un estudio llevado a cabo porMacDermid y cols.38 par- ticiparon dos fisioterapeutas experimentados para medir la rotación pasiva del hombro en un grupo de 34 pacientes con distintos tipos de patologías que afectaban al hombro. Se uti- lizó un goniómetro universal para medir la rotación lateral con el hombro colocado en 20° a 30° de abducción. Los ICC intraexaminador (0,88 y 0,93) e interexaminadores (0,85 y 0,80) fueron altos. Los errores estándar intraexaminador de la medición (4,9 y 7,0) e interexaminadores (7,5 y 8,0) tam- bién indicaron una buena fiabilidad. Los errores estándar de medición (SEM) indican que estas diferencias de 5º a 7º po- drían atribuirse al error de medición, cuando el mismo exa- minador repite una prueba, y aproximadamente 8º, podrían ~tribuirse al error de medición cuando las pruebas son reali- zadas por diferentes examinadores. Boone y Smith 13 estudiaron a.un grupo de 50 atletas.de secundaria para determinar la fiabilidad dela.medición de la rotación .pasiva del hombro, con presenciay ausencia de es- tabilización -1"11anuai del omoplato. Participaron cuatro fisio- terapeutas experimentados, trabajando por .parejas y utilizan-·. do• un goniómetro universal, con el hombro de los alumnos · colocado en 90º de abducción;'. y repitiendo estas prnebas 5 días, más• tarde: La.estabilización•escapular;. que .dabalugar a . una mayor individualización del movimiento glenohumeral, daba lugar a valores de amplitud de rotación mucho menores que con el omoplato no estabilizado .. De acuerdo con los au- tores, la fiabilidad intraexaminador para la rotación medial fue muy baja en el caso del omoplato no estabilizado (ICC = 0,23, SEM =.20,2°), y buena con estabilización escapular (ICC = 0,60i SEM = 8,0). Los autores afirman.que la fiabilidad in- traexarriinadorpara la rotación lateral fue buena en ambos casos, sin.estabilización (ICC = 0,79, SEM = 5,6) y con.es- tabilización (ICC = 0,53, SEM = 9, 1 ). La fiabilidad interexa- minadores parala rotación medial era más elevada en el caso de ausencia de estabilización (ICC = O, 13, SEM = 21,5), res- pecto al movimiento con estabilización escapular (ICC = 0,38, SEM = 10,0), siendo comparable en el caso de la rotación la- teral en ambos supuestos, no estabilizado (ICC = 0,84, SEM = 4,9) y estabilizado (ICC = O, 78, SEM = 6,6). También ha sido estudiada la fiabilidad de los instrumen- tos de medición distintos al goniómetro universal en el caso de la valoración de los movimientos del hombro, y brevemente se menciona aquí. La fiabilidad intraexaminador e interexa- minadores para los diferentes movimientos y métodos varían considerablemente. Greene y cols.39 investigaronla fiabilidad de la medición de los movimientos activos del hombro, utili- zando un inclinómetro plurímetro-V en seis pacientes con do- lor y rigidez en el hombro. Tiffitt, Wildin y Hajioff'º estudia- ron la fiabilidad del inclinómetro en la medición de los movimientos activos del hombro, en un grupo de 36 pacien- tes con trastornos que afectaban a esta articulación. Bower41 y Clarke y cols.20 investigaron la fiabilidad de la medición de los movimientos glenohumerales pasivos utilizando un hi- . drogonióm~tro, Croft y cols.42 haffestudiado la fiabilidad de · la observáci6n de la flexión y la rotación lateral del hombro y trazando las .amplitudes en diagramas, que posteriormente · . se miden con un transportador de ángulos. Movimientos de la prueba Flexionar el codo mediante la aproximación de la mano ha- cia el hombro. Véanse las Figuras 5-28 y 5-30. El final del movimiento para el test se identifica cuando el examinador aprecia una resistencia que impide continuar el movimiento y al intentar continuarlo. se produce. la extensión del hombro, Tope final normal El tope final es firme debido a la tensión pres~i:ite en. la cabeza larga del músculo tríceps .braquial. · Figura 5·30. Posición final de la prueba de longitud del tríceps bra- quial. El examinador mantiene con una mano el húmero en flexión máxima del hombro, y con la otra mano desplaza el codo en el sen- tido de flexión. Alineación del goniómetro Véase la Figura 5-31. 1. Centrar el fulcro (punto de apoyo de la palanca) del go- niómetro sobre el epicóndilo lateral del húmero. 2. Colocar el brazo proximal del goniómetro en la líriea media lateral del húmero, utilizando como punto ana- . tómico de referencia el centro de la apófisis acromial. 3. Colocar el brazo distal en la línea media lateral del ra- dio, utilizando como punto de referencia la apófisis es- tiloides radial. Figura 5·31. Alineación del goniómetro en la posición final de la prue- ba de longitud del tríceps braquial. Con una mano, el examinador man- tiene la estabilización del húmero y coloca el brazo proximal del go7 niómetro. Con la otra mano, el examinador mantiene flexionado el codo del paciente y alinea el brazo distal del goniómetro paralelo al radio. ón 11 • Extremidad superior cas. Los varones pierden un promedio de 2,2°· de movimiento cada 5 años. Bell y Hoshizaki25 estudiaron a un grupo de 124 mujeres y 66 varones de edades comprendidas entre los 18 y los 88 años. Se observó, en el grupo de mujeres, una notable correlación negativa:entre la amplitud de movimientos y fa edad, para la flexión y extensión de la muñeca y el desplazamiento ra- dial-cubital, y en los varones sólo para los movimientos de. fle- xión y extensión de. la muñeca .. Con el paso .de los años, gene- ralmente, .disminuye el grado de movimiento de la muñeca .. Se observaron diferencias significativas entre los cinco grupos de edad de las mujeres para todos los movimientos del carpo, pero estas diferencias no fueron tan notables en el grupo de varo- nes. Stubbs, Femandez.y Glenn 18 subdividieron un grupo de 55 varones, entre 25 y 54 años de edad, en tres grupos de edad. No apreciaron diferencias significativas en los tres grupos en cuanto a la flexión, extensión y desplazamiento radial, pero sí en la amplitud de desplazamiento cubital (7º) entre el grupo de · mayor edad y el más joven, con menor grado de movimiento en los individuos de edad avanzada. Sexo Los cuatro estudios descritos ofrecen datos sobre la influens cia del sexo en la articulación de la muñeca. La mayoría de ellos demuestra que las mujeres presentan una amplitud lige- ramente mayor de movimientos carpianos que los varones. Cobe26, en un estudio realizado a un grupo de 100 estudian- tes varones y 15 mujeres, de edades comprendidas entre los 20 y los 30 años, observaron que las mujeres poseen.mayor ·grado de movimiento activo del carpo.que los varones en to- dos los movimientos de .esta a_rticu!ación. Allander y cols:24 compararon el.grado de .flexión y extensión de la muñeca erÍ un grupo;de 203:.varones-y:208 mujeres: suecas,. entre el grus po de 45 años, y elde edad mayor i:r igual a 70 años; ob!Íer- .. · vando que las mujeres presentan mayor grado de movimien- to que los varones. Ambos estudios midieron el grado de movimiento activo utilizando instrumentos mecánicos espe- cíficos para la articulación. Walker y cols. 19, en un estudio lle- vado a cabo en un grupo de 30 varones y 30 mujeres d~ eda- des comprendidas entre los 60 y los 84 años, observaron que las mujeres poseen mayor amplitud de extensión y flexión ac- . tiva que los varones, mientras que éstos poseen mayor grado de desplazamiento cubital y radial que ellas. Estas diferen- cias son significativas desde el punto de vista estadístico en la extensión (4°) y en el desplazamiento cubital (5°). Chapa- rro y cols.20 estudiaron el grado de flexión, extensión y des- plazamiento cubital en un grupo de 62 varones y 85 mujeres, desde 60 a más de 90 años de edad. Las mujeres presentaban un grado notablemente superior de amplitud de extensión de la muñeca (6,4°) y de desplazamiento cubital (3º) que el gru- po de varones. Comparación entre lado derecho e izquierdo Los estudios que comparan el lado derecho y el izquierdo han obtenido resultados variables con respecto a los movimientos del carpo. Boone y Azen 13 han estudiado un grupo de 109 va- rones sanos, de edades comprendidas entre los 18 meses y los 54 años, y no han apreciado diferencias importantes de am- plitud entre los lados derecho e izquierdo en los movimientos de flexión, extensión y desplazamiento cubital y radial de la muñeca. Igualmente, Chang, Buschbacher y Edlich27 tampo- co han obtenido diferencias significativas entre el grado de movimiento de flexión y extensión al comparar la muñeca de- recha e izquierda en un grupo de I O levantadores de peso y l O sujetos no levantadores. Solgaard y cols. 16 han estudiado a un grupo de 8 varones y, 23 mujeres de edades comprendidas en- tre los 24 y los 65 aÍ'ios. Se apreciaron diferencias significa- tivas en la extensión y desplazamiento radial de ambas mu- ñecas, pero las diferencias fueron casi insignificantes al comparar la amplitud,.total, es decir, la fü:xión y extensión. Los autores afirman que la muñeca del lado bpuesto se pue- de utilizar satisfactoriamente como referencia. Por el contrario, diversos estudios han mostrado que la muñeca izquierda posee mayor amplitud de movimientos que la derecha. Cobe26 midió los movimientos carpianos en las posiciones tje pronación y supinación en un grupo de 100 va- rones y 15 mujeres. Observó que los varones presentaban ma- yor amplitud de movimientos en la muñeca izquierda que en la derecha, para todos los movimientos excepto para el des- plazamiento cubital en posición de pronación. No obstante, comprobó que las mujeres presentaron mayor amplitud de movimientos en la muñeca derecha, excepto en la extensión en posición de pronación, y en el desplazamiento radial en posición de supinación. En el estudio de 1928, no se llevaron a cabo pruebas estadísticas, pero Allander y col s. 24 realizaron nuevos cálculos a partir de los _datos origiriales recogidos por Cobe, que _dieron c'6mo resultado amplitudes de níovimiento significativamente mayores en la_ muñeca izquierda. Cobe26 sugiere que el trabajo.que se realiza con la extremidad dere- cha influye en la disminución de su grado demovimierito al compararlo con la extremidad izquierda. Allander y col s. 2\ en un estudio realizado en un subgrupo de 309 mujeres islandesas, de 34 a 61 años de edad, no apreció ·diferencias importantes al comparar el grado de movimiento de la muñeca izquierda y el de la derecha. $in embargo, en otro subgrupo, que incluía a 208 mujeres y 203 varones suecos, en- contró amplitudes notablemente inferiores de flexión y exten- sión de la muñeca que afectaban allado derecho, indepen- dientemente del sexo. Los autores afinnan que estas diferencias pueden deberse al mayor riesgo de traumatismo al que se ve expuesta la extremidad derecha, en una sociedad en la que pre- dominan las personas diestras. Solvebom y Olerud17 midieron la amplitud de movimientos de la muñeca en 16 sujetos sanos y en 123 pacientes afectados de codo de tenista unilateral. En el grupo de individuos sanos, se observó que la amplitud de movimientos de la muñeca izquierda era notablemente supe- rior en cuanto a los movimientos de flexión y extensión; sin embargo, la diferencia media entre ambos lados tan sólo fue de 2°. Los autores coincidieron con Boone y Azen 13 en que la ex- tremidad sana de un paciente puede utilizarse como referencia para establecer comparaciones con el lado afectado. ón 11 • Extremidad superior Figura 6-4. Manejar el aparato del teléfono requiere una amplitud de extensión de la muñeca de aproximadamente 40º. incluyen los movimientos de la muñeca y la posición de la mano en las áreas corporales que implican los cuidados personales. Las Tablas 6-4 y 6-5 presentan una adaptación de los trabajos realizados por Brumfield y Champoux30, Ryu y cols. 15 y Sa- faee-Rad y cols. 31 y Coopery cols.32. Probablemente, las dife- rencias halladas en el grado de movimiento necesario para cier- tas tareas funcionales- se debe a las variaciones .al definir. exactamente las tareas, en.los métodos de valoración y en la se- lección de los sujetos de estudio;No obstante, a p.esar de las.di~ ferencias obtenidas, se·observan ciertas tendencias, evidentes. Al revisar los datos .. de la Tábla.6A, se observa que para realizar la mayoría de las tareas estudiadas. es necesario ex- tender la muñeca y llevar a cabo el desplazamiento cubital de la misma .. Beber es la actividad que menor grado de extensión de la muñeca requiere (6° a 24°) y menor arco de movimien- tu exige (13° a 20º). Las actividades que requieren el mayor gra- do de extensión (40º a 64º) y mayor arco de movimiento (43º Figura 6-5. Girar el pomo de una puerta requiere una amplitud de fléxión dé la múñéca de 40º, y 45º de extensión de la muñeca. a 85 º) son hablar por teléfono (Fig. 6-4 ), girar el pomo de una puerta y levantarse de una silla (véase Fig. 5-9). Girar el pomo de una puerta (Fig. 6-5) requiere el mayor grado de flexión (40°). Las mayores amplitudes de desplazamiento cubital (27° a 32º) fueron necesarios para levantarse de un sillón, girar el pomo de una puerta y verter líquido de un recipiente. La Tab\a 6-5 recoge las distintas posiciones de la muñeca cuando el sujeto traslada la mano a las áreas corporales que exigen los cuidados personales. La mayoría de las acciones re- quieren la flexión de la muñeca y un menor grado de movi- mien~os globales de la •misma, precisos para las actividades que recoge la Tabla 6-4. Entre las posturas estudiadas, la que nece- sita mayor grado de flexión de la muñeca es la consistente en colocar la palma de la mano delante del pecho, mientras que la tarea que requiere el mayor grado de desplazamiento.cubital es colocar la palma de la mano en el sacro. Brumfield y Champoux30 emplearon un electrogoniómetro uniaxial para medir la amplitud de flexión y extensión carpia- na en 15 actividades que se realizan habitualmente, desempe- Extensión Flexicin Despl. cubital Despl. radial Actividad Media (05) Media(DS/ Media (05/ Media (OS) Fuente Mano hasta la parte superior de la cabeza 2,3 (12,5) Brumfield30 20,9 (13,9) 16,1 (12,7) Ryu 15 Mano hasta el occipital 12,7 (9,9) Brumfield 0,9 (17,6) 9,7(11,9) Ryu Mano hasta el pecho 18,9 (8,9) Brumfield 24,5 (16,7) 5,1 (10,3) Ryu Mano hasta la región sacra 0,6 (9,8) Brumfield 19,5 (19,3) 47,8 (16,8) Ryu Mano hasta el pie 14,2 (10,2) Brumfield 0,8 (14,6) 8,7 (12,2) Ryu http:Tabla.6A Capítulo 7 • Dedo Articulación Movimiento Mallon·10 Skvarilovat11 Varón Mujer Varón Mujer MCF Flexión 94 95 97 97 Extensión 29 56 55 56 IFP Flexión 1.06 107 115 117 Extensión 11 19 IFD ... F.lexión· 75 75 87 95 Extensión 22 24 Medio MCF Flexión 98 100 102 104 Extensión 34 54 48 48 IFP Flexión 11 O 112 115 118 Extensión 10 20 IFD Flexión 80 79 87 98 Extensión 19 23 Anular MCF Flexión 102 103 104 102 Extensión 29 60 48 49 IFP Flexión 110 108 115 119 Extensión 14 20 IFD Flexión 74 76 83 92 Extensión 17 18 Meñique MCF Flexión 107 107 107 104 Extensión 48 62 63 65 IFP Flexión 111 11 O 111 113 Extensión 13 21 IFD Flexión 72 72 89 102 Extensión 15 21 IFD = interfalángica distal; IFP = interfalángica proximal; MCF = metacarpofalángica. · Los valores corresponden a 60 varones-y 60 mujeres, de .18 a 35 años de edad. Los valores de flexión se han obtenido con la articulación proxi- mal Coritigua en extensión, excepto en la flexión IFD, en la que .la articulación IFP se coloca en flexión, Los valores de extensión se han obtenido con la articulación proximal COT)tigua enflexión. La posidón de fa articulación proximalcontigua permite ·obtener los, valores máximos de ampli- tud en la articulaciónestµdiada. . . . .· · __ •. · .· .. • . . .. · . . . . /. . . . . ·. ·_· •. ·.· .. . . . . . 'los valores corresponden a .100 varones y 100 mujeres, de 20 a 25 años de.edad. Se ha realizado la conversión de lósvalores desde el sistema de notación de360° al de·l80º; · · aplicado a la cara dorsal de ambospulgares en un grupo de 58 mujeres y 43 varones. Skvarilova y Plevkova 11 utilizaron un goniómetro de cursor metálico, determinando las ampli- AAOS7 AMAº "~~,.''-""'"-- -""d"-•-•-•---•• Articulación Movimiento CMF Abducción 70 Flexión 15 Extensión 20 so MCF Flexión so 60 Extensión o IF Flexión 80 80 Extensión 20 tudes activas y pasivas de los movimientos y situando el ins- trumento en la cara dorsal de ambos. pulgares. Estudiaron a un grupo de 100 varones y 100 mujeres. Jenkins•13 DeSme1t14 Skvarilova*" (at:tivo) ··(activo)·· .. (pasivo) Media (D5) Media (D5) Media (D5) Media (D5) 59 (11) 54,0 (13,7) 57,0 (10,7) 67,0 (9,0) , 13,7 (10,5) 22,6 (10,9) 67 (11) 79,8 (10,2) 79,1 (8,7) 85,8 (8,3) 23,2 (13,3) 34,7 (13,3) CMC = carpometacarpiana; IF = interfalángica; MCF = metacarpofalángica; (DS) = desviación estándar. · Los valores corresponden a la amplitud activa en 69 mujeres y 50 varones, de 16 a 72 años de edad. 'Los valoreft¡;G>r,responden a 58 mujeres y 43 varones, de 16 a 83 años de_edad. · • Los,valores~e réfieren a 100 varones y 100 mujeres, de 20 a 25 años de edad. Los valores han vuelto a calcularse para incluir los pulgares de am- bas manosén ambos sexos, y se ha realizado la conversión desde el sistema de notación de 360º al de 180º. 1ón 11 • Extremidad superior edades comprendidas entre los 26 y los 28 años. Debían reali- zar 11 tareas que fom,an parte de la rutina diaria. De todas ellas, mantener un vaso en la mano requiere el menor grado de mo- vimiento del pulgar y los dedos, mientras que manejar un cepillo de dientes exige el máximo movimiento, Otras tareas como sos- · tener un teléfono,manejar el tenedor, girar una·llave o escribir, se inscriben en los valores intermedios de la Tabla 7c4. Lee y Rim29 examinaron .el grado de movimiento necesa" rio en las articulaciones de los .dedos para sostener cinco. cis lindros de distintos diámetros .. Los .datos se obtuvieroff.a par- tir de cuatro individuos, a través. de una serie de marcadores y de un sistema de fotogrametría multicámara. A medida que disminuye el diámetro del cilindro, aumenta progresivamen- te el grado de flexión de las articulaciones MCF e JFP; sin embargo, la flexión de las articulaciones lFD permanece cons- tante para todos los tamaños de cilindro. Sperling y Jacobson-Sollerman30 utilizaron imágenes grao hadas para estudiar el patrón de asimiento en un grupo de 15 varones y 15 mujeres de edades comprendidas entre los 19 y los 56 años, en tareas como servir alimentos y bebidas, comer y be- ber. Recogieronla información sobre el empleo de los distintos dedos, las fom1as de asir los objetos, las superficies de contac- to de la mano y la posición relativa de los dedos; no obstante, no incluyeron los valores de amplitud de los movimientos. Fiabilidad y validez Se han realizado. diversos estudios .con el fin de .valorar la fiaa bilidad y validez delas mediciones goniométricas en la región de la mano. bt111ayoría de estos estudios. demuestra que !afias bilidad de la medición de.la amplitud de movimientos es alta, siempre que se utilice el.goniómetro.universal o.goniómetros .. especiales: para,Jos,dedos.Lasmedidas,obtenidas .cuando se. co~,•. loca el instrumento en la superficie dorsal de los dedos han re- sultado ser muy similares a las que se obtienen con el instru- mento colocado lateralmente. Al igual que ocurre en otras Movimiento Amplitud Media D5 Dedos de la mano Flexión MtF 33-73 61 12 Flexión IFP 36-86 60 12 Flexión IF 20-61 39 14 Dedos de la mano Flexión MCF 10-32 21 5 Flexión IF 2-43 18 5 IF = interfalángica; IFP = interfalángica proximal; MCF = metacarpofa- lángica; (OS)= desviación estándar. las 11 actividades funcionales son: sostener un auricular telefónico, abrir latas, manejar el tenedor, las tijeras, el cepillo de dientes y el martillo; abrir o cerrar cremalleras, utilizar un peine; girar una llave; dibujar con bolígrafo; abrir un tapón de rosca. regiones corporales, las medidas de amplitud del pulgar o los dedos obtenidas por el mismo examinador son más fiables que las tomadas por varios exaíninadores. Los resultados de las in- vestigaciones sostienen las teorías de Bear-Lehman y Abreu31 , así como. de Adams, Greene y Topoozian32, que afirman que el · margen de .error generalmente aceptado es de 5° para las me- didas goniométricas. de la mano, siempre que sean obtenidas por el mismo examinador y se utilicen técnicas estandarizadas. Hamilton y.~achenbrucl133 realizaron un estudio utilizan- do siete examina.dores para obtener las amplitudes de flexión MCF, lFP e lFD én un individuo, cuyos dedos se mantenían en una posición fija. Realizaron mediciones diarias durante 4 días con tres tipos de goniómetros. Observaron que la fiabilidad interexaminadores irá inferior a la fiabilidad intraexaminador. No se apreciaron diferencias significativas entre las medidas obtenidas c01i elgoniómetro dorsal (sobre la articulación) y el goniómetro universal o el goniómetro pendular. Groth y cols.,4 estudiaron las medidas obtenidas por 39 examinadores en las articulaciones lFP e lFD de los dedos ín- dice y medio de un paciente, obtenidas tanto dorsal como la- teralmente, utilizando un goniómetro universal de plástico de seis pulgadas y un goniómetro metálico para dedos de De- vore. No se observaron diferencias apreciables entre ambos instrumentos, como tampoco entre los métodos de medición dorsal y lateral, en siete de los ocho movimientos articulares estudiados, con una diferencia media de 2º a Oº. En un sub- grupo que incluía a seis examinadores, la fiabilidad interexa- minadores fue alta en ambos métodos, con coeficientes de co- rrelación intraclase (ICC) deentre 0,86 para el método de medición lateral yj,99 para el método.dorsal.. En términos •de validez concur?ente, se apreciaron diferencias significati- vas entre. las medidas obtenidas a partir de imágenes radio- gráficas y las obtenidas con el goniómetro, excepto en el caso de la flexión y extensión lFP del dedo índice. Las diferencias entre las medidas radiográficas y goniométricas variaron en- tre 1 º y 10°, aunque podrían deberse a las diferencias entre los métodos de medición y las posturas para las pruebas. Weiss y cols.35 han comparado las amplitudes de movi- miento de las articulaciones MCF, JFP e lFD del dedo índice, obtenidas con un goniómetro dorsal metálico para dedos, con las obtenidas utilizando el Exos Handmaster, un esqueleto mecánico instrumental basado en el efecto Hall. Fueron exa- minados doce individuos, y se utilizaron ambos sistemas; una sesión fue realizada por un examinador y repetida a las 2 se- manas de la sesión inicial. La fiabilidad entre las pruebas su- cesivas fue alta para ambos instrumentos, con ICC de entre 0,98 y 0,99. La diferencia media entre las sesiones sucesivas para cada instrumento fue significativa desde el punto de vis- ta estadístico, aunque inferior a 1 º. Las medidas obtenidas con el goniómetro especial para dédos y fas obtenidas con el Exos Handmaster fueron notablemente diferentes ( diferencia media de 7°), aunque su correlación fue alta (r = 0,89 a 0,94 ). Ellis, Bruton y Goddard36 realizaron un estudio que consis- tía en colocarle a Un solo individuo dos férulas y que un total de 40 fisioterapeutas realizaran la medición de los movimientos El tope final es finne debido a la tensión de la porción dor- sal de la cápsula articular y de los ligamentos colaterales y retinacular oblicuo. Alineación del goniómetro Véanse las Figuras 7-25 a 7-27. l. Centrar el fulcro (punto de apoyo de la palanca) del goniómetro sobre la porción dorsal de la articulación IFD. 2. Alinear el brazo proximal del goniómetro sobre la lí- nea media dorsal de la falange media. 3. Alinear el brazo distal del goniómetro sobre la línea media dorsal de la falaAge distal. Figura 7-25. Medición de la posición inicial del movimiento de flexión interfalángica distal (IFD), utilizando un goniómetro semicircular de material plástico y con brazos de 6 pulgadas, que han sido acortados para adaptarse al reducido tamaño de la articulación IFD. cotadura ilíaca. Se inserta distalmente en la porción proximal de la cara medial de la tibia. Cuando este músculo presenta acortamiento, limita los movimientos de extensión y aduc- ción de la cadera y la extensión de la rodilla. En este caso, du- rante la extensión de la cadera, ésta se desplazará pasivamente en el sentido de abducción, y la rodilla se fleidonará para adap- tarse a la menor longitud del músculo. El músculo tensor de la fascia lata nace proximalmente en la porción anterior del borde externo de la cresta ilíaca y en la superficie .lateral.de la espina ilíaca anterio.r superior y es- cotadura ilíaca. Se inserta· distalmente en. la banda iliotibial de la fascia lata, aproximadamente en el tercio superior del muslo. La banda iliotibial se inserta en la superficie anterior lateral del extremo proximal de la tibia. Su acortamiento limita los movimientos de aducción, extensión y rotación lateral de la cadera, así como la flexión de la rodilla. En este caso, du- rante la extensión de la cadera, ésta se desplazará pasivamente en el sentido de abducción y rotación medial para adaptarse a la menor longitud del músculo. El músculo pectíneo tiene su origen en la línea pectínea del pubis, y se inserta en la línea que une el trocánter menor con la línea áspera del fémur. El músculo aductor medio tie- ne su origen proximal en la porción anterior del pubis, y se inserta distalmente en la línea áspera del fémur. El músculo aductor menor tiene su origen en la rama inferior del pubis. Se inserta en la línea que une el trocánter menor y la línea ás- pera del fémur, y en la porción proximal de la línea áspera, inmediatamente posterior al pectíneo, y extremo proximal del aductor medio. El acortamiento de estos músculos limita los movimientos de abducción y extensión de la cadera. En este caso, durante la extensión de la cadera, ésta se desplazará pa- sivamente en el sentido de aducción para adaptarse a la me- nor longitud de estos músculos. Posición ele inicio El sujeto se coloca sentado en el extremo de la camilla, apo- yando en el borde de la misma la parte inferior de los mus- los. Se ayudará al paciente a adoptar la postura en decúbito supino, sosteniendo su espalda y flexionando lí!S caderas y rodillas (Fig, 8-30). Esta secuencia evitará la tensión de la regiónlumbar al adoptar la posición inicial para la prueba. Una vez que se encuentra en decúbito supino, se flexionan las caderas, desplazando las rodillas hacia el tórax lo sufi- ciente para que la región lumbar y la pelvis queden perfec- tamente apoyadas sobre la camilla (Fig. 8-31 ). En esta posi- ción, la pelvis se encuentra en unos 10° de basculación posterior. Se evitará la aproximación excesiva de las rodillas sobre el tórax, ya que ello causará una flexión exagerada de la pelvis y la basculación posterior. Aunque la posición de la región lumbar y la pelvis parece causar tensión en los mús- culos flexores de la cadera, en realidad esta tensión no está presente. Figura 8-30. El examinador asiste al sujeto en la posición inicial de la prueba de longitud de los músculos flexores de la ca- dera. Normalmente, el examinador se coloca en el mismo lado de la cadera que va a ser explorada para observar mejor esta región y tomar las medidas, aunque en este caso se ha colocado en el lado contrario para la fotografía. ón 111 • Extremidad inferior traron diferencias significativas entre los instrumentos. Por lo tanto, los autores concluyen que aunque el goniómetro uni- versal y el goniómetro líquido parecen tener una buena vali- dez y fiabilidad, no deben emplearse indistintamente en el contexto clínico; Bartholomy, Chandler..y Kaplan40 ofrecen. resultados símilares. Estos autores compararon las medidas de la amplitud de la .flexión pasiva obtenidas con el gonió- metro universal, con un goniómetro líquido y con el sistema. de análisis de movimiento Optotrak: Se estudiaron 80 sujetos de 22 a 43: años de edad,',todos ellos en posición prono, y se aplicaron 10 libras (4,5 Kg) mediante un dinamómetro de mano sobre la tibia distal. De forma individual, tanto el go- niómetro universal como el líquido demostraron ser instru- mentos válidos para la medición de la ROM de la flexión pa- siva de la rodilla: Los lCC para el goniómetro universal eran de 0,97 y 0,98 para el gonió'metro líquido. Sin embargo, exis- tían diferencias significativas entre los tres dispositivos em- pleados, y los autores advierten que dichos instrumentos no deberían emplearse indistintamente. Enwemeka41 comparó las mediciones de seis posiciones articulares de la rodilla (0°, 15°, 30º, 45º, 60° y 90°) obteni- das con el goniómetro universal con las medidas radiográfi- cas del ángulo articular. Se estudiaron 1 O voluntarios sanos ( cuatro mujeres y seis varones) de entre 21 y 35 años de edad. Las diferencias medias variaban entre 0,52° y 3,81 ° entre las medidas goniométricas y radiográficas tomadas entre los 30º y los 90° de flexión. Sin embargo, las diferencias medias eran superiores.(4;59º) entre las medidas goniométricas y radio- gráficas de los ángulos de entre Oº .y 15°. Rothstein, Miller y Roettger42 investigaronla.validezin- traexaminador, interexaminadores e interinstrumentos en un estudio con 24 pacientes remitidos para fisioterapiac.:La vali- dez intraexaminador obtenida para las mediciones de la ROM de la flexión y extensión pasiva fue alta. La validez interexa~ minadores también era alta entre 12 examinadores para la ROM de flexión pasiva, pero fue relativamente escasa para las mediciones de la extensión de la rodilla (véase Tabla 9-6). La validez interexaminadores no mejoró con la repetición de las mediciones, pero mejoraba cuando los examinadores em- pleaban la misma posición del paciente. Ni el material de fa- bricación del goniómetro universal (metal o plástico), ni el tamaño (grande o pequeño) tuvieron una influencia signifi- cativa en las mediciones. Mollinger y Steffan22 recogieron datos de la validez in- traexaminador en la medición de la extensión de la rodilla rea- lizada por dos examinadores con el goniómetro universal. Los ICC de las mediciones repetidas de la extensión de la rodilla fueron altos (véase Tabla 9-6), con una diferencia media de 1 ° entre las distintas mediciones repetidas. Pandya y cols.44 estudiaron la validez intraexaminador e interexaminadores de las medidas de la extensión pasiva de la rodilla en 150 niños de 1 a 20 años de edad, con el diagnóstico de distrofia mus- cular de Duchenne. La validezintraexa.minador con el go- niómetro universal era alta, pero la validez interexaminadores fue sólo aceptable (véase Tabla 9-6). Watkins y cols.43 compararon las mediciones de la ampli- tud pasiva de la rodilla en 43 pacientes obtenidas por 14 fisio- terapeutas con el goniómetro universal y estimaciones visua- les. Dichos autores observaron que la validez intraexaminador con el goniómetro universal era alta tanto para la flexión como para la extensión de la rodilla. La validez interexaminadores también era alta para las mediciones con el goniómetro en la flexión de la rodilla, pero sólo podía considerarse buena para la extensión de la rodilla (véase Tabla 9-6). La validez in- traexaminador e interexaminadores eran más bajas para la es- timación visual respecto de las mediciones goniométricas. Los autores sugieren que los terapeutas no sustituyan las es- timaciones visuales por las mediciones goniométricas cuan- do valoran la amplitud del movimiento de la rodilla de un pa- ciente, porque se introduce un error adicional con la estimación visual. El diagnóstico del paciente no parecía in- fluir en la validez, excepto en el caso de las amputaciones por debajo del codo. Sin embargo, el pequeño número de am- putaciones en la muestra de pacientes exime a los autores de sacar conclusiones sobre la validez del estudio en este tipo de pacientes. Capítulo 9 • Procedimientos de valoración de la amplitud de movimiento: rodilla · Figura 9-7. Imagen lateral de la extremidad inferior derecha del sujeto que muestra las referencias anatómicas superficiales para la alineación del goniómetro. Epicóndilo lateral femoral Maléolo lateral del peroné Figura 9-8. Imagen lateral de la extremidad inferior derecha del sujeto que muestra las referencias anatómicas óseas para la ali- neación del goniómetro en la medición de la amplitud .de flexión de la rodilla. (t· <: ...1 ...1 o ~ ~ <: ...1 ::;¡ 1i ::;¡ ¿ o ::;¡ !:: (,:, z 9 :s I.U o z 'º ~ 9 ~ I.U o s z I.U ~ o I.U u ~ Q. EXTENSIÓN El movimiento se produce en el plano sagital alrededor de un eje medial-lateral: Habitualmente no se mide ni se registra, porque consiste en el regreso a la posición de.inicio desde el final de la ROM de flexión de la rodilla. Tope final normal La sensación de.tope es firme. debido .a la .tensión de l<l cáp- sula articular posterior, ,los- ligamentos poplíteo,oblicuo y po- plíteo arqueadó, los ligamentos colaterales y los ligamentos cruzados anterior y posterior. Alineación del goniómetro 1. Centrar el fulcro (punto de apoyo de la palanca) del go- niómetro sobre el epicóndilo lateral del fémur. 2. Alinear el brazo proximal con la lín_ea media lateral del fémur, empleando el trocánter mayor como referencia. 3. Alinear el brazo distal con la línea media lateral del pe- roné, empleando el maléolo lateral y la cabeza del peroné como referencias. Procedimientos de valoración de la longitud muscular: rodilla RECTO ANTERIOR DEL MÚSCULO: TEST DE ELY El recto anterior .del muslo es uno de los cuatro músculos que . constituyen el grupo muscular denominado el cuádriceps fe- moral. El recto anterior es el único de ellos que atraviesa las articulaciones de la cadera y de la rodilla. Se origina proxi- malmente de dos tendones: un tendón anterior de la espina ilíaca inferior anterior y un tendón.posterior de un surco su- perior al borde del acetábulo. Distalmente, el músculo se in- serta en la base de la rótula mediante el tendón grueso y pla- no del cuádriceps, y se inserta en la tuberosidad de la tibia por medio del ligamento rotuliano (Fig. 9-12). Cuando el músculo recto anterior se contrae, flexiona la cadera y extiende la rodilla. Si el recto anterior presenta .acortamiento,la flexión de la rodilla está limitada cuando se mantiene la cadera en una posición neutra. Si la flexión de la rodilla está limitada cuando la cadera se encuentra fle- xionada, la limitación no se debe a que el recto anterior sea corto, sino a alteraciones de la estructura articular o a que alguno de los músculos extensores de la rodilla es corto. Posición de inicio El sujeto se coloca en decúbito prono, con ambos pies por fuera de la mesa de exploración. Se extienden las rodillas y se colocan las caderas a 0° de flexión, extensión, abducción, aducción y rotación (Fig. 9-13). Estabilización Estabilizar la cadera manteniendo la posición neutra. No se permite la flexión de la cadera. INTRO.JPG INTRO 001.jpg INTRO 002.jpg INTRO 003.jpg INTRO 004.jpg PAGINA 001.jpg PAGINA 002.jpg PAGINA 003.jpg PAGINA 004.jpg PAGINA 005.jpg PAGINA 006.jpg PAGINA 007.jpg PAGINA 008.jpg PAGINA 009.jpg PAGINA 010.jpg PAGINA 011.jpg PAGINA 012.jpg PAGINA 013.jpg PAGINA 014.jpg PAGINA 015.jpg PAGINA 016.jpg PAGINA 017.jpg PAGINA 018.jpg PAGINA 019.jpg PAGINA 020.jpg PAGINA 021.jpg PAGINA 022.jpg PAGINA 023.jpg PAGINA 024.jpg PAGINA 025.jpg PAGINA 026.jpg PAGINA 027.jpg PAGINA 028.jpg PAGINA 029.jpg PAGINA 030.jpg PAGINA 031.jpg PAGINA 032.jpg PAGINA 033.jpg PAGINA 034.jpg PAGINA 035.jpg PAGINA 036.jpg PAGINA 037.jpg PAGINA 038.jpg PAGINA 039.jpg PAGINA 040.jpg PAGINA 041.jpg PAGINA 042.jpg PAGINA 043.jpg PAGINA 044.jpg PAGINA 045.jpg PAGINA 046.jpg PAGINA 047.jpg PAGINA 048.jpg PAGINA 049.jpg PAGINA 050.jpg PAGINA 051.jpg PAGINA 052.jpg PAGINA 053.jpg PAGINA 054.jpg PAGINA 055.jpg PAGINA 056.jpg PAGINA 057.jpg PAGINA 058.jpg PAGINA 059.jpg PAGINA 060.jpg PAGINA 061.jpg PAGINA 062.jpg PAGINA 063.jpg PAGINA 064.jpg PAGINA 065.jpg PAGINA 066.jpg PAGINA 067.jpg PAGINA 068.jpg PAGINA 069.jpg PAGINA 070.jpg PAGINA 071.jpg PAGINA 072.jpg PAGINA 073.jpg PAGINA 074.jpg PAGINA 075.jpg PAGINA 076.jpg PAGINA 077.jpg PAGINA 078.jpg PAGINA 079.jpg PAGINA 080.jpg PAGINA 081.jpg PAGINA 082.jpg PAGINA 083.jpg PAGINA 084.jpg PAGINA 085.jpg PAGINA 086.jpg PAGINA 087.jpg PAGINA 088.jpg PAGINA 089.jpg PAGINA 090.jpg PAGINA 091.jpg PAGINA 092.jpg PAGINA 093.jpg PAGINA 094.jpg PAGINA 095.jpg PAGINA 096.jpg PAGINA 097.jpg PAGINA 098.jpg PAGINA 099.jpg PAGINA 100.jpg PAGINA 101.jpg PAGINA 102.jpg PAGINA 103.jpg PAGINA 104.jpg PAGINA 105.jpg PAGINA 106.jpg PAGINA 107.jpg PAGINA 108.jpg PAGINA 109.jpg PAGINA 110.jpg PAGINA 111.jpg PAGINA 112.jpg PAGINA 113.jpg PAGINA 114.jpg PAGINA 115.jpg PAGINA 116.jpg PAGINA 117.jpg PAGINA 118.jpg PAGINA 119.jpg PAGINA 120.jpg PAGINA 121.jpg PAGINA 122.jpg PAGINA 123.jpg PAGINA 124.jpg PAGINA 125.jpg PAGINA 126.jpg PAGINA 127.jpg PAGINA 128.jpg PAGINA 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