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Biomecánica de las articulaciones: rodilla, cadera, hombro, etc La biomecánica de las articulaciones es fundamental para comprender cómo funcionan estas estructuras y cómo se ven afectadas por el movimiento, la carga y las lesiones. Aquí hay un análisis de la biomecánica de algunas articulaciones importantes: la rodilla, la cadera y el hombro. Biomecánica de la rodilla: La rodilla es una articulación compleja que permite flexión y extensión, así como ligeros movimientos de rotación. La biomecánica de la rodilla se ve influenciada por estructuras como los ligamentos (ligamento cruzado anterior y posterior, ligamentos colaterales), los meniscos y los músculos circundantes (cuádriceps, isquiotibiales). Durante actividades como la marcha, el correr o el salto, la rodilla experimenta fuerzas significativas que deben ser absorbidas y distribuidas adecuadamente para evitar lesiones. Las lesiones comunes de la rodilla, como las lesiones de ligamentos (especialmente del ligamento cruzado anterior), los esguinces de menisco y la condromalacia rotuliana, a menudo están asociadas con movimientos anormales o desequilibrios musculares que alteran la biomecánica normal de la articulación. Biomecánica de la cadera: La cadera es una articulación de tipo bola y cavidad que permite una amplia gama de movimientos, incluyendo flexión, extensión, abducción, aducción y rotación. La biomecánica de la cadera se ve influenciada por la forma de la cabeza del fémur y el acetábulo de la pelvis, así como por los ligamentos y los músculos que rodean la articulación (psoas, glúteos, aductores). La cadera es una articulación central en la estabilidad y el movimiento del cuerpo, y las alteraciones biomecánicas pueden contribuir a diversas condiciones, como la osteoartritis de cadera, la bursitis trocantérea y las lesiones del labrum acetabular. Biomecánica del hombro: El hombro es una articulación altamente móvil que permite una amplia gama de movimientos, incluyendo elevación, abducción, rotación y circunducción. La biomecánica del hombro se ve influenciada por la articulación glenohumeral (entre la cabeza del húmero y la cavidad glenoidea de la escápula), así como por la articulación acromioclavicular y la articulación esternoclavicular. Los músculos del manguito rotador (supraespinoso, infraespinoso, redondo menor y subescapular) juegan un papel crucial en la estabilidad y el movimiento del hombro, mientras que otros músculos, como el deltoides y el trapecio, contribuyen a su función dinámica. Las lesiones del hombro, como la luxación, la tendinitis del manguito rotador, la bursitis y la inestabilidad glenohumeral, a menudo están asociadas con desequilibrios musculares, movimientos biomecánicamente incorrectos o trauma directo a la articulación. En conclusión, la biomecánica de las articulaciones es esencial para comprender la función normal y patológica de estas estructuras, así como para guiar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las lesiones articulares y los trastornos musculoesqueléticos. Un conocimiento detallado de la biomecánica de las articulaciones permite a los profesionales de la salud diseñar intervenciones terapéuticas efectivas y personalizadas para mejorar la función y prevenir lesiones.
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