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EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA SEGURIDAD E HIGIENE EN EL TRABAJO La seguridad e higiene en el trabajo ha sido objeto de numerosas definiciones que, con el transcurrir del tiempo, han ido en constante evolución. Dicha evolución en la definición de seguridad e higiene en el trabajo, se ha dado a la par de los cambios en las condiciones y circunstancias en las que el trabajador desarrolla sus actividades. De esta manera, los progresos tecnológicos, así como el cambio en las relaciones sociales, políticas, económicas, etc., han influido de forma considerable en su concepción. Durante bastante tiempo, el objeto primordial de la seguridad e higiene en el trabajo (la protección del trabajador contra accidentes o enfermedades profesionales), era concebido simplemente como la reparación de los daños causados una vez se hubieran sucedió los accidentes, dejando de esta manera a la prevención en un segundo plano. Con posterioridad, sin dejar de lado la reparación de los daños ocasionados por los accidentes laborales, se dio un paso adelante en el concepto de seguridad, dándose mayor énfasis en tratar de evitar la ocurrencia de un siniestro, situación que se ha perfeccionado con la prevención de riesgos laborales. En tal sentido, se ha pasado del enfoque centrado en la reparación de las consecuencias de un accidente a otro en el que se da énfasis en la reducción de los riesgos a los que está expuesto el trabajador en sus labores cotidianas. Puede encontrarse referencias bibliográficas citadas por Hipócrates en el siglo II a.n.e. en que se hace mención por ejemplo a los efectos producidos por el plomo en los trabajadores mineros. Este tipo de referencias relacionadas con las enfermedades profesionales y la manera de prevenirlas marcaron el inicio de lo que se conoce como seguridad e higiene laboral. En el siglo XVI autores de la época describieron en sus obras las enfermedades profesionales y los sistemas de protección relacionadas con las actividades propias de la realización de un determinado trabajo. En el siglo XVIII, Ramazzini publico un tratado sobre enfermedades de los artesanos y las condiciones higiénicas recomendables (temperatura, ventilación, ropa de trabajo, etc.), hecho que llevo a catalogarlo como el padre de la medicina del trabajo. No obstante, los antecedentes citados, el surgimiento del concepto de seguridad e higiene del trabajo, tal y como hoy se lo conoce, se origina en la revolución industrial. En efecto, la revolución industrial iniciada en 1744 en Inglaterra con la invención de la máquina de vapor, se constituye en el punto de partida para el surgimiento de grandes industrias que vieron incrementar de manera considerable el número de accidentes laborales. Este incremento, se debió en gran parte al crecimiento industrial dado en aquel momento, pero también se origino en el escaso desarrollo de las técnicas para evitar los posibles accidentes emergentes de la ejecución de nuevos tipos de trabajo. Con el surgimiento de la revolución industrial, se incremento de forma notable la demanda de mano obra, viéndose en aquellos días trabajar a hombres, mujeres y niños hasta por 15 horas diarias. Autores de la época señalan por ejemplo que en la ciudad de Manchester, donde se acrecentaba el numero de maquinas empleadas en la industria textil, había tantos lisiados fruto de los crecientes accidentes laborales, que el panorama se asemejaba a un ejército que regresaba de una guerra. En el contexto de la revolución industrial, la población de Manchester se había incrementado a una cantidad de 200,000 habitantes. Este crecimiento poblacional, no fue acompañado con las mejoras en infraestructura y servicios necesarios, es así que no existían terrenos de esparcimiento, distribución de agua, escuelas, etc. Era una práctica común que los trabajadores luego de su larga jornada laboral tuvieran que recorrer grandes distancias para conseguir agua. En las condiciones citadas, no era de extrañar que el índice de mortalidad creciera de forma importante. La ocurrencia de los accidentes laborales, en el marco de la euforia de los nuevos sistemas de producción emergentes con la revolución industrial, era atribuida generalmente a los trabajadores, dejando la responsabilidad en el patrón únicamente cuando hubiere negligencia absoluta y probada. Fue recién en el siglo XIX, que se empezó a tomar medidas tendientes a prevenir accidentes en las fabricas (en Inglaterra por ejemplo se puso en vigencia la Ley de Fabricas, estableciendo inspecciones en los centros laborales). En el siglo XX, con la creación de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), es cuando el concepto de Seguridad e Higiene en el trabajo comienza a cobrar importancia. En el año 1921, con la creación del Servicio de Seguridad y Prevención de Accidentes dependiente de la OIT y con el aporte de grandes estudiosos (Simonds, Heinrich, Bird, entre otros), se estableció la actual concepción de la seguridad e higiene laboral.