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Enterobius 243 Enterobius Esther Vega Correa INTRODUCCIÓN Enterobius vermicularis es un nematelminto. Produce la enfermedad denominada enterobiosis u oxiurosis, con una amplia distribución mundial, debido a que este parásito no requiere de condiciones ambientales propicias; pues la transmisión es directa de persona a persona, sin la necesidad de la intervención del suelo. Se calcula que a nivel mundial existen 400 000 000 de personas infectadas. Agente etiológico Es un gusano pequeño y delgado de color blanco. La hembra es mayor que el macho, y mide aproximadamente 1 cm de longitud, con una extremidad posterior recta y puntiaguda, por eso se le conoce también como gusano alfiler (pinworn). Su envoltura externa es transparente, y presenta una expansión de la cutícula en la extremidad anterior del parásito en forma de aletas. Cuando se realizan cortes transversales de los tejidos, se observa a lo largo de los costados del cuerpo del parásito una cresta prismática cuticular, que da la apariencia de una espina de rosal. En el extremo anterior de ambos sexos hay una boca que se continúa con el esófago, un bulbo esofágico, el intestino y termina en el ano (en el macho termina en la cloaca). La hembra tiene un aparato genital muy bien desarrollado. El útero ocupa casi la totali- dad del cuerpo del parásito y se observa completamente lleno de huevos. En el macho, la extremidad posterior es curva, presenta espículas copulatorias, que le sirven para introducir- las a través de la vulva de la hembra durante la cópula. Generalmente después de esta, el macho muere. Los huevos son transparentes, con doble cubierta, poseen una cara plana y una con- vexa. Su tamaño es aproximadamente de 50 �m de longitud por 25 �m de ancho. Es frecuente observarlos con una larva en su interior, que permanece viable durante 20 días. Ciclo de vida Su ciclo de vida es muy sencillo. Los gusanos adultos de Enterobius vermicularis viven en el intestino grueso del hombre, fundamentalmente en el ciego. Microbiología y Parasitología Médicas 244 Los oxiuros tienen una característica muy especial: después de la cópula, la hembra sale por el ano a depositar sus huevos en la región perianal. Por medio de una sustancia pegajosa, el parásito se adhiere a la piel y se arrastra por ella, donde deja una hilera de huevos que permanecen adheridos. Después de un período de maduración de 6 horas, puede observarse una larva en forma de anillo dentro de cada huevo, por eso se plantea que estos huevos son infectantes, casi inmediatamente, sin necesidad de caer en el suelo. La salida del gusano hembra a las márgenes del ano puede realizarse en cualquier momento, pero es más frecuente durante la noche, cuando el individuo está dormido, posi- blemente debido a la mayor relajación muscular. La razón por la cual se produce la migración al exterior no se conoce completamente, pero se cree que sea por requerimiento de oxígeno. Estos huevos en la región perianal con sus larvas en el interior producen prurito, que- dan también en la ropa interior y de cama, así como suspendidos en el polvo de la habitación, de manera que su mecanismo de transmisión fundamental es ano-mano-boca. La autoinfección ocurre cuando el paciente se rasca, quedan los huevos debajo de las uñas y estos son llevados a la boca por introducirse las manos en ella, chuparse los dedos, comerse las uñas o por la ingestión de algún alimento. Otro mecanismo sería por la contaminación de objetos y alimentos por un individuo parasitado, entrando el parásito en otro huésped. Muchos de estos huevos permanecen en la ropa de cama, que al ser sacudidas quedan en el polvo de la habitación y pueden ser inhalados y después deglutidos; esta sería una fuente de transmisión en especial para niños que conviven íntimamente o que duermen en la misma cama, por eso esta parasitosis tiene un carácter colectivo y familiar. Otra posibilidad es la retroinfección y consiste en que algunas larvas que se han liberado en la región anal, pueden volver directamente al recto y de ahí al colon, donde se convierten en parásitos adultos. De los huevos embrionados, que es la forma infectante del parásito después de ser ingerido, se liberan las larvas en el intestino delgado, pasan al intestino grueso y se desarrollan en adultos, con lo que se completa el ciclo de vida (Fig. 100.1). Fig. 100.1. Ciclo de vida de Enterobius vermicularis. En este parasitismo existe el fenómeno de autorreinfestación (d), debido a que el huevo es embrionado e infestante en el momento mismo de ser puesto por la hembra en las már- genes del ano, donde pone huevos (c) que contaminan los dedos del hospe- dero, o llegan junto con las heces (h) o sin ellas, al suelo (c´), contaminando nuestros alimentos (k, l). Si son in- geridos, el embrión intraovular queda libre en el intestino, donde se desarrolla la forma adulta hembra o macho. Después de la cópula, los machos (b) se detienen y mueren en el ciego, mientras que las hembras ovíparas descienden a poner a las márgenes del ano de su hospedero (1), para comenzar de nuevo el ciclo. Tomado de Kourí P. op. cit. Enterobius 245 Patología Considerado más como molestia que como enfermedad, las condiciones significativas de una infección por Enterobius vermicularis son las producidas por la migración de las hembras al poner huevos en la región perianal, lo que ocasiona intenso prurito en esta zona, desencadenan una reacción inflamatoria local, agravada por infecciones secundarias o por lesiones traumáticas por el rascado. Existen varias publicaciones recientes sobre la infección del aparato genital femenino causada por la migración errática de una hembra hacia la vagina, útero o trompa de falopio, donde allí mueren. Tanto la hembra como sus huevos, actuarían como cuerpos extraños, dando origen a granulomas. Otras localizaciones erráticas pueden ser al peritoneo, apéndice, hígado y pulmón que pueden observarse en cortes histológicos de estos tejidos. Manifestaciones clínicas Las infecciones leves por la oxiurosis producen muy pocos o ningún síntomas. Por lo general, la intensidad de los síntomas está en relación directa con el grado de infección parasitaria. Por la acción mecánica que produce el parásito hembra al salir y entrar por el ano, la manifestación principal es el prurito anal, ligero dolor o sensación de cuerpo extraño. Esto trae como consecuencia el rascado, y a su vez origina escoriaciones de la piel e infecciones secundarias. La presencia de Enterobius vermicularis en la vulva y vagina produce irritación y secundariamente infección, principalmente en las niñas. La entrada de bacterias y hongos, secundaria a la invasión parasitaria, así como la inflamación que los mismos gusanos pueden provocar, originan flujo vaginal, lo que es causa importante de vulvovaginitis. Estos sínto- mas traen como consecuencia alteraciones de la conducta. El prurito anal hace que los niños pierdan atención en la escuela, que se despierten durante la noche o presenten intranquili- dad nocturna, que sientan preocupación ante otras personas que los vean rascándose la región anal y genital, e inclusive sea causa de alteraciones en su comportamiento sexual, ya que hay estímulo sexual originado por el prurito. Puede haber reacción alérgica local, produ- cida por la inflamación en la región anal y genital, pero no existen manifestaciones alérgicas generalizadas ni eosinofilia. Dentro de las localizaciones ectópicas que se han descrito en el peritoneo, ovario, hígado y pulmón, merece especial interés la invasión al apéndice, que puede ser causante o coadyuvante de casos de apendicitis. Diagnóstico Por la peculiaridad que tiene este parásito de salir activamente del intestino grueso a depositar sus huevos en la región perianal, el método que se utiliza para su diagnóstico es tomar la muestra en dicha región y no en las heces fecales; por lo tanto, el examen de heces fecales que se utiliza para el diagnóstico de otros parásitos intestinales no es efectivo para el diagnóstico de oxiuros. El huevose puede encontrar en las heces fecales en 5 % aproximadamente. Esto quiere decir que si se utiliza este método únicamente, pasarán sin diagnosticar 95 % de los casos de oxiurosis, o sea, falsos negativos. Para diagnosticar infecciones por Enterobius vermicularis, el método indicado es la cinta transparente adhesiva, que fue descrito originalmente por Graham. Las muestras se toman en la mañana, antes de defecar y asearse la región perianal. Para mayor seguridad en el diagnóstico, se recomienda repetir el examen varias veces en días diferentes, pues la salida de los parásitos hembra a través del ano no es siempre constante o regular, por lo que la positividad aumenta cuando el número de muestras por paciente es mayor. Esta cinta adhesiva se aplica en la región perianal y vulvar, se coloca en un portaobjeto y se observarán en el microscopio los huevos transparentes con las características morfológicas descritas. En muchas ocasiones, se realiza el diagnóstico macroscópico del parásito, ya que el mismo paciente o la madre del niño los trae al médico o al laboratorio, y se identifican por sus características morfológicas. Microbiología y Parasitología Médicas 246 Hay que destacar que se debe realizar el diagnóstico clínico diferencial con otras entida- des que producen prurito anal, como son hemorroides, fisuras, fístulas y dermatitis. En el caso de mujeres adultas hay que diferenciarlos de candidiasis y tricomonosis. También el exceso de ingestión de café, cola, condimentos y chocolate puede producir prurito anal. Epidemiología y prevención El hombre es el único huésped natural de Enterobius vermicularis. La prevalencia e intensidad de la infección es baja en lactantes, y más frecuente en la edad preescolar y escolar. Es una de las parasitosis más cosmopolita, debido a que no requiere condiciones ambientales propicias, pues su transmisión es directa de persona a persona, sin necesidad de la intervención del suelo. Se presenta en todos los climas y en todos los niveles sociales y económicos. Las condiciones higiénicas deficientes, el hacinamiento, la deficiencia en el lavado de manos y uñas, el poco frecuente cambio de ropas, son factores que favorecen su transmi- sión. La forma más frecuente es a través de las manos y de ahí a la boca, directamente, o a través de alimentos contaminados. La limpieza ambiental es muy importante en la prevención, ya que otra forma de transmi- sión de los huevos del parásito es por medio del polvo, recogido en pisos, muebles, cuadros, cortinas, alfombras, baños, ropa de cama y colchones, por eso es una parasitosis de muy fácil diseminación en grupos. Tratamiento Debe administrarse tratamiento a todos los individuos infectados y sintomáticos. Ade- más se recomienda tratar a todos los miembros de la familia o de grupos, por el carácter familiar y colectivo que se presenta con este parásito. Los fármacos más utilizados en la oxiurosis son: pamoato de pirantel a 11 mg/kg, albendazol a 400 mg y mebendazol a 100 mg dos veces al día, todos utilizados en dosis única y repetido el tratamiento a las 2 semanas. Como recomendación general, de utilidad para cortar el mecanismo de transmisión de esta parasitosis, se aconseja la higiene personal, con el lavado frecuente de manos y limpieza de uñas, hervir la ropa de cama e interior, además de la limpieza ambiental. RESUMEN Enterobius vermicularis produce la enfermedad denominada enterobiosis u oxiurosis. Tiene una amplia distribución mundial, pues la transmisión es directa de persona a persona. Su síntoma más frecuente es el prurito anal, que desencadena una inflamación local, además de ocasionar granulomas por la presencia de parásitos adultos en el aparato genital femeni- no, que es causa importante de vulvovaginitis. El método indicado para su diagnóstico es la cinta transparente adhesiva. Para mayor seguridad se recomienda repetir el examen varias veces en días diferentes. Su tratamiento debe ser a todos los miembros de la casa. Los fármacos más utilizados son el pamoato de pirantel, albendazol y mebendazol. 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