Logo Studenta

NUDOS_Y_SUTURAS

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

Salvador Gómez Álvarez 
EDITORIAL 1 
TRILLAS @J 
Mexico. Argentina. Esparla. 
Colombia. Puerto Rico. Venezuela 
CataIogaclCIn en la fuente 
Gómez Álvarez, Salvador 
Atlas de técnicas para nudos y suturas 
quirúrgicos. -- 2a ed. -- México : Wlas, 1990 
(reimp. 1999). 
210 p. : i l . ; 25 cm. 
Bibliografía: p. 205-206 
Incluye índices 
15BN 968-24-393 7-X 
1 . Ligadura (Cirugía). 2. Suturas. l. t . 
D- 61 7.9'0643a LC- RD41'66.3 1188 
La presentación y disposición en conjunto de 
ATLAS DP TÉCNICAS PARA MUDOS Y SUTURAS QUIR~RGICOS 
son propiedad del editor. Ninguna parte de esta obra 
puede ser reproducida o trasmitida, mediante ningún sistema 
o método, electrónico o mecánico (incluyendo el fotocopiado, 
la grabación o cualquier sistema de recuperación y almacenamiento 
de información), sin consentimiento por escrito del editor 
Derechos reservados 
O 1983, Editorial Trllas, 5. A. de C. U , 
División Administrativa, Av. Río Churubusco 385, 
Col. Pedro María Anaya, C. F 03340, México, D. i? 
Tel. 6884233, FAX 6041 364 
División Comercial, Calz. de la Viga 1132, C. 09439 
México, D. E Tel. 6330995, FAX 6330870 
Miembro de la Cámara Macional de la 
Industria Editorial. Reg. núm. 158 
Primera edición, 1983 (1.5811 968-24-1 309-5) 
Reimpresión, 1988 
Segunda edición, 1990 (15BN 968-24-393 7-X) 
Reimpresiones, 1994 y 1997 
Tercera reimpresión, octubre 1999 
Impreso en México 
Printed in Mexico 
- 
gg !y f=':; -7 
Prólogo 
=7 & S: i : 0 e 
:: - &* ::, .- 9 J 
E I presente Atlas de técnicas para nudos y suturas quirúrgi- 
cos constituye una introducción al conocimiento de la ciencia 
y el arte de afrontar planos anatómicos, en los estl~dios de 
anfiteatro, así como una idea recordatoria para el maestro, en 
la enseñanza del trabajo quirúrgico, que constantemente tiene 
en sus manos y que es ejemplo magistral para los alumnos, 
quienes deberán seguirlo siempre en sus demostraciones. 
La vocación de médico y cirujano se fortalece en las prácti- 
cas de anfiteatro al conocer forma, dimensiones, peso, fun- 
ción y relación de los órganos que constituyen los sistemas, 
teniéndolos al natural y al alcance real. 
Varias orientaciones fundamentan dicho estudio: prepara- 
ción, agilidad y estímulo con que el maestro despierte el po- 
der creativo del alumno y, por otra parte, voluntad, estudio y 
empeño por parte de éste para aprender cómo y con qué ha- 
cer lo que se expone en las páginas de esta obra, en que se 
describen materiales, instrumentos y movimientos por seguir 
en cada técnica y una sinopsis del proceso de cicatrización, 
señalando las causas de las complicaciones que pueden pre- 
sentarse e interrumpir dicho proceso. 
Las ilustraciones fueron tomadas de prácticas efectuadas 
con este propósito, con ayuda de fotografías transportadas a 
líneas, para la mejor persuasión y aprendizaje. Se emplearon 
líneas negras para señalar curso, movilidad y cambios de di- 
rección de las manos y cabos del material de sutura y I íneas 
discontinuas, que marcan el curso del hilo y de la aguja por el 
espesor de los planos por suturar. 
Asimismo, al final de algunas técnicas se presenta una figu- 
ra más para enfatizar la parte central del aprendizaje y facilí- 
tar la ejecución. 
Por otra parte, en mis lecciones de anatomía impartidas 
durante varios años en el anfiteatro, observé que no se motiva 
a los alumnos, al finalizar las prácticas de disecciones, en cuan- 
to a reconstruir en su respectivo sitio y relaciones normales, 
-.* ~. 
todos los elementos anatómicos estudiados mediante nudos y 
suturas, para que puedan ser posteriormente aprovechados por 
otros grupos de estudiantes a fin de combatir la carencia de 
cadáveres. Debido -a estas carencias, los alumnos llegan fre- 
cuentemente a estudios superiores, después de haber realiza- 
do sólo prácticas quirúrgicas en animales; aún más, en ocasio-. 
nes llegan hasta el quirlofano sin tener conocimientos acerca 
de material, instrumentos y técnicas de nudos y suturas, y, 
obviamente, si no poseen estos conocimientos, nc estarán ca- 
pacitados para realizar correctamente trabajos de cirugía. 
El "fantasma rojo", como lo llamó el eminente Cirujano 
francés Louis Foré, no podrá ser eliminado ni mucho menos 
evitado, ya que constituye en ocasiones lo más sombrío de 
algunas intervenciones, por desconocer o no ser hábil en el 
manejo de las técnicas de suturas. De aquí la tesis que siem- 
pre hemos sustentado: todo estudiante de medicina debe 
aprender prácticamente y adquirir agilidad en las técnicas de 
nudos y suturas. 
Con base en las observaciones anteriores se ha confecciona- 
do la obra, que consta de 11 capítulos, cada uno de 
los cuales se ha dividido en técnicas con sus diversos tiempos, 
profusamente ilustrados; asimismo, se señala la técnica según 
la región en que se efectúa la sutura. 
Estamos seguros de que esta obra, por constituir el resulta- 
do de una labor de más de veinticinco años en la práctica dia- 
ria del quirófano, además de la experiencia en el anfiteatro y 
en la selección de material, será de gran utilidad. 
Es oportuno enfatizar la bella expresión del gran maestro 
francés Felix Lejars, que nos ha inspirado a continuar su 
ejemplo, quien en el prólogo desu Tratadoquirúrgico expone: 
"El deseo al escribir cada uno de los capítulos de mi obra, 
ha sido servir,hoy y mañana con el fervor de ayer y con la 
más clara voluntad de enseñar lo que la experiencia y el 
tiempo me ha brindado." A 
Esperamos también que los conceptos expuestos constitu- 
yan estímulos prácticos para motivar adecuadamente a nues- 
tros jóvenes estudiantes, a fin de que en un mañana no lejano, 
sean cirujanos hábiles y competentes. 
Finalmente, estamos seguros de que mediante el estudio y 
las prácticas constantes de las técnicas que se describen en 
esta obra, podamos alcanzar una vez más nuestro objetivo: 
siempre enseñar, para contribuir al mejor aprendizaje de la 
anatomía y alcanzar el mejor aprovechamiento del cadáver en 
los estudios de las estructuras y funciones del prodigiosocuer- 
po humano. 
Prólogo a la 
segunda edición 
Llegar a la segunda edición de una obra constituye una sa- 
tisfacción especial mente agradable y, a la vez, una oportunidad 
para mejorarla, ya sea mediante la aplicación de correcciones 
a lo ya escrito o la adición de material nuevo que permita la 
actualización yvigencia de los contenidos de la misma, a fin de 
brindarle al profesor, al cirujano y al estudiante, un material 
acorde con los progresos e innovacionesde la cirugía moderna. 
El aprendizaje de nudos y suturas quirúrgicos constituye 
un requisito indispensable para alcanzar la máxima superación 
y eficiencia. El autor considera que la confección de una bue- 
na sutura y un buen nudo es un factor decisivo para alcanzar 
éxito en toda intervención quirúrgica. De aquí la idea de que 
todo estudianteadquiera la habilidad necesaria para que pueda 
ser Capaz de cumplir debidamente en sus prácticas de anfitea- 
tro y en el quirófano. 
Sin duda, la vocación de médico y cirujano se reafirma en 
dichas prácticas al conocer al natural: forma, dimensiones, 
peso, función y relación de los órganos que constituyen los 
sistemas. No obstante, debe conjugarse adecuadamente la 
preparación y habilidad del alumno con su sentido creativo, 
voluntad, estudio y empeño para aprender cómo y con qué 
hacer lo que se expone en las páginas de esta obra, en que se 
describen materiales, instrumentos y movimientos por seguir 
en cada tecn ica. 
La obra constituye una introducción a la técnica de afron- 
tar planos anatómicos. 
Consta de 1 1 capítulos, cada uno de los cuales está dividido 
en técnicas con sus diversos tiempos, profusamente ilustrados; 
asimismo, se señala la técnica según la región en que se efectúa 
la sutura. En páginas iniciales de la obra se presenta una sinop- 
sis del proceso de cicatrización, señalando las causas de las 
complicaciones que pueden presentarse e interrumpir dicho 
proceso. 
Las ilustracionesseelaboraron a partir deprácticas directas, 
respecto de las cuales se tomaron fotografías, que posterior- 
mente fueron transportadasa I íneas para su mejor comprensión 
y aprendizaje. Se emplearon líneas negras para señalar curso, 
movilidad, cambios de dirección de las manos y cabos del 
material de sutura; I íneas discontinuas, para marcar el trayec- 
to del hilo y de la aguja a través del espesor de los planos por 
suturar. Hacia el final de algunas técnicas se presenta una 
figura más para destacar la parte central del aprendizaje y fa- 
cilitar la ejecución. 
El autor desea subrayar la importancia de reconstruir en su 
respectivo sitio y relaciones normales, mediante nudos y su- 
turas, todos los elementos anatómicos estudiados, para que 
los cadáveres puedan ser posteriormente aprovechados por 
otros grupos de estudiantes. 
Estamos seguros de que esta obra será de gran utilidad por 
constituir el resultado de una labor de varios años de práctica 
diaria en el quirófano, además de la experiencia en el anfitea- 
tro y en la selección de material. 
El autor desea hacer énfasis en las palabras del gran maes- 
tro francés Félix Lejars, quien nos ha inspirado a continuar su 
ejemplo; en el prólogo de su Tratado quirúrgico expone: "Mi 
deseo, al escribir cada uno de los capítulos de mi obra, ha 
sido servir hoy y mañana con el fervor de ayer y con la más 
clara voluntad de enseñar lo que la experiencia y el tiempo 
me ha brindado." 
Esperamos que el lector se sienta estimulado y motivado de 
manera tal que en un futuro próximo se convierta en un ciru- 
jano hábil y competente, y el autor pueda alcanzar su más caro 
objetivo: enseñar, para contribuir al mejor aprendizaje de la 
anatomía y alcanzar el mejor aprovechamiento del cadáver en 
los estudios de las estructuras y funciones del prodigioso cuer- 
po humano. 
Índice 
Prólogo 
Introducción 
de contenido 
PARTE l 
CONCEPTOS PRELIMINARES 
Cap. 1. Materiales e instrumental 
Cap. 2. Introducción a los nudos 
PARTE l l 
DINÁMICA FUNCIONAL DE DEDOS Y 
MANOS EN LOS NUDOS Y SUTURAS 
Cap. 3. Los dedos en la dinámica de las técnicas para 
nudos y suturas 45 
Cap. 4. Coordinación de manos en las técnicas de nu- 
dos especiales 59 
Cap. 5. Tiempos esenciales para nudos 75 
PARTE I I I 
NUDOS 
Cap. 6. Nudos monomanuales 
Cap. 7. Nudos bimanuales 
Cap. 8. Nudos instrumentados 
Cap. 9. Nudos especiales 
PARTE IV 
SUTURAS 
Cap. 10. Suturas 
Cap. 11 . Prácticas de suturas 
Bibliografía 
índice alfabético 
Introducción 
El empleo de suturas en las intervenciones quirúrgicas sur- 
gió de las necesidades de aproximar y sostener la acoplación 
de los bordes de las heridas, así como de obstruir arterias y 
venas sangrantes, para obtener el proceso de cicatrización. 
Los egipcios suspendían las hemorragias aplicando hierros 
candentes en el sitio de la hemorragia o vertiendo líquidos 
oleosos hirvientes. En África del sur, en Masai, se usaron espi- 
nas de cactos o astillas de madera encajadas equidistantes en 
ambos bordes de la herida, para atarlas con cabellos, fibras 
del mismo cacto o hilos, para el buen afrontamiento de los 
bordes de la herida. 
Otras tribus de Africa emplearon las mandíbulas de hormi- 
gas grandes, aplicándolas con el mismo fin, uniendo ambos 
bordes de la herida, para que al morir dicha hormiga se acen- 
tuara la contractura de sus mandíbulas y éstas pudieran soste- 
ner los bordes de las heridas unidos durante el tiempo necesa- 
rio, hasta obtener la cicatrización. En otras ocasiones despren- 
dían las mandíbulas del cuerpo de la hormiga para colocarlas 
directamente en forma de pinzas, uniendo los bordes de la 
herida. 
Los árabes fueron los primeros en emplear crines de caba- 
llo y cuerdas de arpa (tiras torcidas de intestino de animal). 
El cirujano Thazes, quien nació en 868 a.c., empleó por 
primera vez en cirugía cuerdas de intestino recientemente 
extraído, por haber comprobado su resistencia y por ser re- 
sorbidas tardíamente. 
Los aztecas, en nuestro medio, suturaban heridas con fi- 
bras de maguey, empleando espinas de nopal como agujas. 
En Inglaterra y en Estados Unidos de América, según 
narra Sánchez Guidande, entre los siglos xv y xvi se emplea- 
ron las suturas con fines quirúrgicos, y no fue hasta 1849 
cuando se realizaron para unir las heridas de la pared abdomi- 
nal de un individuo con narcosis completa por inhalación de 
éter; este método de anestesia fue descubierto por Joseph 
Lord Lister, creador también de la antisepsia quirúrgica. 
En 1866 se fabricaron las primerassuturas asépticas en pro- 
cedimientos quirúrgicos, basadas en los descubrimientos de 
Louis Pasteur. 
Taylor menciona que el doctor Philipe Syng Physick, gra- 
duado en Edimburgo, Inglaterra, llegó a los Estados Unidos 
de América, donde fue nombrado profesor de cirugía general 
en la Universidad de Pennsylvania; a este cirujano correspon- 
de el mérito de haber establecido el empleo del material para 
suturas con piel de carnero. 
Igualmente se menciona en la historia de la cirugía que en 
el año 1832 se realizó la extirpación de un ovario quístico, 
cuyas incisiones fueron suturadas con el material mencionado. 
La etapa definitiva del perfeccionamiento de las suturas se 
remontaa 1910, gracias al progreso industrial y al advenimien- 
to de los procedimientos que aseguraron la antisepsia de ma- 
teriales como seda, nailon, hilo cromado, alambre y catgut, 
este último obtenido del intestino delgado de carnero, animal 
sujeto a alimentación y cuidados adecuados durante años, 
antes de ser sacrificado para obtener el producto. Además, los 
productos químicos, en diferentes preparados, que se inventa- 
ron para la rápida o tardía resorción del material de las sutu- 
ras en los tejidos humanos, ha coadyuvado en el perfecciona- 
miento de esta técnica. 
Parte 1 
CONCEPTOS 
PRELIMINARES 
Materiales 
e instrumental 
1.1. MATERIALES 
El material es el factor activo con el cual se efectúan nudos 
y sutu ras para afrontar y sostener los labios de las heridas en 
íntima unión, durante el tiempo que se lleve el proceso de ci- 
catrización; existen diversos materiales, cada uno de los cua- 
les tiene indicaciones especiales que determinará el cirujano. 
Se dispone de dos clases de material de sutura, uno absor- 
bente que es desintegrado por los tejidos humanos durante el 
proceso de cicatrización antes de ocho días, como el catgut, 
fabricado con la capa submucosa del intestino delgado del 
carnero o del peritoneo, rico en sustancias cólágenas, dotado 
de resistencias y de diferentes compuestos que al desintegrar- 
se son digeridos por las células que los conservan, por tiempo 
indefinido en pequeñísimas part kulas en forma de inclusio- 
nes a manera de cuerpos extraños y no rechazables. 
Proceso semejante siguen los materiales de algodón, seda, 
nailon, lino, cromo y plástico, pero poseen una mayor dura- 
ción para desintegrarse, que es de varias semanas. 
También hay materiales que definitivamente no son desin- 
tegrados, como la crin de caballo y el alambre de acero inoxi- 
dable, que es indispensable retirarlos al momento de alcanzar 
la cicatrización perfecta o dejarlos indefinidamente, si son 
tolerados. 
Debido a que el nailon se obtiene de una pasta química 
fundida que solidifica de inmediato y a que posee poca elasti- 
cidad, se recomienda que al emplearlo no se ejerzan tensiones 
inadecuadas, tanto en el hilo, como en las cintillas, por el ries- 
go de romperlas; este material tiene empleo selectivo en las 
suturas de planos, en partes del sistema digestivo y muy espe- 
cialmente en las herniotomías. 
Grosor 
El grosor del material por emplear está en proporci6n di- 
recta con el espesor de los planos por suturar, y se clasifica 
según la última edición de la Farmacopea de los Estados Unidos 
de América, que es reconocida internacionalmente (véanse cua- 
dros l . l . y 1.2.). 
Extensión 
La presentación del material, en cuanto a su extensión, 
depende del fabricante. Se presenta en diversas longitudes, 
segúnla clase y el empleo a que estén destinados; así pues, 
existen variantes en la fabricación, pero en todos los casosse 
marca en el empaque respectivo: tamaño, grosor y duración. 
Esterilización 
La esterilización del material absorbente es efectuada por 
los fabricantes mediante equipo especial, potente y preciso; 
después, el material es colocado en tubos con líquidos preser- 
vativos, como alcohol etílico (simple o mezclado) isopropílico, 
lico, que ayudan a conservar el material flexible. También 
suelen envasar el material en cubiertas de papel impermeable, 
cerradas en forma hermética, que garantiza la esterilización. 
Los tubos deberán conservarse en posición vertical, dentro de 
frascos de vidrio de mayor tamaño,con tapa de borde esmerila- 
do, los que deben contener líquidos antisépticos. 
Las soluciones que brindan mayor seguridad, recomenda- 
dadas por los fabricantes, son las preparadas con alcohol de 
menor peso específico que los tubos, lo que permite que éstos 
estén sumergidos constantemente; la fórmula de dicha solu- 
ción es la siguiente: alcohol etílico de 95°C o isopropílico al 
99% (700 ml), y agua hervida o destilada (la necesaria para 
completar 1 000 ml). 
Con el tin de asegurar la asepsia completa de los tubos del 
material de suturas, estos deben conservarse en la solución un 
16 PARTE 1. CONCEPTOS PRELIMINARES 
Cuadro 1.1 Cuadro comparativo decimal con la antigua denominación 
para catgut y lino 
Numeración decimal moderna 
por la escuela francesa 
Uenominación ' 
antigua 
Lino 
410 
410 
410 
310 
210 
o 
1 
2 
3 
4 
5 
6 
6 
mínimo de 12 a 24 horas, antes de ser manejados por el ciruja- 
no. En los que están empacados en sobres no es necesario 
efectuar dicho procedimiento, debido a que la enfermera ins- 
trumentista los extraerá con pinzas esterilizadas, con indica- 
ción especial en casos de emergencia; además, pueden conser- 
varse en los botiquines de primeros auxilios. 
El material de sutura no esterilizado por el fabricante, se 
colocará en el autoclave a una temperatura de 260" F durante 
30 minutos o 280°F, con un mínimo de 10 minutos, a partir 
del momento en que el manómetro marque estas temperaturas. 
Cuadro 1.2 Clasificación y tiempos de resistencia de materiales 
División según la Clasificación (terminología Tiempos 
farmacopea de E. U. A. para señalar de 
la textura) resistencia 
Sin tratar A (simple) 10 d ías 
Suave €3 (suavemente 1 5 d ias 
cromado) 
Media C (medianamente 20 d ías 
cromado) 
Prolongada D (extracromado) 40 d ías 
Resistencia 
La resistencia del material de suturas está calculada en pro- 
porción d irecta a la fuerza que se ejercerá al hacer el nudo; en 
los laboratorios de los fabricantes se realizan pruebascuidado- 
sas con aparatos especiales de estricta precisión, mediante los 
cuales se calcula la resistencia que debe tener el material, se- 
gún su empleo (cuadros 1.1 y 1.2). 
Manera de extraer el catgut del tubo 
Para extraer el material del tubo que lo contiene, se coloca- 
rá este último en un campo (toalla esterilizada), enrollándolo 
dentro de éste, y haciendo fuerza en cada extremo con ambas 
manos hasta producir la ruptura del tubo en su parte media, y 
se tomará el material con la pinza especial para no maltratarlo. 
Debe evitarse tocar e l material directamente con las manos 
aun cuando estuvieran enguantadas, para evitar el roce con ' 
los bordes del tubo roto (figs. 1.1 y 1.2). 
Fig. 1 . l . Forma correcta de, abrir un tubo de Catgut. 
Fig. 1.2. Forma incorrecta de abrir un tubo de Catgut. 
Diez reglas recomendables para el mejor manejo 
del material 
1. No estirar o forzar la longitud del material. 
2. Tomarlo invariablemente con pinzas por uno de sus ex- 
tremos. 
3. No hacer pruebasde resistencia; ésta ya se encuentra calcu- 
lada por el fabricante, según el número que corresponda 
a cada tipo de material, y según la clase de sutura que se 
realizará. 
4. No hacer el nudo sobre el propio material, por el riesgo 
de deshilarlo. 
5. No ejercer fuerza extrema e indebida al cerrar el nudo, 
por el peligro de reventarlo. 
6. No emplear agujas que contengan bordes cortantes en el 
ojo. 
7. Cuando se haga un nudo, sutura manual, bimanual o ins- 
trumentada, cuidar de que no se deslice ningún cabo so- 
bre el otro. 
8. No tomar: la hebra con el portaagujas o con las pinzas en 
cualquier parte, porque es posible que se deforme y sea 
susceptible de romperse. 
9. No cortar los cabos del nudo con bisturí, pues para eso 
es la tijera y no cortarlos demasiado cerca, por el riesgo 
de que se desbarate al menor movimiento. 
10. No realizar nudos o suturas sin antes practicar, hasta estar 
seguro de saber hacerlo conforme lo marcan las técnicas. 
Igualmente debe darse importancia al tiempo de la cicatri- 
zación, para que la absorción total del material sobrepase al 
periodo del proceso de cicatrización; el catgut crómico deposi-4 
t a el cromo en la superficie del material de sutura, lo que produ- 
ce alta resistencia a la desintegración por los tejidos y propicia 
posteriormente la expulsión parcial o total del material. 
El tipo más reconiendable es, en general, el medio crornado 
o tipo C. por la mayor resistencia que ofrece. 
Los factores enunciados estarán guiados exclusivamente 
por el criterio del cirujano que maneja estos materiales de su- 
tura. Téngase presente que no debe aplicarse calor por ningún 
motivo a los tubos de ligaduras y suturas, marcados como no 
hervibles. 
En cuanto al material que debe usarse para nudos y sutu- 
ras en las prácticas de anfiteatro, será exclusivamente hilo o 
cáñamo de algodón, que generalmente se encuentra en el co- 
mercio en carretes muy prácticos para su manejo. 
Tipos de catgut, clasificación, terminología 
y tiempo de resistencia 
A continuación se presenta el proceso que sigue el material 
para nudos y suturas, durante la cicatrización, en los primeros 
quince días después dz efectuada la sutura. 
La fuerza de la sutura desciende gradualmente de 100 a 
60°/0 durante los primeros cinco días, a 50°/0 a los 10 y a 
20°/0 a los 15, en tanto que la fuerza de la herida es de 10% 
en los cinco primeros días y asciende bruscamente a 50°/0 a 
los 10, para alcanzar el 1 0Oof0 a 10s 15. 
Observese que la fuerza de la sutura desciende más rápida- 
mente que la fuerza de los tejidos de la herida, lo que signifi- 
ca que al séptimo día se normaliza y existe lo que se llama 
punto crítico. 
Durante el tiempo mencionado, la herida es sumamente 
susceptible a todo esfuerzo que haga el paciente, pudiendo 
llegar hasta la eventración cuando se interviene en pared abdo- 
minal adiposa, por lo cual es importante contar con material 
adecuado para este tipo de herida y emplear,la técnica reco- 
mendada. 
1.2. INSTRUMENTAL 
Agujas 
Hay agujas rectas, romas, en varios tamaños y numeradas, 
especiales para conjuntiva, peritoneo, pleura, aponeurosis y 
meninges, que no desgarran al penetrar; curvas, cortantes, 
en diferentes tamaños para piel, masas musculares y tejido 
adiposo, (fig. 1.3). 
h 
Fig. 1.3. Diferentes tamaños y tipos de agujas. 
Actualmente la mayoría de las agujas de diferentes tama- 
ños y formas son fabricadas unidas directamente al material 
de sutura (agujas atraumáticas), lo cual evita el encurvamien- 
to de este material en el ojo de la aguja y aumenta el diáme- 
tro o desgarro del orificio de penetración en los tejidos. 
También existen agujas montadas en mangos de acero, 
automáticas y con ojo que se abre o cierra por medio de pa- 
lanca (f ig. 1.4). 
Fig. 1.4. Diversos tiposde agujas con mango. 
Empleo correcto de las agujas. En la farmacopea de los 
Estados Unidos de Norteamérica, se recomienda que en las 
suturas de arterias, velo del paladar y gastrointestinales se 
empleen agujas de punta no cortante; en suturas de globo 
ocular, caras, circuncisión y obstetricia, de punta cortante. 
En lo referente a la curvatura, empléense agujas rectas 
en sutu ras gastrointestinales y arterias; de med ia curvatura, en 
gastrointestinal,globo ocular y arterias, cuando la sutura se 
realice en plano profundo; de tres octavos de curvatura, espe- 
cialmente en circuncisión, cara y cuello; de media curvatura, 
en cirugía plástica; y de curvatura completa, en músculos, 
cuero cabelludo y piel gruesa. 
Las agujas vienen empacadas en tubos de diferentes clases v 
grosores, de material de sutura debidamente esterilizado, por 
lo cual no deben hervirse, excepto que se indique lo contrario. 
Es recomendable que el alumno conozca tempranamente 
estos materiales, y acuda a observar algunas intervenciones 
' quirúrgicas, para comprender su manejo. 
- - 
Portaagujas 
Los portaagujas son pinzas de boca corta recta o curva, 
con estrías transversales que ayudan a mantener inmóviles las 
agujas. Sus ramas son de diferente longitud y tienen anillos 
para manejarlas (fig. 1.5). 
Fig. 1 .S. Distintos tipos de portaagujas. 
Pinzas 
Las pinzas son de diferentes tipos: de disección con dientes 
de ratón o sin ellos, de erinas rectas, cruzadas o en forma de 
cuernos, para afrontar los bordes de las heridas o fijar los cam- 
pos (toallas est4riles) que se usan circundando el área aséptica 
de piel en que se hará la incisión o en que se efectuará la sutu- 
ra de las heridas (figs. 1.6 y 1.7). 
LJ 
Para sujetar ligamentos y montar agujas pequeñas 
De disección con dientes 
Fig. 1.6. Pinzas más comúnmente empleadas. 
Fig. 1.7. Pinzas para el manejo de planos del sistema digestivo (a, b, c, y 
6). Pinzas para fijar campos (e, f, y g). 
Las pinzas de Kocher y de Pean se utilizan para hemostasia 
inmediata, ya sea sujetando el cabo proximal o el dista1 del 
material de suturas o realizando sobre ellas el nudo de la su- 
tura (fig. 1.8). 
Fig. 1.8. Pinzas para hemostasia 
Tijeras 
Existen tijeras rectas, curvas, romas, agudas, romas en una 
rama y agudas en otra; se emplean para cortar tramos de ma- 
terial, nudos, quitar suturas cuando el cirujano lo ordene o 
para seccionar planos delgados (fig. 1.9). 
rectas 
e 
Tijeras curvas 
8 
1 
Fig. 1.9 
Tijeras 
Grapas, colocación 
La colocación de las grapas se hace simultáneamente por el 
impulso del revólver, con la ayuda de una pinza de disección, 
para afrontar correctamente los bordes de la herida (fig. 1 . lo). 
.Fig. 1 . lo . a y b) pinzas para retirar grapas, c) pinzas para aplicar grapas, 
d ) grapas en cargador, y c) manera de colocar las grapas. 
Pinzas o fórceps especiales para suturas 
del sistema digestivo 
Las pinzas o fórceps para sutu ras gastrointestinales son es- 
peciales para suturas en gastrectom ías, gastroenterostomías, 
enterostomías: terminoterminales o terminolaterales. Facili- 
tan la rápida y firme sutura de dichas estructuras; son de fácil 
manejo y tienen en ambas ramas de coaptación, perforaciones 
espaciadas convenientemente para dar paso a la aguja que con- 
duce el material cubierto por una capa de cobalto, para que la 
reabsorción sea tardía y de consistencia biológica y brindar el 
tiempo necesario para la cicatrización, sin producir reacciones 
trau máticas. 
La colocación a presión no mutila los tejidos, pues sola- 
mente afronta los planos en forma de "U"; además, hacen la 
hemostasis perfecta y simultánea. Estas pinzas son de origen 
soviético (fig. 1.1 1 ) . 
Fig. 1.1 1. Pinzas de origen soviético para afrontar capas gastrointestina- 
les con facilidad y ayudar a que la aguja enhebrada pase por las ramas, de 
modo que se pueda hacer la sutura en un solo plano firme. a) NJKA-60, 
para anastomosis en general; b) Makay ama, para sutura especial gástrica, 
y c ) Von Petz, para sutura en bolsa. 
1.3. ASEO DE MANOS 
Las manos son el factor activo en toda maniobra y se llega 
a adquirir habilidad prodigiosa cuando se real izan prácticas 
con frecuencia; si el estudiante se ha iniciado tempranamente 
en sus trabajos de anfiteatro, adquirirá mayor destreza. 
En cuanto al aseo de las manos, el cirujano, la enfermera o 
el estudiante, debe hacerlo con el mayor cuidado, para lograr 
cierto grado de asepsia y poder tomar los guantes y la ropa 
esterilizada sin contaminarla. 
El método que se recomienda habitualmente requiere el 
arreglo de las uñas (cortándolas) y que no conserven ningún 
espacio libre en el lecho ungueal; además, el lavado se hace 
con agua esterilizada, abundante, con ayuda de cepillos pe- 
queños o gasas estériles y, finalmente, el químico, o sea, el 
uso de jabón líquido antiséptico preparado en soluciones de 
alto poder bactericida, como lo es el sulfato de benzalconio. 
Este lavado debe comprender desde el pliegue del codo, 
hasta la extremidad dista1 de los dedos, cara anterior y poste- 
ríor del antebrazo, dorsal v palmar de la mano. lo cual es re- 
. comendable hacer dos veces empleando cepillo diferente. 
Por lo general, deben introducirse las manos posteriores en 
alcohol depositado en recipiente esterilizado, enjuagándose 
con una y otra mano hasta los antebrazos; sabemos bien que 
el alcohol no está dotado de propiedades microbicidas, pero 
sirve únicamente como ayuda al secado por evaporación, para 
terminarlo mediante toalla esterilizada. 
La aplicación de talco esterilizado en las manos, facilita 
ponerse los guantes por sí mismo o con ayuda de la enferme- 
ra, quien lo hará con las manos lavadas, según se ha descrito, 
y provista de guantes estériles, así como entrenada en estas 
maniobras. 
Corresponde también a la enfermera quirúrgica, poner los 
guantes a l cirujano o, de no contar con su ayuda, ponérselos por 
s í mismo. 
Debe entenderse que las manos no quedan completamente 
asépticas por más escrupuloso que haya sido el lavado, y por 
ello es indispensable el uso de guantes, los cuales deben haber 
sido sujetos a altas temperaturas durante la esterilización en 
el autoclave y garantizar más el acto quirúrgico. 
En el comercio se encuentran guantes, tapabocas, gorras, 
batas, campos y sábanas desechable, esterilizadas y aptas 
para el uso quirúrgico inmediato. 
Manera de colocarse los guantes 
La maniobra para colocarse losguantes requiere de práctica 
que principia durante los trabajos de anfiteatro y continúa en 
la cátedra de técnica quirúrgica. 
Hay diferentes tamaños de guantes, marcados con número 
6, 6 112, 7 , 7 112, 8 , 8 112 y 9 , para que el cirujano seleccio- 
ne el tamaño adecuado. Es oportuno contar con dos pares de 
guantes a fin de que cada persona pueda sustituirlos en caso 
de ruptura. 
La comprobación de la integridad, es decir, que no estén 
picados o rotos, se hará mediante la prueba siguiente: colocar 
pulgar e índice de cada mano en las partes laterales del puño, 
hacerlos girar para que ericierren aire y presionar sobre la 
parte media para que el aire se introduzca a los dedos del 
guante y hacerlos tensos; si no escapa aire por ningún orificio 
es que están bien, pero si escapa por alguno de los dedos, es 
que está perforado, por lo que deberá desecharse de inmediato. 
Una vez hecha la selección de los guantes, deben ordenarse 
de acuerdo con sus números respectivos, por pares, y envolver- 
se en campos o en bolsas; deben colocarse en cajas para auto- 
clave, espolvorearse con talco por ambas caras e introduciendo 
en ellos tiras de gasa con talco, lo cual impide que se pegue 
una parte con la otra; esto ayuda también a que e l vapor pe- 
netre durante la esterilización; esto permite disponer de talco 
esterilizado para las manos. 
Para ponerse los guantes se doblará el puño hacia fuera y se 
tomará el guante por este doblez, para evitar tocar la cara ex- 
terna, que es la que tendrá contacto con el campo operatorio; 
actualmente existen guantes desechables, lo cual facilita el 
manejo. 
Se marcan cuatro tiempos apartedel que emplea la enferme- 
ra para tomar el guante por las partes indicadas, estirándolas 
lateralmente para agrandar la entrada y facilitar el deslizamien- 
to de dedos y manos del cirujano en su interior (fig. 1.1 2). 
1.5. MOVIMIENTO DE MANOS Y DEDOS 
Todo acto operatorio requiere el dominio perfecto de cada 
uno de los movimientosque deberá efectuar cada mano y 
cada dedo, con lo cual se adquiere el adiestramiento preciso, 
adecuado y especial, como lo hace quien desea superarse en 
el teclado del piano, de la máquina de escribir o de cualquier 
instrumento musical, mediante la práctica constante para 
obtener automatismo, agilidad y dominio. 
Primer tiempo. Se tomará el guante con la mano opuesta a la 
que se colocará; se introducen los dedos gradualmente y se 
dirigen al guante respectivo, para que con la tracción hacia 
arriba penetre también la mano. 
I 
Segundo tiempo. Se tomará el guante por el doblez y se ayu- 
dará con la mano opuesta a introducirlo por completo. 
Fig. 1.12. Manera dc colocarse los guantes. 
Tercer tiempo. E l cirujano lo tomará igualmente por el doblez 
para estirarlo hacia el antebrazo y facilitar que penetren los 
dedos y mano por completo. 
Cuarto tiempo. Finalmente, con ayuda de una toalla o con la 
mano izquierda, se procurará que no se formen arrugas en 
dedos y manos para que el guante ciña exactamente hasta la 
parte media del antebrazo. 
CAP. 1. MATERIALES E INSTRUMENTAL 
El entrenamiento de cada dedo y, por consiguiente, de las 
manos, para realizar nudos y sutu ras, se obtendrá únicamente 
practicándolo continuamente cuantas veces sea posible y ne- 
cesario, hasta lograr la perfección. 
La devoción de esta práctica requiere paciencia y tenaci- 
dad, para que al llegar frente a la mesa de operaciones, en el 
quirófano o en el anfiteatro, se pueda cumplir con "mente y 
acción efectiva". 
Estas prácticas pueden realizarse con ayuda del sistema de 
arospara bordar, comose muestra en el capítulo 7, empleando 
manta guresa e hilo o cáñamo de algodón. Este ejercicio podrá 
hacerse en casa o en el anfiteatro, para obtener su dominio. 
Los instrumentzson los mismos que se emplean en el acto 
operatorio o en las prácticas de anfiteatro. En las primeras 
prácticas es recomendable no usar guantes; y, una vez adquiri- 
da la destreza necesaria, usarlos para obtener también el hábi- 
to y que el tacto pueda percibirse a través de la capa de los 
guantes, lo cual no es difícil a medida que se familiariza con 
estas actividades, a través del uso constante. 
Insistimos que en todo nudo o sutura se requiere habilidad 
y precisión de ambas manos y en cada dedo que intervenga en 
los movimientos especiales y característicos de cada técnica. 
Las recomendaciones que se exponen en el capítulo siguien- 
te, ayudarán eficazmente a lograr el objetivo que nos propo- 
nemos: que el alumno sea un brillante colaborador del cirujano. 
Cada técnica señalada requiere de movimientos especiales 
de ambas manos, aun cuando se diga que una es activa y otra 
pasiva, ya quesin el exacto concurso de ambas, no será posible 
realizar maniobra alguna. 
En cada técnica se describe cuidadosamente el movimiento 
que deben ejecutar; por ejemplo, al índice izquierdo se le Ila- 
ma frecuentemente dedo separador por ser el que separa los 
cabos para facilitar la hechura del nudo o lazada; el dedo me- 
dio derecho ayuda a pasar uno de los cabos por la lazada; el 
pulgar e índice derechos sostienen tenso el cabo correspon- 
diente y, en otras ocasiones, son pulgar y medio los que lo 
sostienen en forma de pinzas, para facilitar el segundo medio 
nudo. 
La destreza que requiere el dedo medio para la ejecución 
del primer medio nudo es de marcada importancia y por ello 
hay que adiestrarlo con máximo cuidado, ya que también 
ayudará a que el segundo medio nudo quede correcto, bien 
ceñido, fuerte y que no se recorra. 
En los casos en que se tenga duda respecto de si el segundo 
medio nudo no ha quedado firme, se recomienda hacer un 
tercero para mayor seguridad de que no se afloje o recorra. 
El éxito de la confección de nudos y suturas estriba, volve- 
mos a repetir, exclusivamente en la precisión.y destreza con 
que se efectúen los movimientos de los dedos actuantes con- 
forme se marca en cada técnica. 
El maestro Víctor Pauchet dice en sus Prácticas quirúrgicas 
ilustradas: "si se llega al adiestramiento de cada uno de los 
dedos que deben actuar en nudos y suturas, se obtendrán per- 
fectas y firmes, de lo cual dependerá en alto grado el éxito del 
acto quirúrgico". 
Sabemos, por otra parte, que es indispensable conocer los 
tiempos y secuencia que integran básicamente la forma de 
afrontar los planos por medio de nudos y suturas, lo cual se 
adquiere únicamente realizando prácticas desde las primeras 
actuaciones en los trabajos de anfiteatro, guiados por las 
instrucciones que se describen, profusamente ilustradas, se- , 
gún el movimiento que se realice. 
En lo que respecta a la conservación de las relaciones de 
las estructuras anatómicas y afrontamiento de planos diseca- 
dos en prácticas de anfiteatro, será posible utilizar cada región 
o segmento por varios grupos de alumnos y obtener mayor 
rendimiento y aprovechamiento del material anatómico. 
1.6. PROCESO DE CICATRIZP.CIÓN 
Es oportuno hacer un recordatorio breve del proceso que 
sigue normalmente la cicatrización en las heridas quirúrgicas 
o en las producidas por accidentes, a f in de prevenir las causas 
que puedan alterarla. 
La cicatrización biológica de las heridas es la reacción de- 
fensiva natural e inmediata de los seres vivos, cuando no se 
produce infección (que la retarda) o que evolucionan en esta- 
dos patológicos (que la impidan). 
Cuando se han seguido los preceptos de asepsia en los bor- 
des de las heridas y en el instrumental y material, deben afron- 
-. - 
tarse los primeros en forma correcta sostenidos durante seis u 
ocho días, mediante suturas que conducirán a la cicatrización 
normal. 
La reacción de cicatrización se efectúa en las partes sanas 
de los bordes de la herida, por medio del exudado fibrinoso 
que de inmediato es secretado por ellos, lo cual los une en 
forma leve, y después de dos a cuatro días proliferan los f i- 
broblastos que se encuentran en el tejido conectivo, dándole 
mayor resistencia y así gradualmente al octavo o décimo día, 
finalizan uniéndose en forma definitiva. 
CAP. 1. MATERIALES E INSTRUMENTAL 33 
En las suturas de heridas quirúrgicas, se toman varias capas 
del mismo tejido, pero en primer término debe asegurarse una 
buena hemostasis, ya que el sangrado impide la unión de los 
bordes y favorece la infección. 
Algunos tejidos, como el adiposo y el muscular, son muy 
frágiles y por ello debe tomarse en las suturas un grosor sufi- 
ciente para afrontar en forma adecuada, sin exagerar, por el 
riesgo de producir desgarros; los planos aponeuróticos, perito- 
neales y piel pueden afrontarse con mayor tensión sin el riesgo 
anterior. 
El empleo de instrumentos eléctricos para la diérisis y la 
hemostasis, que actualmente se emplean en las técnicas qui- 
rúrgicas, no deben hacerse del dominio común, ya que hay 
múltiples casos en que son más adecuados los nudos y sutu- 
ras, para brindar mayor seguridad y ayudar a la fácil evolución 
de la cicatriz posoperatoria. 
El incumplimiento de las reglas de asepsia en la piel, en el 
material de sutura, en los guantes, o una técnica deficiente al 
ponerse los guantes, la ropa que viste el personal del quirófa- 
no, así como la inadecuada colocación del cubreboca, la 
imperfecta esterilización del equipo quirúrgico, la protección 
mal hecha del área quirúrgica, o no co'locar correctamente los 
campos y la incorrecta afrontación de los bordes de la herida, 
son causas frecuentes de infección. 
1.7. ESPACIOS MUERTOS 
Las suturas incompletas, los nudos corredizos, la resorción 
temprana del material, la falta de hemostasis, la fusión de la 
grasa, y el desgarro de tejidos por estrangulación al ejercer 
tensión excesiva en 1.0s cabos, son causas que producen mal 
afrontamiento o la separación de planos que propenden a la 
formación de espacios muertos (fig. 1.13), y el exudado que 
prontamente se produce los aumenta y facilita la infección 
que destruye .-- toda la sutura y, en consecuencia, propicia el 
retardo del proceso de cicatrizaciónpor primera intención 
(fig.1 ,141. 
Por lo anterior, se recomienda que toda sutura sea realiza- 
da con estricto apego a lo que se marca en cada técnica, para 
eliminar las complicaciones señaladas y efectuarla perfecta- 
mente en tres planos: profundo, medio y superficial, como se 
muestra en la figura 1.1 5. 
34 PARTE 1. CONCEPTOS PREL!MINARES 
Fig. 1.13. Esquema que muestra la producción de un espacio muerto 
con exudado, por afrontamiento incorrecto de los planos. 
Fig. 1.14. El espacio muerto se ha llenado por completo de exudado, 
por lo que tardará el proceso de cicatrización, con el riesgo de compli- 
carse por infección. 
Fig. 1.1 5. Sutura correcta efectuada en tres planos. 
Introducción 
a los nudos 
Todo nudo constituye aisladamente una parte de la sutura, 
porque todas las suturas principian y finalizan con un nudo, 
en las cuales intervienen dos elementos técnicos: las manos 
que actúan y el material que obra uniendo los bordes de la 
herida para facilitar la cicatrización. 
Dependiendo del tipo de intervención de la mano, ésta pue- 
de ser activa o pasiva, aunque en ocasiones ambas manos 
pueden ser activas. $e denomina activa a la mano que ejerce 
la manipbra, y pasiva-2 la que sujeta el cabo y ayuda a ceñir 
el nudo. 
Las manos adoptarán una posición natural y no deberán 
forzarse ni en flexión excesiva y mucho menos en pronación 
o supinación extrema, que puedan impedir movimientos na- 
turales y producir fatiga, dificultando las prácticas que deben 
efectuarse con automatismo. 
El material de sutura se llamará en lo sucesivo hilo, para fa- 
cilitar la descripción de cada técnica. 
2.1. TÉCNICA DEL NUDO 
El nudo es el resultado de la acción de cruzar el hilo. La 
longitud de éste es variable: de 20 a 30 cm. Consta de dos 
partes llamadas cabos, que son los que ciñen y constriñen a l 
unirse los bordes de la herida, pudiéndose ejercer en ellos el 
mayor o menor grado de tensión, según el grosor y resistencia 
de los tejidos. 
El nudo consta de dos medios nudos iguales, cada uno de 
los cuales está hecho con ambos cabos del hilo; el cabo más 
lejano a la herida se llama distal y el más cercano proximal, 
Por lazada se entenderá a las dos partes (cabos) del hilo 
que se cruzan en los bordes de la herida para unir los bordes 
y finalizar el punto en que se cruzan al terminar cada lazada. 
<-/Cuando se repartan por igual los cabos, éstos serán de lon- 
gitudidéntica y se les llamará derecho o izquierdo, según la 
mano que los sujete; pero si uno es más largo que el otro, se 
denominará proximal al corto y distal al de mayor extensión. 
Se les llamará libres cuando estén cortados; montado cuando 
se tome uno con la pinza; y enhebrado a la aguja cuando, una 
vez pasjdo por el ojo de ésta, se enrolla en madeja sobre dicha 
aguja..-' 
La fuerza ejercida en cada cabo ceñirá el medio nudo co- 
rrespondiente y se hará siguiendo el plano indicado, para 
obtener la estabilidad necesaria. 
La tracción deberá ejercerse por lo general en un solo cabo, 
aun cuando se efectúe en plano distinto del otro, por el riesgo 
de que el primero se corra fácilmente sobre el anterior. 
En varias técnicas de las descritas en esta obra, el segundo 
medio nudo cambia de plano para darle mayor estabilidad, 
cuidando de que el cruce de las lazadas sea siempre en direc- 
ción opuesta de manera que se afiancen mutuamente; por 
ejemplo, cuando se escribe el número "8"; es decir, cada 
nudo debe quedar en sentido inverso del otro. 
En otras palabras, los dos medios nudos serán siempre el 
resultado del cruce de los dos cabos superpuestos en el mis- 
mo plano en el que se hizo la lazada, como ya se ha señalado. 
k-~.. ? 31. Todo nudo estará formado siempre por dos medios nu- 
dos o lazadas, como se muestra en la figura 2.1 . 
0 Fig. 
2. Los cabos del segundo medio nudo deberán cruzar co- 
rrectamente los del primero (fig. 2.2). 
Fig. 2.2 
3. - Al hacer nudos y sutu ras se tendrá cuidado de conservar 
la suficiente tensión de los cabos, hasta obtener el com- 
pleto afrontamiento de los bordes de la herida, pero sin 
Ceñirlos excesivamente. 
4. >El cabo proximal (corto) y el dista1 (largo) tendrán la 
longitud necesaria según la técnica empleada. 
5. No deberá emplearse material de sutura de absorción rá- 
pida, cuando sea necesario afrontar por mayor tiempo 
la unión de los planos, a f in de asegurar la cicatrización 
sólida. 
6. En los casos de suturas profundas, y sobre todo, en vasos 
gruesos, es recomendable hacer un tercer medio nudo, 
.-con objeto de lograr mayor seguridad,^ así evitar que se 
a'flojen los dos medios nudos anterioresjfig. 2.3). 
/'- 
Fig. 2.3 
7 . ~ ~ ~ d o s los nudos y suturas tomarán suficiente grosor-de 
-6j.¡do,2para evitar que se salgan o se recorran al menor 
movimiento o esfuerzo del 
Fig. 2.4 
8. M--corte de los cabos, una vez terminado el nudo_, debe 
practicarse a una distancia de 3 a 5 mm del nudo para - - - - - / 
evitar que se deshaga éste Cfig. 2.5). 
Fig. 2.5 
9. El material de sutura no debe tocarse con las manos, aun 
cuando estén perfectamente esterilizadas, ya que para 
ello hay pinzas especiales; y sobre todo, siempre se deben 
usar guantes. 
10. El corte de cabos, al finalizar las suturas o para retirarlas, 
se hará con ayuda de tijeras y por ningún motivo con el 
bisturi (fig. 2.6). 
Fig. 2.6 
<Según la dinámica que se emplee para conducir el hilo, el 
. -- 
nudo podrá ser :- .- 
Horizontal. Si al finalizar e! primero y segundo medios nu- 
dos, uno queda a la -derecha y el otro a la izquierda, en plano 
horizontal, debido a la fuerza que se ejerció para realizarlos y 
a la dirección que se le imprimió. 
Vertical. Cuando al finalizar se hace que un cabo quede en 
plano superior y el otro en inferior. La tensión ejercida debe- 
rá haberse efectuado en la misma dirección. 
Perfecto. El que se realiza apegado a las reglas establecidas 
(véase f ig . 2.1 ) . 
Falso. Se llama también corredizo, y es el que se efectúa 
fuera de las reglasiy se siguen planos iguales o diferentes en la 
misma dirección (Gg. 2.7). 
Perfecto simple. El que se hace con dos medios nudos re- 
glamentarios: el primero con fines.hemostaticos y el segundo 
de refuerzo. se' emplea generalmente en suturas profundas y 
-. . 
no hay riesgo de que se safe. 
Funcional. E l que además de ser perfecto - -~ no . . . .. se . corre, no se 
afloja y resiste sin--ceder la tensibn . . que ejercen los tej'idos-de 
¡os planos (fig. 2.1 ) . 
Morfológico. El que se acopla por completo a los dos me- 
dios unidos, sin mayor tensión, y permite efectuar la sutura 
ennel 6ismó plano (fig. 2.8). 
De cirujano. En éste,.-tanto el primero como el segundo 
medio nudo, se pasan los cabos dos;eces uno sobre el otro, a 
fin-deque queden más firmes y seguros (fig. 2.8). 
Fig. 2.7 Fig. 2.8 
La clasificación de los nudos y suturas quirúrgicos com- 
-prende 'dos categorías: una basada en los planos en que se 
unen, y la otra en la forma como se realizan- Los primeros 
,pueden ser: 
Superficiales. Cuando unen bordes de heridas en la piel. 
Medios. Cuando se efectuan en planos medios (piel y tejido 
adiposo). 
Profundos. Serán los que afronten planos internos. 
En puntos separados. Cuando es seccionado el material de 
sutura entre cada uno de ellos. 
En sutura continua. Cuando no es seccionado el material 
de sutura. 
Nudo simple. El que se realiza exclusivamente con dos me- 
dios nudo3 completos (fig. 2.9). 
Nudo de refuerzo. Cuando se hace otro medio nudo, ade- 
más de los que forman el simple (fig. 2.1 0). 
Fig. 2.9 Fig. 2.10 
Según intervengan las manos del cirujano y del ayudante, y 
de acuerdo con el instrumental que se utilice: pinzas, aguja 
enhebrada, etc., así como las condiciones del material (por 
ejemplo, en madeja), a los nudos se les denomina: 
Monomanuales. Los que se hacen con una sola mano act ¡va . -- 
y la otra pasivwfsin movimiento), que interviene indire~ta- 
mente sosteniendo un cabo o dándole diferente dirección_v 
Bimanuales. Cuando ambasmanos actúan de manera activa. 
Instrumentados. Aquellos en que se utilizan pinzas. 
Mixtos. Aquellos en que se emplean manos y pinzas a la 
Vez, 
Parte 11 
DINÁ MICA 
FUNCIONAL DE 
DEDOS Y MANOS 
EN LOS NUDOS 
Y SUTURAS i 
Los dedos en la dinámica 
de las técnicas 
para nudos y suturas 
Es oportuno relacionar la dinámica de los dedos con los 
diferentes movimientos que deben efectuarse a l realizar las 
técnicas de nudos y suturas en el arte quirúrgico, por ser 
funciones armónicas y precisas, que deben llegar al auto- 
matismo. 
Los dedos forman con la mano una unidad y constituyen 
el instrumento ,prodigioso del hombre, ya que están dotados 
de innumerables receptores de estímulos sensitivos en los 
actos motores. 
Si analizamos las estructuras de la mano, observaremos que 
presentan características diferentes de las de todos los anima- 
les que las poseen dentro de la escala zoológica, y aun cuando 
son muy complejas, tienen una gran capacidad manipuladora 
y expresiva. 
La mano, y especialmente los dedos, están dotados de cor- 
púsculos tactiles que informan sobre calor, frío, tersura, aspere- 
za, agudeza y forma, para ayudar a realizar acciones y expresar 
pensamientos; bien podríamos decir que contienen órganos 
interpretativos de afecto, cariño, amor, repudio, defensa, agre- 
sión, etcétera. También desempeñan algunas actividades de 
las bellas artes. 
Tambikn podríamos pensar que las manos están dotadas 
de algunos receptores muy cercanos a los Ópticos, que aún 
no han sido descubiertos, como sucede en los invidentes. 
Fundados en las consideraciones anteriores, este capítulo 
contiene 20 técnicas seleccionadas y orientadas a mostrar la 
dinámica de uno o varios dedos o de una o ambas manos, 
que intervienen en las diferentes técnicas que se describen; 
no corresponden a ninguna secuencia y se muestran exclusi- 
vamente con el fin de enfatizar los detalles finos de cada mo- 
vimiento, y que completan las prácticas recomendadas en 
conjunto, para el mejor aprendizaje; así, el lector podrá adop- 
tar las técnicas que considere convenientes, con la seguridad 
absoluta de que este importante arte de cohibir hemorragias 
y afrontar planos en forma anatómica, ayudará a reintegrar la 
función integral de las estructuras anatómicas. 
Esperamos que estas orientaciones sean útiles en los la- 
boratorios de enseñanza, anfiteatros y quirófanos. 
3.1. SUJECLÓN CDRRECTA DEL CABO DlSTAL 
r , 
. La .forma correcta (clásica) de sostener el cabo izquierdo en 
dirección horizontal es con la palma de la mano izquierda, 
, sujetando el hilo con el pulgar en semiflexión e índice en fle- 
xión, en forma de pinza,, conservando en extensión los dedos 
medio, anular y meñique. . 
3.2. EMPLEO DE MENIQUE IZQUIERDO Y MEDIO 
DERECHO PARA HACER UNA LAZADA 
&osteniendo el cabo derecho con pulgar e índice del mismo 
lado, con e l medio en extensión, anular y meñique en flexión, 
el cabo izquierdo se pasará por el borde interno del dedo 
medio derecho en unión con el meñique izquierdo, para se- 
guir por la cara palmar de ambos y continuar por la palma 
de anular, medio índice y pulgar izquierdos, conservando 
tenso ,$J cabo izquierdo para cruzarlos y hacer el medio 
nudo. .% i 
3.3. SUJECIÓN DEL CABO DERECHO EN ASA 
-- - - 
Se sostendrá el cabo derecho, doblado en lazada, con medio, -- 
anular y meñique en flexión, e índice y pulgar en extensión/ 
CAP. 3. LOS DEDOS EN LA DINAMICA DE LAS TECNICAS 47 
3.4. SUJECIÓN DEL CABO IZQUIERDO EN ASA . - + 
.Se sostendrá el cabo izquierdo doblado, en lazada, con 
medio, anular y meñique, y en flexión índice y pulgar iz- 
quierdos. 
3.5. CRUZAMIENTO DEL CABO DERECHO CON EL 
IZQUIERDO EN FORMA DE X, PARA 
PRINCIPIAR U N MEDIO NUDO 
1 
,Se cruzará el cabo derecho en forma de X sosteniéndolo en 
tensión con pulgar e índice izquierdos, sobre la primera falan- 
ge del índice izquierdo con flexión, y el cabo izquierdo con 
pulgar e índice derechos en forma de pinza. 
3.6. CRUZAMIENTO DE LOS CABOS 
CON PULGAR E ~NDICE DE AMBAS MANOS 
. -Se cruzarán los dos cabos con pulgar e índice de ambas ma- 
nos, haciendo tensión con pulgar, índice y medio en f lexión, 
en forma de pinza. - 
3.7. CRUZANIIENTO DE LOS CABOS, SIN TENSION, 
EN FORMA DE LAZADA 
Se cruzarán los cabos sin tensión en lazada, en la parte media, 
en forma de X, con pulgar e índice de la mano correspondien- 
te, manteniendo flexionados medio, anular y meñique res- 
pect ivos. 
CAP. 3. LOS DEDOS EN LA DINÁMICA DE LAS TÉCNICAS 49 
3.8. CRUZAMIENTO DEL SEGUNDO CABO SOBRE EL 
DORSO DE LA PRIMERA FALANGE DE PULGAR E 
ÍNDICE IZOUIERDOS 
Se pasará el cabo dista1 o superior entre índice y medio iz- 
quierdos para llevarlo sobre el dorso del pulgar, del mismo 
lado, en tanto que el interior o proximal se pasará sobre el 
anterior al nivel del hueco de la pinza, formado con los 
dedos anteriores, para tomarlo entre ellos y pasarlo por la 
lazada que se formó al cruzarlo. 
3.9. INICIO DE LA INSERCIÓN DEL CABO IZQUIERDO 
POR UNA LAZADA 
El cabo izquierdo se pasará por la lazada que se forma al cru- 
-2ar este cabo con el derecho sobre el dorso del pulgar izquier- 
d o , despubs del primer nudo, con ayuda de pulgar e índice 
izquierdos. -. 
3.10. CRUZAMIENTO DE AMBOS CABOS EN UNA 
LAZADA 
Se pasará el cabo derecho por la cara palmar de la primera 
falange del índice y medio derechos, para sostenerlo con la 
primera falange de medio, anular y meñique en flexión, en 
tanto que el cabo izquierdo se pasará por el dorso de la pri- 
mera falange del índice y medio de la mano izquierda, con- 
torneándolo para cruzarlo con el anterior, en este mismo 
sitio, y sostenerlo horizontalmente, con pulgar e índice 
izquierdos, para facilitar que los que sostienen el cabo de- 
recho lo pasen por la lazada que se formó. 
3.11. CEÑIDO DE UN PRIMER NUDO CON 
ÍNDICE Y PULGAR DERECHOS 
.-- Para cruzar un cabo izquierdo con un derecho, se sostendrán 
&bos con pulgar, índice y medio izquierdos; con pulgar e 
índice derechos se hará presión en la parte media del cabo 
derecho para q,ue lo contornee y pueda pasarlo por la primera 
lazada formada. - 
3.12. INTRODUCCIÓN DEL CABO PROXIMAL POR UNA 
LAZADA, FORMADA POR AMBOS CABOS CON 
AYUDA DEL ~NDICE 
Se sostendrá el cabo izquierdo, en.su parte media, con pulgar 
e índice en extensión, y medio, anular y meñique en flexión. 
La parte más dista1 de este mismo se sostendrá con la parte 
media de pulgar e índice en extensión, en tanto que en la 
primera falange del índice se ensartará dicho cabo para cru- 
zarlo, haciéndolo pasar por la lazada que se formó. 
1 
3.13. SEGUNDO. MEDIO NUDO HECHO POR LOS CINCO 
-DEDOS DERECHOS Y PULGAR, ~NDICE Y MEDIO 
IZQUIERDOS 
'..El cabo inferior se pasará entre índice y medio izquierdos, 
semiflexionados, para sostenerlo con el dorso de la primera 
falange del pulgar y entre anular y meñique del mismo lado; 
el cabo superior se descenderá oblicuamente sobre el borde 
externo de la segunda falange del pulgar, a la que contornará, 
para dirigirlo horizontalmente, de modo que cruce el anterior 
en el sitio señalado y facilite que el índice derecho tome la 
parte final del cabo izquierdo, y lo pase por la lazada. Re- 
cuérdese que aun cuando se mencionan los dedos de una sola 
mano, ambas manos intervienen en las técnicas. , 
.-- i 
O- 
3.14. CEÑIDO DEL SEGUNDO MEDIO NUDO, 
CRUZADO CON LA MANO IZQUIERDA 
Se tomará el cabo izquierdo para que pase entre el índice y 
medio izquierdos a la altura de la primera falange del medio 
sobre la cara palmar, cruzándolo horizontalmente al dorso 
de la primera falange del pulgar, mientras que el cabo dere- 
cho se pasa por la cara dorsal del índice izquierdo, bajo el 
cabo izquierdo, llevándolo con pulgar e índice en forma 
horizontal hacia la derecha. 
3. ÿÿÿÿ CRUZA MI ENTO-DE LOS-DOS CABOSSON AMBAS 
MANOS DESPUÉS DE.L.PRJMER NUDO 
d 
Después de ceñir el primer nudo se tomará el cabo izquierdo 
en-forma diagonal con el dorso del índice izquierdo, dejando 
el cabo suelto paraformar una X, para después pasarlo sobre 
la primera falange del dorso del pulgar en forma horizontal y 
llevarlo a la mano derecha, que lo sostendrá con los dedos 
pulgar, índice y medio. El cabo derecho se tomará con índice 
y pulgar del mismo lado y, ayudado por el pulgar, se pasará 
por el cabo horizontal superior del lado izquierdo, para cru- 
zarlo con el cabo que formó la X. 
3.16. CRUZAMIENTO DE LOS DOS CABOS EN LA 
PARTE MEDIA DEL HILO 
Para hacer un segundo nudo en medio del hilo, se tomará el 
cabo derecho con meñique y anular, sosteniéndolo con pulgar 
e índice derechos, para llevarlo al lado opuesto, mientras que 
con medio, índice y pulgar izquierdos, se cruzará el cabo 
izquierdo por encima del derecho, en la parte media de la 
lazada, y se tomará con pulgar e índice derechos para permi- 
tir que el dedo medio del mismo lado enganche el cabo infe- 
rior para pasarlo por la lazada. 
3.17. PASO DE UNO DE LOSCABOS 
POR LA LAZADA HORIZONTAL 
Después de haber realizado el primer medio nudo, se sosten- 
drá el cabo derecho con índice semiflexionado y pulgar ex- 
tendido y se hará pasar el cabo izquierdo por la lazada que se 
formó con el cabo derecho, sosteni~ndolo en tensión con pul- 
gar en extensión e- índice y medio en f lexión. 
3.18. CEIÚIDO DE UN ME-DlO-NUDO 
EN PLANO PRO'FUNDO HORIZ-ONTAG 
T . .- 
Para ceñir un medio nudo en una cavidad, mediante tracción 
horizontal de los cabos, sostenidos por pulgar en extensión, 
índice semiflexionado y medio, anular y meñique flexiona- 
dos, de ambas manos, se tomará el cabo inferior en dirección 
oblicua, de la misma manera que se hace con el superior. 
Ahora, con la mano izquierda, se hará pasar el cabo inferior 
por encima del superior y por la latada para ~ruzar lo. ,~ 
3.19. CORRIMIENTO DE UN NUDO 
?ara correr un nudo, en cualquier técnica, se tomará el iz- 
quierdo con pulgar e índice derechos, en forma de pinza, 
conservando tenso dicho cabo; el derecho, sostenido por 
pulgar e índice del mismo lado, en forma de pinza, contor- 
neará al cabo izquierdo de fuera a dentro, para sostenerlo 
horizontal y hacer tracción en dirección opuesta. - 
56 2. DINÁMICA FUNCIONAL DE DEDOS Y MANOS 
3.20. SUJECIÓN CORRECTA DE AMBOS CABOS A L 
HACER TRACCIÓN 
La manera correcta de tomar los cabos para hacer la tracción 
es sosteniéndolos con pulgar en extensión e índice en semi- 
flexión de la mano correspondiente, como se muestra en la 
figura sigu ¡ente. 
CAP. 3. LOS DEDOS EN LA DINÁMICA DE LAS TECNICAS 57 
Coordinación de manos 
en las técnicas 
de nudos especiales 
En este capítulo se exponen técnicas con los mayores deta- 
lles posibles en unidades didácticas, para seguirlas en toda su 
dinámica y poder emplear el material que contienen los fas- 
cículos anteriores, así como despertar el interés para seleccio- 
nar las prácticas que se han presentado. 
Las técnicas que se describirán son flexibles, pero siguen 
cuidadosamente cada movimiento, para el mejor aprendizaje 
y fácil comprensión, ya que cada ilustración es sumamente 
persuasiva y expresa con toda fidelidad nuestro propósito. 
Por otra parte, también demuestran la correlación y coor- 
dinación necesaria del concurso de ambas manos y cada dedo, 
para la realización de nudos y suturas correctas y firmes. 
Comparativamente, puede semejarse este procedimiento 
con el de la enseñanza de los movimientos de los dedos para 
tocar instrumentos musicales como el piano, por sólo mencio- 
nar uno; primero se aprenderán las notas, luego las escalas y 
finalmente las composiciones. 
Nuestra finalidad es obtener el hábito constante de hacer 
prácticas de nudos y suturas, para que mediante el ejercicio 
se alcance el automatismo y se llegue a la perfección de esta 
parte básica de los conocimientos para afrontar planos anató- 
micos en forma correcta. 
4.1.-PRIMER MEDIO NUDO CON PULGAR 
E ~NDICE IZQUIERDOS 
Primer tiempo: Después de haber pasado la hebra por los bor- 
des de la herida, se dejarán cabos iguales, derecho e izquierdo, 
sostenidos por pulgar e índice en forma de pinza, de la mano 
correspondientel-.. 
Segundo tiempo. Se sostendrá el cabo izquierdo con pulgar e 
índice del mismo lado, en forma de pinza, y el derecho con 
los dedos respectivos, para llevarlos por la cara dorsal de me- 
dio en extensión, anular y meñique en semiflexión, al que 
contorneará para conducirlo por la cara palmar de los mismos 
y cruzarlo con el anterior en el borde externo del dedo medio 
de este mismo lado. 
Tercer tiempo:!-se tomará el cabo izquierdo con el pulgar en 
extenszn e índke en flexión de la tercera falange y el medio 
en extensión, en tanto que el derecho, con iguales dedos pero 
de la mano derecha, lo llevará por el dorso de medio, anular 
y meñique, al que contornea para continuar por la cara palmar 
de los mismos, cruzándolo con el anterior, sobre el borde ex- 
terno del medio izquierdo. , 
Cuarto tiempo. Se soltará el cabo izquierdo para llevar el de- 
recho por el dorso de medio anular y meñique, a fin de pasar- 
lo por la cara palmar de ellos y, con ayuda de medio y anular, 
pasar el cabo izquierdo por la lazad,s-. 
+? 
Quinto tiempo. Se continuará pasando completamente el 
cabo izquierdo por dicha lazada, en tanto que el derecho se 
pondrá en posición horizontal para hacer tensar en dirección 
opuesta y ceñir el nudo. - 
4,2. NUDO QUE SE REALIZA CON PULGAR 
E ~RIDICE IZQUIERDOS - 
i 
Primer-tiempo.:.Se tomará el cabo derecho con menique, anu- 
lar y medio, pasándolo por el dorso del pulgar, en tanto que 
el cabo izquierdo estará sostenido por índice y pulgar dere- 
chos; ahora, este último cabo se pasará Dor el borde interno 
del índice en semiflexión, para cruzarlo con el cabo anterior, 
sobre el dorso del pulgar, sosteniéndolo tenso. 
Segundo tiernpo.<~e sujetará el cabo izquierdo con pulgar e 
índice deiecT¡os,en tanto que el índice izquierdo lo engancha- 
rá para hacerlo horizontal y cruzarlo por debajo del anterior 
en su primera falange; el cabo derecho, sostenido con los de- 
dos medio, anular y meñique, también de este lado, quedará 
igualmente en posición horizontal, pero en sentido opuesto al 
cabo anterior. ..- 
Tercer tiernpo.'.~e hará presión con pulgar e índice izquierdos 
en el cruce de ambos casos. ,. 
f 
Cuarto tiempo.(Con el índice derecho se ayudará a pasar el 
cabo izquierdo por la lazada formada por ambos cabos,-.;- 
t 
Quin-&.tiempo. c o n pulgar e índice derechos se pasará el 
cabo izquierdo por la lazada ya indicada, sin soltar el cruce de 
ambos cabos sostenidos con pulgar e índice izquierdos. 
Sexto tiempo. Finalmente, pulgar e índice de ambas manos 
sostendrán el cabo correspondiente, para ceñir el nudo. 
4.3. PRIMER MEDIO NUDO RECTANGULAR 
Primer tiempo.--(Este nudo generalmente se hace en posición 
vertical, pasando el material de sutura por ambos bordes de la 
herida.) Se sostendrá el cabo superior con índiceen extensión, 
ayudado por pulgar, medio, anular y meñique izquierdos, en 
tanto que el cabo inferior se sujetará con pulgar e índice dere- 
chos, haciendo pasar el hilo por la primera falange de este 
último, en forma circular. . 
Segundo-tiempo, don los dedos de la mano izquierda en el 
L 
cabo superior, en-el- inferior el dedo medio derecho estará en 
extensión, y se apoyará sobre la parte central del cabo que 
sostiepe, formando un ángulo con el índice de este mismo 
lado. 
. . 
y-- 
- 
Tercer tiempo; Se hará descender el cabo superior y ascender 
el inferior con los dedos indicados, para sostenerlos con pul- 
gar e índice izquierdos, oprimiéndoles en este sitio, en tanto 
que el cabo inferior se vuelve a ascender con pulgar e índice 
derechos en forma de pinza, introduciendo el medio por la 
lazada que se ha formado. 
66 PARTE 2. DINÁMICA FUNCIONAL DE DEDOS Y MANOS 
Cuarto tiempo. Él pulgar e índice derechos soltarán el cabo 
-superior para facilitar que el medio de este mismo lado pase 
su cabo por la lazada, a la vez que pulgar e índice izquierdos 
conservan el cabo inferior y el crucede ambos. 
Quinto tiempo.-El cabo inferior, que ahora es superior, que- 
dará sostenido con pulgar e índice derechos, y el superior, 
que ahora es inferior, estará sostenido en extensión con pul- 
gar e índice izquierdos, y en.semiflexión el medio, anular y 
meñique de la mano izquierda. _ 
b. 
Sexto tiempo.'~e ceñirá el medio nudo haciendo tracción su- 
* r----, - 
perior con XíñiliCe en extensión, ayudado por pulgar y me- 
dio en flexión de la mano derecha y el inferior con pulgar en 
serniflexión, apoyando el hilo contra el borde del medio en 
flexión, al igual que del anular y meñique del lado izquierdo. 
a 
4.4. SEGUNDO MEDIO NUDO RECTANGULAR 
r 
Z 
Primer tiempo. Se ceñirá completamente el medio nudo, 
niéndoio en tensión y los cabos en dirección contraria. - 
PO- 
Segundo tiempo. Se tomará el cabo superior con indice en 
extensión al que contorneará para ser llevado hasta la segunda 
falange del medio derecho, donde será oprimido por pulgar y 
medio derechos, en dirección horizontal; el cabo inferior que- 
dará sostenido con índice, pulgar y medio en extensión, sobre 
el cabo, con ayuda de anular y meñique izquierdos. 
Tercer tiempo. El cabo superior, sostenido con pulgar, medio 
e índice, se hará descender para cruzarlo sobre el inferior, sos- 
tenido con pulgar y medio, dejando el índice libre para que 
penetre por la lazada que se ha formado. 
Cuarto tiempo. El índice derecho descenderá para ayudar a 
pasar el cabo superior por la lazada que ha introducido el 
primero. 
Quinto tiempo. Ahora, los índices derecho e izquierdo deja- 
rán la lazada para tomar el cabo correspondiente, ayudados 
por pulgar y medio de la mano respectiva. 
Sexto tiempo. Se tomará el cabo superior con índice izquier- 
do, el que lo contorneará para que pulgar, medio, anular y 
meñique, hagan la tracción hacia arriba, y el inferior, con pul- 
gar e índice ayudados con el medio de la mano derecha, ejer- 
zan la tracción hacia abajo, para ceñir el nudo. 
70 PARTE 2. DINÁMICA FUNCIONAL DE DEDOS Y MANOS 
4.5. NUDO DE TOUPET 
Primer tiempo. Tomando el cabo derecho, tenso, con pulgar e 
índice derechos, en dirección vertical y descendente, y el de- 
recho, entre medio y anular izquierdos, se harán dos lazadas 
sobre el cabo anterior en la misma dirección, alternando la 
dirección. 
CAP. 4. COORDINACIÓN DE MANOS 71 
Segundo tiempo. Conservando el cabo izquierdo en la posi- 
ción mostrada, el derecho se sostendrá con pulgar e índice en 
pinza, ayudados por medio, anular y meñique de la mano de- 
recha, para deslizar las lazadas sobre el vertical, y ceñir los 
nudos. 
4.6. NUDO PARA SUTURA DE PARED ABDOMINAL 
Primer tiempo. Se tomará el cabo derecho con pulgar e índice 
derecho y el izquierdo con iguales dedos del lado respectivo, 
ayudados de medio y anular, para ceñirlos en dirección opues- 
ta uno del otro. 
Segundo tiempo. Se tomará el cabo derecho con pulgar e 
índice en extensión, medio y anular en flexión de mano dere- 
cha; el cabo izquierdo se sostendrá con pulgare índice izquier- 
dos en extensión y medio, anular y meñique en semiflexión, 
para hacer otra lazada y cruzar los cabos para ceñirlos. 
- -- 
	CONTENIDO
	INTRODUCCION
	PARTE 1 CONCEPTOS PRELIMINARES
	CAP`. 1 MATERIALES E INSTRUMENTAL
	CAP. 2 INTRODUCCION A LOS NUDOS 
	PARTE 2 DINAMICA FUNCIONAL DE DEDOS

Continuar navegando

Materiales relacionados