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50 Nursing. 2005, Volumen 23, Número 7 E L M I C R O B I O D E L M E S Clostridium perfringens BARBARA SHEFF, RN, CPH, HNC, MT (ASCP), MA Infecciones causadas: la intoxicación por ingesta de alimentos contaminados con Clostridium perfringens, normalmente causada por carne contaminada, puede provocar gastroenteritis de leve a aguda. La bacteria, que crece en condiciones anaeróbicas, también puede infectar heridas después de una intervención quirúrgica o un traumatismo, y causar infecciones y abscesos. También pueden estar implicadas en las úlceras diabéticas que aparecen en el pie, en las úlceras por presión y en las infecciones del tracto biliar y del tracto genital, y raramente en la gangrena gaseosa (mionecrosis). Signos y síntomas: los pacientes que presentan intoxicación alimentaria por C. perfringens pueden experimentar gastroenteritis de leve a aguda que aparece entre las 8 y las 22 h posteriores a haber ingerido los alimentos contaminados. Los síntomas más comunes son la diarrea acuosa y calambres abdominales intensos. La enfermedad suele ceder por sí sola. Las heridas infectadas por C. perfringens pueden ser dolorosas y presentar inflamación. La gangrena gaseoasa suele estar caracterizada por aparición repentina de dolor e inflamación, olor fétido en la herida, fiebre, hipotensión y delirio. Pruebas de laboratorio: un cultivo de laboratorio de los alimentos sospechosos o un coprocultivo del paciente para la toxina de C. perfringens confirma el diagnóstico de intoxicación alimentaria. El diagnóstico de infección de tejido de C. perfringens se basa en la tinción de Gram del exudado que revela bastones grampositivos sin esporas y pocas o ausencia de glóbulos blancos. Un hemocultivo y un cultivo del exudado anaeróbicos darán positivo para C. perfringens, y un hemograma completo mostrará anemia debida a la hemólisis vascular. El recuento de glóbulos blancos puede estar normal o elevado. Intervenciones de enfermería: en los pacientes que presentan intoxicación alimentaria, proporciona terapia de apoyo, incluyendo la recarga de líquidos y el control de los signos de deshidratación. Una herida infectada con C. perfringens debería desbridarse diariamente. Administre el tratamiento antibiótico pautado: el fármaco de elección es la penicilina G (entre 10 y 24 millones de unidades diarias). Prevención: enseñe a los pacientes a llevar a cabo buenas prácticas de manipulación de alimentos y recomiéndales cocinar la carne a 75 ºC y refrigerar las sobras de forma adecuada. Para prevenir la infección del tejido por C. perfringens, mantenga la herida del paciente limpia y controlada monitorizando los signos de infección. Esta sección ofrece puntos clínicos clave sobre un microbio en particular. Debido a restricciones de espacio no es exhaustiva. Barbara Sheff es consultora en microbiología en Boston, Mass. Tipo de microbio: bacteria anaeróbica, grampositiva y esporiforme. N
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