1 3 Los sofística y el descubrimiento del hombre

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1.3 LA ATENAS CLÁSICA: LA SOFÍSTICA Y EL <<DESCUBRIMIENTO DEL HOMBRE>>
A partir de siglo V se inaugura en la ciudad de Atenas la <<edad del oro>> que por aquel entonces vivía un esplendor creciente tanto en lo político, lo social, lo económico y, además, por el establecimiento de la sabiduría y de la filosofía, que se instala gracias al triunfo militar, ya que, se conquistan muchos territorios a través de las guerras médicas. Todas esas circunstancias hacen que empiece a ponerse en marcha la democracia popular. Las capas populares de Atenas que habían contribuido a la causa bélica, reclamaban ahora su derecho a participar en la vida pública y en el gobierno de su pólis, así es como se establecen conceptos como el de la igualdad ante la ley. 
En esta nueva realidad ateniense se produce un desplazamiento de los temas de interés de la filosofía, ya no preocupa los temas que movieron a los presocráticos sobre el origen de la naturaleza, sino que el centro de esta nueva filosofía es el hombre y la vida del hombre, y nace en el corazón de democrático del ágora ateniense, lugar donde se reúnen. 
Emergen nuevas enseñanzas, para comprender la vida del hombre en la pólis, como la política, la ética, la retórica, el arte y la educación. 
Aparecen en Atenas a mitad del siglo V a.C. los sofistas, que son profesionales de la sabiduría (shophía) ya que ellos se dedicaban a educar a cambio de una remuneración económica. 
Son viajeros, que aparte de aprender de las diversas culturas estando muy preparados intelectualmente, también van yendo de ciudad en ciudad enseñando sus técnicas de elocuencia sobre todo a los más jóvenes para que triunfen en sus carreras políticas. 
Si le preguntamos a Platón ¿qué es un sofista? Diría que se afirma de él que es una especie de <<maestro de cultura y excelencia>>.
Englobaban en las lecciones que impartieron en dos campos: la educación (paideía) y la virtud(arieté) 
Se distinguen dos etapas: la primera y la segunda sofística. Hay unas características comunes en las dos; primero, los sofistas mantuvieron una actitud cítica ante las instituciones políticas, las criticaban y los acusaban de fundamentarse en falsas leyes naturales, ellos planteaban la necesidad de distinguir entre la naturaleza (phýsis) y la ley humana (nomos) y hacer esa contraposición. 
La segunda idea encarna una actitud de relativismo ético y de escepticismo ya que, si se desconfía de las leyes y normas morales, no es posible asegurar el valor de las mismas, siendo el éxito el único criterio para determinarlas y relativo, puesto que no existe una verdad absoluta y objetiva. Esto hace que llegue el escepticismo y que todo pueda ser puesto en duda. 
La tercera idea fue promover el arte de la retórica y de la dialéctica, eran unos maestros de la oratoria, para ellos el discurso era arte y por ello había que hacerse profesionales de eso ya que, si tenían que convencer al otro a través de la palabra, había que dar razones contundentes.