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EX E Tema Conven Socied www.ne PERTO EN LAS a 2. CLAVE nio de gest ad Madrile eumomadr TIT O UNI PULM S ENF ES PARA D ENFERME Coord tión extern eña Neumo rid.org TULO VERS MONA FERME SIS DIFERENC EDAD AUT Mª Asun Prof. Asoc Facultad inadora Un Hospital na: omadrid PROP ITARIO AR INT EDADE TÉMIC CIAR UNA TOINMUN Autores: nción Nieto ciada Cien de Medici nidad Mult Clínico Sa PIO U O EN ERST ES AU CAS A EPID IDIO E SISTÉM o Barbero cias Salud ina. UCM idisciplinar an Carlos CM ENFE ICIAL UTOINM OPÁTICA MICA (EAS) d r EPID. RMED MUNE O ASOCIA ) 1 DAD ES ADA A 2 ÍNDICE: 2.1 Introducción. Definiciones y conceptos clave 2.1.1 Enfermedad pulmonar interstiticial difusa 2.1.2 Neumonías intersticiales idiopáticas 2.1.3 Enfermedades autoinmunes sistémicas, colagenopatías 2.1.4 La evaluación de una NI asociada a EAS según el contexto clínico 2.2 Escenario clínico: diferenciar una EAS subyacente asociada a una NI 2.2.1 Síntomas y signos que sugieren la asociación NI-EAS 2.2.2 pruebas de laboratorio A) utilidad de los auto-anticuerpos en la distinción NI-EAS 2.2.3 Hallazgos radiológicos 2.2.4 Hallazgos histopatológicos 2.3 Escenario clínico: neumonía intersticial con datos de autoinmunidad 3.2.1 Enfermedad indiferenciada del tejido conectivo-NI asociada 3.2.2 Enfermedad del tejido conectivo con pulmón dominante 3.2.3 Enfermedad intersticial difusa con características autoinmunes 3.2.4 Neumonía interstitial con características autoinmunes (“interstitial pneumonia with autoimmune features IPAF”) 3 2.1 INTRODUCCIÓN. DEFINICIONES Y CONCEPTOS CLAVE 2.1.1 ENFERMEDAD PULMONAR INTERSTITICIAL DIFUSA Las enfermedades pulmonares intersticiales difusas (EPID) son un grupo de enfermedades que afectan principalmente a las estructuras alveolo-intersticiales del parénquima pulmonar, pero no exclusivamente, pues la pequeña vía aérea, los espacios alveolares y los vasos pueden estar alterados (1-3). Las EPID comprende un grupo amplio de más de 200 entidades, en las que, después de aplicar correctamente todos los métodos diagnósticos, sólo vamos a encontrar su causa en aproximadamente un tercio de los casos. Todas ellas son poco frecuentes y cumplen la definición de enfermedades raras, por lo que es imprescindible para los profesionales que las manejen, adquirir suficiente experiencia en su correcto diagnóstico y tratamiento. Como en otras enfermedades raras el impacto en la salud del paciente que las padece es muy importante y su abordaje terapéutico apropiado será clave para mejorarlo. La posibilidad de contar con nuevos recursos terapéuticos hace aún más imprescindible el diagnóstico de certeza en fases tempranas. 2.1.2 NEUMONIAS INTERSTICIALES IDIOPÁTICAS La clasificación de las neumonías intersticiales idiopáticas (NII) publicada en el año 2002 fue clave en la aproximación diagnóstica de las EPID (2) Figura 1. Las NII se definieron entonces como un grupo de 7 entidades con características clínicas, radiológicas e histológicas distintivas y diferentes de otras EPID. Su causa es desconocida y se deben al daño del parénquima pulmonar por varios patrones de inflamación y fibrosis. La más frecuente de las NII es la fibrosis pulmonar idiopática (FPI). A partir de esta clasificación se propone el uso de una terminología común y un nuevo “gold” estándar de diagnóstico, basado en una aproximación multidisciplinar, que implica una interacción dinámica entre neumólogos, radiólogos y patólogos. Estas recomendaciones se basaron sobre todo en el consenso de expertos y en estudios de cohortes. Diez años después la clasificación fue revisada (3) teniendo en cuenta toda la evidencia publicada hasta entonces. El diagnóstico de las NII supone la exclusión de causas o entidades asociadas, mediante un proceso dinámico. El diagnóstico será revisado cuando se vayan obteniendo nuevos datos, incluyendo la aparición de nuevos síntomas o signos, nuevas asociaciones causales, los resultados en las pruebas de laboratorio o el análisis histopatológico de las muestras de broncoscopia o la biopsia pulmonar. Las NII suponen una importante proporción de las EPID que se ha estimado en 25-30% (4). El resto de las EPID incluye varias formas de enfermedad ocupacional, relacionadas con fármacos o drogas, otras enfermedades idiopáticas minoritarias y las relacionadas con las enfermedades autoinmunes sistémicas (EAS). 2.1.3 ENFERMEDADES AUTOINMUNES SISTÉMICAS, COLAGENOPATÍAS 4 Las EAS, también denominadas colagenopatías, son un grupo heterogéneo de enfermedades inflamatorias, mediadas inmunológicamente, que afectan a múltiples órganos. Los pacientes con EAS como la artritis reumatoide, la esclerosis sistémica, el síndrome de Sjögren, el lupus eritematoso sistémico, las miositis inflamatorias (dermato-miositis), la enfermedad mixta del tejido conectivo y el lupus eritematoso sistémico (LES) son susceptibles de desarrollar una alteración del sistema respiratorio. Las EAS pueden asociarse con una neumonía intersticial (NI) con las mismas características clínicas y los mismos patrones radiológicos e histológicos de las neumonías intersticiales idiopáticas (NII) Tabla 1 (5). La diferenciación entre una NII o una NI asociada a una EAS (NI-EAS) va a depender del diagnóstico de sospecha y exclusión. La dificultad diagnóstica será mayor en aquellas formas de colagenopatía “oculta” con predominio de afectación pulmonar y con escasas o nulas manifestaciones sistémicas, que se podrán confundirse con una forma idiopática. 2.1.4 LA EVALUACIÓN DE UNA NI ASOCIADA A EAS SEGÚN EL CONTEXTO CLÍNICO En la búsqueda de la asociación entre una NI y una colagenopatía podemos distinguimos tres escenarios según el contexto clínico en que se presenten (6-7). En el primero la NI se presentará como manifestación de una EAS claramente establecida, en el segundo tendremos que diagnosticar una EAS subyacente y asociada a una NI hasta entonces idiopática y por ultimo en el tercer escenario tendremos un paciente con NI y rasgos autoinmunes, pero que no cumple todos los criterios diagnósticos de una EAS concreta. La importancia de clasificar cada caso estriba en las repercusiones para el paciente, en su pronóstico, en las decisiones de tratamiento y en buscar, en su caso, las manifestaciones sistémicas asociadas a la enfermedad autoinmune (6). El pronóstico de una NI-EAS es, en general, mejor que en las formas idiopáticas, incluso en presencia del mismo patrón radiológico e histológico (8), fundamentalmente si lo comparamos con el de la FPI. Una excepción sería la de los pacientes con artritis reumatoide y un patrón de neumonía intersticial usual (NIU) asociado, que puede ser tan grave como el de la FPI (9). En cuanto a las repercusión en el tratamiento, se dispone de dos antifibróticos que en el momento actual solo están aprobados para el tratamiento de la FPI, que por otro lado empeoraría con el tratamiento de inmunosupresores (10). Sin embargo hay algunos datos que sugieren que este tratamiento inmunosupresor mejoraría las NI-EAS, incluso en patrones NIU (11-13). Por último identificar una EAS subyacente ayudará al cuidado de los pacientes, al favorecer el diagnóstico precoz de otras manifestaciones sistémicas que habrían pasado desapercibidas hasta ese momento. El primer escenario clínico propuesto, en el que la NI se desarrolla en el contexto de una colagenopatía establecida, no suele ofrecer dificultades diagnósticas. El reto, en este 5 caso, estará en hacer un diagnóstico y actuación terapéutica precoces. La prevalencia exacta de una NI en las distintas colagenopatias no se conoce y los datos publicados están influidos por los métodos de detección empleados (14). Si, por ejemplo, el método de detección ha sido la radiografía de tórax, la prevalenciaserá menor que si ha utilizado la tomografía computarizada (TC) torácica. Además sólo una parte de los pacientes tendrán síntomas pulmonares manifiestos, lo que retrasa su diagnóstico. Este primer escenario clínico no es el objetivo fundamental del tema. El abordaje del segundo escenario clínico es el propósito clave de este tema, en el que propondremos la estrategia que nos permita distinguir una NII de una NI-EAS. Incidiremos, sobre todo, en las formas que podemos considerar como de una colagenopatía “oculta”. Finalmente revisaremos someramente el tercer escenario clínico y las propuestas realizadas para clasificar esta situación clínica, en la que los pacientes presentan algún rasgo autoinmune pero la afectación pulmonar será la predominante y la sistémica será sutil o incluso inexistente. Este ítem será ampliamente tratado en otro tema de este módulo. 2.2 ESCENARIO CLÍNICO: DIFERENCIAR UNA EAS SUBYACENTE ASOCIADA A UNA NI La NI puede ser la primera o más aparente manifestación clínica de una colagenopatía hasta entonces “oculta” y su distinción puede ser difícil (15). La determinación de una colagenopatía asociada a una NI implica la integración diagnóstica de los hallazgos clínicos, serológicos, radiológicos y en su caso histológicos. A lo largo de este módulo se dedicarán dos temas completos a la revisión de las manifestaciones radiológicas e histológicas de las NI-EAS y en este nos centraremos en los hallazgos clínicos y serológicos. 2.2.1 SINTOMAS Y SIGNOS QUE SUGIEREN LA ASOCIACION NI-EAS Es un reto para el neumólogo que se enfrenta a un paciente con NI discriminar si ésta es idiopática o secundaria a una causa. La NI puede ser la primera manifestación de una EAS que se desarrollará más tarde. Se ha estudiado si la presencia de algún hallazgo en pacientes con NII seguidos durante años, como la presencia de un factor reumatoide (FR) o anticuerpo anti-nucleares (ANA) positivo, diferencia al grupo que desarrollará una EAS del que no y se llega a la conclusión que inicialmente no se pueden diferenciar ambos grupos, hasta que no aparecen manifestaciones sistémicas. Sin embargo evaluar la posible presencia de síntomas y signos extratorácicos incluso sutiles es fundamenta para diagnósticar una EAS “oculta" En la historia clínica un interrogatorio y exploración física dirigidos, junto con la serología, serán imprescindibles para determinar la presencia de una colagenopatía asociada. Los principales signos y síntomas que deben incluirse se recogen en la Tabla 2 (16,17). 6 Los pacientes con NI-EAS serán con más frecuencia mujeres y más jóvenes comparados con las formas idiopáticas, sobre todo en la FPI. Una exploración física concienzuda puede dar pistas sobre la presencia de una EAS subyacente. El fenómeno de Raynaud (figura 2) probablemente sea el signo más importante de la exploración. Su presencia en una NI, sobre todo con un patrón de neumonía intersticial no específica (NINE), suele indicar una EAS asociada. Este fenómeno se asocia con mucha frecuencia a la esclerodermia, pero también se pueden encontrar en pacientes con miopatías inflamatorias, síndrome de Sjögren primario, enfermedad mixta de tejido conectivo, lupus eritematoso sistémico (LES) y enfermedad mixta de tejido conectivo. La presencia de un fenómeno de Raynaud nos debe hacer buscar otros signos asociados a la esclerodermia, como las telangiectasias en cara, palmas de manos, labios y otras mucosas, las ulceras digitales o cicatrices puntiformes en los dedos o los dedos tumefactos (figura 3). En los pacientes con fenómeno de Raynaud también es útil realizar una capilaroscopia pues se pueden poner de manifiesto alteraciones denominadas “patrón esclerodérmico” y que consiste en alteraciones de los capilares como disminución o ausencia, dilataciones, megacapilares o hemorragias cuticulares. Estos hallazgos, además de típicos de la esclerodermia, se pueden ver en las miositis inflamatorias (dermato-miositis). Las alteraciones dérmicas de las miopatías inflamatorias pueden pasar desapercibidas, pues a veces son sutiles y, sin embargo, pueden ser las únicas manifestaciones sistémicas asociadas a la NI. Incluyen la erupción violácea y escamosa sobre las prominencias óseas, llamadas “pápulas de Gottron” (figura 4), la despigmentación alrededor de de los ojos y las “manos de mecánico” (figura 5) que se caracterizan por piel engrosada y fisurada en la zona palmar de ambas manos y son patognomónicas del síndrome antisintetasa . También debemos interrogar al paciente por síntomas articulares como la rigidez o la hinchazón y en la exploración física confirmar la presencia de sinovitis. Las artralgias sin sinovitis pueden ocurrir en las NII, pero cuando hay sinovitis asociada sugiere una franca colagenopatía. Otros síntomas inespecíficos que pueden aparecer son la fatiga, la sequedad de mucosas, la alopecia, la pérdida de peso, la fiebre sin causa y el reflujo gastroesofágico que sin embargo, también es frecuente, tanto en los pacientes con FPI, como en la población general. 2.2.2 PRUEBAS DE LABORATORIO Los hallazgos de las pruebas de laboratorio, interpretados en conjunción con los datos clínicos, pueden generar un alto grado de confianza, en cuanto al diagnóstico de una colagenopatía. Se deben realizar pruebas de laboratorio generales como el recuento hematológico celular completo, urinoanálisis, índices de inflamación, como la velocidad de 7 sedimentación globular, proteína C reactiva, inmunoglobulinas séricas y niveles de encimas musculares como la CPK, LDH o la aldolasa, perfil de encimas hepáticas (18). A) UTILIDAD DE LOS AUTO-ANTICUERPOS EN LA DISTINCIÓN NI-EAS Los auto-anticuerpos séricos tienen un papel relevante tanto en el cribado, como en el diagnóstico de las colagenopatías, si bien, no nos cansaremos de señalar, que su interpretación debe ser realizada siempre en el contexto clínico para evitar conclusiones diagnósticas erróneas. A pesar de que la presencia de una NI-EAS es frecuente y que es una práctica habitual detectar la presencia de autoanticuerpos, no existen guías o protocolos de actuación consensuados. En las ultimas guías de diagnóstico de la FPI (19) se formula una pregunta específica sobre la recomendación de realizar o no estudios serológicos en una recientemente detectada EPID. Hubo un acuerdo abrumador en realizar un estudio serológico, pero mucho menos en cuanto a que pruebas realizar rutinariamente a todos los pacientes y sólo una pequeña minoría consideraban que se beben realizar todos los estudios serológicos específicos en el cribado inicial. Esta falta de acuerdo se debe en parte a que no se han realizado estudios sistemáticos para analizar la utilidad de esta práctica y aún es un tema de debate el valor predictivo positivo de los autoanticuerpos en el abordaje diagnóstico de la NI, efectivamente los resultados positivos pueden ser anormalidades del laboratorio inespecíficas o marcadores de una EAS subyacente. Una de las mejores sugerencias de algoritmo de diagnóstico serológico es la de Bahmer et al (18) después de la revisar de las evidencias científicas disponibles y la opinión de expertos neumólogos y reumatólogos. Se plantean responder a las siguientes preguntas ¿cuándo realizar estudio de auto-anticuerpos? y ¿Qué determinaciones y en qué orden deben realizarse?. La respuesta a estas preguntas está condicionada por la sospecha clínica junto con los datos del TC de tórax y la histopatología. Este algoritmo propuesto (figura 6) pretende ser una aproximación práctica y racional, que evite gastos innecesarios en el cribado serológico de las NI. Podrá ser utilizado como modelo, una vez validado y ajustado a cada modelo asistencial después de considerar en cada centro, su coste y factibilidad. Los ANA (anticuerpos anti-nucleares) se pueden considerar como la primera prueba de cribado. Si son positivosnos informarán sobre que auto-anticuerpos específicos solicitar a continuación. Hay que tener en cuenta que el título y el patrón se miden subjetivamente y pueden variar entre laboratorios y según la experiencia del técnico. Se consideran positivos títulos mayores de 1/160. Títulos menores se encuentran con frecuencia en la población sana y hasta en el 20% de los pacientes con FPI (20) . Los ANA son poco específicos y pueden ser positivos en caso de infecciones, enfermedades inflamatorias, consumo de algunos fármacos y en personas sanas de mayor edad. Sin embargo, la presencia de ANAs 8 positivos en un paciente con NI aumenta significativamente la probabilidad de NI-EAS comparándolos con ANA negativos. Por otro lado, si los ANA son negativos pueden justificar la realización de otros auto-anticuerpos, ante la sospecha de una EAS determinada, por ejemplo, los anticuerpos anti-SSA (anti-Ro) y anti-t-RNAsintetasa que pueden dar negatividad en los ANA por la escasez de su antígeno celular. Se aconseja que la determinación se realice mediante inmunofluorescencia indirecta (IFI). El patrón de distribución de la IFI observada también aporta información, ya que muestra una especificidad con determinados anticuerpos y la colagenopatía subyacente Tabla 3 (21) Además de los ANA, otros anticuerpos específicos que se recomiendan realizar en el cribado inicial son los anti-SSA (anti-Ro), anti-SSB (anti-La) y anti-Jo-1 pues resultan con frecuencia ANA negativos. Los anticuerpos Anti-Ro y Anti-La identifican a pacientes con síndrome de Sjögren primario o asociado a LES. La NI se ha descrito como la primera y única manifestación después de un diagnóstico final de Sd. Sjögren, por lo que debe ser descartado en una NI inclasificable. Los anti-SSA (anti-Ro) pueden aparecer también en otras EAS como la esclerodermia, las miopatías inflamatorias y la artritis reumatoide. Los anticuerpos anti-Ro pueden reconocer dos proteínas la Ro52 y la Ro60. Los anticuerpos anti-Ro52 se relacionan más con la afectación pulmonar. A veces aparecen asociados con los anticuerpos anti-sintetasa y esta combinación se ha relacionado con una NI grave. En las miositis inflamatorias la NI es una manifestación frecuente y supone un reto diagnóstico para el neumólogo. Los signos musculares o dérmicos pueden no estar presentes al inicio de la enfermedad. La NI en ausencia de miositis se ha comunicado hasta en el 65-90% de algunas series. Tampoco hay una correlación entre la enfermedad muscular y las manifestaciones pulmonares, por lo que puede haber un retraso en el diagnóstico y por lo tanto en el tratamiento. Un tipo especial de miopatía es el síndrome anti- sintetasa, que se puede manifestar en ausencia de debilidad muscular, pero con afectación pulmonar muy frecuente junto con otras manifestaciones como artritis no erosiva, fenómeno de Raynaud, “manos de mecánico”, erupciones cutáneas y sequedad de mucosas. Sus anticuerpos específicos producen con frecuencia un fallo de cribado en los ANA, que serán negativos en más del 50% de los casos. Por todo lo anterior se debe descartar, de forma rutinaria, al menos, la miositis inflamatoria más frecuente que se relaciona con los anticuerpos anti-Jo-1. El resto de anticuerpos en conjunto suponen no mas del 10% de los casos de NI y miopatía inflamatoria, por lo se podrían determinar sólo en situaciones especiales, según la sospecha clínica individualizada. Los anticuerpos anti-PL7 y antiPL-12 son los siguientes que más se asocian a una NI, en las miositis inflamatorias. Curiosamente los pacientes PL-7 y PL-12 positivos muestran entre un 77 y un 100% de NI asociada con pocos signos de afectación muscular y se podrían considerar un fenotipo de miositis diferente. Otros anticuerpos específicos de miositis son los Anti-Oj, EJ, KS, Mi-2, MDA-5. 9 Algunos pacientes con anti-Mi-2 presentan una forma de afectación dérmica sin miositis o amiopática en la que se ha comunicado una NI asociada con patrón de NINE. En estos casos la sospecha clínica vendrá determinada por los signos cutáneos, como la erupción facial en alas de mariposa, edema facial, pápulas de Gottron o telangiectasias periungueales. Recientemente se ha comunicado que hay pacientes con anti-MDA-5 positivo que sufren una forma rápidamente progresiva de NI y cuyos títulos se asocian a la actividad de la enfermedad y a la respuesta al tratamiento. Los anticuerpos frente a PM/Scl-75 y PM/Scl100 identifican un síndrome de solapamiento entre la esclerodermia y la polimiositis y se han descrito como factor de riesgo para desarrollar una NI con una especificidad mayor del 90%. Su determinación se recomienda ante ANA positivos con patrón nucleolar y cuadro clínico compatible. Como sus manifestaciones clínicas pueden ser muy similares a los síndromes antisintetasa, se pueden determinar también ante ANA negativos como diagnóstico diferencial. Cuando los ANA son positivos se realizarán, en un segundo paso, la determinación de anticuerpos específicos, en función de la sospecha clínica (figura 6). Tanto la esclerodermia, la enfermedad mixta de tejido conectivo y el lupus, suelen mostrar síntomas o signos que hacen sospechar su existencia y es más raro que se presenten como colagenopatías “ocultas”, lo que facilita la determinación de anticuerpos específicos. Además en la mayoría de los laboratorios de inmunología, por protocolo, una vez comprobada la presencia de ANA positivos, se realizan los anticuerpos específicos que con más frecuencia se asocian a ellos. La esclerosis sistémica se caracteriza por la alta especificidad de anticuerpos frente a centrómero-B, topoisomerasa-1 (topo-1/SCL70), RNA polimerasa III o RNasa-MRP o RNasa-P (complejo ribonucleoproteina Th/To) y juntos suponen el 80% de los pacientes son ANA positivos. Cada anticuerpo se asocia a un tipo de manifestación clínica distinto. Los anticentromero-B se asocian al síndrome de CREST (calcinosis, fenómero de Raynaud, dismotilidad esofágica, esclerodactilia y telangienctasia) con predominio de la hipertensión pulmonar y rara vez NI asociada. Los anti-topo1/Scl70 se asocian más frecuentemente a la forma difusa, que parece proteger de la hipertensión pulmonar y asociar con frecuencia una NINE, hasta en el 85% de los casos. Su título se relaciona con la actividad de la enfermedad. Los RNA-polimerasa-III positivos también se asocian a afectación pulmonar. Por último, los anti Th/To suponen sólo el 3% de los pacientes con esclerodermia y no está claro su papel. La enfermedad mixta de tejido conectivo es una colagenopatía con entidad propia y se debe diferenciar de la enfermedad indiferenciada de tejido conectivo y las neumonías intersticiales con características autoinmunes. Se caracteriza clínicamente por una combinación de datos de esclerodermia, lupus y miopatía, con una afectación pulmonar en 10 mas del 80% de los casos .Se asocia a los anticuerpos específicos anti-RNP-U1 que muestran un ANA positivo con patrón moteado. Los anti-RNP-U1 se comprobarán si los ANA son positivos en una NI indeterminada hasta ese momento. En el caso del LES los ANA son prácticamente siempre positivos. Los pacientes con LES tienen una amplio espectro de afectación respiratoria, pero la NI es poco frecuente y si aparece es leve. Solo se recomienda la realización de anticuerpos específicos anti-Sm o ds-DNA ante ANA positivo y alta sospecha clínica de LES. Otros anticuerpos que se deben incluir en el cribado rutinario inicial son los Anti-CCP y el factor reumatoide. La artritis reumatoide es la colagenopatía más frecuente, puede asociar una NI y esta puede ser la primera manifestación. Actualmente, la NI supone la segunda causa de muerte en artritis reumatoide, después de la cardiovascular. Es posible que ambos anticuerpos sean negativos, sin embargo este hecho no excluye totalmente la enfermedad y los auto-anticuerpos se puedenhacer positivos con el tiempo. Los anticuerpos anti-citoplasmáticos ANCA se realizarán cuando se sospeche una vasculitis asociada. Sin embargo no existe un consenso sobre que pruebas serológicas a realizar en el cribado de una NI. En contra de lo propuesto por Bahmer, Fischer et al (22) después de analizar su cohorte de pacientes con NI, han considerado que la realización de anticuerpos no específicos es poco útil. Tanto los ANA como el FR tienen una baja especificidad y en algunos casos de colagenopatía “oculta” pueden ser negativos, sobre todo en ciertos síndromes antisintetasa. Este grupo multidisciplinar de reumatólogos y neumólogos recomienda (6,7) realizar desde el inicio anticuerpos más específicos, como anti-Jo-1, anti- PL-7, PL-12, además del anti-Ro (SS-A), el anti-Scl-70 y el anti-peptido citrulinado. La prevalencia de nuevos diagnósticos de NI-EAS después de un cribado con auto- anticuerpos se ha comunicado por varios grupos (18) todos ellos con sesgos, pues muchos son retrospectivos, están realizados en un único centro y los resultados pueden estar influidos por la prevalencia de EAS en la zona. En algunas poblaciones como la china (23) se ha comunicado que un 67% de pacientes con NII no caracterizada remitidos para su evaluación son finalmente diagnosticados de una EAS asociada. Otros centros han publicado prevalencias entre el 12-34%. En todo caso habrá que tener en cuenta la incidencia y prevalencia de las colagenopatías en cada población estudiada cuando se realice una serología reglada para su cribado. Uno de los estudios más recientemente publicados es el de Alsumrain et al (24) que estudia la utilidad del cribado de una colagenopatia en el diagnóstico inicial de una NI no caracterizada, en 605 pacientes, incluyendo IPAF y EITC. Encontraron anticuerpos positivos en 33,8% de los pacientes con síntomas sistémicos y en 14,3% de los asintomáticos Del total de los 605 pacientes con NI se diagnóstico una EAS añadida en un 7,6%. Estos eran significativamente más jóvenes y 11 no fumadores. De los pacientes que tenían serología positiva, se diagnosticaron de colagenopatía un 52,8% de los sintomáticos y solo 3 pacientes (1,4%) de los asintomáticos. Cuando se analizaron más específicamente estos 3 pacientes, uno tenía capilaroscopia positiva y dos de ellos mostraba hallazgos en la mucosa oral compatible con Sd. Sjögren. Los autores concluyen que el rendimiento de la serología positiva es mejor en pacientes jóvenes y con síntomas o signos sugerentes de EAS. Un sesgo importante de esta serie es que solo realiza 11 determinaciones de auto-anticuerpos, en su práctica habitual, que no incluye los anti-centrómero, anti-tRNA sintetasa u otros anticuerpos específicos del perfil de miositis. Sin embargo en otras series (22) se descubre una colagenopatía “oculta” fudamentalmente en pacientes que únicamente muestran positivos estos auto-anticuerpos específicos. Otra pregunta importante es si la valoración de autoinmunidad se debe repetir a lo largo del seguimiento de los pacientes. Sobre esta cuestión tampoco hay un consenso establecido Bahmer et al recomiendan que, sobre todo ante un patrón de NINE sin causa, se repita anualmente o cuando la sospecha clínica lo sugiera. Se seguirá el mismo algoritmo que en el diagnóstico. Finalmente considerar que cuando alguno de los anticuerpos sean positivos se valoraran, junto con el resto de los síntomas, signos y datos diagnósticos, de forma multidisciplinar con los reumatólogos. Se dispone de tratamientos específicos para FPI y para NI asociadas a EAS por lo que es primordial interpretar correctamente posibles serologías positivas. Por otro lado, con los recientes criterios para la clasificación de neumonía intersticial con características autoinmunes, debemos evitar la confusión entre esta y las formas realmente idiopáticas, sobre todo ante patrones de NIU. Por el contrario las serologías negativas suponen una muy baja probabilidad de una colagenopatía asociada, sobre todo cuando no hay síntomas extrapulmonares asociados. 2.2.3 HALLAZGOS RADIOLÓGICOS No existe ningún hallazgo radiológico que por si sólo sea diagnóstico de una NI-EAS y estos deben ser puestos en el contexto clínico apropiado. Sin embargo las NI-EAS se caracterizan por el predominio de una serie de patrones radiológicos como la NINE, la neumonía organizada (NO) y ocasionalmente la neumonía intersticial linfocítica (NIL). Ante la presencia de estos patrones nos plantearemos la posibilidad de una EAS subyacente. Los patrones mixtos también son más frecuentes que en las formas idiopáticas, sobre todo la coexistencia de una NIU con NINE o de NINE con NO, como ocurre, por ejemplo, en las miopatías inflamatorias. Otros patrones menos frecuentes hacen sospechar entidades específicas, como el de NIL y el síndrome de Sjogren. El patrón de NIU es infrecuente en las colagenopatías, a excepción de la artritis reumatoide. El patrón de NIU es menos 12 habitual incluso ante un patrón histológico de NIU, a diferencia de lo que ocurre en la FPI (25). Otros hallazgos radiológicos que apoyan a la coexistencia de una enfermedad del colágeno son la presencia de una dilatación esofágica (en esclerodermia) y la afectación de la vía aérea en forma de bronquiolitis o bronquiectasias (6,7). 2.2.4 HALLAZGOS HISTOPATOLÓGICOS La recomendación de realizar una biopsia pulmonar en el diagnóstico de NI-EAS es controvertida (6) debido a la escasa evidencia científica sobre el impacto de las alteraciones histológicas en su pronóstico. La mayoría de los datos publicados proceden de centros de referencia y de cohortes de pocos pacientes. A diferencia de las formas idiopáticas, la distinción de los diferentes patrones histiológicos en las NI-EAS no parece tener tanta importancia para el pronóstico posterior. Una excepción serían las formas de artritis reumatoide con patrón de NIU, que según algunas series tendrían una supervivencia peor que otros patrones histológicos y similar a la FPI (26). Además, la presencia de distintos patrones histológicos no influye necesariamente en la indicación del tratamiento inmunosupresor. Este viene definido por la necesidad de tratar otras manifestaciones sistémicas y no siempre en relación con el patrón de NI. La decisión de realizar una biopsia se debe individualizar considerando los riesgos de la técnica y teniendo en cuenta si los hallazgos esperados impactarán realmente en el manejo posterior. La recomendación de los expertos es indicar la biopsia pulmonar en el caso de una NI-EAS establecida, cuando hay dudas de un diagnóstico alternativo (como neumonitis por hipersensibilidad o enfermedad secundaria a tabaco), cuando hay sospecha de neoplasia pulmonar o infección asociada o en los casos en que el diagnóstico de colagenopatía no está claramente establecido (6,7) Algunos hallazgos histopatológicos en las biopsias de pulmón pueden ser útiles para distinguir una forma idiopática de una NI-EAS. Los patrones de NINE, NO o NIL nos harán sospechar una EAS por ser los que con más frecuencia se asocian ellas. Algunas alteraciones histológicas típicas de la NI-EAS son la presencia de agregados linfoides con formación de centros germinales, infiltración profusa de células plasmáticas, colágeno denso perivascular y afectación multi-compartimento además del parénquima pulmonar, que incluye la vía aérea, los vasos o la pleura. Además los patrones histológicos en la NIU- EAS se diferencian de la FPI por mostrar menos focos fibroblásticos, fibrosis y panal. Un estudio interesante es el de Song et al (27) que describieron las diferencias histopatológicas de tres grupos, el primero (n=39) incluía los pacientes con clara EAS y NIU asociada, el segundo grupo (n=27) a pacientes con NIU idiopática y ANA o FR positivo y el tercer grupo 3 (n=34) los pacientes con NIU idiopática sin anticuerpos. Los pacientesdel grupo 2 no cumplían criterios de ninguna EAS porque no tenían manifestaciones extratorácicas, ni auto- anticuerpos específicos. En el grupo 1 con EAS-NIU había más centros germinales, células 13 plasmáticas y menos focos fibroblásticos, comparados con los grupos 2 y 3. Pero los dos grupos idiopáticos también se diferenciaban entre sí, el grupo 2 (con autoanticuerpos pero sin manifestaciones extratorácicas) presentaba más centros germinales y células plasmáticas que el grupo 3 (idiopático sin autoanticuerpos). No había hallazgos histopatológicos diferentes entre los grupos 1 y 2. Los pacientes con NIU idiopática tenían además un peor pronóstico que los del grupo 1 (NIU-EAS). Estos tres grupos coinciden con los tres escenarios clínicos a los que nos hemos referido a lo largo de este tema y los hallazgos encontrados hacen pensar que la presencia de auto-anticuerpos inespecíficos y la autoinmunidad sistémica se asocia a unos hallazgos histopatológicos diferentes. La presencia de estos hallazgos se interpretarían de una forma diferente por el neumólogo, que puede diagnosticar una NI-EAS a los pacientes del grupo 2 y el reumatólogo que consideraría que no se trata de una EAS si no presenta alteraciones extratorácicas. Esta situación nos lleva al tercer escenario clínico propuesto a continuación. 2.3 ESCENARIO CLÍNICO: NEUMONIA INTERSTICIAL CON DATOS DE AUTOINMUNIDAD Desde hace décadas ha surgido la cuestión de si las NI realmente podrían ser la única manifestación de una colagenopatía, sobre todo en un gran número de pacientes que se consideran como NI inclasificables (28). En algunos casos en los que el pulmón es la manifestación única o la más importante, se sospecha la existencia de una autoinmunidad añadida, por sutiles hallazgos clínicos extratorácicos, presencia de auto-anticuerpos circulantes o, como acabamos de referir, por hallazgos histopatológicos. Sin embargo muchos de estos casos no cumplen los criterios diagnósticos, aceptados por el consenso de los reumatólogos, para definir una EAS concreta y son clasificados como idiopáticos. Ya hemos comentado que diferenciar entre una NII o una NI asociada a una colagenopatía “oculta” es crucial. Confirmar el diagnóstico de una EAS en ausencia de hallazgos clínicos clásicos extratorácicos es difícil. La clasificación actual utilizada por los reumatólogos se basa específicamente en síntomas y signos extratorácicos y tiene limitaciones. A pesar que la NI se asocia con frecuencia a una EAS nunca ha sido considerada formalmente por los reumatólogos como única, posible manifestación de una colagenopatía, con la excepción de ser un criterio diagnóstico menor, en la esclerosis sistémica. Encontrar una forma adecuada de clasificar estos pacientes ha sido desde hace décadas un reto de los neumólogos y reumatólogos. Se han propuesto distintas denominaciones a lo largo de los últimos años Tabla 4. 3.2.1 ENFERMEDAD INDIFERENCIADA DEL TEJIDO CONECTIVO (EITC)-NI ASOCIADA 14 Esta entidad incluye a los pacientes con alguna característica clínica y serológica que sugiere fuertemente una enfermedad autoinmune, pero que no cumple todos los criterios de clasificación diagnósticos de una colagenopatía específica (29). Los síntomas extratorácicos son sutiles e incluyen artralgias o artritis (66%), fenómeno de Raynaud (38%), síntomas de sequedad en las mucosas (21%), serositis (4%) o fotosensibilidad (3%) y alteraciones hematológicas como trombocitopenia, anemia o leucopenia. Afecta con mayor frecuencia a mujeres entre la tercera y cuarta década de la vida. La mayoría de los pacientes permanecen como formas indeterminadas estables a lo largo de la evolución y sólo aproximadamente un 25% desarrollaran una EAS definida, en los siguientes 5 años de seguimiento, donde un LES será lo más frecuente. Hasta un 90% de los casos son ANA +. Otros anticuerpos descritos son los anti- SSA/Ro (8-30%) o anti-RNP(10-30%). Curiosamente el 80% de los pacientes sólo muestran un anticuerpo específico positivo. No existen criterios para la clasificación de una EITC unánimemente aceptados. Mosca et al (29) propusieron, hace años los siguientes: síntomas o signos sugestivos de conectivopatía pero que no cumplen los criterios establecidos de ninguna, presencia de ANA + y estabilidad de la enfermedad al menos tres años. Inicialmente se consideraron como formas más leves por no presentar alteración de órganos como el riñón o el sistema nervioso central. Sin embargo Kinder (30) et al mostraron que algunos pacientes manifestaban una NI asociada. Estos autores parten de la hipótesis de que la NINE sería una manifestación pulmonar de la EITC. Aplicaron los criterios diagnósticos de la EITC, según Mosca et al, a una serie consecutiva de 75 pacientes con NII. El 37% cumplía criterios de EITC, lo que suponía un 10% de todas las EPID estudiadas por su unidad, en el periodo de tiempo del estudio. Estos pacientes eran significativamente más jóvenes, con más frecuencia mujeres y no fumadores. Los síntomas sistémicos más frecuentemente referidos eran artralgias o hinchazón articular (64%), fenómeno de Raynaud (61%) y ambos síntomas en un 43%. Otras manifestaciones fueron el reflujo gastroesofágico (65%), la disfagia (36%), la sequedad ocular (29%), la fiebre recurrente inexplicada (25%), erupción cutánea (25%) y rigidez matutina (18%). La alteración serológica más frecuente fue la presencia de ANA positivos (64%) con un título medio de 1/320, sin embargo en las forma de NII solo un 6% tenía ANA positivo y con un título más bajo de 1/80. En cuanto a las manifestaciones radiológicas de la TC en las formas de NI asociadas a EITC el vidrio deslustrado y las consolidaciones eran significativamente más frecuentes y en las idiopáticas la reticulación y el “panal de abeja”. A pacientes que se le realizó una biopsia pulmonar, el patrón histológico más frecuente, en el grupo con criterios de EITC era el de NINE y en el grupo de las NII era el de NIU. Desde otro punto de vista, todos los pacientes biopsiados que presentaban un patrón de NINE cumplían los criterios de 15 EITC, excepto dos pacientes que sí tenían síntomas sistémicos pero no alteraciones serógicas, si bien en esta serie no se realizaron paneles completos de autoanticuerpos. Por ello los autores proponen que la NINE podría ser la manifestación pulmonar de un proceso autoinmune sistémico, con una prevalencia en su unidad EPID no despreciable del 10%. De hecho, ya se han descrito otras enfermedades autoinmunes con predominio de afectación en un órgano, como la hepatitis o la pancreatitis autoinmune. Sin embargo, la mayoría de reumatólogos pueden ser escépticos en definir de esta forma a los pacientes que no muestran manifestaciones extra-torácicas o auto-anticuerpos más específicos. Así, si bien un reumatólogo sí diagnosticaría como EITC a una mujer de 55 años con ANA + y artritis inflamatoria, no lo haría en el caso de una mujer con 55 años ANA + y NINE (28). En este contexto la NI puede ser falsamente clasificada como idiopática y la EITC pasaría desapercibida. En un segundo estudio estos autores (31) describieron la evolución funcional a corto plazo de 13 pacientes con EITC-NI según sus criterios diagnósticos (Tabla 5) comparada con 18 pacientes con FPI y confirmaron que era más favorable. Mostraron que la mayoría del grupo EITC-NI estaba recibiendo tratamiento inmunomodulador, que sin embargo no está indicado en pacientes con FPI. 3.2.2 ENFERMEDAD DEL TEJIDO CONECTIVO CON PULMÓN DOMINANTE. Fischer et al propusieron en el año 2010 la denominación de enfermedad de tejido conectivo con pulmón dominante (28). Esta clasificación coincide con los otras propuestas en que los pacientes presentan datos de autoinmunidad añadida, como la positividad de auto-anticuerpos o los hallazgos histopatológicos, sin todas las manifestaciones necesarias parael diagnostico de una EAS, pero se diferencia en que no se incluyen los síntomas sistémicos, ni los marcadores inflamatorios no específicos, como la velocidad de sedimentación globular (VSG), ni los títulos bajos de ANA o FR y sólo tiene en cuenta los hallazgos de auto-anticuerpos específicos o con títulos altos y los patrones radiológicos e histológicos Tabla 6. Para esta clasificación se considera fundamental un abordaje multidisciplinar donde se necesitaría el consenso de neumólogos y reumatólogos. Se recomienda asimismo hacer un seguimiento cercano pues en la evolución algunos casos pueden evolucionar a una franca EAS. Los autores consideran esta propuesta como provisional y revisable y así será cuando en el futuro se reformule el concepto de neumonía intersticial con características autoinmunes (interstitial pneumonia with autoimmune features IPAF), entre otros, por estos mismos autores. 3.2.3 ENFERMEDAD INTERSTICIAL DIFUSA CON CARACTERÍSTICAS AUTOINMUNES Vij et al (32) también propusieron una clasificación para los casos de NI con síntomas, signos o serología que sugiere una enfermedad autoinmune pero no cumple todos los criterios establecidos de una EAS. Consideraron dentro de los criterios diagnósticos algunos síntomas, signos y alteraciones de laboratorio inespecíficos como el reflujo 16 gastroesofágico, la pérdida de peso, la disfagia o el aumento de la aldolasa (Tabla 7). Estudiaron 200 pacientes remitidos a su unidad de forma prospectiva y clasificaron al 32% de una enfermedad intersticial difusa con características autoinmunes, utilizando los criterios por ellos propuestos. Un 29% se diagnóstico de FPI y un 19% de NI asociada a una colagenopatía claramente establecida. Este nuevo grupo de pacientes con enfermedad pulmonar intersticial y características autoinmunes se caracterizó por tener características clínicas diferentes a los otros dos, en cuanto a la edad y el sexo (mayores y más frecuentemente varones respecto a NI-EAS) y a diferencia de lo encontrado por otras series, presentó con más frecuencia un patrón de NIU, si se comparaba con el grupo NI-EAS. 3.2.4 NEUMONÍA INTERSTITIAL CON CARACTERÍSTICAS AUTOINMUNES (INTERSTITIAL PNEUMONIA WITH AUTOIMMUNE FEATURES IPAF) Aunque parece claro que algunos pacientes con una NII tienen datos de autoinmunidad sin cumplir los criterios para una enfermedad autoinmune, la falta de consenso en la nomenclatura y la definición limita la posibilidad de realizar estudios prospectivos y de establecer cohortes uniformes. Por ello en el año 2015 se crea un grupo de trabajo multidisciplinar de neumólogos y reumatólogos para el estudio de las EITC-EPID que incluye los autores de las anteriores propuestas (33). Se realizó un consenso sobre la nomenclatura y se propuso el término de neumonía intersticial con características autoinmunes (Interstitial pneumonia with autoimmune features IPAF) con unos criterios de clasificación agrupados en tres dominios. El dominio clínico que agrupa las manifestaciones extra-torácicas, el dominio serológico los anticuerpos específicos y el morfológico los patrones radiológicos, los histológicos y otros hallazgos funcionales Tabla 8. Este grupo pretende también crear una plataforma sólida sobre la que se puedan realizar futuras investigaciones en una cohorte de pacientes definida uniformemente. Se considera “urgente” realizar estudios prospectivos para validar los criterios diagnósticos propuestos, así como determinar la historia natural de esta entidad. Varios grupos ya han aplicado los criterios de clasificación retrospectivamente a grupos de NI y han comunicado los primeros resultados. Una cohorte procede de un centro de referencia europeo (34) que analiza 778 pacientes de los que 426 (55%) corresponden a NII y de ellos 156 a FPI, otros 167 (21,5%) a NI-EAS y 57 (7,3%) cumplen los criterios de IPAF. El dominio predominante fue el serológico y dentro de este los anticuerpos más frecuentemente hallados fueron los ANA en 82%, seguidos de los anti-sintetasa en el 17%. En el dominio clínico el síntoma más frecuente fue el fenómeno de Raynaud (74%) seguido de la rigidez o inflamación articular en el 48%. En cuanto al patrón radiológico más frecuente como cabría esperar fue el de NINE 58% y el de NIU en un 28%, un 20% de pacientes presentaban un patrón mixto NINE y NO. Por otro lado un 22% de los pacientes sufrían una HAP precapilar. Cuando se compararon con los pacientes con FPI, 17 estos eran con más frecuencia mujeres. No hubo diferencias en la edad, ni en la mortalidad después de 16 meses de seguimiento medio entre los dos grupos. Los autores sugieren que los pacientes con criterios de IPAF se parecerían más a los pacientes con FPI que los NI- EAS, como también ocurría en la serie de Vij R et al (32). En otra cohorte americana (35) se aplican, también retrospectivamente, los criterios de IPAF en pacientes con NII, NI inclasificable y NI en EITC en 1045 pacientes, del registro EPID, de la unidad de referencia de la Universidad de Chicago. Ciento noventa y nueve correspondían a NI-EAS y no se analizaron. Se aplicaron los criterios diagnósticos de IPAF en 422 pacientes con diagnóstico previo de NII o NI-EITC. Cumplían criterios de IPAF 144. El síntoma más frecuente fue el fenómeno de Raynaud (27.8%), seguido de la artritis inflamatoria o rigidez matutina (17,4%), el anticuerpo más frecuente el ANA y el dominio morfológico el de NINE, tanto por TC como por biopsia pulmonar en un 31,9% y 22,9% respectivamente. Estos hallazgos coinciden con los de la cohorte europea de (34). La vasculopatía pulmonar ocurrió en un 18.8% de los casos. Cuando comparan la supervivencia de cohorte de IPAF con la de FPI y NI-EAS, la supervivencia de la cohorte de IPAF fue peor que la de NI-EAS (p <0,001) y marginalmente mejor que la FPI (p = 0.07). Después de estratificar la cohorte IPAF por la presencia de un patrón NIU, aquellos con un patrón no NIU (n = 46) mostraron una supervivencia similar a la de los pacientes con NI-EAS y aquellos con un patrón NIU (n = 98) tenían una supervivencia similar a la de los pacientes con FPI. Este grupo además buscó validar los criterios de clasificación de la IPAF en esta cohorte utilizando la supervivencia como “outcome” y encontró que la presencia del dominio clínico se asociaba significativamente a la disminución del riesgo de mortalidad y sin embargo la del dominio serológico y morfológico no se asociaban a un aumento del riesgo significativo. Dentro del dominio morfológico había un aumento del riesgo sí cumplían las características de multicomponente y una disminución discreta del riesgo con los otros criterios del TC o la biopsia. Teniendo todo en cuenta se crea una cohorte IPAF modificada y se compara con las cohortes de FPI, NI-EAS e IPAF original. Así, la supervivencia de la cohorte de IPAF modificada es similar a la de NI-EAS, algo mejor pero no significativamente con respecto a la de IPAF original y significativamente mejor que la de FPI. Curiosamente un 42% de esta IPAF modificada presenta un patrón de NIU, lo cual indicaría que algunos criterios de IPAF si se asociarían a un mejor pronóstico a pesar de tener un patrón NIU. Más recientemente el grupo de la Clínica Mayo (36) ha descrito la cohorte de pacientes que cumplía los criterios de IPAF, aplicados retrospectivamente a su serie de pacientes con NI-EITC. De los 111 con criterios de NI-EITC (31) 91% cumplían los de IPAF. La mayoría eran varones (61%) con edad media 56,9 años. De nuevo, como en otras series, las manifestaciones del dominio clínico más frecuentes eran el fenómeno de Raynaud (54,5%) y la artritis/rigidez poliarticular matutina (29,7 %). El patrón radiológico más 18 frecuente fue el de NINE en el 64,4%. Lo interesante de este trabajo es que compara la evolución de los 19 pacientes con patrón radiológico o histológico de NIU con los no-NIU ycon 50 pacientes que padecían una FPI elegidos de forma aleatoria y encuentra una diferencia estadísticamente significativa en la supervivencia. Los pacientes con NIU-IPAF tenían supervivencia peor que los no NIU-IPAF y similar a los pacientes con FPI. Plantean si tal vez éstos NIU-IPAF serían formas “frustas” de una FPI o si este subgrupo no se debería considerar como una IPAF. Estas cohortes mostrarían que las características autoinmunes son frecuentes entre las formas clasificadas como NII, que hay un solapamiento entre los criterios de NI-EITC e IPAF, que muestran una proporción considerable de patrón de NIU y que, probablemente por ello, la supervivencia es similar a la observada en la FPI y peor que en las NI-EAS puras. 19 BILBIOGRAFÍA: 1. An official American Thoracic Society/European Respiratory Society statement: update of the international multidisciplinary classification of the idiopathic interstitial pneumonias. Am J Respir Crit Care Med 2013;188:733-748. 2. Kim EA, Lee KS, Johkoh T et al. Interstitial lung diseases associated with collagen vascular diseases: radiologic and histopathologic findings. Radiographics 2002;22:S151-S165 3. Fischer A, Lee JS, Cottin V. Interstitial lung disease evaluation: Detecting connective tissue disease. Respiration, 2015;90:177-184 4. Park JII, Kim DS, Park IN et al . 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Eur Respir J 2008; 31:11-20 En este artículo los autores revisan los aspectos clínicos y serológicos de las distintas EAS que nos pueden ayudar a diferenciar las EPID asociadas de las formas realmente idiopáticas, incluso en el caso de que la EPID sea la manifestación predominante. Bahmer T, Romagnoli M, Girelli F, et al. The use of auto-antibody testing in the evaluation of interstitial lung disease (ILD). A practical approach for the pulmonologist. Respir Med 2016; 113:80-92 Los autores sugieren un algoritmo diagnóstico para la realización de auto-anticuerpos, basándose en evidencias científicas y con el objetivo de ayudar al neumólogo a distinguir las EPID asociadas a EAS. La propuesta deberá luego ser adaptada a las características particulares de cada modelo asistencial. 22 ANEXO 1. ABREVIATURAS ANA: anticuerpos anti-nucleares ANCA: anticuerpos anti-citoplasmáticos ANCA CPK: creatinfosfoquinasa EAS: enfermedades autoinmunes sistémicas EITC: Enfermedad indiferenciada del tejido conectivo EPID: enfermedades pulmonares intersticiales difusas FPI: fibrosis pulmonar idiopática FR: factor reumatoide IPAF: interstitial pneumonia with autoimmune features LDH: lactatodeshidrogenasa LES: lupus eritematoso sistémico NI-EAS: neumonía intersticial asociada a una enfermedades autoinmunes sistémica NI: neumonía intersticial NII: neumonías intersticiales idiopáticas NIL: neumonía intersticial linfocítica (NIL) NINE: neumonía intersticial no específica NIU: neumonía intersticial usual NO: neumonía organizada TC: tomografía computarizada VSG: velocidad de sedimentación globular 23 Tabla 1. Tipos de neumonía intersticial encontrados en las enfermedades del colágeno Esclerosis sistémica Polimiositis/ dermatomiositis Síndrome Sjögrenprimario Artritis reumatoide Lupus eritematoso sistémico Enfermedad mixta del tejido conectivo NIU ++ ++ + ++ + + NINE ++++ ++++ + + ++ ++ NOC + ++ + + + - DAD + ++ + + ++ - NIL - - +++ - - - NIU: neumonía intersticial usual, NINE: neumonía intersticial no específica, NOC: neumonía organizada criptogenética, DAD: daño alveolar difuso; NIL: neumonía intersticial linfoide. Modificada de Kim EA, et al.(5) 24 Tabla 2. Síntomas y signos indicativos de EAS subyacente en pacientes que se presentan inicialmente al neumólogo como una evaluación de neumonía intersticial Síntomas y signos específicos - Artritis inflamatoria o rigidez matutina poliarticular - Fenómeno de Raynaud - Edema digital inexplicado - Fisuras digitales distales, “manos de mecánico” - Ulceras digitales distales puntiformes - Telangiectasias en cara y palmas de las manos - Pápulas de Gottron: erupción fija inexplicable en las superficies del extensor digital Síntomas y signos clínicos no específicos - Artralgias o hinchazón de varias articulaciones - Pérdida de peso no justificada - Fiebre no explicada - Sequedad de piel y mucosas - Disfagia - Úlceras orales - Reflujo gastro-esofágico - Fotosensibilidad cutánea - Debilidad de la musculatura proximal - Alopecia no androgénica 25 Tabla 3. Patrón de inmunofluorescencia de los ANA y su relación con otros auto-anticuerpos Patrón de IFI de los ANA Anticuerpo Colagenopatía Nuclear (el más freucente) Homogeneo Moteado Centromérico Nucleolar ANA-ds RNP-U1 Ro/SSA, La/SSB SmD Mi-2 Centrómero RNA Polimerasa III Topoisomerasa 1 (SCL70) PM-SCL75/100 Lupus eritematoso sistémico Enfermedad mixta tejido conectivo Síndrome de Sjögren Lupus eritematoso sistémico Miositis inflamatorias Esclerosis sistémica Esclerosis sistémica Esclerosis sistémica Síndrome de solapamiento Citoplasmático (menos frecuente) Moteado t-RNA-sintetasa (Jo-1, PL-7, PL-12) Miositis inflamatorias, síndrome antisintetasa Mitótico (raro) Mitocondrial, ribosomal, citoesqueletico, aparato de Golgy, husos mitóticos lisosomales (tubulina), centrosoma (enolasa), NuMa, CENP-F Modificado de Bahmer et al (18) IFI: inmunofluorescencia, ANA: anticuerpos antinucleares, 26 Tabla 4. Nomenclatura de las neumonías intersticiales idiopáticas con características de autoinmunidad Nomenclatura Definición Referencia Enfermedad indiferenciada de tejido conectivo-enfermedad pulmonar intersticial (UCTD-ILD) Pacientes que cumplen la clasificación de enfermedad indiferenciada de tejido conectivo y presentan concomitantemente una enfermedad pulmonar intersticial (NIU o NINE) Kinder BW 2007, 2010 Corte 2012 Colagenopatía con pulmón dominante Pacientes con neumonía intersticial como manifestación clínica prevalente con características autoinmunes sugestivas de colagenopatía subyacente pero que no cumplen los criterios de una EAS concreta Fischer A, 2010 Carácterísticas autoinmunes- enfermedad pulmonar intersticial (AIF-ILD) Enfermedad pulmonar intersticial con características de colagenopatía (clínicas, serológicas y/o morfológicas) que no cumplen los criterios de una EAS concreta Vij R, 2011 Neumonía intersticial con carácterísticas autoinmunes (IPAF) Neumonía intersticial con características (clínicas serológicas y/o morfológicas) sugestivas de colagenopatía pero que no cumplen los criterios de una EAS concreta Fischer A, 2015 27 Tabla 5. Criterios diagnósticos para la enfermedad indiferenciada de tejido conectivo Síntomas relacionados con una colagenopatía: presencia de al menos uno. Evidencia de inflamación sistémica sin causa infecciosa Fenómeno de Raynaud Anticuerpos antinucleares Artralgias/hinchazón de múltiples articulaciones Factor reumatoide Fotosensibilidad Anticuerpos anti-SCL-70 Pérdida de peso inexplicada Anticuerpos anti SS-A o SS-B Rigidez matutina Anticuerpos anti-Jo-1 Disfagia VSG 2 veces mayor a lo normal Sequedad bucal u ocular PCR Fiebre recurrente inexplicada Reflujo gastroesofágico Erupción cutánea Úlceras orales Alopecia no androgénica Debilidad muscular proximal VSG: velocidad de sedimentación globular, PCR: proteína C reactiva Modificado de Kinder EW et al Lung 2010;188:143-149 28 Tabla 6. Criterios propuestos para la clasificación de colagenopatía con pulmón dominante 1. Patrón de NINE, NIU, NIL, NO, DAD (NID en no fumadores) en muestras de biopsia quirúrgica o sugeridos en el TC de tórax de alta resolución 2. Características extra-torácicos insuficientes que permitan la definición de una colagenopatía específica 3. Ausencia de causa identificable para la NI 4. Cualquiera de los siguientes autoanticuerpos o al menos dos de los hallazgos histopatológicos: Anticuerpos: a) Títulos altos de ANA (> 1/320) o FR (>60) b) ANA anti-nucleolares c) Anti-péptido citrulinado d) Anti-Scl-70 e) Anti-Ro f) Anti-La g) Anti-dsADN h) Anti-Smith i) Anti-Ribonucleoproteina j) Anti-tRNA sintetasa (Jo-1, PL-7, PL-12 y otros) k) Anti-PM-Scl l) Anti-centrómero Hallazgos histopatológicos: a) Agregados linfoides con centros germinales b) Pleuritis extensa c) Infiltración abundante de células plasmáticas d) Colágeno denso perivascular NINE: neumonía intersticial no específica, NIU: neumonía intersticial usual, NIL: neumonía intersticial linfoide, NO: neumonía organizada, DAD: daño alveolar difuso, NID: neumonía intersticial descamativa, NI: neumonía intersticial, ANA: anticuerpos anti-nucleares, FR: factor reumatoide Modificado de Fischer A, et al (28) 29 Tabla 7. Criterios diagnósticos de enfermedad pulmonar intersticial con características autoinmunes Síntomas (presencia de uno o mas) Pruebasserológicas (uno o mas positivos) Sequedad de ojos o mucosas Reflujo gastroesofágico Pérdida de peso Hinchazón de pies, piernas Hinchazón o dolor articular Erupción cutánea Fotosensibilidad Disfagia Úlceras en dedos de manos Úlceras bucales Fenómeno de Raynaud Rigidez matutina Debilidad muscular proximal ANA titulo > 1/160 Factor reumatoide Aldolasa Anti-Ro Anti-La ANCA Creatinin-quinasa Anti-sd-DNA Anti-Scl-70 Anti-Ribonucleoproteina Anti-Smith Anti-peptido citrulinado Anti-Jo-1 ANA: anticuerpos antinucleares, ANCA: anticuerpos anti-citoplasmáticos Modificado de Vij R (32) 30 Tabla 8. Criterios de clasificación de neumonía intersticial con características autoinmunes Presencia de neumonía intersticial en TCAR o biopsia pulmonar Exclusión de causas alternativas de neumonía intersticial No cumple criterios de colagenopatía Al menos uno hecho de al menos dos de los siguientes dominios: a) Dominio clínico: - Manos de mecánico - Úlceras digitales con ulceración - Artritis inflamatoria o hinchazón poliarticular de ≥ 60 min - Telangiectasia palmar - Fenómeno de Raynaud - Edema digital inexplicado - Pápulas de Grotón b) Dominio serológico - ANA título ≥ 1/320 con patrón difuso, homogéneo o moteado Cualquier título de ANA con patrón nucleolar Cualquier título de ANA patrón centromérico - Factor reumatoide con ≥ 2 veces el valor normal - Anti-CCP - Anti-dsADN - Anti-Ro (SS-A) - Anti- La (SS-B) - Anti-ribonucleoproteína - Anti-Smth - Anti-topoisomerasa (Scl-70) - Anti- tRNA sistetasa (Anti-Jo-1, Anti-PL-7, Anti-PL-12, otros como: EJ, OJ, KS, Zo, tRS - Anti- PM-Scl - Anti- MDA-5 d) Dominio Morfológico - Patrón radiológico por TCAR sugerente de: NINE NO Overlap NINE con NO NIL - Patrones características histológicos en biopsia pulmonar quirúrgica: NINE NO Overlap NINE con NO NIL Agregados linfoides con centros germinales - Afectación multi-compartimentos además de la neumonía intersticial Engrosamiento o derrame pleuralinexplicado Engrosamiento o derrame pericárdico inexplicado Enfermedad intrínseca de la vía aérea inexplicada* (PFR, imagen o histología) Vasculopatía pulmonar inexplicada TCAR: tomografía computarizada de tórax de alta resolución, ANA anticuerpos anti-nucleares, NINE: neumonía intersticial no específica, NO: neumonía organizada, NIL: neumonía intersticial linfoide, PFR: pruebas funcionales respiratorias *Incluye obstrucción al flujo aéreo, bronquiolitis o bronquiectasias. Modificado de Fischer A et al (33) Figura 1 Neumonía in no específica . Clasificació E (e f tersticial a (NINE) Neumoní descam ón de las neu EPID de causa conocida ejemplo: colagenopatías, fármacos, exposiciones ambientales Fibr ía intersticial mativa (NID) B r e pulm umonías inte Neumonías intersticiales idiopáticas (N rosis pulmonar idiopática Bronquiolitis respiratoria‐ enfermedad monar intersticial (BR‐EPID) N ce ersticiales idio Enfermedad pulmonar parenquimatosa difusa (EPID) s II) Otras NII eumonía organizada eiptogenética (NOC) EPID granu (ejemplo: hongos, mi opáticas Neumonía intersticial aguda (NIA) ulomatosas sarcoidosis, cobacterias) Ot linfa Neumonía intersticia linfocítica (NIL) ras entidades: (ejemplo: histiocitosis células Langerhans, angioleiomiomatosis, etc al Fibroelastosi pleuropulmon diopática 31 s ar 32 Figura 2. Fenómeno de Raynaud. Tercer dedo de la mano blanquecino por vasoconstricción Figura 3. Tumefacción de los dedos de la mano Figura 4: “Pápulas de Gottron”. Lesiones maculares, eritematosas, en el dorso de articulaciones metacarpofalángicas e interfalángicas. Figura 5. “Manos de mecánico”. Lesión eritemato-escamosa en región dorsal del primer dedo 33 Figura 6. Algoritmo diagnóstico sugerido para el estudio de autoinmunidad en pacientes con NI. Modificado de Bahmer et al (18) ANA (IFI) JO‐1 SSA (Ro‐52, Ro 60) SSB Fctor reumatoide Anti‐CCP ANCA (FFI) Positivos Anti‐RNP Anti‐Sm ADN Anti‐dsADN Anti‐Topo1 Anti Th/To Anti‐centómero Anti‐RNA polimerasa III ANCA‐MPO Negativos Anti‐PL/, Anti PL‐12 Anti: OJ, EJ, KS, Mi‐2, MDA‐5 Anti‐PM/Scl‐75 Anti‐ PM/Scl‐70 Resultados negativos Seguimiento Resultados positivos Valoración multidisciplinar por reumatologos
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