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RESUMEN DIAGNOSTICO DE NIÑOS Y ADOLESCENTES – MAROÑO 
Epistemología de la Complejidad – Edgar Morin.
Cuando utilizamos la palabra “Complejo” en nuestro diálogo, no estamos dando una explicación, sino al contrario, señalamos una 
dificultad para explicar. Por lo tanto, si existe un pensamiento complejo, en esté siempre estará presente la dificultad.
A todos nos gustaría tener ideas simples para poder comprender y explicar lo que ocurre en nosotros y nuestro alrededor, pero 
estas ideas simples son cada vez mas insuficientes en el hombre y es por eso que nos confrontamos al desafío de la complejidad. 
Hay complejidad donde quiera que se produzca un enmarañamiento de acciones, interacciones, retroacciones. Pero hay también 
otra complejidad que proviene de la existencia de fenómenos aleatorios o azarosos. 
-Hay un Polo Empírico y un Polo Lógico La complejidad aparece cuando hay a la vez dificultades empíricas y dificultades lógicas.
-Pascal Considera imposible conocer las partes sino conoce el todo pero a la vez considera imposible conocer el todo sino 
conoce las partes (esta es la primera complejidad: nada está realmente aislado).
Nuestro pensamiento es Disyuntivo (aprendimos bien a separar las cosas, apartamos el objeto de su observador) y Reductor 
(buscamos la explicación de un todo a través de la constitución de sus partes.)
Los seres humanos queremos eliminar el problema de la complejidad Esto es un profundo OBSTÁCULO que obedece al 
pensamiento que se impone en nuestra mente debido a lo que nos enseñaron en la infancia. Estas formas de pensamiento que 
nos llevan a reducir, separar, simplificar y ocultar los grandes problemas se deben a que reina en nosotros un paradigma profundo
y oculto que gobierna nuestras ideas sin que nos demos cuenta Creemos ver la realidad, pero en realidad no la vemos, lo que 
vemos es lo que el paradigma nos exige ver y ocultamos lo que el paradigma nos impone no ver.
El desorden desempeña un papel productor en el Universo Debemos poder trabajar en el desorden e incertidumbre y poder 
poner a prueba un pensamiento enérgico que los mire de frente (Muy importante en nuestra profesión). Este pensamiento es el 
PENSAMIENTO VERDADERO al que debemos llegar. Esto nos sugiere reemplazar la idea de objeto, que es cerrada, monótona, 
uniforme, por la noción de sistema. Todos los objetos son sistemas que están dotados de algún tipo de organización.
La Organización es lo que liga a un Sistema, que es un todo constituido de elementos diferentes ensamblados y articulados. El 
todo tiene una cantidad de propiedades y cualidades que no tienen las partes cuando están separadas.
El hombre es un objeto extraño, es algo biológico y no biológico a la vez. Cuando estudiamos al hombre lo dividimos, es decir, 
estudiamos al hombre biológico junto con la biología o al hombre cultural y psicológico junto con las ciencias humanas. Nunca 
estudiamos al hombre uniendo el cerebro con su espíritu y esta disyunción nos hace tener una visión mutilada. Lo que no nos 
damos cuenta es que cuando estudiamos el cerebro del hombre, lo estamos estudiando junto con su espíritu.
Castoriadis dice: “El hombre es ese animal loco cuya locura ha invertido la razón” No se puede establecer una frontera entre lo 
que es sensato y lo que es loco.
En ese hombre que es SAPIENS y DEMENS hay un pensamiento dobleHay un pensamiento racional, empírico, técnico que existe
desde la prehistoria y que el hombre ha desarrollado, pero también hay un pensamiento simbólico, mitológico, mágico. Vivimos 
permanentemente en ambos registros.
El principio fundamental de complejidad es el principio ecológico de la acción La acción escapa a la voluntad del actor (la acción 
puede desencadenar consecuencias contrarias al deseo del actor. Estas no son predecibles). En estas condiciones es cuando uno 
puede entender el cambio epistemológico.
Hay que saber diferencias entre PROGRAMA y ESTRATEGIA Allí está la diferencia entre pensamiento simplificante y 
pensamiento complejo. Un programa es una secuencia de actos decididos a priori y que deben empezar a funcionar uno tras otro 
sin variar, un programa funciona muy bien cuando las condiciones no se modifican y sobre todo cuando no son modificadas. La 
estrategia es un escenario de acción que puede modificarse en función de las informaciones, de los acontecimientos, de los azares
que sobrevengan en el curso de la acción.
“La estrategia es el arte de trabajar con Incertidumbre “ La estrategia de pensamiento es el arte de pensar con incertidumbre, 
la estrategia de acción es el arte de actuar en la incertidumbre.
El pensamiento complejo es el pensamiento que sabe que siempre es local, ubicado en un tiempo y en un momento, no es el 
pensamiento completo, al contrario, es el pensamiento que sabe que siempre hay incertidumbre. Este no cae en un escepticismo 
resignado, sino que se lanza valerosamente a la aventura incierta del pensamiento.
Debemos aprender a vivir con la incertidumbre y no hacer cualquier cosa para evitar la incertidumbre como nos enseñaron 
desde la infancia. Claro que es bueno tener certeza en algo, lo malo es tener una falsa certeza.
Morin propone trabajar con la complejidad situándola como una “palabra-problema” y no como una “palabra-solución” teniendo 
en cuenta lo incompleto del saber. La dificultad del pensamiento complejo gira en torno a afrontar el entramado de los infinitos 
juegos de interacciones, la solidaridad de los fenómenos entre sí, la incertidumbre, la contradicción.
Las disciplinas trabajan interconectadas porque en las problemáticas complejas se ven involucradas el medio físico-biólogico, la 
producción, la tecnología, la sociedad, la economía, la historia, la sociología, la psicología, etc. Los estudios fragmentados no 
son viables para el estudio de la complejidad por no poder abordar mas de un objeto a la vez.
El campo de la complejidad requiere la investigación interdisciplinaria.
Estamos viviendo una gran revolución paradigmática.
¿Es posible establecer una psicopatología psicoanalítica de la niñez? – Clara Schejtman
Los niños llegan a consulta cuando algo no funciona como se espera. Lo patológico en medicina busca una etiología (causa) pero 
el psicoanalista escuchará el modo de contarlo, las circunstancias en la que aparece e inferirá el dolor psíquico. El analista de 
niños no sólo se plantea el alivio del sufrimiento del niño y familia sino explora el síntoma que puede desencadenar en otros 
momentos. 
El psicoanálisis infantil apunta a construir recursos psíquicos y simbólicos para enfrentar los desafíos que el crecimiento, 
adolescencia, salida exogámica y otras situaciones desestabilizantes le impogan.
El diagnóstico en la primera infancia es una guía del trabajo terapéutico, explora los nudos que detienen el desarrollo del niño y la 
apertura a las nuevas experiencias significantes y no en una categoría definitiva que podría encasillarlo. 
En la consulta es necesario: 
 Formular hipótesis 
 Plantear líneas de trabajo 
 Realizar una devolución a los padres. 
Estructuración psíquica, psicopatología y temporalidad.
Articulación entre la perspectiva diacrónica (historia – evolución) y otra sincrónica (focalizada en el pedido de consulta, planteado 
por Saussure). 
 Diacrónico , tiene lugar a través de o a lo largo del tiempo histórico, estructuras que cambian en función del tiempo 
cronológico y hay equiparación entre cambios estructurales y cambios temporales. 
 Sincrónico , cuando se ha estudiado en su estructura actual o efectiva más profunda, más básica. 
Propone ubicar la clínica infantil en el interjuego diacrónico – sincrónico. Entendiendo las presentaciones clínicas en permanente 
cambio, articulando tiempos cronológicos de la historia evolutiva y tiempo lógico de la inscripción en el inconsciente (atemporal) 
de esas vivencia y las diferentes determinaciones que aparecen en la consulta. 
Perspectiva Diacrónica: tiempos de estructuración psíquica.
 Génesis: serie encadenada de hechosy de causas que conducen a un resultado.
Comienza antes del nacimiento biológico, en las representaciones y deseos conscientes e inconscientes que los adultos sostienen 
del niño. Pensada como un proceso que sigue cierto ordenamiento, interjuego entre los contenidos de las representaciones de la 
realidad exterior vivencial del sujeto y el engarce con las líneas de fuerza, marcadas libidinal, constituidas a partir del entramado 
primario que les da estatuto. 
Evitar la patologización y medicalización apresurada de niños, Anna Freud. Nuestra idea es un enfoque en los entramados, 
acontecimientos y puntos de fijación libidinales. 
Etapas libidinales, oralidad y analidad
Es central indagar la historia de la constitución del cuerpo erógeno a partir de la relación entre la construcción de las zonas 
erógenas y la fantasmática parental que se pone en juego en los primeros cuidados y en los intercambios con el adulto con el 
cuerpo del infante. 
Constitución psíquica; el adulto investidor abre las zonas erógenas y produce un interjuego libidinal con el infante desvalido, el 
adulto excita y al mismo tiempo calma, ubicándose como agente de la operatoria de la ligazón de la cantidad de excitación y de 
distribución de goce y más tarde de rehusamiento pulsional a medida que el niño va logrando mayores niveles de satisfacción y de
autonomía frente a las exigencias ambientales. 
La experiencia de satisfacción (oralidad) da lugar a la instalación del polo de placer y a la diferenciación placer – displacer. El 
agente maternante queda inscripto a partir de la identificación primaria donde investimiento e identificación con el objeto 
primario no se diferencian, generando omnipotencia, apuntalamiento autoconservación – sexualidad (Freud 1930). 
 Alimentación, el infante incorpora el mundo exterior a partir de la experiencia libidinizadora con la madre. En la fase oral,
el chupeteo, produce placer que no se satisface con la disminución autoconservativa del hambre. El chupete facilita la 
incorporación de la satisfacción vía una descarga autoerótica que puede colaborar en la ligazón de la excitación sobrante 
y colabora en la tramitación de la espera del objeto durante sus breves ausencias. 
La constitución del autoerotismo tiene un valor estructurante y es un antecedente del nuevo acto psíquico que se produce con la 
unificación narcisista. 
En la dependencia vital del infante, el yo esta fusionado imaginariamente a ese otro deseo. Esta fusión complejiza el proceso de 
separación. El destete es la primera separación del cuerpo del otro y aquí se juegan angustias de separación en el niño y en la 
madre. Es la madre quien vehiculiza el destete. Aquí el lugar del tercero significativo tiene un impacto fundante en el sostén de la 
separación, tanto para el niño como la madre. 
La satisfacción autoerótica oral se irá transformando. En ocasiones se producen defensas marcadas frente al abandono del 
autoerotismo que se pueden manifestar en dificultades en la aceptación de nuevos alimentos, anorexias tempranas y más 
adelante, rechazo a dejar el pecho, la mamadera, el chupete. 
 Analidad, hay un cambio en la zona erógena rectora que se manifiesta en el juego placentero de retener y soltar. En el 
control de esfínter se afianza el distanciamiento entre el cuerpo del niño y el de los padres y se instala la privacidad, se 
construye la representación del cuerpo propio separado del de su madre que se llevará como consecuencia el 
rehusamiento a la satisfacción pulsional en función del amor sublimado. Esto se expresa mediante el berrinche y la 
terquedad como primeras autoafirmaciones de un yo, vulnerable, pero que descubre su posibilidad de dominar al objeto 
vía el domino del cuerpo. Las angustias son de pérdida de objeto frente a la percepción de la separación del mismo que 
el niño intenta negar vía retención de las heces. El control de esfínter produce gratificación narcisista, comienzo de 
autonomía, sostén del propio cuerpo, diferenciación y colabora en la construcción del mismo. 
En situaciones donde hay dificultad para aceptar el inodoro o retienen muchos días se juega una conflictiva de afirmación del yo. 
La diferencia entre el berrinche necesario y el negativismo extremo, podría ser un cuadro clínico para evaluar el tipo de 
intervención y deslindar un posible devenir psicopatológico.
Caso clínico. Niña de 4 años con dificultades para dejar el pañal. Había logrado evacuar pero retiene hasta 7 días y con mucho 
sufrimiento, requería enemas, laxantes que aumentaban la tensión entre los padres y la niña. Niña con altibajos de ánimo y 
dificultades de dicción, tenia buen nivel de desarrollo del pensamiento simbólico, era difícil entenderla. En el trabajo clínico 
hicieron entrevista familiar con padres y hermanos y sesiones de madre – hija, padre – hija y algunas individuales. En el material 
clínico con las sesiones con la madre aparecía una asociación entre ser ella el bebé y ser la mamá de su hermanito. El juego 
mostraba su bebe en la panza a su mama. Los primeros tiempos la mama estaba embarazada. Se trabajo la reubicación de los 
padres en sus funciones y se produjo un llamativo cambio tanto en los estados de ánimo como en la evacuación, logro superar la 
fobia del inodoro y comenzó a avanzar en el lenguaje. La intervención fue breve. Se la derivo a fonoaudiología. (pag 27 sesión)
Eje Narcicismo - Edipo
El niño viene a realizar el deseo irrealizado de los padres. Pelento sugiere que el niño debe nacerle al narcicismo de los padres y 
ubicarse como Rey. Hay niños que nunca son Reyes y deben hacer un enorme esfuerzo para justificar su existencia a la madre y al 
padre. Un primer tiempo de narcisización y un segundo tiempo de detronamiento de su majestad el bebe. Tiempo fundante del 
psiquismo, moviliza el narcismo parental y es un momento de vulnerabilidad psíquica que requiere un sostén amoroso del adulto 
que le permita al niño adquirir la capacidad de estar a solas en presencia de otro (Winnicott). 
Dos problemáticas en la constitución del aparato psíquico
 Déficit de narcisización; depresiones tempranas, falta de vitalidad del niño que podría ser anteceden e patología de vacío 
en adolescencia o adultez. La depresión post parto y posterior puede producir dos tipos de reacciones, la madres 
deprimidas retraídas tienen bebes retraídos y las depresivas intrusivas bebes irritables, estos demandan al ambiente y 
tienen mejor posibilidad. Esto se puede relacionar con el planteo de Winnicott de niños que constituyen un mecanismo 
antidepresivo de la madre y los conceptos de depresión blanca y síndrome de la madre muerta por André Green. 
Las madres deprimidas producen mayores fallas en el logro de la reparación de afectos negativos y dificultan el 
restablecimiento de interacciones positivas, pudiendo afectar la autorregulación de los afectos del bebe y aumentado el 
retraimiento. 
 La caída de su majestad, la pérdida de la omnipotencia narcisista. Situaciones que se dan con la vuelta al trabajo o 
nacimiento de hermano, pueden producir caídas abruptas y el niño verse inundado de angustia que no logra ligar. Hay 
niños no destronados que son tiranos con sentimientos de temor a la pérdida narcisista que se observa en berrinches 
excesivos, trastornos de conducta y dificultades de adaptación a situaciones sociales. Respuestas defensivas frente a 
sentimiento de vulnerabilidad y desvalimiento y requieren trabajo intrapsíquico con niño y padres.
En el momento de separación del vínculo dual es crucial la intervención paterna metafórica y simbolizante. Vacilaciones, 
forclusiones parciales son algunas de las problemáticas que se presentan, pudiendo dejar una impronta de inscripción no
representable como sus consecuencias para la psicopatología, agujeros psíquicos.
Capitulo 8. En torno al nacimiento. Nuevas figuras de la desprotección – María Lucila Pelento
En la actualidad una multitud de disciplinas estudian el nacimiento (genética, biología, derecho, historia etc). 
Como fuimos esperados?En qué orden de la filiación nacimos? Que representó nuestro nacimiento para nuestros padres? Quien 
o quienes nos esperaban? 
La antropología lo describe como un rito de pasaje, como pasaje simbólico y al mismo tiempo material. También nos ofrece a 
través del estudio una lista detallada de fantasías universales presentes durante el embarazo y una vez nacido el niño. Ej .fantasía 
de robo del bebe, que se hicieron reales y presentes en momentos de nuestra historia.
Ivonne Knibiehler y P. Cesbron reflexionan sobre el nacimiento y señalan que todas las sociedades humanas inventaron ritos y 
gestos para expresar expectativas y calmar angustias experimentadas frente a la aparición de un nuevo ser humano. Revisan las 
significaciones del nacimiento en las diferentes épocas. 
En la Antigua Grecia el desconocimiento del cuerpo de la mujer y del acto de dar a luz se recubría con construcciones imaginarias 
que mostraban el estatuto precario de la mujer y la potencia otorgada al padre. 
En la Era Cristiana el monoteísmo transformo los valores modificándose las relaciones entre hombres y mujeres. Surge una nueva 
maternidad, aunque el padre sigue teniendo prioridad como creador. 
El bautismo es para los cristianos el verdadero acto humano, el pasaje de la carne al espíritu. El rigor del matrimonio cristiano lleva
a la aparición de niños bastardos, discriminados y rechazados en la sociedad. 
Entre los judíos la circuncisión marca el recibimiento de un nuevo ser y la renovación de la unión con Dios. 
En la época moderna se imponen nuevos conceptos. La ciencia avanza y diferentes descubrimientos permiten que las condiciones
físicas que hacen al nacimiento mejoren, pero también cambian las ceremonias simbólicas. Se insinúa la idea de maternidad como
felicidad y no como deber. 
Varios filósofos se ocuparon del problema de la vida y por ende del nacimiento. Husserl realizó una distinción entre el nacimiento 
biológico y el nacimiento simbólico. Los filósofos se cuestionan, Qué es nacer en la condición humana? Cuál es la condición de 
posibilidad? 
Levinas (1997) piensa al hijo como producto de la relación con otro. El hijo es la fecundidad. El otro es el que hace que surja la 
dimensión de lo infinito. Y lo infinito es una experiencia, la experiencia de la alteridad del otro. Y si un hijo no se tiene con otro? 
Como podría constituirse como otro para la madre o el padre? Es decir para alguien que no tiene experiencia de alteridad del 
otro? Para Levinas el hijo es producto y al mismo tiempo soporte de alteridad. La fecundidad no es reproducción de lo mismo sino
producción de otro diferente.
Para Hanna Arendt el nacimiento no es un momento de la naturaleza sino aquello interrumpe el proceso de la naturaleza. Cada 
nuevo nacimiento es un nuevo inicio que adviene al mundo, es un nuevo mundo que adviene al ser. El nacimiento constituye una 
categoría política que muestra la doble pertenencia de lo humano a lo privado y a lo público, introduce la pluralidad, ningún 
hombre es igual al otro. 
El nacimiento, ¿trauma o experiencia? 
Freud liga el nacimiento con la noción de trauma. Ubica la angustia automática en el acto del nacimiento. Lo considera como el 
primero de todos los peligros mortales así como el arquetipo de todos los posteriores. Hay ambigüedad, si esa angustia aparece 
siempre o en determinadas circunstancias.
Rank consideraba que se volvía neurótico el sujeto que no lograba descargar totalmente trauma del nacimiento (abreaccionar). 
Freud fue criticado. 
Rodrigué (1996) señala que la atención puesta sobre el trauma de nacimiento llevo a darle cada vez más importancia a la relación 
madre-bebé. Hasta ese momento el foco estaba centrado en la función paterna y a la madre sólo se le incluía como fuente de 
deseo sexual.
Winnicott, siguiendo a Ferenczi, señala que la cualidad del hecho del nacimiento dependía también del modo en que el bebé era 
recibido por su madre, capaces de suavizar el trauma del nacimiento o ahondarlo. Señala que debemos hablar de experiencia de 
nacimiento y esa experiencia posee diferente cualidad según las características de cada uno de los factores ambientales que es 
necesario tomar en cuenta;
1. Cuál fue el contacto de la madre con el bebe en la vida intrauterina
2. Cual fue la experiencia en sí del nacimiento o sea que esfuerzo de adaptación le requirió al bebé 
3. Que posibilidad tiene la madre de cuidar un bebé pequeño 
4. Qué responsabilidad tienen ambos padres para realizar ese cuidado
5. Qué cualidad tiene el marco social para ofrecer sostén a los padres y al bebé
Complejización de la experiencia del nacimiento
Los factores mencionados han sufrido modificaciones, cambio producido por la caída de la sociedad patriarcal, las nuevas 
organizaciones familiares, el cambio en el rol de la mujer, el cambio en las cuestiones de género, etc. Otras transformaciones son 
origen del descubrimiento de la ciencia, tanto en tecnología en el embarazo y parto como en la reproducción. Otra revolución, 
desde el psicoanálisis, se produjo como consecuencia de las investigaciones detalladas sobre las competencias del bebé y las 
funciones maternas y paternas. Otras modificaciones son producto de la devastación social y económica sufrida en el país. Todos 
estos factores modifican la subjetividad alterando las condiciones en los cuales se producen los nacimientos. 
Nuevas formas de reproducción 
Variaron las formas de producción del material humano, se perfeccionaron los medios técnicos para ayudar a la madre durante el 
parto. Esto implica un avance científico que nos fascina y también nos aterra, complejizan la problemática de qué es nacer. 
Cómo preparar al ambiente para el que nace asistido, como aceptar la alteridad si no hubo otro en la concepción del niño, 
preguntas que afectan al que hace nacer, a que decirle al niño. Esto incita a volcar en el niño lo que el adulto no puede entender. 
Se nos presenta la paradoja de que hoy se posee una serie de herramientas para facilitar la concepción y el nacimiento fáctico 
pero se nos presentan muchas dificultades para significarlas complicando el nacimiento simbólico. No es sencillo pensar una 
forma de reproducción donde el otro no tiene rostro, cuando es un número en un catálogo. 
Un número en un catálogo es algo totalmente calculable, donde el bebé puede ser calculable hasta el último detalle, el peligro 
está en que lo que surge como no calculable sea desestimado, de este modo la singularidad del niño y el factor sorpresa y la 
novedad. 
Cambios Culturales y sociales.
La modificación de las condiciones culturales y sociales llevó a que el deseo de hijo se encuentre alterado. Mujeres imaginan al 
niño como aquello que puede interrumpir su carrera o deformar el cuerpo etc. 
Hay diferentes países que estimulan el nacimiento por ejemplo haciéndose cargo de la educación del niño. Hablan de un deseo de
hijo que parece extinguirse. Hay grupos que se denominan libres de niños para gozar de libertad energía, dinero y tiempo. 
En la situación social actual hace que se sienta al hijo por nacer más como una carga o fuerza de trabajo, hijo que viene a quitarle 
el pan a otro o a producirlo a través del trabajo. 
El abuso de las técnicas como la ecografía perturba la relación con esa sombra hablada estudiada por Piera Auglanier. Lo que se 
gana es objetividad y se pierde la subjetividad. 
J.B Pontalis. Si la percepción no se reduce a observar, entonces la percepción más verdadera, aquella que va más cerca del 
corazón de las cosas y de los seres, es onírica. 
Necesario repensar en la teoría de Freud al bebe como su majestad el bebé. Que el bebé se sienta como Rey depende no sólo de 
la posibilidad de ser libidinizado por los padres y de que éstos puedan legar su narcicismo al hijo, sino a las practicas que rodean al
bebe y que le confirmen que es el Rey. Cuanto más Rey se sienta el niño, menos van a estar presentes las experiencias 
traumáticas como el nacimiento. Hay niños que no llegan a ser Rey, siempre son mendigos,nunca tuvieron un lugar. La angustia 
producida por el nacimiento parece no tener fin. Estos niños deben hacer un enorme esfuerzo para nacerle al padre y a la madre. 
Podemos decir que el que nace y es investido como su majestad no necesita justificar su existencia ni imponer a la madre su 
existencia. 
Ajuriaaguerra -Crisis y rupturas en la adolescencia.
La referencia al concepto de crisis es compleja y a veces ambigua. Desde el punto de vista puramente clínico, podríamos 
limitarnos a la noción de trastornos situacionales transitorios, preconizado por el DSM III.
Entre crisis en la adolescencia y crisis en la sociedad, se añadirán tres reflexiones, una sobre el concepto de ruptura, la cuestión de
lo normal y lo patológico.
La noción de crisis
Para la medicina de los humores la crisis es la condición y por así decirlo, la causa de la revolución mórbida. Por definición la crisis 
es salud. No estamos alejados de la concepción actual que sostiene que en el curso de toda adolescencia normal deben 
manifestarse fenómenos críticos.
Los fenómenos críticos designan el proceso patológico en su crecimiento y acme, sin prejuzgar la curación. El síntoma crítico no es
siempre un buen síntoma que haya que respetar. Pasamos de la crisis de curación a la crisis de enfermedad.
Para aquellos que definen la concepción psicogenética del desarrollo, desde los primeros días de la vida hasta el término de la 
adolescencia y más allá, el individuo pasara de crisis del medio de la vida. Toda crisis será pues maduradora, y su ausencia será 
patológica. No abra crisis de adolescencia propiamente dicha, de reorganización específica vivida como tal por el individuo en este
momento. Si esta ausencia de aspecto crítico va más allá de las apariencias, solo puede ser de mal augurio en cuanto a la 
reestructuración ulterior del aparato psíquico. La dificultad para hacer la distinción entre el concepto de crisis y el concepto de 
evolución aparece acá claramente.
Para los que sostienen una concepción sistémica, la crisis no es necesariamente evolutiva. Se define como una perturbación 
temporal de los mecanismos de regulación de un sistema, de un individuo o de un conjunto de individuos. Esta perturbación 
proviene de causas externas o internas. La relación entre noción de crisis y la encrucijada patológica ya no se sitúa en un término 
de alternativa. Una crisis puede aparecer o no en la encrucijada de lo patológico.
En el campo de la psicopatología propondremos la definición siguiente de crisis: la crisis es un momento temporal de desequilibrio
y de sustitución rápida que pone en cuestión el equilibrio normal o patológico del individuo. Su evolución es abierta, variable y 
depende tanto de los factores internos como los externos.
Se puede oponer la noción de crisis a las nociones de:
 Conflicto: es la lucha entre dos posiciones antagónicas, pero sin límite temporal definido.
 Estrés: evoca la activación de los mecanismos reguladores en respuesta a un estímulo patógeno.
 Catástrofe: solo puede inducir la idea de una salida desgraciada.
 Urgencia: introduce la noción de una respuesta inmediata.
Es evidente que en el término de crisis las nociones precedentes se presentan en diversos grados. La delimitación del concepto 
de crisis y la definición que hemos dado explican fácilmente su uso para el periodo de la adolescencia. 
Crisis en la adolescencia y crisis de la sociedad.
¿Quién está en crisis: los adolescentes o la sociedad?
La crisis que atraviesan los adolescentes estará ligada a un cambio histórico, a una nueva cultura, a nuevas prácticas sociales, a 
una modificación de las funciones parentales.
En otros términos, nuestra sociedad estaría en periodo de adolescencia.
La idea que hay que retener de esta aproximación es la asociación entre la noción de crisis por un lado y los factores de 
crecimiento de la sociedad y del individuo por otro.
Crisis en la adolescencia y crisis del desarrollo.
En psicopatología el concepto crisis en la adolescencia parece residir en la confusión existente entre los modelos de comprensión
a veces diferentes, es por eso que agruparemos los distintos autores que han enfocado el concepto de crisis de la adolescencia 
según 4 modelos de comprensión:
A. DEBESSE- LA CRISIS DE LA ORIGINALIDAD JUVENIL.
1. El deseo de la originalidad: Este deseo de originalidad, bajo su forma característica, es contemporáneo de la pubertad. 
Se inicia alrededor de los 14 años para la chica y de los 15 años para el chico. Ciertamente el niño puede manifestar un 
deseo semejante, pero sin tomar suficiente conciencia o sin que sea bastante intensa para atraer la atención del adulto.
Constituye uno de los primeros elementos de la pubertad mental que acompaña a las transformaciones de orden 
fisiológico.
2. La crisis de originalidad: está dibuja la forma más visible y completa del deseo de originalidad. Esta crisis de originalidad 
no es permanente, sino que presenta fluctuaciones. Su inicio esta con frecuencia ligado a otro acontecimiento, como el 
alejamiento, la muerte de un ser querido, un cambio brusco en la existencia, una añoranza de amor, etc. Con ocasión 
de una decepción más o menos dolorosa, esta crisis explota súbitamente y con violencia. Presenta dos caras: una social 
y otra individual.
a. La cara individual: se caracteriza por la afirmación del YO con exaltación, una contemplación y un descubrimiento 
del YO comparable, al descubrimiento del cuerpo en el bebé. La pasión de reformar, de moralizar o de transformar 
el mundo es intensa. Se encuentran varios grados, yendo desde el simple deseo de originalidad a la certidumbre de
ser original, pasando por la creencia de ser original.
b. La cara social: se manifiesta por la rebelión juvenil. Rebelión en relación con los adultos de sistemas de valores y de
ideas recibidas. Los adolescentes dirigen dos motivos de queja principales en relación al adulto: su falta de 
comprensión y el hecho de que atente a su independencia. Se trata de una rebelión frente a todo lo que pueda 
molestar a la afirmación de sí mismo, describe tres fases: 
- Una primera fase entre los 14 y 16 años. Caracterizada por el deseo de llamar la atención.
- Una segunda fase, entre los 16 y 17 años, en el curso de la cual la afirmación del YO es intensa.
- Por último, una fase de disolución, a partir de los 18 años, durante la cual el individuo se distiende. Puede 
tomar distancias, aportar un juicio más matizado sobre sí mismo. Se aprecia a si mismo con una cierta 
tranquilidad. 
Esta crisis de originalidad es común en ambos sexos, pero evidentemente puede tomar formas de expresión distintas según el 
sexo, del mismo modo, aunque es frecuente, no es en absoluto general. 
El reconocimiento de la crisis de originalidad juvenil permite así comprender y respetar las modas e ideales de los adolescentes, 
tomar a estos últimos en serio y proponer lo que Debesse llama una pedagogía de la crisis: pedagogía de acompañamiento 
adaptada a cada individuo, pedagogía que evita ciertos errores ligados a la ignorancia del desarrollo de esta crisis.
Evidentemente esta descripción propuesta despierta un cierto número de críticas, Debesse reconoce estas faltas, declarando que 
esta crisis sobreviene más específicamente en los adolescentes que manifiestan una riqueza de vida interior o de la vida 
sentimental, una cierta excitabilidad espontánea y un desarrollo intelectual con frecuencia brusco.
B. LA CRISIS JUVENIL:
Male, describe un cuadro específico: la crisis juvenil. Este considera la crisis juvenil simple como una fase extremadamente 
fecunda, caracterizada por una readaptación espontanea del individuo para un verdadero cambio. El autor distingue la crisis 
puberal y la juvenil propiamente dicha.
1º la crisis puberal: esta crisis se caracteriza por dos puntos esenciales:
- La duda sobre la autenticidad del YO y de su cuerpo. El adolescente duda en asumir su cuerpo, hasta el punto 
de tener constantemente una duda y una necesidad de reafirmación. El temor a ser observado y laslargas 
estancias delante del espejo son las expresiones más manifiesta.
- La aparición de la tensión genital o de la masturbación. Las primeras (poluciones), la evaluación hacia la 
sexualidad adulta, son difíciles de asumir y fuente de culpabilidad. Las primeras experiencia auto eróticas o las 
primeras relaciones sexuales suscitan a veces inhibiciones considerables.
2º las disarmonias de la evolución puberal:
Deben distinguirse las disarmonias de evolución puberal, una primera disarmonia está marcada por la disyunción entre un cuerpo 
todavía infantil y los medios de expresión genital casi maduros. En segundo lugar, la disarmonia parece provenir del contrasate 
entre la actividad pulsional dirigida por la genitalidad y los mecanismos psíquicos de defensa tomados todavía de las estructuras 
infantiles. Hay un verdadero asincronismo. Se trata de adolescentes para los que el desarrollo somatoendrocinos es o muy precoz 
o retrasado.
3º la crisis juvenil propiamente dicha: 
Sigue al periodo de crisis puberal. Su duración es muy variable, pudiendo llegar hasta los 25 años o más. Se manifiesta por una 
serie de actitudes y comportamientos, pero también por la aparición de varios trastornos. La problemática corporal es a menudo 
disminuida por el adolescente, al mismo tiempo que se encauza hacia una exaltación o una anulación paradójicas de su vida 
amorosa o pasional. Las características siguientes parecen más específicas y de aparición generalmente rápida: la diversificación 
de sus interés, la emancipación del pensamiento, el gusto de la abstracción y de la racionalización, la originalidad o las rarezas, 
actitudes de aislamiento y una posición frecuentemente intensa al medio familiar.
Esta nueva individualización es vivida bajo la doble limitación de tendencias infantiles persistentes y tendencias adultas 
debutantes, Male distingue las crisis juveniles simples de las crisis graves al borde de la neurosis y de la morosidad.
a. Las crisis juveniles simples: en esta crisis la aceptación de la imagen del yo es bastante fácil y las reacciones del 
adolescente están ligadas a motivaciones vivientes y cargadas de angustia.
b. Crisis juveniles graves: por el contrario, en las crisis juveniles graves, la aceptación de la imagen del yo es difícil. Las 
reacciones del adolescentes aparecen ligadas de actitudes antiguas, tomando la forma de verdadero automatismo. En los
confines o incluidos en las crisis graves, se describen tres cuadros caracteristicos:
- La neurosis de inhibición, consiste en diversos tipos de inhibición, dificultades para expresarse, temor al sexo 
opuesto, inhibición intelectual y social. Suelen aparecer con frecuencia ciertos rasgos fobicoobsesivos.
- Las neurosis del fracaso, en la que aparecen comportamientos que atentan contra el propio individuo, fracaso 
es colar y sentimental, actuación, expresión brutal de las prohibiciones del icc, que rechazan el éxito buscado 
por el cc.
- La melancolía, que no es ni depresión ni psicosis, sino un estado próximo al aburrimiento infantil, es un estado 
que manifiesta un rechazo de investir al mundo, a los objetos, a los seres, más que una perturbación timica 
verdadera. Lo importante es que es un estado taciturno parece la causa preoponderante y dominante del paso
al acto bajo tres formas: FUGA O DELINCUENCIA, GROGA Y SUICIDIO. Según Male todo esto es compatible con 
un buen nivel intelectual, con una buena verbalización que va a construir una pantalla engañosa para el clínico 
si no ha profundizado en estos problemas.
Estas crisis graves deben distinguirse:
1. Del desequilibrio psíquico, en que el adolescente perturbado de la impresión de estar como encerrado en su 
comportamiento.
2. De aspectos disociativos en los que la imagen del yo no es aceptada del todo, y donde se observa además, a 
veces una división de la personalidad, con rarezas que aparecen fuera del cuadro de la simple originalidad.
Para el inicio terapéutico de la crisis juvenil, se propone una experiencia emocional correctora.
IDENTIDAD, JUVENTUD Y CRISIS.
Aunque el psicoanalista Erikson concibe la crisis de la adolescencia bajo su aspecto psicosocial. La originalidad de su 
enfoque reside sobre todo, en el interés que otorga al concepto de identidad.
1º la confusión de identidad, Erikson describe ciertos trastornos observados en los jóvenes incapaces de seguir las 
carreras ofrecidas por la sociedad y de crear o mantener para ellos mismos una moratoria específica y personal.
2º la crisis de identidad, la con fusión de identidad no representa de hecho más que la alineación, la agravación 
patológica, la prolongación exagerada de una crisis que pertenece a ese estado particular del desarrollo individual que es
la adolescencia y el inicio de la edad adulta.
Las manifestaciones de esta crisis de identidad en la adolescencia van a depender del desarrollo de las crisis de identidad 
anteriores:
-si todo el primer estadio de desarrollo ha llegado a la crisis de identidad una importante necesidad de confianza en sí 
mismo y en los otros, el adolescentes no se atreverá a asumir compromisos a la ligera o hará prueba de una desconfianza
excesiva. Buscará con fervor a los hombres e idea en los que pueda tener fe.
- si el segundo estadio, caracterizado por el combate por la autonomía ha sido prevaleciente, el adolescente estará 
atemorizado por cualquier contratiempo, y esto le conducirá al comportamiento paradójico de hacer no importa que, 
que sea de libre elección.
- la herencia de la edad lúdica, dominada por la imaginación ilimitada en cuanto a lo que pueda acontecer, creara un 
campo de acción imaginario, si no ilusorio, a un buen número de adolescentes. Soportaran difícilmente toda limitación al 
abanico imaginario de las propias imágenes de si mismo y darán pruebas de ambiciones desmesuradas, a veces 
fuertemente culpabilizadas.
- por último la edad escolar (a partir de los 6 años) lleva al niño al deseo de hacer funcionar cualquier cosa y de hacerla 
funcionar cualquier cosa y de hacerla funcionar como se debe. Los adolescentes muy afectados por esta edad, buscaran 
sus satisfacciones y sus identidades en una actividad o en una profesión en la que todas las cuestiones materiales de 
estado y de remuneración pasaran a un segundo plano en relación con el valor de esta actividad o profesión.
LA CRISIS DE LA ADOLESCENCIA
Su idea central es que la crisis de adolescencia reenviar un conflicto del desarrollo. La adolescencia así comprendida es un 
momento de reorganización psíquica que se inicia en la pubertad, denominada por el efecto de esta sobre el psiquismo, por el 
reforzamiento de la depresión subyacente que avanza en el funcionamiento psíquico a lo largo de la existencia por interrogantes 
sobre la identidad, la bisexualidad, por una inversión de las identificaciones anteriores y por la idealización de esta nueva vida, 
que, imaginaria e inconscientemente, el adolescente esperaba. Se trata de una crisis, ya que este en plena reorganización vive 
cambios, contradicciones y conflictos en los que está abierta la evolución: puede desembocar en una decepción permanente o al 
contrario en una conquista progresiva de sí mismo.
1º la crisis:
Freud insiste particularmente sobre la maduración de YO en la adolescencia y sobre los mecanismos de defensa dirigidos contra 
el vínculo con el objeto final y contra las pulsiones.
En la adolescencia no son más que el signo de emergencia de una estructura adulta de la personalidad. La adolescencia es 
siempre una sorpresa para el adolescente, este siente fugazmente un momento de gloria al que sucede la angustia. El desarrollo 
normal de la crisis se produce en dos etapas. La primera es generalmente la de la decepción, pudiendo ir hasta la desilusión. La 
segunda etapa es la del paso de la decepción a la conquista.
Los aspectos patológicos: la crisis patológica se observa cuando la pubertad y la adolescencia han sido o solo criticas sino también
traumáticas.
La primera forma está representada por la ausencia aparente de la crisispropiamente ducha, ausencia de reorganización 
especifica.
El otro aspecto es el de la melancolía, especia de hiperlatencia.
Todo esto pasa como si nada hubiese ocurrido.
En otros casos, el cambio puberal será, por el contrario fuertemente proclamado.
Por último, el adolescente puede dislocarse a través de la alteración puberal descubre su propia alteridad. Se convierte en un 
extraño a sí mismo y al objeto. Se trata acá de la instauración de la esquizofrenia del adulto en el momento de la adolescencia.
A. Crisis y proceso de adolescencia.
-La dificultad de distinguir, en el pensamiento de los que han descrito la crisis de la adolescencia, una línea de demarcación 
clara entre lo normal y lo patológico.
-La relativa tranquilidad y ausencia de elementos críticos en muchas actitudes y movimientos intrapsiquicos en la mayoría de
los adolescentes.
-La confusión que se halla a veces entre los acontecimientos, intrapsiquicos, icc o pcc, y las actitudes comportamentales 
aparentes (la descripción de la crisis de originalidad se apoya, en efecto, esencialmente en los rasgos aparentes del 
comportamiento, e inversamente, los aspectos clínicos detectados a partir de un análisis de los fenómenos intrapsiquicos, la 
mayoría de ellos icc o pcc).
B. Crisis y ruptura en la adolescencia.
Asociando el término de ruptura al de crisis, deseamos aportar un punto de vista personal. Según nosotros, los diferentes tipos de
crisis no son más que la expresión manifiesta de rupturas subyacentes. La forma en la que se viven, elaboran y utilizan 
subjetivamente los componentes de la crisis, es decir, esencialmente como una ruptura en la relación intersubjetiva e 
intrasubjetiva en el juego de las participaciones de grupos y sociedad.
La ruptura se manifiesta por los estados de crisis, es decir, por un acontecimiento mental o una serie de acontecimientos 
mentales en los que la asociación; el esfuerzo o la sustitución de uno por el otro constituyen sistemas que van de una fase 
inestable y conflictiva a un nuevo estadio de estabilidad. Estas experiencias de rupturas pueden cuestionar dolorosamente:
1. El mundo interno: la continuidad psíquica, de sí mismo, el uso de los mecanismos de defensa, la organización de las 
identificaciones y de los sistemas de ideales, el mundo fantasmatico.
2. El mundo externo: la paradoja de las relaciones familiares, la fiabilidad de los lazos de pertenencia a los grupos, la 
eficacia del código común a todos aquellos que, con individuo, participan de una misma sociabilidad y cultura. Desde el 
punto de vista psicopatológico, las experiencias de ruptura pueden analizarse según dos modalidades:
1. De entrada, el problema de la rigidez de sustituciones en los distintos dominios intrapsiquicos.
2. En segundo lugar, el problema de la rotura, que surge a través de la transformación corporal. Esta rotura se 
acompaña de un trabajo psíquico cuyo objetivo es acceder a la posesión de su propio cuerpo sexuado. Sea una 
rotura del mundo exterior. Esta rotura puede provocar un verdadero hundimiento psíquico. Se rompe la continuidad
psíquica.
 LO NORMAL Y LO PATOLOGICO EN LA ADOLESCENCIA
1.La normalidad en el sentido de la norma estadística incitara a considerar como normales conductas manifiestamente 
desviadas en otros momentos, corriendo el riesgo de retirar toda connotación de sufrimiento.
2.La normalidad en el sentido de la norma sociológica correrá el riesgo de recluir a la totalidad de la adolescencia en el 
campo patológico.
Sobre la iniciación del tratamiento - Freud 
En este trabajo intentare compilar algunas reglas sobre la iniciación de la cura, se presentan como consejos y no pretenderlas 
como incondicionalmente obligatorias.
Con los enfermos he tomado la costumbre de aceptarlos solo provisionalmente, por una semana o dos. Si uno interrumpe dentro 
de ese lapso, le ahorra al enfermo la impresión penosa de un intento de curación infortunado; uno solo ha emprendido un sondeo
a fin de tomar conocimiento del caso y decidir si es apto para el psicoanálisis. Ese ensayo previo ya es el comienzo del psicoanálisis
y debe obedecer a sus reglas. Quizá se lo pueda separar de este por el hecho de que en aquel uno lo hace hablar al paciente y no 
le comunica más esclarecimientos que los indispensables para que prosiga su relato. La iniciación del tratamiento con un periodo 
de prueba así, fijado en algunas semanas, tiene además una motivación diagnostica.
Prolongadas entrevistas previas antes de comenzar el tratamiento analítico, hacerlo preceder por una terapia de otro tipo, así 
como un conocimiento anterior entre el médico y la persona por analizar, traen nítidas consecuencias desfavorables. En efecto, 
hacen que el paciente enfrente al médico con una actitud transferencial ya hecha, y este deberá descubrirla poco a poco, en vez 
de tener la oportunidad de observar desde su inicio el crecer y el devenir de la transferencia. De ese modo el paciente mantendrá 
durante un lapso una ventaja que uno preferiría no concederle.
Uno debería desconfiar de todos los que quieren empezar la cura con una postergación. La experiencia muestra que no se 
presentan transcurrido el plazo convenido, a pesar de que los motivos aducidos para esa postergación pudieran parecer 
inobjetables.
Dificultades particulares se presentan cuando han existido vínculos amistosos o de trato social entre el médico y el paciente que 
ingresa en el análisis, o su familia. Cualquiera sea su resultado le costara aquella amistad.
Puntos importantes para el comienzo de la cura analítica son las estipulaciones sobre tiempo y dinero. Con relación al tiempo, 
obedezco estrictamente al principio de contratar una determinada hora de sesión. A cada paciente le asigno cierta hora de mi 
jornada de trabajo disponible; es la suya y permanece destinada a él aunque no la utilice. En casos benignos o de tratamientos 
muy extensos, bastan tres sesiones por semana.
¿Cuándo durara el tratamiento? Si uno se ha propuesto un tratamiento de prueba de algunas semanas, se sustrae de la respuesta 
directa prometiendo que transcurrido ese lapso podrá enunciar un veredicto más seguro, la pregunta por la duración del 
tratamiento es de respuesta casi imposible. El psicoanálisis requiere siempre lapsos más prolongados que los que esperaba el 
paciente por lo tanto es un deber revelarle el estado de las cosas antes que él decida en definitiva emprender el tratamiento.
Yo desapruebo comprometer a los pacientes a que persevere cierto lapso en el tratamiento; les consiento que interrumpan la 
cura cuando quieran, pero no les oculto que una ruptura tras breve trabajo no arrojara ningún resultado positivo. La abreviación 
de la cura psicoanalítica sigue siendo un deseo justificado, por desgracia, las alteraciones anímicas profundas solo se consuman 
con lentitud, esto se debe a la atemporalidad de nuestros procesos inconscientes.
El punto siguiente sobre el que se debe decidir al comienzo de una cura es el dinero, los honorarios del médico. En la estima del 
dinero coparticipan poderosos factores sexuales, se deben entonces, tratar las cuestiones monetarias con el paciente con la 
misma naturalidad con que se pretende educarlo para los asuntos de la vida sexual.
No se debe dejar que se acumulen grandes sumas, sino cobrar en plazos regulares breves (de un mes, por ejemplo).
Mantengo el consejo de hacer que el enfermo se acueste sobre un diván mientras uno se sienta detrás, de modo que él no lo vea.
En primer lugar porque no tolero permanecer bajo la mirada fija del otro ocho horas del día y mientras escucho, yo mismo me 
abandono al decurso de mis pensamientos inconscientes, no quiero que mis gestos ofrezcan al paciente material para sus 
interpretaciones.
¿En qué punto y con qué material se debe comenzar el tratamiento?
no interesa para nada el material con que se empiece, con tal que se deje al paciente mismo hacer su relato y escoger el punto de
partida. Hacerle saber que observará que en el curso de su relato la acudirán pensamientos diversosque preferiría rechazar con 
ciertas objeciones críticas, como que no viene al caso o que no tiene importancia, pero se debe pedir que nunca cedan a esa 
crítica, que lo digan a pesar de ella, que digas, pues todo lo que le pasa por la mente.
Si en el curso del tratamiento el paciente necesita pasajeramente de otra terapia, clínica o especializada, es mucho más adecuado 
acudir a un colega no analista que prestarle uno mismo esa otra asistencia, los tratamientos combinados son casi siempre 
impracticables. Tan pronto como uno les muestras más de un camino para curarse, los pacientes desvían su interés del análisis.
¿Cuándo debemos empezar a hacer comunicaciones al analizado? ¿Cuándo es oportuno revelarle el significado secreto de sus 
ocurrencias, iniciarlo en las premisas y procedimientos técnicos del análisis?
Esto no debe ser antes de que se haya establecido en el paciente una transferencia operativa, un rapport en regla.
Ya es tiempo de obtener un panorama sobre el juego de fuerzas que ponemos en marcha mediante el tratamiento. El motor más 
directo de la terapia es el padecer del paciente y el deseo, que ahí se engendra, de sanar. Pero esta fuerza pulsional mismo, de la 
cual cada mejoría trae aparejada su disminución, tiene que conservarse hasta el final. Ahora bien, por si sola es incapaz de 
eliminar la enfermedad; para ello le faltan dos cosas: no conoce los caminos que se deben recorrer hasta ese término, y no 
suministra los montos de energía necesarios contra las resistencias. El tratamiento analístico remedia ambos déficit. En cuanto a 
las magnitudes de afecto requeridas para vencer las resistencias, las suple movilizando las energías aprontadas para la 
transferencia; y mediante las comunicaciones oportunas muestras al enfermo los caminos por los cuales debe guiar esas energías.
La transferencia a menudo basta por si sola para eliminar los síntomas del padecer, pero ello de manera solo provisional, mientras
ella misma subsista. Así sería solo un tratamiento sugestivo, no un psicoanálisis.
Merecerá este último nombre únicamente si la transferencia ha empleado su intensidad para vencer las resistencias. Es que solo 
en ese caso se vuelve imposible la condición de enfermo, por más que la transferencia, como lo exige su destinación, haya vuelto 
a disolverse.
Introducción a la obra de Melanie Klein – Hannah Segal 
Capítulo 1 fantasía.
Cuando Freud describe al syo, es una muestra de fantasías icc sobre los contenidos de nuestro cuerpo y nuestra psique. Nunca lo 
menciona como tal pero es claro que esta parte de la personalidad se debe a una introyección de una figura parental, una figura 
parental fantaseada. Lo mismo sucede en el concepto de objetos internos en Klein, no son objetos situados en el cuerpo o en la 
psique, sino que son fantasias icc de lo que contiene. MK menciona que las fantasías están siempre presentes y activas en todo 
individuo, éstas no son de por si indicadoras de enfermedad o falta de sentido de realidad. Según MK es la expresión mental de 
los instintos. Por definición los instintos son buscadores de objetos, así para cada impulso instintivo habrá una fantasía 
correspondiente.
Crear fantasías es una función del Yo, es decir que desde el nacimiento el Yo es capaz de establecer relaciones objetales primitivas
en la fantasía y en la realidad. La fantasía no es sólo una fuga de la realidad, es una concomitante constante e inevitable de las 
experiencias reales, en constante interacción con ellas. Por ejemplo, el bebe irritado que no quiere mamar, puede haber hecho la 
fantasía de haber destruido y atacado al pecho. Por eso cuando re aparece no lo toma, porque su fantasía lo convirtió en un 
perseguidor terrorífico. Es decir que interacciona con las experiencias reales de algún modo. 
La fantasía icc influye y altera constantemente la percepción o la interpretación de la realidad y a su vez la realidad ejerce impacto
sobre las fantasías icc.
Así la fantasía tiene un lugar más importante que el de un instrumento de defensa y medio para escapar a la realidad, es también 
una expresión mental de los instintos. Siendo la fantasía un intento de satisfacer impulsos sin recurrir a la realidad externa, la 
gratificación es una defensa frente a una realidad externa de privación.
(Ejemplo de interpretación de fantasía en terapia página 24)
Freud describió al yo como un precipitado de catexias de objeto abandonadas. Este precipitado está compuesto por objetos 
introyectados. El primero de dichos objetos es el Superyo. El análisis de tempranas relaciones objétales proyectivas e introyectivas
ha revelado fantasías de objetos introyectados en el yo desde la más temprana infancia, comenzando por los pechos ideal y 
persecutorio, luego pasa a objetos totales (la madre, el padre). Cuanto más temprana es la introyeccion mas distorsionados están 
del mundo real están, son más fantasmaticos. A medida que se prosigue en el desarrollo se acrecienta el sentido de realidad, y los 
objetos internos se aproximan mas a los reales en el mundo exterior.
(Ejemplo de análisis de fantasía página 27)
Capítulo 2 la posición Esquizo paranoide
El concepto de fantasía como lo planea Klein supone mayor organización Yoica de la que suponía Freud. Según Klein hay suficiente
Yo al nacer como para sentir ansiedad, utilizar mecanismos de defensa y establecer primitivas relaciones objétales en la fantasía y 
la realidad. Al comienzo es un Yo lábil, muy desorganizado.
El Yo se escinde proyecta fuera su parte que contiene el instinto de muerte poniéndola en el objeto externo original, el pecho, por
eso llega a experimentarse como malo y amenazador dando origen a sentimientos de persecución. Así también se proyecta la 
libido (instinto de vida) a fin de crear un objeto que satisfaga el impulso instintivo del Yo y a conservar la vida. Así el objeto en esa 
etapa esta disociado en dos pares, el pecho ideal y el persecutorio.
La ansiedad predominante en esta etapa es la paranoide y el estado del Yo y de sus objetos se caracteriza por la escisión, que es 
esquizoide. Contra la ansiedad de ser aniquilado el Yo desarrolla mecanismos de defensa, la introyección y la proyección.
De la proyección original surge otro mecanismo de defensa, la identificación proyectiva. Donde se escinden las partes del Yo y 
objetos internos, y se los proyecta en el objeto externo. Ese queda entonces poseído controlado por las partes proyectadas e 
identificado con ellas. Comienza a darse en esa etapa y suele intensificarse cuando se percibe a la madre como objeto total.
(Ejemplo paciente página 33)
El bebe normal no pasa la mayor parte del tiempo en estado de ansiedad, si no que en circunstancias favorables, pasará la mayor 
parte del tiempo comiendo, durmiendo. La escisión es lo que permite al Yo emerger del caos y ordenar la experiencia. Es la base 
de lo que será luego la capacidad de discriminar lo bueno de lo malo. Son mecanismos de defensa que debemos considerarlos 
también como etapas progresivas del desarrollo.
Para pasar progresivamente a la etapa depresiva deben predominar las experiencias buenas por sobre las malas. Así el Yo llega a 
creer que el objeto ideal prevalece por sobre los objetos persecutorios, que su propio instinto de vida predomina por sobre el de 
muerte.
Capítulo 5 - La posición depresiva
El bebe siente que su yo es más fuerte, sus propios impulsos malos le asustan menos se ve menos necesitado de proyectarlos 
fuera. Disminuye también entonces el poder atribuido al objeto malo. El bebe reconoce un objeto total, se relaciona con él. Pasa a
relacionarse con un mismo objeto, la madre, que a veces es buena a veces mala. La integración del objeto del y del Yo se dan en 
simultaneo.
Se enfrenta entonces con su propia ambivalencia, de donde brotan las ansiedades. Teme que sus impulsos destructivos hayan 
destruido o lleguen a destruir el objeto amado. Aparecen nuevos sentimientos, el duelo y la nostalgia por el objeto bueno al que 
siente perdido y destruido. Siente también culpa por elsentimiento de que perdió a su objeto bueno por su propia 
destructividad.
(Ejemplo de análisis página 75)
La experiencia de depresión moviliza en el bebe el deseo de reparar a su objeto, anhela compensar sus daños. En ese desarrollo el
bebe comienza a conocer su propia realidad psíquica. Advierte su propia existencia, la de objetos separados de él, comienza a 
distinguir entre sus fantasías y la realidad exterior.
El punto de fijación de las enfermedades psicóticas nace en la posición esquizoparanoide en los comienzos de la depresiva.
Los objetos introyectados durante la posición eszquizo paranoide forman las primeras raíces del superyo. El dolor del duelo 
vivenciado en la posición depresiva y los impulsos repertorios constituyen la base de la creatividad y la capacidad de sublimación. 
Los mecanismos psicóticos ceden, se debilitan y dan lugar a mecanismos neuróticos, la inhibición, represión y desplazamiento. 
Para proteger al objeto el bebe inhibe parte de sus instintos y en parte los desplaza sobre sustitutos, aquí comienza la formación 
de símbolos.
(Ejemplo caso página 80)
La posición depresiva nunca se elabora complemente. Cualquier perdida de la vida posterior reaviva la ansiedad de perder el 
objeto interno y con ella las ansiedades sentidas originalmente en la posición depresiva. Si el bebe ha podido internalizar un 
objeto bueno suficientemente afianzado, las ansiedades no le conducirán a la enfermedad si no a una elaboración fructífera cuyas
consecuencias serán mayor enriquecimiento y creatividad.
Psicoanálisis de niños – Melanie Klein 
Los avances en psicoanálisis nos han enseñado que los niños aun en los primeros años, no solo experimentan impulsos 
sexuales y ansiedad, si no que sufren también de grandes desilusiones. 
Paciente, Rita (2 años y 9 meses – edad de consulta), preferencia por la madre hasta primer año, luego preferencia por el padre y 
celos a la madre. A los 18 meses vuelve a la preferencia por la madre, comienza a sentir temores nocturnos y miedo a los 
animales. Su fijación por la madre la lleva a tener aberración por el padre. Llega a consulta. 
Evidenciaba ceremoniales obsesivos, alternaba extrema bondad y una incontrolable maldad. Presentaba una fuerte ansiedad, 
inhibición al juego e incapacidad para tolerar cualquier frustración. Había compartido el cuarto con los padres hasta los dos años, 
evidenciaba haber presenciado la escena primaria. Al nacer su hermano, a sus dos años, se desencadena la neurosis. Su análisis se
interrumpe luego de 83 sesiones porque se van al extranjero. Se evidencian mejorías en su ansiedad, y ceremoniales obsesivos. 
Disminuye la ambivalencia con la madre. La madre en sí tenía una marcada neurosis obsesiva y se manejaba con la niña de 
manera ambivalente. Menciona que luego de varios años entró en contacto con la situación de la niña y se había desenvuelto 
bien, pero que de haber continuado con el tratamiento podría haber resuelto mejor inmunidad para el medio neurótico en el que 
se manejaba. 
Destaca que el pavor nocturno de los 18 meses es una elaboración neurótica del complejo de Edipo. 
Paciente, Trude (3 años y 9 meses) fingía en análisis que era de noche y ambas dormían. Iba hacia donde estaba ella y la 
amenazaba de varios modos, quemarla, tirarla por la ventana, etc, quería buscar las heces dentro del trasero de su madre. En otra
ocasión mencionó que quitaría las heces del estómago, a mk, y la dejaría pobre. Luego se ponía en cuclillas detrás del sofá, 
manifestando síntomas de miedo, chupándose el dedo y mojándose. Repetía esto cada vez que la atacaba. 
Anteriormente a los 2 años fue presa de grandes temores nocturnos. El análisis mostró que el mojase y ensuciarse eran 
agresiones contra sus padres en coito. Quería robarle los bebes a la madre y ocupar su lugar en el coito. El hermano nace a sus 
dos años de edad. El sentimiento de culpa, se expresaba con sus temores nocturnos. Destaca que los impulsos de odio y agresión 
son la causa más profunda y el fundamento del sentimiento de culpa. De hecho cita a Freud en malestar en la cultura que dice 
“cuando una tendencia instintiva sufre represión, sus elementos libidinosos se transforman en síntomas, y sus componentes 
agresivos, en sentimiento de culpa”. El juego de los niños nos permite extraer conclusiones definidas sobre el origen de este 
sentimiento de culpa. 
Volviendo a Rita, su inhibición al juego provenía de su sentimiento de culpa. La severidad y crueldad de su madre, no era de su 
madre real, si no de la introyectada por ella. Otro síntoma que desarrolló fue el de un ritual antes de irse a dormir, que consistía 
en que la arroparan bien, el significado de esto era que estando así estaría impedida de levantarse y ejecutar su deseo contra sus 
padres. En los juegos con su muñeca solía castigarla y luego darle curso a una crisis de rabia y miedo, demostrando que ella misma
realizaba ambos papeles, el de la autoridad que inflige un castigo y el de el niño castigado. Se ve que la ansiedad no es solamente 
por los padres verdaderos, sino no también por la imagen severa de ellos introyectada. 
Los signos típicos del CE son solo el estadio final de un proceso que se ha estado realizando durante años. Los análisis tempranos, 
muestran que el conflicto se hace presente en la segunda mitad del primer año de vida y que al mismo tiempo el niño comienza a 
modificarlo y a construir su superyó. 
El niño expresa sus fantasías, sus deseos y sus experiencias mediante juegos y juguetes. Lo hace con medios de expresión 
arcaicos, al modo del lenguaje de los sueños. Debemos no solo desentrañar el significado de cada símbolo por separado si no 
tener en cuenta todos los mecanismos y formas de representación que son usados en el trabajo onírico. La muñeca de Rita por 
ejemplo, será a veces el pene del padre, a veces un niño que ha robado a su madre y a veces ella misma. 
Las interpretaciones son fácilmente aceptadas por los niños y a veces incluso con marcado placer. La relación entre los estratos icc
y cc es comparativamente accesible, y los efectos son a menudo rápidos dado que el camino de regreso al icc es más fácil de 
encontrar. En ocasiones parece no elaborar cc las interpretaciones, he encontrado que este trabajo se realiza más tarde en 
conexión con el desarrollo de su yo y el aumento de su adaptación. 
Detrás de toda forma de juego yace un proceso de descarga de fantasías de masturbación, operando en la forma de un continuo 
impulso a jugar. Actúa como una compulsión a la repetición, constituyendo el mecanismo fundamental del juego infantil y de 
todas las sublimaciones subsiguientes. Las inhibiciones en el juego y en el trabajo surgen de una represión fuerte e indebida de 
aquellas fantasías y con ellas, de toda vida imaginativa del niño. 
Habiendo moderado las exigencias de su syo por medio del análisis, su yo, ahora menos oprimido y más fuerte, es capaz de llevar 
a la practica con más facilidad. Cuando el análisis continúa los niños se hacen capaces de sustituir procesos de represión por un 
rechazo crítico. Pudiendo por ejemplo alejarse de impulsos sádicos de los que antes eran dominados 
Menciona importante mantener la técnica en niños mayores, sufriendo ciertas variaciones dado que tiene mayor desarrollo yoico.
Puede parecer en momentos más a la técnica del adulto, dependiendo del momento de desarrollo en que se encuentre. Las 
diferencias entre los métodos de análisis son puramente técnicas y no de principios. El análisis de juego permite el análisis de la 
situación de transferencia y de resistencia, la supresión de la amnesia infantil y de los efectos de la represión así como el 
descubrimiento de la escena primaria. 
Conceptos principales – Winnicott
 Cuidados Fallas
Preocupació
n Primaria 
Materna
Período luego del parto. Lazo estrecho 
entre madre e hijo. Madre se identifica
con el hijo y es empática. Esto le 
genera omnipotencia al bb. El amor = 
cuidados corporales. Separación por 
causes de la normalidad.
Va a dar lugar a cuadrosmás severos. Se halla 
al borde de una angustia inconcebible. Esto se 
mantendria a raya por la función de la madre y 
su empatía cubriendo sus necesidades. 
Holding
Satisfacción de necesidades fisiológicas
del pequeño de manera estable, digna 
de confianza. Toma en cuenta la 
sensibilidad epidérmica e incluye rutina
de cuidados. Estos cuidados posibilitan 
la integración, que luego se le suma al 
espacio y luego sentimiento de 
continuidad existencial.
A futuro: Problemas de personalización. Sin una
manipulación activa y adaptativa satisfactoria, 
probablemente la interrelación psicosomática 
sea difícil. En circunstancias favorables, la piel 
se convierte en la frontera del yo, no-yo. La 
patología: Despersonalización.
handling
Manejo y cuidado corporal. Estos 
cuidados van a posibilitar el enlace 
entre la persona del bebé y su cuerpo 
junto con la existencia de una 
membrana restrictiva. La unión de la 
psique con el sona facilita la 
personalización. Integración.
Van a dar lugar a problemas de integración y en
la creencia de un todo con continuidad 
existencial. Fragmentación. Angustia 
inconcebible de no ser sostenido durante la 
fase de dependencia absoluta.
Presentación
de objeto
El objeto es presentado de manera tal 
que el bb lo crea. El objeto satisface 
sus necesidades entonces el bb 
empieza a necesitar lo que la mamá le 
presentó. El bb adquiere confianza en 
su capacidad de crear objetos y al 
mundo real. Facilita relaciones de 
objeto.
va a dar fallas en las relaciones objetales.
 
Capacidad para estar solo: depende de 
la existencia de un objeto bueno en la 
realidad psíquica del individuo. Esta 
capacidad es el resultado de una buena
maternalización en la creencia de un 
medio ambiente benigno. Con el 
tiempo introyecta a la madre 
sustentadora del yo entonces puede 
estar solo sin buscar apoyo o símbolo 
materno. Esta introyeccion permite la 
seguridad para estar solo.
Angustia inconcebible: se va a dar cuando fallen
los cuidados maternos. Constituye un aspecto 
del crecimiento moral: deshacerse y caer para 
siempre (holding). No tener relación alguna con
el cuerpo y carecer de orientación (handling). 
Estas angustias son la materia prima de las 
angustias psicóticas. no son analizables. 
Self Verdadero: Devoción de una madre 
por su hijo, nace del gesto espontáneo 
y la idea personal. Capaz de crear y de 
ser sentido como real. Emana de la 
vida. Ligado a la idea del proceso 
primario a los estímulos.
Falso: Funcion defensiva de ocultar y proteger 
al verdadero. Se edifica en identificaciones. En 
la salud es toda organización cortés y bien 
educada adaptada a la socidad renunciando al 
proceso primario. En la patología, el F 
reemplaza al V y le permite una vida secreta. el 
suicidio puede ser pensado en términos de 
destrucción del ser total para preservar al V. 
Relaciones falsas. Puede convertirse en una 
copia de la madre o tutor. con el tiempo se va 
desarrollando una habilidad del niño para 
someterse sin exponerse o comprometerse sin 
arriesgar. a mayor escisión, más pobreza la 
utilización de símbolos y vida cultural.
Realidad y Juego – Winnicott
Partiré de la primera hipótesis postulada por este psicoanalista. Aquí, explica que existen dos momentos del niño, en 
primer lugar está el oral donde es puro sentimiento, y en el segundo está la actividad creadora primaria donde el niño cree que las
cosas que siente él las evoca con el pensamiento. 
Con esta breve introducción hablaré de la primera posesión “no-yo” que surge de ésta actividad creadora primaria, 
donde el niño para poder pasar del mundo interior, al exterior; de la subjetividad, a la objetividad; de él en conjunto con su 
madre, a ser un individuo y su madre otro, deberá crear una zona intermedia de experiencia. Ésta no está dentro ni fuera del niño,
no es objeto de desafío, porque no se le presentan exigencias. Es un estado intermedio entre la incapacidad del bebé para 
reconocer y aceptar la realidad, y lo que será, después, su creciente habilidad para aceptarla. Esta zona intermedia de experiencia 
contará con la ayuda de fenómenos y objetos transicionales, los cuales serán presentados por una madre suficientemente buena 
(es aquella que ilusiona y desilusiona, le permite al niño la frustración) y aceptados por un ambiente facilitador (es aquel que 
permite la interacción entre la MSB y el niño, con todas sus características, este ambiente también le permite al niño frustrarse). 
Entonces con la incorporación de la experiencia intermedia, serán tres los mundos que el niño tiene: El exterior, el interior, y el 
intermedio.
Introduzco los términos “objetos transicionales” y “fenómenos transicionales” para designar la zona intermedia de 
experiencia, entre el pulgar y el osito, entre el erotismo oral y la verdadera relación de objeto, entre la actividad creadora primaria
y la proyección de lo que ya se ha introyectado, entre el desconocimiento primario de la deuda y el reconocimiento de ésta.
Mediante esta definición, el parloteo del bebé y la manera en que un niño mayor repite un repertorio de canciones y 
melodías mientras se prepara para dormir se ubican en la zona intermedia, como fenómenos transicionales, junto con el uso que 
se hace de objetos que no forman parte del cuerpo del niño aunque todavía no se los reconozca del todo como pertenecientes a 
la realidad exterior. Todos estos objetos representan el pecho materno. Los fenómenos transicionales son una defensa contra la 
ansiedad, en especial la depresiva. Lo mismo sucede con los objetos transicionales. (desde los 4/6 meses hasta los 8/12). 
Winnicott postula dos paradojas que es la creación del pecho materno, es decir, crea algo ya creado, en este caso el pecho; y la 
creación del objeto transicional, que también es la creación de algo ya creado. Este último contará con ciertas características: El 
bebé adquiere derechos sobre el objeto, lo que genera omnipotencia en el neonato, pero se la anula el hecho de que la MSB es 
quien se lo presenta; el objeto es acunado con afecto, y al mismo tiempo amado y mutilado con excitación (agresividad sin 
intención); nunca debe ser cambiado, a menos de que lo cambie el propio bebé; tiene que sobrevivir al amor instintivo, así como 
al odio, y si se trata de una característica, a la agresión pura; debe parecerle, al bebé, que irradia calor, o que se mueve, que posee
cierta textura, o que hace algo que parece demostrar que posee una vitalidad o una realidad propias; proviene del afuera desde 
nuestro punto de vista, pero no para el bebé; tampoco viene de adentro: no es una alucinación; se descatectiza sin presentar 
angustia en el bebé. 
Bien, para continuar, hablaré de la importancia de la existencia de la madre suficientemente buena. Al nacer, el bebé, 
tiene un gesto espontáneo, es decir, necesidades que deben ser atendidas con urgencia, dedicación y amor. Quien debe realizar 
esto es la MSB, que en un principio tendrá un episodio de preocupación maternal primaria (también conocido como “esquizoide 
temporal”) la cual cuenta con determinadas características que son: Para que sea una MSB además de darle sentido a aquello que
el neonato necesita también debe identificarse con él (la cual es consciente e inconsciente a la vez), a través de un repliegue 
libidinal de ella hacia el bebé, y debe sufrir una disociación de ella en conjunto con el bebé de los otros elementos del medio 
externo. El Upa es el Holding winnicottiano, el cual hace que el bebé se sienta dentro y parte de ese cuerpo materno, el Handling 
es el cuidado personal del bebé, las caricias, el tocarlo, lo que hace que se erogenicen las zonas y por eso se dan las famosas 
“zonas erógenas”. 
Esta madre suficientemente buena con un ambiente facilitador con las ya mencionadas características todavía no está 
completa, para estarlo debe primero ilusionar al bebé para luego desilusionarlo (ausencias de la madre). Esto se genera, en primer
lugar, por la atención constante del niño por su incapacidad de adaptación al mundo. A medidaque él va siendo cada vez más 
capaz de relacionarse con este mundo, la madre –quien empieza a tener necesidades propias y baja la preocupación maternal 
primaria- lo desilusiona con su ir y venir. Esta es la vía regia de la constitución del sujeto (lo mismo que el juego). Es ahí donde se 
le presentará al objeto transicional para que pueda hacer el pasaje de lo subjetivo a lo objetivo. 
La falla materna (en la fase precoz) produce reacciones de ataque que interrumpe la continuidad del desarrollo del self. 
Hay temor al aniquilamiento, es decir, no hay constitución yoica. La constitución del self permite dominar los impulsos, 
enfrentarse a las dificultades, y que los factores constitucionales se vayan desarrollando normalmente (el SN). Si esto no sucede, 
el niño va desarrollando un mecanismo de defensa llamado falso self (aquí residen todas las patologías). 
El falso self tiene como característica la búsqueda de condiciones para que aparezca el verdadero self. Este falso self se 
basa en identificaciones; en términos de salud, representa la actitud cortés, o social, o bien educada. Permite el contacto con la 
sociedad no siendo extremadamente franco. Ayuda, además, a renunciar a la omnipotencia y permite la aceptación social. Por 
otro lado, está asociado con la rigidez de las defensas. La mente suele ser la sede del falso self. Hay o suele haber una relación 
entre un self falso muy arraigado y la intelectualidad.
Esto es provocado por una madre que no ha sido suficientemente buena dejando al niño sometido, sumiso al gesto 
espontáneo de la mamá. Es decir, este bebé debió adaptarse a las necesidades de la madre, no al revés, provocando que se 
genere un self de afuera hacia adentro. Si de lo contrario se diera que sí hubo una MSB, más el ambiente facilitador y una 
predisposición del niño, tendríamos como resultado un verdadero self, este es espontáneo, disfruta de su capacidad creativa (de 
los dos, es el único que puede crear), son las ganas de vivir que nacen desde lo más íntimo de los órganos hasta el respirar. 
Esta fue la teoría, la realidad es que siempre encontraremos en los pacientes un poco de cada self. Será patológico aquel 
que presente mayor falso self que verdadero, y será un individuo sano aquel que presente lo contrario, con un falso self pequeño, 
este sujeto podrá relacionarse con el mundo siendo educado, teniendo tacto, el verdadero self será protegido por el falso. No así 
si se da al revés. 
El juego, para Winnicott, cuenta con todas las características anteriores, tiene a la MSB, al bebé, a los objetos y 
fenómenos transicionales, a la zona intermedia de experiencia, al ambiente facilitador; y en psicoterapia, al analista. Lo 
característico del playing, en esta teoría, es que es en conjunto, se tienen en cuenta las dos intersubjetividades, tanto la del niño 
como la del otro sujeto (MSB o analista u otro). En la psicoterapia, si el juego se ve imposibilitado por inhibición del niño, el 
trabajo terapéutico es lograr que el niño juegue. Es decir, conseguir que vaya de un estado donde no lo podía hacer a uno donde 
sí. Para esta teoría el juego debe ser estudiado como un fenómeno en sí mismo, complementario al concepto de sublimación del 
instinto. No hay ningún tipo de fantasía. Cuando un niño juega, falta en esencia lo masturbatorio, y si apareciera algún tipo de 
excitación, el juego debe detenerse o queda arruinado. Los niños hacen activo lo que padecen pasivamente (como en Freud). 
El juego es la vía regia de constitución del sujeto, es el lenguaje del niño, es el hablar adulto. Todo lo dicho del juego 
aplica también en los adultos, en el humor, en la elección de palabras, en el tono que se les aplica, etc. El jugar es un fenómeno 
transicional, incluye la búsqueda del objeto y la utilización del mismo hasta la experiencia cultural, estos fenómenos son 
universales. El jugar es salud, es acción de dos, es hacer. Este hacer tiene un espacio potencial (donde se hace) que es entre la 
msb y el niño, o analista y niño. Es la única manera de ir incorporando para ese bebé el mundo externo y la realidad a su mundo 
interno. Cuando el niño tira el objeto, la MSB debe devolvérselo una y otra vez. 
El juego es del orden de la salud ya que facilita el crecimiento, conduce a las relaciones de grupo y es una forma de 
comunicación. Es más, en los niños altamente perturbados, lo primero en desaparecer es el juego. Winnicott, postula, además, 
que existen 4 pasos de formación de la actividad lúdica: 1) El niño y el juguete/objeto están fusionado. La visión del niño es 
subjetiva y es la madre la que lo orienta a encontrarlo (le da y le saca el pecho). 2) El objeto es para el niño repudiado y aceptado. 
Dependerá de la predisposición materna desde el amor, es decir, que el niño se pueda encontrar y desencontrar con el objeto. Ej: 
tirar cosas, devolvérselas, y que vuelva a tirarlas. La madre es la que se encuentra en un ir y venir. El niño “la encuentra” y “no la 
encuentra”, vive una experiencia de control mágico (omnipotencia necesaria), lo que es la forma de ir dominando la realidad. Este
desarrollo es de tipo espacio-lúdico-fenómeno-transicional entre la madre y el niño basado en una relación de confianza (en la 
mamá que le hace el juego). Esta relación tiene un carácter de amor-odio. 3) Encontrarse sólo en presencia de la madre. El niño 
juega porque sabe que la mamá está cerca y sigue estándolo en su recuerdo. 4) Se superponen dos zonas de juego: La madre 
juega con el bebé y va introduciendo su forma/estilo de jugar (play); el niño puede aceptar o rechazar el espacio de forma de 
juego de la madre, y así debe quedar, como el niño quiera. 
En la psicoterapia hay una superposición del juego del niño con el terapeuta: 1) Se introduce enriquecimiento para el 
niño en su desarrollo; 2) Se pueden evitar obstáculos evidentes en el desarrollo del niño; 3) El juego en sí es terapéutico; 4) 
Cuando lo sniños juegan tiene que haber adultos cerca sin que intervengan; 5) El juego es una experiencia creadora para el niño 
en un continuo espacio-tiempo, y es la forma básica de la vida. 
EL ANALISTA EN POSICIÓN DE OBJETO - Carlos Eduardo Tkach
 Situar el lugar del otro en las contribuciones que Winnicott aporta a la clínica psicoanalítica requiere de la compulsión de 
repetición. La compulsión de repetición estará enmarcada inicialmente en el campo de los fenómenos regidos bajo el imperio del 
más allá del principio del placer.
 Las nuevas perspectivas que aporta Winnicott brindan respuestas para enfrentar las dificultades de la práctica y aportan nuevos 
paradigmas respecto al modo en que el analista en tanto otro se sitúa para operar en la cura.
 Freud mismo brinda algunas puntuaciones para operar con la compulsión de repetición ya que ésta última toma al analista como 
objeto de transferencia. El analista amplía su lugar de otro en tanto intérprete para ocupar además un lugar en tanto objeto de 
repetición en la transferencia. En la neurosis de transferencia el analista ocupará el lugar en tanto objeto real y fantaseado.
 El material psíquico constituido por la compulsión de repetición es de diversa cualidad psíquica del que proviene a través de la 
asociación libre.
 El proceso analítico clásico encuentra sus límites en la puesta en palabras al tiempo que en dicho proceso se va imponiendo la 
puesta en acto. La alternativa que Freud propone es una modificación técnica que implica ofrecer una intermediación en el pasaje
de la puesta en acto a la puesta en palabras. Consiste en la escenificación, es decir, la puesta en escena en la transferencia en la 
que el analista ocupa el lugar de objeto. Esta formulación es anterior a la formulación del más allá del principio del placer. Como 
se sabe, la elaboración es uno de los términos de las operaciones para tramitar la complejidad del proceso en juego.
 Señalaremos la insistencia de Winnicott en lo que denomina la “actitud profesional”, término con el que indica tanto un sentido 
técnico como ético. Entre el paciente y el analista

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