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RESUMEN DIAGNOSTICO DE NIÑOS Y ADOLESCENTES – MAROÑO Epistemología de la Complejidad – Edgar Morin. Cuando utilizamos la palabra “Complejo” en nuestro diálogo, no estamos dando una explicación, sino al contrario, señalamos una dificultad para explicar. Por lo tanto, si existe un pensamiento complejo, en esté siempre estará presente la dificultad. A todos nos gustaría tener ideas simples para poder comprender y explicar lo que ocurre en nosotros y nuestro alrededor, pero estas ideas simples son cada vez mas insuficientes en el hombre y es por eso que nos confrontamos al desafío de la complejidad. Hay complejidad donde quiera que se produzca un enmarañamiento de acciones, interacciones, retroacciones. Pero hay también otra complejidad que proviene de la existencia de fenómenos aleatorios o azarosos. -Hay un Polo Empírico y un Polo Lógico La complejidad aparece cuando hay a la vez dificultades empíricas y dificultades lógicas. -Pascal Considera imposible conocer las partes sino conoce el todo pero a la vez considera imposible conocer el todo sino conoce las partes (esta es la primera complejidad: nada está realmente aislado). Nuestro pensamiento es Disyuntivo (aprendimos bien a separar las cosas, apartamos el objeto de su observador) y Reductor (buscamos la explicación de un todo a través de la constitución de sus partes.) Los seres humanos queremos eliminar el problema de la complejidad Esto es un profundo OBSTÁCULO que obedece al pensamiento que se impone en nuestra mente debido a lo que nos enseñaron en la infancia. Estas formas de pensamiento que nos llevan a reducir, separar, simplificar y ocultar los grandes problemas se deben a que reina en nosotros un paradigma profundo y oculto que gobierna nuestras ideas sin que nos demos cuenta Creemos ver la realidad, pero en realidad no la vemos, lo que vemos es lo que el paradigma nos exige ver y ocultamos lo que el paradigma nos impone no ver. El desorden desempeña un papel productor en el Universo Debemos poder trabajar en el desorden e incertidumbre y poder poner a prueba un pensamiento enérgico que los mire de frente (Muy importante en nuestra profesión). Este pensamiento es el PENSAMIENTO VERDADERO al que debemos llegar. Esto nos sugiere reemplazar la idea de objeto, que es cerrada, monótona, uniforme, por la noción de sistema. Todos los objetos son sistemas que están dotados de algún tipo de organización. La Organización es lo que liga a un Sistema, que es un todo constituido de elementos diferentes ensamblados y articulados. El todo tiene una cantidad de propiedades y cualidades que no tienen las partes cuando están separadas. El hombre es un objeto extraño, es algo biológico y no biológico a la vez. Cuando estudiamos al hombre lo dividimos, es decir, estudiamos al hombre biológico junto con la biología o al hombre cultural y psicológico junto con las ciencias humanas. Nunca estudiamos al hombre uniendo el cerebro con su espíritu y esta disyunción nos hace tener una visión mutilada. Lo que no nos damos cuenta es que cuando estudiamos el cerebro del hombre, lo estamos estudiando junto con su espíritu. Castoriadis dice: “El hombre es ese animal loco cuya locura ha invertido la razón” No se puede establecer una frontera entre lo que es sensato y lo que es loco. En ese hombre que es SAPIENS y DEMENS hay un pensamiento dobleHay un pensamiento racional, empírico, técnico que existe desde la prehistoria y que el hombre ha desarrollado, pero también hay un pensamiento simbólico, mitológico, mágico. Vivimos permanentemente en ambos registros. El principio fundamental de complejidad es el principio ecológico de la acción La acción escapa a la voluntad del actor (la acción puede desencadenar consecuencias contrarias al deseo del actor. Estas no son predecibles). En estas condiciones es cuando uno puede entender el cambio epistemológico. Hay que saber diferencias entre PROGRAMA y ESTRATEGIA Allí está la diferencia entre pensamiento simplificante y pensamiento complejo. Un programa es una secuencia de actos decididos a priori y que deben empezar a funcionar uno tras otro sin variar, un programa funciona muy bien cuando las condiciones no se modifican y sobre todo cuando no son modificadas. La estrategia es un escenario de acción que puede modificarse en función de las informaciones, de los acontecimientos, de los azares que sobrevengan en el curso de la acción. “La estrategia es el arte de trabajar con Incertidumbre “ La estrategia de pensamiento es el arte de pensar con incertidumbre, la estrategia de acción es el arte de actuar en la incertidumbre. El pensamiento complejo es el pensamiento que sabe que siempre es local, ubicado en un tiempo y en un momento, no es el pensamiento completo, al contrario, es el pensamiento que sabe que siempre hay incertidumbre. Este no cae en un escepticismo resignado, sino que se lanza valerosamente a la aventura incierta del pensamiento. Debemos aprender a vivir con la incertidumbre y no hacer cualquier cosa para evitar la incertidumbre como nos enseñaron desde la infancia. Claro que es bueno tener certeza en algo, lo malo es tener una falsa certeza. Morin propone trabajar con la complejidad situándola como una “palabra-problema” y no como una “palabra-solución” teniendo en cuenta lo incompleto del saber. La dificultad del pensamiento complejo gira en torno a afrontar el entramado de los infinitos juegos de interacciones, la solidaridad de los fenómenos entre sí, la incertidumbre, la contradicción. Las disciplinas trabajan interconectadas porque en las problemáticas complejas se ven involucradas el medio físico-biólogico, la producción, la tecnología, la sociedad, la economía, la historia, la sociología, la psicología, etc. Los estudios fragmentados no son viables para el estudio de la complejidad por no poder abordar mas de un objeto a la vez. El campo de la complejidad requiere la investigación interdisciplinaria. Estamos viviendo una gran revolución paradigmática. ¿Es posible establecer una psicopatología psicoanalítica de la niñez? – Clara Schejtman Los niños llegan a consulta cuando algo no funciona como se espera. Lo patológico en medicina busca una etiología (causa) pero el psicoanalista escuchará el modo de contarlo, las circunstancias en la que aparece e inferirá el dolor psíquico. El analista de niños no sólo se plantea el alivio del sufrimiento del niño y familia sino explora el síntoma que puede desencadenar en otros momentos. El psicoanálisis infantil apunta a construir recursos psíquicos y simbólicos para enfrentar los desafíos que el crecimiento, adolescencia, salida exogámica y otras situaciones desestabilizantes le impogan. El diagnóstico en la primera infancia es una guía del trabajo terapéutico, explora los nudos que detienen el desarrollo del niño y la apertura a las nuevas experiencias significantes y no en una categoría definitiva que podría encasillarlo. En la consulta es necesario: Formular hipótesis Plantear líneas de trabajo Realizar una devolución a los padres. Estructuración psíquica, psicopatología y temporalidad. Articulación entre la perspectiva diacrónica (historia – evolución) y otra sincrónica (focalizada en el pedido de consulta, planteado por Saussure). Diacrónico , tiene lugar a través de o a lo largo del tiempo histórico, estructuras que cambian en función del tiempo cronológico y hay equiparación entre cambios estructurales y cambios temporales. Sincrónico , cuando se ha estudiado en su estructura actual o efectiva más profunda, más básica. Propone ubicar la clínica infantil en el interjuego diacrónico – sincrónico. Entendiendo las presentaciones clínicas en permanente cambio, articulando tiempos cronológicos de la historia evolutiva y tiempo lógico de la inscripción en el inconsciente (atemporal) de esas vivencia y las diferentes determinaciones que aparecen en la consulta. Perspectiva Diacrónica: tiempos de estructuración psíquica. Génesis: serie encadenada de hechosy de causas que conducen a un resultado. Comienza antes del nacimiento biológico, en las representaciones y deseos conscientes e inconscientes que los adultos sostienen del niño. Pensada como un proceso que sigue cierto ordenamiento, interjuego entre los contenidos de las representaciones de la realidad exterior vivencial del sujeto y el engarce con las líneas de fuerza, marcadas libidinal, constituidas a partir del entramado primario que les da estatuto. Evitar la patologización y medicalización apresurada de niños, Anna Freud. Nuestra idea es un enfoque en los entramados, acontecimientos y puntos de fijación libidinales. Etapas libidinales, oralidad y analidad Es central indagar la historia de la constitución del cuerpo erógeno a partir de la relación entre la construcción de las zonas erógenas y la fantasmática parental que se pone en juego en los primeros cuidados y en los intercambios con el adulto con el cuerpo del infante. Constitución psíquica; el adulto investidor abre las zonas erógenas y produce un interjuego libidinal con el infante desvalido, el adulto excita y al mismo tiempo calma, ubicándose como agente de la operatoria de la ligazón de la cantidad de excitación y de distribución de goce y más tarde de rehusamiento pulsional a medida que el niño va logrando mayores niveles de satisfacción y de autonomía frente a las exigencias ambientales. La experiencia de satisfacción (oralidad) da lugar a la instalación del polo de placer y a la diferenciación placer – displacer. El agente maternante queda inscripto a partir de la identificación primaria donde investimiento e identificación con el objeto primario no se diferencian, generando omnipotencia, apuntalamiento autoconservación – sexualidad (Freud 1930). Alimentación, el infante incorpora el mundo exterior a partir de la experiencia libidinizadora con la madre. En la fase oral, el chupeteo, produce placer que no se satisface con la disminución autoconservativa del hambre. El chupete facilita la incorporación de la satisfacción vía una descarga autoerótica que puede colaborar en la ligazón de la excitación sobrante y colabora en la tramitación de la espera del objeto durante sus breves ausencias. La constitución del autoerotismo tiene un valor estructurante y es un antecedente del nuevo acto psíquico que se produce con la unificación narcisista. En la dependencia vital del infante, el yo esta fusionado imaginariamente a ese otro deseo. Esta fusión complejiza el proceso de separación. El destete es la primera separación del cuerpo del otro y aquí se juegan angustias de separación en el niño y en la madre. Es la madre quien vehiculiza el destete. Aquí el lugar del tercero significativo tiene un impacto fundante en el sostén de la separación, tanto para el niño como la madre. La satisfacción autoerótica oral se irá transformando. En ocasiones se producen defensas marcadas frente al abandono del autoerotismo que se pueden manifestar en dificultades en la aceptación de nuevos alimentos, anorexias tempranas y más adelante, rechazo a dejar el pecho, la mamadera, el chupete. Analidad, hay un cambio en la zona erógena rectora que se manifiesta en el juego placentero de retener y soltar. En el control de esfínter se afianza el distanciamiento entre el cuerpo del niño y el de los padres y se instala la privacidad, se construye la representación del cuerpo propio separado del de su madre que se llevará como consecuencia el rehusamiento a la satisfacción pulsional en función del amor sublimado. Esto se expresa mediante el berrinche y la terquedad como primeras autoafirmaciones de un yo, vulnerable, pero que descubre su posibilidad de dominar al objeto vía el domino del cuerpo. Las angustias son de pérdida de objeto frente a la percepción de la separación del mismo que el niño intenta negar vía retención de las heces. El control de esfínter produce gratificación narcisista, comienzo de autonomía, sostén del propio cuerpo, diferenciación y colabora en la construcción del mismo. En situaciones donde hay dificultad para aceptar el inodoro o retienen muchos días se juega una conflictiva de afirmación del yo. La diferencia entre el berrinche necesario y el negativismo extremo, podría ser un cuadro clínico para evaluar el tipo de intervención y deslindar un posible devenir psicopatológico. Caso clínico. Niña de 4 años con dificultades para dejar el pañal. Había logrado evacuar pero retiene hasta 7 días y con mucho sufrimiento, requería enemas, laxantes que aumentaban la tensión entre los padres y la niña. Niña con altibajos de ánimo y dificultades de dicción, tenia buen nivel de desarrollo del pensamiento simbólico, era difícil entenderla. En el trabajo clínico hicieron entrevista familiar con padres y hermanos y sesiones de madre – hija, padre – hija y algunas individuales. En el material clínico con las sesiones con la madre aparecía una asociación entre ser ella el bebé y ser la mamá de su hermanito. El juego mostraba su bebe en la panza a su mama. Los primeros tiempos la mama estaba embarazada. Se trabajo la reubicación de los padres en sus funciones y se produjo un llamativo cambio tanto en los estados de ánimo como en la evacuación, logro superar la fobia del inodoro y comenzó a avanzar en el lenguaje. La intervención fue breve. Se la derivo a fonoaudiología. (pag 27 sesión) Eje Narcicismo - Edipo El niño viene a realizar el deseo irrealizado de los padres. Pelento sugiere que el niño debe nacerle al narcicismo de los padres y ubicarse como Rey. Hay niños que nunca son Reyes y deben hacer un enorme esfuerzo para justificar su existencia a la madre y al padre. Un primer tiempo de narcisización y un segundo tiempo de detronamiento de su majestad el bebe. Tiempo fundante del psiquismo, moviliza el narcismo parental y es un momento de vulnerabilidad psíquica que requiere un sostén amoroso del adulto que le permita al niño adquirir la capacidad de estar a solas en presencia de otro (Winnicott). Dos problemáticas en la constitución del aparato psíquico Déficit de narcisización; depresiones tempranas, falta de vitalidad del niño que podría ser anteceden e patología de vacío en adolescencia o adultez. La depresión post parto y posterior puede producir dos tipos de reacciones, la madres deprimidas retraídas tienen bebes retraídos y las depresivas intrusivas bebes irritables, estos demandan al ambiente y tienen mejor posibilidad. Esto se puede relacionar con el planteo de Winnicott de niños que constituyen un mecanismo antidepresivo de la madre y los conceptos de depresión blanca y síndrome de la madre muerta por André Green. Las madres deprimidas producen mayores fallas en el logro de la reparación de afectos negativos y dificultan el restablecimiento de interacciones positivas, pudiendo afectar la autorregulación de los afectos del bebe y aumentado el retraimiento. La caída de su majestad, la pérdida de la omnipotencia narcisista. Situaciones que se dan con la vuelta al trabajo o nacimiento de hermano, pueden producir caídas abruptas y el niño verse inundado de angustia que no logra ligar. Hay niños no destronados que son tiranos con sentimientos de temor a la pérdida narcisista que se observa en berrinches excesivos, trastornos de conducta y dificultades de adaptación a situaciones sociales. Respuestas defensivas frente a sentimiento de vulnerabilidad y desvalimiento y requieren trabajo intrapsíquico con niño y padres. En el momento de separación del vínculo dual es crucial la intervención paterna metafórica y simbolizante. Vacilaciones, forclusiones parciales son algunas de las problemáticas que se presentan, pudiendo dejar una impronta de inscripción no representable como sus consecuencias para la psicopatología, agujeros psíquicos. Capitulo 8. En torno al nacimiento. Nuevas figuras de la desprotección – María Lucila Pelento En la actualidad una multitud de disciplinas estudian el nacimiento (genética, biología, derecho, historia etc). Como fuimos esperados?En qué orden de la filiación nacimos? Que representó nuestro nacimiento para nuestros padres? Quien o quienes nos esperaban? La antropología lo describe como un rito de pasaje, como pasaje simbólico y al mismo tiempo material. También nos ofrece a través del estudio una lista detallada de fantasías universales presentes durante el embarazo y una vez nacido el niño. Ej .fantasía de robo del bebe, que se hicieron reales y presentes en momentos de nuestra historia. Ivonne Knibiehler y P. Cesbron reflexionan sobre el nacimiento y señalan que todas las sociedades humanas inventaron ritos y gestos para expresar expectativas y calmar angustias experimentadas frente a la aparición de un nuevo ser humano. Revisan las significaciones del nacimiento en las diferentes épocas. En la Antigua Grecia el desconocimiento del cuerpo de la mujer y del acto de dar a luz se recubría con construcciones imaginarias que mostraban el estatuto precario de la mujer y la potencia otorgada al padre. En la Era Cristiana el monoteísmo transformo los valores modificándose las relaciones entre hombres y mujeres. Surge una nueva maternidad, aunque el padre sigue teniendo prioridad como creador. El bautismo es para los cristianos el verdadero acto humano, el pasaje de la carne al espíritu. El rigor del matrimonio cristiano lleva a la aparición de niños bastardos, discriminados y rechazados en la sociedad. Entre los judíos la circuncisión marca el recibimiento de un nuevo ser y la renovación de la unión con Dios. En la época moderna se imponen nuevos conceptos. La ciencia avanza y diferentes descubrimientos permiten que las condiciones físicas que hacen al nacimiento mejoren, pero también cambian las ceremonias simbólicas. Se insinúa la idea de maternidad como felicidad y no como deber. Varios filósofos se ocuparon del problema de la vida y por ende del nacimiento. Husserl realizó una distinción entre el nacimiento biológico y el nacimiento simbólico. Los filósofos se cuestionan, Qué es nacer en la condición humana? Cuál es la condición de posibilidad? Levinas (1997) piensa al hijo como producto de la relación con otro. El hijo es la fecundidad. El otro es el que hace que surja la dimensión de lo infinito. Y lo infinito es una experiencia, la experiencia de la alteridad del otro. Y si un hijo no se tiene con otro? Como podría constituirse como otro para la madre o el padre? Es decir para alguien que no tiene experiencia de alteridad del otro? Para Levinas el hijo es producto y al mismo tiempo soporte de alteridad. La fecundidad no es reproducción de lo mismo sino producción de otro diferente. Para Hanna Arendt el nacimiento no es un momento de la naturaleza sino aquello interrumpe el proceso de la naturaleza. Cada nuevo nacimiento es un nuevo inicio que adviene al mundo, es un nuevo mundo que adviene al ser. El nacimiento constituye una categoría política que muestra la doble pertenencia de lo humano a lo privado y a lo público, introduce la pluralidad, ningún hombre es igual al otro. El nacimiento, ¿trauma o experiencia? Freud liga el nacimiento con la noción de trauma. Ubica la angustia automática en el acto del nacimiento. Lo considera como el primero de todos los peligros mortales así como el arquetipo de todos los posteriores. Hay ambigüedad, si esa angustia aparece siempre o en determinadas circunstancias. Rank consideraba que se volvía neurótico el sujeto que no lograba descargar totalmente trauma del nacimiento (abreaccionar). Freud fue criticado. Rodrigué (1996) señala que la atención puesta sobre el trauma de nacimiento llevo a darle cada vez más importancia a la relación madre-bebé. Hasta ese momento el foco estaba centrado en la función paterna y a la madre sólo se le incluía como fuente de deseo sexual. Winnicott, siguiendo a Ferenczi, señala que la cualidad del hecho del nacimiento dependía también del modo en que el bebé era recibido por su madre, capaces de suavizar el trauma del nacimiento o ahondarlo. Señala que debemos hablar de experiencia de nacimiento y esa experiencia posee diferente cualidad según las características de cada uno de los factores ambientales que es necesario tomar en cuenta; 1. Cuál fue el contacto de la madre con el bebe en la vida intrauterina 2. Cual fue la experiencia en sí del nacimiento o sea que esfuerzo de adaptación le requirió al bebé 3. Que posibilidad tiene la madre de cuidar un bebé pequeño 4. Qué responsabilidad tienen ambos padres para realizar ese cuidado 5. Qué cualidad tiene el marco social para ofrecer sostén a los padres y al bebé Complejización de la experiencia del nacimiento Los factores mencionados han sufrido modificaciones, cambio producido por la caída de la sociedad patriarcal, las nuevas organizaciones familiares, el cambio en el rol de la mujer, el cambio en las cuestiones de género, etc. Otras transformaciones son origen del descubrimiento de la ciencia, tanto en tecnología en el embarazo y parto como en la reproducción. Otra revolución, desde el psicoanálisis, se produjo como consecuencia de las investigaciones detalladas sobre las competencias del bebé y las funciones maternas y paternas. Otras modificaciones son producto de la devastación social y económica sufrida en el país. Todos estos factores modifican la subjetividad alterando las condiciones en los cuales se producen los nacimientos. Nuevas formas de reproducción Variaron las formas de producción del material humano, se perfeccionaron los medios técnicos para ayudar a la madre durante el parto. Esto implica un avance científico que nos fascina y también nos aterra, complejizan la problemática de qué es nacer. Cómo preparar al ambiente para el que nace asistido, como aceptar la alteridad si no hubo otro en la concepción del niño, preguntas que afectan al que hace nacer, a que decirle al niño. Esto incita a volcar en el niño lo que el adulto no puede entender. Se nos presenta la paradoja de que hoy se posee una serie de herramientas para facilitar la concepción y el nacimiento fáctico pero se nos presentan muchas dificultades para significarlas complicando el nacimiento simbólico. No es sencillo pensar una forma de reproducción donde el otro no tiene rostro, cuando es un número en un catálogo. Un número en un catálogo es algo totalmente calculable, donde el bebé puede ser calculable hasta el último detalle, el peligro está en que lo que surge como no calculable sea desestimado, de este modo la singularidad del niño y el factor sorpresa y la novedad. Cambios Culturales y sociales. La modificación de las condiciones culturales y sociales llevó a que el deseo de hijo se encuentre alterado. Mujeres imaginan al niño como aquello que puede interrumpir su carrera o deformar el cuerpo etc. Hay diferentes países que estimulan el nacimiento por ejemplo haciéndose cargo de la educación del niño. Hablan de un deseo de hijo que parece extinguirse. Hay grupos que se denominan libres de niños para gozar de libertad energía, dinero y tiempo. En la situación social actual hace que se sienta al hijo por nacer más como una carga o fuerza de trabajo, hijo que viene a quitarle el pan a otro o a producirlo a través del trabajo. El abuso de las técnicas como la ecografía perturba la relación con esa sombra hablada estudiada por Piera Auglanier. Lo que se gana es objetividad y se pierde la subjetividad. J.B Pontalis. Si la percepción no se reduce a observar, entonces la percepción más verdadera, aquella que va más cerca del corazón de las cosas y de los seres, es onírica. Necesario repensar en la teoría de Freud al bebe como su majestad el bebé. Que el bebé se sienta como Rey depende no sólo de la posibilidad de ser libidinizado por los padres y de que éstos puedan legar su narcicismo al hijo, sino a las practicas que rodean al bebe y que le confirmen que es el Rey. Cuanto más Rey se sienta el niño, menos van a estar presentes las experiencias traumáticas como el nacimiento. Hay niños que no llegan a ser Rey, siempre son mendigos,nunca tuvieron un lugar. La angustia producida por el nacimiento parece no tener fin. Estos niños deben hacer un enorme esfuerzo para nacerle al padre y a la madre. Podemos decir que el que nace y es investido como su majestad no necesita justificar su existencia ni imponer a la madre su existencia. Ajuriaaguerra -Crisis y rupturas en la adolescencia. La referencia al concepto de crisis es compleja y a veces ambigua. Desde el punto de vista puramente clínico, podríamos limitarnos a la noción de trastornos situacionales transitorios, preconizado por el DSM III. Entre crisis en la adolescencia y crisis en la sociedad, se añadirán tres reflexiones, una sobre el concepto de ruptura, la cuestión de lo normal y lo patológico. La noción de crisis Para la medicina de los humores la crisis es la condición y por así decirlo, la causa de la revolución mórbida. Por definición la crisis es salud. No estamos alejados de la concepción actual que sostiene que en el curso de toda adolescencia normal deben manifestarse fenómenos críticos. Los fenómenos críticos designan el proceso patológico en su crecimiento y acme, sin prejuzgar la curación. El síntoma crítico no es siempre un buen síntoma que haya que respetar. Pasamos de la crisis de curación a la crisis de enfermedad. Para aquellos que definen la concepción psicogenética del desarrollo, desde los primeros días de la vida hasta el término de la adolescencia y más allá, el individuo pasara de crisis del medio de la vida. Toda crisis será pues maduradora, y su ausencia será patológica. No abra crisis de adolescencia propiamente dicha, de reorganización específica vivida como tal por el individuo en este momento. Si esta ausencia de aspecto crítico va más allá de las apariencias, solo puede ser de mal augurio en cuanto a la reestructuración ulterior del aparato psíquico. La dificultad para hacer la distinción entre el concepto de crisis y el concepto de evolución aparece acá claramente. Para los que sostienen una concepción sistémica, la crisis no es necesariamente evolutiva. Se define como una perturbación temporal de los mecanismos de regulación de un sistema, de un individuo o de un conjunto de individuos. Esta perturbación proviene de causas externas o internas. La relación entre noción de crisis y la encrucijada patológica ya no se sitúa en un término de alternativa. Una crisis puede aparecer o no en la encrucijada de lo patológico. En el campo de la psicopatología propondremos la definición siguiente de crisis: la crisis es un momento temporal de desequilibrio y de sustitución rápida que pone en cuestión el equilibrio normal o patológico del individuo. Su evolución es abierta, variable y depende tanto de los factores internos como los externos. Se puede oponer la noción de crisis a las nociones de: Conflicto: es la lucha entre dos posiciones antagónicas, pero sin límite temporal definido. Estrés: evoca la activación de los mecanismos reguladores en respuesta a un estímulo patógeno. Catástrofe: solo puede inducir la idea de una salida desgraciada. Urgencia: introduce la noción de una respuesta inmediata. Es evidente que en el término de crisis las nociones precedentes se presentan en diversos grados. La delimitación del concepto de crisis y la definición que hemos dado explican fácilmente su uso para el periodo de la adolescencia. Crisis en la adolescencia y crisis de la sociedad. ¿Quién está en crisis: los adolescentes o la sociedad? La crisis que atraviesan los adolescentes estará ligada a un cambio histórico, a una nueva cultura, a nuevas prácticas sociales, a una modificación de las funciones parentales. En otros términos, nuestra sociedad estaría en periodo de adolescencia. La idea que hay que retener de esta aproximación es la asociación entre la noción de crisis por un lado y los factores de crecimiento de la sociedad y del individuo por otro. Crisis en la adolescencia y crisis del desarrollo. En psicopatología el concepto crisis en la adolescencia parece residir en la confusión existente entre los modelos de comprensión a veces diferentes, es por eso que agruparemos los distintos autores que han enfocado el concepto de crisis de la adolescencia según 4 modelos de comprensión: A. DEBESSE- LA CRISIS DE LA ORIGINALIDAD JUVENIL. 1. El deseo de la originalidad: Este deseo de originalidad, bajo su forma característica, es contemporáneo de la pubertad. Se inicia alrededor de los 14 años para la chica y de los 15 años para el chico. Ciertamente el niño puede manifestar un deseo semejante, pero sin tomar suficiente conciencia o sin que sea bastante intensa para atraer la atención del adulto. Constituye uno de los primeros elementos de la pubertad mental que acompaña a las transformaciones de orden fisiológico. 2. La crisis de originalidad: está dibuja la forma más visible y completa del deseo de originalidad. Esta crisis de originalidad no es permanente, sino que presenta fluctuaciones. Su inicio esta con frecuencia ligado a otro acontecimiento, como el alejamiento, la muerte de un ser querido, un cambio brusco en la existencia, una añoranza de amor, etc. Con ocasión de una decepción más o menos dolorosa, esta crisis explota súbitamente y con violencia. Presenta dos caras: una social y otra individual. a. La cara individual: se caracteriza por la afirmación del YO con exaltación, una contemplación y un descubrimiento del YO comparable, al descubrimiento del cuerpo en el bebé. La pasión de reformar, de moralizar o de transformar el mundo es intensa. Se encuentran varios grados, yendo desde el simple deseo de originalidad a la certidumbre de ser original, pasando por la creencia de ser original. b. La cara social: se manifiesta por la rebelión juvenil. Rebelión en relación con los adultos de sistemas de valores y de ideas recibidas. Los adolescentes dirigen dos motivos de queja principales en relación al adulto: su falta de comprensión y el hecho de que atente a su independencia. Se trata de una rebelión frente a todo lo que pueda molestar a la afirmación de sí mismo, describe tres fases: - Una primera fase entre los 14 y 16 años. Caracterizada por el deseo de llamar la atención. - Una segunda fase, entre los 16 y 17 años, en el curso de la cual la afirmación del YO es intensa. - Por último, una fase de disolución, a partir de los 18 años, durante la cual el individuo se distiende. Puede tomar distancias, aportar un juicio más matizado sobre sí mismo. Se aprecia a si mismo con una cierta tranquilidad. Esta crisis de originalidad es común en ambos sexos, pero evidentemente puede tomar formas de expresión distintas según el sexo, del mismo modo, aunque es frecuente, no es en absoluto general. El reconocimiento de la crisis de originalidad juvenil permite así comprender y respetar las modas e ideales de los adolescentes, tomar a estos últimos en serio y proponer lo que Debesse llama una pedagogía de la crisis: pedagogía de acompañamiento adaptada a cada individuo, pedagogía que evita ciertos errores ligados a la ignorancia del desarrollo de esta crisis. Evidentemente esta descripción propuesta despierta un cierto número de críticas, Debesse reconoce estas faltas, declarando que esta crisis sobreviene más específicamente en los adolescentes que manifiestan una riqueza de vida interior o de la vida sentimental, una cierta excitabilidad espontánea y un desarrollo intelectual con frecuencia brusco. B. LA CRISIS JUVENIL: Male, describe un cuadro específico: la crisis juvenil. Este considera la crisis juvenil simple como una fase extremadamente fecunda, caracterizada por una readaptación espontanea del individuo para un verdadero cambio. El autor distingue la crisis puberal y la juvenil propiamente dicha. 1º la crisis puberal: esta crisis se caracteriza por dos puntos esenciales: - La duda sobre la autenticidad del YO y de su cuerpo. El adolescente duda en asumir su cuerpo, hasta el punto de tener constantemente una duda y una necesidad de reafirmación. El temor a ser observado y laslargas estancias delante del espejo son las expresiones más manifiesta. - La aparición de la tensión genital o de la masturbación. Las primeras (poluciones), la evaluación hacia la sexualidad adulta, son difíciles de asumir y fuente de culpabilidad. Las primeras experiencia auto eróticas o las primeras relaciones sexuales suscitan a veces inhibiciones considerables. 2º las disarmonias de la evolución puberal: Deben distinguirse las disarmonias de evolución puberal, una primera disarmonia está marcada por la disyunción entre un cuerpo todavía infantil y los medios de expresión genital casi maduros. En segundo lugar, la disarmonia parece provenir del contrasate entre la actividad pulsional dirigida por la genitalidad y los mecanismos psíquicos de defensa tomados todavía de las estructuras infantiles. Hay un verdadero asincronismo. Se trata de adolescentes para los que el desarrollo somatoendrocinos es o muy precoz o retrasado. 3º la crisis juvenil propiamente dicha: Sigue al periodo de crisis puberal. Su duración es muy variable, pudiendo llegar hasta los 25 años o más. Se manifiesta por una serie de actitudes y comportamientos, pero también por la aparición de varios trastornos. La problemática corporal es a menudo disminuida por el adolescente, al mismo tiempo que se encauza hacia una exaltación o una anulación paradójicas de su vida amorosa o pasional. Las características siguientes parecen más específicas y de aparición generalmente rápida: la diversificación de sus interés, la emancipación del pensamiento, el gusto de la abstracción y de la racionalización, la originalidad o las rarezas, actitudes de aislamiento y una posición frecuentemente intensa al medio familiar. Esta nueva individualización es vivida bajo la doble limitación de tendencias infantiles persistentes y tendencias adultas debutantes, Male distingue las crisis juveniles simples de las crisis graves al borde de la neurosis y de la morosidad. a. Las crisis juveniles simples: en esta crisis la aceptación de la imagen del yo es bastante fácil y las reacciones del adolescente están ligadas a motivaciones vivientes y cargadas de angustia. b. Crisis juveniles graves: por el contrario, en las crisis juveniles graves, la aceptación de la imagen del yo es difícil. Las reacciones del adolescentes aparecen ligadas de actitudes antiguas, tomando la forma de verdadero automatismo. En los confines o incluidos en las crisis graves, se describen tres cuadros caracteristicos: - La neurosis de inhibición, consiste en diversos tipos de inhibición, dificultades para expresarse, temor al sexo opuesto, inhibición intelectual y social. Suelen aparecer con frecuencia ciertos rasgos fobicoobsesivos. - Las neurosis del fracaso, en la que aparecen comportamientos que atentan contra el propio individuo, fracaso es colar y sentimental, actuación, expresión brutal de las prohibiciones del icc, que rechazan el éxito buscado por el cc. - La melancolía, que no es ni depresión ni psicosis, sino un estado próximo al aburrimiento infantil, es un estado que manifiesta un rechazo de investir al mundo, a los objetos, a los seres, más que una perturbación timica verdadera. Lo importante es que es un estado taciturno parece la causa preoponderante y dominante del paso al acto bajo tres formas: FUGA O DELINCUENCIA, GROGA Y SUICIDIO. Según Male todo esto es compatible con un buen nivel intelectual, con una buena verbalización que va a construir una pantalla engañosa para el clínico si no ha profundizado en estos problemas. Estas crisis graves deben distinguirse: 1. Del desequilibrio psíquico, en que el adolescente perturbado de la impresión de estar como encerrado en su comportamiento. 2. De aspectos disociativos en los que la imagen del yo no es aceptada del todo, y donde se observa además, a veces una división de la personalidad, con rarezas que aparecen fuera del cuadro de la simple originalidad. Para el inicio terapéutico de la crisis juvenil, se propone una experiencia emocional correctora. IDENTIDAD, JUVENTUD Y CRISIS. Aunque el psicoanalista Erikson concibe la crisis de la adolescencia bajo su aspecto psicosocial. La originalidad de su enfoque reside sobre todo, en el interés que otorga al concepto de identidad. 1º la confusión de identidad, Erikson describe ciertos trastornos observados en los jóvenes incapaces de seguir las carreras ofrecidas por la sociedad y de crear o mantener para ellos mismos una moratoria específica y personal. 2º la crisis de identidad, la con fusión de identidad no representa de hecho más que la alineación, la agravación patológica, la prolongación exagerada de una crisis que pertenece a ese estado particular del desarrollo individual que es la adolescencia y el inicio de la edad adulta. Las manifestaciones de esta crisis de identidad en la adolescencia van a depender del desarrollo de las crisis de identidad anteriores: -si todo el primer estadio de desarrollo ha llegado a la crisis de identidad una importante necesidad de confianza en sí mismo y en los otros, el adolescentes no se atreverá a asumir compromisos a la ligera o hará prueba de una desconfianza excesiva. Buscará con fervor a los hombres e idea en los que pueda tener fe. - si el segundo estadio, caracterizado por el combate por la autonomía ha sido prevaleciente, el adolescente estará atemorizado por cualquier contratiempo, y esto le conducirá al comportamiento paradójico de hacer no importa que, que sea de libre elección. - la herencia de la edad lúdica, dominada por la imaginación ilimitada en cuanto a lo que pueda acontecer, creara un campo de acción imaginario, si no ilusorio, a un buen número de adolescentes. Soportaran difícilmente toda limitación al abanico imaginario de las propias imágenes de si mismo y darán pruebas de ambiciones desmesuradas, a veces fuertemente culpabilizadas. - por último la edad escolar (a partir de los 6 años) lleva al niño al deseo de hacer funcionar cualquier cosa y de hacerla funcionar cualquier cosa y de hacerla funcionar como se debe. Los adolescentes muy afectados por esta edad, buscaran sus satisfacciones y sus identidades en una actividad o en una profesión en la que todas las cuestiones materiales de estado y de remuneración pasaran a un segundo plano en relación con el valor de esta actividad o profesión. LA CRISIS DE LA ADOLESCENCIA Su idea central es que la crisis de adolescencia reenviar un conflicto del desarrollo. La adolescencia así comprendida es un momento de reorganización psíquica que se inicia en la pubertad, denominada por el efecto de esta sobre el psiquismo, por el reforzamiento de la depresión subyacente que avanza en el funcionamiento psíquico a lo largo de la existencia por interrogantes sobre la identidad, la bisexualidad, por una inversión de las identificaciones anteriores y por la idealización de esta nueva vida, que, imaginaria e inconscientemente, el adolescente esperaba. Se trata de una crisis, ya que este en plena reorganización vive cambios, contradicciones y conflictos en los que está abierta la evolución: puede desembocar en una decepción permanente o al contrario en una conquista progresiva de sí mismo. 1º la crisis: Freud insiste particularmente sobre la maduración de YO en la adolescencia y sobre los mecanismos de defensa dirigidos contra el vínculo con el objeto final y contra las pulsiones. En la adolescencia no son más que el signo de emergencia de una estructura adulta de la personalidad. La adolescencia es siempre una sorpresa para el adolescente, este siente fugazmente un momento de gloria al que sucede la angustia. El desarrollo normal de la crisis se produce en dos etapas. La primera es generalmente la de la decepción, pudiendo ir hasta la desilusión. La segunda etapa es la del paso de la decepción a la conquista. Los aspectos patológicos: la crisis patológica se observa cuando la pubertad y la adolescencia han sido o solo criticas sino también traumáticas. La primera forma está representada por la ausencia aparente de la crisispropiamente ducha, ausencia de reorganización especifica. El otro aspecto es el de la melancolía, especia de hiperlatencia. Todo esto pasa como si nada hubiese ocurrido. En otros casos, el cambio puberal será, por el contrario fuertemente proclamado. Por último, el adolescente puede dislocarse a través de la alteración puberal descubre su propia alteridad. Se convierte en un extraño a sí mismo y al objeto. Se trata acá de la instauración de la esquizofrenia del adulto en el momento de la adolescencia. A. Crisis y proceso de adolescencia. -La dificultad de distinguir, en el pensamiento de los que han descrito la crisis de la adolescencia, una línea de demarcación clara entre lo normal y lo patológico. -La relativa tranquilidad y ausencia de elementos críticos en muchas actitudes y movimientos intrapsiquicos en la mayoría de los adolescentes. -La confusión que se halla a veces entre los acontecimientos, intrapsiquicos, icc o pcc, y las actitudes comportamentales aparentes (la descripción de la crisis de originalidad se apoya, en efecto, esencialmente en los rasgos aparentes del comportamiento, e inversamente, los aspectos clínicos detectados a partir de un análisis de los fenómenos intrapsiquicos, la mayoría de ellos icc o pcc). B. Crisis y ruptura en la adolescencia. Asociando el término de ruptura al de crisis, deseamos aportar un punto de vista personal. Según nosotros, los diferentes tipos de crisis no son más que la expresión manifiesta de rupturas subyacentes. La forma en la que se viven, elaboran y utilizan subjetivamente los componentes de la crisis, es decir, esencialmente como una ruptura en la relación intersubjetiva e intrasubjetiva en el juego de las participaciones de grupos y sociedad. La ruptura se manifiesta por los estados de crisis, es decir, por un acontecimiento mental o una serie de acontecimientos mentales en los que la asociación; el esfuerzo o la sustitución de uno por el otro constituyen sistemas que van de una fase inestable y conflictiva a un nuevo estadio de estabilidad. Estas experiencias de rupturas pueden cuestionar dolorosamente: 1. El mundo interno: la continuidad psíquica, de sí mismo, el uso de los mecanismos de defensa, la organización de las identificaciones y de los sistemas de ideales, el mundo fantasmatico. 2. El mundo externo: la paradoja de las relaciones familiares, la fiabilidad de los lazos de pertenencia a los grupos, la eficacia del código común a todos aquellos que, con individuo, participan de una misma sociabilidad y cultura. Desde el punto de vista psicopatológico, las experiencias de ruptura pueden analizarse según dos modalidades: 1. De entrada, el problema de la rigidez de sustituciones en los distintos dominios intrapsiquicos. 2. En segundo lugar, el problema de la rotura, que surge a través de la transformación corporal. Esta rotura se acompaña de un trabajo psíquico cuyo objetivo es acceder a la posesión de su propio cuerpo sexuado. Sea una rotura del mundo exterior. Esta rotura puede provocar un verdadero hundimiento psíquico. Se rompe la continuidad psíquica. LO NORMAL Y LO PATOLOGICO EN LA ADOLESCENCIA 1.La normalidad en el sentido de la norma estadística incitara a considerar como normales conductas manifiestamente desviadas en otros momentos, corriendo el riesgo de retirar toda connotación de sufrimiento. 2.La normalidad en el sentido de la norma sociológica correrá el riesgo de recluir a la totalidad de la adolescencia en el campo patológico. Sobre la iniciación del tratamiento - Freud En este trabajo intentare compilar algunas reglas sobre la iniciación de la cura, se presentan como consejos y no pretenderlas como incondicionalmente obligatorias. Con los enfermos he tomado la costumbre de aceptarlos solo provisionalmente, por una semana o dos. Si uno interrumpe dentro de ese lapso, le ahorra al enfermo la impresión penosa de un intento de curación infortunado; uno solo ha emprendido un sondeo a fin de tomar conocimiento del caso y decidir si es apto para el psicoanálisis. Ese ensayo previo ya es el comienzo del psicoanálisis y debe obedecer a sus reglas. Quizá se lo pueda separar de este por el hecho de que en aquel uno lo hace hablar al paciente y no le comunica más esclarecimientos que los indispensables para que prosiga su relato. La iniciación del tratamiento con un periodo de prueba así, fijado en algunas semanas, tiene además una motivación diagnostica. Prolongadas entrevistas previas antes de comenzar el tratamiento analítico, hacerlo preceder por una terapia de otro tipo, así como un conocimiento anterior entre el médico y la persona por analizar, traen nítidas consecuencias desfavorables. En efecto, hacen que el paciente enfrente al médico con una actitud transferencial ya hecha, y este deberá descubrirla poco a poco, en vez de tener la oportunidad de observar desde su inicio el crecer y el devenir de la transferencia. De ese modo el paciente mantendrá durante un lapso una ventaja que uno preferiría no concederle. Uno debería desconfiar de todos los que quieren empezar la cura con una postergación. La experiencia muestra que no se presentan transcurrido el plazo convenido, a pesar de que los motivos aducidos para esa postergación pudieran parecer inobjetables. Dificultades particulares se presentan cuando han existido vínculos amistosos o de trato social entre el médico y el paciente que ingresa en el análisis, o su familia. Cualquiera sea su resultado le costara aquella amistad. Puntos importantes para el comienzo de la cura analítica son las estipulaciones sobre tiempo y dinero. Con relación al tiempo, obedezco estrictamente al principio de contratar una determinada hora de sesión. A cada paciente le asigno cierta hora de mi jornada de trabajo disponible; es la suya y permanece destinada a él aunque no la utilice. En casos benignos o de tratamientos muy extensos, bastan tres sesiones por semana. ¿Cuándo durara el tratamiento? Si uno se ha propuesto un tratamiento de prueba de algunas semanas, se sustrae de la respuesta directa prometiendo que transcurrido ese lapso podrá enunciar un veredicto más seguro, la pregunta por la duración del tratamiento es de respuesta casi imposible. El psicoanálisis requiere siempre lapsos más prolongados que los que esperaba el paciente por lo tanto es un deber revelarle el estado de las cosas antes que él decida en definitiva emprender el tratamiento. Yo desapruebo comprometer a los pacientes a que persevere cierto lapso en el tratamiento; les consiento que interrumpan la cura cuando quieran, pero no les oculto que una ruptura tras breve trabajo no arrojara ningún resultado positivo. La abreviación de la cura psicoanalítica sigue siendo un deseo justificado, por desgracia, las alteraciones anímicas profundas solo se consuman con lentitud, esto se debe a la atemporalidad de nuestros procesos inconscientes. El punto siguiente sobre el que se debe decidir al comienzo de una cura es el dinero, los honorarios del médico. En la estima del dinero coparticipan poderosos factores sexuales, se deben entonces, tratar las cuestiones monetarias con el paciente con la misma naturalidad con que se pretende educarlo para los asuntos de la vida sexual. No se debe dejar que se acumulen grandes sumas, sino cobrar en plazos regulares breves (de un mes, por ejemplo). Mantengo el consejo de hacer que el enfermo se acueste sobre un diván mientras uno se sienta detrás, de modo que él no lo vea. En primer lugar porque no tolero permanecer bajo la mirada fija del otro ocho horas del día y mientras escucho, yo mismo me abandono al decurso de mis pensamientos inconscientes, no quiero que mis gestos ofrezcan al paciente material para sus interpretaciones. ¿En qué punto y con qué material se debe comenzar el tratamiento? no interesa para nada el material con que se empiece, con tal que se deje al paciente mismo hacer su relato y escoger el punto de partida. Hacerle saber que observará que en el curso de su relato la acudirán pensamientos diversosque preferiría rechazar con ciertas objeciones críticas, como que no viene al caso o que no tiene importancia, pero se debe pedir que nunca cedan a esa crítica, que lo digan a pesar de ella, que digas, pues todo lo que le pasa por la mente. Si en el curso del tratamiento el paciente necesita pasajeramente de otra terapia, clínica o especializada, es mucho más adecuado acudir a un colega no analista que prestarle uno mismo esa otra asistencia, los tratamientos combinados son casi siempre impracticables. Tan pronto como uno les muestras más de un camino para curarse, los pacientes desvían su interés del análisis. ¿Cuándo debemos empezar a hacer comunicaciones al analizado? ¿Cuándo es oportuno revelarle el significado secreto de sus ocurrencias, iniciarlo en las premisas y procedimientos técnicos del análisis? Esto no debe ser antes de que se haya establecido en el paciente una transferencia operativa, un rapport en regla. Ya es tiempo de obtener un panorama sobre el juego de fuerzas que ponemos en marcha mediante el tratamiento. El motor más directo de la terapia es el padecer del paciente y el deseo, que ahí se engendra, de sanar. Pero esta fuerza pulsional mismo, de la cual cada mejoría trae aparejada su disminución, tiene que conservarse hasta el final. Ahora bien, por si sola es incapaz de eliminar la enfermedad; para ello le faltan dos cosas: no conoce los caminos que se deben recorrer hasta ese término, y no suministra los montos de energía necesarios contra las resistencias. El tratamiento analístico remedia ambos déficit. En cuanto a las magnitudes de afecto requeridas para vencer las resistencias, las suple movilizando las energías aprontadas para la transferencia; y mediante las comunicaciones oportunas muestras al enfermo los caminos por los cuales debe guiar esas energías. La transferencia a menudo basta por si sola para eliminar los síntomas del padecer, pero ello de manera solo provisional, mientras ella misma subsista. Así sería solo un tratamiento sugestivo, no un psicoanálisis. Merecerá este último nombre únicamente si la transferencia ha empleado su intensidad para vencer las resistencias. Es que solo en ese caso se vuelve imposible la condición de enfermo, por más que la transferencia, como lo exige su destinación, haya vuelto a disolverse. Introducción a la obra de Melanie Klein – Hannah Segal Capítulo 1 fantasía. Cuando Freud describe al syo, es una muestra de fantasías icc sobre los contenidos de nuestro cuerpo y nuestra psique. Nunca lo menciona como tal pero es claro que esta parte de la personalidad se debe a una introyección de una figura parental, una figura parental fantaseada. Lo mismo sucede en el concepto de objetos internos en Klein, no son objetos situados en el cuerpo o en la psique, sino que son fantasias icc de lo que contiene. MK menciona que las fantasías están siempre presentes y activas en todo individuo, éstas no son de por si indicadoras de enfermedad o falta de sentido de realidad. Según MK es la expresión mental de los instintos. Por definición los instintos son buscadores de objetos, así para cada impulso instintivo habrá una fantasía correspondiente. Crear fantasías es una función del Yo, es decir que desde el nacimiento el Yo es capaz de establecer relaciones objetales primitivas en la fantasía y en la realidad. La fantasía no es sólo una fuga de la realidad, es una concomitante constante e inevitable de las experiencias reales, en constante interacción con ellas. Por ejemplo, el bebe irritado que no quiere mamar, puede haber hecho la fantasía de haber destruido y atacado al pecho. Por eso cuando re aparece no lo toma, porque su fantasía lo convirtió en un perseguidor terrorífico. Es decir que interacciona con las experiencias reales de algún modo. La fantasía icc influye y altera constantemente la percepción o la interpretación de la realidad y a su vez la realidad ejerce impacto sobre las fantasías icc. Así la fantasía tiene un lugar más importante que el de un instrumento de defensa y medio para escapar a la realidad, es también una expresión mental de los instintos. Siendo la fantasía un intento de satisfacer impulsos sin recurrir a la realidad externa, la gratificación es una defensa frente a una realidad externa de privación. (Ejemplo de interpretación de fantasía en terapia página 24) Freud describió al yo como un precipitado de catexias de objeto abandonadas. Este precipitado está compuesto por objetos introyectados. El primero de dichos objetos es el Superyo. El análisis de tempranas relaciones objétales proyectivas e introyectivas ha revelado fantasías de objetos introyectados en el yo desde la más temprana infancia, comenzando por los pechos ideal y persecutorio, luego pasa a objetos totales (la madre, el padre). Cuanto más temprana es la introyeccion mas distorsionados están del mundo real están, son más fantasmaticos. A medida que se prosigue en el desarrollo se acrecienta el sentido de realidad, y los objetos internos se aproximan mas a los reales en el mundo exterior. (Ejemplo de análisis de fantasía página 27) Capítulo 2 la posición Esquizo paranoide El concepto de fantasía como lo planea Klein supone mayor organización Yoica de la que suponía Freud. Según Klein hay suficiente Yo al nacer como para sentir ansiedad, utilizar mecanismos de defensa y establecer primitivas relaciones objétales en la fantasía y la realidad. Al comienzo es un Yo lábil, muy desorganizado. El Yo se escinde proyecta fuera su parte que contiene el instinto de muerte poniéndola en el objeto externo original, el pecho, por eso llega a experimentarse como malo y amenazador dando origen a sentimientos de persecución. Así también se proyecta la libido (instinto de vida) a fin de crear un objeto que satisfaga el impulso instintivo del Yo y a conservar la vida. Así el objeto en esa etapa esta disociado en dos pares, el pecho ideal y el persecutorio. La ansiedad predominante en esta etapa es la paranoide y el estado del Yo y de sus objetos se caracteriza por la escisión, que es esquizoide. Contra la ansiedad de ser aniquilado el Yo desarrolla mecanismos de defensa, la introyección y la proyección. De la proyección original surge otro mecanismo de defensa, la identificación proyectiva. Donde se escinden las partes del Yo y objetos internos, y se los proyecta en el objeto externo. Ese queda entonces poseído controlado por las partes proyectadas e identificado con ellas. Comienza a darse en esa etapa y suele intensificarse cuando se percibe a la madre como objeto total. (Ejemplo paciente página 33) El bebe normal no pasa la mayor parte del tiempo en estado de ansiedad, si no que en circunstancias favorables, pasará la mayor parte del tiempo comiendo, durmiendo. La escisión es lo que permite al Yo emerger del caos y ordenar la experiencia. Es la base de lo que será luego la capacidad de discriminar lo bueno de lo malo. Son mecanismos de defensa que debemos considerarlos también como etapas progresivas del desarrollo. Para pasar progresivamente a la etapa depresiva deben predominar las experiencias buenas por sobre las malas. Así el Yo llega a creer que el objeto ideal prevalece por sobre los objetos persecutorios, que su propio instinto de vida predomina por sobre el de muerte. Capítulo 5 - La posición depresiva El bebe siente que su yo es más fuerte, sus propios impulsos malos le asustan menos se ve menos necesitado de proyectarlos fuera. Disminuye también entonces el poder atribuido al objeto malo. El bebe reconoce un objeto total, se relaciona con él. Pasa a relacionarse con un mismo objeto, la madre, que a veces es buena a veces mala. La integración del objeto del y del Yo se dan en simultaneo. Se enfrenta entonces con su propia ambivalencia, de donde brotan las ansiedades. Teme que sus impulsos destructivos hayan destruido o lleguen a destruir el objeto amado. Aparecen nuevos sentimientos, el duelo y la nostalgia por el objeto bueno al que siente perdido y destruido. Siente también culpa por elsentimiento de que perdió a su objeto bueno por su propia destructividad. (Ejemplo de análisis página 75) La experiencia de depresión moviliza en el bebe el deseo de reparar a su objeto, anhela compensar sus daños. En ese desarrollo el bebe comienza a conocer su propia realidad psíquica. Advierte su propia existencia, la de objetos separados de él, comienza a distinguir entre sus fantasías y la realidad exterior. El punto de fijación de las enfermedades psicóticas nace en la posición esquizoparanoide en los comienzos de la depresiva. Los objetos introyectados durante la posición eszquizo paranoide forman las primeras raíces del superyo. El dolor del duelo vivenciado en la posición depresiva y los impulsos repertorios constituyen la base de la creatividad y la capacidad de sublimación. Los mecanismos psicóticos ceden, se debilitan y dan lugar a mecanismos neuróticos, la inhibición, represión y desplazamiento. Para proteger al objeto el bebe inhibe parte de sus instintos y en parte los desplaza sobre sustitutos, aquí comienza la formación de símbolos. (Ejemplo caso página 80) La posición depresiva nunca se elabora complemente. Cualquier perdida de la vida posterior reaviva la ansiedad de perder el objeto interno y con ella las ansiedades sentidas originalmente en la posición depresiva. Si el bebe ha podido internalizar un objeto bueno suficientemente afianzado, las ansiedades no le conducirán a la enfermedad si no a una elaboración fructífera cuyas consecuencias serán mayor enriquecimiento y creatividad. Psicoanálisis de niños – Melanie Klein Los avances en psicoanálisis nos han enseñado que los niños aun en los primeros años, no solo experimentan impulsos sexuales y ansiedad, si no que sufren también de grandes desilusiones. Paciente, Rita (2 años y 9 meses – edad de consulta), preferencia por la madre hasta primer año, luego preferencia por el padre y celos a la madre. A los 18 meses vuelve a la preferencia por la madre, comienza a sentir temores nocturnos y miedo a los animales. Su fijación por la madre la lleva a tener aberración por el padre. Llega a consulta. Evidenciaba ceremoniales obsesivos, alternaba extrema bondad y una incontrolable maldad. Presentaba una fuerte ansiedad, inhibición al juego e incapacidad para tolerar cualquier frustración. Había compartido el cuarto con los padres hasta los dos años, evidenciaba haber presenciado la escena primaria. Al nacer su hermano, a sus dos años, se desencadena la neurosis. Su análisis se interrumpe luego de 83 sesiones porque se van al extranjero. Se evidencian mejorías en su ansiedad, y ceremoniales obsesivos. Disminuye la ambivalencia con la madre. La madre en sí tenía una marcada neurosis obsesiva y se manejaba con la niña de manera ambivalente. Menciona que luego de varios años entró en contacto con la situación de la niña y se había desenvuelto bien, pero que de haber continuado con el tratamiento podría haber resuelto mejor inmunidad para el medio neurótico en el que se manejaba. Destaca que el pavor nocturno de los 18 meses es una elaboración neurótica del complejo de Edipo. Paciente, Trude (3 años y 9 meses) fingía en análisis que era de noche y ambas dormían. Iba hacia donde estaba ella y la amenazaba de varios modos, quemarla, tirarla por la ventana, etc, quería buscar las heces dentro del trasero de su madre. En otra ocasión mencionó que quitaría las heces del estómago, a mk, y la dejaría pobre. Luego se ponía en cuclillas detrás del sofá, manifestando síntomas de miedo, chupándose el dedo y mojándose. Repetía esto cada vez que la atacaba. Anteriormente a los 2 años fue presa de grandes temores nocturnos. El análisis mostró que el mojase y ensuciarse eran agresiones contra sus padres en coito. Quería robarle los bebes a la madre y ocupar su lugar en el coito. El hermano nace a sus dos años de edad. El sentimiento de culpa, se expresaba con sus temores nocturnos. Destaca que los impulsos de odio y agresión son la causa más profunda y el fundamento del sentimiento de culpa. De hecho cita a Freud en malestar en la cultura que dice “cuando una tendencia instintiva sufre represión, sus elementos libidinosos se transforman en síntomas, y sus componentes agresivos, en sentimiento de culpa”. El juego de los niños nos permite extraer conclusiones definidas sobre el origen de este sentimiento de culpa. Volviendo a Rita, su inhibición al juego provenía de su sentimiento de culpa. La severidad y crueldad de su madre, no era de su madre real, si no de la introyectada por ella. Otro síntoma que desarrolló fue el de un ritual antes de irse a dormir, que consistía en que la arroparan bien, el significado de esto era que estando así estaría impedida de levantarse y ejecutar su deseo contra sus padres. En los juegos con su muñeca solía castigarla y luego darle curso a una crisis de rabia y miedo, demostrando que ella misma realizaba ambos papeles, el de la autoridad que inflige un castigo y el de el niño castigado. Se ve que la ansiedad no es solamente por los padres verdaderos, sino no también por la imagen severa de ellos introyectada. Los signos típicos del CE son solo el estadio final de un proceso que se ha estado realizando durante años. Los análisis tempranos, muestran que el conflicto se hace presente en la segunda mitad del primer año de vida y que al mismo tiempo el niño comienza a modificarlo y a construir su superyó. El niño expresa sus fantasías, sus deseos y sus experiencias mediante juegos y juguetes. Lo hace con medios de expresión arcaicos, al modo del lenguaje de los sueños. Debemos no solo desentrañar el significado de cada símbolo por separado si no tener en cuenta todos los mecanismos y formas de representación que son usados en el trabajo onírico. La muñeca de Rita por ejemplo, será a veces el pene del padre, a veces un niño que ha robado a su madre y a veces ella misma. Las interpretaciones son fácilmente aceptadas por los niños y a veces incluso con marcado placer. La relación entre los estratos icc y cc es comparativamente accesible, y los efectos son a menudo rápidos dado que el camino de regreso al icc es más fácil de encontrar. En ocasiones parece no elaborar cc las interpretaciones, he encontrado que este trabajo se realiza más tarde en conexión con el desarrollo de su yo y el aumento de su adaptación. Detrás de toda forma de juego yace un proceso de descarga de fantasías de masturbación, operando en la forma de un continuo impulso a jugar. Actúa como una compulsión a la repetición, constituyendo el mecanismo fundamental del juego infantil y de todas las sublimaciones subsiguientes. Las inhibiciones en el juego y en el trabajo surgen de una represión fuerte e indebida de aquellas fantasías y con ellas, de toda vida imaginativa del niño. Habiendo moderado las exigencias de su syo por medio del análisis, su yo, ahora menos oprimido y más fuerte, es capaz de llevar a la practica con más facilidad. Cuando el análisis continúa los niños se hacen capaces de sustituir procesos de represión por un rechazo crítico. Pudiendo por ejemplo alejarse de impulsos sádicos de los que antes eran dominados Menciona importante mantener la técnica en niños mayores, sufriendo ciertas variaciones dado que tiene mayor desarrollo yoico. Puede parecer en momentos más a la técnica del adulto, dependiendo del momento de desarrollo en que se encuentre. Las diferencias entre los métodos de análisis son puramente técnicas y no de principios. El análisis de juego permite el análisis de la situación de transferencia y de resistencia, la supresión de la amnesia infantil y de los efectos de la represión así como el descubrimiento de la escena primaria. Conceptos principales – Winnicott Cuidados Fallas Preocupació n Primaria Materna Período luego del parto. Lazo estrecho entre madre e hijo. Madre se identifica con el hijo y es empática. Esto le genera omnipotencia al bb. El amor = cuidados corporales. Separación por causes de la normalidad. Va a dar lugar a cuadrosmás severos. Se halla al borde de una angustia inconcebible. Esto se mantendria a raya por la función de la madre y su empatía cubriendo sus necesidades. Holding Satisfacción de necesidades fisiológicas del pequeño de manera estable, digna de confianza. Toma en cuenta la sensibilidad epidérmica e incluye rutina de cuidados. Estos cuidados posibilitan la integración, que luego se le suma al espacio y luego sentimiento de continuidad existencial. A futuro: Problemas de personalización. Sin una manipulación activa y adaptativa satisfactoria, probablemente la interrelación psicosomática sea difícil. En circunstancias favorables, la piel se convierte en la frontera del yo, no-yo. La patología: Despersonalización. handling Manejo y cuidado corporal. Estos cuidados van a posibilitar el enlace entre la persona del bebé y su cuerpo junto con la existencia de una membrana restrictiva. La unión de la psique con el sona facilita la personalización. Integración. Van a dar lugar a problemas de integración y en la creencia de un todo con continuidad existencial. Fragmentación. Angustia inconcebible de no ser sostenido durante la fase de dependencia absoluta. Presentación de objeto El objeto es presentado de manera tal que el bb lo crea. El objeto satisface sus necesidades entonces el bb empieza a necesitar lo que la mamá le presentó. El bb adquiere confianza en su capacidad de crear objetos y al mundo real. Facilita relaciones de objeto. va a dar fallas en las relaciones objetales. Capacidad para estar solo: depende de la existencia de un objeto bueno en la realidad psíquica del individuo. Esta capacidad es el resultado de una buena maternalización en la creencia de un medio ambiente benigno. Con el tiempo introyecta a la madre sustentadora del yo entonces puede estar solo sin buscar apoyo o símbolo materno. Esta introyeccion permite la seguridad para estar solo. Angustia inconcebible: se va a dar cuando fallen los cuidados maternos. Constituye un aspecto del crecimiento moral: deshacerse y caer para siempre (holding). No tener relación alguna con el cuerpo y carecer de orientación (handling). Estas angustias son la materia prima de las angustias psicóticas. no son analizables. Self Verdadero: Devoción de una madre por su hijo, nace del gesto espontáneo y la idea personal. Capaz de crear y de ser sentido como real. Emana de la vida. Ligado a la idea del proceso primario a los estímulos. Falso: Funcion defensiva de ocultar y proteger al verdadero. Se edifica en identificaciones. En la salud es toda organización cortés y bien educada adaptada a la socidad renunciando al proceso primario. En la patología, el F reemplaza al V y le permite una vida secreta. el suicidio puede ser pensado en términos de destrucción del ser total para preservar al V. Relaciones falsas. Puede convertirse en una copia de la madre o tutor. con el tiempo se va desarrollando una habilidad del niño para someterse sin exponerse o comprometerse sin arriesgar. a mayor escisión, más pobreza la utilización de símbolos y vida cultural. Realidad y Juego – Winnicott Partiré de la primera hipótesis postulada por este psicoanalista. Aquí, explica que existen dos momentos del niño, en primer lugar está el oral donde es puro sentimiento, y en el segundo está la actividad creadora primaria donde el niño cree que las cosas que siente él las evoca con el pensamiento. Con esta breve introducción hablaré de la primera posesión “no-yo” que surge de ésta actividad creadora primaria, donde el niño para poder pasar del mundo interior, al exterior; de la subjetividad, a la objetividad; de él en conjunto con su madre, a ser un individuo y su madre otro, deberá crear una zona intermedia de experiencia. Ésta no está dentro ni fuera del niño, no es objeto de desafío, porque no se le presentan exigencias. Es un estado intermedio entre la incapacidad del bebé para reconocer y aceptar la realidad, y lo que será, después, su creciente habilidad para aceptarla. Esta zona intermedia de experiencia contará con la ayuda de fenómenos y objetos transicionales, los cuales serán presentados por una madre suficientemente buena (es aquella que ilusiona y desilusiona, le permite al niño la frustración) y aceptados por un ambiente facilitador (es aquel que permite la interacción entre la MSB y el niño, con todas sus características, este ambiente también le permite al niño frustrarse). Entonces con la incorporación de la experiencia intermedia, serán tres los mundos que el niño tiene: El exterior, el interior, y el intermedio. Introduzco los términos “objetos transicionales” y “fenómenos transicionales” para designar la zona intermedia de experiencia, entre el pulgar y el osito, entre el erotismo oral y la verdadera relación de objeto, entre la actividad creadora primaria y la proyección de lo que ya se ha introyectado, entre el desconocimiento primario de la deuda y el reconocimiento de ésta. Mediante esta definición, el parloteo del bebé y la manera en que un niño mayor repite un repertorio de canciones y melodías mientras se prepara para dormir se ubican en la zona intermedia, como fenómenos transicionales, junto con el uso que se hace de objetos que no forman parte del cuerpo del niño aunque todavía no se los reconozca del todo como pertenecientes a la realidad exterior. Todos estos objetos representan el pecho materno. Los fenómenos transicionales son una defensa contra la ansiedad, en especial la depresiva. Lo mismo sucede con los objetos transicionales. (desde los 4/6 meses hasta los 8/12). Winnicott postula dos paradojas que es la creación del pecho materno, es decir, crea algo ya creado, en este caso el pecho; y la creación del objeto transicional, que también es la creación de algo ya creado. Este último contará con ciertas características: El bebé adquiere derechos sobre el objeto, lo que genera omnipotencia en el neonato, pero se la anula el hecho de que la MSB es quien se lo presenta; el objeto es acunado con afecto, y al mismo tiempo amado y mutilado con excitación (agresividad sin intención); nunca debe ser cambiado, a menos de que lo cambie el propio bebé; tiene que sobrevivir al amor instintivo, así como al odio, y si se trata de una característica, a la agresión pura; debe parecerle, al bebé, que irradia calor, o que se mueve, que posee cierta textura, o que hace algo que parece demostrar que posee una vitalidad o una realidad propias; proviene del afuera desde nuestro punto de vista, pero no para el bebé; tampoco viene de adentro: no es una alucinación; se descatectiza sin presentar angustia en el bebé. Bien, para continuar, hablaré de la importancia de la existencia de la madre suficientemente buena. Al nacer, el bebé, tiene un gesto espontáneo, es decir, necesidades que deben ser atendidas con urgencia, dedicación y amor. Quien debe realizar esto es la MSB, que en un principio tendrá un episodio de preocupación maternal primaria (también conocido como “esquizoide temporal”) la cual cuenta con determinadas características que son: Para que sea una MSB además de darle sentido a aquello que el neonato necesita también debe identificarse con él (la cual es consciente e inconsciente a la vez), a través de un repliegue libidinal de ella hacia el bebé, y debe sufrir una disociación de ella en conjunto con el bebé de los otros elementos del medio externo. El Upa es el Holding winnicottiano, el cual hace que el bebé se sienta dentro y parte de ese cuerpo materno, el Handling es el cuidado personal del bebé, las caricias, el tocarlo, lo que hace que se erogenicen las zonas y por eso se dan las famosas “zonas erógenas”. Esta madre suficientemente buena con un ambiente facilitador con las ya mencionadas características todavía no está completa, para estarlo debe primero ilusionar al bebé para luego desilusionarlo (ausencias de la madre). Esto se genera, en primer lugar, por la atención constante del niño por su incapacidad de adaptación al mundo. A medidaque él va siendo cada vez más capaz de relacionarse con este mundo, la madre –quien empieza a tener necesidades propias y baja la preocupación maternal primaria- lo desilusiona con su ir y venir. Esta es la vía regia de la constitución del sujeto (lo mismo que el juego). Es ahí donde se le presentará al objeto transicional para que pueda hacer el pasaje de lo subjetivo a lo objetivo. La falla materna (en la fase precoz) produce reacciones de ataque que interrumpe la continuidad del desarrollo del self. Hay temor al aniquilamiento, es decir, no hay constitución yoica. La constitución del self permite dominar los impulsos, enfrentarse a las dificultades, y que los factores constitucionales se vayan desarrollando normalmente (el SN). Si esto no sucede, el niño va desarrollando un mecanismo de defensa llamado falso self (aquí residen todas las patologías). El falso self tiene como característica la búsqueda de condiciones para que aparezca el verdadero self. Este falso self se basa en identificaciones; en términos de salud, representa la actitud cortés, o social, o bien educada. Permite el contacto con la sociedad no siendo extremadamente franco. Ayuda, además, a renunciar a la omnipotencia y permite la aceptación social. Por otro lado, está asociado con la rigidez de las defensas. La mente suele ser la sede del falso self. Hay o suele haber una relación entre un self falso muy arraigado y la intelectualidad. Esto es provocado por una madre que no ha sido suficientemente buena dejando al niño sometido, sumiso al gesto espontáneo de la mamá. Es decir, este bebé debió adaptarse a las necesidades de la madre, no al revés, provocando que se genere un self de afuera hacia adentro. Si de lo contrario se diera que sí hubo una MSB, más el ambiente facilitador y una predisposición del niño, tendríamos como resultado un verdadero self, este es espontáneo, disfruta de su capacidad creativa (de los dos, es el único que puede crear), son las ganas de vivir que nacen desde lo más íntimo de los órganos hasta el respirar. Esta fue la teoría, la realidad es que siempre encontraremos en los pacientes un poco de cada self. Será patológico aquel que presente mayor falso self que verdadero, y será un individuo sano aquel que presente lo contrario, con un falso self pequeño, este sujeto podrá relacionarse con el mundo siendo educado, teniendo tacto, el verdadero self será protegido por el falso. No así si se da al revés. El juego, para Winnicott, cuenta con todas las características anteriores, tiene a la MSB, al bebé, a los objetos y fenómenos transicionales, a la zona intermedia de experiencia, al ambiente facilitador; y en psicoterapia, al analista. Lo característico del playing, en esta teoría, es que es en conjunto, se tienen en cuenta las dos intersubjetividades, tanto la del niño como la del otro sujeto (MSB o analista u otro). En la psicoterapia, si el juego se ve imposibilitado por inhibición del niño, el trabajo terapéutico es lograr que el niño juegue. Es decir, conseguir que vaya de un estado donde no lo podía hacer a uno donde sí. Para esta teoría el juego debe ser estudiado como un fenómeno en sí mismo, complementario al concepto de sublimación del instinto. No hay ningún tipo de fantasía. Cuando un niño juega, falta en esencia lo masturbatorio, y si apareciera algún tipo de excitación, el juego debe detenerse o queda arruinado. Los niños hacen activo lo que padecen pasivamente (como en Freud). El juego es la vía regia de constitución del sujeto, es el lenguaje del niño, es el hablar adulto. Todo lo dicho del juego aplica también en los adultos, en el humor, en la elección de palabras, en el tono que se les aplica, etc. El jugar es un fenómeno transicional, incluye la búsqueda del objeto y la utilización del mismo hasta la experiencia cultural, estos fenómenos son universales. El jugar es salud, es acción de dos, es hacer. Este hacer tiene un espacio potencial (donde se hace) que es entre la msb y el niño, o analista y niño. Es la única manera de ir incorporando para ese bebé el mundo externo y la realidad a su mundo interno. Cuando el niño tira el objeto, la MSB debe devolvérselo una y otra vez. El juego es del orden de la salud ya que facilita el crecimiento, conduce a las relaciones de grupo y es una forma de comunicación. Es más, en los niños altamente perturbados, lo primero en desaparecer es el juego. Winnicott, postula, además, que existen 4 pasos de formación de la actividad lúdica: 1) El niño y el juguete/objeto están fusionado. La visión del niño es subjetiva y es la madre la que lo orienta a encontrarlo (le da y le saca el pecho). 2) El objeto es para el niño repudiado y aceptado. Dependerá de la predisposición materna desde el amor, es decir, que el niño se pueda encontrar y desencontrar con el objeto. Ej: tirar cosas, devolvérselas, y que vuelva a tirarlas. La madre es la que se encuentra en un ir y venir. El niño “la encuentra” y “no la encuentra”, vive una experiencia de control mágico (omnipotencia necesaria), lo que es la forma de ir dominando la realidad. Este desarrollo es de tipo espacio-lúdico-fenómeno-transicional entre la madre y el niño basado en una relación de confianza (en la mamá que le hace el juego). Esta relación tiene un carácter de amor-odio. 3) Encontrarse sólo en presencia de la madre. El niño juega porque sabe que la mamá está cerca y sigue estándolo en su recuerdo. 4) Se superponen dos zonas de juego: La madre juega con el bebé y va introduciendo su forma/estilo de jugar (play); el niño puede aceptar o rechazar el espacio de forma de juego de la madre, y así debe quedar, como el niño quiera. En la psicoterapia hay una superposición del juego del niño con el terapeuta: 1) Se introduce enriquecimiento para el niño en su desarrollo; 2) Se pueden evitar obstáculos evidentes en el desarrollo del niño; 3) El juego en sí es terapéutico; 4) Cuando lo sniños juegan tiene que haber adultos cerca sin que intervengan; 5) El juego es una experiencia creadora para el niño en un continuo espacio-tiempo, y es la forma básica de la vida. EL ANALISTA EN POSICIÓN DE OBJETO - Carlos Eduardo Tkach Situar el lugar del otro en las contribuciones que Winnicott aporta a la clínica psicoanalítica requiere de la compulsión de repetición. La compulsión de repetición estará enmarcada inicialmente en el campo de los fenómenos regidos bajo el imperio del más allá del principio del placer. Las nuevas perspectivas que aporta Winnicott brindan respuestas para enfrentar las dificultades de la práctica y aportan nuevos paradigmas respecto al modo en que el analista en tanto otro se sitúa para operar en la cura. Freud mismo brinda algunas puntuaciones para operar con la compulsión de repetición ya que ésta última toma al analista como objeto de transferencia. El analista amplía su lugar de otro en tanto intérprete para ocupar además un lugar en tanto objeto de repetición en la transferencia. En la neurosis de transferencia el analista ocupará el lugar en tanto objeto real y fantaseado. El material psíquico constituido por la compulsión de repetición es de diversa cualidad psíquica del que proviene a través de la asociación libre. El proceso analítico clásico encuentra sus límites en la puesta en palabras al tiempo que en dicho proceso se va imponiendo la puesta en acto. La alternativa que Freud propone es una modificación técnica que implica ofrecer una intermediación en el pasaje de la puesta en acto a la puesta en palabras. Consiste en la escenificación, es decir, la puesta en escena en la transferencia en la que el analista ocupa el lugar de objeto. Esta formulación es anterior a la formulación del más allá del principio del placer. Como se sabe, la elaboración es uno de los términos de las operaciones para tramitar la complejidad del proceso en juego. Señalaremos la insistencia de Winnicott en lo que denomina la “actitud profesional”, término con el que indica tanto un sentido técnico como ético. Entre el paciente y el analista